Practical Magic

“There's a little witch in every woman”

Hoy, tenemos dificultades para comprender, la profunda y sincera creencia en la brujería, y en la magia, que perduró en Europa durante siglos.
Incluso, es más desconcertante, darnos cuenta de que, el auge de “la caza de brujas” se produjo en los siglos XVI y XVII, cuando ya se sabía, que el sol era en El Centro del Universo, y los artistas del Renacimiento, dibujaban los músculos de cuerpos desnudos en el mismo Vaticano.
Desgraciadamente, la mayor parte de nuestros colegas científicos, de hace 500 años, no explicaban ni resolvían los misterios de los vuelos nocturnos sobre escobas, aunque algunos, al igual que William Shakespeare, estaban casi con toda certeza, familiarizados con los efectos alucinógenos de determinadas plantas.
Pero:
¿Por qué las propias “brujas” no explicaron el origen de sus delirios?
Me temo que muy pocas de las que fueron acusadas, torturadas, y quemadas, habían sufrido realmente alucinaciones, producidas por plantas tóxicas, o por ninguna otra causa.
Ante las 60,000 víctimas que se estima que hubo en Europa, uno puede creer, que el mismo Diablo tuvo algo que ver en este asunto.
Las tan temidas brujas, hechiceras, chamanas, sacerdotisas, o como se las quieran llamar, no siempre fueron tan temidas, antiguamente, más bien, eran veneradas.
Pero en la antigua Edad Media, en Europa, se definió la brujería, como adoración al Diablo, y mediante una serie de tratados de demonología, y manuales creados por, y para inquisidores, fueron poco a poco exterminándolas.
Tratados como el “Malleus Maleficarum”, que establecía por ejemplo, que sólo poseer un ungüento de hierbas, era clara evidencia de ser bruja, y por ello, debía ser condenada a arder en la hoguera, y no sólo eso, se celebraba una fiesta por la captura, y todos los gastos de la pira y del banquete, corrían a cargo de los familiares de la bruja, por no haberla delatado ante “La Santa Inquisición”
Pero estas temidas brujas, no eran y no son más que sabias mujeres, maestras que aún conservan el verdadero saber de las plantas y de la naturaleza, que conocen la forma de preparar las hierbas, en armonía con las influencias cíclicas de los elementos y de los astros, que constituyen el eterno movimiento del Orden Cósmico.
Las brujas, como buenas conocedoras de las plantas que eran, hacían un uso general de todas las familias botánicas, pero lo que nos ha quedado de ellas, son sólo sus “prácticas demoniacas”, ya que todas las bibliotecas paganas, y todo este saber ancestral, fue incinerado como ofrenda a “La Santa Madre Iglesia”
Por ello, al hablar ahora de “plantas de las brujas” sólo podemos hablar, de lo que nos dejaron sus exterminadores, de los ungüentos que llevaban a las brujas al aquelarre con el Diablo, y estos ungüentos se obtienen, principalmente, de la familia de las solánaceas, familia donde existen bastantes especies, usadas desde tiempos inmemoriales, por diversas culturas, como vehículos sacramentales, y que se usan para expandir la consciencia, y elevarla a planos superiores de existencia, donde establecer contacto con entidades espirituales superiores, o deidades para pedir consejo, sanación, protección... todo ello dentro de estados de trance, y de éxtasis, inducidos por la planta, siendo estos estados, interpretados como “posesiones demoniacas” por “los santos sacerdotes”
En esta mágica familia de las solánaceas, encontramos especies tan importantes, a nivel alimenticio, como:
La patata (Solanum tuberosum), el pimiento (Capsicum annum), el tomate (Solanum lycopersicum), o la berenjena (Solanum melongena), pero también encontramos algunas otras, como:
El beleño (Hyoscyamus niger), la mandrágora (Mandragora autumnalis) la belladona (Atropa belladona), o el estramonio (Datura stramonium), que fueron las que hicieron volar a las pobres brujas, hasta los aquelarres, donde se encontrarían con Satán, que no significa más que adversario en hebreo, para acabar, finalmente, en la hoguera.
Estos viajes extáticos, eran producidos por diversos alcaloides atropínicos, presentes en estas plantas, los más importantes son:
La atropina, la hiosciamina, y la escopolamina, siendo estos calmantes y sedantes, a bajas dosis, excitantes; y afrodisíacos a dosis algo más elevadas, enteógenos o vehículos sacramentales, si aumentas un poco más; y en algunos casos hasta mortales, si te excedes demasiado en la dosis, como en el caso del estramonio, por ello, deben usarse con mucha prudencia, no es recomendable su uso por vía interna, debido a su toxicidad, siendo mucho más seguro, a través de aceites o cataplasmas, por vía externa.
En la actualidad, en occidente, prácticamente ha desaparecido su uso, siendo usadas principalmente, para calmar dolores locales.
Las brujas, han cultivado hierbas durante siglos, y así, han acumulado experiencias, sobre muchísimos procedimientos efectivos para sus jardines mágicos.
Pues muchas veces, la experiencia enseña muchísimo más, que una pila de libros de jardinería.
“For two sisters from a family of witches, falling in love is the trickiest spell of all”
Practical Magic es una película de fantasía, del año 1998, dirigida por Griffin Dunne.
Protagonizada por Sandra Bullock, Nicole Kidman, Dianne Wiest, Stockard Channing, Aidan Quinn, Goran Višnjić, Evan Rachel Wood, Alexandra Artrip, Chloe Webb, Camilla Belle, Mark Feuerstein, Caprice Benedetti, Margo Martindale, Lora Anne Criswell, Lucinda Jenney, entre otros.
El guión es de Robin Swicord, Akiva Goldsman, y Adam Brooks, basados en la novela homónima de Alice Hoffman; que se publicó en 1985; sobre 2 niñas huérfanas, que heredan los poderes mágicos de toda una generación de brujas.
Ambas, llevarán vidas muy diferentes, pero siempre, marcadas por sus habilidades sobrenaturales.
Practical Magic está ambientada en Nueva Inglaterra, pero se filmó en el estado de Washington, Estados Unidos, por razones financieras y climatológicas, destacando:
Friday Harbor o Coupeville.
Los productores de Practical Magic, dijeron que la casa, era una gran parte de la representación de la cultura de las Owens, por lo que sabían que tenían que construir una casa para una descripción exacta.
Y la construyeron en San Juan Island, Washington.
Trajeron gran parte del equipo desde California, y se colocaron dentro de la casa, pero todavía tardó casi un año, para perfeccionar la imagen de la casa, y el interior.
La casa utilizada, es propiedad de la familia Sundstrom, y se encuentra en San Juan Valley Road, San Juan Island.
Ellos construyeron una réplica de la parte exterior de la casa, en el lado oeste de la isla de San Juan, de manera que parecía que la casa estaba en el paseo marítimo, pero en realidad, está en el valle.
Ellos construyeron la casa en San Juan County Park, pero ya que la casa fue construida sólo para el rodaje, fue derribado poco después de finalizada Practical Magic.
Muchas de las pequeñas escenas de la ciudad, fueron filmadas en el centro de Coupeville Washington, situado en Whidbey Island.
Practical Magic sigue a Sally Owens (Sandra Bullock) y Gillian Owens (Nicole Kidman), unas hermanas que siempre han sabido que eran diferentes.
Recogidas por sus extravagantes y misteriosas tías, desde la muerte de sus padres, las hermanas se criaron en una casa, que era cualquier cosa, menos típica.
Sus tías, Bridget “Jet” Owens (Dianne Wiest) y Frances Owens (Stockard Channing) intentan transmitir, la única y poderosa herencia psíquica de las mujeres Owens, y confían en dar a sus sobrinas, la fuerza que proporciona el uso de “la magia práctica”, algo que otros denominarían “maldición”, ya que los hombres de los que las hermanas se enamoran, están destinados a una muerte prematura.
Todo parece estar calmado, hasta que un día, Gillian llama a su hermana.
Su amante, James “Jimmy” Angelov (Goran Višnjić), un búlgaro con aspiraciones a convertirse en “cowboy”, le ha pegado una paliza.
Tras una pelea con las 2 hermanas, Jimmy muere.
Su espíritu les perseguirá, así como el agente de la policía, Gary Hallet (Aidan Quinn), que investiga la desaparición del forastero, y que se siente atraído por Sally.
“My blood, your blood, our blood”
La primera mitad de Practical Magic, es una comedia más que buena, en la que te ríes de todo, hasta de la escena en el auto, con las hermanas, intentando zafarse del búlgaro.
En esta primera parte, encontramos escenas muy logradas, como las de las 4 mujeres, tomando margaritas a la medianoche, escena en la cual, se embriagaron de verdad.
Pero luego, llega Aidan Quinn, y Practical Magic se desinfla como un globo pinchado, no es que Quinn sea mal actor, o que interprete mal su personaje, es que sencillamente, el personaje del investigador que viene de Arizona, sobra de sobremanera.
Lo único que éste personaje aporta a Practical Magic, es la parte romántica, que es justamente lo que hunde a la historia.
Como intriga fantástica, Practical Magic no está mal, pero como comedia romántica, se ahoga profundamente.
Y es destacable, como el guión juega con el simbolismo, si nos fijamos, las 3 generaciones de mujeres del clan Owens, están compuestas por 2 hermanas.
A modo de diferenciar Practical Magic con la novela, tenemos los siguientes datos:
Sally vive con su esposo Michael (Mark Feuerstein) en casa de las tías, hasta que muere.
Luego se traslada a New York para criar a sus hijos.
Gillian no aparece, hasta que los niños de Sally tienen 13 y 16, y que son mucho más jóvenes en la película.
Jimmy Angelov, Jimmy Hawkins en el libro, ya estaba muerto en el coche de Gillian, cuando llega a Sally.
Por lo que Sally, nunca se encuentra con él, y ella no es responsable de su muerte.
La muerte de Jimmy es casual:
Gillian comienza el deslizamiento de las solanáceas en su bebida, por lo que dejará de golpearla en la noche.
Ella cree que se acumuló en su sangre, y por eso murió de forma espontánea.
Pero en la película, Sally lo envenena, mientras las mantiene como rehenes en el camino.
Las tías, prácticamente desaparecen del libro, hasta el final, cuando regresan para deshacerse del fantasma de Jimmy.
El libro, se adentra en profundidad, sobre la vida de las hermanas adolescentes Antonia (Alexandra Artrip) y Kylie (Evan Rachel Wood), y su relación fluctuante.
Gary Hallet desempeña un papel de menor importancia en el libro.
No es, sin embargo, una manifestación de un hechizo de Sally, por nunca enamorarse, como si resulta ser en la película.
Sally trabaja para el distrito escolar, por lo que ella no posee su propia tienda.
En el libro, Gillian no consigue ser poseída por Jimmy Angelov;  simplemente causa estragos en la casa de Sally, y se burla de Kylie, que tiene poderes psíquicos, y puede verlo.
Gillian conoce a un profesor de biología local, llamado Ben Fry, y se casa con él.
Por otra parte, cuando se le preguntó al director, Griffin Dunne, por qué las hermanas Owens iban a ser interpretadas por Sandra Bullock y Nicole Kidman, las cuales no se parecen en nada físicamente, el director respondió, que había investigado la historia de las brujas, y que éstas, no tenían por qué parecerse, por el hecho de ser hermanas.
Sin embargo, cuando Bullock y Kidman ya formaban parte del reparto, el director eligió a 2 jóvenes actrices, que tuvieran características de ambas estrellas, con el fin de que interpretaran en Practical Magic, a las hijas del personaje, al que da vida Sandra Bullock.
De acuerdo con Sandra Bullock, en la escena donde las mujeres Owens están borrachas, y arrojándose insultos, las actrices, realmente se emborracharon con un tequila, interpuesto por Nicole Kidman.
El elenco, también piensa que los elementos sobrenaturales de la casa, y del rodaje, comenzaron a afectarles; pues el reparto y el equipo, dicen, que oyeron ruidos, vieron fantasmas, durante el rodaje de la escena del aquelarre, al final de Practical Magic.
Para la escena final, con toda la gente del pueblo en la casa de las Owens, se invitó a toda la población de la ciudad a la filmación.
Haciendo una lectura de Practical Magic, podemos decir que es una cinta que, como máximo, puede gustar un tanto más al público femenino, pues tiene cierto aire “pro-feminista” que busca reivindicar en cierta forma, la liberación del “sexo débil”, y la conquista del amor ideal, en el sueño femenino del “Príncipe Azul”
Y es que ya, en otras ocasiones, he explicado la fascinación que puede despertar la figura de la bruja, como si se tratara de una especie de arquetipo “hiper sexuado femenino” en el que se resaltan de forma hiperbólica, una serie de rasgos, que se suponen, implícitos en toda mujer.
Por ejemplo:
Su capacidad de seducción, sus poderes, más o menos mágicos; su relación con el mundo espiritual, o sus remedios curativos, cosas todas ellas, atribuidas a las féminas, desde tiempos inmemoriales.
Sin embargo, en este intento, las brujas que imagina Dunne, son bastante normalitas.
Supongo, que el enfoque de Practical Magic, no es la clásica visión masculina, sino el de las propias mujeres.
Por eso, en vez de reflejar su poderío, las vemos más bien vulnerables, y en definitiva, con muy poco encanto.
Por eso, Practical Magic acaba siendo, un ejercicio de autoayuda, en el que la magia, es un pretexto para tratar sin ninguna gracia, los típicos problemas de las mujeres.
“I hope I never fall in love, I hope I never fall in love, I hope I never fall in love”
Las brujas, siempre han tenido a mano, una gran cantidad de hierbas; para hacer filtros, conjuros, hechizos, o para sanar dolencias.
La naturaleza, a través de sus plantas, flores, y frutos, provee la solución para prevenir y curar diversas enfermedades.
Al igual que las daturas, o la mandrágora, la belladona (Atropa belladona), especialmente, pertenece a la clásica farmacopea de “las hierbas de las brujas”
Para muchas tradiciones europeas, la belladona, ha sido y sigue siendo objeto de creencias, leyendas, y fábulas diversas.
Fue utilizada en el antiguo Egipto, como narcótico; en las orgías dionisíacas griegas, como afrodisíaco; en las ofrendas romanas a Atenea, diosa de la guerra, para provocar el fulgor en la mirada de los soldados; en Siria, para “alejar los pensamientos tristes”; y en tierras celtas y centroeuropeas, para honrar a Bellona, diosa de la guerra.
En La Edad Media, su uso y difusión, pasa a ser secreto, y se relaciona con Paracelso, y otros autores, vinculados a la alquimia, así como con las mujeres de conocimiento, conocidas como “brujas”
Se cree, que su nombre deriva del uso doméstico que hacían de ella, las damas romanas, “donnas bellas”, haciendo infusión con sus hojas, para blanquear el cutis, y aplicando el jugo de su fruto en los ojos, para provocar dilatación de las pupilas, midriasis.
Sus alcaloides, hiosciamina, atropina, escopolamina; derivados del tropano, la convierten en una planta venenosa, capaz de provocar estados de coma, o muerte, si es mal administrada.
En dosis tóxicas, provoca cuadros de delirio y alucinaciones.
A pesar de ello, la planta se utiliza medicinalmente en oftalmología, como midriático, como antiespasmódico, antiasmático, anticolinérgico, etc.
Correctamente utilizada en neumonología, se usa para problemas de espasmos bronquiales, aunque puede acarrear escasez de secreciones.
Los extractos de belladona, se han empleado clásicamente, en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, y los síndromes parkinsonianos, con relativo éxito, cuidando de prevenir efectos colaterales y adversos.
La belladona, también se emplea en gastroenterología, en dosis bajas, como neuro-regulador intestinal, en casos de colon irritable, colitis ulcerosa, etc.
En dosis moderadas, puede servir como un buen analgésico, o una planta anestesiante.

“That's the point.
The guy I dreamed up doesn't exist, and if he doesn't exist, I'll never die of a broken heart”



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