Enemy

“Chaos is order yet undeciphered”

Las relaciones entre literatura y cine, siempre han sido complicadas.
Abrir el granero de argumentos y personajes para ser filmados, a menudo acarrea como contrapartida, la sumisión a la palabra escrita, peaje impuesto por parroquias de lectores, con una concepción meramente evangélica del medio audiovisual.
Sin embargo, la principal restricción para el cineasta, no radica en las historias que adapta, sino en el trasvase de formas de la ficción de un medio a otro.
Frente al género, vehículo infinitamente reciclable de ideas y emociones, ciertos tropos literarios, acostumbran a transportar una carga de la que no pueden desprenderse en ningún momento.
El ejemplo más claro, es la metáfora, que descarta el abanico de sugerencias de la imagen, en favor de la interpretación única; es decir, se renuncia a las texturas, para apropiarse del objeto que supuestamente definen, permitiendo que el lenguaje literario se anexione fantasmagorías de la retina, que no le pertenece.
El fenómeno del “doppelgänger” o “doble fantasmagórico”, siempre ha sido un tema recurrente en la literatura y en el cine.
Ya en “la comedia de las equivocaciones” de Shakespeare, o en “El vizconde demediado” de Italo Calvino, encontrábamos esta romántica figura del doble de materialización del lado oscuro del ser humano.
En particular, “O Homem Duplicado” o “El Hombre Duplicado”, es una novela publicada en 2002, escrita por el autor portugués, José de Sousa Saramago, ganador del Premio Nobel de Literatura de 1998.
El personaje, llamado Tertuliano Máximo Afonso, es un profesor de historia, en una escuela secundaria; y mientras ve una película que le recomendó el profesor de matemáticas de la escuela, Tertuliano descubre un actor que es su copia idéntica.
El libro narra la búsqueda de Tertuliano por su doble, y los eventos que se dan después de que ambos se encuentran.
Saramago, usa elementos típicos del suspense en esta novela, para explorar preguntas relacionadas con el tema de la identidad; y explora la angustia del ser anónimo perdido en una sociedad masificada.
¿Estamos condenados como sociedad, a repetir una y otra vez, los mismos errores?
O lo que es peor:
¿Repetirnos a nosotros mismos?
“Control, it's all about control”
Enemy es una película de suspense canadiense, del año 2014, dirigida por Denis Villeneuve.
Protagonizada por Jake Gyllenhaal, Mélanie Laurent, Sarah Gadon, Isabella Rossellini, Joshua Peace, Tim Post, Kedar Brown, Darryl Dinn, Misha Highstead, Megan Mane, Alexis Uiga, entre otros.
El guión es de Javier Gullón, a partir de la novela de José Saramago, “O Homem Duplicado” (2002), obra polémica, por haber sido escrita en época de “la oveja Dolly”, y el debate sobre la clonación, para introducirnos en una vertiginosa historia sobre el ego, y la identidad que planteará más interrogantes que respuestas, con un aura oscura y pesadillesca.
La acción gira en torno a Adam Bell (Jake Gyllenhaal), un profesor universitario, con una vida rutinaria y tranquila.
Un día, alquila una película “Where There’s A Will, There’s A Way”, que le ha recomendado un colega, y descubre que uno de los actores secundarios es idéntico a él.
El actor se llama Daniel St. Claire, después de investigar un poco por la red, descubre que es el nombre artístico de un hombre llamado Anthony Claire (Jake Gyllenhaal)
Adam, se obsesiona con encontrarle, acude a su agencia de representación, y hasta habla por teléfono con su mujer Helen (Sarah Gadon)…
Finalmente, los 2 se citan para conocerse.
Enemy habla sobre muchos temas:
La anulación del individuo, el complejo de culpa, y la búsqueda de redención; la naturaleza de la identidad, el miedo a la paternidad y el compromiso; y sobre qué nos hace únicos…
Muchos temas expuestos, de una forma sugerente, y en menos de hora y media de medido suspense, creciente angustia, y sensación de opresión.
“This is a pattern, that repeats itself through out history”
Estamos ante un puzle, en palabras del director, que “uno tiene que ensamblar, una vez acabado el visionado, o visionados”
Las pistas que nos ofrece Villeneuve son numerosas, pero a menudo sutiles, y en muchos casos ambiguas, e interpretables por el propio espectador.
Enemy, producida parcialmente en España, es una adaptación de la novela de José Saramago, reescrita con bastante libertad por el guionista Javier Gullón.
Al principio, hay un texto sobreimpreso que dice que “el caos es un orden que aún no se ha comprendido”
Y Enemy juega a ser eso, es algo que en realidad no podemos interpretar, porque deliberadamente se ha construido de tal modo que no tengamos las claves necesarias.
Al igual que en la existencia, el material y tiempo disponibles, en una película son finitos, y por tanto, en cierto grado, algunas cosas serán siempre caos para nosotros.
Precisamente ese es el reto que propone Enemy:
El caos de una mente perturbada, que el espectador deberá ordenar para comprender.
Es ahí donde se mezclan el pasado con el futuro, y la idealización, con la realidad…
Otra frase clave, también citada por Adam en sus clases, será cuando se refiera a Hegel y Marx, y su reflexión sobre que los grandes acontecimientos mundiales, ocurren 2 veces:
La primera vez como tragedia, y la segunda como farsa.
Esto tendrá su eco e incidencia en la, con este “hombre duplicado”, repetido 2 veces:
Una realista y trágica; la otra, idealizada y frívola…
La repetición de patrones, que él cita en sus clases, es otro aspecto clave.
Adam vive en círculo, creando su propia dictadura, encerrado en una espiral rutinaria:
Trabajo, casa, sexo, trabajo, casa sexo…
Otra pista:
Allí hablará sobre dictaduras, sobre la limitación individual que ejercen las mismas, su uso de la censura, del miedo, y de la distracción basada en los entretenimientos, para que la sociedad asuma con sumisión, el dominio de la clase dirigente.
Veremos en la pizarra, ideas interesantes, como la confrontación entre Realidad/Verdad.
Primero, lo tendremos en la pregunta que el compañero de trabajo hace a Adam, aspecto importante, sobre si a nuestro protagonista le gustan las películas, para luego citar una, en la que sale él, pero que no se lo comunica…
Este compañero, es consciente del estado de Adam, y esa pregunta es a modo de prueba.
Mientras Adam se muestra directo, este compañero divaga, y tras cierto rato, citará uno de los títulos en los que participó el propio Adam… o su doble…
Por supuesto, Adam no es consciente de esto en ese momento…
Cuando Adam pide una recomendación, una película entretenida, el compañero no sabe qué responder, duda, medita, hasta que recuerda el título donde sale…
“El Que La Sigue La Consigue”, una película hecha allí mismo; y arranca la historia.
Que Enemy esté abierta a infinidad de interpretaciones, puede que sea su punto fuerte para unos, y su punto débil para otros.
Es imposible que nadie pueda dar respuestas a todas las cuestiones, pero si hacer sus propias conjeturas.
Enemy, es un retrato retorcido sobre la crisis de identidad masculina, cerca de los 40, y el miedo al compromiso.
El canadiense, lleva esta crisis de identidad hasta la paranoia destructible, y la desesperación total con estos 2 personajes idénticos, que viven vidas completamente diferentes, y la confusión que supone mezclar esas 2 formas de vida.
Una paranoia, cuyo máximo llega en forma de araña gigante y deformada que aparece en sueños, aunque no lo tenemos tan claro, y que da cuerpo a ese miedo patente de los 2 personajes.
Hay que dejar claro, como planteamiento inicial para entenderla, que hay 4 columnas vertebrales que coexisten a la vez.
Es decir, pasado y futuro, idealización y realidad, coexisten en el mismo presente, por eso hay 2 personas iguales, que se encuentran, y que en realidad, son la misma persona.
“El yo pasado” se encuentra con “el yo futuro”; “el yo mediocre” se encuentra con “el yo idealizado”; todo ello, como manifestación de un trauma psicológico y físico que padece el protagonista.
Así, Adam y Anthony, no son más que la misma persona.
Es sencillo atribuir automáticamente a la obra, la continuidad del mito del “doppelgänger”, y sus significados asociados más comunes:
Dualidad, contradicción moral, sexualidad reprimida, etc.
Sin embargo, todas estas lecturas se complican con elementos oníricos, y de influencia sci-fi, ajenos al texto base de José Saramago…
Aquí vienen 2 planteamientos, uno difícil, y otro fácil de la trama:
Ambos se dan, cuando contemplamos la megalópolis, a una luz mortecina, cuadro de un estadio final de la civilización; seres monstruosos que cuestionan nuestro letargo, irrumpiendo en escena, a la manera de serie B; sociedades secretas que nos envuelven en la penumbra, conectándonos con miedos y certezas que anidan en el subconsciente.
El primer planteamiento, es que Adam está bien jodido de la cabeza, sufre una parafilia llamada “Crush Fetish”, que es una persona que ya no se excita simplemente con una relación normal.
Necesita ver, como una sexy señorita en tacones, aplasta insectos vivos, y a saber que más animales, para poder obtener una satisfacción sexual plena.
La fijación de Adam durante toda la historia con los tacones femeninos es evidente.
Para disfrutar de su peculiar afición, Adam necesita pertenecer a un selecto y hermético club, donde da rienda suelta a sus más bajos instintos, pero sin duda es un espectáculo en particular, el que le subyuga, y le hace echarse las manos a la cara, el aplastamiento de arañas…
Y es que la obsesión de Adam con los arácnidos es peculiar, las ve como un símbolo de represión castradora, por parte de las mujeres de su vida, que ha de ser aplastada, para poder mantener su ego masculino, y su libertad.
Y quien, si no su madre (Isabella Rossellini), representa como ninguna a esa araña de rostro severo y actitud controladora, diciéndole a su hijo lo que debe hacer.
O esa araña asustada del final, esperando a ser aplastada de nuevo por Adam, llave en mano hacia la libertad sexual.
La araña, como símbolo de castración y represión, y una misteriosa llave como símbolo de liberación de los más bajos instintos.
En sus pesadillas, Adam se debate entre ambas, al visionar el cuerpo escultural de la prostituta, con la cara de una araña.
Tampoco creo que sea casualidad, la imagen de la araña gigante, caminando por la ciudad, y el poster de “El ataque de la mujer de 50 pies”, cuando acude al videoclub, donde una mujer gigante se pasea entre los edificios de una ciudad…
El resto de la historia, no es más que un caos, a espera de ser reordenado.
Un caos donde se mezclan recuerdos, fantasías, alucinaciones, y pesadillas.
Es evidente, que solo hay un Adam, y que su desdoblamiento, no es más que la confrontación entre su pasado y presente, su yo y su posible yo, su ser racional y sumiso, y su ser salvaje y depravado.
El sentimiento de culpa, la búsqueda del perdón, y su incontrolable depravación.
Adam, es abandonado por su esposa Helen, al enterarse que tiene una amante Mary (Mélanie Laurent), y descubre a dicha amante, a causa del accidente de coche, que precisamente Adam tiene con su amante, al descubrir esta que tiene esposa…
Resulta normal, que Adam saliera de ese accidente con graves secuelas, como la el cuello, y la cicatriz del torso, y no solo físicas, recordar que la cicatriz que ambos comparten, y que les une.
Adam, se ha quedado tocado de la cabeza, por el trauma que ha mantenido sus recuerdos, con respecto a su anterior vida de casado, bloqueados.
Y malvive en un desastroso apartamento, donde todas las noches se masturba con los recuerdos de su amante, creo que ella nunca llega a estar allí, y es solo la materialización de su recuerdo, por la forma en que aparece, y se desvanece todas las noches, como un fantasma.
Pero un día, un compañero trata de avivar sus recuerdos, y le deja caer el título de una película en la que actuó como extra en el pasado.
Esa noche, Adam ve la película, y saca de sus fantasías onanistas, a su amante muerta, para concentrarse en recuperar esos recuerdos, y volver a entrar en la vida de su esposa.
Poco a poco, ira recordando todo, se enfrentará con su alter ego, ese que desea la lujuria, la velocidad, y a libertad; y afrontará el recordar el accidente mortal, para por fin, regresar al hogar, y afrontar la última prueba, el ansiado perdón de su mujer.
Pero al día siguiente, Adam encuentra la llave, esa que estuvo guardada durante los 6 meses de embarazo de su mujer, pero que al final, irremediablemente aparece de nuevo.
Adam, no puede evitarlo, volverá a aplastar a su mujer, cual indefensa araña…
La primera vez que lo hizo, resultó una tragedia, pero esta vez, será una farsa en toda regla.
El segundo planteamiento, más fácil:
Adam, es un profesor de universidad de vida mediocre, y con ínfulas artísticas, vocación interpretativa que sació rodando alguna película, y algún anuncio.
Está casado con Helen, y está embarazada, pero los contactos del mundo del espectáculo, le dan acceso a un club clandestino, donde posiblemente conoce a Mary, que se convierte en su amante.
Esto creará problemas y conflictos en su matrimonio, que desembocarán en su separación.
Del mismo modo, su amante descubrirá que está casado, lo que llevará a la bronca que vemos al final, y que termina con un accidente de coche.
Ese accidente, es el que provoca los problemas físicos y psicológicos en el personaje, que actúa con desdoblamiento de personalidad.
Todo esto ocurrió hace 6 meses, lapso temporal que se menciona en varias ocasiones:
Anthony, hace 6 meses que no pasa por su agencia, Helen está embarazada de 6 meses…
Es decir, una historia que empieza y termina en sí misma.
Una paradoja al estilo de la escalera de Penrose, donde el final de la historia de Adam, sería el inicio de la de Anthony.
La escena del encuentro de Helen con Adam, es muy interesante, y presenta sugerentes ideas.
En esa escena, Helen entiende el problema de su marido, su desdoblamiento, por eso actúa raro con él, tanto en la universidad como luego en casa.
Si se fijan, antes de llamar por teléfono a su marido, Adam se disculpará, y se irá de allí, pero no será hasta que le perdamos de vista, tras una pared, cuando Anthony conteste al teléfono…
Es decir, Adam lo coge una vez desaparece, pasando de una personalidad a otra, en un momento, como si su subconsciente manejara la situación. Cuando Helen llega a casa, llora e interroga a su marido, al ver su actitud, su supuesta inconsciencia, pues acaba por comprender la inmensidad de su problema.
Además, se muestra ajena, desconcertada, triste, y preocupada.
El accidente, será en un montaje paralelo con la escena de sexo que Adam tiene con Helen.
Su llanto, tras despertarse a la vez que Mary tiene su discusión con Anthony, indica que siente, presiente, o recuerda lo que ocurrió aquella noche, dicho accidente.
Por ello, Helen le pedirá que se quede, temerosa de un nuevo cambio de rol, por lo que su aceptación elimina al doble definitivamente, no puede coexistir más tiempo con él, algo simbolizado en otra referencia arácnida, el dibujo en el cristal resquebrajado en forma de tela de araña en el coche siniestrado.
Los contrastes, entre la vida de ambos personajes, son interesantes:
El coche frente a la moto, el soltero frente al casado, ropa marrón versus ropa blanca y negra…
El piso del profesor, esboza la decadencia de la vida ermitaña, dedicada a los libros y la universidad, a través de la ausencia de muebles, y los colores cálidos.
El otro piso, resalta el estilo de vida saludable, el éxito, con blancos y negros, muebles modernos, una mujer que va a la piscina, un marido que hace deporte, etc.
La mayor virtud de esta dualidad, es el solapamiento de bien y mal, pues no se nos presenta claramente, que uno de los 2, esté más cerca de un extremo que del otro.
Sólo con la expresión corporal, ya sabemos de cuál de los 2 personajes se trata:
Uno camina erguido, y el otro con los hombros caídos.
Desde lo técnico, Villeneuve construye su relato, sobre un entorno opresivo y deshumanizador, vestido constantemente con tonos amarillentos, y envuelto en un perpetuo y desasosegante smog.
Una ciudad de pesadilla, llena de polución, siempre nublada, gris, amarillenta, neblinosa, como aislada del mundo, una ciudad burbuja, que es la manifestación física de la mente perturbada del protagonista.
Los pasajes oníricos, toman a menudo el control, en ocasiones de una forma narrativamente justificada, y en muchas otras, de una manera más libre, más central, digamos…
Habrá muchos planos de la espalda del personaje:
Todos seres solitarios, obsesivos, enclaustrados en sí mismos…
En relación a esa idea, irán los planos sobre los hilos de tranvía que rodean por todos lados la ciudad, hilos que se cruzan, como las vidas, como las telas de araña, en esa cabeza caótica que debemos ordenar.
En uno de esos planos, sobre la ciudad, hacia el final, aparecerá una gigantesca araña, confirmación de la perturbación mental del protagonista, una araña que simboliza ese cáncer, esa enfermedad que coloniza la cabeza de Adam/Anthony.
Merece la pena destacar, toda la imaginería asociada a las arañas, incluyendo secuencia de la escultura de Louise Bourgeois, llamada “Maman” (1999), sobrevolando la ciudad de Toronto.
“Maman”, es el nombre que recibe una gran escultura con forma de araña, de la artista francesa estadounidense, Louise Bourgeois; y está realizada en bronce, acero inoxidable, y mármol; pesa 22 toneladas, y mide 10 metros de altura, y 10 de diámetro.
La autora, reconocida internacionalmente por su capacidad para reflexionar plásticamente, sobre temas profundos y dolorosos de la naturaleza humana, llamó a la escultura “Maman” en homenaje a su madre, capaz de tejer la tela de los afectos, y también quedar atrapada en ellos.
La obra, es una de las esculturas de arte contemporáneo, que forman parte de la colección permanente del Museo Guggenheim de Bilbao, en la ciudad de Bilbao, País Vasco, España; y se encuentra instalada en la parte posterior del edificio, bajo El Puente de La Salve.
Los transeúntes, inclusive pueden caminar bajo su gigantesco cuerpo de arácnido; y ha sido exhibida en numerosos museos del mundo.
Así, si en la novela de Saramago, la conclusión insinuaba y reflexionaba sobre la desnaturalización de la identidad, cómo el hombre moderno la estaba perdiendo, pareciéndose los unos a los otros, hasta convertirse en copias, en una onda kafkiana, la araña, entrando en un bucle interminable de clones exactos, aquí en Enemy, aunque esa reflexión existe, y se plantea algo parecido, se incide más en la idea de la dificultad, o imposibilidad del cambio individual, donde el individuo está condenado a repetir sus errores, en un eterno círculo, la telaraña, como indica el final.
En la mitología grecorromana, Aracne, del griego que significa “araña”, fue una gran tejedora, que alardeó de ser más habilidosa que la divina Atenea, que tiene su equivalente en la romana Minerva, diosa de la artesanía y la sabiduría.
Minerva, ofendida, entró en competición con Aracne, pero, según cuenta Ovidio en “Las Metamorfosis”, no pudo superarla.
Además, el tema elegido por Aracne, los amores de los dioses, fue ofensivo, y Minerva la transformó en una araña.
Según el relato latino de Ovidio, el tapiz de Aracne, representaba 22 episodios de infidelidades de los dioses disfrazados de animales:
Zeus siendo infiel a Hera con Leda, con Europa, con Dánae, y con otras…
La araña es como símbolo de castración y represión, y una misteriosa llave, como símbolo de liberación de los más bajos instintos.
En los sueños de Adam, aparecen arañas, y al mismo tiempo se convierten en uno de los principales motivos visuales:
Telarañas, planos de cables, cristales rotos...
Según Denis Villeneuve:
“Las arañas están unidas a la inteligencia.
La mujer de Adam, embarazada, parece ser el único personaje con los pies en la tierra, la única consciente de lo que realmente está sucediendo.
La araña más grande, y está embarazada”
Si bien, Villeneuve defiende que las arañas simbolizan la inteligencia; también destaca que la historia está mostrada desde el subconsciente del protagonista, desde sus miedos y dudas.
Adam, de ese modo, se siente atrapado dentro de esa red.
Atrapado en su rutina, en su trabajo, en su matrimonio... en todo lo que le suponga comprometerse.
Necesita un cambio de:
Coche/moto, orden/desorden, casado/soltero, preñada/no preñada, preocupado/despreocupado, etc., así él es su mayor enemigo.
Así al final, se manifiesta como Adam/Anthony, se siente atrapado en esa telaraña que supone el matrimonio, y especialmente la futura paternidad, que amenaza con coartar su libertad, esa de la que se dispone a hacer gala esa noche, acudiendo al club clandestino, al encontrarse de nuevo con la llave que inició todo el desbarajuste emocional.
Así, cuando recordamos la primera secuencia en dicho club, entendemos mejor la mirada, y el simbolismo de esa escena:
El deseo de Adam/Anthony, de pisar la araña/sexo, de salir de su tela/matrimonio, de lograr su libertad/infidelidad...
El impulso de acabar con la araña, es el de terminar con el matrimonio, y huir de la paternidad, para no sentirse atrapado.
Cuando Adam decida mentir a su mujer, habrá dado de nuevo el paso hacia la infidelidad, y así, repetir sus mismos errores, el bucle que tanto habla en sus clases de universidad.
Cuando la gigantesca araña en la que parece, se ha convertido Helen, nos impacta con su presencia en el cuarto, la vemos atemorizada, a la araña, no a Adam, que incluso esboza una ligerísima sonrisa de autocomplacencia.
Una araña atemorizada, y un infiel en ciernes…
El final, es feliz y terrible:
Desaparece uno de los dobles, el más seguro de sí mismo, y relativamente triunfador:
Anthony, el actor, aunque secundario, y está apunto de formar una familia; y el otro, el más débil y cobarde, usurpa su vida, descubre la llave que abre las puertas del “más allá”, y se siente bien, ha dejado atrás su mortecina vida, y se le abren nuevas expectativas... pero aparece la araña, siempre la araña.
¿La araña como obvio símbolo de lo otro, de la otra cara del espejo, lo que está detrás del telón, lo innombrable, y perverso, lo mórbido, prohibido, y sexual, el miedo/deseo, la muerte/sexo...?
¿Ha pasado la frontera, y le toca enfrentarse con el monstruo cara a cara?
¿Ha conseguido lo que deseaba, y será castigado?
Sí en todas las preguntas.
Si algo sustenta gran parte del peso de Enemy, es la interpretación de sus actores:
Excelso Jake Gyllenhaal, en su doble papel, sabiendo dar los matices que requieren cada uno de los personajes, incluso cuando la trama se inclina a mezclarlos.
Notorios son también, los trabajos de las 2 rubias, en plan homenaje reconocido a Alfred Hitchcock:
Mélanie Laurent y Sarah Gadon, en sus papeles como parejas de ambos.
Y cierra el elenco, una breve Isabella Rossellini, con la que no sabemos, si el director intenta hacer un guiño a David Lynch, del que parece haber bebido en abundancia.
Sólo un apunte:
¿De verdad, alguien se cree que, después de muchas relaciones carnales, Mary nunca se hubiera dado cuenta de la marca del anillo, hasta ese último instante, antes de morir, que Adam/Anthony estaba casado?
Enemy, trata sobre la incapacidad del ser humano de salirse del camino que ha elegido en la vida.
Muchas veces nos arrepentimos del rumbo que estamos tomando, pero llega un momento en que no hay forma de tomar otro camino.
Ambas personas, idénticas, son la misma persona, sólo que una de ellas es la parte que le gustaría ser, y la otra la que realmente es.
En cuanto a las arañas, representan los miedos de esa persona, o aquello que le está atormentando en la vida:
La amante, la madre, y el embarazo.
Por último, la música de Danny Bensi y Saunders Jurriaans, consigue poner aún más presión, sobre un espectador que espera expectante asideros a los que agarrarse, ante la evidente falta de respuestas obvias de la narración.
“The last thing you need is meeting strange men in hotel rooms.
You already have enough trouble sticking with one woman, don't you?”
El asunto de la novela de Saramago, el doble perfecto al que Heinrich Heine denominara “Pálido Camarada” en una de las 6 canciones, “Der Doppelgänger” (1828)”, poema musicalizado por Franz Schubert, que tuvo amplio predicamento psicoanalítico, lo sigue teniendo en medios esotéricos, y cobra especial actualidad con los experimentos científicos de la clonación.
Por otra parte, aunada la crisis de los 40 explicada a los niños:
Varón blanco y heterosexual, de 40 años, despierta una madrugada con la boca seca, y una difusa angustia existencial.
Se levanta, se echa 10 litros de Grecian 2000 sobre el pelo, y resopla.
Esa misma mañana, activa el siguiente mecanismo infernal:
Abandona a su mujer embarazada de 6 meses, se apunta a clases de bikarm yoga, se hace un absurdo tatuaje maorí en la espalda, e inicia una disparatada relación sentimental con una chica 20 años más joven, que bien podría ser su hija, y con la que no tiene nada en común, aunque insista en llamarla “la mujer de mi vida”
Así, de la noche a la mañana, uno se convierte en otra persona que finge ser 15 años más joven, y se niega a afrontar la madurez.
Este sería el arquetipo de una crisis masculina, que puede suceder en la vida real, o quedarse en mera fantasía escapista:
La esperanza de ser único, impar, e irrepetible, crepita fatigosamente, esperando ser escuchada por el hombre que no es más él mismo, que ha perdido su identidad, en medio de una vida aburrida, y estéril, que ya no espera nada más, sino seguir balbuceando algunas palabras en medio de paredes forradas por libros de historia, aburrido.

“Hey.
Long time, no see.
I couldn't tell it was you with that beard.
Is that for a movie?”



Comentarios

  1. Laura Espinoza desde Facebook nos comenta:
    "Hace muchos años leí el libro y al salir la película, pensé que se le iba a simplificar, pero no fue así, pues quedé con la misma sensación: la necesidad de volver a releer para buscar más claridad.
    Sin embargo, sí me ayudo tener como base las lecturas hechas de Saramago y también a Dostoievsky con su obra "El doble".
    Debo reconocer que me fue difícil ver la película por la aparición constante de mi fobia, las arañas.
    Introspección es lo que me deja y la pregunta de: "Si supiera de la existencia de mi doble y una vida opuesta a la mía, la buscaría?"

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  2. Alvaro, muchas gracias, la verdad es que esta perspectiva, si se ha visto la película, me hizo ir analizando cada escena mientras leía tu análisis, y he logrado entender lo que no entendía o no estaba claro; sinceramente la confusión se presta para mucho o así en mi caso lo sentí; como siempre y ya lo sabes, tus análisis están a la altura; son para leerlos y releerlos con una buena taza de té, y sin que nadie joda jajajaja, me encanta como incluyes historias, leyendas o anécdotas que hacen que expliquen mucho mejor el porque de cada situación o término, en fin creo que nunca se deja de aprender y de aprehender; con razón la esposa de este hombre lloraba tanto en ese sofá, claro, como dicen por ahí: "bailaba el son que le tocaran" adaptándose a la situación; y con respecto al anillo tienes toda la razón, yo también pensé lo mismo, ni maje que fuera para no haberse dado cuenta. Volveré a verla, pero ya con un panorama más claro y explícito... aaahhh... y ya no tendré más esa sensación de: WTF! :-)

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