Nymph()maniac

“Perhaps the only difference between me and other people is that I've always demanded more from the sunset.
More spectacular colors when the sun hit the horizon.
That's perhaps my only sin”

La hipersexualidad, es el aumento repentino, o la frecuencia extrema en la libido, o en la actividad sexual.
Aunque la hipersexualidad puede presentarse debido a algunos problemas médicos, al consumo de algunos medicamentos, y a la ingesta de drogas, en la mayoría de los casos, la causa es desconocida.
Trastornos de la salud, tales como el trastorno bipolar, pueden dar lugar a la hipersexualidad, y el consumo de alcohol y de algunas sustancias adictivas, puede afectar el comportamiento sexual en algunas personas.
Se han usado varios modelos teóricos, para explicar o para tratar la hipersexualidad.
El más común, en particular en los medios de comunicación, es el enfoque que presenta a la hipersexualidad como una adicción, pero los sexólogos no han llegado aún a un consenso.
Hay explicaciones alternativas como, por ejemplo, la de un comportamiento obsesivo, y la de un comportamiento compulsivo…
La hipersexualidad se caracteriza, por una frecuente estimulación visual, que hace que el individuo, exacerbe su natural sexualidad hasta la adicción.
Esto provoca que se autoestimule genitalmente, y una vez alcanzado el orgasmo, puede no resultar en la satisfacción emocional o sexual a largo plazo del individuo; o bien, escale en mayores grados “de placer”
La hipersexualidad, se manifiesta en individuos que fueron reprimidos sexualmente en su infancia, o en su adolescencia; y en los de mayor edad, el sentimiento de perder el vigor sexual, especialmente en hombres, y desear mantener la libido, consumiendo pornografía.
En ocasiones, la hipersexualidad va acompañada de sentimientos de malestar y de culpa.
Se piensa que esta insatisfacción, es la que alienta la elevada frecuencia de estimulación sexual, así como síntomas psicológicos y psiquiátricos adicionales.
Otra manera en que se manifiesta la hipersexualidad, es cuando ocurre la ruptura con la pareja, en que la relación ha sido predominantemente sexual, el afectado o abandonado, busca a la pareja inconscientemente en otras parejas sexuales, y de este modo, se produce la adicción al sexo.
Los hipersexuales, pueden tener problemas laborales, familiares, económicos, y sociales.
Su deseo sexual, les obliga a acudir frecuentemente a prostíbulos, comprar artículos pornográficos, buscar páginas sexuales en Internet, realizar con frecuencia, llamadas a líneas eróticas, buscar el contacto sexual mediante citas a ciegas, entregarse al sexo ocasional con desconocidos, sexo con animales o zoofilia, etc., y hacen que su vida gire en torno al sexo.
El concepto de hipersexualidad, sustituye los antiguos conceptos de “ninfomanía”, o “furor uterino” y de “satiriasis”
La ninfomanía, se consideraba un trastorno psicológico, exclusivamente femenino, caracterizado por una libido muy activa, y una obsesión con el sexo.
En los hombres, el trastorno era llamado “satiriasis” y a quien la padecía, se le denominaba “sátiro” o “satiriaco” no confundir con satírico.
Actualmente, los términos “ninfomanía” y “satiriasis” no aparecen como trastornos específicos en El Manual Estadístico y Diagnóstico de Los Trastornos Mentales (DSM-IV), aunque sí siguen apareciendo en La Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10)
La hipersexualidad, es una de las dependencias menos conocidas y visibles, puesto que las personas que la padecen, suelen mantenerla oculta, y disimularla, sobre todo, con las personas conocidas, con quienes se muestran incluso como tímidos.
Se estima que hasta el 6% de la población lo padece, y que sólo el 2% de las personas afectadas, son mujeres.
El sexo en el cine, siempre ha causado controversia.
Desde los años 70, en los que directores como Bernardo Bertolucci o Nagisa Oshima se atrevieron a rodar escenas explícitas, hasta películas actuales como “Nymph()maniac” (2013), las cintas de cine erótico, han estado rodeadas de polémica, pero también, han supuesto impactos que han agitado la historia de la cinematografía.
Ha habido muchos directores de cine interesados en hacer una película pornográfica.
Hay una “leyenda” que dice que:
“En algún lugar, se conservan algunas realizadas por Charles Chaplin”
Nagisa Oshima lo hizo en Japón con 愛のコリーダ (1976) llamada “El Imperio de Los Sentidos”,  y Stanley Kubrick “naufragó” en el intento con “Eyes Wide Shut” (1999)
“If I asked you to take my virginity, would that be a problem?”
Nymph()maniac es una película dramática, con tintes eróticos, escrita y dirigida por Lars von Trier, en 2013.
Protagonizada por Charlotte Gainsbourg, Stellan Skarsgård, Stacy Martin, Shia LaBeouf, Connie Nielsen, Christian Slater, Nicolas Bro, Jesper Christensen, Uma Thurman, Caroline Goodall, Kate Ashfield, Saskia Reeves, Jens Albinus, Sophie Kennedy Clark, Mia Goth, Omar Shargawi, Severin von Hoensbroech, entre otros.
Nymph()maniac es la 3ª, y última película de “La Trilogía de La depresión” de Trier, habiendo sido precedido por “Antichrist” (2009) y “Melancholia” (2011)
El productor y cofundador de Zentropa, Peter Aalbæk Jensen, reveló que Nymph()maniac sería dividida en 2 partes.
Además explicó, que cada parte tendría 2 versiones:
Una explícita, y una suavizada, existiendo otra versión completa de 5 horas y media, que sólo se verá en eventos puntuales.
La filmación de Nymph()maniac tuvo lugar entre el 28 de agosto, y el 9 de noviembre de 2012, en Alemania, en Colonia y Hilden; y Bélgica.
Para lograr las escenas de sexo no simulado, Von Trier compuso digitalmente los genitales de actores pornográficos, en los cuerpos del reparto de Nymph()maniac.
En los Estados Unidos, Nymph()maniac también fue lanzado en 2 partes, facturados como:
“Nymph()maniac: Volume I” y “Nymph()maniac: Volume II”, de 110 y 130 minutos, respectivamente, pero en fechas distintas:
21 de marzo de 2014 y el 04 de abril 2014, respectivamente.
Nymph()maniac es el cruce entre el arte y el porno; entre la sociedad y su represión; entre la mujer y el eterno deseo de dejar atrás ese paradigma social.
Como es habitual en el cine de Von Trier, o se le ama o se le menosprecia profundamente.
Ambas posturas perfectamente comprensibles; pero hay algo que no se le puede negar, y es su capacidad para tratar sus historias, simples o complejas, de forma única, y de modo que se queden grabadas en la memoria del espectador, como una experiencia inolvidable.
Es una loca y poética historia, del recorrido de una mujer desde su nacimiento hasta los 50 años, contada por Joe (Charlotte Gainsbourg), la protagonista, que se auto diagnostica como ninfómana.
Ella cuenta su historia desgarradora a Seligman (Stellan Skarsgård) quien la interrumpe siempre con anécdotas, y buscándole una analogía intelectual a todo lo que le dice.
Asistimos a la confesión entre la atribulada protagonista, y un antagonista que bien podría ser, aunque no se nos identifica como tal, un afable clérigo, aunque de origen judío, comprensivo y bienhechor, que funciona de caja de resonancia apaciguadora, que trata entender y explicarse sin censuras, desde lo terreno y práctico, tanta dispersión y prolijidad de la carne.
Esa escucha, no es desde la rijosidad o el pasmo, sino desde la cercanía y empatía del que conoce los dislates y trampas de la vida, en toda su lacerante cotidianeidad.
Son muchas horas que pasan en un soplo, que fascinan por el retrato de una devastación desoladora sin tapujos, ni subterfugios, ni digresiones innecesarias, donde cada imagen, es un dolorido avanzar hacia el abismo, donde cada nuevo coito, es un lento e inexorable descenso al infierno personal de la insensibilidad más aterradora, donde cada penetración, es una terrible herida que no hace sino supurar, pese a lo festivo de la apariencia, y lo desenvuelto del personaje.
Fascinante e hipnótico recuento de estas tinieblas compulsivas que lacera el alma, y produce una obturación de toda percepción, y casi total aniquilación de la capacidad para vivir y sentir.
Pero no desde un punto de vista moral o moralista, sino desde el recuento pormenorizado de esta adicción enloquecida, que nos deja en el mayor de los desamparos, cuando la protagonista se enamora, y al borde de las lágrimas confiesa:
“No siento nada”
Y caemos al vacío:
Desolación extrema, catarsis imposible, seducción total.
Una obra memorable.
Todo inicia en una fría noche de invierno, cuando el viejo y encantador soltero, llamado Seligman (Stellan Skarsgård) encuentra a Joe (Charlotte Gainsbourg) golpeada en un callejón.
La lleva a su departamento, donde le cura sus heridas, y le pregunta por su vida.
Él escucha atentamente, mientras Joe narra sus lujuriosas vivencias.
La historia se divide en 8 capítulos, y en 2 volúmenes.
En el primer volumen, Joe es interpretada por Stacy Martin, mientras que en el segundo, es interpretada por Charlotte Gainsbourg.
El Volumen I comprende los episodios:
“The Complete Angler”, “Jerôme”, “Mrs. H”, “Delirium”, y “The Little Organ School”
El Volumen II comprende los episodios:
“The Eastern & Western Church - The Silent Duck”, “The Mirror” y “The Gun”
La apertura de Nymph()maniac, con una cámara de movimientos lentos, que recorre los rincones y texturas de un sombrío callejón, en el que la protagonista se halla tirada, recuerda al cine de Tarkovsky.
El estallido de “Führe Mich”, de Rammstein, marca la entrada en escena del personaje de Seligman.
Tras el encuentro entre ambos, la acción se traslada al sobrio apartamento de éste, donde los 2 charlarán durante el resto de la noche.
A partir de ahí, Nymph()maniac se estructura en 8 capítulos, en los que Joe relata a su atento interlocutor, las experiencias sexuales que ha tenido, a caballo entre el misticismo unas, y el masoquismo otras, desde que era una niña, hasta el día de hoy.
Los capítulos se van acotando e interrumpiendo por diálogos, que giran en torno a temas como el sexo, evidentemente, la música, la religión, la sociedad, la moral, la filosofía, o la literatura.
A lo largo de Nymph()maniac, advertimos que Joe no es una narradora demasiado fiable.
Sus incongruencias, sumadas al hecho de que para cada capítulo tenga que inspirarse en alguno de los objetos presentes en el apartamento de Seligman, nos hacen dudar acerca de la veracidad de lo que está contando.
A esa duda contribuye, también, el irónico final.
Se trata, en cualquier caso, de una obra monumental, en la que la insatisfacción existencial, se traduce en insatisfacción sexual, y en donde el sentimiento de culpa que azota a su protagonista, debería hacer o eso es, al menos, lo que pretende Trier, que nos replanteásemos nuestra visión sobre la conducta sexual del individuo, en la sociedad contemporánea. Lars von Trier dirige cámara en mano, y con austeridad de medios, esta desgarradora historia de protagonismo femenino, con gran carga de sexo explícito.
Su ataque al pudor del espectador, no es meramente figurativo, sino emocional.
Nymph()maniac transcurre en 2 planos temporales diferentes:
La conversación en casa de Seligman, en la que la protagonista cuanta sus batallas sexuales, con todo lo que se mueve, o pueda moverse; y los “flash backs con voz en off” en los que la protagonista, una ninfómana con problemas de identidad y de autoestima graves, ilustra sus explicaciones.
Nymph()maniac introduce interesantes apuntes sobre el sexo, las relaciones, la muerte, el amor y los sentimientos, así como sobre la familia, la hipocresía, el racismo, la pederastia, y el juego de roles predeterminado de géneros.
Nada más ajeno al trajín orgásmico que el discurso monótono, atribulado, y profundamente cargante, de una mujer incapaz de entender lo que le pasa por dentro; un parloteo que se mueve a tientas, entre la poesía espontánea, la pesca de la trucha, la música de Bach, y la arbitrariedad de las armas de fuego.
Pero nunca de forma sentenciosa, sino siempre invitando a la reflexión del espectador.
Es por ello por lo que difícilmente se pueda extraer una intencionalidad única de su director, incluido también, su inesperado final.
El primer logro genial de Nymph()maniac, es que no se acusan esos parones a los que hacía referencia.
Las innumerables escenas de sexo, se integran en la narración perfectamente, porque estas son el motivo dominante de Nymph()maniac; con 2 personas que hablan, y vamos viendo “flash backs con la voz en off” de la chica.
Seligman compara, casi psicoanalíticamente, todo lo que ella le cuenta, con el arte de la pesca, con la polifonía de Bach, o con la escalada, en un diálogo donde se mezcla de forma magistral la metafísica, la brutalidad humana, la mística, la soledad, la auto aceptación, y tantos otros aspectos más.
Creo que Nymph()maniac no es una película pornográfica, a pesar de que haya sexo con niños, escenas explicitas de sadomasoquismo, doble penetración, sexo interracial, mamadas, tríos, sexo con enfermos terminales…
Pero Von Trier es tan inteligente, que sabe andar por el filo, de manera que casi parece más inmoral, al decirlo, que al verlo.
Vale que es provocadora, pretenciosa, y obscena, como no podía ser de otro modo, viniendo de quien viene; pero al mismo tiempo, no deja de ser también:
Compleja, lírica, reflexiva, e incluso a ratos, serena.
Pero aparte de eso, Nymph()maniac no sólo es una película insólita y valiente, también demuestra una exquisita sensibilidad hacia lo femenino, una comprensión total por parte de su director, en cuanto al recorrido vital de la mujer, sea ninfómana o no, que por otra parte, ya había demostrado en muchas de sus obras.
“Mea Vulva, Mea Maxima Vulva!”
Todavía en pleno 2013, las películas eróticas siguen revolucionando el mundo del cine, y la sociedad en general.
El último caso es Nymph()maniac de Lars von Trier.
La obra del siempre polémico director danés, dividida en 2 partes, narra la vida de una ninfómana.
Las escenas de sexo explícito, han provocado mucha controversia, sin embargo Nymph()maniac es mucho más profunda y oscura, tratando temas humanos y morales.
A comienzos del año 2013, el primer afiche fue divulgado en la página web oficial de Nymph()maniac.
Pocas semanas después, Zentropa lanzó una fotografía de los personajes principales, en poses sugestivas, y la lista de capítulos de Nymph()maniac.
Un retrato del propio Lars von Trier con cinta adhesiva cubriendo su boca, fue publicada después, junto a un comunicado de prensa que explicaba la campaña publicitaria oficial de Nymph()maniac.
Para promover Nymph()maniac, y dar más información sobre su argumento, cada mes se publicó un aperitivo en algún periódico del mundo.
Estos consistían en un clip de video, una imagen de Nymph()maniac, y una breve descripción de un capítulo.
El 28 de junio, se lanzó el aperitivo de “The Complete Angler”
Más tarde, el 26 de julio, fue el turno de “Jerôme”, pero la explícita fotografía de los actores Stacy Martin y Shia LaBeouf, solo estuvo disponible en el sitio oficial de Nymph()maniac.
El 30 de agosto, “Mrs. H” llegó a la web, y el clip de video fue presentado con una relación de aspecto diferente a sus antecesores.
El 27 de septiembre se divulgó “Delirium” junto a un video en blanco y negro, con la voz de Stellan Skarsgård, leyendo un extracto del cuento “La Caída de La Casa Usher” de Edgar Allan Poe.
El 10 de octubre, se reveló un grupo de 14 afiches promocionales, cada uno mostrando a un actor simulando un orgasmo.
El 1 de noviembre, el aperitivo de “The Little Organ School” acompañado por “El Preludio Coral en fa menor, BWV 639” de Johann Sebastian Bach, fue subido a YouTube, pero fue rápidamente removido, debido a su contenido explícito.
El 29 de noviembre, “The Eastern & Western Church - The Silent Duck” fue publicado exclusivamente, a través de Vimeo.
El 13 de diciembre, “The Mirror” fue divulgado en Vimeo, con un video de Joe cubriendo con cinta adhesiva las cosas de su apartamento, y deshaciéndose de los espejos.
Posteriormente, el 25 de diciembre, en conjunto con el estreno europeo de Nymph()maniac, el último aperitivo “The Gun” fue estrenado en la página oficial.
Además de los aperitivos, y los carteles con los personajes, se lanzaron 5 afiches teatrales, 3 para todo el proyecto, y uno para cada volumen; y un avance con contenido para adultos.
El 29 de noviembre de 2013, este avance fue exhibido por error, en el Regals Cinema de Pinellas Park, Florida, ante un grupo de niños que esperaba ver la película “Frozen” (2013)
Posteriormente, a modo de compensación, Regals Cinema le ofreció a cada una de las víctimas, un boleto de regalo.
La mejor parte de Nymph()maniac, es lo femenina que me ha resultado, es decir, la dirige un hombre, pero el punto de vista de la mujer, está súper bien tratado, y no hace como la mayoría de este tipo de películas, que al final crea estereotipos para poner cachondo al hombre, y poco más.
Me gusta mucho como Nymph()maniac trata a la mujer, la sexualiza, no la prostituye, ella es ninfómana, y no la juzga, ni la objetiviza como mujer.
El cuerpo de Joe, es un simple vehículo, pues no es un objeto.
“Love is blind”
Nymph()maniac, que supone un desafío interpretativo extremo, está protagonizada por un gran elenco de actores conocidos en Hollywood.
Los personajes femeninos, de todo el cine de Lars von Trier, muestran una aparente debilidad, en ocasiones, por cuestiones físicas, psicológicas, morales/religiosas, o por simple indefensión.
Sin embargo, debajo de sus carencias, sobreviven fortalezas mucho más relevantes, que se alzan como la clave de las reflexiones del realizador danés.
Charlotte Gainsbourg y Stacy Martin revelaron además, que se utilizaron conjuntos protéticos de vaginas y otras prótesis, durante el rodaje.
Martin dijo que su experiencia en la actuación para Nymph()maniac fue agradable y, tras explicar que los personajes son un reflejo del propio director, se refiere al proceso como un “honor”
Stacy Martin también dijo que el rodaje de las escenas de sexo, fueron un poco aburridas, debido a su naturaleza técnica.
Los dichos más fuertes, pertenecen a Gainsbourg, que a pesar de haber trabajado ya 2 veces con Von Trier, reconoció a Vanity Fair, cierta incomodidad con su papel, y con el propio director:
“Nadie me había pedido que fuera tan lejos”, reconoció.
“Todo resultó excitante e intenso, con tanto sufrimiento.
A veces llegué a sentirme realmente mal, porque Lars lleva demasiado lejos sus obsesiones.
Se pasa de explícito, tanto en su discursos, como en las imágenes”, sentenció la actriz.
Y dijo sin vueltas, que se negó rotundamente, a hacer 2 cosas:
Masturbar a un actor porno, y compartir un plano con ese mismo intérprete, mientras él se autosatisfacía.
Del otro lado, otro viejo conocido de Von Trier, trató de tomarse las cosas de otro modo:
“Nymph()maniac, dijo Stellan Skarsgård hace pocos días, tiene escenas explícitas, pero cuando la mires, te vas a dar cuenta, de que es una película porno muy mala.
Al cabo de un rato, ni siquiera te excita.
Te parece algo tan natural, como ver a alguien comiendo cereales”
Shia LaBeouf, quien interpreta a Jerôme, declaró en agosto de 2012 a MTV:
“Nymph()maniac es lo que crees que es.
Es Lars von Trier, haciendo una película sobre lo que está haciendo.
Por ejemplo, hay una advertencia al comienzo del guion que, básicamente, dice que haremos todo de verdad.
Todo lo que sea ilegal, lo grabaremos fuera de foco.
Aparte de eso, todo está ocurriendo...
Von Trier es peligroso.
Me asusta.
Y solo voy a trabajar ahora que estoy aterrorizado”, dijo.
El contrapunto de Skarsgård a Gainsbourg, en Nymph()maniac, es fenomenal, el sexo rápido como el arte de la pesca, la aplicación de principios matemáticos como La Secuencia Fibonacci, la música de Bach, equiparada en su polifonía a 3 de los amantes de Joe, con una muy convincente Stacy Martin, unos errores de casting soberbios, dignos del delirio de grandeza, y la megalomanía del danés, como poner a los blandos Shia LaBeouf y Cristian Slater, el logro de hacer poco reconocible a Uma Thurman en un cameo anti glamuroso, pero en una escena de terrible comicidad… pero una cosa es segura, Nymph()maniac no es una película porno, salvo para los que ayer se congregan en la misa, por la familia católica; pues Lars von Trier lo dice al principio, es una historia larga y moralista.
Nymph()maniac contiene imágenes muy fuertes, con contenido sexual explícito, y que no es para todo tipo de públicos.
Por la pantalla pasarán un carrusel de imágenes impactantes:
Una eyaculación femenina, orgías, sadomasoquismo, felaciones reales, úlceras vaginales, y todo tipo de penes de diferentes tamaños.
A modo de curiosidad, en el sexo con hombres de color, hay una escena donde se ven ambos penes pulsantes, mientras los “hermanos” discuten como van a tener sexo con la protagonista.
Llama la atención, la repetición de la escena de la muerte del niño, con todo y música, y ambientación igual a la escena de “Antichrist” (2009)
¿Auto plagio?
Como dato, cuando Joe es pequeña, tiene los ojos verdes, mientras que cuando es adolescente y mayor, los tiene marrones.
¿Será que hubo incesto entre Joe y su padre?
Nymph()maniac da a entender, que uno nace con la hipersexualidad, como se nace pedófilo, o probablemente gay, en este caso, lesbiana.
Al final de los créditos, hay una nota que asegura que ningún actor profesional ha sido penetrado para la filmación de Nymph()maniac, y que las mamadas se han realizado con dobles.
De una manera o de otra, el sexo que se muestra es real.
Lo que pasa que no invita ni de lejos, a la paja rápida, ni ataca al rubor de nadie.
Más que una película guarra, se trata de una película sucia, más sucia y quizá más agresiva, que cualquiera de las suyas anteriores; y todo ambientado con una muy buena banda sonora.
“Love distort things.
Or even worse, love is something you've never asked for”
La cuestión de fondo, la que lleva debatiéndose desde siempre, es establecer cuáles son los límites entre lo erótico y la pornografía.
Se afirma que en la pornografía, todo lo que se ve ocurre de verdad durante la filmación, mientras en el erotismo, todo es fingido, y queda más o menos sugerido.
Pero sigue habiendo un límite que no se establece, porque esta tesis parece que reduce la cuestión, a la filmación de penetraciones.
La pornografía, como explica por otro lado el personaje protagonista de Nymph()maniac, ataca al pudor del espectador.
La buena pornografía, se dirige contra la experiencia que cada uno tiene del sexo, para echarla por tierra, mostrando prácticas imposibles, o improbables de realizar en la vida real.
La buena pornografía rebosa fantasía, y la muestra de forma explícita, mientras que el erotismo se queda en la mera descripción, y es reconocible por cualquiera.
El cine porno, igual que el musical, sufre de cambios de ritmo muy bruscos que afectan irremediablemente el transcurso de la historia.
Me refiero a un hombre que va andando por la calle, y se pone a cantar porque llueve.
Esto supone irremediablemente, un parón en el transcurso de la historia, que se queda parada durante el tiempo que dura la canción.
En el porno, pasa algo parecido, mientras que “el fontanero, arregla la tubería”
En la industria pornográfica, hace rato que se dejó atrás el modelo machista, y comenzó a incluir aspectos de la realidad contemporánea, pero la audiencia todavía sigue teniendo un enfoque socialmente represivo.
¿O ha tenido una evolución drástica la pornografía, porque el público cambió de parecer?
La gente consume porno, pero está llena de prejuicios, e hipocresía al respecto.
Son los puntos fuertes de este paradigma social, que al momento de adquirirlos, y mientras vamos creciendo, se comienza a vislumbrar con el frenesí de los rechazos hacia ciertas personas, y hacia el “extremismo” del comportamiento de ellas.
Es común considerar a estas personas “enfermas” por el sexo, catalogadas sobre todo, por los “agentes de una buena sociedad”:
Líderes políticos, religiosos, incluso económicos.
La represión social en lo sexual, es horrible.
La publicidad, los medios, incluso las leyes, juegan un factor importante para que siga siendo así, y soy pesimista al pensar, que jamás habrá ese cambio en la manera de pensar, pero tal vez Nymph()maniac, es una clara muestra de un avance importante en esta área.
Más aún por su final:
La única parte en que lo normal era lo que no debía pasar.

“The secret ingredient to sex is love”



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