The Lone Ranger

“A fiery horse with the speed of light, a cloud of dust, and a hearty:
Hi-yo, Silver!”

Los Rangers de Texas, es un cuerpo especial de agentes del Departamento de Seguridad Pública de Texas, creado en 1835.
Se reunieron en asamblea, en la víspera de La Revolución de Texas, realizada por el pionero y colonizador Stephen F. Austin, para proteger a los habitantes de los ataques comanches y apaches.
El primer grupo de los Rangers de Austin, data de 1823, y sólo contaba con 10 miembros.
En 1835, cuando su condición ya fue considerada oficial, los Rangers tenían 3 compañías, equipadas de 100 hombres.
Su arma característica era el revólver de 6 tiros; también utilizaban rifles, lazos, y cuchillos curvos, y pronto, comenzaron a adiestrarse en rastreo y lucha.
De ellos se decía, que “cabalgaban como los mexicanos, disparaban como los hombres de Tennessee, y peleaban como el mismísimo diablo”
Después de La Guerra Civil Estadounidense, creció el número de Rangers, y desempeñaron un importante papel en las guerras fronterizas de1870, combatiendo en todos los campos, a los indios, y a los mexicanos proscritos, así como a los bandidos.
En 1874, los Rangers de Texas fueron reorganizados en 6 compañías de 75 miembros cada una, y contribuyeron de un modo decisivo, para que Texas recobrara la paz.
A finales del siglo XIX, su contribución en la lucha contra ladrones de caballos y cuatreros, fue definitiva.
En la actualidad, los Rangers sirven como fuerza de apoyo, en situaciones de emergencia, bajo el control de la policía local, o los sheriffs.
En la cultura popular, “The Lone Ranger” fue un programa de los primeros tiempos de la radio y televisión estadounidenses, que permaneció durante mucho tiempo en antena.
Fue creado por George W. Trendle, y desarrollado por el escritor Fran Striker.
El personaje epónimo, es un Ranger de Texas, enmascarado, del viejo oeste de EEUU, interpretado originalmente por Paul Halliwell, en la voz en la radio, que galopa para enmendar injusticias, con la ayuda de su astuto y lacónico secuaz, el nativo potawatomi, llamado Tonto.
Su nombre original en la ficción en inglés, de hecho, era “Tonto” y NO Toro.
En aquella época, sin embargo, representaba prácticamente, la única voz en los medios de comunicación, de una población casi totalmente exterminada.
Se haría famosa la frase de “The Lone Ranger”, cuando montado en su caballo blanco “Silver” cabalgaba hacia el sol poniente, diciendo:
“Hi-yo, Silver, away!”
Como serie de televisión, “The Lone Ranger” fue protagonizada por Clayton Moore, y Jay Silverheels como Tonto.
John Hart interpretó a “The Lone Ranger” entre 1952 y 1954.
Inicialmente, aparece Gerald Mohr como el narrador de los episodios.
Fred Foy sirvió como narrador y presentador de la serie de radio, desde 1948 hasta su final, y se convirtió en locutor de la versión televisiva.
“The Lone Ranger” fue, con mucho, el programa de televisión de mayor audiencia en la cadena ABC, en la década de 1950.
El personaje, John Reid, fue un Ranger de Texas, que fue herido en una emboscada, tendida por el forajido Butch Cavendish.
Él fue encontrado por un indio llamado Tonto, que cuidó de él, hasta que sanaran sus heridas.
Tonto había sido un amigo de la infancia, y se mantendría constantemente como compañero de “The Lone Ranger”
Odiada por los profesores de castellano, la serie de televisión “El Llanero Solitario” puso de moda, la manera en que presuntamente hablaban los habitantes originales de Estados Unidos:
“Toro cazar, pescar, hacer comida, coser ropa, y estar despierto en noche para escuchar enemigos por Kemosabe”, bromeó en una ocasión, el fallecido intérprete Jay Silverheels, originario de la etnia Mohawk, acerca de su servilismo, con respecto al enmascarado protagonista blanco.
El último episodio de la nueva serie de color, fue transmitido el 06 de junio 1957, y terminó el 12 de septiembre de 1957, aunque ABC siguió cosechado los beneficios de las repeticiones durante el día, por varios años más.
La empresa de Wrather, produjo posteriormente, 2 modestas películas:
“The Lone Ranger” (1956) y “The Lone Ranger And The Lost City Of Gold” (1958)
“People think you are dead.
Better you stay that way”
The Lone Ranger es una película de comedia western, dirigida por Gore Verbinski, en el año 2013.
Protagonizada por Armie Hammer, Johnny Depp, William Fichtner, Ruth Wilson, Helena Bonham Carter, Tom Wilkinson, Barry Pepper, James Badge Dale, Joaquín Cosío, entre otros.
El guión es de Justin Haythe, Ted Elliott y Terry Rossio.
The Lone Ranger obtuvo 2 nominaciones al Oscar:
Mejor maquillaje y peinado, y efectos visuales.
Verbinski abrazó el proyecto, con la mira de reinterpretar la historia clásica:
“Le vamos a presentar, un relato desde la perspectiva de Tonto, una especie de Don Quijote, presentado desde el punto de vista de Sancho Panza.
Diría que The Lone Ranger en el fondo, es la versión de 2 amigos, quienes enfrentan acción y aventura, con un guión cargado de ironía y humor, con una rareza singular que la hará distinta”, explicó a los medios norteamericanos.
Distribuida por Walt Disney Pictures, The Lone Ranger está basada en la serie televisiva del mismo nombre, ambientada en el Viejo Oeste de EEUU.
The Lone Ranger costó en torno a $250 millones, a los que se suma un estimado de $175 millones de gastos promocionales en todo el mundo, según datos publicados por The Hollywood Reporter, cuyos analistas, ya avanzan que The Lone Ranger dejará un gran agujero en las cuentas anuales del estudio.
Las pérdidas podrían rondar, según los cálculos de los expertos, entre $100 y $150 millones.
Aunque The Lone Ranger tiene aún varias semanas por delante de proyección en los cines, para limitar las pérdidas, las malas críticas recibidas, barruntan un horizonte negro.
Y es que, la decisión por realizar The Lone Ranger, debió ser de lo más sencillo en las oficinas de Disney:
¿Si funcionó con “Pirates Of The Caribbean”, por qué no con el western?
No es de extrañar que en The Lone Ranger repita:
Productor (Bruckheimer), director (Verbinski) y actor principal (Depp), y acaban construyendo, una película que sigue al pie de la letra, el “modus operandi” de “Pirates Of The Caribbean” sólo que adaptándolo a las reglas del western, a través de la mítica figura popular de The Lone Ranger y, su “side-kick”, el indio Tonto.
Como dato, en Hispanoamérica, el personaje de Tonto es llamado Toro, esto debido a que el nombre original, se consideró peyorativo.
¿Llamar a una persona, como un animal, no es también peyorativo?
Así las cosas, la historia de The Lone Ranger, comienza con los orígenes de The Lone Ranger / John Reid / Kemosabe (Armie Hammer), quien junto a un grupo de Rangers de Texas, persiguen a una banda de forajidos, liderada por Butch Cavendish (William Fichtner)
La banda monta entonces una emboscada a los Rangers, en la que aparentemente no quedan supervivientes.
Sin embargo, una persona logra sobrevivir, gracias a un indio llamado Tonto (Johnny Depp), que cura sus heridas.
El Ranger se pondrá entonces, una máscara, y montado en un caballo blanco llamado “Silver” intentará junto a su amigo, hacer justicia y llevar a los forajidos ante ella.
Los personajes principales, Tonto, un nativo americano y guerrero espiritual, y el hombre de ley, John Reid, son opuestos atraídos por un destino similar, que deben unir fuerzas para luchar contra la codicia y la corrupción.
Con una trama plagada de humor y sorpresas, los 2 peculiares héroes, deberán aprender a trabajar juntos, para vencer la maldad que los rodea.
The Lone Ranger posee un planteamiento larguísimo, que hace que el avión que quiere despegar Gore Verbinski, cuente con un lastre gigantesco.
Son prácticamente, 2 inicios de 2 historias diferentes, y ese estigma, llegará al final:
La del niño llamado Will (Mason Cook) que escucha entre asombrado e incrédulo, la historia que le cuenta un comanche, que es exhibido en una feria, en San Francisco; y el que The Lone Ranger en sí, quiere que escuchemos, que es el nacimiento, desangelado, tibio, mediocre, y aburrido, de un héroe texano que, por lo menos, en la primera mitad del metraje, operará impulsado por la venganza.
¿A los niños les gustará?
Sin duda.
Pero ello no quiere decir, que al hablarles así, especialmente en estos tiempos, se les esté haciendo un favor.
El problema llega, cuando con esa misma justificación, “esto es para niños, no nos preocupemos mucho por los detalles” el mismo The Lone Ranger, hace rechinar sus bisagras.
¿Los niños deben identificarse con el comanche loco, que cuenta esta historia?
Porque en realidad, parece un lunático descastado.
¿O deben mejor, encariñarse con un Ranger, al que las cosas le sale por suerte?
¿El comanche que narra la historia, vive porque lo exhiban en una feria, o de verdad quiere que lo exhiban en una feria?
O cuando:
¿Tonto le habla en una escena larguísima a un caballo muerto?
¿Debemos tomar eso, como un reflejo del alma de The Lone Ranger?
¿Es un caballo, que se quedó a la mitad del camino?
De las respuestas, no sale nada bueno, créanmelo.
Y es que hay películas que logran ser multi-target con menos sufrimiento que The Lone Ranger, pero aquí estamos ante un caso de notoria pérdida de unidad, e incluso, de identidad, por ambición desmedida.
The Lone Ranger posee acción y aventuras, con un dúo que no se lleva bien, al estilo “buddy-movie”, además es una innecesaria película romántica, innecesaria película sobre la familia, un western con una enorme cantidad de citas y reciclados, película de humor “deadpan”, humor seco o absurdo, con aire de insinceridad, de una corrección política actual, con iconografía de hace décadas, y con Johnny Depp como estrella principal, aparentemente.
Y, sobre todo, The Lone Ranger es una película de tono de farsa, que muta de forma intermitente, a un tono más grave.
Esos, y otros tonos, no se amalgaman, y la lógica de “cartoon + slapstick” que brilla por momentos, queda aplastada por otras lógicas más solemnes.
Y el vértigo, que podría atenuar los momentos menos lógicos, o en los que el verosímil se ve herido, no se hace presente, salvo en el inicio y el final en las secuencias de trenes, con múltiples homenajes, que van de John Ford a Buster Keaton, a tono de la segunda parte y final de la obertura de “Guillaume Tell” de Gioachinno Rossini, llamada comúnmente “Marcha de Los Soldados Suizos”
Que la capacidad y el nivel cultural de la audiencia disfrute más de… “Los Minions” no significan que “Despicable Me 2” sea un mejor film que The Lone Ranger, significa que los gustos de la audiencia, son cada vez más simples.
Lo que rescato de The Lone Ranger, es lo referido al Wendigo, también conocido como windigo, windibum, o witiko, y es una criatura o espíritu propio de la mitología de los indios algonquinos, y otros grupos afines culturalmente, que se suponen, habitaría en los bosques más septentrionales, y profundos del continente americano.
Aparentemente, es una personificación de las llamadas atávicas, y la fascinación rayana en la locura, que los bosques profundos y la naturaleza más salvaje, provoca en los hombres, y en su faceta más oscura.
Un mito para explicar la bestia en la que se puede convertir un ser humano, cuando hace caso de dicha llamada.
Este mito, podría estar relacionado con historias entre los pueblos indios, acerca de casos de canibalismo para sobrevivir a los duros inviernos de estas duras zonas del continente.
En psiquiatría, se ha considerado la psicosis por windigo, como un caso de psicosis particular, y propia de una cultura, en este caso, la amerindia.
El Wendigo se personifica unas veces, como el viento sobre las copas de los árboles, o como un espíritu, otras como un ser musgoso que habita en lo profundo del bosque, otras como una terrible criatura, mitad bestia mitad hombre.
El Wendigo “llama” a sus presas por su nombre, y cuando éstas oyen su llamada, no puede evitar el correr a las profundidades del bosque, y perderse para siempre.
“Something very wrong with that horse”
Sobre los actores, Armie Hammer y Johnny Depp, forman una atractiva pareja de protagonistas, pero no lo suficiente como para compensar el blando guión, la inflada duración, y el exceso de acción.
Al personaje de Depp, cada vez más anclado en la caricatura, y en el “self-portrait” interpretativo, le dan más protagonismo, que al mismo Ranger, de hecho, Tonto es quien posee los mejores diálogos.
¿Será que Johnny Depp, y su inmenso talento, podrían regalarnos un personaje menos externo, que se esconda menos en el maquillaje?
Hasta un actor como él, termina agotando el recurso, y el público se va cansando, poco a poco, más en este caso, en que lo único que hizo fue poner, dicen las malas lenguas, a “Jack Sparrow” no sobre un barco sino sobre un caballo…
Jack Sparrow es Tonto, aunque la verdad, Jack Sparrow es Tonto, peyorativamente.
“¿Por qué Tonto tiene que hacer de todo?
¿Por qué no es el héroe?
Confieso que eso siempre estuvo en mi mente.
Cuando era pequeño, supe que mi familia tiene algo de sangre nativa, así que lo que quería hacer, era jugar a este personaje, no como el compañero de The Lone Ranger”, compartió el actor.
“Quería interpretarlo como guerrero, y como un hombre de gran integridad y dignidad.
Esa es mi pequeña contribución, para tratar de corregir los errores que se han cometido con él, en el pasado”, refirió Depp, al presentador televisivo David Letterman, acerca de su personaje Tonto, que siempre vio, que ha sido mal representado, como otros nativos en el cine y la televisión.

Sin embargo, el juicio de los especialistas en culturas ancestrales estadounidenses, se divide.
En la revista Time, la analista de medios de comunicación, Adrienne Kenne, equipara el maquillaje y el pájaro disecado en la cabeza de Depp, con una especie de disfraz de Halloween:
“Es un retroceso en todos los avances contra los estereotipos”
Otros le defienden:
“Aunque Hollywood sigue mostrando a los aborígenes desde la perspectiva del hombre blanco, de manera despectiva antes, o condescendiente después, como en “Dances With Wolves” (1990), esta caracterización de Johnny Depp es divertida y valiosa, porque muestra, cómo su percepción del mundo, está centrada en la espiritualidad, algo inimaginable en la serie de televisión de los años 50”, indicó el antropólogo Harvey Markowitz, de la Universidad de Washington.
Markowitz considera, que el hecho de que The Lone Ranger comience con Tonto, reducido a mera figurita de diorama de museo, que cobra vida, para contarle su versión de los hechos, a un niño con antifaz, cumple 2 funciones:
Ilustra el papel clave, de la tradición oral, y denuncia cómo se ha arrinconado la cultura de los pueblos originarios, para mantener tranquila la conciencia de sus colonizadores.
“El Tonto de Depp, se parece a nosotros, porque somos personas con humor”, salió al paso Wallace Coffey, Líder de La Comunidad Comanche, que dio su bendición al actor.
Pero, considero que el título “The Lone Ranger” debió ser, el del indio comanche, vector verdadero que habrá de lidiar con las torpezas de este hombre blanco, “Ranger de Texas” y lector de John Locke, en las carnes de Armie Hammer, con el fin de cumplir una redención, que es historia personal, y síntesis de un cambio de época.
Porque en Tonto, se sintetiza el camino que el progreso señala, con las vías ferroviarias como sinónimo de expansión.
En este sentido, si Tonto devela, de a poco sus propósitos, el Ranger texano, habrá de descubrir gradualmente, también los suyos propios.
De esta manera, la desconfianza entre los personajes es mutua, hasta que confluyan de modo equivalente y, por fin, la obertura de Rossini, se escuche otra vez.
Será allí, cuando los móviles de cada quien, queden expuestos, a la luz de los acontecimientos, para dar razón de ser a la existencia de, justamente, The Lone Ranger.
Armie Hammer nos presentó un héroe atractivo físicamente, con estructuras morales bien construidas, menos con la mujer de su hermano, amable, un poco tímido, y temeroso, claramente ingenuo e inexperto en sus formas, y sus relaciones interpersonales, un nerd consumado, al punto de lo insufrible; todo esto al principio de la historia; cuándo el héroe no es héroe, eso está perfecto, el problema es, que cuando el héroe por alguna razón que no se entiende muy bien, se vuelve héroe:
Armie Hammer lo que hace es presentarnos el mismo personaje.
Creo muy personalmente, que además de ser un error de actor, es más que todo, un error de dirección.
Es decir, se imaginan a Superman actuando como Clark Kent, a Batman como Bruce Wayne.
Como en The Lone Ranger lo dicen hasta el hartazgo:
“What's with the mask??”
Y es que Armie Hammer no convence, pareciera un chico de ciudad afeminado, perdido en el Oeste, torpe, cobarde, e inexperto, y de hecho, se lo hace ver como un cobarde, hay una escena donde se clava una flecha india en su hombro, y él, Ranger de Texas, se pega “un grito de Wilhelm” y se desmaya… ese papel es de payaso, JAMÁS de un héroe.
Como curiosidad, “El Grito de Wilhelm” es un efecto de sonido de “stock” usado por primera vez, en 1951, en la película “Distant Drums”
El grito se guardó en el archivo de sonido de Warner Bros.
Allí fue encontrado por el diseñador de sonido de “Star Wars” Ben Burtt, y lo llamó “Pvt. Wilhelm”, nombre de un personaje secundario, que emitió el mismo grito en el filme “The Charge At Feather River” (1953)
La identidad del individuo que grabó el grito no se conoce, aunque se cree, que pudo haber sido grabado por el cantante Sheb Wooley, uno de los actores en “Distant Drums” (1951)
Volviendo a The Lone Ranger, desde un equilibrio con la aventura, que permite un lugar a la reflexión sobre los estereotipos, las masacres de la Caballería, la complicidad con el poder económico, sin desteñirse nunca en mensaje serio, de intenciones aleccionadoras, me trae a la mente, la utilización de una dichosa tijera en la sala de edición.
Es decir, The Lone Ranger es, en esencia, acción con clima de historieta, en un larguísimo espacio de 2 horas y 29 minutos…
Inconcebible.
Por su parte, Hammer explica, que hubo una renovación de su personaje, pues el de antes no funciona para el público actual, que “tiene más discernimiento”
“Quise hacerlo más humano.
Le dimos un código moral, cierto, pero lo viola varias veces.
Lo queríamos ver luchar contra el deseo de matar a alguien, o contra algo que deseara hacer, sabiendo que no podía hacerlo”, refirió el actor.
Pese a todas las innovaciones, y al esfuerzo de Hammer, era innegable que toda la atención, era captada por Depp, y su transformación en un indio que encuentra al Ranger, y lo ayuda a vengarse de unos forajidos sanguinarios.
Y es precisamente en este punto, donde algunos críticos y fans del Ranger, encuentran el principal fallo de The Lone Ranger, y una de las razones de su fracaso en taquilla.
El protagonista, no es el Ranger, como lo promete el título, sino Johnny Depp, con otro de sus extravagantes personajes, que se le dan tan bien, pero que esta vez, no corresponden con el espíritu que debería tener The Lone Ranger, según los fanáticos.
Por otra parte, siempre es un placer ver a Helena Bonham Carter, perfecta como siempre.
Si bien, The Lone Ranger se grabó en Nuevo México, Utah, Arizona, y Colorado, tendrá la presencia del ENORME actor mexicano, Joaquín Cosío, quien describió a The Lone Ranger como:
“Una gran aventura y experiencia entrañable” a pesar de su pequeña participación en la producción.
Y es que en The Lone Ranger, caballos de vuelan… liebres y escorpiones, también tienen parte de los méritos actorales, o actorales-digitales.
Y ellos también merecían algo más noble, que la intención de vender todo a todos.
O, al menos, una venta mejor.
Y es que los conejos carnívoros, y un caballo que trepa árboles y techos… de verdad era necesario eso…
Los defectos de The Lone Ranger saltan a la vista:
Primero la narración, que nos intenta sobre explicar las cosas, incluyendo al innecesario niño, a quien Tonto le cuenta la historia del Ranger, luego los flashbacks, que pudieron ser contados en conversaciones, y que muchas veces no valían la pena filmar, y ni hablar la trama romántica, que quedó en nada, innecesaria.
Eso creó un muy largo metraje, con 149 minutos, que para la historia que tiene, solo necesitaría, de apenas 90 minutos, hay tanto relleno que me cuesta trabajo recordar lo que vi, innecesariamente compleja, como demasiados giros de guión.
Y la verdad, siendo profundo, donde no debería serlo, sí me molestó, el poner a un blanco (Depp) en el papel de un Comanche, y sí se quiere hacer creer que una agrupación Texana como los Rangers de Texas, tuvieron sentimientos amables por los indios, a los que en la serie original The Lone Ranger combatía, siendo por demás irónico, que su compañero se llamase “Tonto”, es un tema para otra discusión, únicamente espero que Disney deje de adaptar comics, porque lo hace tremendamente mal.
¿Será The Lone Ranger, hijo de su tiempo?
¿Cómo así?
The Lone Ranger no le creía a Tonto lo del caballo pitoniso, bueno yo no me lo creí tampoco, pero se puso el antifaz, nunca le gustó el antifaz, pero aun así lo usó…
No sabía disparar, y por alguna razón, mató a 2 hombres de un solo disparo…
Mató, sí, mató, para ser exactos, les aplasto la cabeza, eso sin contar que a su hermano, le sacaron el corazón, y se lo comieron…
Masacraron a una tribu de indios; una madre le da un arma a su hijo, y lo deja solo, apuntándole a un hombre, y le da la orden de disparar si se mueve; le pegan cachetadas a un niño, a ese mismo niño; y un hombre está enamorado de la mujer de su hermano, al que por cierto, ni por un momento llora, o le guarda alguito de luto… ni una oración…
¿Y saben qué?
The Lone Ranger es una película de Disney…
¿Qué diría Walt?
Seguramente:
“Vuélvame a congelar”
Y es que en el cine de Jerry Bruckheimer, todo acaba funcionando, por acumulación y agotamiento:
Más carreras, más tiros, más chistes, más Johnny Depp, más de lo mismo.
Normal que The Lone Ranger acabe exhausto al final de su metraje, muerto por sobredosis de épica, y de escenas al filo de lo imposible, y de lo plausible, al final, todo acaba siendo de lo más risible.
Una manera bastante torpe, de disolver los aciertos de una película, en un magma cotidiano, donde hasta la imagen más provocadora, acaba convirtiéndose en una marca blanca del cine “mainstream” más obsoleto, brutal de bruto, para el más descerebrado que pague la pinche entrada, Gloria entonces, a quien rechace la invitación todo pago.
“Bad trade”
Las imprecisiones históricas en The Lone Ranger, son como dar nombres a estados que no existen, poner 50 estrellas a una bandera, que en ese entonces, tenía solo 31, dar por activo una agrupación que no lo estuvo hasta un año después, como fueron Los Rangers de Texas, entre otros detalles; son los errores de una cinta que no supo crearse una personalidad, pensando en hacer una nueva franquicia al estilo de... bla, bla, ídem.
¿Y de dónde viene la moda, de llamar nativos “americanos” a los indios?
Acabaremos llamando nativos africanos a los negros, ah, no, estos son afroamericanos, perdón; nativos asiáticos a los chinos, y nativos sub terráqueos, a los topos.
Qué manía de no llamar a las cosas por su nombre, parece que nos da mala conciencia, decirle a un indio que es indio, o a un calvo que es calvo…
Que lo hagan los estadounidenses, que son la sociedad de las apariencias, me parece una pena, pero me da igual, pero que copiemos estas malas perífrasis los demás, me parece horrible.
Señores, no ofenden las palabras, ofenden las intenciones.
¿Por qué entonces, “Django Unchained” (2012) de Calificación R, obtiene $400 millones?
¿De dónde sale ese público, que gasta como una quinceañera en sus días?
Ese es el gran misterio de The Lone Ranger, si el Ranger fuera Leonardo DiCaprio, o el mismo Brad Pitt, en vez de un anecdótico Armie Hammer, que saltó de la pantalla chica al cine; si tuviéramos a un Tonto, verdaderamente indio nativo, en vez de un chico blanco disfrazado; y si Verbinski hubiera omitido a los guionistas Ted Elliott y Terry Rossio, de la saga “Pirates Of The Caribbean”, que no conforme con 4 partes, nos faltan 2 más, tristemente, quizás y digo UN GRAN QUIZÁS, otro gallo cantaría.
Gore Verbinski quiso hacer un “Pirates Of The Caribbean” del Salvaje Oeste, y la receta fue un desastre de principio a fin.
Walt Disney Pictures, que financió el proyecto, no ha aprendido con “John Carter” (2012) la lección de los riesgos de hacer películas de productor, con altos presupuestos, basadas en licencias que ya no atraen al público como antaño.

“With his faithful Indian companion, Tonto, the daring and resourceful masked rider of the plains led the fight for law and order in the early western United States.
Nowhere in the pages of history can one find a greater champion of justice.
Return with us now to those thrilling days of yesteryear.
From out of the past come the thundering hoofbeats of the great horse Silver!
The Lone Ranger rides again!”



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