Nosotros Los Nobles

“A mis hijos les hace falta mano dura”

La razón principal, por la cual las personas luchan por salir adelante, es porque aunque hayan pasado años en los colegios, no aprendieron nada acerca del dinero.
El resultado es, que aprenden a trabajar por el dinero… pero nunca a tener dinero trabajando para ellos
Es muy común, escuchar de boca de la gente acaudalada, que sus hijos “no dan pie con bola”
O son flojos, gastadores, o buenos para la fiesta, pero no para los negocios, y el trabajo.
Es como si uno los hubiera educado para gastar, ser comodinos, y que les resuelvan la vida, sin ni siquiera, meter las manos.
Por supuesto que pueden pasar años, y ellos siguen encumbrados en su zona de confort, y no hacen más que exigir, estirando la mano, y además, tienen el descaro de que no se les diga nada.
Porque ahora resulta, que muy fácilmente se enojan y ofenden, como si tuvieran el derecho de despotricar contra sus padres, pero que no se les toque, ni con un pétalo de rosas.
Ya desde la escuela son irresponsables, no hacen sus tareas, y son propensos a reprobar.
Ah, pero eso sí, son buenos para la pachanga y los amigos.
Incluso muchos de ellos le entran al alcohol, con singular alegría, desde muy temprana edad.
Por supuesto que son muy susceptibles a ser clientes de cualquier otro tipo de adicciones, al fin y al cabo, tienen el dinero, el tiempo, y son dueños de sus casas, porque cuidadito y alguien se los reproche.
Según algunos especialistas en la materia, resulta que los hijos de los ricos son pasivos y demandantes, porque sus padres los hicieron así, a base de darles todo tipo de satisfacciones, incluyendo el afecto, sin que “la cultura del esfuerzo” apareciera en su mínima expresión.
Y es que, cuando tienes de todo, se apaga el apetito por aspirar.
Fácilmente se pierde el rumbo, y las metas brillan por su ausencia.
Es entonces, cuando la diversión y el entretenimiento, surgen como el principal relleno de una vida, que en el fondo, está vacía.
Otra posible causa, es la intensa actividad de los que tienen poder, fama, y dinero.
Aunque sí dediquen tiempo y calidad a los hijos, su misma condición es, el de personas sumamente ocupadas, por consiguiente, les hacen sentir a sus hijos, que ellos no son tan importantes como sus actividades de negocios, y la política.
Y claro, provocan que necesiten hacer todo tipo de actividades, y conductas para llamar la atención, incluso, están dispuestos a realizar las peores barbaridades y rebeldías, con tal de ganar un espacio en la agenda de los padres.
Y por último, también se piensa, que los hijos que han crecido con tantas comodidades y riquezas, acaban por pensar que no tienen nada que hacer para recibir todo lo que quieran.
Y como el principio fundamental de la educación, es poner límites y no dar todo, entonces, se la viven enojados con los papás, porque les prohíben muchas cosas, sin ellos entender, porqué lo hacen.
Lo que causa muchas fricciones y desencantos que orillan a las peores batallas, en medio de tantos lujos.
Lo peor de todo es que a las escuelas que asisten suelen encontrarse con otros que también viven lo mismo, y fácilmente se unen para vivir en grande su vida, sin rumbo ni destino.
La mayoría de los hijos de padres empresarios, creen que por ser simplemente “los hijos”, les corresponde las empresas los negocios, que a ellos no les costó, ni una palabra, y se nombran propietarios de las empresas.
En mi opinión, es cuestión de los padres, ya que por varios factores que afectan relación padres e hijos “recompensan” de esta forma a sus hijos, provocando que el ciclo de vida de la empresa, termine antes de lo planeado:
“Abuelo: Rico
Padre: Millonario
Nietos: Pobres”
¿Cómo ven?
Supongo que esto era de conocimiento de algunos.
Por otro lado, me resulta curioso, ver que el nivel socioeconómico se puede relacionar bien fácil con el carro que traes, o la casa donde vives.
¿Por qué somos así?
¿Acaso no hay gente que “quiere ser” de cierto nivel, y se encharca con un carro para aparentar?
¿O se endeuda con una casa, para dar el efecto de ser clase “A”, aunque esté sufriendo para pagar cada mensualidad de... todo?
O el otro enfoque:
Gente que tiene dinero, y vive austeramente...
¿No puede acceder a un Club Privado, porque va en Hyundai, aunque tenga dinero?
¿Cómo será el escalafón socioeconómico de los narcos?
¿En qué nivel estará el tirador de la colonia?
¿Y los de los políticos?
¿Cuál será el nivel de uno que tire volantes, casa por casa, para el endogámico partido político?
Me faltó poner, que ahora el celular también es un símbolo de status.
Si traes un teléfono sencillo, es porque estás en el estrato más bajo... en teoría.
También, he visto gente que le va a cargar lo mínimo a su Nokia súper nuevo, con varias funciones nunca usadas.
No usan iPhone porque de plano, no te lo venden a buen precio, si no es con un plan.
¡La maldición Blackberry está con nosotros!...
“Pa, quieres algo de la maquinita?”
Nosotros Los Nobles es una película mexicana de comedia, del año 2013, escrita y dirigida por Gary Alazraki.
Protagonizado por Gonzalo Vega, Luis Gerardo Méndez, Karla Souza, Juan Pablo Gil, Carlos Gascón, Marcela Guirado, Ianis Guerrero, Alberto Zeni, Quetzalli Cortés, Mario Haddad, Ana Karina Guevara, entre otros.
La historia de Nosotros Los Nobles, está basada en el film “El Gran Calavera” (1949) de Luis Buñuel, pero de manera libre, así como también, hay una idea original bastante buena, basada en una obra de teatro, que es la historia de un papá, dándoles una lección a sus hijos flojos
Nosotros Los Nobles es la ópera prima de Gary Alazraki, joven hijo de Carlos Alazraki, fundador de una de las empresas de publicidad más importantes de México, quien después de casi 9 años del estreno de su primer cortometraje, consigue escribir y dirigir la historia de 3 hermanos descarriados, cuyo padre, dueño de un emporio multimillonario de construcción, decide darles una lección de humildad, al fingir la quiebra de su empresa, sometiendo a los 3 malcriados jóvenes, a una vida en la que tendrán que trabajar para subsistir.
El rodaje de Nosotros Los Nobles se hizo en 8 semanas.
La edición tardó 4 meses más y, ya con un primer corte, “fui a ver a la gente de Warner Bros., y de 20th Century Fox para ver cuál de las 2 empresas levantaba mi película para su distribución”, dice Gary Alazraki.
Al final, fue Warner quien, por 4 millones y medio de pesos, compró los derechos de distribución para México.
“Luego, Warner invirtió 10 millones de pesos más, en copias y publicidad para el lanzamiento de la película”, dice el cineasta.
“Me dijeron que me cobrarían 20% de las ganancias de la película, después de haber recuperado los 14 millones y medio de pesos que habían invertido.
En total, Nosotros Los Nobles terminó costando 34 millones y medio de pesos”, concluyó.
De hecho, Nosotros Los Nobles, ha sido la película mexicana, con más espectadores en México y América Latina, según el Instituto Mexicano de Cinematografía, con 7 millones de espectadores, y la de mayor ingresos con 327,52 millones.
“Rompió con todos los tabúes en la exhibición y distribución… demostró que el público mexicano, sí quiere ver cine mexicano, pero quiere historias que le hablen a ellos.
Y el resultado local, ayudó a que Nosotros Los Nobles se exporte a otros países, algo que tampoco se creía era posible, y lo logramos”, explicó el productor Leonardo Zimbrón.
El secreto detrás del éxito de Nosotros Los Nobles, radica en la innegable conexión que consigue con el público mexicano promedio, conexión que se genera a partir del amplísimo rango de posibilidades que plantea, para que el espectador, sin importar su clase social, sea capaz de establecer empatía, tanto con los personajes, como con las situaciones que se desarrollan.
El guión de esta historia, tiene una estructura clara, sobria, bien definida.
Cuenta con un argumento clásico, donde se maneja una problemática inicial que se quiere solucionar, tomando una medida exagerada y drástica, se arma un engaño, o trampa para lograr un cometido, alguien con malas intenciones lo descubre, quiere sacar provecho de la situación, chantajeando a aquel que no quiere que la trampa se descubra, este engaño es descubierto, y decepciona a alguien querido por el que tramó todo, este se aleja, y después vuelven a estar juntos felices.
Esta es una fórmula que funciona y agrada a muchos públicos.
Nosotros Los Nobles se clasifica como de género de comedia, puesto que muestra exageradamente nuestros vicios y defectos como sociedad, o personas, con una intención moralizante y educativa; pone en ridículo los vicios, o malas costumbres, para corregirlos mediante la risa.
En Nosotros Los Nobles, los temas recurrentes son:
El engaño, el robo, la burla, y la estafa, los temas suelen ser problemas de personas comunes, que tienen defectos, debilidades, y vicios.
Pero también, como subgénero, podríamos tener el drama, debido a que todo se desencadena, a partir del infarto que sufre el padre, y de los conflictos familiares que abarca.
Situada en el año 2013, Nosotros Los Nobles nos cuenta la serie de obstáculos a los que se enfrentan la acaudalada familia del magnate empresario, Germán Noble (Gonzalo Vega) un manipulador y poderoso hombre de negocios, que se da cuenta que los haraganes de sus hijos:
Javi (Luis Gerardo Méndez), Bárbara (Karla Souza) y Charlie (Juan Pablo Gil); de los cuales; Barbie está a punto de casarse, Javi trabaja en la empresa de su padre, pero en realidad, solo ocupa el avión de la empresa para irse de fiesta con sus amigos, y Cha nunca se esfuerza en la escuela, pues todo el tiempo acosa a las maestras; no están haciendo nada de su vida, y sólo se mantienen de él, a lo cual, el siempre recurre al argumento de que se encuentran tristes, debido al fallecimiento de su madre, pero la realidad es, que su madre falleció desde que eran niños, y están tirando sus vidas por la borda.
Así las cosas, Germán decide fingir la quiebra de su empresa, para darles una lección, y de varios gastos hechos por sus hijos, Germán Noble sufre un pre-infarto, por lo que es llevado al hospital, donde es visitado por ellos.
Al ver que no muestran gran interés en él, pensando en los gastos excesivos, y la mala educación que tienen, decide fingir que su empresa está en quiebra, y que les es embargada su casa, así no quedándoles otra opción más, que ir a la antigua, haciéndoles creer que todas sus propiedades fueron embargadas:
Los deja sin coches, celulares, y tarjetas de crédito, los lleva a vivir a un vecindario pobre, los hace cambiarse de apellido, y cortar contacto con todos sus amigos, para salir adelante con la ayuda de Lucho (Ianis Guerrero) uno de los empleados de la casa.
Es entonces que Bárbara, Javi y Cha, harán algo que nunca habían imaginado en la vida…
Trabajar.
Será ahí, y bajo esas condiciones, donde los hijos de Germán, aprenderán cuál es su valor sin un apellido, fortuna, y posición social.
Mientras que el propio Germán, aprenderá una lección también:
Su error no fue educar a sus hijos con mano suave, sino que prefirió ser empresario, que ser papá.
Nosotros Los Nobles, ha contado con opiniones completamente divididas, entre las reseñas se ha manejado como “otra mala película mexicana” y “una buena comedia mexicana”, pero vamos por partes.
Nosotros Los Nobles sí presenta personajes, y hasta escenas cliché, sobre las clases sociales, pero están bien justificadas, y les diré porqué:
Nosotros Los Nobles maneja polos opuestos para el desarrollo de su trama, son millonarios, hijos de papi, que lo tienen todo, sin haber necesitado nunca hacer un esfuerzo, piénsenlo, si se tratara de muchachos que tienen su propio patrimonio gracias a su esfuerzo, Nosotros Los Nobles simplemente no podría haberse realizado.
Por otro lado, el “ejemplo” que el padre Germán Noble, interpretado por un Gonzalo Vega, que vaga entre el personaje fuerte del empresario poderoso, y el débil padre que no conoce a sus hijos como él cree, es muy extremo, incluso, en algún momento, se manifiesta esto, donde pudo bloquearles los beneficios a los hijos, para lograr su cometido.
¿De verdad?
¿De verdad se puede hacer eso, con una persona tan consentida, que cree tener el mundo a sus pies, esperando que haya un cambio real en ella?
No lo creo.
El humorismo de Nosotros Los Nobles, nace sobre todo de los estereotipos, tanto del mundo de los ricos, como del de “los pobres”
En su mayor parte, Nosotros Los Nobles cuenta situaciones algo exageradas, que no molestan demasiado, por aquello de que mantiene siempre un tono no pretencioso, en el que se vuelve fácil, no tomarse las cosas muy en serio.
Lo más importantes es que logra poner en la vitrina, a los pintorescos arquetipos de ambas clases sociales, para reírse de ellos, sin ser juiciosa, o clasista.
Por otro lado; la exposición de la clase social baja:
¿De qué otra forma se habría podido generar el entorno, para que Los Noble descubrieran el verdadero valor del trabajo y esfuerzo?
¿Posicionándolos en tiendas de prestigio, o como gerentes de bancos?
Es cierto, Nosotros Los Nobles caen en todos los clichés de la sociedad mexicana, y latinoamericana, habidos y por haber, pero no pierde el punto, no se aleja de su mensaje, y lo más importante:
No deja de ser divertida.
Otro punto a favor para su éxito, es que los productores de cine mexicano, nos han acostumbrado a historias con alto contenido sexual, chistes albureros, obscenidad, y morbo.
Sin embargo, Nosotros Los Nobles trasciende, y logra ser divertida, sin confundir la vulgaridad con esa picardía mexicana sana.
“¿Me puedes explicar, por qué nos están quitando todo, como si estuviéramos en Venezuela?”
En Nosotros Los Nobles aparecen 3 personajes protagónicos, jóvenes millonarios, cuya vida se disuelve en una desproporcionada superficialidad, centrada en la capacidad para conocer, y poseer bienes materiales, que acumulan incontables experiencias de despilfarro, para exhibir su poder.
Estos personajes ejemplifican, con sus respectivas exageraciones, un mundo que Alazraki conoce a la perfección, al ser él, en carne propia, uno de esos seres educados en las más altas esferas de la sociedad mexicana que, dentro de su cotidianeidad, juegan con cifras monetarias que muchos mexicanos, ni siquiera se atreverían a soñar.
Bien dicen, “que debe escribirse sobre lo que se conoce”, y Alazraki define las capacidades y características de su trío juvenil protagónico, con indudable maestría.
En el otro lado del espectro, está el bajo mundo de la pobreza, y el arduo trabajo, con el que entran en contacto, los 3 arquetipos de “la crema y nata mexicana”, y que queda ejemplificado en el personaje de Lucho (Ianis Guerrero), cocinero de un restaurante de poca monta, y dueño de un “pesero” o minibús, que se convierte de la noche a la mañana, en el salvador de 2 de los 3 jóvenes inexpertos y mimados.
Estas situaciones, que sacan a relucir parte del folclor mexicano de las clases bajas, en este caso, con una alta dosis caricaturesca, pero efectiva, conecta con pericia, al otro grupo de espectadores, que gozan con ver a los 3 riquillos, experimentando lo que ellos viven día con día.
Convirtiéndose a Nosotros Los Nobles, en una obra genial de “marketing incluyente”, capaz de conectar, y hacer reír, tanto a los alumnos de Universidad, como al conductor de un “pesero”
Lo interesante de Nosotros Los Nobles, es que funciona precisamente porque retrata con sorna, a una sociedad que su director, Alazraki, conoce a la perfección, la clase alta mexicana.
Nos muestra de manera irónica y acertada, la forma de vida tan “completa” que tienen los “mirreyes” de acuerdo al modo de pensar de ellos mismos.
Cabe señalar que el “mirrey” es un sujeto con personalidad acapulqueña, que vive en una situación de eterno verano.
De clase acomodada y privilegios especiales, de un spanglish fresón, y camisa abotonada hasta el medio tórax.
El “mirrey” es fácilmente identificable por su estilo de vida “alocado”, desordenado y retador; del mismo modo, nos revela la contraparte de quienes no comparten la visión de ese mundo, y consideran sus quejas huecas y sus situaciones cotidianas.
Por ejemplo, mientras que “Los Nobles” pueden criticar meseras por usar minifaldas durante su trabajo, mismos que consideran uniformes de “zorra”, dentro de su círculo, está bien vestirse con ellas para ir a la escuela, o salir de antro.
Entre la fauna de Nosotros Los Nobles, encontramos a
Germán Noble (Gonzalo Vega):
Un empresario líder en la industria de la construcción, que hizo su imperio acompañado de su esposa, cuya muerte aún no ha logrado superar, y a la que todos los días recuerda, encendiendo velas nuevas frente a su retrato, y pidiendo:
“Que dios la tenga en su gloria” cada vez que la menciona.
Germán es padre de 3 hijos:
Javi, Barbie y Cha Noble, a quienes ha tratado de sacar adelante él sólo, sin embargo, después de sufrir un infarto, se da cuenta que han crecido con valores superficiales, sin conocer el fuerte compromiso y trabajo que él tuvo que llevar a cabo, para darles la vida que tienen.
Ahora, se dio cuenta, que el tiempo se le está acabando.
Muy pocos papás viudos hacen bien su papel de mamá, y Germán, en vez de abrir sus sentimientos, y hablar con sus hijos, prefiere tomar acciones definitivas, que corrijan sus errores como padre.
Javi Noble (Luis Gerardo Méndez):
Su lema es:
“Soy lo más grande que le ha pasado a los Mirreyes desde Luismi”
Es el hijo mayor de los hermanos Noble, y el heredero y director del imperio Gerbea.
Tiene sueños de ser empresario, y lograr lo mismo que su papá, pero a la misma vez, la sombra de su éste lo opaca.
Tiene dinero, pero no es suyo.
Tiene amigos, pero no son reales.
En el fondo, padece una terrible inseguridad provocada por una dislexia escondida, que para el que no sepa, simplemente parece ser estupidez.
Bárbara “Barbie” Noble (Karla Souza):
Su lema es:
“Soy tipo tú, pero bien”
Ella es la única mujer en la familia.
La hermana mediana, quien aprendió de sexo y noviazgos, sin la guía de una mujer.
Ha tenido varios novios superficiales, y piensa casarse con el siguiente “socialité” a la mano para salirse de su casa, tomar control de su herencia, y finalmente, deshacerse de su padre ausente.
Le gustan los juegos fuertes de coqueteo y tentación, especialmente con la gente más débil.
Al tener que aguantar tanto desinterés y rechazo de su familia, se ha vuelto insensible al sufrimiento de los demás, y no tiene ninguna culpa de atormentar a otras personas.
No ha vivido el amor real, y tiene un guardado deseo por sentirse viva, pero no sabría, ni por dónde empezar.
Charlie “Cha” Noble (Juan Pablo Gil):
Su lema es:
“Amor y paz, con cargo a mi tarjeta de crédito”
Es el más pequeño de los hermanos, y el que padeció más que todos, la muerte de su madre, por lo que tiene una fuerte atracción a mujeres mayores, y constantemente se enreda con ellas.
No pasó mucho tiempo, antes que se diera cuenta, que sus hermanos mayores no leen, no se involucran con el mundo alrededor de ellos, y no están sensibilizados con el dolor de los demás, por lo que decidió volverse todo lo contrario a ellos.
Aun siendo guapo, prefiere dejarse bigotes excéntricos, y está en una búsqueda espiritual mayor... por lo que, como todo joven, está tratando de definir quién quiere ser.
Otros personajes son.
Lucho (Ianis Guerrero) quien salva a Los Nobles de su precaria situación.
Peter (Carlos Gascón) quien es el “ave rapaz”, trepador, que al fracasar en sus negocios, no duda en utilizar artimañas para salir a flote, incluida la falsa historia que es español, siendo de Puebla…
Otro de los éxitos de Nosotros Los Nobles, sin el cual nada habría funcionado, es que sus personajes principales, logran “caer bien” con sus respectivos estereotipos.
La niña fresa, “Barbie” interpretada grande y naturalmente por Karla Souza, el universitario hipster “Cha” interpretado por Juan Pablo Gil, el junior pedante, Javi Noble interpretado por Luis Gerardo Méndez, establecen sus distintas personalidades insoportables, y terminan por levantar ternuras.
Aunque es cierto, que quizá les falta un poco de profundidad para hacerse completamente memorables, es inevitable, no sentir simpatía por ellos.
Lo que tienen en común, es lo que los hace entrañables:
Esa frecuente ingenuidad en los jóvenes acomodados, y que hoy, ni siquiera tienen que ser de las clases altas, ajenos a las dificultades de la vida en sí.
Para interpretar a una niña fresa, un “mirrey”, un hipster, y un mil usos, los actores de Nosotros Los Nobles, no sólo se apoyaron en el vestuario, sino que realizaron toda una investigación, que los llevó a visitar los antros más exclusivos, y hasta tomar clases para manejar un “pesero”
Tanto en el paradero, como en el mercado, y en la misma cantina, muchos de los que aparecen en escena, son personajes reales del lugar, que le ayudaron al director, a impregnar de realismo cada momento.
“En La Central, prácticamente yo no estaba actuando, realmente me gritaban y decían: “Chiquita”, sin que estuviera planeado.
Lo mejor es, que yo hacía las caras que haría el personaje, pero por dentro pedía que me gritaran más cosas, que ayudaran a la escena.
Incluso, si veía a algún tipo que me estaba mirando, me le quedaba viendo para que dijera algo que quedara grabado”, recordó Karla.
Cada uno de estos 3 “Nobles”, jóvenes pretenciosos, tan odiosos como tontos, y adorables, quienes por momentos, y fuera de clichés moralistas, hacen que el espectador caiga en la cuenta, de que a pesar de que no siempre se tiene todo en la vida, hay quienes, con todas sus carencias materiales, poseen mucho más que un “noble”, con toda su abundancia, y opulencia.
“¿Y si nos entregamos?”
A medida que la reciente recesión, ha obligado a las familias a reconsiderar sus prioridades financieras, cada vez, más padres ricos creen que sus hijos están demasiado consentidos, según una encuesta publicada por PNC Wealth Management.
De acuerdo a la firma, el sondeo aplicado a individuos adinerados, revela que el 35% está preocupado, porque sus retoños estén “demasiado consentidos con el dinero, y tengan muchas posesiones materiales”
En 2008, sólo el 29% de los encuestados, admitió esta inquietud, frente al 22% de 2007.
Casi la mitad de los encuestados dijo, que la recesión había provocado que discutieran temas financieros con sus hijos.
Y poco más de la mitad, afirmó que la crisis había modificado, la forma en que sus hijos gestionaban su dinero.
La consulta, realizada a más de 1,000 adultos, con ingresos anuales de al menos $150 mil, y activos por más de $500 mil, demostró, que incluso, los más ricos del país, han tenido que meditar sobre su situación financiera.
En este momento, en que los términos “ni-ni” y “junior” se encuentran tan en boga, Nosotros Los Nobles parece caer en una inmejorable oportunidad, mostrando esta realidad, que sirve como una autocrítica, de lo que cada uno estamos haciendo con nuestras actitudes.
A decir por el mismo director, Nosotros Los Nobles muestra la lamentable realidad de muchos jóvenes, que a falta de oportunidades, o porque son hijos de poderosos empresarios, dejan de lado su desarrollo profesional.
Por desgracia, en México, y Latinoamérica, abundan, pierden el sentido social de superación, ya que en el caso de los llamados “junior”, desde niños se acostumbraron a recibir todos los lujos, a manos llenas, se dedican a humillar a los que menos tienen, y siempre hacen alarde de sus riquezas.
¿Qué harías si de un momento a otro, te quedaras sin teléfono, sin carro, sin tarjetas de crédito?
Dicen que a falta de plata sale el cobre.
¿Será?
“Definitivamente, creo que hoy en día, las marcas definen a la gente, y ayudan en el sentido de formar tribus, de definir a qué tribu pertenecemos, como humanos que somos; las marcas han logrado apalancar eso, de forma muy inteligente para puedas “pertenecer a tu tribu” a partir de la ropa que usas, y le ponen demasiado valor a eso, porque entonces, te pierdes de la identidad individual de las personas, a la hora de adoptar la identidad de las marcas”, explicó Alazraki.
Lo mejor de Nosotros Los Nobles, es que a pesar de ser una comedia sencilla, el guión da algunos giros inesperados, mostrándonos que cuando una familia pasa por ciertos problemas, hay que arreglar las cosas por ambas partes, padres e hijos, son responsables de solucionar, cualquier conflicto que pudieran tener.
La dignificación del ser humano, a consecuencia del trabajo, es parte de la dirección que lleva el mensaje.
La otra, un poco inspirada por Buñuel, es casi una moraleja.
Advierte a los padres, a no engañar a sus hijos para aleccionarlos.
Esa es la mejor enseñanza que podría dejarnos Nosotros Los Nobles, además, claro, de muchas risas, y de ayudarnos a identificar a ese “mirrey”, al hipster, o a la “Barbie” que todos llevamos dentro.

“Ser padre, es verbo no sustantivo”



Comentarios

  1. Es una película mexicana maravillosa. Creo que es de las películas que nos demuestran que México tiene un gran potencial para el séptimo Arte.

    ResponderBorrar
  2. Estoy muy de acuerdo, resaltar que México lleva haciendo películas de alta calidad, desde hace décadas.
    Siempre he creído en el potencial de México como industria cinematográfica fuerte, tanto en Hollywood como en otros lugares.
    GRACIAS por haber leído la nota, y dejar su comentario.
    Saludos !!!!!

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas populares