Short Term 12

“Please, you have to let me in your head once in a while or I'm just going to go nuts, Okay?”

¿Quién no ha querido sentirse parte de algo alguna vez?
En algunas circunstancias, los niños y adolescentes, sufren condiciones de vida de desprotección y maltrato, desnutrición y/o falta de higiene, violencia física y/o psicológica, abuso sexual, o incluso explotación laboral.
La desatención de niños y adolescentes, tiene consecuencias emocionales y físicas que afectan a sus actividades en sociedad, y pueden ocasionar absentismo escolar, dificultades de relación social, etc.
Los Centros de Menores de Acogida y Media/Larga Estancia, son servicios residenciales de estancia limitada, que tienen por objeto, realizar la observación y el diagnóstico de la situación de los menores atendidos, y de sus familias.
Elaboran la correspondiente propuesta de medida, cuando es necesaria la atención inmediata y transitoria del menor, que ha de ser separado de su núcleo familiar.
Y nada más hermoso, que amparar a quién lo necesita, contribuir a que salga adelante, darle ánimos para que coja fuerzas, y remonte vuelo por sí mismo, impulsado por el amor, por la pasión, por la ilusión de poder reforzar un alma accidentada, sin otra recompensa que una medio sonrisa agradecida, sin más pago que la satisfacción del deber cumplido, con la altruista vocación de quien lo hace por amor, y para el amor hacia sus semejantes, aliviando noches oscuras de zozobra, y alzándoles del pozo sin fondo al que parecían abocados.
Pero tras cada persona que los ayuda, y no solo del que necesita ayuda, suele haber alguna historia desaforada, desamparada, lacerante, que les impele a tender la mano, y rescatar al que lo necesita del terreno pantanoso, de las arenas movedizas, del sinsabor de la crudeza cotidiana, para mejorar su mundo áspero, ingrato, intransigente, y atroz, que puede ser una cárcel, o un infierno como cualquier condena absurda o arbitraria que los atrapa sin aparente remisión ni alivio.
Son esas anónimas manos tendidas, las que salvan la cotidianeidad de tantísimas personas frágiles o rotas, que han sido dados de lado de la fortuna del amor familiar, o de la compasión de los allegados.
La mayoría de los niños y adolescentes que hay acogidos, arrastran una terrible historia de abandono, y sobre todo, de abusos de todo tipo, sexuales también, de los adultos hacia ellos, con toda su secuela de rechazos, violencia, inadaptación, y profunda soledad, sentimientos de culpa injustos pero lacerantes.
También, algunos de los cuidadores tienen esa marca lamentable en sus vidas.
“It's because you are the weirdest, most beautiful person that I've ever met in my whole entire life”
Short Term 12 es un drama del año 2013, escrito y dirigido por Destin Daniel Cretton.
Protagonizada por Brie Larson, John Gallagher Jr., Kaitlyn Dever, Stephanie Beatriz, Rami Malek, Alex Calloway, Melora Walters, Keith Stanfield, Silvia Curiel, Harold Cannon, entre otros.
Short Term 12 está basada en el cortometraje del mismo director y del mismo nombre, producido en 2009.
El proyecto, parte de la experiencia del propio Cretton, trabajando después de la universidad, en un centro de acogida similar al que sirve aquí de localización principal; y sabiamente decidió utilizar lo vivido y aprendido ahí, para realizar un cortometraje en 2008, cuya verosimilitud y sinceridad, le hizo merecedor de varios premios.
Con ello, Cretton ya tenía una buena carta de presentación para desarrollar un guion de largometraje, que a su vez, presentó en un concurso en 2010, y que igualmente ganó, cimentando incluso más las bases de este Short Term 12.
Y en los parámetros del circuito independiente de EEUU, tal guión es aquel que sabe explotar los conflictos de sus personajes de una manera lógica, pero a la vez imprevisible, que sabe unir la repetición con la novedad en localizaciones casi siempre familiares.
Allí vemos a Grace (Brie Larson), una joven de veintitantos años, que trabaja como supervisora en Short Term 12, un centro de acogida para adolescentes en situación de vulnerabilidad.
Le encanta su empleo, y está entregada al cuidado de los chicos:
Cada uno con su particularidad, pero con un común denominador:
El abandono emocional; pero al mismo tiempo, ella se debate con su propio pasado conflictivo.
Cuando ingresa en el centro una chica inteligente e inquieta, llamada Jayden Cole (Kaitlyn Dever), Grace se da cuenta de que no puede seguir dando la espalda a los problemas que arrastra desde su propia infancia.
Probablemente la mayor responsabilidad en ésta historia, la lleva Grace, siendo una mujer madura para su edad, que vive afectada por la presión de tener un hijo en un mundo que ella no quiere, rodeada por niños abandonados.
Así, Short Term 12, es una valiosa muestra de lo mejor que el cine indie puede ofrecer, pues en este sector alternativo de la industria, se suelen desarrollar igualmente trabajos que combinan con aparente desenfado, y con visible sencillez el humor y el drama, realizando con ello, un comentario engañosamente liviano sobre los problemas que pueden afectar a determinado sector de la sociedad.
“It's impossible to worry about anything else when there's blood coming out of you”
El cine sobre conflictos adolescentes, siempre presentado con pretensiones de cercanía y personajes conmovedores, suele acabar transitando por el camino que precisamente quiere evitar:
El de la incredulidad.
Las “ovejas descarriadas” terminan siendo acogidas por un personaje de mandato inquebrantable, generalmente bastante lacónico, y que suele arrastrar conflictos con los que convive, mientras lleva a cabo su misión.
Muchas películas, se han hecho sobre la vida en reformatorios, orfanatos o instituciones gubernamentales, similares con niños y jóvenes en situación vulnerable y/o de hogares desestructurados.
Menos habitual, es el acercamiento a la clase de hogar de acogida que nos muestra Short Term 12, una especie de purgatorio, hasta que los burócratas deciden qué hacer con ellos, y sobre todo lo que la hace “especial”, es el acercamiento a los trabajadores que se hacen cargo de estos chicos, de intentar que su estancia sea lo más placentera posible, y ayudarlos en lo que puedan.
Desde le póster promocional, con la bandera de EEUU ondeando al viento, atada al cuello de un niño que huye de sus cuidadores, metros tras él... es la imagen que resume todo de Short Term 12.
El título, es el nombre de la institución que acoge a menores de edad, que por diversas circunstancias, se encuentran aparentemente solos, frente a un mundo al que aún no han comenzado a enfrentarse.
El tiempo que los jóvenes pasan en el lugar, es de aproximadamente 1 año, pero algunos están un par de años más, mientras se determina donde más podrán vivir.
Sus progenitores, no saben qué hacer con ellos, en sus mezquinas luchas, priman el bienestar individual, por encima de la familia desestructurada.
Muchos de estos niños, se encuentran en ese centro de acogida, porque sus padres no pueden hacerse cargo de ellos, ya sea de forma individual, tras una ruptura de la pareja, o muerte de alguno de ellos, o ambos, o de forma conjunta.
Sus padres, no les dedican esa atención y ese amor que la institución tratará de darles.
Según Grace, la labor de las personas que trabajan en el centro de acogida, no consiste en ser los padres ni lo terapeutas de los adolescentes.
Y tiene razón.
No son los padres, ya que muchos de los niños alojados en el lugar, están ahí precisamente, porque la relación con sus familias es problemática.
Y no son sus terapeutas, ya que en aquellos casos, existe una relación más impersonal, entre profesional y paciente.
La labor de Grace y sus compañeros, consiste más bien, en ser amigos de los jóvenes, en escucharlos, entender sus problemas, y crear un ambiente seguro donde puedan vivir.
Pero en este centro no sólo encontraremos a Grace…
Aquí también trabaja su pareja, Mason (John Gallagher Jr.), Jessica (Stephanie Beatriz), Nate (Rami Malek), y los niños del centro.
Por nombrar, nombraré los 3 que se comen la pantalla con sólo decir una palabra, con sólo moverse, con sólo sentir el dolor, y la desesperación:
Sammy “El fugas” (Alex Calloway), Luis “El buscaproblemas” (Kevin Hernández), y Marcus “El rapero” (Keith Stanfield)
El éxito de Short Term 12, trae causa, sobre todo, del sentido común, la paciencia y el saber hacer de su guionista y director, para sacarla a la luz; en un drama, donde el humor también es muy importante; y no solo con el humor se puede sobrellevar tanta desgracia.
Short Term 12 se inicia con una anécdota, momentos de relax del grupo de trabajadores del centro, en el que cuentan historias al novato, Nate, y que se identificaría con el del propio director, que trabajó en un centro para documentarse.
El contador de historias, será Mason.
Del mismo modo Short Term 12 concluirá con otra anécdota, otra escena igual, que da estructura circular a la obra, aunque el tono de la historia sea distinto, y tras todo el desarrollo, ambas historias adquieran matices diferentes.
En concreto, en Short Term 12, esto se lleva a cabo mostrándonos la convivencia entre adolescentes de pasado turbio, y familias desestructuradas; y los asistentes sociales, también jóvenes, y afectados por cierta carencia que custodian el agradable centro, en que los primeros son acogidos temporalmente.
Aunque el protagonismo recae sobre uno de esos asistentes, Grace, la historia le dedica también el suficiente tiempo y espacio a algunos de los internados, como el rebelde Marcus, o la afligida Jayden, así como a otro de los asistentes, como Mason, que mantiene una relación de amor y amistad con Grace.
Lo inteligente, sin embargo, de esta construcción narrativa, es que no vamos conociendo a los personajes por intervalos, o por separado, sino que la evolución de los mismos, resulta de sus interacciones normalmente por pareja, no solo entre Grace y Mason, sino entre aquella y Marcus, o Jayden o entre aquel y Marcus… en íntimas y reveladoras escenas, que poco a poco nos van dando información sobre cada uno de ellos, y sobre todo, sobre las razones por las que Grace sufre una depresión que intenta ocultar con una actitud afable, y despreocupada.
Un acierto a mi parecer, es que Short Term 12 no muestra a los personajes como héroes silenciosos, que realizan un trabajo más grande que la vida.
Son simplemente seres humanos, que tratan de hacer lo mejor posible en sus actividades, a pesar de sus dramas personales y la dificultad de su entorno laboral.
Así mismo, los adolescentes no son presentados como meras herramientas para que los protagonistas puedan aprender una valiosa lección, a través del arco argumental de la historia; son reflejados como seres humanos, víctimas y rebeldes al mismo tiempo, por una situación socio económica que les ha impactado traumáticamente.
La estructura más general, está inteligentemente concebida, concretamente en base a una simetría, empezando con la llegada al centro del inexperimentado empleado Nate, personaje secundario que le sirve a Cretton para informarnos sobre cómo funcionan las instalaciones, y quiénes son los que actualmente las ocupan.
Es un recurso instrumental, y poco original, pero que cumple su propósito y que, como hemos apuntado, permite al final, cerrarla con una secuencia muy similar, ya no de nueva incorporación en plantilla, sino de nueva perspectiva de uno de sus integrantes:
Grace.
Y una de las mejores cosas que tiene Short Term 12 es que no cuestiona el por qué están estos adolescentes ahí “aparcados”
Es un mal que tiene nuestra sociedad, y no entra en valorar el por qué.
Están ahí, y hay que hacer algo con ellos.
Mientras se resuelve su vida, y hasta que alcancen los 18 años, ahí estarán acogidos/recogidos.
En especial, Grace tiene una enorme virtud:
Empatiza con los jóvenes; sabe escuchar, y sabe cómo se sienten:
“Son pájaros que no saben volar, y se encuentran entre rejas.
Están ahí para controlar su vuelo, para que no les cacen antes de ser adultos”
Poco a poco, Grace va dulcificando el carácter, muchas veces violento de los chicos.
Pero la llegada de Jayden, pone patas a arriba su vida.
Sus fantasmas se han despertado, y le alborotan la cabeza.
Cuanto más trata de ayudar a Jayden, más intranquila se muestra...
Es su paz, es su hogar, es su vida.
Y es que Grace ha sufrido mucho, y su mente, con sus fantasmas, se ha cerrado para auto protegerse; vive encerrada en su drama personal, y no deja que Mason, su pareja, entre.
“En casa del herrero, cuchillo de palo”
No lo expresan así, pero Mason se lo dice bien claro:
“Aplícate esos consejos que cada 5 minutos das a los chicos” y no hay manera, hasta que algo sucede en las vidas de Grace y Jayden...
Son 2 mensajes de afirmación vital, los que subyacen en la construcción del drama de Grace:
1. La imposibilidad de superar los traumas, especialmente infantiles, sin verlos reflejados en otras personas, que actúan como espejo del drama, y nos impulsan a tener el valor suficiente para afrontarlo.
2. Que para comprender en profundidad las cosas que atribulan a nuestros semejantes, no hay mejor escuela que haberlas padecido en carne propia.
Estas 2 propuestas, quedan perfectamente evidenciadas en los 2 protagonistas, Grace y Mason.
La actriz, Brie Larson, dota a su personaje, de una humanidad empática, capaz de permear las reacciones y sensibilidades de las personas con quienes interactúa.
Es un ser humano con fallas como cualquiera, pero con una férrea convicción acerca de la diferencia que puede ejercer en los jóvenes a quienes apoya.
Porque, independientemente de querer mostrar los serios problemas que padecen, física y psicológicamente algunos niños, Short Term 12 no quiere dejar pasar la oportunidad, de hacernos recapacitar sobre la conveniencia o no de ser padres, de evaluar si estamos preparados, y tener la valentía de enfrentarnos a la respuesta; sobre la cruda realidad que hay ahí fuera, y que nosotros, que hemos crecido entre algodones, no seremos capaces de imaginar ni soportar, a no ser que lo queramos de verdad, como el personaje de Nate, el cuidador que decide cogerse excedencia, para conocer este mundo, es toda una parodia de cómo nos enfrentamos, o más bien, damos la espalda si podemos, a los problemas de la sociedad; o sobre la necesidad de protestar, y cambiar las normas sociales actuales.
Por poner peros, hay 2 momentos que no me han acabado de cuadrar:
La escena en que la protagonista entra en casa de Jayden con un bate de béisbol, así como la escena posterior, en que ambas se dedican a destrozar los cristales del coche del padre.
Tampoco se me hace creíble, que el del novio de la protagonista, tan paciente, comprensivo, enrollado y blando, que no da grima sencillamente porque no te lo crees… pero hay 3 escenas que me han conmovido especialmente:
El rap de Marcus, completamente desolador; no se puede decir más con menos.
La secuencia en la que Jayden cuenta “la historia del tiburón y el pulpo” a Grace, es desgarradora.
Y la escena en que el último de los cuidadores incorporado al centro, devuelve al niño, un pequeño juguete que, gracias a Dios, había quedado traspapelado.
Circularmente narrada, sus personajes son la base sobre la que giran unas bien elegidas historias, distintos niveles de profundización, de introspección, y de juego de espejos, sobre la realidad en los distintos niveles... reflejando la interrelación del futuro y del pasado, y de la superación diaria como meta, en una crueldad en bucle, con la que hay que saber convivir.
Y, en otro orden de cosas, aviso para navegantes psicólogos y demás profesionales de la salud mental, de la inoperancia e incluso negatividad de aplicar medidas estándar de tipo psicológico a ese tipo de pacientes, que precisan de un seguimiento personal tan cercano, como el de los cuidadores, fuente de datos que nunca debe orillarse, y mucho menos medicarse.
Un apunte sobre el sistema educativo, una convivencia sobre desfavorecidos, con habilidad para retratar la disciplina basada en el cariño y la atención negados por sus familias, sin la sensiblería acostumbrada, y con finales verdaderos y anunciados, una intimidad que encuentra un punto positivo, en la comparación con las experiencias y vivencias de los propios cuidadores, una película cultivada de maravillas y rarezas, con el tacto suficiente como para la comedia, enseñando el avance desde dentro, y desde fuera, sobre la ayuda, la crisis, y la humildad.
“You talk to me about it so that I can take your hand and fucking walk through this shit with you.
That is what I signed up for, Okay?
But I cannot do that if you won't let me in”
Qué complejo es criar a un hijo.
Qué bendición es ver que va construyéndose bien una persona, y qué desesperante asistir a una ruptura de la comunicación, de las necesidades más profundas, y no saber qué hacer.
Esa tarea que realizan los voluntarios de los centros de acogida, es impagable.
La sociedad, arropa a los suyos, pero también les aísla del exterior, si no se adaptan.
Sean sinceros, o mientan.
Denuncien, o no.
Tendríamos que hacer más caso a los niños, que, en realidad, van un paso por delante que todos nosotros.
Sin los niños, sin hacer crecer a las nuevas generaciones de forma libre, nos quedamos solos.
Sólo mira cómo los otros, al igual que tú, se tapan los ojos, y buscan ahogar lo que sienten, porque respirar un aire tan viciado, duele demasiado… allí, cuando tu mente se detiene por un segundo, te das cuenta que ellos y tú, tienen en común, encontrarse en medio de un silencio, que hace más ruido que una multitud gritando a todo pulmón.
Los niños, más que nadie, necesitan un entorno seguro, unos vínculos fuertes que le permitan desarrollarse plenamente, no sólo en lo físico, sino también en lo emocional.
El amor es necesario para todos, pero para los niños es mucho más que necesario, es la vida misma.

“Here we go”



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