National Velvet

“That'll be a dispute to the end of time, Mr. Brown:
Whether it's better to do the right thing for the wrong reason or the wrong thing for the right reason”

El “Aintree Grand National” es una competición ecuestre, la carrera de obstáculos, más importante de las que se celebran en El Reino Unido, la cual se realiza en el hipódromo de Aintree, en la ciudad de Liverpool.
Esta competición, surgió de la tradición de la caza.
En Inglaterra, a partir de mediados del siglo XVIII, los prados abiertos, se delimitaron con cercados y setos, que tenían que saltarse durante un día de caza.
Algunos jinetes, deseando demostrar que su “saltador” o “cazador” era el más veloz, empezaron a organizar carreras, entre los puntos de referencia más usuales a nivel local:
Los campanarios de las iglesias.
La primera carrera de obstáculos, se celebró en 1803, cuando los jóvenes oficiales, se desafiaron a correr en plena noche, curiosamente, encima de sus uniformes, vestían pijamas y gorros de dormir.
Pero oficialmente, la primera vez que se celebró, fue en Aintree, cerca de Liverpool, en 1839.
En ella, participaron 17 competidores, que galoparon a lo largo de 6 km de campos de cultivo, que incluían pequeños terraplenes, el vallado de un par de rediles de ovejas, y 3 grandes obstáculos:
Un muro, y 2 arroyos.
La carrera, se celebra anualmente, un sábado por la tarde, a principios de abril; los caballos, tienen que ser resistentes, disciplinados, e inteligentes:
Han de saltar 30 enormes obstáculos, y galopar a lo largo de un duro recorrido de 7 km, es decir, kilómetro y medio más, de la distancia habitual en otras pruebas similares.
La carrera, consiste en dar 2 vueltas al circuito de Aintree, con 16 obstáculos en la primera, y 14 en la segunda, al eliminarse en ésta, 2:
La silla, y el salto del agua.
Puede haber hasta 40 caballos en competición, que unidos a los que continúan galopando sin jinete hasta la meta, hacen del Grand National, una carrera muy arriesgada.
El primer ganador, en 1839, fue Lottery, montado por Jem Mason.
El primer caballo en repetir victoria, y en 2 años consecutivos (1850 y 1851) fue Abd-El-Kader.
La mayor leyenda del Grand National, es el caballo Red Rum, ganador en 3 ediciones:
1973, 1974 y 1977.
El ganador más sorprendente, fue Foinavon, en 1967, ya que fue el único caballo lo bastante retrasado, como para evitar una colisión de todos los demás participantes en el obstáculo 23.
Se pagó 100 a 1.
Mon mome, en el 2009, también pago 100 a 1.
La carrera ecuestre, no se disputó entre los años 1916 y 1918, ni entre 1941 y 1945, con motivo de Las Guerras Mundiales.
La edición de 1993, se declaró desierta, debido a los múltiples problemas surgidos antes y durante la carrera.
Desde 1977, los jinetes femeninos, han participado en 18 Grand Nationals.
Geraldine Rees, se convirtió en la primera en completarlo en 1982.
En 2011, Nina Carberry, se convirtió en la primera mujer jinete, en quedar de 3ª, también por 3ª vez.
En 2012, Katie Walsh se convirtió, en la primera mujer jinete, en ganar una carrera, terminando en la 3ª posición.
“What's the meaning of goodness if there isn't a little badness to overcome?”
National Velvet es una película de aventuras estadounidense, del año 1944, dirigida por Clarence Brown.
Protagonizada por Mickey Rooney, Donald Crisp, Elizabeth Taylor, Anne Revere, Angela Lansbury, Jackie "Butch" Jenkins, Juanita Quigley, Arthur Treacher, Reginald Owen, Norma Varden, Terry Kilburn, Arthur Shields, Aubrey Mather, Alec Craig, entre otros.
El guión es de Helen Deutsch y Enid Bagnold, basados en la novela “National Velvet” de Enid Bagnold, publicada en 1935.
Popular miembro de los ambientes aristocráticos, Enid Bangold tuvo una exótica niñez en Jamaica, donde su padre, Coronel del Ejército, cumplía destino.
Posteriormente, durante La Gran Guerra, sirvió como enfermera, y más tarde, condujo ambulancias en el frente.
Sus experiencias, quedaron reflejadas en las primeras novelas de la autora.
Los parajes de la región donde residía, en Sussex, fueron los escogidos, para ambientar su obra más popular:
“National Velvet”
Poco después, Metro-Goldwyn-Mayer pagaría 8.000 libras esterlinas, por los derechos de la novela.
National Velvet fue galardonada con 2 premios Oscar a La Mejor Actriz Secundaria (Anne Revere); y al Mejor Montaje (Robert Kern); y 3 nominaciones:
Mejor director, dirección artística en color, y cinematografía.
Gran parte de National Velvet, se rodó en Pebble Beach, Florida; durante La Segunda Guerra Mundial.
MGM, tuvo que utilizar los paisajes de California, para emular la Inglaterra original.
Los estudios británicos que la firma poseía, no retomarían su actividad, hasta la postguerra.
Pese a todo, el esfuerzo de actores y técnicos, dio como fruto, uno de los mejores clásicos del cine familiar.
En 2003, National Velvet fue incluida entre los filmes que preserva el National Film Registry, de La Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, por ser considerada “cultural, histórica, o estéticamente significativa”
En National Velvet encontraremos nobleza, amistad, amor, familia, coraje, corazón, inocencia, etc.
Esas son algunas palabras que identifican a National Velvet, como un ejemplo de cómo dar un ejemplo.
Una gran historia, para enseñarnos los buenos valores de la vida.
National Velvet sigue a una niña de 12 años, llamada Velvet Brown (Elizabeth Taylor) que vive en Sewels, Sussex, Inglaterra.
Cuando ella salva a un caballo que iba a ser sacrificado, y lo entrena, con la ayuda de un muchacho llamado, Mi Taylor (Mickey Rooney), que trabaja para su padre, el señor Herbert Brown (Donald Crisp); juntos lo entrenan, para que participe en el Grand National.
El caballo, se llama Piebald, “The Pie”
Cuando terminan con la preparación de Pie, descubren que el jockey escogido para correr la carrera, Ivan Taski (Eugene Loring), no cree en el triunfo del caballo, de manera que Velvet, se disfraza con el traje del jockey, y se encarga de llevarlo a la victoria.
National Velvet es sin duda, una bonita historia de superación, y un canto de amor a los animales y a la familia.
Unos valores con los que me siento plenamente identificado, y que al igual que National Velvet, nunca pasan de moda.
No obstante, National Velvet podría quizás, resultar algo ingenua para algunos, es ciertamente una expresión del cine, un tanto edulcorado de aquellos tiempos, pero en conjunto, resulta agradable, emotivo, y deja un recuerdo amable.
“I just arranged it with God”
National Velvet es el típico cine familiar de la MGM, repleto de buenos sentimientos e intenciones.
Su moral, evidentemente conservadora, pero con toques progresistas, sobre una chica quiere competir en una gran carrera de caballos, gana, y es descalificada por su género sexual.
Como película, National Velvet está muy bien narrada, y es técnicamente irreprochable.
El color, aunque es demasiado chillón, es el propio del Tecnicolor de la época, supervisado por Natalie Kalmus, la esposa de Herbert T. Kalmus, inventor de este procedimiento de cine en color, que dio mucho brillo en las primeras décadas de su utilización.
Sin importar los decorados pintados y de cartón piedra, es una obra de arte por el detalle y la profundidad utilizada.
En la dirección, Clarence Brown, sabe llevar National Velvet con buen pulso, trata de neutralizar su exceso de dulzura, tan propio de la MGM de la época.
El mundo, estaba en guerra, y era necesario promover historias positivas, que estimularan a un público angustiado y deprimido, por las circunstancias históricas que estaban viviendo.
Los momentos de drama y de comedia, están muy bien combinados.
Pero la MGM deja entrever una filosofía:
Cada acontecimiento en la vida, tiene su momento, y una vez transcurrido, es necesario pasar página, y ocuparse de lo que va a venir.
Como suele ser común, National Velvet tiene varias diferencias con el original literario.
En la novela, Velvet es trigueña, pálida, y enfermiza, nada que ver con la radiante niña de cabello oscuro que era Liz Taylor.
Por su parte, Pie es un equino, mucho más vulgar que el precioso caballo de la cinta.
En cuanto a la madre, que en la película encarna la enjuta Anne Revere, diremos que en la novela, es una gruesa mujer, de más de 102 kilos.
Sin embargo, no cambia el fondo del mensaje:
La protagonista, tiene un sueño, ganar una carrera, pese a que está prohibido por una ley absurda.
Y el sueño se hace realidad.
Una vez realizado, se deja en el recuerdo, porque la vida no se acaba ahí, y nuevas experiencias venideras, están por llegar.
Además, la MGM tenía un excelente plantel de secundarios, como la oscarizada Anne Revere como Mrs. Araminty Brown, Angela Lansbury como Edwina Brown, Donald Crisp como Mr. Herbert Brown, Reginald Owen como Ede; y Billy Bevan como Constable, y sobre todos ellos:
El impagable niño, Jackie “Butch” Jenkins como Donald Brown.
Jenkins, fue uno de entre los varios y populares actores infantiles de MGM, en los primeros años 1940, y fue educado en la escuela de la compañía, junto a otros jóvenes contratados por la misma, como:
Elizabeth Taylor, Margaret O'Brien, Claude Jarman Jr., y Darryl Hickman.
A Butch se le consideraba un “roba-escenas”, y destacó entre las estrellas infantiles del estudio, por no ser convencionalmente “lindo”, con sus pecas, dientes separados, y el cabello despeinado.
Como dato, Jenkins se retiró de la actuación, a los 11 años de edad, tras desarrollar un tartamudeo.
Jackie “Butch” Jenkins, consolidó una vida alejada del mundo del espectáculo, y vivió durante muchos años en Texas, falleciendo el 14 de agosto de 2001, a los 63 años de edad, en Asheville, Carolina del Norte.
Por otra parte, y con 18 años, la actriz Gene Tierney, era la escogida para hacer el papel de Velvet Brown en 1939, pero la producción fue cancelada, cuando ella tuvo que regresar a Broadway, por compromisos contraídos.
La nueva intentona en 1941, se apoyaba en Shirley Temple y Spencer Tracy, pero tampoco llegó a buen término.
Por fin, en 1944, se acometió el proyecto, que sería crucial para lanzar a una nueva estrella, Elizabeth Taylor.
La madre de Liz, que llevaba 2 años intentando promocionar la carrera de su hija, lisonjeó hasta la extenuación, al magnate Louis B. Mayer, para conseguir el ansiado papel.
Todos intuían, que iba a ser un éxito, y la productora había puesto sus mejores piezas en juego, para tal fin.
Liz, que había tenido 2 breves, pero impactantes, apariciones en filmes de gran repercusión como:
“Jane Eyre” (1943) y “Lassie Come Home” (1943), se enfrentaba a su primer papel protagonista, la intrépida Velvet, cuya determinación, hará posible su triunfo.
Tanto que Elizabeth Taylor, recibió a Pie como regalo, después del estreno de National Velvet; caballo que ella misma corrió, exceptuando las escenas de la carrera final.
Con National Velvet, era ya, la 5ª película de Liz Taylor, que apenas contaba entonces 12 años.
Fue por tanto, una actriz precoz, conducida por su madre, que no paraba de llevarla a rodar anuncios, y fue National Velvet, la historia que la hizo famosa.
Por su parte, Mickey Rooney, contaba con 24 años de edad, y es coprotagonista, haciendo de un chico oportunista y espabilado, que llega al apacible hogar donde vive Velvet, la cual, siente una incontrolable pasión por los caballos.
Y es que National Velvet, se convirtió en otro escaparate, para la química que Rooney tenía con sus coestrellas, y lanzó a Taylor a la fama.
La adaptación del relato de Enid Bagnold, fue la última película de Rooney, antes de irse a la guerra, en una rara pausa de 2 años, a su constante carrera.
Pero si por algo hay que ver National Velvet, es por una memorable carrera, casi al final del metraje, enormemente rodada, muy bella y precisa; rodada con maestría, y con una gran tensión.
Como un aspecto muy raro, probablemente de la época, a estas alturas del siglo XXI, JAMAS unos padres dejarían que un desconocido adolescente, se lleve a su pre-adolescente hija, lejos del hogar, más sabiendo que el joven le da por embriagarse…
Por último, 2 curiosidades genealógicas:
Anne Revere, era descendiente directa de Paul Revere, héroe reverenciado de La Guerra de La Independencia de los EEUU.
Y por el otro lado, la escritora Enid Bagnold, es la bisabuela de Samantha Cameron, actual esposa del Primer Ministro Británico, David Cameron.
Por último, la canción “Summertime” es cantada por Elizabeth Taylor, junto a la orquesta y coro de los Estudios MGM.
“I want my insect bottle!”
Como homenaje en National Velvet, quiero dedicar la nota, a la figura de Joseph Yule, Jr., conocido como Mickey Rooney, quien podrá ser mejor recordado por sus incesantes altibajos, sus dramáticos fracasos, y sus muchos regresos.
Pero la melodramática vida del actor, que estuvo casado en 8 ocasiones con:
Ava Gardner (1942-1943), Betty Jane Rase (1944-1949) con quien tuvo 2 hijos; Martha Vickers (1949-1951), un hijo; Elaine Mahnken (1952-1958), 4 hijos; Barbara Ann Thomason (1958-1966), Marge Lane (1966); Carolyn Hockert (1969-1974), 2 hijos; y Jan Chamberlin (1978-2014); y que gastó rápidamente su fortuna, no habría importado, de no ser porque tuvo un talento verdadero y perdurable.
A su muerte, Mickey Rooney es considerado, el actor con la carrera profesional, más larga, que va desde 1922 hasta 2014; y que entre cine y televisión, cuenta con 326 títulos.
Mickey Rooney ganó 2 premios Oscar por sus logros personales, de 4 nominaciones en competición, y entre 1939 y 1942, fue el actor más taquillero de la industria, lo que se interrumpió mientras se unió al ejército, durante La Segunda Guerra Mundial.
En el pináculo de su carrera, Mickey Rooney fue la encarnación del hombre espectáculo, ya que podía cantar, bailar, y hacer bromas, cautivando a millones con su gran sonrisa, y su cabellera rubia.
Más tarde, ganó un premio Tony y un Emmy, por sus actuaciones en Broadway, y un programa de televisión, respectivamente.
En 1982, se le otorgó El Oscar Honorífico; y fue ganador del premio Globo de Oro.
Y es que entre finales de la década de 1930, y principios de la del 1940, mientras trabajaba bajo contrato con la MGM, Rooney fue uno de los astros más populares del planeta.
Con apenas 19 años, era el máximo atractivo de las carteleras.
En las décadas siguientes, Rooney no obtuvo el éxito tan fácil, como en los primeros años.
Pero en el cine, Broadway, y la televisión, su energía frenética, rara vez se detuvo.
Mickey Rooney, quien murió, el pasado domingo 6 de abril, del año 2014, en Los Angeles, California, por causas naturales, a los 93 años.
Trabajó hasta en sus 90 años, aún resuelto a “montar un show”

“Your dream has come early; but remember, Velvet, it will have to last you all the rest of your life”



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