The Double

“You don't exist anymore”

Si tomamos la descripción que de la esquizofrenia hace el psiquiatra escoses Ronald David Laing, en su libro “The Divided Self” (1960), se define a la persona esquizoide como:
“Un individuo en el que la totalidad de su experiencia está dividida de 2 maneras principales:
En primer lugar, hay una brecha en su relación con su mundo; y en segundo lugar, hay una rotura en su relación con uno mismo.
Tal persona no es capaz de experimentarse a sí misma “junto con otras” o “como en su casa” en el mundo, sino que, por el contrario, se experimenta a sí misma, en una desesperante soledad, y completo aislamiento; además, no se experimenta a sí misma, como una persona completa, sino más bien como si estuviese “dividida” de varias maneras, quizá como una mente, más o menos tenuemente ligada a un cuerpo, como 2 o más yos, y así sucesivamente”
El ser humano, ha fantaseado con la idea de un superyó, desde que sus limitaciones, tanto físicas como intelectuales, y le han impedido desempeñar con eficacia determinadas tareas concretas, provocando de esta manera, una humillante decepción, propia o ajena, que le conduzca a la especulación figurativa de un “Yo” superior, que logre resarcirle del agravio sufrido.
Por su parte, en la literatura, Fiodor Dostoyevski, llevó esta entelequia al papel, por medio de su novela “Двойник” o “El Doble” siendo la 2ª novela escrita por el autor después de “Бедные люди” o “Pobres Gentes”, escrita en, y publicada el 30 de enero de 1846.
Posteriormente, fue reeditada, y republicada por Dostoyevski, en 1866.
No tuvo una gran acogida, pues se la vio como un intento mal logrado de copiar a Nikolai Gogol, ya que ambos trataban el tema de un funcionario público, golpeado por la maquinaria del estado, y la alta sociedad.
La obra de Dostoyevski, gira en torno a la vida de un funcionario del Estado ruso, llamado Yakov Petrovich Goliadkin, a quien, al ser rechazado en una comida que ofrecía su jefe por el cumpleaños de su hija, su personalidad se “parte”, y enfrenta una despiadada lucha interna, que enfrenta a un “súper Goliadkin”, con la realidad, con “el Goliadkin de carne y hueso”
La obra, contiene aspectos burocráticos, existencialistas, y aborda el tema de la libertad, en un tono irónico y malvado; y no es más que la libertad manifestada en el deseo, el desenfreno, o el engaño; y la imagen del “doble”, como predecesor del estudio científico del desdoblamiento de la personalidad:
Esta novela, asombra al lector por su clarividencia, al relatar con toda crudeza, el proceso mediante el cual, el esquizofrénico lleva a cabo la destrucción del “Yo” en favor de un “Superyó” dominante; y se adelanta medio siglo, a la reformulación que el psicoanálisis realiza del estudio del desdoblamiento de la personalidad.
La importancia de esta obra, en el contexto de la novelística europea y, en general, del asunto del desdoblamiento de la personalidad, es ciertamente elevada.
Ejemplos de desdoblamiento, abundan en todas las épocas, desde “El Otro” de Miguel de Unamuno, hasta algunos cuentos de E.T.A. Hoffmann, como “El Hombre de Arena” y “Los Autómatas”, pasando por “El Retrato de Dorian Gray”, “Doctor Jeckyll y Mister Hyde”, “La Metamorfosis”... y un largo etcétera.
“I don't know how to be myself”
The Double es una película de suspense, del año 2013, dirigida por Richard Ayoade.
Protagonizada por Jesse Eisenberg, Mia Wasikowska, Noah Taylor, Wallace Shawn, James Fox, Cathy Moriarty, Yasmin Paige, Chris O'Dowd, Sally Hawkins, Paddy Considine, Rade Serbedzija, Phyllis Somerville, Gemma Chan, Craig Roberts, entre otros.
El guión es de Richard Ayoade, y Avi Korine, sobre la novela homónima del escritor ruso Fiodor Dostoyevski.
Esta adaptación de Dostoyevski, potencia los elementos kafkianos que contiene la obra, mediante una espectacular escenificación del absurdo mundo, siempre iluminado tenuemente, en el que viven.
Sin embargo, deja a un lado las implicaciones políticas que pudiera tener la historia, para centrarse en el aspecto sentimental, servido con solidez, gracias a las matizadas interpretaciones.
Simon James (Jesse Eisenberg), es un joven que trabaja en una empresa dedicada a procesar datos.
Su oficina, es un lugar gris y aburrido, lleno de tareas monótonas.
La presencia de Simon, es apenas notada por la gente que está a su alrededor, pese a que lleva 7 años trabajando en la misma empresa.
Lo único que lo mantiene animado, es la presencia de una joven llamada Hannah (Mia Wasikowska), que trabaja en la sala de fotocopiadoras del edificio.
Por lo que Simon inventa cualquier tipo de excusa, para poder ir a verla, pero sus interacciones son torpes, debido a su inseguridad.
Pero su vida sufre un radical cambio, cuando un nuevo empleado llega a la oficina...
Se trata de su “doppelgänger”, James Simon (Jesse Eisenberg), quien es físicamente idéntico a él, pero posee una personalidad más extrovertida.
Aunque es menos inteligente que el protagonista, James no tarda en escalar profesionalmente en la empresa, aprovechándose del trabajo realizado por Simon.
La situación se complica aún más, cuando Hannah le confiesa a Simon, que está enamorada de James.
James, es presentado como un personaje totalmente opuesto al tímido Simon.
Mientras Simon se deja pisotear por el resto, James es un tipo desvergonzado, que busca sacar provecho de todas las situaciones.
El carácter simbólico de estas diferencias, no se deja esperar, ya que James se convierte en una especie de consejero de Simon; a cambio de su ayuda en las tareas de la empresa, el recién llegado decide transformar a Simon, en una persona más segura de sí misma, actuando como una representación de su propia conciencia.
Sin embargo, Simon no es capaz de adoptar esta nueva personalidad, quedando nuevamente relegado, mientras ve cómo su doble recibe todos los reconocimientos que le correspondían a él.
James, es todo lo que Simon desea:
Una persona segura, que no titubea, que es capaz de hablar de igual a igual con sus jefes, y que es exitoso con las mujeres.
Pero pese a todo esto, James también posee algunas falencias, como un carácter violento, y una tendencia a la mentira.
Esta inevitable lucha, exige el triunfo de una personalidad sobre la otra, ya que ambas no pueden coexistir.
Simon, debe encontrar una manera de librarse de su doble, y reclamar su propia vida.
A fin de cuentas, The Double es una historia de maduración, y autodescubrimiento, donde se debe aprender a afrontar sus problemas interiores, pero sin corromperse en el intento.
“I know what it feels like to be lost and lonely and invisible”
The Double, es una propuesta interesante e inteligente, una catedra de lógica argumental, y habilidad narrativa, dentro de un contexto surrealista.
Desde la primera aparición en pantalla, percibimos que Simon denota una clara perturbación mental, su timidez e introversión, lo llevan a un completo rechazo hacia su persona.
Incapaz de afrontar las situaciones sociales, que su naturaleza intrínsecamente vanidosa desearía, como flirtear con chicas, simpatizar con el jefe, su cerebro se llena de pretensiones, que consiguen obsesionarlo hasta convertirlo en una delicada pieza de relojería, al borde de la explosión.
En una sociedad manipuladora, y prácticamente automatizada, sin cabida para la elección personal, o las ideas fuera de los márgenes, con una madre que no es capaz de reconocerle, y mujer de ensueño, que nunca se ha percatado de su existencia, Simon no es más que una hormiga más en la cadena de producción, alienado por su soledad, y su falta de carácter, hasta que se ve asaltado por alguien que posee todo aquello que nunca habría podido imaginar.
Aquí todo funciona, y gira en torno a Simon, desde un suicidio fortuito, su amor no correspondido, su inseguridad, su mecánico ambiente de trabajo, y su mala fortuna, hasta la banda sonora, el oscuro encuadre en la tomas, y su relación dependiente con un entorno, al cual es ajeno, y en cierto aspecto, aborrece.
Durante esta avasallante, maestra, y misteriosa parte introductoria, todo queda asentado y confabulado, para que de repente aparezca un doble de Simon, una fortuita copia de mismo, que después se convertirá no solo en una amenaza suplantadora, sino en una proyección de su ser de lo que siempre ha añorado alcanzar en su bizarra y mundana vida, que es sencillamente, ser alguien tomando en cuenta.
Así, Ayoade logra un doble objetivo:
Primero, el hacer que aceptemos este suceso, gracias a su coherencia argumental, y su habilidad directiva; el segundo, que el espectador logre entretenerse siguiendo al pobre, carismático, y bipolar Simon.
¿Es una realidad su doble?
¿Es una proyección mental?
Ayoade se sirve de esta manía persecutoria, y creación de enemigos imaginarios, para mostrar la pseudorealidad, siempre distorsionada por la alternancia indiscriminada, e imprevisible de alucinaciones y circunstancias verídicas, de un sistema grotesco, regido por la incompetencia burocrática, que etiqueta a las personas por números, y a éstos les asigna una función/rendimiento.
Sólo la locura, podría llevar a un sujeto/número a rebelarse contra ese régimen, que exige la sumisión absoluta de sus integrantes, fácilmente reemplazables, en caso de no alcanzar las expectativas deseadas, por cualquier otra cifra de similar valor.
En este punto, llegaría la desaparición completa de dicho individuo, siendo íntegramente eliminado, y con efecto retroactivo, cualquier rastro que su paso haya podido dejar por la organización gubernamental.
La pregunta al final es:
¿Quién es el gemelo malvado de quién?
Incluso uno creería, que Simon es el “doppelgänger” de James, el fantasma que lo pena, pero que al final encuentra redención, cuando Simon decide “dejar de ser Pinocho”, y tomar los hilos de su destino, motivado fundamentalmente por su corazón…
The Double se perfila entonces, dentro de los límites oscuros, valga la redundancia, de la comedia negra, donde lo incómodo que uno se siente al ver a Simon ser un fantasma, y a James ser un sol.
El meticuloso diseño de producción, crea un universo oscuro, a menudo subterráneo, repleto de ruidosos ascensores, luces y televisores parpadeantes, y fotocopiadoras y ordenadores prototipo de los años 50.
Sin embargo, bajo las rarezas de su superficie, Ayoade elabora un cuento, que es a la vez, una tierna historia de amor, y una meditación sobre la naturaleza de la existencia, e incluso, se beneficia de una buena dosis de humor sarcástico.
Para intentar llevar a buen puerto, esta delirante y tragicómica historia, de un tipo que no es más que “otro ladrillo en el muro”, como diría Pink Floyd; Ayoade se apoya en un dúo protagonista:
Eisenberg y Wasikowska, que están formidables, y un grupo de secundarios de lujo, que los arropan admirablemente.
El director, ha conseguido además, la mejor actuación hasta la fecha de Eisenberg, en un exigente doble papel en donde hay claras diferencias entre los personajes:
Desde el manejo rápido de su dialogo, y lenguaje oral, que compensa su incapacidad en el lenguaje físico, tenemos a un perfecto sociópata, esquizoide, listo para vestirlo en el traje sastre y holgado de Simon James.
Y Jesse Eisenberg, tiene la ardua tarea de convencernos, de que ambos tienen personalidades diferentes.
Y creo que lo logra.
Los mismos manierismos de Eisenberg, hacen más obvias las diferencias.
Por ejemplo, Simon no mueve los brazos al caminar, mientras que James sí los mueve…
No cabe duda que Ayoade, la producción, y el mismo Eisenberg, saben sacarle provecho a las virtudes/defectos de este último.
Otra cosa que me llamó la atención, es que la ambientación temporal, que es solo una sugerencia.
Parecería tratarse de una época distópica, estilo Orwell, con su “Gran Hermano” respectivo, pero a ratos, esa idea se difumina, para finalmente no encargarse de la atmósfera, y pasar a ser solo una anécdota dentro del relato en sí.
La tecnología parece de antes de La Segunda Guerra Mundial; esto es parte de lo que me hace sentir desorientado, a la hora de intentar entender a los personajes, y es lo que también me lleva al punto de que The Double es una película rara.
Sin embargo, el principal hándicap de The Double, es que no aprovechan las magníficas oportunidades que brinda la obra de Dostoyevski, para hablar de la alienación de las personas, por la maquinaria económica y social.
El trasfondo del texto original, sobre la imposibilidad de ser uno mismo, y la angustia y locura que en las personas, se induce como consecuencia de la opresión, monotonía, y homogeneidad que se imponen en un sistema social que reprime todo aquello que se sale de lo pautado, y queda en segundo plano, en pos de extravagancias y delirios impostados, que restan fuerza al conjunto, a base de situaciones surrealistas, tanto a nivel visual como argumental, que parecen buscar más la comicidad y la sorpresa, que la denuncia y los peligros del abismo personal.
The Double, deja ver también, una lectura de la singularidad humana, perdida en una sociedad que se repite constantemente, donde se imitan valores propios, provenientes de la globalización, donde cada quien, quiere pareciera, sentirse cómodo, siendo parte del hato.
En fin, The Double es una experiencia muy curiosa, única, agobiante, y pesadillesca, muy recomendable para aquellos que nos enfrentamos a diario contra el absurdo de la existencia, y tratamos de no mentirnos a nosotros mismos.
Especial atención en algunos guiños a cintas de Terry Gillian y Alfred Hitchcock.
La banda sonora es de Andrew Hewitt, y cuenta con una progresión de acordes pesados, provenientes de la pieza llamada “Der Doppelgänger” de Franz Schubert.
“You're no longer in the system”
Individualidad, preciado tesoro.
Verse reconocido como motor, y no como herramienta, es un objetivo diario.
Hay misterios que son sencillamente inexplicables, ese es el caso de los “Doppelgängers”, palabra alemana que significa “El doble que camina a tu lado”
El mito nos cuenta, que cuando a una persona se le aparece su “doppelgänger”, es augurio de una desgracia próxima, y aunque en ocasiones, el doble trata de advertir a la persona de algún peligro cercano, estos consejos suelen ser malvados, y lo que buscan es hacerle daño.
Son muchísimos los relatos que hablan de dobles que se han presentado, o aparecido a sus “originales”, algunos de ellos, como sacados fuera del tiempo, otros presagiando desastres e incluso, algunos más extraños, dictando obras literarias a sus gemelos reales.
Personas que advierten de haberte visto en un sitio donde no estabas, o incluso, haber hablado contigo de eventos que no recuerdas, como si un “doble” tuyo operase por tu cuenta.
El dicho de “no quiero ser Pinocho”, un muñeco de madera manejado por cuerdas; son las ganas de la individualidad, ser único, querer ser yo, existir, y sobre todo que me vean; algo que el “doppelgänger” no puede hacer...
¡No lo permitas!

“I'd like to think I'm pretty unique”



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