Gringo Pinto

“Póngase las pilas”

Llegar a una dirección en Costa Rica tiene lo suyo… y un poco más:
Hay que salir con tiempo, si se quiere ser puntual, llevar un croquis, ser imaginativo, pero sobre todo, armarse de paciencia, y buen sentido del humor.
En calles y esquinas de San José, por ejemplo, es frecuente ver a turistas que buscan afanosamente en sus mapas, dónde está la calle de un museo, una plaza, o un restaurante recomendado.
Muy pronto, se darán cuenta de que su esfuerzo será en vano.
En la capital costarricense, de más de un millón y medio de habitantes, al 2011; y no especialmente bonita, porque su arquitectura histórica fue sustituida por edificios modernos y estacionamientos; las direcciones se rigen por puntos de referencia del pasado, que van desde una iglesia, un bar, o una escuela, hasta un árbol cortado, muchos años atrás.
En el “Punto 0”, que nadie sabe dónde está, y que “a lo tico” que es lo mismo decir “a lo costarricense” es:
“De la esquina de la Catedral, 100 metros norte, frente a la tienda Cachos”
El entonces alcalde de San José, Johnny Araya, develó en el año 2012, el primer letrero de la nomenclatura, con la que busca acabar con “la forma loca” de dar las direcciones en este país:
“Vamos a superar una situación muy folclórica, pero sobre todo, muy primitiva que tenemos los costarricenses de dar las direcciones, con referentes que ya ni existen.
Esto no corresponde, en pleno siglo XXI, a una ciudad moderna”, expresó.
Una muy usada es:
“De la casa de Matute Gómez”
Matute Gómez era una antigua residencia, enclavada en un barrio tradicional, que perteneció a un militar venezolano, hermano del dictador Juan Vicente Gómez, y quien, según el decir popular, llegó al país con maletas repletas de dinero…
O en el norte de San José:
“De la rotonda de La Gallito, emblemática fábrica de dulces costarricenses, 300 este”
Lo malo es, que hace años, la glorieta fue reemplazada por un cruce de varias vías, y en el sitio de la fábrica, hoy aparece una tienda por departamentos.
O tomar como referencia, “La Casa del Tornillo”, etc.
Como solución, unas 16,000 placas, con números de calles y avenidas, se colocaron por toda la capital, en un proceso que duró alrededor de 6 meses, y que con suerte, abarcará en el futuro, a La Gran Área Metropolitana, que incluye a las 4 mayores ciudades del país:
San José, Alajuela, Cartago y Heredia.
Pero hay que recalcar, que esta informalidad de dar direcciones, no es exclusiva de San José, ni de La Gran Área Metropolitana, es de todo el país, por ejemplo decir:
“Tomá la vía a Caldera, a salir hacia Santa Ana; manejá 1 km, hasta la señal intermitente; tené cuidado… aunque La Cruz Roja está cerca, tomá la izquierda, atravesá el centro, salí a la carretera vieja, como si volvieras a Chepe.
Después de la gasolinera, tomá la derecha, pasá la pulpería, la carnicería, y la panadería.
La casa está frente a la escuela, y tiene un gran árbol de mango”
“Esta forma de direcciones es arcaica.
Es necesario un sistema competitivo de ciudades, donde los habitantes se puedan encontrar”, comentó el ingeniero Rodolfo Sancho, encargado del plan por la alcaldía de San José.
Sancho precisó, que el proyecto se esbozó hace 8 años, pero no “había plata” para su ejecución.
Ahora, 2 bancos estatales financiarán gran parte de su costo, de unos $1,2 millones.
Y es que, en un país que recibe más de 2 millones de turistas al año, los visitantes extranjeros, dice Araya, “ya podrán orientarse”, pero también muchos Ticos, como los carteros y mensajeros, para quienes las direcciones han sido un dolor de cabeza.
La nueva nomenclatura “implica un cambio cultural, la gente se resistirá al principio, pero poco a poco se acostumbrará”, expresa confiado el ahora ex alcalde.
Así las cosas, lo esencial para turistas y nuevos residentes, es una de las tareas que nos espera a cualquiera que llega a un nuevo país, lo cual es, familiarizarnos con las expresiones y matices del lenguaje propio de cada lugar, y Costa Rica no es la excepción.
El “Español a La Tica” está lleno de variaciones y expresiones únicas, que vale la pena conocer; como por ejemplo, el famoso ¡Pura Vida!
Estas 2 palabras, que identifican a Costa Rica en todo el mundo, se unieron en este territorio, para poder expresar en grande, la satisfacción hacia la vida que tanto define a los costarricenses;  y equivale a decir:
“¡Todo está genial!” o “¡Todo bien!”
Y regularmente, se usa para calificar la vida en general, o a personas y situaciones positivas.
También, cuando uno pregunta:
¿Cómo está usted?
La respuesta será, casi siempre, un alegre:
“¡Puuuuuura Vida!”
No hay que olvidar que, al ser un lenguaje informal, es muy dinámico.
Muchas palabras y expresiones, nacen y desaparecen rápidamente; por ejemplo:
¿Cuántos jóvenes saben hoy, lo que significa “seringa”?
Otras han perdurado por muchísimos años como:
“Chunche”, “macho”, “maje”
Algunas palabras, son de uso muy regional, y lo que significan en Guanacaste, no es lo mismo que en San José, o son desconocidas en otros lugares.
Y se llega al extremo, de que algunas tienen sentido, solo para grupos particulares, y hasta familiares.
Por tanto, ninguna de estas definiciones, se puede decir que es “última palabra” o “verdad absoluta”
Es simplemente, una versión.
En el caso en que sean costarriqueñismos aceptados por La Real Academia Española, e incluidos en su diccionario, se precede la definición con la observación:
“Reg. DRAE”
Si La Real Academia Española los reporta también para otros países, así se señala.
En otros casos, si aparece El Diccionario de Costarriqueñismos de Carlos Gagini, se anota “Reg. C.G.”, lo cual, además, nos da una idea, de qué tan antiguas son esas acepciones.
Cabe señalar, que del Gagini, únicamente incorporamos los términos que aún mantienen vigencia en el lenguaje popular, aunque sea por las personas de más edad.
Y es que la jerga callejera o argot de Costa Rica, es conocida como “pachuco”, una variación regional del castellano, con influencia de palabras y expresiones de inglés, francés, El Código Malespín, criollo limonense, castellano tradicional, y otras expresiones de uso popular en Costa Rica; similar al “lunfardo rio platense”
Como dato, El Código Malespín, fue creado por El General salvadoreño Francisco Malespín, en Las Guerras Civiles Centroamericanas del siglo XIX.
Por ejemplo; tanto la palabra “Tuanis” que significa “muy bien”; como la palabra “Brete” que significa “trabajo”, ambas de uso diario en Costa Rica, tenían su origen en este curioso Código Malespín, que simplemente consiste, en sustituir a por e/i por o/b por t/f por g/p por m, y viceversa.
Lo que queda patente, visto este resumen, es que palabras muy frecuentes, como:
“detroi” que viene a ser “detrás”; o “tuanis”, plural de “tuani” que significa “bueno”, no provienen si no del malespín, y no del inglés, como muchas personas, por mero desconocimiento, aseguran.
Por tal “too nice” no tiene que ver en absoluto con “tuanis”, o “Detroit” con “detroi”, y se resume a simples semejanzas fonéticas.
Regresando al tema, entonces, pedir orientación en Costa Rica, es complicado, dado que la mayoría de las calles no tiene nombre, y las casas no están numeradas.
Por ello, las direcciones se dan, usando la distancia en metros, desde algún punto de referencia conocido.
Por ejemplo, una típica dirección “a la tica” sería algo así:
“Del antiguo edificio de la Toyota, 150 metros Sur, y 80 metros Este, en la casa de 2 pisos con enrejado negro, frente al árbol de mango.
Oficina #3”
Pero lo curioso y lo difícil de todo esto, viene por ejemplo, de un extranjero de Alemania, que adoraba practicar su Español en todo momento, y se confundía cada vez que pedía orientación, pues según reza una historia, siempre escuchaba una palabra, que él entendía como “Cigarretto”
El no lograba entender, como algo que para el sonaba a “cigarrillo” en italiano, lo ayudaría a llegar a su destino.
Se rió por largo tiempo, cuando le explicaron, que lo que había venido escuchando era:
“Siga recto”, la clásica variación Tica para decir:
“Continúe derecho”
Los costarricenses somos especialistas en dar direcciones, pero cuándo damos direcciones, muchos extranjeros a veces no entienden nuestro “idioma”
Entonces:
¿Qué pasa si un extranjero nos pide una dirección?
“Buena nota, o mala nota”
Gringo Pinto es un cortometraje animado, del género comedia, dirigido en 2009, por los costarricenses Guillermo Ramos Arias, y Adrián Espinoza.
Protagonizado por Álvaro Acuña y Guillermo Ramos Arias.
Guillermo Ramos Arias, estudiante de La Universidad Véritas, es el creador de esta peculiar producción costarricense, punto de arranque para elaborar su Proyecto de Graduación en el año 2009, el cual ha estado fluyendo por los correos electrónicos y las redes sociales.
Gringo Pinto es una simpática animación, que retrata el encuentro ordinario, de un gringo y un costarricense, en pleno San José
Este cortometraje de 3:08 minutos, está basado en “Symphony In Slang” (1951) de Frederick Bean “Tex” Avery, creador de Looney Tunes, pero adaptado al vocabulario costarricense.
“Symphony In Slang”, narra la muerte de una persona, que luego le va a contar toda su vida a San Pedro.
“Nosotros cambiamos esto, y pensamos en un tico, que contara una aventura de vida a un gringo.
Al final salió esta historia”, explicó Ramos
8 meses de producción, tardó la consecución de Gringo Pinto, proyecto que contó con una investigación práctica y exploratoria.
La idea de Ramos, es que “El Tico empieza a dar una dirección, se enreda, y termina hablando paja”
“Gringo pinto fue precisamente mi proyecto de graduación.
Nunca me espere que tanta gente lo visitara en el web.
Eso es para mí, una gran satisfacción personal, y demuestra que se cumplió nuestro objetivo”, dijo Ramos.
Para dar en “el clavo” con el texto del cortometraje, Guillermo le consultó a varios extranjeros, sobre las palabras de nuestro léxico, que más les hace gracia, para luego, apoyarse en El Diccionario de Costarriqueñismos, y con la ayuda de Adrián Espinoza, elaboró el guión de Gringo Pinto.
“Hola:
¿Me pude ayudar con la dirección de mi hotel, por favor?”, pregunta el gringo al inicio de Gringo Pinto, mientras que el tico le responde:
“Claro mi compa:
¿Cuál es el hotel?”
Seguido de las típicas direcciones que suelen recitar los ticos.
Mientras se dan las curiosas indicaciones, la imaginación del extranjero comienza a volar, y la narración del cortometraje empieza a desarrollarse.
“Todos sabemos esto, de las direcciones en los costarricenses.
Es gracioso para todo el mundo.
Pero más allá de eso, se refleja en el tico, esas ganas de querer contar más de lo que le preguntan, hasta el punto que hace conversación, e hilvana toda una historia”, agregó Ramos.
Ramos buscó realizar un trabajo con un guión agradable, sus personajes presentan bastante movimiento, me gustó mucho a nivel técnico y el proyecto tiene buen nivel de limpieza y depuración.
Así las cosas, Ramos y el coguionista, Adrián Espinoza, se dedicaron a recolectar las jergas ticas más ingeniosas, ya fuera consultado en la red, o preguntando a amigos locales, y extranjeros para rellenar el guión.
Luego, de una selección de 100 jergas, Espinoza inició la escritura del guión.
Siany Chavarría, Diego Hernández, y Juan Pablo Castro, fueron los encargados de trabajar, genial e individualmente a los personajes, la iluminación, y los detalles gráficos.
En primer lugar el título “Gringo Pinto”:
En Latinoamérica, se usa mucho la palabra “Gringo” para denominar a un extranjero de origen estadounidense, y en Costa Rica sobre todo, a todo aquel de cabello rubio, ojos azules o que hable inglés, inclusive, no necesariamente de Estados Unidos, y se cree; que la palabra proviene de “Green Go”, cuando los militares norteamericanos usaban trajes de fatiga militares de color verde, y les decían que mejor se fueran, en sus enfrentamientos con México u otros países en el pasado.
Por otra parte, la palabra “Pinto”, supongo que viene del plato típico costarricense, de origen Nicaragüense, “Gallo Pinto”, que es arroz con frijoles revuelto, sofrito en aceite, con especies como ajo, cebolla, y chile dulce.
Esas 2 palabras, muy diferentes e interesantes, forman un “Gringo Tico”, y ambas denominan o representan, a 2 ciudadanos, absolutamente diferentes.
El trabajo en Gringo Pinto me parece soberbio, desde la ambientación, el guión, los modelos, lo físico, todo está muy bien elaborado.
El cortometraje, muestra el enredo que puede ser nuestro “slang” o “pachuquismo” en la percepción de un extranjero.
Gringo Pinto cuenta la pequeña gran historia de un turista estadounidense, que posee un pobre conocimiento del español, se encuentra perdido en las calles de San José, capital de Costa Rica; y pide ayuda para dar con la dirección de su hotel, a un costarricense que ve en una acera.
Este intenta comunicarse, pero todo se vuelve un enredo lingüístico, donde el tico entiende cosas diferentes de las que el turista le indica, y viceversa; convirtiendo la conversación, en un viaje visual, basado en las palabras y “dichos” provocados por la idiosincrasia del costarricense.
Para Ramos, el éxito que el corto Gringo Pinto ha tenido en YouTube, responde a la necesidad que tienen los costarricenses, de verse reflejados en sus propias imágenes, sobre todo, si se hace de una forma cómica.
“El costarricense quiere ver cosas de nuestro país.
Y la verdad es que cortos de este tipo, subidos a la red, son pocos o, al menos, ninguno tiene un aire cómico.
Eso le gusta mucho a la gente, reírse de su cultura, y de sus cosas.
No es crítica social, nada artístico, ni abstracto, Gringo Pinto es una foto de la realidad cotidiana”, enfatizó Ramos.
A modo de explicación, algunas de las palabras, o frases que se usan en Gringo Pinto son:
“Mi compa”:
Es como decir mi amigo.
“La soda”:
Son pequeños restaurantes típicos, donde venden comida casera, son muy comunes a lo largo y ancho del territorio nacional.
“Topar con cerca”:
Eso significa, llegar hasta el final de algún lugar, y ya no se puede pasar, ni ir más adelante.
Los campesinos costarricenses, hacían cercas de alambre de púas, para denotar el territorio de sus propiedades; esa alambrada no permitía el paso.
“Un queque”:
Significa que es muy fácil.
“Póngase las pilas”:
O sea, que se ponga astuto, y que logre entender lo que se le está diciendo.
“Pele la oreja”:
Que escuche con atención.
“Tenés que agarrar la lata”:
Es decir, coger un autobús de servicio público.
“Y si no le pinta”:
Quiere decir “si no le sirve”
“Pirata”:
Es un taxi, fuera de las regulaciones de las leyes de tránsito, sin seguros contra accidentes, ni daños a terceros, ni nada, ahí a la libre, en taxi pirata, los cuales se usan mucho en Costa Rica.
“Car’e pistola”:
O sea, una persona poco mala, o maloso.
“Más harina”:
Es dar más dinero.
“Un Tucán”:
Por aquel entonces, era un billete de cinco mil colones, son como $11, en ese antiguo billete, traía la figura de esa bella ave, así que se le dice “Tucán” al billete de 5 mil; debo suponer que el nombre se mantiene, porque ahora, el nuevo billete trae en su reverso la figura de un mono…
“Buena nota o mala nota”:
Es “bueno o malo”
“No se me haga bolas”:
Es, “que no se confunda con la dirección, que es fácil”
“Se puede ir a pata”:
Significa irse caminado.
“En un hueco”:
O sea, es un Bar de mala muerte, peligroso, y sucio, también se ha ampliado a cualquier lugar de dudosa reputación.
“Tomarse un Yodo”:
Es tomarse un café.
“Plato de bocas”:
Es un plato con diferentes bocadillos, hechos en el mismo bar o restaurante, por una cocinera, o cocinero.
Si son muy ricas las bocas, esos Bares son muy frecuentados.
“Cabras”:
Así se les llama a las mujeres, sobre todo solteras.
“Bates”:
Así se les llama a los hombres, que es una denotación fálica, de “pinga”, no confundir con caipiriña.
“Échele el ojo al mesero que se la rallo el disco”:
Quiere decir, “que no pierda de vista al mesero, que puede estar algo loco”
“Huele pedos”:
Es “por andar haciéndole conversación”
“Tostado”:
Es por no tener dinero.
“Movió el piso”:
O sea que le gusto demasiado, y se sintió excitado, enamorado, maravillado.
“Me dio un taco”:
Es me dio miedo.
“Le eche el cuento”:
Quiere decir que “le propuso tener sexo”
“Dolor de huevos”:
Es que “se veía algo odiosa o seria”, también aplica para los hombres.
“Ser una teja”:
Es que resulto ser buena persona.
“Saliendo la vi peluda”:
Es, que la vi difícil.
“No encontraba mi nave”:
Es que no encontraba mi auto, mi carro, mi coche.
“No tenía un cinco”:
Es que no tenía nada de dinero, el término viene de una denominación de la moneda nacional más baja entonces, que eran 5 céntimos.
“No dejen que lo limpien”:
Es “que lo dejen sin nada de dinero”
“Váyase volando”:
Significa “váyase rápido”
“Dos manzanas”:
Son 2 cuadras, o sea cada una de 100 metros.
“Me pesco?”:
Significa “Me entendió?”
“Y si no le pinta”
Es decir, si no es de su agrado…
Y así, las direcciones que damos los ticos son muy famosas, por su originalidad, y por ser demasiadas engorrosas, al grado que la revista Time, en una ocasión, dedico un articulo a nuestra forma de dar las direcciones.
Pero no solo el argot refiere a las direcciones, también se amplía a otras ramas del quehacer, inclusive a las bebidas y las comidas, por ejemplo:
El lenguaje del tico versus las palabras equivalentes en “tico”
El tico no se emborracha: Se pone tapis.
El tico no tiene casa: Tiene choza.
El tico no te pregunta como estas: Te dice Pura Vida.
El tico no se cae: Se despicha.
El tico ahorrativo: Es un codo.
El tico no espía: Vinea.
El tico no se burla: Te jode, ojo, nada tiene que ver con tener sexo.
El tico no está enamorado: Esta pepiado, supongo que hace referencia a la vagina, “pepa” probablemente es más utilizado para los hombres.
El tico no se lanza: Te echa el caballo.
El tico no molesta: Te vacila.
El tico no se llena el estomago: Harta.
El tico no se molesta: Se putea.
El tico no tiene diarrea: Tiene cagadera.
El tico no está de novio: Esta jalando.
El tico no te golpea: Te pichasea, supongo que hace una referencia a un golpe al pene, entre hombres, en la “picha”
El tico no toma siesta: Se rulea.
El tico no va rápido: Va mamado.
El tico no está de fiesta: Se encagona.
El tico no hace algo mal: La caga.
El tico no te sale a buscar: Te recoge.
El tico no es grosero: Es concho.
El tico no es consentido: Es chineado.
El tico no saluda: Dice ¡diay que, toa!
El tico no le da vergüenza: Se la pela.
El tico no dice que amigo: Dice: ¡que mae!
El tico no dice un momento: Dice: suave.
El tico no te regaña: Te caga.
El tico no es un buen tipo: Es toa.
El tico no es cualquier cosa: Es Tico.
Como verán, muchos términos derivan, o poseen referencias sexuales.
La forma de hablar de los Ticos, y creo que en general, como hablamos los latinos, encierra un gran misterio, y una incomprensible complejidad para los extranjeros que nos vistan.
La cultura es el reflejo de nuestro idioma, y la riqueza en como jugamos con este, es tan peculiar, en cualquier cultura de los países latinos, que a veces, entre nosotros mismos, debemos de hacer un paréntesis, para saber a qué nos referimos exactamente.
A unos le parece “vacilón”, y dicen que es nuestra idiosincrasia, “lo nuestro”, aunque a veces nos parezca una “polada”
Cada país tiene su propio léxico, y es lo que nos identifica.
Por eso, aquellos que no hablan nuestro idioma, se les hace tan complicado aprenderlo, es como aprender un nuevo idioma, en cada país.
Regresando a Gringo Pinto, la pregunta es:
¿Y los ticos sabemos entender una dirección bien estructurada, con los puntos cardinales, nombre de calles y avenidas, o número de calles, y avenidas?
Yo pienso que no, de ahí esa cultura de dar las direcciones a como las damos:

“Aro aro.
Diay mop…
Que chiva, rajarse a jetear con los compitas así…
Al chile, lo agüevado es que lo pintan a uno de ratilla, y si se usa en el brete, lo mandan a freír churros, al chante.
Jueputa sal”



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