Obvious Child

“I used to hide what my vagina did to my underpants”

La generación actual, denominada “Generación del Milenio” o “Generación Y”, ya que es la sucesora de la famosa “Generación X”; se caracteriza por estar en un constante estado intermedio.
Hitos como el matrimonio, tener hijos, o comprar una casa propia, son esquivos para esta generación, que debe lidiar con una falta de estabilidad.
Los miembros de este grupo demográfico, tienen problemas de carácter económico, debido a sucesos como la crisis financiera que surgió el año 2008, sumado a una incertidumbre laboral, y la carga de los créditos universitarios.
La falta de equilibrio de estas personas, se encuentra acrecentada además, por una indefinición, siendo categorizados en etapas intermedias, como la que se encuentra entre la adolescencia y la adultez.
“I remember seeing a condom; I just don't know exactly what it did”
Obvious Child es una comedia del año 2014, escrita y dirigida por Gillian Robespierre.
Protagonizada por Jenny Slate, Jake Lacy, Gaby Hoffmann, Paul Briganti, Stephen Singer, Jennifer Kim, Polly Draper, Richard Kind, Gabe Liedman, Cindy Cheung, Emily Tremaine, entre otros.
Gillian Robespierre y Jenny Slate, habían trabajado juntas recientemente, en un cortometraje sobre el aborto:
“Tras la presentación del cortometraje, muchas mujeres me contaban sus historias sobre el aborto.
Muchas aseguraban, que habían sido incapaces de hablar de ello con su pareja, y que preferían hablar conmigo.
Es increíble, cómo ese cortometraje cambió su manera de ver las cosas.
Así que decidimos hacer una película, porque muy poca gente ve cortometrajes…
Estábamos frustradas, por cómo se representan los embarazos de las mujeres jóvenes.
Esperábamos ver una película, que fuese más honesta, o al menos, una historia que fuese más cercana a muchas de las historias que conocemos.
Como no sabíamos cuánto debíamos esperar hasta poder verla, decidimos contar la historia nosotras mismas” dijo la directora.
“Creo que lo mejor que me ha pasado, es que actores a los que respeto, me han dicho que Obvious Child es una película divertida.
Y eso es importante.
Es importante ser un miembro fuerte de tu comunidad, ya sea de mujeres, de vecinos, de actores, de lo que sea.
Era muy importante que, además de ser una buena comedia, fuese única”, explica la actriz Jenny Slate.
Y es que Obvious Child es una historia de amistad, de encuentros casuales, y mala sincronización, con un tema controversial, bien asumido.
Donna Stern (Jenny Slate), es una chica judía, que está pasando por una de sus peores épocas en la vida.
Ryan (Paul Briganti) su novio, la acaba de dejar por una de sus amigas.
La librería donde trabaja Donna, está a punto de cerrar, y todo esto está afectando su acto de “stand up comedy” pues se basa en monólogos en su vida, donde habla de pedos y calzones manchados, y sobre todo, de cómo es su novio en la cama...
Una noche de bajas, encuentra a Max (Jake Lacy), un hombre totalmente opuesto a ella:
Juicioso, serio, y trabajador.
A pesar de momentos incómodos, y sentidos del humor que apenas se van comprendiendo, aun así se va a la cama con él...
Este encuentro queda como un “one night stand” pero unas semanas después, Donna se da cuenta que está embarazada... y no está preparada para tener un bebé, por lo que decide abortar; y justo la cita la tiene el 14 de febrero, “Día de San Valentín”
Nunca le dice a Max, quién la busca para que salgan juntos, va a sus actos de comedia, pero solo recibe rechazos de la parte de Donna.
Lentamente, Donna comienza a retomar su rutina de comedia, y eventualmente a salir con Max; y descubre que es un buen hombre, y consigue decirle sobre su embarazo, de la única manera que conoce:
Sobre el escenario.
Esta crisis existencial cinematográfica, promete:
Baile, amor, honestidad, las oportunidades de la vida, un aborto, y las decisiones que debemos tomar.
Aquí, el espectador se enfrenta al:
¿Qué pasa después de esos encuentros furtivos, en plena debacle sentimental por una ruptura, cuando se cree haber tocado fondo?
Y uno que se acuesta con alguien, que no es remotamente tu tipo, pero lo acabará siendo, en un profundo estado de confusión etílica, y con un preservativo defectuoso.
Para desmoralizar lo moralizante, y cuestionarnos sólo un poco, lo justo como para no tomarnos la vida tan en serio; la vida en Obvious Child es como una rutina de “stand up”, pero la gracia sale a la luz, antes de que te deje tu pareja.
“You're dizzy because you played Russian roulette with your vagina”
Obvious Child es una comedia romántica de lo incómodo:
Una ruptura, cesantía, pedos, un embarazo inesperado, “stand up comedy”, y un aborto, en la primera película de Gillian Robespierre.
Con asombrosa ética, de hacer visible lo que el cine se empeña en llamar tabú, Robespierre lanza una historia cotidiana, de un romance que no empieza ni termina, que es en verdad, el vehículo para mostrar desnuda a su protagonista, que todo lo que busca, es volver a su vida, cuando en verdad nunca ha salido de ella; y la muestra no como un personaje perfecto, que tiene todo claro, sino como una joven que se equivoca, tiene problemas, y no siempre está segura de los pasos a seguir.
Además, el hecho de que Obvious Child haya sido escrita y dirigida por una mujer, le entrega una dimensión distinta al caso de que un hombre narrase la historia.
Y es que el aborto es un tema que involucra el cuerpo de las mujeres, pero muchas veces, son los hombres quienes toman las decisiones, acerca de esta materia.
La estructura de Obvious Child, sigue la fórmula de las comedias románticas:
Protagonista terminando una relación sentimental, pasando posteriormente por un periodo de tristeza, y conociendo luego a un nuevo pretendiente…
Así se presenta un New York alejado de “princesas de peluquería con bolsos que cuestan el sueldo de un año de becario”, y nos muestra como fotografías de un carrete recién revelado, que la realidad no es un escenario de Hollywood.
Y normaliza, en resumen, la realidad.
Ni se esconde en un falso dilema, ni plantea ficticios escenarios, donde el “happy end” es la última redención del héroe, ni se reserva la eterna moraleja de Biblia en la mano.
Durante el metraje, Donna sufrirá un golpe de realidad, que la obliga a definir sus prioridades, y lidiar con problemas a los que no estaba acostumbrada.
Este viaje es de autodescubrimiento, donde la protagonista alcanzará la maduración.
Más que una cinta sobre el aborto, Obvious Child es una cinta sobre un personaje que decide hacerse uno.
Este procedimiento médico, no la define como persona, sino que es algo por lo que ha optado; y encuentra ese equilibrio, en el que el tema no es tomado a la ligera, ni es dotado de una carga dramática excesiva.
“La mayor inspiración creativa, surge en los peores momentos de la vida”, es el consejo de un padre a su hija, cuando busca consuelo y abrigo, por una amargura de vida que no se mueve, ni mejora.
Como veinteañera monologuista, después de una súper sincera actuación en el escenario de su vida sexual expuesta, Donna es abandonada por su novio en los lavabos.
A partir de ahí y, tras incisivo y profundo bajón anímico de opción por la bebida descontrolada, la lástima irónica para con una misma, depresión en tono de humor poco agraciado, por abandono y pérdida inesperada del trabajo, coge borrachera para aliviar penas.
Alentada por fieles amigos, donde conoce a desconocido amable y encantador, que servirá como clavo que quita otra clavo, sólo que esa estupidez irresponsable de una noche loca de desmadre y juerga, traerá las consecuencias de un embarazo inesperado, y la consiguiente reacción de la titular, sobre su caótico, torpe, y burdo proceder.
¿Seguirá siendo insensata o, veremos un cambio de actitud, y algo de cordura, responsabilidad, y juicio, en esta mujer que se comporta como niña caprichosa, a quien le han quitado su chupete; y se va con el primero que le ofrece uno?
Todo en Obvious Child, está construido en base a las ironías.
Es un chiste tras otro, como los encuentros, los desencuentros amorosos, como las manchas en los calzones, y los pedos de la primera cita…
Sería una comedia de enredos, si Obvious Child no tuviera la ventaja de ser lo suficientemente “indie”, como para evitar las principales tipificaciones; pero es más que eso.
Enfocada desde el punto de vista de la mujer treintañera con sus problemas, inquietudes... Obvious Child presenta lo grosero, y lo tonto, como lo real y cotidiano.
Entre todo esto, algún pedo/eructo, encabezados por una inteligente y desaliñada mujer, son la fórmula con la que la directora parece querer empatizar con el género femenino, aunque no lo dudo, quizás lo consiga, por ser muy escatológico.
Donna deambula entre vidas reconocibles:
Ella subsiste con su trabajo mal pagado, aguanta las facturas de haber estudiado, se codea con cervezas y amigos, y comete errores que asume como suyos.
Y es que los comediantes son raros, por eso Jenny Slate encarna tan bien el papel de Donna, que solo responde con ironías y chistes, a todos los contextos en los que se encuentra.
¿Qué el novio te deja por tu mejor amiga?
A emborracharse.
¿Qué pierdes el trabajo?
Emborracharse.
¿Qué estoy triste y deprimida?
Emborracharse.
¿Qué no sé qué hacer con mi vida?
A emborracharse y, completas este cansino y perezoso observar, teniendo sexo, sin protección, con el primer extraño que te saluda, hace caso, y te invita a una copa; es decir, sábado noche de cualquier discoteca, llevado a la gran pantalla y, si no se aguanta dicha inmadurez en vivo y directo… se queda para siempre.
Es Nellie (Gaby Hoffmann), su mejor amiga, la que le da a  Donna un discurso que es el mensaje político más fuerte de Obvious Child:
“No le debes nada, ni siquiera lo conoces.
¿Por qué te importa lo que necesita saber?
Tú eres la que debe hacerse el procedimiento, pagarlo, usar las malditas toallas con alas, ¿sí?
Si él estuviera embarazado:
¿Se preocuparía por ti?
No, estaría tratando de sacarse esa cosa de adentro.
¡Maldita sea!
Ya vivimos en una sociedad patriarcal, donde un par de raros, y viejos hombres blancos, legislan nuestras vaginas.
Necesitas preocuparte por ti misma”
Pero:
¿Por qué la protagonista se pone a llorar, cuando va a preguntar sobre la posibilidad de tener un aborto?
Por el dilema moral que supone, saber que no será madre, y el futuro niño que nunca tendrá...
Al darse cuenta de que es un proceso irreversible, duro, y que puede dejar secuelas, sobre todo psicológicas.
Porque cuesta $500…
Además, Obvious Child cumple la gran labor, de presentarnos un personaje femenino complejo, y donde sus dilemas en la vida, van mucho más allá de conseguir, o no un novio.
Donna quiere seguir trabajando en comedia, tiene amigos, y una buena relación con sus padres.
Se siente apoyada por los que la rodean, nadie le hace un desaire por su decisión, e incluso, su madre le cuenta que pasó por lo mismo, cuando estaba en la universidad, cuando todavía los abortos era ilegales en Estados Unidos...
Aunque es una comedia, Obvious Child no se burla del aborto, ni lo trata de manera liviana.
Hay algunos momentos, donde se hacen chistes sobre este, pero no son malintencionados, sino simplemente un reflejo del carácter desinhibido de la protagonista.
Y una de las principales virtudes de Obvious Child, es que no enarbola una bandera de lucha sobre el tema, sino que es capaz de transmitir su postura sobre el aborto, con el suficiente tacto.
La directora Gillian Robespierre, buscaba demostrar la libertad que tiene Donna, al momento de tomar una decisión, y lo hace sin caer en excesos, ni dar sermones; y cuenta un “te podría pasar a ti”
La única lección es, que el aborto es algo que se lleva haciendo, incluso cuando era ilegal, y que se seguirá haciendo por el bien de las mujeres con un embarazo no deseado.
Es una defensa de las libertades, sin poner el puño en alto, ni dar un golpe en la mesa.
Obvious Child es una historia cotidiana, como cualquiera, pero que pocas veces se cuenta de forma tan desenfadada, simpática, y romántica; es más, de las pocas veces que se cuenta de esa manera tan abierta.
Para poner algo malo, Obvious Child podría verse como una película con personajes mediocres, viviendo vidas mediocres, con una especial obsesión por la palabra “vagina”, reiterada en más de una decena de ocasiones, a lo largo del metraje.
La pretendida comicidad, brilla por su ausencia, con una protagonista con cierto síntoma de imbecilidad, con un tono vocal irritante y aniñado, aunque el mérito de lo narrado sea exclusivamente reflexivo.
Puede dar una razón que aprueba la lectura correcta del presente, pero que no siente ganas de acompañarla en la aventura.
“Why are you...
Stop looking at your phone while you're dumping me!”
En Hollywood hay una regla, casi salida del Código Hays:
Si van a abortar en tu película, prepárate para luchar con el estudio, para que se pueda hacer.
Si tu personaje piensa abortar, o bien se retractará, o lo perderá por causas naturales.
Si el personaje de tu serie va a abortar, mejor que lo haga en la televisión de pago, y no en la pública.
Si tu heroína va a abortar, asegúrate que lo haga de un personaje muy, muy, malvado.
Resulta que no hace muchos años, El Estado de California aprobó una ley que permitirá a las enfermeras y asistentes sanitarias, realizar abortos en el primer trimestre de embarazo, es decir, cumpliendo las 12 semanas, sin la necesidad de que está práctica sea realizada por un médico.
California, se une así a otros 4 Estados:
Oregon, Montana, Vermont, y New Hampshire, en los que no es necesaria, o por lo menos, no se prohíbe que está práctica de interrupción de embarazo, sea realizada por un profesional sanitario no médico.
Para ello, según la medida aprobada, estos profesionales deberán haber realizado al menos, 40 abortos bajo supervisión médica.
Esta sería una forma de ir liberando la práctica del aborto, de todos esos prejuicios morales/religiosos que tratan de obstaculizarla, rodeándola de toda una cultura negativa y culposa hacia la mujer, que tanto influye en su consideración social, y que se resume muy bien en la frase:
“Yo he abortado, tú has abortado.
Todas callamos”
Por todo ello, cualquier medida que venga a normalizar la práctica del aborto, como una práctica sanitaria más, aunque sea fuera de nuestras frontera, es importante visibilizarla como ejemplo para ir transformando una realidad, que recorta derechos, y trata a las mujeres, como menores necesitadas de tutelaje.
Y es que pocas veces se trata el tema del aborto en la gran pantalla y menos de manera de comedia; y cuando se ha hecho, ha tenido una visión totalmente negativa, y trágica; incluso en comedias independientes.
Por tanto, Obvious Child se encarga de aclarar, que el aborto sí es una opción válida, y que no es un procedimiento doloroso, que las clínicas no son sucias, ni dan miedo; que lo hijos no son necesarios para que una pareja se mantenga unida, que no es peligroso, y que casi nadie muere en él; el porcentaje es cercano a 0%; que no necesariamente va a derivar en una depresión, ni en una separación de la pareja, que el precio, sí es una barrera importante, y que los hombres sí tienen que estar involucrados, porque es un proceso en el que se necesita apoyo; además, la concepción se hace de a dos.

“I decided to be on the list of the very many women that have done this”



Comentarios

Entradas populares