The Perks of Being a Wallflower

“Things change, friends leave.
And life doesn't stop for anybody”

Los años de escuela superior, pueden ser una etapa tan maravillosa como escalofriante, de descubrimiento y experimentación, forjando en esos años, una parte considerable del cimiento de las personas que seremos.
Todos hemos tenido un momento en la vida, en el que nos sentimos las personas menos populares del mundo…
Ese sentimiento de inseguridad, aunado a una necesidad de autodestrucción, cuando debemos enfrentarnos a las diatribas de la vida, nos permite definir nuestra personalidad, nos permite madurar ante lo difícil.
Esos momentos, han sido reflejados en el cine, en numerosas oportunidades, inclusive en la literatura.
La “novela epistolar”, es un género de novela, construida con una sucesión de cartas/epístolas, enviadas o recibidas por sus personajes protagonistas, desarrollando así, una trama.
Stephen Chbosky, es un escritor, guionista, y director estadounidense; que en 1994, comenzó a escribir una novela, que luego de varios años de gestación, se convirtió en “The Perks of Being a Wallflower”, una novela epistolar, que sigue la maduración intelectual y emocional de un adolescente, que utiliza el alias de “Charlie”, en el transcurso de su primer año de escuela en la preparatoria.
El libro, primera novela de Chbosky, fue publicado por MTV Books, en 1999, y fue un éxito popular instantáneo, entre los lectores adolescentes.
La historia de la novela, se desarrolla en forma de cartas/epístolas, escritas por Charlie, hacia un personaje anónimo.
Chbosky comentó en una entrevista, que la historia avanza a través de cartas, lo que le da un carácter más íntimo al libro, y es como si Charlie estuviera hablando con el lector mismo.
La idea de cartas anónimas, venía de una experiencia real:
Durante su último año en la escuela secundaria, Chbosky escribió una carta anónima a Stewart Stern, sobre como el filme “Rebel without a Cause” (1955) le había influido.
Un año y medio después, Stern se encontró con Chbosky, y se convirtió en su mentor.
Así, mediante el uso de una serie de cartas de Charlie, a un personaje anónimo, Chbosky encontró “la forma más íntima” para hablar directamente al lector; y pensaba que las cartas le ayudarían a mantener la historia cohesiva, para transmitir los altibajos de ser joven.
Como dato, un “wallflower”, es alguien con un tipo de personalidad introvertida, pero que todavía busca y participa en eventos sociales, sobre una base bastante regular.
A menudo, ellos son sociales, lo suficiente para darse a querer, y para asistir a reuniones de grupo, pero pueden elegir, o sentir la necesidad de mezclarse o guardar silencio; ellos son los que van a un baile, pero nadie les pide bailar con ellos, entonces se quedan como “flores en la pared”
Según El Diccionario Inglés de Oxford, en la 2ª edición, el primer uso conocido del término, en este sentido, fue en un poema titulado “County Ball” (1820) de Winthrop Mackworth Praed; y originalmente usado para referirse a las mujeres, y sólo en el contexto de las danzas; más recientemente, el término se ha ampliado para incluir a los hombres, y a otras reuniones sociales.
Enmarcada en los 90, años de las casetes y “libros de papel”, todo muy alejado de La Era Cibernética, su discurso generacional, se proclama a su vez, en un discurso universal, de todo aquel adolescente perdido en un mundo que se le presenta inaccesible, por ser de forma distinta a los demás, alguien con personalidad en un mundo impersonal.
Este discurso responde a una llamada a la sensatez, un grito silencioso de aquellos “marginados” que susurran en sus diarios, “escribe sobre nosotros”, con la esperanza de encontrar a gente afín a sus gustos, con la que soportar los interminables días, hasta dejar el instituto.
Así, en “The Perks of Being a Wallflower”, Charlie encuentra en Sam y Patrick, todo lo que necesita para ser feliz; un trío protagonista, que funciona por separado, pero que en conjunto destila más simpatía.
Y lo mejor de todo, es que tras todo ese dramatismo, se vislumbra la luz de la esperanza, en ese grupo de amigos estrambóticos por separado, pero que forman un grupo sólido, como si fueran piezas de un puzle, destinados a encajar entre sí.
Con traumas que salen a relucir en una época de cambios, heridas del pasado, miedo a salir del armario, miedo a no tener amigos, o perderlos; miedo a declararse a la persona que quieres, conocer a tu mejor profesor, el primer beso, el uso de drogas por primera vez, las primeras fiestas, los primeros gritos por la ventana de camino a casa tras una gran noche, oyendo una gran canción que te acompañará por siempre...
Así, Chbosky aprecia la importancia del ocio en la adolescencia:
“Los libros, las canciones, y las películas, son más que entretenimiento, cuando somos jóvenes, nos ayudan a descubrir lo que somos, lo que creemos, y lo que esperamos, de lo que puede ser nuestra vida”
Por tanto, en “The Perks of Being a Wallflower” hay varias referencias culturales durante la historia, en que el profesor Bill, le deja leer varios libros a Charlie, quien menciona que, cada vez que termina de leer uno, se convierte en su favorito, algunos son:
“Matar Un Ruiseñor” de Harper Lee; “Una Paz Solo Nuestra” de John Knowles; “Peter Pan” de James Matthew Barrie; “El Gran Gatsby” de F. Scott Fitzgerald; “The Catcher in The Rye” de J.D. Salinger; “En El Camino” de Jack Kerouac; “El Almuerzo Desnudo” de William Burroughs; “Walden” de Henry David Thoreau; “Hamlet” de William Shakespeare; “El Extranjero” de Albert Camus; “El Manantial” de Ayn Rand; “A Este Lado del Paraíso” de F. Scott Fitzgerald; el libro también hace referencia a un libro de poemas de E.E. Cummings; “El Alcalde de La Calle Castro” por Randy Shilts; un libro de Anne Rice; y una autobiografía de una mujer que era un personaje en “Reds”, muy probablemente Emma Goldman.
También se menciona el poema “A Person, A Paper, A Promise” de Earl Reum.
En la novela, se hacen referencias a las siguientes películas, y series de televisión:
“The Rocky Horror Picture Show”; “Qué Bello Es Vivir”; “Los Productores”; “Reds”; “M*A*S*H”; “El Graduado”; “Harold and Maude”; “Mi Vida Como Un Perro”; “Dead Poets Society”; “The Unbelievable Truth”; “La Noche de Los Muertos Vivientes”; “Hannah y sus Hermanas”; y se hace referencia a las siguientes canciones:
“Asleep” de The Smiths; “Vapour Trail” de Ride; “Scarborough Fair” de Simon and Garfunkel; “A Whiter Shade of Pale” de Procol Harum; “Time of No Reply” de Nick Drake; “Dear Prudence” de The Beatles; “Gypsy” de Suzanne Vega; “Nights in White Satin” de The Moody Blues; “Daydream” de The Smashing Pumpkins; “Dusk” de Genesis; “MLK” de U2; “Blackbird” de The Beatles; “Landslide” de Fleetwood Mac; que en la película homónima, la canción de la escena del túnel es “Heroes” de David Bowie; “Smells Like Teen Spirit” de Nirvana; “Another Brick in the Wall - Part II” de Pink Floyd; “Something” de The Beatles; “Broken Wings” de Mr. Mister; “I'm Going Home”, interpretada por Tim Curry como el Dr. Frank-N-Further en la película “The Rocky Horror Picture Show” (1975); “Come on Eileen” interpretada por Dexys Midnight Runners; “Autumn Leave” que no es la canción de Nat King Cole, sino simplemente el nombre del mixtape que un chico, Derek, hizo por la hermana de Charlie.
Otros grupos musicales y artistas, se mencionan sin hacer referencia a una canción específica, incluyendo:
Village People, Blondie, Jim Morrison, John Lennon, The Slits, y Billie Holiday.
El libro acaba, con Charlie ingresado en el hospital psiquiátrico, y con un mensaje, extrañamente esperanzador.
Sin embargo, la novela, suscitó controversias, acerca de la visión de Chbosky sobre la sexualidad adolescente, y el consumo de drogas; siendo prohibido en varias escuelas, y apareció en 2006 y 2008, en las listas de los 10 libros más frecuentemente impugnados por La Asociación de Bibliotecas de Estados Unidos.
Al respecto el autor se manifestó:
“Cada vez que prohíben el libro en algún sitio, la gente dice que es algo que debe llevar con orgullo; pero para mí, siempre supone una cierta tristeza.
Escribí el libro, en parte, para poner fin a un silencio.
Quiero que los hijos puedan hablar con sus padres de lo que están pasando.
La censura y la prohibición de libros, no sirven más que para acabar con el diálogo”, sentenció.
Los críticos, han identificado los temas principales de la realidad adolescente, y para los adultos, en la nostalgia.
Según David Edelstein de la revista New York, Chbosky captura el “sentimiento al que perteneces cuando entras en contacto con los amigos, y señala que el dolor de la pérdida es casi tan intenso como la felicidad...
Es la nostalgia, con énfasis en nuestro dolor”
Marty Beckerman, por su parte dijo que las ventajas de ser un “Wallflower”, conecta con los jóvenes, porque sus escenas son “tan universales, que le suceden a tantos adolescentes”
La intención que Chbosky quería transmitir, era el respeto por los adolescentes, para validar, respetar, y celebrar lo que les está pasando todos los días; y dijo que la novela es para cualquiera que se sienta como un paria.
“I just want you to know that you’re very special… and the only reason I’m telling you is that I don’t know if anyone else ever has”
The Perks of Being a Wallflower es un drama del año 2012, dirigido por Stephen Chbosky.
Protagonizado por Logan Lerman, Emma Watson, Ezra Miller, Mae Whitman, Paul Rudd, Erin Wilhelmi, Kate Walsh, Dylan McDermott, Melanie Lynskey, Nina Dobrev, Johnny Simmons, Joan Cusack, Nicholas Braun, Reece Thompson, Julia Garner, Tom Savini, Adam Hagenbuch, Zane Holtz, entre otros.
Y está basado en la novela epistolar del mismo nombre, publicada en 1999; siendo adaptada y dirigida por Stephen Chbosky, autor del libro.
La compañía productora Mr. Mudd, desarrolló la adaptación de la novela, y fue el estudio Summit Entertainment, el encargado de la distribución.
Los productores John Malkovich, Lianne Halfon, y Russell Smith, contrataron al autor de la novela, Stephen Chbosky para que escribiera y adaptara el guión, así como para que dirigiera la película.
El rodaje inicial, dio lugar en South Hill y Upper St. Clair, y también se rodó en la escuela secundaria Peters Township.
Las escenas de los personajes en el teatro, viendo “The Rocky Horror Picture Show” (1975), fueron filmadas en The Hollywood Theater, en Dormont, esta escena se debe, a que Stephen Chbosky, había visto esa película en dicho teatro cuando era joven.
La adolescencia, es una época difícil, donde se determina quienes seremos en nuestra vida de adultos, y en The Perks of Being a Wallflower, se explora a fondo todos los aspectos, desde sus momentos más oscuros, hasta los más felices, profundiza en temas sobre sexualidad, amistad, amor, tolerancia, la muerte, etc.
Estamos en Pittsburgh, Pennsylvania, a principio de la década de los 90, y es el primer día de instituto para Charlie Kelmeckis (Logan Lerman), un chico de 15 años, tierno, sensible, y un estudiante precoz y brillante, que arrastra varios traumas no superados, como el suicidio de su mejor amigo, al final del último año de la escuela primaria, y la muerte en un accidente de su tía Helen (Melanie Lynskey)
Todo esto, le hace enfrentar la nueva etapa en el instituto, con temor, manteniéndose a distancia, siendo reservado, y poco participativo.
Su mundo cambia, gracias al apoyo que le ofrece Bill Anderson (Paul Rudd), su profesor de literatura y, sobre todo, la amistad que encuentra en los hermanastros:
Patrick (Ezra Miller) y Sam (Emma Watson), alumnos del último curso, que también tienen sus propias “mochilas de conflicto”, pero que le acogen en su grupo de amigos, y le hacen sentir que forma parte de algo.
Aunque las heridas de Charlie no están curadas, y su frágil equilibrio está a punto de romperse, lo que nos dejará una dolorosa revelación…
Al igual que la novela, la historia está contada a través de las cartas que Charlie escribe a un amigo que no conocemos, que aquí se convierte en la “voz en off” del protagonista, abordando los temas que más atormentan en la adolescencia, como el sexo, las drogas, los malos tratos, la depresión, la homosexualidad, o esas tragedias menores, que todos hemos sufrido, y nos parecían un mundo.
Pero el gran acierto es la forma tan natural como lo hace, con seriedad, pero de una manera lucida, y a veces dolorosa y, lo más importante, sin ningún atisbo de sermón.
Con todo, The Perks of Being a Wallflower, conjuga bien los distintos elementos de la vida adolescente:
La adrenalina de las primeras fiestas, lo extraño de no ser ni tan niño, ni tan adulto; lo nostálgico de las experiencias vividas, el miedo al futuro…
Y en un momento, en un jubiloso y maravilloso momento, también lo infinito de ser y estar en el momento preciso, con las personas precisas.
Un historia sensible, con personajes muy bien dibujados, y grandes interpretaciones, para mostrar el paso por el instituto, a través de los menos populares.
Pues hay personas que están muy cerca de nosotros, que también se sienten solos, y que necesitan de la amistad, y esa amistad cuando se encuentra, nos cambia la vida, porque entonces ya no nos sentimos deprimidos, ni pensamos que a nadie le importamos; es decir, son amistades que nos motivan, y sacan la mejor parte de nosotros, una parte que a lo mejor, nunca habíamos sido capaces de mostrar, y que nos hace felices.
Lo difícil es poder encontrar a ese tipo de amigos, a veces pasan muchos años antes de poder encontrarlos.
Y el autor nos recuerda, que la adolescencia es solo una fase de nuestra vida, y que a pesar de que por momentos parezca difícil, debemos seguir adelante para alcanzar nuestras metas, y por supuesto nos recuerda, que la literatura, la música y las películas, siempre nos abren las puertas al conocimiento.
The Perks of Being a Wallflower es una cinta de adolescentes, para adolescentes, pero con garra, fuerza, y sentimiento humano, algo que, en los tiempos que corren, es muy difícil encontrar.
“It's nice to have things to look forward to”
Ah, la adolescencia...
Esa etapa de la vida, en la que todo es lo más importante del mundo, las cosas solo le pasan a uno, y nadie lo entiende…
En donde gritamos, y la cara se nos llena de espinillas, y le perdemos el respeto a nuestros mayores, y cuando hacemos idioteces, creemos que estamos a salvo del peligro…
Esa etapa en que uno se enamora, y es el fin del mundo, y el comienzo de uno nuevo; y cuando a uno le rompen el corazón, es el fin de todos los mundos posibles; pues todo importa.
La historia de Charlie, no es solo buena, o muy buena, sino que además, toca terreno personal, mostrando de forma palpable, las dificultades de los adolescentes no tan populares, la inseguridad de no saber si encajas, o eres “el raro” del instituto, las complicadas relaciones a esa edad... todo de una forma conmovedora y atrayente, tocando temas como de tal manera que realmente parece que lo narra alguien que ha estado ahí, alguien que sabe lo que se siente.
The Perks of Being a Wallflower, está apoyada en su totalidad, en un personaje sumamente difícil de entender, Charlie, pero que sin embargo, se gana nuestros corazones en los primeros minutos de aparecer en pantalla.
El director, le otorga la presencia absoluta, y en todo momento lo coloca como el eje que mueve a este grupo moralmente cuestionable:
Las drogas, el sexo, y la inexistencia de un polo parental, llevan a que este grupo se mueva bajo sus propias reglas.
Aunque estén haciendo “cosas dañinas”, no podemos evitar identificarnos con ellos; pero lo interesante es que a medida que pasan los minutos, y Charlie sigue descubriendo quien realmente es, nosotros nos vamos metiendo en una trama madura y completa.
Su contención de emociones, dosificadas para no saturar, pero repartidas sabiamente para mantener la atención y el entusiasmo de quien, desde los primeros minutos, se engancha a las vidas de estos seres “socialmente invisibles”
En el transcurso, no solo vemos cómo Charlie va rompiendo de a poco, la coraza de introversión que lo caracteriza, sino también, aprendemos de a poco, por qué se generó dicha coraza en primer lugar.
El chico fue violado de niño por su tía Helen, de ahí un montón de trastornos que sufre hoy en día, pero él decide perdonarla, y salir adelante, no importa lo malo que le haya pasa, él tiene el poder de superarse, y ser mejor; siendo una bonita enseñanza; por lo que pasa de ser una película sobre adolescentes malcriados, a ser un retrato realista, semi trágico, y sumamente duro de la vida de alguien especial.
Todo conlleva a un final desgarrador, que representa la raíz del problema de Charlie, y juega con las posibilidades de oscurecer el optimismo claro de la trama, y termina por colocar a nuestros personajes principales, en el sitio donde siempre debieron estar.
Como ellos, nos sentimos completos, al ver como alcanzaron a ser felices, sin haber llegado a su meta.
Y es que Stephen Chbosky conoce la historia, porque él mismo la escribió, y sin embargo, nunca resuelve con arrogancia.
Edita su historia, para que sea adaptable al cine, y sin embargo, nunca la deja incompleta; cubre toda ausencia narrativa, con un grupo de actores con emociones a flor de piel.
Si además, estos jóvenes parecen sacados de una especie de nuevo “El Guardián entre El Centeno”, que hubiera sido dialogado por el mismo autor, Oscar Wilde, y se dedican a subvertir sus clichés de:
“Chico ultra tímido y torturado, pero que acabará siendo escritor”
“Gay cínico e irreverente, pero definitivamente buena persona”; y
“Chica perdida, que siempre escoge a los chicos inapropiados, a pesar de, o quizá por su sorprendentemente rica vida interior”, para convertirlos en seres de carne y hueso, con los que identificarse.
Del reparto, Ezra Miller es un actor muy prometedor, y muy expresivo; de Emma Watson, es natural en todos los encuadres; y Logan Lerman, tiene un magnífico papel, verdaderamente magnífico.
En su actuación, se percibe el trabajo de internalización que tuvo que realizar, para construir el personaje, y encarnarlo con suma sinceridad:
Es dócil, encantador, y muy observador, pero también muy frágil, por lo que tiende a derrumbarse enseguida.
Su lenguaje corporal, incómodo en su propia piel, pero sobre todo, su inocente mirada, guardan emociones que no son totalmente reveladas, sino hasta el desenlace.
Todos ellos son almas sensibles, que sufren la falta de afecto, el dolor de la culpa, el sufrimiento del rechazo, o el daño causado en su sensibilidad.
Los 3 chicos principales, crean personajes totalmente creíbles, muy reales, muy complejos, con pasado, con sentimientos encontrados, que sufren y disfrutan a la vez, que se equivocan, que saben que se equivocan, y siguen haciéndolo...
¿Acaso nosotros no fuimos así?
Con el agregado actoral de Paul Rudd, Dylan McDermott, Kate Walsh, y Joan Cusack, en papeles interesantes, a los que ellos les dan vida estupendamente, engrandecen la obra.
E igual de memorable es la banda sonora, con canciones que desde la novela tienen gran importancia, convirtiéndose en la película, en casi un personaje más, puesto que es la encargada de ubicar al espectador, en ese inicio de los años 90, que presenció la graduación de todos estos personajes curiosos.
Y The Perks of Being a Wallflower está llena de bellos momentos, visualmente impactantes y emotivos, que llegan a reflejar la euforia adolescente, y esas infinitas posibilidades del mundo de las que nos hablan.
Escenas como la del túnel, donde la combinación de sonido e imagen, nos llenan de nostalgia y sentimentalismo, dejando un acercamiento muy auténtico, a ese paso a la madurez que tanta veces hemos visto en pantalla pero, esta vez, recreando esos sentimientos de incertidumbre, de una manera impecablemente honesta, fresca, y diferente.
La escena del primer beso, versus el inicio del recuerdo traumático, pero con otras emociones más agradables; el tema de David Bowie, como clave en 2 escenas; y la pelea en el instituto, con un fundido en negro...
En una época, a principios de los 90, en las que los adolescentes no disponían de teléfonos móviles, ni redes sociales, grabar una cinta de casete, a esa persona especial, con las canciones que mejor expresan lo que sientes, podía ser el único recurso…
La música, juega un papel especialmente importante en la vida de Charlie, y de sus amigos, lo que nos deja una banda sonora excepcional, incluidos temas del musical “The Rocky Horror Picture Show” (1975), y grandes canciones de The Smiths, Cocteau Twins, y el “Heroes” de David Bowie, como “leitmotiv” de toda la obra, absolutamente inspiradora.
“So, I guess we are who we are for alot of reasons.
And maybe we'll never know most of them.
But even if we don't have the power to choose where we come from, we can still choose where we go from there.
We can still do things.
And we can try to feel okay about them”
Un artículo publicado en Nature Reviews Neuroscience, habla de la complejidad que entraña, tratar de entender cómo funciona nuestra memoria.
Y es que en nuestro día a día, vamos almacenando recuerdos, tal y como le sucede a Charlie en The Perks of Being a Wallflower, pero parafraseando a George Orwell, “todas las vivencias son iguales, pero unas más iguales que otras”
La cuestión es que, no todo lo que nos ocurre, queda almacenado en nuestro cerebro, o al menos, no podemos rescatar todos nuestros recuerdos de forma consciente.
Hoy sabemos, gracias a la ciencia, que los recuerdos traumáticos, se guardan en nuestra cabeza, gracias, por ejemplo, a situaciones muy estresantes, condición conservada en la mayoría de vertebrados.
La memoria reprimida, es un fenómeno que se da con cierta frecuencia en las víctimas de abuso sexual, incluido el infantil.
No es que las víctimas no quieran recordar, es que no recuerdan el abuso, y es posible que en determinado momento, la experiencia vivida, regrese en forma de un “flashback”
Una memoria reprimida, es entonces, una que ha sido bloqueada fuera de la mente consciente de la persona.
La memoria, no se ha olvidado por completo, y puede volver muchos años, o incluso décadas después de un evento se llevó a cabo.
La mayoría de los casos, de los recuerdos reprimidos, implican acontecimientos especialmente traumáticos, estresantes, o aterradores, como el abuso infantil, un accidente de coche, o una batalla de la guerra…
Los psicólogos cognitivos, y otros investigadores, han debatido durante mucho tiempo, la existencia y la importancia de los recuerdos reprimidos, ya que los casos suelen ser difíciles de estudiar, y diagnosticar clínicamente.
El concepto de “trastorno de la memoria reprimida”, a menudo se correlaciona con la amnesia disociativa, una condición que ha sido mejor estudiada y comprendida.
Según muchos psicólogos, una persona puede reprimir un recuerdo, si un evento fue tan traumático, que el paciente era simplemente incapaz de procesar, y hacer frente a la situación en el momento.
En algunos casos, las personas reportan, que no pueden recordar largos períodos de tiempo de su infancia; incluso, puede haber años sin ningún tipo de recuerdos significativos.
Es común que estas personas han sufrido de abuso, o negligencia significativa durante esos años.
Un individuo, normalmente se esfuerza por llegar a un acuerdo con su pasado, cuando un recuerdo reprimido, finalmente hace resurgir.
Y puede experimentar nuevos temas como:
Angustia, confusión, y de relación.
Una memoria reprimida, se recupera más a menudo, de forma espontánea, en un cierto punto en la edad adulta.
Algunas personas recuerdan la información, después de visitar un sitio olvidado, o la infancia, el reconocimiento de un sonido u olor, o escuchar un nombre vagamente familiar.
Las víctimas de abuso sexual infantil, pueden olvidar periodos completos de su vida, principalmente de sus etapas primarias.
Es usualmente, la memoria reprimida, una estrategia de supervivencia emocional, de no tener que lidiar con un trauma grande, por tanto, el apoyo familiar, y de los amigos, es importante para poder liberarse de las ataduras del pasado y seguir adelante con nuestras vidas.

“Because I know there are people who say all these things don’t happen.
And there are people who forget what it’s like to be sixteen when they turn seventeen.
I know these will all be stories someday, and our pictures will become old photographs.
We all become somebody’s mom or dad.
But right now, these moments are not stories.
This is happening.
I am here, and I am looking at her.
And she is so beautiful.
I can see it.
This one moment when you know you’re not a sad story.
You are alive.
And you stand up and see the lights on the buildings and everything that makes you wonder.
And you’re listening to that song, and that drive with the people who you love most in this world.
And in this moment, I swear, we are infinite”



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