Pearl Harbor

“When the action is over and we look back, we understand both more and less.
This much is certain.
Before the Doolittle raid, America knew nothing but defeat.
After it, there was hope of victory.
Japan realized, for the first time, they could lose and began to pull back.
America realized, that she would win and surged forward.
It was a war, that changed America and the world.
Dorie Miller was the first black American to be awarded the Navy Cross.
But he would not be the last.
He joined a brotherhood of heroes.
World War II, for us, began at Pearl Harbor, and 1,177 men still lie entombed in the battleship Arizona.
America suffered, but America grew stronger.
It was not inevitable.
The times tried our souls, and through the trial, we overcame”

En la mañana del 07 de diciembre de 1941, se produce el ataque sorpresa a Pearl Harbor, ejecutado por la Marina Imperial Japonesa en la isla de Oahu en Hawaii, dirigido contra la Flota del Pacífico de La Armada de los Estados Unidos, y las fuerzas aéreas que defendían la zona.
El objetivo del ataque, era poder romper el embargo económico al que Japón estaba siendo sometido desde el año anterior.
Una vez debilitados los Estados Unidos militarmente, Japón buscaría negociar la paz con condiciones favorables.
El Alto Mando japonés, deseaba evitar una guerra larga, pero aunque el Imperio Japonés salió victorioso en la acción, no logró obtener una victoria decisiva.
Con 183 aparatos al mando de Mitsuo Fuchida:
49 bombarderos equipados con bombas, 40 Nakajima B5N2 “Kate” torpederos, 51 Aichi D3A “Val” y 43 “Zeros” de escolta, saldría a las 06 de la mañana, a 275 millas al norte de Pearl Harbor, con la misión de destruir las 5 bases aéreas norteamericanas en la isla de Oahu, desconociendo que existía una 6ª.
La 2ª oleada estaría compuesta por 213 aparatos, con otros 30 de reconocimiento, que se situarían por encima, y 40 más en reserva.
El ataque destruyó 13 buques de guerra, y 188 aeronaves, y mató a 2,403 militares, y 68 civiles estadounidenses.
Sin embargo, los 3 portaaviones estadounidenses de la Flota del Pacífico, no estaban en el puerto, y por tanto, no fueron atacados.
Había en total 94 buques en Pearl Harbor.
De ellos, 8 son acorazados:
Pennsylvania, Arizona, Nevada, Oklahoma, Tennessee, California, Maryland y West Virginia; y 8 cruceros más:
New Orleans, San Francisco, Raleigh, Detroit, Phoenix, Honolulu, St. Louis y Helena.
La flota estadounidense en el Pacífico tardó en recuperarse, entre 6 meses y un año.
Por su parte, los japoneses perdieron 64 militares.
Después del ataque, el presidente Franklin Delano Roosevelt, declaró la guerra a Japón, y 4 días después, Hitler declaró la guerra a los Estados Unidos.
Como resultado de ello, entre el 06 y el 09 de agosto de 1945, y por orden de Harry Truman, Presidente de los Estados Unidos en ese entonces, se detonan vilmente, 2 bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki, poniendo punto final a La Segunda Guerra Mundial.
Y es que, a comienzos de diciembre de 1941, el servicio de desciframiento norteamericano, conoce que todo el personal diplomático japonés, ha recibido la orden de destruir sus claves secretas, y los documentos reservados.
Además, se sabe que el cónsul nipón en Honolulu, ha recibido información sobre la localización de las unidades de la Flota del Pacífico.
Inexplicablemente, estos indicios no hacen al Mando norteamericano, prever ningún ataque por parte de Japón.
Tampoco lo hizo la información recibida, según la cual, el servicio de interceptación de mensajes, había perdido el rastro a los portaaviones japoneses, interpretando que estos de hallaban anclados en algún puerto nipón.
En consecuencia, no fue enviado ningún aparato de reconocimiento, ni se incrementaron las medidas de seguridad en la base.
Por último, el mando norteamericano, estaba convencido de que, en caso de producirse un ataque japonés sobre la isla, éste tendría lugar por el sur mediante una operación anfibia con submarinos.
Los portaaviones Lexington y Enterprise, durante el ataque a Pearl Harbor, se hallaban en alta mar:
El primero regresando de la isla de Wake, y el segundo rumbo a Midway.
La base de Pearl Harbor, disponía del mayor buque flotante del mundo, con 350 metros de largo, capaz de recibir a la vez, a un acorazado y un crucero; hay pistas de aviación, y se encuentra defendida por el refugio natural Diamond Head, con baterías antiaéreas.
En el momento del ataque, de las 31 baterías antiaéreas de tierra, sólo 4 estaban en posición, listas para utilizarse.
Únicamente la cuarta parte de los 180 cañones antiaéreos de la flota, disponían de su dotación, balas.
Por otra parte, El Ataque Aéreo de Doolittle, conocida también como El Raid de Doolittle, La Incursión de Doolittle o El Raid sobre Tokio, fue realizado en abril de 1942, sobre territorio japonés, y lo diseñó en un principio, un capitán de submarino, durante una reunión para recabar ideas que contribuyeran a cambiar el rumbo de la guerra.
Una de ellas, era situar bombarderos en la cubierta de un portaaviones, lo más cerca posible de Japón, como para lanzar un ataque sorpresa sobre la ciudad industrial de Japón, y sus alrededores.
Los pilotos podrían replegarse después a las costas más orientales de China.
A pesar de que parecía una idea descabellada, Henry Arnold, Comandante en Jefe del Ejército de Estados Unidos, fue uno de los militares que apoyó con más entusiasmo el plan, y eligió al entonces Teniente-Coronel James H. Doolittle para dirigir la misión.
Y aunque el éxito no parecía asegurado, el 18 de abril de 1942, Doolittle y sus hombres, se vieron obligados a despegar del portaaviones USS Hornet, a 1,078 km de la costa japonesa, es decir, a más de 240 km de lo planeado.
Los barcos de pesca japoneses, que también actuaban como vigilantes, avistaron al Hornet y a sus escoltas.
A pesar de que había una marejada de 40 nudos, Doolittle fue el primer piloto en despegar.
Con 16 B-25, posados sobre su cubierta, su margen de despegue fue el más corto que jamás hubieran visto los marineros que le despidieron a él y a sus hombres.
15 de los 16 bombarderos consiguieron llegar a China, 4 se estrellaron en el aterrizaje, y 11 saltaron en paracaídas.
Un avión consiguió llegar a la URSS, donde los soviéticos incautaron el B-25, y encarcelaron a la tripulación.
Se perdieron todos los aviones.
8 tripulantes fueron capturados, y declarados prisioneros de guerra, 2 se ahogaron mientras intentaban alcanzar la orilla a nado, después de que sus aviones se estrellaran en el mar, y un hombre murió al tirarse el paracaídas de su nave.
A pesar de que Doolittle, completamente destrozado, pensó que su misión había sido un absoluto fracaso, en realidad fue un éxito rotundo, que hizo renacer la esperanza del triunfo en Estados Unidos, y en sus aliados.
La primera y más importante consecuencia de la incursión de Doolittle, fue netamente psicológica.
Otra de ellas, fue la firme resolución de apoyar el plan de ataque a Midway, por parte de los contrarios a dicho plan, elaborado por el Estado Mayor de Isoroku Yamamoto.
Los resultados directos del bombardeo en territorio japonés, sumaron:
50 muertos, 250 heridos, y 90 edificios destruidos, además de bodegas, fábricas, y tanques de gas.
La incursión fue considerada, de todos modos, un éxito por parte de los estadounidenses, y por el lado japonés, como una operación sin trascendencia.
Pearl Harbor fue entonces:
¿Una motivación política, una auto-derrota infligida, o simplemente la incompetencia militar de EEUU?
El 11 de setiembre del 2001, la historia se repitió…
Curiosamente, en 1997, la Asamblea General de Las Naciones Unidas, proclamó oficialmente, el día 07 de diciembre, Día Internacional de la Aviación Civil.
Irónico.
¿Cierto?
“I fear all we have done is to awaken a sleeping giant”
Pearl Harbor es una película bélica estadounidense, del año 2001, dirigida por Michael Bay
Protagonizada por Ben Affleck, Josh Hartnett, Kate Beckinsale, Cuba Gooding Jr., Alec Baldwin, Jon Voight, Tom Sizemore, Dan Aykroyd, Mako Iwamatsu, Colm Feore, Cary-Hiroyuki Tagawa, Matthew Davis, Ewen Bremner, Jaime King, William Fichtner, John Diehl, Leland Orser, Tomas Arana, Jennifer Garner, Eric Christian Olsen, Sara Rue, Lindsey Ginter, entre otros.
El guión corre a cargo de Randall Wallace.
Pearl Harbor ganó un Oscar a los Mejores Efectos de Sonido, y recibió 3 nominaciones:
Mejor edición de sonido, efectos visuales, y canción “There You'll Be”
En las versiones japonesa y alemana de Pearl Harbor, se ha alterado ligeramente el guión, sobre todo en el doblaje de algunas expresiones despectivas, y patrióticas frases grandilocuentes, para evitar herir sensibilidades.
El rodaje se inició el 08 de abril de 2000, y tuvo lugar en Reino Unido, México, Hawaii y Estados Unidos, a lo largo de 85 días, y fue estrenada, 4 meses antes del 9/11, a bordo del portaaviones más grande de la flota americana, el USS John C. Stennis, y es una revisión dramática de los hechos acontecidos en el ataque a Pearl Harbor, el 07 de diciembre de 1941.
La historia de Pearl Harbor, se basa en la vida real de los soldados George Welch y Kenneth M. Taylor, pero Pearl Harbor cuenta de manera inexacta sus vidas.
El propio Taylor dijo que Pearl Harbor le pareció “demasiado sensacionalista y distorsionada”
Randall Wallace, estaba convencido que el ataque aéreo de Doolittle, con el que finaliza Pearl Harbor, sería el broche de oro de su historia cinematográfica.
“Mucha gente sabe lo que ocurrió en Pearl Harbor, y cómo transcurrió La Segunda Guerra Mundial.
Pero pocos conocen la historia del Ataque Aéreo de Doolittle, a pesar de que marcó un punto de inflexión en el estado de ánimo de los norteamericanos”, explica.
“Para los japoneses, el ataque aéreo sobre Tokio fue tan inesperado como Pearl Harbor para nosotros.
Se necesitaron grandes dosis de valor, porque mientras lo planeaban, sabían que lo más probable es que no funcionase.
Era imposible, una locura, pero…
¿Por qué no?
Si a Doolittle y a sus hombres les hubiera importado su destino final, se les hubiera podido tachar de idiotas, pero para ellos, había algo por encima de su supervivencia individual:
El significado del valor”
60 años después, estos hechos se recogen en la filmación más cara llevada a cabo por una sola productora, Pearl Harbor.
De entrada, hay que confesar, que pese a usar, solamente el nombre “Pearl Harbor”, la producción no representa la película definitiva de los hechos históricos que la involucran, de ahí, que resulte engañosa y manipuladora.
Pearl Harbor no es más que otra nueva vuelta de tuerca, para la demostración del omnipotente Imperio de Hollywood, y su potestad a la hora de crear hegemónicos filmes con aspiraciones comerciales.
Otro imposible vuelco económico, para someter al espectador, a una enorme ceremonia de grandiosidad y sortilegio digitalizado.
Para lograr los mejores resultados, se contrató al director Michael Bay, un auténtico especialista en películas de acción de gran presupuesto.
Pearl Harbor es una fábula, sobre una humillante derrota, una victoria heroica, el valor personal, y la fuerza del amor, en un espectacular escenario, donde las acciones bélicas y la fuerza del drama humano, se funden a la perfección; es una película sobre la amistad, la lealtad, el valor, y el patriotismo.
El hilo argumental, une 2 episodios de La Segunda Guerra Mundial, como son el ataque a Pearl Harbor, y el primer bombardeo de Japón, lanzado desde portaviones como represalia.
Entre esta parte, más histórica de Pearl Harbor, se entrelaza una historia de amor a 3 bandas.
El rodaje se efectuó en los lugares donde se produjeron los hechos históricos.
Una de las escenas de bombardeos, por ejemplo, implicó explosiones en 6 barcos que medían entre 120 y 180 metros de longitud, entre ellos, el célebre Arizona.
John Frazier y su equipo de especialistas, utilizaron 700 mechas para la dinamita, y más de 15,000 litros de gasolina, que armaron un follón pirotécnico.
12 cámaras no perdieron detalle de unos momentos que no podrían ser rodados nuevamente.
El director Michael Bay comenta:
“Fue un compendio de lo que es una catástrofe:
Aviones volando, un helicóptero, un B-25, gente en pequeñas embarcaciones...” Estos efectos especiales “en directo”, recibieron luego, el último toque en la postproducción digital de Industrial Light & Magic.
Cabe decir, que solo en la escena principal de Pearl Harbor, el ataque al puerto militar, se destruyeron 17 buques abandonados por la marina, explotaron 450 bombas, intervinieron más de 700 extras, miles de litros de combustible, y fue grabada por 12 cámaras a lo largo de mes y medio.
“There's nothing stronger than the heart of a volunteer”
Pearl Harbor gira en torno a Rafe McCawley (Ben Affleck) y Danny Walker (Josh Hartnett) que han sido mejores amigos desde que eran niños, ambos son pilotos estadounidenses, que aprendieron a volar en aviones fumigadores.
Rafe mantiene una relación con Evelyn Johnson (Kate Beckinsale), una preciosa y valiente enfermera, que presta servicio en La Marina de Estados Unidos.
Sin embargo, su amistad termina, cuando Danny y Evelyn se enamoran, después de creer erróneamente, que Rafe había muerto en una misión en Inglaterra, misión en a la cual, se había alistado de manera voluntaria, en Los Escuadrones Águila, de pilotos norteamericanos que pelearon con La RAF, en La Batalla de Inglaterra, sin contárselo su mejor amigo, Danny.
Esa es la historia o nudo de Pearl Harbor.
Por otra parte:
“Intentamos mostrar la esencia de lo que ocurrió allí”, dice Bay.
“Seguimos la vida de 4 personas:
Rafe, Danny, Evelyn y Dorie.
No es sólo una película sobre Pearl Harbor, sino sobre el significado de ser voluntario.
Sobre lo que significa dar tu vida por tu país”, concluye.
Pero no es novedad, Hollywood es el lugar donde el dinero sobra, y las ideas escasean.
Esta vez, otra vez, pese a la inmensa expectativa y publicidad que se generó a su alrededor, no hubo excepción.
De no ser por el impresionante dispositivo de recursos tecnológicos, que posibilitaron la composición de imágenes inéditas y espectaculares para el cine bélico, Pearl Harbor no sería más, que el mediocre y estereotipado retrato de un acontecimiento histórico, que merecía mejor atención:
El ataque japonés a la base militar estadounidense, ubicada en Hawaii y que conmovió al mundo.
Pearl Harbor es una demostración del poderío cinematográfico de Hollywood.
Las escenas bélicas son de una verosimilitud soberbia.
Hay planos a un tiempo espectacular y terrible, como el del portaviones hundiéndose, con una agónica carga humana en su interior.
40 minutos dura la larga secuencia del bombardeo de Pearl Harbor, llevado a cabo por la aviación japonesa.
Una secuencia que se hace esperar, mientras el enamoradizo trío protagonista, trata de resolver sus cuitas amorosas.
Se puede decir que, Pearl Harbor es la primera película, que pisa sin complejos, los talones del esquema argumental de “TITANIC” (1997), el híper oscarizado film de James Cameron.
Pues aquí, también tenemos un triángulo amoroso, la variante estriba, en que los 2 chicos, aunque rivales en el amor, son íntimos amigos, y acción trepidante que incluye el hundimiento en el mar del Arizona, con sus desgraciados tripulantes atrapados en las tripas del barco.
Así como también, Pearl Harbor bebe de “From Here To Eternity” (1953) y del mismo “Armageddon” (1998)
¿Autoplagio?
De antemano, se sabía que el gancho principal de Pearl Harbor, además del relato de una de las máximas tragedias militares estadounidenses en la historia, estaba centrado en sus escenas de combate.
No obstante, reencontrarse con las viejas y tediosas fórmulas de héroes invencibles, amistades resquebrajadas por una mujer, muertos que reviven, y la lista sigue, pero no tiene sentido continuarla, parece a esta altura, un insulto a la inteligencia del espectador, y un menosprecio a la indiscutible relevancia del hecho que se quiere contar, que aparece innecesariamente desplazado en la trama.
La decisión no fue, contar el trasfondo político que dio pie al colosal bombardeo japonés, sino contar una edulcorada historia de amor, absolutamente estereotipada, por si hiciera falta aclarar.
Lo que sucede es, que la esencia material de la historia, que es el apartado sentimental, fracasa por completo, al no ofrecer Bay, el manejo emocional idóneo a los personajes implicados en las relaciones, flojamente interpretados, especialmente los masculinos, y peor desarrollados por un guión muy insulso, y de perspectiva netamente imberbe.
Respecto a la parte visual, de efectos especiales, creo que se le pasó la mano, en el sentido del detalle, fue demasiado futurista, al retratar los proyectiles como si estuviéramos viendo un film de ciencia ficción...
Y la convierte en una interminable película, con 2 horas y 45 min, de recargado patriotismo, bueno…
Pearl Harbor es una película estadounidense, basada en hechos de la historia estadounidense.
¿Por qué no iba a tenerlo?
Pero con carencia de rigor histórico, superficialidad en todos sus frentes, e ineptitud en la descripción, y penetración emocional de unos caracteres unidimensionales.
Y es que lo que me pareció infumable, fue la trama amorosa.
Lo que se intenta presentar Pearl Harbor, como una desgraciada historia de amor a 3 bandas, no es más que un simple zorreo de la protagonista con 2 tipos:
A uno le desea, y al otro le tiene en la recámara.
Y cuándo “muere” en Inglaterra luchando con los 2 huevos que le faltan a su compañero, la profesional se fija entonces en el otro, y es cuándo descubre cosas en él, que antes no había visto, y ahora le quiere, y hasta se encinta de él, ciscándose en la memoria, y el respeto de su novio muerto.
Hasta que Affleck reaparece en escena, en un giro argumental forzadísimo, que no se lo cree ni Dios, y entonces, tiene dudas y tal, aunque porte un retoño de Hartnett, y la trama vuelve a coger fuerza con la credibilidad por suelos.
Y ahora claro, hay que deshacerse de uno de los 2, porque el guionista no se ha dado cuenta, del jardín argumental en el que se ha metido, así que mandamos a los hombres a bombardear Tokio, y hacemos que se caigan en China (¿?), y hacemos que se muera uno de ellos.
¿Quién?
Hartnett, que es más feo que Affleck, y de paso firmamos una escenita lacrimógena, de amigo que muere en brazos de su amigo, cuida de mi retoño y todo eso.
Y Beckinsale respira aliviada cuándo ve bajar a Affleck del avión, y no a Hartnett, a pesar de que, el ser que lleva en sus entrañas, es suyo.
Y al final, Affleck se hace cargo de un hijo que no es suyo, pero da igual, han ganado la guerra, se ha quedado con la chica, vive en una granja feliz, y es atardecer…
Ese es un hecho insultante, para las personas que dieron la vida, y no volvieron; y ahora son horriblemente mal representados, me explico.
En Pearl Harbor, se deja entrar al ejercito, a soldados que hacen trampa en sus exámenes, los mismos juegan con el armamento como niños estúpidos, y son promovidos por eso, y eso que los soldados de la marina no saben nadar, y para colmo, una de las mas molestas cosas del tema, los personajes principales no se encuentran en la tragedia principal.
Aquí, los japoneses les disparan a los civiles, y hacen volar los hospitales, los cuales nunca atacaron en verdad, ya que se les ordenó, que no dispararan aun si tenían blanco fijo, así que Bay los jodió a ellos también.
El autoelogio nacionalista, la loa heroica a los veteranos que sobrevivieron a Pearl Harbor, y la apología yanqui en su objetivo final, convierten a esta superproducción, en un emblema acerca del valor y la integridad norteamericana.
Así, no es casual, que el ataque japonés nunca se vea desde arriba, sino desde la visión de sufrimiento de los militares de la bahía, y menos lo es ese acto milagroso que pone en pie al inválido presidente Roosevelt (Jon Voight), para demostrar que se puede obrar lo inverosímil.
O que el héroe de la historia, sea una especie de providencia invencible, salvaguardado por el amor y el idealismo.
Tampoco es casual, la vacuidad de la historia del impresionante Cuba Gooding Jr., si al final pueden expresar, que fue el primer afroamericano condecorado, o que la sangre de los protagonistas para una trasfusión, se vierta en botellas de Coca-Cola, el más imperialista de todos los símbolos estadounidenses.
¿Que los yanquis eran los buenos, y los japoneses los malos, o viceversa?
Toda guerra es absurda.
No debería existir, y una frase en Pearl Harbor me da la razón:
“Un hombre brillante encontraría el modo de no hacer la guerra” y esto lo dijo Kaigun Taishō, Almirante Isoroku Yamamoto (Mako Iwamatsu), y sus miles de años de sabiduría en su ADN.
Pero en un plano submarino del ataque japonés, se puede observar la bandera rayada y estrellada, hecha jirones, rodeada de marineros agonizantes, todo ello bajo el agua.
Ahí es cuando uno se levanta y grita:
¡¡¡Hay que matar a esos japoneses!!!
Así es como empiezan las guerras...
Multitud de símbolos arbitrarios, acerca de una manera de ver el mundo, un guión que deambula en la indecisión, entre contar un acontecimiento histórico, y una insípida historia de amor, la mala composición de los personajes, y el dramatismo casi ridículo que se imprime a cada una de las escenas, convierten a Pearl Harbor en una película casi intrascendente, en ese sentido.
“A brilliant man would find a way not to fight a war”
Los realizadores quieren dejar bien claro, que Pearl Harbor no es un documental, sino más bien, un homenaje a todos esos hombres y mujeres que dieron la vida por nosotros.
“Para nosotros, Pearl Harbor es un punto de partida”, explica el productor.
“A pesar de que es una historia sobre la amistad y el amor, es por encima de eso, una reflexión sobre los sentimientos de los hombres y de las mujeres, civiles y militares, que vivieron ese momento.
Pearl Harbor galvanizó al pueblo americano.
No estábamos preparados para entrar en guerra.
Los niños se hicieron hombres en una sola noche, y nada volvería a ser lo mismo.
Los japoneses también luchaban por la supervivencia de su país”, añade Bruckheimer.
“No hay que olvidar, que había un embargo de crudo contra Japón, y los japoneses creyeron necesario, tomar una medida que imputara al mundo.
Al igual que ocurre en muchas misiones militares, los soldados japoneses no sabían a dónde se dirigían, hasta que su misión estaba ya en marcha.
Tomamos en consideración todos estos factores, para crear una película entretenida, pero que también reflejara el sentimiento de aquel momento, con la esperanza de rendir un sentido tributo, a la memoria de aquellos valientes”
A Bay también le permitieron rodar bajo el agua, en el Arizona Memorial.
Siendo la primera vez, que un equipo de rodaje obtiene este tipo de autorización.
“La imagen más simbólica de Pearl Harbor, es el hundimiento del Arizona”, afirma Bay.
“Está a 1,200 metros por debajo del agua, y en él, descansan los restos de más de 1,100 hombres.
Tanto La Marina como El Servicio de Parques Nacionales, pensaron que era una buena idea conservarlo como monumento, para que nadie olvidara lo que ocurrió”
La aviación utilizada en Pearl Harbor, incluía una variedad de 16 aviones antiguos, y algunas réplicas, entre las que estaban 3 réplicas de los bombarderos Aichi D3A “Val”, 3 réplicas del Nakajima B5N “Kate”, y 3 Mitsubishi Zero, para reproducir los aviones japoneses.
El departamento aéreo, también utilizó 4 P-40s, un DC3, 4 B-25s, y un Messerschmidt ME-109.
“Es imposible encontrar los aviones que existían entonces.
A ningún precio”, explica el piloto Steve Hinton.
Y añade:
“El Zero que utilizamos, por ejemplo, era un modelo posterior, pero es el único Zero que todavía funciona en todo el mundo.
En los otros 2, se instalaron motores americanos para que pudieran volar.
Son aviones magníficos.
Tampoco quedan “Kates” ni “Vals”, que eran los bombarderos, y los aviones que llevaban los torpedos.
Ni siquiera creo que quede uno en el mundo totalmente montado.
Además, utilizamos una versión posterior del P-40, porque sólo queda uno de una versión más moderna que pueda volar.
Hicimos todo lo que pudimos para que pareciera auténtico”, afirma Hinton.
“El enorme depósito de agua, se utilizó para escenificar el vuelco del USS Oklahoma, y el hundimiento del USS Arizona, y del USS West Virginia.
Las escenas que se desarrollaban en El Canal de La Mancha, se realizaron en un depósito de agua más pequeño, que hay en las mismas instalaciones.
A finales de julio, el equipo y el reparto, se trasladaron al sureste de Texas.
El trabajo empezó en Houston en el USS Texas, uno de los pocos barcos de este tipo que quedan de La Primera Guerra Mundial.
Después viajaron hasta Corpus Christi, al USS Lexington, uno de los 2 portaaviones que quedan de La Segunda Guerra Mundial.
Pasar todo ese tiempo en los barcos, que son verdaderos museos flotantes abiertos al público, fue una experiencia inolvidable para todos los involucrados.
El rodaje de Pearl Harbor, duró 106 días, y 10 de ellos se realizaron con una unidad reducida.
A veces, no me puedo creer que hemos hecho una película de esta magnitud en tan poco tiempo”, concluyó.
Cuenta, además, que muchos supervivientes de Pearl Harbor, que visitaron el plató, nunca habían hablado de sus vivencias.
Algunos vinieron con sus hijos y sus nietos.
Poco a poco, todos estos supervivientes, empezaron a compartir sus historias con el equipo.
Los extras, muchos de los cuales eran soldados, escuchaban atentamente sus historias.
Vestidos con uniformes militares ajados, o monos de trabajo, o cubiertos de pies a cabeza de combustible, formaban un círculo alrededor de los más ancianos, para escucharles.
“Vimos como muchos hijos de los que vivieron aquellos acontecimientos, ahora adultos, se quedaban boquiabiertos, ante lo que contaban sus padres”, recuerda Bruckheimer.
“Estaban rememorando sus recuerdos más trágicos.
Algunos decían en voz baja, que su padre nunca había hablado sobre aquello, o que simplemente no tenían ni idea, de lo que su padre había sufrido.
Ambas generaciones derramaron algunas lágrimas”, dijo el productor.
“Returning from the dead wasn't all that I expected... but that's life”
El 02 de abril de 2000, el Estudio y los realizadores, formando equipo con la Marina de Estados Unidos, organizaron una ceremonia para rendir tributo a los hombres y mujeres que perdieron la vida aquel trágico día.
El Comandante de La Flota del Pacífico, El Almirante Thomas B. Fargo y Kathy Billings, Ranger del los Parques Americanos del Arizona Memorial, dieron la bienvenida a Dick Cook, Jerry Bruckheimer, Michael Bay, Ben Affleck, Josh Hartnett, Kate Beckinsale, Cuba Gooding, Jr., y a varios miembros de la Asociación de Supervivientes de Pearl Harbor de Hawaii y San Diego, en el Arizona Memorial.
Los Tenientes Segundos, Kenneth Marlar Taylor (1919 – 2006), y George Welch (1918 – 1954), estaban asignados al 15º Escuadrón de cazas.
Estos 2 pilotos, habían estado en la noche del 06 de diciembre de marcha, cenando, y tomando copas, acabando la noche con una partida de póker.
Casi sin dormir, pensaban darse un baño para despejarse, llevando aun la ropa del día anterior, cuando les sorprendió el ataque japonés.
Los 2 pilotos marcharon a Wheeler, donde estaban asignados para coger algún aparato para repeler el raid aéreo, sin embargo, la violencia del ataque enemigo, hizo imposible cualquier reacción organizada, que se cebo en los aviones alineados en la pista.
Welch telefoneo al aeródromo auxiliar de Haleiwa, donde habían llevado algunos P-40 como medida de dispersión días antes, y comprobó que la pequeña base estaba intacta, dando órdenes al personal, de que preparasen los cazas que tuviesen disponibles, sorprendentemente los japoneses no atacaron el aeródromo de Haleiwa durante todo el ataque, ya sea porque lo consideraban insignificante, bien porque lo habían pasado por alto.
Así fue que junto a su compañero, montaron en un coche, y condujeron a toda velocidad hasta Haleiwa, que estaba a 16 km de allí.
Tras 9 minutos de vertiginoso trayecto, en los que tuvieron que sortear hasta 3 pasadas de los Zero, llegaron al aeródromo donde tenían 2 P-40 Warhawk preparados para el combate, aunque solo habían podido ser armados con la munición de 7,7 mm.
Ambos pilotos, decidieron despegar sin esperar orden alguna, y ascendieron para repeler el ataque.
Durante el ascenso, se toparon con 12 bombarderos D3A “Val” que se dirigían a la Ewa, lanzándose sobre ellos.
Los P-40 alcanzan a los “Val”, reclamando el derribo de 3 de ellos, uno cada uno, y un tercero compartido.
Ambos pilotos deciden descender sobre Wheeler para rearmarse, donde fueron testigos del valor de los armeros, que se introdujeron en los hangares en llamas, para recuperar cajas de munición del calibre 12,7 mm.
Otros pilotos fueron advertidos por Welch y Taylor, de la situación de Haleiwa, y se dirigieron allí en varios vehículos, sorteando las balas de los cazas que se precipitaban contra ellos.
En la 2ª salida, se topan con la 2ª oleada, y nuevamente entablan combate con el enemigo, sin dudarlo a pesar de ser superados en 60 a 1.
En su 2ª salida, Taylor se introduce accidentalmente, en medio de una formación de “Val” debido a las nubes y al humo del bombardeo, y aunque da cuenta de uno de los bombarderos, el fuego del artillero trasero alcanza al P-40 en la cabina, hiriendo a Taylor en el brazo y la pierna, por lo que se ve forzado a aterrizar en Wheeler, mientras que Welch derriba otro “Val” que estaba a la cola de Taylor.
Antes de que termine el día, Welch se anoto el derribo de otro D3A, y de un Zero.
El P-40 de Welch, también resulto levemente dañado por el fuego defensivo de los “Val”
Ambos pilotos fueron recomendados por el propio General Henry H. Arnold, a la Medalla al Honor del Congreso, sin embargo, debido a que actuaron independientemente, sin recibir orden de ningún superior, no se le concedió tal distinción, aunque ambos recibieron La Cruz de Vuelo Distinguido, la más alta condecoración de la United States Of America Army Corps (USAAC)
Taylor murió por complicaciones de una hernia, en noviembre de 2006, y está enterrado en El Cementerio Nacional de Arlington.
En 1954, Welch murió después de un accidente, en un vuelo de prueba en un norteamericano F-100 Super Sabre.
Ellos solos derribaron 6 de los 29 aviones japoneses que causaron bajas en Pearl Harbor.
Después, participaron en El Ataque Aéreo Doolittle.
El 2001, la película Pearl Harbor, contó con una secuencia, en la que los personajes retratados por Ben Affleck y Josh Hartnett, llevaron a los cielos para luchar contra los japoneses.
Esta secuencia, se entiende que es un homenaje al papel de Taylor y Welch, pero los personajes no llevan otras similitudes.
Por otra parte, Doris Miller (1919 - 1943) tenía un sueño, que era convertirse en marino.
A los 19 años viajó a Dallas, y fue admitido en La Marina de los Estados Unidos, como ayudante de cocina, firmando un contrato por 6 años de servicio, recibiendo entrenamiento básico en la Estación de Entrenamiento Naval en Norfolk; terminado su entrenamiento, en noviembre de 1939, fue destinado al USS Pyro, un buque de municionamiento.
En enero de 1940, fue destinado al USS West Virginia, donde pronto destacó como boxeador nato.
A los 22 años, Miller era campeón local de boxeo a bordo, y un ayudante de cocina de 3ª clase.
Además de su puesto en la cocina, Miller era amunicionador de un puesto de arma antiaérea, en el acorazado de lado de babor.
El 07 de diciembre de 1941, durante el ataque de los japoneses a Pearl Harbor, su puesto fue conmocionado por un torpedo, y sus sirvientes puestos fuera de combate, Miller cogió un arma antiaérea, que no se estaba usando, y que no estaba entrenado para usarla, y con ella derribó 2 aviones japoneses acreditados, demostrando una asombrosa puntería.
Con ello, salvó la vida de su Capitán Said Alberto Barrera, y al Segundo Oficial al mando durante un ataque aéreo.
Por ello, fue el primer afroamericano en recibir La Cruz de La Armada, de manos del Almirante en Jefe, Chester W. Nimitz, quien elogió, el poder prender una medalla de alto reconocimiento, en el pecho de Miller.
Vale decir que la “Navy Cross” es la 2ª máxima condecoración que puede otorgar el Departamento de La Armada de los Estados Unidos, y que significa:
“Extrema valentía, con peligro de riesgo personal, en tiempos de guerra, y que vaya más allá de la llamada del deber”
Miller fue uno de los primeros afroamericanos, galardonados por su valor, por el gobierno de Estados Unidos.
Posteriormente, Miller sirvió en el USS Indianápolis, como ayudante de cocina de 2ª, por espacio de 17 meses, y luego trasladado al USS Liscome Bay, como cocinero de 1ª clase; pero por ironías de la vida, Miller resultó muerto en otra batalla de La Segunda Guerra Mundial, cuando el barco en el que servía, naufragó precisamente, en La Batalla de Tarawa, el 24 de noviembre de 1943, a bordo del USS Liscome Bay, unidad que fue torpedeada por el submarino japonés I-175, cerca de las islas de Butaritari, una de las Islas Gilbert.
Pero gracias a la hazaña de Miller, se consideró a los negros de otra forma en el ámbito militar.
Doris Miller además, recibió el galardón de Corazón Púrpura, y La Medalla de la Victoria.
Por último, decir que en 1973, una fragata de los Estados Unidos llevó su apellido, el USS Miller.
Para concluir, James Harold Doolittle (1896 - 1993), pionero de la aviación militar estadounidense, fue uno de los grandes héroes de su época, inclusive mucho antes de La Segunda Guerra Mundial.
Doolittle era un aviador que había batido todos los récords, su nombre era muy popular.
Además, se tomó muy en serio su papel de modelo para la sociedad.
Este ataque, conocido desde entonces, como “Incursión Doolittle”, relatado en numerosas películas del género bélico, supuso un punto de inflexión en el rumbo de la guerra, a pesar de que, más que una gran devastación, se buscaba un efecto propagandístico, como en efecto lo tuvo.
Esta acción, le valió La Medalla de Honor del Congreso, colocada personalmente por el presidente Roosevelt, y el ascenso a General de Brigada.
De hecho, el mismo Doolittle pensaba sobre ese ataque, que una vez en los Estados Unidos, sería juzgado por haber perdido todos los aviones, en lugar de eso, fue aclamado como héroe.
A lo largo de la guerra, Doolittle fue adquiriendo un gran historial, sobre todo, en la aviación, batiendo numerosos récords unos años antes inimaginables, siendo para los estadounidenses, no solo un héroe de guerra, sino también un héroe nacional.
En el transcurso de la guerra, Doolittle comandó escuadrones en el norte de África, así como en el Pacífico, regresando tras la guerra a la industria privada.
Fue reconocido y honrado en su vejez, por el presidente George H. W. Bush.
El General James H. Doolittle, falleció el 27 de septiembre de 1993, y fue enterrado en la sección 7-A, del Cementerio de Arlington, lugar que los Estados Unidos dedica a sus héroes de guerra.
Curiosamente, a Doolittle le gustaba pasar desapercibido, pero se sentía muy orgulloso aunque un poco molesto por todo el jaleo.
No sólo era un comandante muy admirado, y un líder, sino que también era un piloto innovador, y habilidoso, que simplemente adoraba volar.
Hoy día, a pesar de su muerte, en 1993, a los 96 años, sigue infundiendo un enorme respeto, entre aquellos que intervinieron en aquella misión, casi imposible.
Y es que La Segunda Guerra Mundial, requirió la utilización de todos los recursos humanos y económicos, de cada Estado, y fue un conflicto único en los tiempos modernos, por la violencia de los ataques lanzados contra la población civil, y por el genocidio, llámese el exterminio de judíos, gitanos, homosexuales, y otros grupos, llevado a cabo por la Alemania Nacionalsocialista, los nazis, como un objetivo específico de la guerra.
Los principales factores que determinaron su desenlace, fueron la capacidad industrial y la cantidad de tropas.
En los últimos momentos de la lucha, se emplearon 2 armas radicalmente nuevas:
Los cohetes de largo alcance, y la bomba atómica.
No obstante, el tipo de armamento empleado, durante casi todo el enfrentamiento, fue similar al de La Primera Guerra Mundial, aunque con ciertas mejoras.
Las principales innovaciones, se aplicaron a las aeronaves, y a los carros de combate.
Después de ver tantas películas sobre La Segunda Guerra Mundial, la mayoría de los espectadores, no se dan cuenta del cambio que se produjo en el mundo militar, después de Pearl Harbor.
Todo cambió después del ataque, desde los uniformes hasta los equipos, incluyendo los procedimientos cotidianos.
Como dijo el almirante Yamamoto:
“Despertamos a un gigante dormido”, añade Bruckheimer.
“Estados Unidos ya era un gigante industrial, pero al entrar en una guerra de esta envergadura, se iba a convertir en la primera potencia económica del mundo.
Cuando estalló Pearl Harbor, no estábamos preparados para la guerra.
Pero justo después, superamos a cualquier otra nación.
Fabricamos más tanques, más aviones, más suministros que cualquier otro país, y así es cómo ganamos la guerra”, concluye.
Pearl Harbor es una película, que únicamente merece ser vista, por aquello que en verdad nos atrae de su contenido:
La increíble visualización de la destrucción de Pearl Harbor.
Por cierto, ya va siendo hora, de que Hollywood reproduzca algo, que tan intencionadamente olvidan los estadounidenses:
El holocausto de Hiroshima; aquello no era una base militar...

“Yesterday, December 07, 1941, a date which will live in infamy, the United States Of America was suddenly and deliberately attacked by Naval and Air Forces of the Empire of Japan.
It is obvious that planning the attack began many weeks ago, during the intervening time the Japanese Government has deliberately sought to deceive the United States by false statements and expressions of hope for continued peace.
The attack yesterday on the Hawaiian Islands has caused severe damage to American military forces, I regret to tell you that over three thousand American lives have been lost.
No matter how long it may take us to over come this pre-meditated invasion, the American people in their righteous might will win through to absolute victory.
Because of this unprovoked, dastardly attack by Japan, I ask that the congress declare a state of War”



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