Cat Ballou
“He's a murderer, a hired killer.
His nose was bit off in a fight”
El desarrollo de negocios, comprende una serie de tareas y procesos en general, destinados a desarrollar y poner en práctica, las oportunidades de crecimiento que hay entre distintas organizaciones.
Se trata de un subconjunto de los campos de los negocios, el comercio, y la teoría organizacional.
El desarrollo empresarial, es la creación de valor a largo plazo, para una organización de los clientes, los mercados, y las relaciones.
Se ha expresado, que la llegada del ferrocarril al oeste de EEUU, marcó el final de la era de los pistoleros, que se hicieron famosos por asaltar las diligencias; dando paso a robo a instituciones como bancos y joyerías.
“Some gang!
An Indian ranch hand, a drunken gunfighter, a sex maniac, and an uncle!”
Cat Ballou es una comedia musical y western estadounidense, del año 1965, dirigida por Elliot Silverstein.
Protagonizada por Lee Marvin, Jane Fonda, Michael Callan, Dwayne Hickman, Nat King Cole, Stubby Kaye, John Marley, Tom Nardini, entre otros.
El guión es de Walter Newman y Frank R. Pierson, basados en la novela “The Ballad Of Cat Ballou” de Roy Chanslor; como dato, esta novela es una tragedia, pero que fue adaptada para el cine, como musical y comedia.
Y es que no abunda en el género del western, la comedia pura y dura, sin más pretensiones que la de hacer reír al público.
Pero no es un humor burdo o simplón, sino más bien, aquellas escenas que te dejan con la sonrisa en la cara, sin llegar quizás, a la carcajada pura.
Cat Ballou obtuvo un premio Oscar al Mejor Actor (Lee Marvin) de 4 nominaciones:
Mejor guión adaptado, banda sonora, canción “The Ballad Of Cat Ballou” (Jerry Livingston y Mack David), y montaje.
En su discurso de aceptación del Oscar, Lee Marvin concluyó diciendo:
“Creo, sin embargo, que la mitad de esto, (el premio) pertenece a un caballo en algún lugar del Valle de San Fernando del Valle”, haciendo una referencia, al caballo que su personaje Kid Shelleen montó, que parecía estar tan borracho como él en Cat Ballou; la cual se rodó, en tan solo 28 días.
Para Cat Ballou, se utilizó un Gran Ferrocarril del Oeste de Colorado, la número 51, propiedad de Boulder Scientific Company de Boulder, con escenas rodadas en Canon City, Colorado, EEUU, en septiembre de 1964.
Cat Ballou narra la historia de una mujer, Catherine “Cat” Ballou (Jane Fonda), que contrata a un famoso pistolero, Kid Shelleen (Lee Marvin), para proteger el rancho de Frankie (John Marley) su padre, y luego vengar su asesinato, pero para su asombro, descubre que el pistolero no es lo que ella esperaba.
La empresa que busca apropiarse del rancho, había contratado a su vez, a otro famoso pistolero, Tim Strawn (Lee Marvin), que había asesinado al padre de Catherine, para enfrentar a Kid Shelleen.
Ella lo demanda por asesinato, pero el dueño de la empresa, Harry Percival (Reginald Denny), logra que el juicio no se realice.
Catherine, ahora con el sobrenombre de “Cat Ballou”, decide entonces formar una banda, para robar la nómina de pagos de la compañía, formada por:
Clay Boone (Michael Callan), su tío Jed (Dwayne Hickman), y Jackson Two-Bears (Tom Nardini)
Más tarde, Cat Ballou se enfrenta al dueño de la empresa, y éste resulta muerto; ella es enjuiciada, y condenada a la horca.
Los últimos minutos de su vida, serán cruciales.
Así pues, transcurría perezosamente, el año de 1965, con su apunte de crisis, y de resuelta voluntad de transformación social, cuando una comedia original, directa, desenfadada, y cargada de ricos matices, quiso unirse a la fiesta general, para aportar desinteresadamente, su grano de arena; y trajo a las pantallas, una historia cotidiana.
Una historia cotidiana del lejano oeste, contada con envidiable lenguaje cinematográfico.
“Kid, Kid, what a time to fall off the wagon.
Look at your eyes”
Cat Ballou es maravillosa desde los créditos iniciales, con el emblema de la Columbia Pictures “Torch Lady” que hace un cambio rápido, en una “ingenua explosiva” de dibujos animados, que dibuja y dispara sus pistolas al aire.
Cat Ballou fue el segundo largometraje del director Elliot Silverstein, y su relación con el productor, Harold Hecht durante el rodaje, no fue sencilla.
La historia de Cat Ballou, coloca a un ambicioso poseedor de tierras, que desea incorporar un pequeño rancho, cuyo dueño se niega a vender.
El contratado para defenderlo es, justamente, uno de los viejos pistoleros, ya desocupado.
La ingenua belleza de Jane Fonda, la ubica como una gran tentación para cuanto hombre se la cruza.
A destacar el trabajo del maquillador John Chambers, quien creó la prótesis nasal usada por Lee Marvin como “Strawn”
Y es que Lee Marvin está increíble, ver lo genial que está en absolutamente todos los planos, centrando toda la expectación de la acción; que en más de una ocasión, demostró lo fenómeno que es, haciendo papeles cómicos; aquí junto al caballo, que logra una soberbia actuación a dúo con él, haciendo de borracho, cuando salen corriendo, o cruzando las patas delanteras, cuando ambos duermen apoyados en la pared…
De hecho, al final, Cat Ballou gira en torno a su personaje, bien secundado por Jane Fonda, y el resto de los actores.
Lo malo es que, actualmente, ya casi nadie la recuerda, a pesar del oscarizado Lee Marvin.
Cat Ballou sólo es destacable, por muy pocas cosas, y su guión no es una de ellas.
La historia no empieza mal, pero en su último tercio, se apresura demasiado, concluyéndola de forma precipitada, y dejándose algunas cosas en el tintero, y otras resolviéndolas de un plumazo, como por ejemplo, cierto esperado enfrentamiento entre 2 pistoleros protagonizados por el mismo Lee Marvin, de cuya historia, desconocemos del todo.
Por lo menos nos queda su sensacional interpretación, como ese singular pistolero borracho, y que sólo es capaz de acertar en el blanco cuando tiene una botella en la otra mano, y bebe entre disparo y disparo.
Marvin hace una composición inolvidable, a pesar de que su personaje, podría haber estado mucho mejor desarrollado.
Además hace doble papel, ya que el personaje del pistolero malo, por así llamarlo, también corre a su cargo.
Ahí nos encontramos al Marvin duro, al que estamos acostumbrados.
Y creo que fue justamente por esa doble faceta, que el actor recibió un merecido Oscar.
Este premio, le colocó entre los actores más solicitados de Hollywood.
Y es que Marvin, se especializó preferentemente, en películas de acción.
En la última época de su vida, siguió actuando en películas muy dispares, en cuanto a su calidad, y su éxito en taquilla.
Sin embargo, ya era una estrella del cine consagrada.
Para amenizar la función, tenemos la sensacional banda sonora de Cat Ballou, compuesta por Fran De Vol y Jerry Livinston, cuyas canciones son metidas en la trama, a modo de narración personificada, en 2 cantantes de salón, que nos van informando de los acontecimientos.
Están interpretados por Stubby Kaye y Nat King Cole, y hay que decir, que sus intervenciones son realmente ejemplares, y que crearon escuela.
Como dato, para entonces, Nat King Cole estaba enfermo de cáncer de pulmón, durante el rodaje de Cat Ballou; era un fumador empedernido, y murió 4 meses antes del estreno.
“I smell a water hole!”
¿Se imaginan lo que hubiese dado Sylvester Stallone, por reclutar a Lee Marvin, como el padrino de todos sus mercenarios?
¿Cuántos dedos de una mano, para resucitar al mismísimo Liberty Valance, a Cat Ballou, a Charlie Storm, a Chino, al mayor Reisman, o al hijo de la mismísima perra de Vince Stone, que osó destrozar el rostro de Gloria Grahame con café hirviendo en “The Big Heat” (1953)?
Lee Marvin le puso cuarzo y veneno a todos, y cada uno de ellos, fulminando con su mirada de 1,90; a cualquiera que se le cruzase en su camino, desde el mismísimo Bogart en “The Caine Mutiny” (1954), al bueno de Jimmy Stewart en “The Man Who Shot Liberty Balance” (1962), pasando por el restante 11 titular de los “The Dirty Dozen” (1967), o incluso, a Clint Eastwood en “Paint Your Wagon” (1969), donde demostró que el western-rap también era lo suyo.
Uno de los duros por excelencia de la historia del cine, Marvin rodó con John Ford y Fritz Lang, y ganó un Oscar al mejor actor en 1966, imponiéndose a Laurence Olivier, nada más y nada menos; en una comedia de disparos al aire, y visión doble.
Pero en el tramo final de su carrera, la puntería se le desvió en ocasiones, rechazando protagonizar “Jaws” (1975) de Steven Spielberg, quizás porque sabía, que podría zamparse al bicho de un bocado.
Prematuramente, el 29 de agosto de 1987, Lee Marvin fallecía de manera inesperada, por un infarto, agravado por un tabaquismo crónico.
Tenía solo 63 años.
En su lápida, en el cementerio militar de Arlington County, Virginia, EEUU, puede leerse:
“Lee Marvin.
Soldado de Primera del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos.
Segunda Guerra Mundial”
Y punto.
“Well, he's going to smile like that forever, now.
Courtesy of the Wolf City Development Company”
His nose was bit off in a fight”
El desarrollo de negocios, comprende una serie de tareas y procesos en general, destinados a desarrollar y poner en práctica, las oportunidades de crecimiento que hay entre distintas organizaciones.
Se trata de un subconjunto de los campos de los negocios, el comercio, y la teoría organizacional.
El desarrollo empresarial, es la creación de valor a largo plazo, para una organización de los clientes, los mercados, y las relaciones.
Se ha expresado, que la llegada del ferrocarril al oeste de EEUU, marcó el final de la era de los pistoleros, que se hicieron famosos por asaltar las diligencias; dando paso a robo a instituciones como bancos y joyerías.
“Some gang!
An Indian ranch hand, a drunken gunfighter, a sex maniac, and an uncle!”
Cat Ballou es una comedia musical y western estadounidense, del año 1965, dirigida por Elliot Silverstein.
Protagonizada por Lee Marvin, Jane Fonda, Michael Callan, Dwayne Hickman, Nat King Cole, Stubby Kaye, John Marley, Tom Nardini, entre otros.
El guión es de Walter Newman y Frank R. Pierson, basados en la novela “The Ballad Of Cat Ballou” de Roy Chanslor; como dato, esta novela es una tragedia, pero que fue adaptada para el cine, como musical y comedia.
Y es que no abunda en el género del western, la comedia pura y dura, sin más pretensiones que la de hacer reír al público.
Pero no es un humor burdo o simplón, sino más bien, aquellas escenas que te dejan con la sonrisa en la cara, sin llegar quizás, a la carcajada pura.
Cat Ballou obtuvo un premio Oscar al Mejor Actor (Lee Marvin) de 4 nominaciones:
Mejor guión adaptado, banda sonora, canción “The Ballad Of Cat Ballou” (Jerry Livingston y Mack David), y montaje.
En su discurso de aceptación del Oscar, Lee Marvin concluyó diciendo:
“Creo, sin embargo, que la mitad de esto, (el premio) pertenece a un caballo en algún lugar del Valle de San Fernando del Valle”, haciendo una referencia, al caballo que su personaje Kid Shelleen montó, que parecía estar tan borracho como él en Cat Ballou; la cual se rodó, en tan solo 28 días.
Para Cat Ballou, se utilizó un Gran Ferrocarril del Oeste de Colorado, la número 51, propiedad de Boulder Scientific Company de Boulder, con escenas rodadas en Canon City, Colorado, EEUU, en septiembre de 1964.
Cat Ballou narra la historia de una mujer, Catherine “Cat” Ballou (Jane Fonda), que contrata a un famoso pistolero, Kid Shelleen (Lee Marvin), para proteger el rancho de Frankie (John Marley) su padre, y luego vengar su asesinato, pero para su asombro, descubre que el pistolero no es lo que ella esperaba.
La empresa que busca apropiarse del rancho, había contratado a su vez, a otro famoso pistolero, Tim Strawn (Lee Marvin), que había asesinado al padre de Catherine, para enfrentar a Kid Shelleen.
Ella lo demanda por asesinato, pero el dueño de la empresa, Harry Percival (Reginald Denny), logra que el juicio no se realice.
Catherine, ahora con el sobrenombre de “Cat Ballou”, decide entonces formar una banda, para robar la nómina de pagos de la compañía, formada por:
Clay Boone (Michael Callan), su tío Jed (Dwayne Hickman), y Jackson Two-Bears (Tom Nardini)
Más tarde, Cat Ballou se enfrenta al dueño de la empresa, y éste resulta muerto; ella es enjuiciada, y condenada a la horca.
Los últimos minutos de su vida, serán cruciales.
Así pues, transcurría perezosamente, el año de 1965, con su apunte de crisis, y de resuelta voluntad de transformación social, cuando una comedia original, directa, desenfadada, y cargada de ricos matices, quiso unirse a la fiesta general, para aportar desinteresadamente, su grano de arena; y trajo a las pantallas, una historia cotidiana.
Una historia cotidiana del lejano oeste, contada con envidiable lenguaje cinematográfico.
“Kid, Kid, what a time to fall off the wagon.
Look at your eyes”
Cat Ballou es maravillosa desde los créditos iniciales, con el emblema de la Columbia Pictures “Torch Lady” que hace un cambio rápido, en una “ingenua explosiva” de dibujos animados, que dibuja y dispara sus pistolas al aire.
Cat Ballou fue el segundo largometraje del director Elliot Silverstein, y su relación con el productor, Harold Hecht durante el rodaje, no fue sencilla.
La historia de Cat Ballou, coloca a un ambicioso poseedor de tierras, que desea incorporar un pequeño rancho, cuyo dueño se niega a vender.
El contratado para defenderlo es, justamente, uno de los viejos pistoleros, ya desocupado.
La ingenua belleza de Jane Fonda, la ubica como una gran tentación para cuanto hombre se la cruza.
A destacar el trabajo del maquillador John Chambers, quien creó la prótesis nasal usada por Lee Marvin como “Strawn”
Y es que Lee Marvin está increíble, ver lo genial que está en absolutamente todos los planos, centrando toda la expectación de la acción; que en más de una ocasión, demostró lo fenómeno que es, haciendo papeles cómicos; aquí junto al caballo, que logra una soberbia actuación a dúo con él, haciendo de borracho, cuando salen corriendo, o cruzando las patas delanteras, cuando ambos duermen apoyados en la pared…
De hecho, al final, Cat Ballou gira en torno a su personaje, bien secundado por Jane Fonda, y el resto de los actores.
Lo malo es que, actualmente, ya casi nadie la recuerda, a pesar del oscarizado Lee Marvin.
Cat Ballou sólo es destacable, por muy pocas cosas, y su guión no es una de ellas.
La historia no empieza mal, pero en su último tercio, se apresura demasiado, concluyéndola de forma precipitada, y dejándose algunas cosas en el tintero, y otras resolviéndolas de un plumazo, como por ejemplo, cierto esperado enfrentamiento entre 2 pistoleros protagonizados por el mismo Lee Marvin, de cuya historia, desconocemos del todo.
Por lo menos nos queda su sensacional interpretación, como ese singular pistolero borracho, y que sólo es capaz de acertar en el blanco cuando tiene una botella en la otra mano, y bebe entre disparo y disparo.
Marvin hace una composición inolvidable, a pesar de que su personaje, podría haber estado mucho mejor desarrollado.
Además hace doble papel, ya que el personaje del pistolero malo, por así llamarlo, también corre a su cargo.
Ahí nos encontramos al Marvin duro, al que estamos acostumbrados.
Y creo que fue justamente por esa doble faceta, que el actor recibió un merecido Oscar.
Este premio, le colocó entre los actores más solicitados de Hollywood.
Y es que Marvin, se especializó preferentemente, en películas de acción.
En la última época de su vida, siguió actuando en películas muy dispares, en cuanto a su calidad, y su éxito en taquilla.
Sin embargo, ya era una estrella del cine consagrada.
Para amenizar la función, tenemos la sensacional banda sonora de Cat Ballou, compuesta por Fran De Vol y Jerry Livinston, cuyas canciones son metidas en la trama, a modo de narración personificada, en 2 cantantes de salón, que nos van informando de los acontecimientos.
Están interpretados por Stubby Kaye y Nat King Cole, y hay que decir, que sus intervenciones son realmente ejemplares, y que crearon escuela.
Como dato, para entonces, Nat King Cole estaba enfermo de cáncer de pulmón, durante el rodaje de Cat Ballou; era un fumador empedernido, y murió 4 meses antes del estreno.
“I smell a water hole!”
¿Se imaginan lo que hubiese dado Sylvester Stallone, por reclutar a Lee Marvin, como el padrino de todos sus mercenarios?
¿Cuántos dedos de una mano, para resucitar al mismísimo Liberty Valance, a Cat Ballou, a Charlie Storm, a Chino, al mayor Reisman, o al hijo de la mismísima perra de Vince Stone, que osó destrozar el rostro de Gloria Grahame con café hirviendo en “The Big Heat” (1953)?
Lee Marvin le puso cuarzo y veneno a todos, y cada uno de ellos, fulminando con su mirada de 1,90; a cualquiera que se le cruzase en su camino, desde el mismísimo Bogart en “The Caine Mutiny” (1954), al bueno de Jimmy Stewart en “The Man Who Shot Liberty Balance” (1962), pasando por el restante 11 titular de los “The Dirty Dozen” (1967), o incluso, a Clint Eastwood en “Paint Your Wagon” (1969), donde demostró que el western-rap también era lo suyo.
Uno de los duros por excelencia de la historia del cine, Marvin rodó con John Ford y Fritz Lang, y ganó un Oscar al mejor actor en 1966, imponiéndose a Laurence Olivier, nada más y nada menos; en una comedia de disparos al aire, y visión doble.
Pero en el tramo final de su carrera, la puntería se le desvió en ocasiones, rechazando protagonizar “Jaws” (1975) de Steven Spielberg, quizás porque sabía, que podría zamparse al bicho de un bocado.
Prematuramente, el 29 de agosto de 1987, Lee Marvin fallecía de manera inesperada, por un infarto, agravado por un tabaquismo crónico.
Tenía solo 63 años.
En su lápida, en el cementerio militar de Arlington County, Virginia, EEUU, puede leerse:
“Lee Marvin.
Soldado de Primera del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos.
Segunda Guerra Mundial”
Y punto.
“Well, he's going to smile like that forever, now.
Courtesy of the Wolf City Development Company”
Comentarios
Publicar un comentario