The September Issue

“Fashion is a religion.
This is The Bible”

La moda, es una fuerza increíblemente poderosa, creativa, e independiente, la cual, al igual que el aire, ha sido siempre una de nuestras necesidades básicas, de que los seres humanos, incluso de aquellos a los que “no les interesa la moda”, desde los tiempos en los que descubrimos el pudor, y nos avergonzamos de nuestros cuerpos desnudos.
La moda y nuestra única e individual relación con ella, ha sido y seguirá siendo una expresión de quienes somos, de nuestra cultura, de nuestra personalidad, de nuestro trabajo, estatus, estilo de vida, creencias, y la lista continua… pero:
O sabes de moda, o no.
El nombre de Dame Anna Wintour, OBE, significa hablar del poder, glamur, y elegancia.
Admirada por muchos, temida por otros; lo cierto es que esta mujer, es considerada una de las más poderosas en el mundo de la moda.
Anna Wintour, es el primer nombre que a uno se le viene a la mente, al hablar de influencia y poder en la industria de la moda, ya que ella es una de las personas más influyentes del sector; decide qué sí, y qué no estará de moda la próxima temporada.
Esto, que parece algo muy sencillo, y que queda a merced de los caprichos de una privilegiada, esconde mucho trabajo y conocimiento detrás, además de una personalidad muy fuerte.
Anna Wintour apodada “The Nuclear”, es la imperturbable editora, desde 1988, de “La Biblia” definitiva de la moda:
Vogue
La cual es una palabra francesa, que traducida quiere decir “Con Estilo” es una revista estadounidense de moda; conocida en el mundo, como “La Biblia de La Moda”, siendo la publicación más apetecida por los diseñadores para presentar sus colecciones; ya que ofrece reportajes de las marcas más importantes como:
Christian Dior, Prada, Chanel, Gucci, D&G, entre otras casas de moda de gran popularidad, además de las últimas tendencias de los jóvenes diseñadores de moda como:
Julien Fournié, Ricardo Tisci, u Olivier Theyskens, y también con modelos famosas como:
Gisele Bündchen, y Kate Moss.
Vogue goza del trabajo de los más reconocidos y renombrados escritores, fotógrafos, diseñadores, e ilustradores internacionales.
También, ofrece reportajes sobre estilos de vida, política, familia, y temas de interés femenino, como consejos de dieta, maquillaje, etc.
Por ello, La Wintour utiliza palabras como “sofisticada”, “extravagante”, “interesante”, e “inteligente”, para describir el perfil de la revista, siendo una digna continuadora del legado de Diana Vreeland, que entiende a la perfección, la industria que maneja con sus decisiones.
Criticada por su defensa del uso de pieles, y venerada por hordas de mujeres; “La Gran Reina de La Moda”, impone y marca tendencia, tanto por lo que elige publicar en “su” revista, como por su forma de vestir, y de comportarse.
Wintour nació el 3 de noviembre de 1949, en Londres; y ejerce como Editora Jefe, de la edición estadounidense de la revista Vogue, donde ha demostrado tener ojo clínico para detectar nuevas tendencias, y aupar a nuevos creadores.
De padre inglés, y madre estadounidense, Anna comenzó a interesarse en la moda mientras era una adolescente, y le aconsejaba a su padre, Charles, editor del periódico “Evening Standard”, sobre formas en las que podía mejorar la publicación, atrayendo a los jóvenes británicos de mediados de los años 1960.
Anna Wintour, estudió en el North London Collegiate School, ahí se rebelaba frecuentemente contra el uniforme, usando faldas.
A los 14 años, comenzó a peinar su cabello estilo “bob”, creación del diseñador del cabello, Vidal Sassoon, algo que hasta la fecha la caracteriza.
Luego de abandonar la escuela a los 16 años, optó por no ingresar a la universidad, e iniciar una carrera en el periodismo, en ambos lados del Atlántico, una travesía que se detuvo en New York, y en la revista Home & Garden, antes de que se hiciera cargo de la revista “Vogue Británica”, y finalmente de su edición principal, en New York.
En sus inicios en Vogue, Wintour usó a modelos poco conocidas, y mezclaba ropa barata, con ropa muy costosa.
El primer número, bajo su dirección, en noviembre de 1988, mostraba a una joven modelo israelí, en unos jeans de $50, y una playera de Christian Lacroix, con valor de $10,000.
También, se encargó de que los fotógrafos, maquillistas, y estilistas, tuvieran el mismo crédito en las imágenes que las modelos; y desarrolló la creación de 3 títulos alternos a “su” revista:
“Teen Vogue”, “Vogue Living”, y “Men's Vogue”
Su éxito por expandir la marca, le valió el título de “Editora del Año” por la revista “AdAge”
Su estilo de corte de pelo milimétrico, cortado con maquinilla, y el uso de lentes oscuros en lugares cerrados, se han convertido en su marca personal, una imagen común, que se despliega a lo largo de las primeras filas de los desfiles de modas de los mejores diseñadores del mundo.
Sobre todo el uso de sus lentes, estilo Wayfarer, son su sello personal, y los lleva a todos lados.
El hecho de que lleve lentes donde quiera que vaya, no es casualidad.
Son lentes graduados, que le sirven tanto para el sol, como para cubrir su mirada en las pasarelas, por lo cual, siempre la vemos usándolos en lugares cerrados.
Anna dijo en “60 Minutes”, que no le gusta que nadie conozca sus reacciones a lo que ve en los shows…
En lo personal, Anna Wintour tiene 2 hijos con David Shaffer:
Charles “Charlie”, y Katherine “Bee”
No obstante, Anna Wintour no es un monstruo, y mostró su buen sentido de humor, cuando asistió al estreno de la película “The Devil Wears Prada” (2006) vestida en un traje de Prada.
Algunos de sus defensores, la han visto como una feminista, cuyos cambios en la revista Vogue, han reflejado, reconocido, y fortalecido, en cierta manera, los avances en el papel de la mujer; y entre otras cosas, cambió el enfoque de Vogue, del culto a la belleza, a la creación de la belleza...
Más allá de tirar a las modelos de sus pedestales, el concepto de que la elegancia, es una construcción, y no un simple regalo, que permite que ésta pueda ser disfrutada por más tiempo, más allá de los 40, o 50 años.
Por eso, La Vogue de Wintour, les permite a las mujeres, imaginar un mundo.
Un mundo que cada vez es más accesible, en el cual, la búsqueda de la belleza refuerza, en lugar de eclipsar la autoridad femenina.
No debemos olvidar, que la industria de la moda, es una industria global, que mueve $300 billones; y Anna Wintour es una figura muy especial, una de esas que surgen cada muchos años.
Es sorprendente descubrir, el alcance de su poder e influencia, porque con ella, se dicta lo “IN”, y lo “OUT”
Este fenómeno, además, adquiere una mayor relevancia, ya que se trata de una mujer, en una industria, en la que los cuchillos muy afilados vuelan sin cesar.
Nadie sabe, hasta dónde llega Anna Wintour, y dónde empieza Vogue…
En sus propias palabras:
“Soy realmente muy competitiva.
Me gustan las personas que representan lo mejor en lo que hacen, y si eso te convierte en una perfeccionista, entonces lo soy”
El poder, siempre está de moda.
“There is something about fashion that can make people really nervous”
The September Issue es un documental del año 2009, escrito y dirigido por R.J. Cutler.
Protagonizado por Anna Wintour, Grace Coddington, Thakoon Panichgul, André Leon Talley, Sienna Miller, Karl Lagerfeld, Óscar de la Renta, Mario Testino, Jean-Paul Gaultier, Stefano Pilati, Patrick Demarchelier, entre otros.
Todo inició, cuando el director, R.J. Cutler, leyó la novela de Lauren Weisberger, “The Devil Wears Prada” (2003), sobre las supuestas maldades de Anna Wintour, y decidió plantear un largometraje, que mostrara al mundo, el trabajo en Vogue, sin maquillaje.
Wintour, sorprendentemente, aceptó.
“Fue algo muy personal.
A lo mejor no lo pensó bien; a lo mejor pensó, que era una forma de dejar un legado.
Anna no nos explicó las razones; simplemente se puso a trabajar”, dijo el realizador.
The September Issue, es un documental sobre el proceso de diseño, producción, y publicación del número de Septiembre de la revista Vogue, “La Biblia de La Moda”
¿Y por qué Septiembre?
Porque su publicación, especialmente importante, no sólo por cubrir este mes, el enero de la moda, sino por ser la que contó con más páginas en la historia de la revista; por ello The September Issue cuenta con la participación de muchas personas conocidas, e influyentes en la industria:
Desde los modelos, editoriales superiores, a los fotógrafos y diseñadores de moda.
Cinematográficamente hablando, hay poco que decir; es un documental bien hecho:
Buen hilo narrativo, y mejor fotografía; no es raro que ganará en Sundance, el premio a Mejor Fotografía, en la categoría documental.
En lo que a contenido se refiere, no hay más de lo que se ve:
Se muestra a Anna Wintour, editora de la revista, y a su equipo, durante el proceso de creación del ejemplar de Septiembre de 2007, que con sus 840 páginas, la gran mayoría de ellas de publicidad, y casi 2,5 kg de peso, se convirtió en el ejemplar más grande en la historia de esa publicación, hasta Septiembre de 2012, con Lady Gaga como tema principal, cuya edición, tuvo 916 páginas, y pesó 2.27 kg.
The September Issue representa entonces, el esfuerzo que va a hacer la revista, y la pasión que Grace Coddington, ex modelo, convertida en Directora Creativa, y la única persona que se atreve a enfrentarse a Anna Wintour, tiene para la revista de moda de gran prestigio.
Coddington, es a menudo descrita, como la principal víctima de la personalidad agresiva de Wintour.
La relación entre Wintour y Coddington, se revela como simbiótica, como Wintour reconoce la experiencia de Coddington, y buen ojo para el diseño.
Al final, Wintour aprueba la mayor parte de las ideas de Coddington, y aparecen en la versión final de la edición de Septiembre.
Anna se expresa:
“Creo que, por lo general, las personas temen a la moda.
Les asusta.
Les hace sentir inseguros, y la rechazan.
En general, la gente dice cosas degradantes acerca de nuestro mundo.
Creo que es porque, de alguna manera, se sienten excluidos del grupo de la moda.
En consecuencia, se burlan de ella.
Sólo porque te guste ponerte un hermoso vestido de Carolina Herrera, o unos vaqueros de J. Brand, en lugar de algo básico, de un centro comercial, no significa que seas idiota”
El documental, retrata los 9 meses que precedieron a la publicación del número de Septiembre de 2007; nos muestra cómo se maneja Anna Wintour, en el día a día, en la redacción de la revista:
Cómo selecciona el material, cómo descarta y elige a gusto, lo que decide publicar; cómo discute y contradice muchas veces a sus colaboradores más cercanos; cómo se relaciona de manera fría y deshumanizada con los demás, etc.
En The September Issue, Cutler y su equipo de 4 personas, consiguen desmitificar y exponer a una figura que nos atemoriza, en la misma medida en la que nos fascina.
Una figura que continuara atrayendo nuestra atención en los años que vienen, incluso aquella de los más escépticos de los no creyentes…
“El Diablo” y “au contraire”, de lo que debes estar pensando, cuando digo “El Diablo”, no me refiero a Anna Wintour, increíblemente, sino al verdadero Diablo interior…
La Moda.
“Many people say that you are an Ice Woman...”
Anna Wintour, es la Editora Jefe de Vogue, durante los últimos 20 años, todo un icono, y una de las personales más influyentes del mundo de la moda y la comunicación de nuestro tiempo.
Con su ya famoso “look”, siempre escondida tras su característica melena, y sus célebres gafas de sol, hasta ahora, nunca antes, había permitido que nadie se adentrara en los entresijos de su redacción.
Y R.J. Cutler, ha sido el realizador que ha logrado este hito sin precedentes.
Con las imágenes e información obtenidas, Cutler introduce al espectador, y desvela los numerosos misterios de un mundo que todos creen conocer, a la vez que acerca al espectador, todo el proceso de elaboración del número de Septiembre de 2007, una edición muy especial, y de números de auténtico récord.
“Ella es capaz de ser muy atemorizante”, dijo Cutler; de hecho, durante la realización del documental, ni siquiera le habló a Anna Wintour.
Es interesante ver, los intersticios de la construcción de un número de la revista; el de Septiembre, he ahí el título del documental, teniendo en cuenta que es un mes en el que se cambia, del verano hacia al invierno, y el tema es, cómo conseguir encontrar la palabra clave, y también los tonos de color clave para marcar tendencia.
Por esto, la directora y su equipo, tienen relación directa con los grandes diseñadores, y al mismo tiempo, está presente en todos los pases que se realizan tanto en EEUU como en Europa.
Sin embargo, me ha parecido interesante, la imagen que se hace de Grace Coddington, como la mente detrás de la revista, hasta el punto de que algunos críticos dicen, que Coddington le robo la película a Wintour.
Una opinión con la que desacuerdo, ya que la presencia de Coddington está allí, para brindar el toque teatral, el drama, el romanticismo, y la poesía.
Grace parece vivir a través de las modelos, a las cuales ella, personalmente viste y malcría, como quien malcría a una hija.
Y es que ella, a la edad de 17 años, participó en una competencia de modelos de Vogue, y alguien presentó sus fotos; terminando ganando la sección “Young Model”
A continuación, comenzó su carrera como modelo, para la revista Vogue; y a la edad de 26, tuvo un accidente automovilístico, que la dejó con lesiones en la cabeza, y un párpado fue retirado, reconstruido más tarde, a través de la cirugía plástica.
Pero 2 años después del accidente, fue entrevistada por el editor de la revista Vogue Británica, Beatriz Miller, y trabajó como Editor Junior.
Después de 19 años como Editor de Fotos con British Vogue, Grace se mudó a New York, para trabajar con Calvin Klein.
En julio de 1988, se unió a Anna Wintour en “American Vogue”, donde permanece como Directora Creativa de la revista.
Ella juega un papel destacado en The September Issue, involucrada en el estilo y la producción de la emisión de Septiembre.
También se pone de relieve, su relación a menudo tensa con Anna Wintour.
Curiosamente, fue con Grace Coddington, directora creativa de toda la vida de la revista, que Cutler tuvo problemas, a principios de 2007, cuando él y su equipo, se dispusieron a pasar 8 meses y medio con Wintour, y su personal.
Las primeras palabras de Coddington fueron:
“Go away"
Pero meses más tarde, después de que él pensó que podría estar haciendo progresos con ella, André Leon Talley, Editor de la revista en general, preguntó a Cutler:
“¿Qué le hiciste a Grace?
Realmente no le agradas”
Coddington dijo, que en un show, un micrófono manejado por uno de los técnicos de Cutler, le había golpeado en la cabeza….
Un par de meses después, Cutler encontró con Coddington en la calle, y ella explicó, que su antipatía no era personal...
“No me gusta hablar de mi trabajo, yo no soy una persona verbal, soy una persona visual” dijo Grace.
“La carrera de esta mujer, se define por colaboraciones extraordinarias con los fotógrafos”, dijo Cutler.
“Le dije a Bob Richman, Director de Fotografía, que si se acercaba a ella, podría darnos una oportunidad”
En mayo, Grace Coddington accedió a ser entrevistada durante 1 hora en la cámara, y Richman logró el punto de crear interés por la fotografía, juntos.
Otros enfoques de The September Issue, condujeron a una serie de conversaciones sinceras, como el acceso a sesiones de fotos en Roma, y París.
Y a eso del minuto 81, de los 90 minutos, se crea una discusión entre Coddington y Wintour, sobre una foto final con Richman y una modelo, con justificaciones tanto filosóficas y estéticas, que logró el clímax de la película; el tema implicó retocar la panza del camarógrafo; luego de que Anna Wintour comentó, que el estómago de Richman era “muy grande”, y necesitaba ser retocado, y de que Bob necesitaba ir al gimnasio...
“Ese es el tipo de momento, del que se sabe que va a pasar con cada documental, pero no tienes ni idea de lo que va a ser, o cuando vendrá”, dijo el director.
Y es que Grace, es la única que rebate las decisiones de Anna, por pura pasión y amor a su trabajo.
“No temas, no dudes, no te dejes intimidar.
Nunca te dejes intimidar”, le aconseja Grace a un joven editor, que tiembla ante la presencia de Wintour.
Y es Grace, el brazo derecho de Anna, y a pesar de que tienen muchas diferencias, se admiran mutuamente.
Coddington, es una apasionada del diseño y de la estética.
Wintour es el límite, pero no en el sentido censurador, sino más bien como jefa que tiene la última palabra, y que tiene una visión única.
Ambas parecen incompatibles, y es difícil imaginar que hayan podido aguantar tantos años trabajando juntas, pero al finalizar el documental, te das cuenta que, con sus más y sus menos, forman la balanza perfecta en Vogue.
“Son leyendas de la moda, mujeres que han cambiado ese mundo.
Cuando dejen su trabajo, no habrá forma de reemplazarlas.
No habrá más” dijo el director.
Con Grace, el mito de que todas las personas que se dedican a la moda, son “idealmente perfectas” se termina, lo que posiblemente la haga más cercana y admirada aún, por ser capaz de crear tanta belleza en sus composiciones, mostrándose tan sencilla.
Hoy, el rol de Grace Coddington es vital para ambos:
Vogue, y la industria de la moda internacional.
En The September Issue, Grace dice:
“Tienes que hacerte sentir, y sobre todo, hacerte necesario”
Anna la describe como:
“Genial y remarcable, y a menudo se refiere a Coddington, como la mejor estilista del mundo”
Por otro lado, podemos entender, que los miembros del equipo, se pasen todo el tiempo criticando los desplantes de La Wintour, que es quien decide, esto sí, y esto no...
Al fin y al cabo:
¿No es lo que hacen todos los directores de revistas?
Pero evidentemente, ella no es una creativa, es simplemente una organizadora con un gusto particular, que es el que impone, pero tal vez, lo más interesante de todo, es que es lo suficientemente inteligente, como para rodearse de un grupo, ese sí, de creadores.
Lo mejor del documental, tal vez está en sus extras, donde es posible conocer más a fondo a su colaboradora más importante, Grace.
Ella es quien hace todos los bocetos de los modelos que ven, quien además, tiene el concepto de las fotos, etc.
Luego viene Wintour, y corta, este sí, este no...
La pica entre ambas, y cómo Grace finalmente deshace lo que corta Wintour, es sensacional.
Creo que Anna Wintour, ha creado un personaje, del cual ella es esclava, pues a pesar de sus antipáticas características, suele verse por allí, en el desarrollo del documental, su lado más sensible y sincero.
Teniendo en cuenta que La Wintour se mueve dentro del frívolo mundo de la moda, donde las puñaladas deben ser el pan de cada día, no me parece que sea el bicho horrible del que hablan las revistas…
Hace su trabajo con decisión, y según parece, lo hace bastante bien.
Es cortante y seca...sí, pero ¿y...?
¿Hay obligación alguna, de ser de otra manera, para abrirse paso en ese mundo?
¿Será que las modelos son todas simpatiquísimas?
Por otra parte, tenemos “el asunto Sienna Miller”, que ni un vestida de Prada y Marchesa, con la maravillosa Roma de fondo, y con el genio que es Mario Testino, al otro lado del objetivo, da para una sesión de fotos decente, en la que hay que arreglarle la boca, los dientes, “photoshopearla” y ponerle peluca, porque no calza con el ojo de Anna.
Y vemos cuando Testino regresa con unas preciosas fotos de su cara…
“¿Y la ropa?
¿Dónde está la ropa?”, exclama Wintour.
“Necesitamos ropa.
Somos una revista de moda...” ya estresada.
Aunque se vea que lo suyo no es sólo poder, también soluciona problemas.
En una reunión con anunciantes, un directivo de la cadena Neiman Marcus, le da las gracias, por conseguir que los diseñadores, hayan aceptado utilizar telas más ligeras, para países calurosos.
Luego se queja de que las empresas de distribución, no llenan los almacenes con suficiente rapidez.
Wintour se pregunta, con una risa:
“¿Que tengo que hacer?
¿Alquilar un camión?”
Lo que llamó la atención, fue también el intento del documental, de acercarnos y humanizarnos a Anna Wintour, y mostrarnos su lado más humano:
Las escenas que comparte con su hija, no hacen más que subrayar la fría y aséptica relación que la directora de Vogue mantiene con todo su entorno.
Otro punto a resaltar, es el fondo construido por la revista Vogue, para atraer la atención hacia los nuevos talentos del diseño de moda.
En The September Issue aparece el tailandés, Thakoon, quien fue uno de los beneficiados por esta iniciativa de la revista.
Para cerrar, fue realmente increíble ver a Stefano Pilati, diseñador estrella de La Maison Yves Saint-Laurent, totalmente nervioso, estresado, e inseguro ante la mirada escudriñadora de Anna Wintour; defendiendo el italiano, la falta de color en su colección de inverno, con la excusa de que en esa estación, él no es una persona “de colores”
Pero mejor hacerle caso a los consejos de la gran Anna Wintour.
Ella sabe lo que dice.
Pero los mitos no sólo se rompen, sino que también se crean con The September Issue; como con la fascinante “idea del deporte” del único André Leon Talley, y su equipamiento completo de Louis Vuitton.
Un auténtico “personaje” de la moda que, además de trabajar, cada día intenta perder peso, para conseguir la aprobación de su directora.
No hay crítica en The September Issue, como se suele esperar de un documental, pero sí que Wintour deja ir unas palabras en el filme, donde reconoce quizás, la frivolidad e insustancialidad de este mundo al afirmar:
“que sus hermanos se dedican a cosas más serias”
¿Es tan fiero el león como lo pintan?
Pero, tras ver la cantidad de carísimas producciones fotográficas, con las mejores modelos y fotógrafos, que se “sepultan”, porque a Anna Wintour no le parecen perfectas, me pregunto:
¿En qué mundo estamos viviendo, y hacia dónde nos dirigimos, cuando se desperdicia tanto dinero en pos de una perfección, que no es más que un invento de pocas personas?
“She looks pregnant.
We need to fix her”
A menudo malentendida, y llena de típicas pre-concepciones, la moda siempre ha sufrido la crítica, de ser un tema frívola, banal, superficial, y vacía.
Una opinión dada usualmente, por gente que sabe muy poco o nada sobre moda, o como Anna Wintour dice en The September Issue:
“Gente que se siente de una manera u otra intimidada por la moda”
Durante años, devotos de la moda, modelos, estilistas, y “fashionistas” de toda clase, han tenido que cargar siempre con el estigma de ser estúpidos, superficiales o de no saber nada sobre las cosas, “que en realidad importan”
Hoy es gracias al compromiso, labor, dedicación, esfuerzo, y sobre todo, visión de revolucionarios como Anna Wintour, que ésta malinterpretación está cambiando.
A través de los años, Wintour se ha convertido en una de las personas más poderosas en el mundo de la moda, estableciendo tendencias, y consagrando a nuevos diseñadores.
El periódico “The Guardian”, la ha llamado “La Alcaldesa No Oficial” de la ciudad de New York.
Tras bastidores, se ha encargado de que casas de moda contraten a jóvenes y frescos diseñadores, como John Galliano, quien le debe su trabajo en Christian Dior.
Convenció a Donald Trump, para que dejara a Marc Jacobs utilizar un salón de fiestas en El Hotel Plaza para un desfile, cuando él y su socio no tenían mucho dinero.
Recientemente, Anna Wintour convenció a la marca “Brook Brothers” para que contratasen al relativamente desconocido Thom Browne.
Su protegida en Vogue, Plum Skyes, se convirtió en una exitosa novelista.
Así, ser Anna Wintour significa estar rodeada de lo mejor.
Gana alrededor de en $5 millones al año, y también cuenta con generosos beneficios:
Un presupuesto de $50,000 para ropa.
Donde quiera que vaya, tiene un Mercedes-Benz con chofer a su disposición.
Si va a La Semana de La Moda en París, la suite “Coco Chanel” en El Hotel Ritz, es suya.
Por si fuera poco, recibe $200 mil al año, específicamente para compras.
Y a pesar de su fama de mujer fría, Anna Wintour es una activa filántropa.
Es fiduciaria del Museo Metropolitano de Arte en New York, y comenzó La Fundación CFDA/Vogue para, alentar y apoyar, a diseñadores de moda desconocidos.
También, ha reunido más de $10 millones para asociaciones que ayudan al SIDA, organizando eventos benéficos, etc.
Curiosamente, Wintour realizó donaciones para La Campaña Presidencial del Senador John Kerry, en 2004, y para la carrera al Senado de Hillary Rodham Clinton.
Pero su involucración política, también ha tenido que ver con otras inquietudes más “campechanas”
Ha invertido tiempo y dinero, en ayudar a legisladores del estado de New York, que votaron a favor de la legalización del matrimonio homosexual.
Se ha convertido en una institución comparable con la revista que ella misma edita.
Su éxito en Vogue y su apoyo a la industria de la moda, y filantropía son innegables, pero muchos han criticado a Wintour.
La mayoría de las críticas, giran alrededor de su personalidad.
A menudo, ha sido descrita como una perfeccionista que, como rutina, hace peticiones imposibles, y arbitrarias, a aquellos que trabajan para ella, y a menudo trata mal a sus subordinados.
Se dice que, una vez, hizo que alguien de su personal, revisara en la basura de un fotógrafo, para encontrar una foto que éste se había negado a darle.
Se dice también, que ejerce un gran control en su imagen pública.
Esa imagen, ha apoyado a los comentarios que la acusan, de haber impuesto una estética “elitista” a la revista, haciendo peticiones para que celebridades cambien su imagen, para aparecer en sus páginas.
Algunos críticos, la han acusado debido a que las celebridades, y no las modelos, sean la portada de Vogue
En efecto, varias mujeres famosas, han agraciado la portada de Vogue bajo la dirección de Wintour, desde actrices ganadoras del Oscar:
Nicole Kidman, Charlize Theron, Kate Winslet, y Angelina Jolie; hasta celebridades como:
Melania Trump y Blake Lively; y políticos como Hillary Clinton.
Según informan, insatisfecha con sólo mostrar a las celebridades en la portada, ha pedido que se sometan a sus estándares.
Se dice que se le pidió a Oprah Winfrey bajar de peso, para poder ser fotografiada, y que Hilary Clinton, no aparecería, hasta que dejara de usar trajes azul marino, tan frecuentemente como lo hacía.
Lo que sin duda impactó, fue el rechazo de poner a la actriz Gabourey Sidibe en la portada, diciendo que no tiene cabida en Vogue, debido a su físico.
Algunas de sus intervenciones en favor de diseñadores, particularmente en el caso de Georgina Chapman, también han sido criticadas por estar motivados por conexiones personales, en lugar de talento, ya que Chapman sale con el magnate de los medios, Harvey Weinstein.
Por otra parte, el grupo proteccionista de los derechos animales “PETA”, hizo de Anna, el blanco central de su campaña contra el uso de pieles animales.
Y una de sus ex asistentes, hizo lo suyo:
Lauren Weisberger, escribió la exitosa novela en clave:
“The Devil Wears Prada”, la cual se transformó en un exitoso filme protagonizado por Meryl Streep como Miranda Priestly, una editora de modas, cuya versión en la vida real, se cree, es la mismísima Dame Anna Wintour, OBE.

“Fashion's not about looking back.
It's always about looking forward”



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