The Hand That Rocks The Cradle

“Behind a beautiful face, beneath a dangerous smile, lies a revenge that can't be stopped”

Cuando un matrimonio tiene hijos pequeños, debe tener cautela, con la gente que trabaja en su casa.
Si contrata una mujer para que los cuide cuando no están presentes, convendría, y diría que es casi indispensable, que previamente, obtenga referencias lo más amplias posibles.
Lo mismo sucede, si tiene contratado a un jardinero que se desempeña en su propiedad, en apariencia de coeficiente intelectual inferior a lo normal.
Es que de estas 2 fuentes, podría provenir una sorpresa, por qué no, ligado a un trastorno límite de la personalidad o “borderline”, también llamado “limítrofe” o “fronterizo” abreviado como TLP, que es aquel, actualmente definido por el DSM-IV (DSM-IV 301.831) como:
“Un trastorno de la personalidad, que se caracteriza primariamente, por inestabilidad emocional, pensamiento extremadamente polarizado y dicotómico, y relaciones interpersonales caóticas”
El perfil global del trastorno, también incluye típicamente, una inestabilidad generalizada del estado de ánimo, de la autoimagen, y de la conducta, así como del sentido de identidad, que puede llevar a periodos de disociación.
Se incluye dentro del grupo B de trastornos de la personalidad, los llamados “dramático-emocionales” y es, con mucho, el más común de los trastornos de la personalidad.
El término “borderline” es usado para referirse al trastorno que está ampliamente extendido, incluso, fuera del mundo anglosajón.
Las razones son de índole histórica, debido a la popularización del concepto en psiquiatría por C.H. Hughes, y posterior adopción por el psicoanalista Adolph Stern, en 1938, para caracterizar afecciones psiquiátricas, que superaban la neurosis, pero que no alcanzaban la psicosis, como muchos autores califican los síntomas del TLP, como “pseudopsicóticos”
Bajo esta concepción, se establecía un continuo gradual, entre uno y otro extremo, situándose el trastorno en el “límite”
Algunos autores creen, que en determinados casos, problemas en el embarazo y parto, como partos prematuros, u otras complicaciones, podrían favorecer una vulnerabilidad emocional en el sujeto, así como estrés psicológico en la madre durante embarazo, y postparto, en niños no deseados, malos tratos, o problemas de pareja, depresión post parto grave, o no vínculo madre-hijo.
Sin embargo, en el momento actual, la mayor parte de los estudios sugieren, que este trastorno no forma parte del espectro traumático, y por tanto, es biológicamente diferente del Trastorno por Estrés Postraumático, aunque existan elevadas tasas de abusos y negligencia en los pacientes con esta disfunción de la personalidad.
Ojo con esos anuncios:
“Se busca niñera experimentada, dulce, de buen ver, inteligente, y con mucho cariño que dar a un bebé; se ofrece para trabajar a tiempo completo”
Y eso de dedicación máxima, bajo sueldo, grandes aspiraciones, ocultos secretos…
Su hijo estará en las mejores manos, sólo hay un problema... lo pagarás caro”
Nunca se sabe, que se va a obtener…
“When your husband makes love to you, it's my face he sees!
When your baby is hungry, it's my breast that feeds him.
Look at you!
When push comes to shove, you can't even breathe”
The Hand That Rocks The Cradle es una película estadounidense, del año 1992, del género de suspenso, dirigida por Curtis Hanson.
Protagonizada por Rebecca de Mornay, Annabella Sciorra, Matt McCoy, Julianne Moore, Ernie Hudson, Madeline Zima, John de Lancie, Kevin Skousen, Mitchell Laurance, entre otros.
El guión lo firma Amanda Silver.
The Hand That Rocks The Cradle entra en el marco de thrillers que se hicieron entre 1990 y 1993, que conjugaban un matrimonio o familia aparentemente ideal, que se transformaba por la llegada de un extraño/psicópata, que quería destruirla.
El título The Hand That Rocks The Cradle, está basado en el poema “The Hand That Rocks The Cradle Is The Hand That Rules The World” (1865) bajo el título “What Rules The World” de William Ross Wallace.
El título del poema, que también es parte del contenido del mismo film, es citado por Marlene, el personaje de Julianne Moore.
El poema, elogia la maternidad como el principal impulso para cambiar el mundo.
Toda una clara muestra de intenciones, ya que creo que tiene un sobre fondo del todo cierto.
De hecho, una de sus estrofas dice lo siguiente:
“La infancia es la dulce fuente,
el poder mana con belleza,
la primera señal de la madre para guiar los torrentes
de aquellas almas que inquietas crecen.
Crecen para el bien o para el mal,
encauzadas a la luz o arrojadas al mal,
pues la mano que mece la cuna
es la mano que domina el mundo”
Quizá William R. Wallace, establece un lugar más lógico para el pecado original.
No que yo discuta el dogma, pero si se me permite la licencia, es cierto que todavía no sabemos en qué proporción somos lo que nacemos siendo, y en qué proporción somos, lo que hemos sido educados después de nacer, y cuando empieza esa educación.
Por eso:
“La mano que mece la cuna es la que domina el mundo”
Al fin y al cabo:
¿No es la mano que mece la cuna, la que nos nutre con amorosa premura?
O quizá, nos ceba con interesada prisa.
¿No es la mano que mece la cuna, la que nos duerme con protectora calma?
O quizá nos duerme con doblez cautelosa.
¿No es la mano que mece la cuna, la que nos alienta a nuestros seguros primeros pasos?
O quizá nos empuja a un peligroso abismo…
Madres hay muchas, y de muchas clases...
The Hand That Rocks The Cradle es, en cierto modo, una película de culto.
Tal vez por su mezcla de thriller y película de terror, que tanto se ha imitado desde entonces, o tal vez por su peculiar dirección.
The Hand That Rocks The Cradle es un filme intenso, donde las variantes se apoderan de la atención del espectador, debido al grado de inquietud que la narración en sí transmite.
Ese es el mayor punto fuerte, que consigue dar miedo, no miedo de sobresaltos, sino de situaciones, a base de trabajar al personaje principal, antagonista en este caso, y meterlo siempre en encuadres pequeños que resaltan sus intenciones.
La trama, que gira en torno a una joven familia de clase media alta, se ve marcada por un asqueroso hecho, y sin ellos darse cuenta, les perseguirá durante un considerable espacio de tiempo.
Después de una mala experiencia, al ser visitada por el ginecólogo Victor Mott (John de Lancie) de aparente “dudoso comportamiento profesional”, Claire Bartel (Annabella Sciorra) es una de las mujeres que lo denunciaron por agresión sexual.
A menudo, Claire padece importantes ataques de asma, pero vive felizmente casada con Michael Bartel (Matt McCoy) y sus 2 hijos:
Emma (Madeline Zima) y un pequeño bebé de pocos meses.
Tras el suicidio del ginecólogo, aparece un nuevo rostro, su mujer, la Señora Mott/Peyton Flanders (Rebecca De Mornay), y en ese momento, se convierte en el personaje principal de la trama.
Ella mueve todos los hilos, manipula a la familia, les espía, les hace la vida imposible.
Y es que, desde la escena en la que fallece el bebé de Peyton, ya conocemos cuáles van a ser sus intenciones.
Cuando está viendo la televisión del hospital, y aparece la imagen de Claire, la mujer que acusó a su difunto marido, piensa que ella ha sido la culpable de que su vida se haya convertido en una desgracia.
Peyton vive sola, ya no tiene a nadie, solamente vive con los deseos de vengarse de Claire.
Estos pensamientos acaban por convertirla en toda una criminal.
Al no encontrar tiempo suficiente para el cuidado de los niños, los Bartel deciden contratar a una niñera.
Después de conversar con varias candidatas, finalmente se hacen con los servicios de una mujer hermosa, educada, y elegante, que parece reunir los requisitos exactos para el trabajo.
A medida que pasan los días, los Bartel están cada vez más satisfechos de la elección, y van cogiéndole cariño.
No obstante, un día notan algo raro en su actitud, y los hechos cotidianos, se van complicando casualmente.
Claire decide investigar en el pasado de Peyton, y comprueba estupefacta, que ella fue la mujer del ginecólogo, a quien un día denunció.
Claire es una mujer fuerte, pero posee una debilidad, padece de asma.
Es algo que conocemos desde el principio, y que será usado en su contra, cuando Peyton desea matarla.
Solomon (Ernie Hudson) es un hombre muy querido por la familia, pero no es suficiente, cuando Peyton le tiende una trampa, y consigue que Claire y Michael desconfíen de él.
Este personaje había hecho mucho por ellos, y no iba a quedarse de brazos cruzados, estaba claro que regresaría, y ayudando a Claire en el momento clave, ambos consiguen quitarse de en medio a Peyton.
Solomon es un discapacitado mental, parece que le cuesta comprender algunas cosas, pero lucha por integrarse, es un claro ejemplo de superación, un buen personaje.
Curtis no trata de ocultar, en ningún momento, las intenciones generales de la malvada protagonista, pero sí que deja a la imaginación del espectador, las acciones concretas que le llevarán a tal fin, en cualquier caso, y resultando previsible en muchos momentos, mantiene una interesante tensión narrativa.
Como dato, el director se gusta en el enfoque de las caras de los personajes, y en el vínculo de sus miradas cómplices, que se resalta especialmente, con el colorido de los ojos de los protagonistas, en concreto, entre los que quiere crear algún tipo de tensión.
Es quizás esto último, el punto más personal del director.
Y sin dudas, muchos, y especialmente muchas madres, empezaron a mirar a su niñera con desconfianza, después de la aparición de este excelente thriller psicológico, donde nos muestran, hasta qué extremos puede llegar una mujer, con tal de llevar a cabo su venganza.
The Hand That Rocks The Cradle es una historia fuerte, quizás peque en algunos momentos de inverosímil, pero en general, atrae y mantiene tensión, gracias al pulso narrativo de Curtis Hanson.
Una venganza despiadada, muy bien urdida por parte de una mujer que ha perdido la posibilidad de ser esposa y madre.
The Hand That Rocks The Cradle nos transporta a una situación engañosa, de falsas apariencias, y de intereses ocultos, con el agregado especial de una obsesión enfermiza, que verdaderamente asusta.
Por momentos, The Hand That Rocks The Cradle adquiere tintes de thriller psicológico, donde vemos cómo una familia perfecta, se desmorona ante la maldad que irradia un desquite perfectamente maquinado.
La figura inocente de una encantadora niñera, se funde magistralmente, con la crueldad más vil salida del ser humano.
El ritmo de The Hand That Rocks The Cradle es genial, siempre atentos a la próxima maldad de nuestra niñera favorita, hermosa por fuera, y negra por dentro, hasta los momentos finales, y acá es donde The Hand That Rocks The Cradle da un leve tropezón, a este final le falto mas “punch!”, no el desenlace, sino como se da toda la situación, no estuvo al nivel del resto del metraje.
Al margen de todas las fuerzas contrarias, engendradas en la voluntad de los personajes, The Hand That Rocks The Cradle es claramente, un duelo íntimo de mujer a mujer, nacido del odio, y la frustración.
Debo decir, que cuando la vi, no me esperaba para nada, el suicidio del doctor Victor Mott, y pensé que sería él, quien se vengaría de Claire.
Quizá habría sido demasiado simple:
Una mujer le acusa, él se venga, fin.
Pero al introducir al personaje de la mujer del doctor, podemos contemplar una lucha de mujer a mujer.
La pérdida de un hijo que conduce a querer robar a otro, por hacer “justicia”
Tenemos aquí, la transformación total de un personaje que pierde la razón.
No obstante, y si algo caracteriza a The Hand That Rocks The Cradle, es que conseguimos ponernos en la piel de la criminal, desde el momento en que aparece.
Llegamos a cogerle cariño, inclusive, a pesar de todo el mal que provoca.
“She's Dr. Mott's widow!”
The Hand That Rocks The Cradle es uno de los grandes exponentes del dicho:
“La venganza se sirve en plato frio’’ y es absolutamente verdad, como dice la reseña:
Peyton se mete en la casa de la mujer, que según ella, le arruino la existencia; y con 6 meses para planearlo todo, llega el día en que logra que la contraten como niñera, contándole la vida trágica que tuvo, puras mentiras por supuesto, y solo una leve muestra de lo que estaba por venir.
Es genial, como esta mujer, va poco a poco arruinando la vida de Claire Bartel, poniendo a sus hijos en su contra, dejándola mal parada con su marido, y amistades, poco a poco, y casi sin notarlo, se apodera de la familia de Claire, y cuando se dé cuenta, puede que sea demasiado tarde, todo con una frialdad que deja helado a cualquiera, siendo mala, muy mala.
De hecho, con este tipo de argumentos, de “niñeras locas”, ya se han creado nefastos telefilmes, sustituyendo a veces la niñera, por una profesora particular, un inquilino, etc.
El tema de las actuaciones, me han parecido acordes a la intensidad del relato, destaco a Rebecca De Mornay, en un personaje auténtico, convincente y arrollador.
A De Mornay le viene el papel como anillo al dedo, tiene cara de maldad, y de buena persona a la vez; es muy adecuada.
Tanto así, que el papel de Rebecca de Mornay como Peyton Flanders, fue calificado, como una de las mentes más macabras, al lado de psicópatas como:
Hannibal Lecter, Michael Myers, Norman Bates, y otros muchos.
El resto del elenco, está más o menos bien:
Annabella Sciorra, otra de esas actrices, que por talento merecía una carrera fílmica mejor, está más que bien en su papel.
Matt McCoy, lleva bien el punto como marido, con una cara de bueno, en doble sentido, que hasta le creemos cuando trata de resistirse a Rebecca.
Actúa también, Julianne Moore cuando era joven e indocumentada.
Y una grata sorpresa, es que el rol del negro medio limítrofe, bien desempeñado por Ernie Hudson, que consigue hacer simpático su rol, a pesar de que, en estricto rigor, resulta bastante ofensivo, tanto para los negros como para los discapacitados mentales.
Como curiosidad, cuando Peyton rompe el informe de Michael en el baño, golpea las paredes con un émbolo, hasta que se le rompe la cabeza.
Esta rabieta y ruido, se escucharían claramente en un invernadero, más en la escena, no ocurre de esa forma…
Lo más interesante de The Hand That Rocks The Cradle, en particular, es la forma en que lleva a cabo el engaño, sobre todo, en las personas que la van descubriendo.
También es interesante, el cambio de roles al que se llega al final la protagonista Annabella Sciorra:
De acosadora a acosada.
Como dato musical, Sir Arthur Sullivan (1842 – 1900) es citado en muchas ocasiones:
Peyton tarareando la música de “The Pirates Of Penzance” y la música en los créditos del título, basados en la misma canción.
También, Michael y Emma, aparecen cantando “H.M.S. Pinafore” en el baño, al principio; el radio reloj en el sótano, juega más música de “The Pirates Of Penzance”; y en la casa, un cartel de “H.M.S. Pinafore” puede verse en la pared.
“My husband was my only family.
He's the only one who really understood me...
He took care of me.
He was murdered”
Eso de que:
“La mano que mece la cuna es la mano que domina el mundo” es como dije, un extracto de un poema del estadounidense William R. Wallace.
¿Qué relación puede tener con The Hand That Rocks The Cradle?
La frase del poema, anteriormente citada, se puede interpretar de muchas maneras:
Del poder que hay detrás del trono, o de cómo conducir la educación sobre los hijos.
Yo pienso que aquí podrían combinarse ambas interpretaciones, ya que Peyton trata de entrar en la casa, y ganarse la confianza de la familia, para poder acercarse al bebé que ella perdió por causas que involucran a los Bartel.
En esta historia, quiere hacerse con los hijos, y ser la esposa de Michael, pero quien realmente ha significado mucho para Peyton, es el bebé.
Al haber perdido el suyo, muestra un gran afecto por él, de hecho, le ha dado pecho, siente que una desgracia, no le va a impedir ejercer como madre.
Digamos que tiene 2 cosas en mente:
Una es la venganza, y la otra poder llenar el vacío que ha dejado la muerte en su vida.
Un punto interesante de The Hand That Rocks The Cradle, es la crítica sutil, hacia la histeria, respecto de los crímenes sexuales que hay en nuestra sociedad.
Al inicio, una paciente es abusada, aparentemente, por su ginecólogo; y el marido va y dice:
“Vamos, y hagámoslo filete, porque vamos a salvar a muchas mujeres, que en un futuro, podrían ser manoseadas por ese ginecólogo, si nadie hace nada”
OK, bien por eso, además, cómo podrías dudarlo, si se le ve la cara de depravado como a 3 cuadras de distancia...
Pero me viene a la mente, que Claire es demasiado obsesiva, y se cree y traga todo, literalmente, y el manoseo es percibido desde el punto de vista de la ofendida:
Claire.
Pero después:
¿Qué suerte utiliza la niñera malvada, para sacar al negro del camino, cuando el negro, que es retrasado mental, pero posee empatía para con la familia, descubre el plan maligno de Peyton?
Pues, plantarle evidencia, de que Solomon tiene fijaciones con la niña de la casa.
Por supuesto, que lo sacan corriendo de ahí.
Y el punto bueno es, que Michael se plantea en serio, la posibilidad de denunciarlo, para que nunca más obtenga trabajo en ninguna parte.
Sin evidencias, ni juicio, ni nada.
A pura histeria neurótica, siempre poniendo como un hecho, las presunciones, sin indagatorias legales.
The Hand That Rocks The Cradle, en esto, desnuda de manera lateral, un tópico que no siempre es bien atendido:
El pasarse de revoluciones en el tema del acoso sexual.
Es bueno, que la sociedad tome conciencia del acoso como un problema, que las chicas aprendan eso, de que “No, means NO”, de que cuidemos a los niños de los pedófilos, con o sin faldas, que anden dando vueltas por ahí.
Pero tampoco, se debe caer en la histeria, en La Caza de Brujas.
Es fácil sentirse buena gente diciendo:
“Yo estoy en contra de los crímenes sexuales” y vociferar pidiendo la cabeza de los criminales.
Pero eso no es necesariamente bueno, ni positivo, y The Hand That Rocks The Cradle, se encarga sutilmente, de caricaturizar este punto, probablemente sin intención de hacer sociología, pero lo hace igual.
The Hand That Rocks The Cradle es un claro ejemplo de venganza, y de cómo la desesperación y la soledad, pueden cambiar a las personas.
Ya lo dice el refrán:
“La venganza es una herencia de las almas débiles, nunca se cobija en los corazones fuertes”

“The hand that rocks the cradle is the hand that rules the world”



Comentarios

  1. Sobre pulsaciones maternales tienes que ver Inside, película francesa ya de culto.

    Saludos!

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  2. Muchísimas Gracias por recomendar, claro que sí la voy a buscar, se ve muy interesante.
    Gracias por leer el blog.
    Saludos !!!

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