The Bible... In The Beginning

“In the beginning, God created the Heaven and the Earth.
And the Earth was without form and void.
And the Spirit of God moved upon the face of the waters.
And God said:
“Let there be light”
And there was light”

El Antiguo Testamento, para la mayoría de las personas cristianas, es la primera parte de las Biblias cristianas.
Contiene El Pentateuco, y otras series de libros históricos, sapienciales, y proféticos.
En total, se numeran en El Antiguo Testamento, 46 libros, que sumados a los 27 del Nuevo Testamento, forman La Biblia con sus 73 libros bíblicos.
Las denominaciones de Biblia, y de Antiguo Testamento, que presupone la existencia de un Nuevo Testamento; nunca fueron usadas por los judíos de habla hebrea, y tampoco, por algunas confesiones cristianas.
Los judíos, dividen los libros del Tanaj, en 3 grupos distintos:
Torá o La Ley, Neviim o Los Profetas, y Ketuvim o Los Hagiógrafos.
Los Testigos de Jehová, prefieren la expresión “Escrituras Hebreas” para referirse a esta colección de libros; los cuales lo componen:
El Pentateuco o Torá:
El Génesis, Éxodo, Levítico, Números, y Deuteronomio.
Libros Históricos:
Libro de Josué, Libro de Los Jueces, Libro de Rut, Primer Libro de Samuel, Segundo Libro de Samuel, Primer Libro de los Reyes, Segundo Libro de los Reyes, I Crónicas o I Paralipómenos, II Crónicas o II Paralipómenos, Libro de Esdras, Libro de Nehemías, Libro de Tobías, Libro de Judit, Libro de Ester, I Macabeos, y II Macabeos.
Libros Sapienciales:
Libro de Job, Libro de los Salmos, Proverbios, Eclesiastés, El Cantar de Los Cantares, Libro de la Sabiduría, y Libro del Eclesiástico.
Libros Proféticos - Poetas Mayores:
Libro de Isaías, Libro de Jeremías, Libro de Baruc, Libro de Ezequiel, y Libro de Daniel.
Libros Proféticos - Poetas Menores:
Libro de Oseas, Libro de Joel, Libro de Amós, Libro de Abdías, Libro de Jonás, Libro de Miqueas, Libro de Nahúm, Libro de Habacuc, Libro de Sofonías, Libro de Ageo o Libro de Hageo, Libro de Zacarías, y El Libro de Malaquías.
En lo particular, la primera parte del Pentateuco, El Génesis, nombre griego que proviene del contenido del libro:
El origen del mundo, el género humano, y el pueblo judío, la genealogía de toda la humanidad, desde el comienzo de los tiempos.
También “génesis” tiene el sentido de “prólogo”, ya que la historia judía, comienza propiamente con El Éxodo, del cual, El Génesis es simplemente, un prolegómeno.
Este título, aparece en la Versión de Los Setenta, o Septuaginta Griega.
En hebreo, el libro se llama “Bere'schíth” o “En el Principio”, que se toma de la primera palabra de la frase de apertura.
Según El Génesis, el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios.
Varios de los personajes de este libro, son relevantes para el pueblo judío:
Noé, Abraham, Isaac, Jacob, y José, por ejemplo.
Los temas básicos de los que se ocupa este libro, son 3:
La Promesa, La Elección, y La Alianza.
En esto, no es original, ya que los 3 se repiten a lo largo de toda La Torá, pero cada uno de ellos, es dominante en distintas partes del Génesis.
En la historia primitiva, las intenciones de Yahweh/Dios, se ven obstaculizadas por la infidelidad del Hombre.
En la historia de Abraham, la fe es abandonada, puesta a prueba, y resulta victoriosa al final, para ser restaurada completamente; quienes no la han perdido nunca, se ven recompensados.
En tiempos de Jacob, se explica que la elección de Dios, por el pueblo judío, no persigue ningún fin espurio, sino que es generosa, y desinteresada.
Con José, por fin, La Providencia frustra los malos impulsos humanos, y los dirige pacientemente para hacerlos cumplir, en última instancia, con los planes y objetivos del Diseño Divino.
El Génesis encaja, exactamente, en la definición de libro histórico bíblico, recordando siempre, que el término “histórico” no debe entenderse en el sentido que se otorga a la historiografía moderna.
Esto es especialmente cierto, para los capítulos sobre los orígenes, y para la historia de los patriarcas.
Pero el Génesis también es lo siguiente:
Historia familiar; con una larga serie de biografías, cronologías, y genealogías de antepasados, que se centran en los acontecimientos familiares, despreciando los hechos políticos o religiosos.
No sigue la sucesión de gobiernos, sino la de los parientes.
Historia popular; pues suele detenerse en minucias argumentales, que pueden interesar al pueblo llano, y frecuentemente, omite hechos que parecen esenciales a los historiadores modernos.
Historia religiosa; con todo lo narrado, es visto bajo el criterio de que es consecuencia de la acción directa de Yahweh, el Dios único, que interviene incuestionablemente, en todos y cada uno de los momentos decisivos.
Además, todos los hechos se agrupan, y se explican, en función de postulados teológicos, destinados a probar, una u otra tesis religiosas.
A pesar de estas precisiones, El Génesis da toda la impresión de narrar, en la historia de los patriarcas, hechos que fueron, o semejan ser reales, dando unas muy vívidas imágenes del origen, y migraciones del pueblo hebreo, de sus raíces étnicas y lingüísticas, y de sus estructuras morales, sociales, y culturales.
Se han realizado innumerables lecturas de los primeros capítulos del Génesis, y varias explicaciones del doble relato de La Creación del Mundo:
Además de las interpretaciones oficiales de cada Iglesia cristiana, y las distintas tradiciones judaicas, se hicieron lecturas por fuera de la religión oficial:
Místicas, alegóricas, y científico-académicas.
Entre ellas, está la Kabbalah hebrea, la alegórica, incluyendo una alegoría a La Evolución del Universo, como La Teoría del Big Bang, y La Teoría de Darwin o Teoría de La Evolución.
Por otra parte, el segundo capítulo del Génesis, se trataría de un escrito mucho más antiguo, de la época de Los Reyes en Israel, el cual, vendría a ser un lamento, en el que la situación sedentaria y civilizada, centrada en ciudades del reino, conllevaba también injusticias, pobreza, y marginación, pues para ellos, el relato del segundo capítulo del Génesis, parecería ensalzar los valores del nomadismo, y de la cercanía con Yahweh, provenientes de la vida en el desierto.
Por otra parte, el hecho de que La Biblia sea la revelación progresiva de Dios Mismo, a nosotros, a través de eventos históricos, y a través de su relación con la gente, a lo largo de la historia, puede contribuir a la idea errónea de las personas, acerca de cómo es Dios distinto en El Antiguo Testamento, comparado con su actuación en El Nuevo Testamento.
Sin embargo, cuando uno lee ambos, El Antiguo y El Nuevo Testamento, se hace rápidamente evidente, que Dios no es diferente de un Testamento a otro, y que la ira de Dios y su amor, están revelados en ambos Testamentos...
Cuando uno realmente comienza a leer, y estudiar La Biblia, aprecia claramente, que Dios no tiene ninguna diferencia, entre El Antiguo Testamento y El Nuevo Testamento.
Aunque La Biblia realmente es el conjunto de 76 libros individuales, escritos en 2, o posiblemente 3 continentes, en 3 diferentes idiomas, a través de un período de aproximadamente, 1,500 años, y escrita por más de 40 autores, procedentes de diferentes estratos sociales y culturales, sigue siendo un libro con un contenido de “perfecta unidad y sin contradicciones” de principio a fin.
En él, vemos como un Dios amoroso, misericordioso, y justo, trata con el hombre pecador, en toda clase de situaciones.
Verdaderamente, La Biblia es una carta de amor a la humanidad.
El amor de Dios por su creación, y especialmente por el hombre, es evidente a través de toda La Escritura.
Por toda La Biblia vemos, el amoroso y misericordioso llamado de Dios a la gente, invitándola a una relación especial con Él, no porque ellos la merezcan, sino porque Él es un Dios de misericordia, lento para la ira, y grande en bondadoso, amor y verdad.
También, vemos a un Dios santo y justo, que es El Juez de todos los aquellos que desobedecen su palabra, y se niegan a adorarlo, que en vez de eso, se vuelven a adorar a dioses de su propia creación, venerando a ídolos, y otros dioses, en lugar de adorar al único y verdadero Dios, según lo dice Romanos 1.
Así las cosas, cayendo al siglo anterior, hace un par de años, en dura competencia contra la popular televisión, el cine de Hollywood, realizó durante los años 50 y 60, numerosas superproducciones, que aprovechaban la espectacularidad del cinemascope, para volver a atraer a la gente a las salas de cine.
Las historias religiosas, fueron un género que encontraron una buena cabida en el intento.
La mayoría de películas, hechas sobre La Biblia, escogen pasajes y/o personajes concretos, como el de Jesús, que se lleva la palma, en cuanto a films realizados, dada la dificultad de sintetizar todo el conjunto, en un solo film, más cuando de solo un libro, ya salen películas bastante extensas.
“This is now bone of my bone, and flesh of my flesh”
The Bible... In The Beginning, en italiano “La Bibbia” es una película dramática, bíblica, y de fantasía, italo-estadounidense, del año 1966; dirigida por John Huston, y producida por Dino de Laurentiis.
Protagonizada por Michael Parks, Ulla Bergryd, Richard Harris, John Huston, Stephen Boyd, George C. Scott, Ava Gardner, Peter O'Toole, Zoe Sallis, Gabriele Ferzetti, Eleonora Rossi Drago, Franco Nero, Pupella Maggio, Robert Rietty, Peter Heinze, Roger Beaumont, Gianluigi Crescenzi, Maria Grazia Spina, entre otros.
El guión es de Vittorio Bonicelli, Christopher Fry, Jonathan Griffin, e Ivo Perilli.
The Bible... In The Beginning estaba concebida, como la primera de una serie de películas sobre El Antiguo Testamento, pero nunca se hicieron secuelas.
El rodaje de esta superproducción, comenzó en 1964, con Robert Bresson como director; pero cuando el productor, Dino de Laurentiis, vio los primeros copiones, en los que el cineasta francés hacía gala de su peculiar estilo elíptico, quedó horrorizado, y ordenó su despido inmediato.
Sobre todo, cuando Bresson pidió a todos los animales del zoológico de Roma, el equipo de producción, no reparó en gastos, pero el director, tan sólo filmó las huellas que dejaban los animales en la arena.
El proyecto, debió aplazarse 6 meses, y esta vez, renació con John Huston al frente.
The Bible... In The Beginning fue rodada en Italia, usándose luz natural para el 80% de las escenas, lo cual contribuye a que predominen los acentos sombríos e íntimos de las historias narradas, sobre el espectáculo mismo.
De ahí, por ejemplo, que El Paraíso, parezca una selva oscura, antes que un jardín primaveral.
Desde el inicio, entre el caos cósmico, y con su continuo mensaje de esperanza y salvación, The Bible... In The Beginning nos llega como un monumental logro de la historia del cine.
Pues relata, de manera episódica, los primeros 22 capítulos del Génesis; la creación del mundo, la expulsión del hombre del Paraíso Terrenal, la expansión del Pueblo de Dios por la faz de La Tierra, El Diluvio Universal, o la destrucción de Sodoma y Gomorra.
The Bible... In The Beginning fue candidata a un Oscar a la mejor banda sonora  para el japonés, Toshiro Mayuzumi.
The Bible... In The Beginning consta de 4 secciones principales:
1. Adán (Michael Parks) y Eva (Ulla Bergryd)
2. Caín (Richard Harris) y Abel (Franco Nero)
3. El Arca de Noé (John Huston)
4. La historia de Abraham (George C. Scott) y Sarah (Ava Gardner)
Asimismo, hay un par de secciones breves, que narran la construcción de La Torre de Babel, a cargo de Nimrod (Stephen Boyd), y la destrucción de Sodoma y Gomorra, a cargo de 3 ángeles (Peter O'Toole)
Las secciones, son muy variadas en sus tonos; pero sobre todo, la historia de Abraham, es sombría y reverencial, mientras que la de Noé, es casi una comedia liviana, con la revelación de Noé sobre los animales, mostrada con tonos cómicos, sin embargo, la inundación es completamente seria.
La destrucción de Sodoma y Gomorra, y La Torre de Babel, se podría decir que son precursoras de los grandes efectos especiales, aunque en la secuencia de La Torre, no hay verdaderos efectos, y los efectos especiales en Sodoma y Gomorra, no aparecen hasta que las ciudades son destruidas.
Con todo, Huston se extiende más en la parte de Abraham, con la inclusión del episodio de Sodoma y Gomorra.
En su relación con Las Sagradas Escrituras, esta parte de La Biblia, las primeras partes, son comunes en las 3 grandes religiones monoteístas:
La cristiana, la musulmana, y la judaica.
En muchos países, sobre todo en los islámicos, están prohibidas las representaciones de personajes religiosos; de ahí que The Bible... In The Beginning levantó un par de ampollas.
De todas formas, The Bible... In The Beginning se ve más, como un relato de fantasía, que de historia, evidentemente.
Algunos actores importantes, en papeles episódicos, atrajeron al público de la época, como Ava Gardner y Stephen  Boyd, por entonces en su crepúsculo artístico.
En The Bible... In The Beginning hay 3 eventos que resultaron curiosos:
El primero, es de suspenso:
El relato de Adán y Eva; apoyado en la fotografía y en la música, Huston envuelve La Creación del Hombre, en un aura de misterio, Los Padres de La Humanidad, surgen en un mundo que se percibe primitivo y desolado, pareciera que se desprenden de un extenso letargo, de una etapa pre-humana.
Apenas conscientes de su humanidad, Adán y Eva son tentados por una serpiente antropomorfa, la cual les engaña, les seduce, y les violenta sin piedad, traspié con el que ellos caen, y se convierten en errantes en esta Tierra, y fugitivos de su propia esencia espiritual.
El segundo acto, parece cómico:
El Arca de Noé, donde es John Huston mismo, quien personifica al héroe bíblico; es el narrador y Dios, y en esta parte, es un Noé bonachón y simpático, aunque no muy hábil con los números, porque se hace bolas cuando Dios le da las instrucciones para construir El Arca.
También, sufre las burlas de sus vecinos, quienes al ver su labor, le toman por loco.
Una escena chistosa, es cuando a punto de empezar a llover, Noé, cual si fuera el flautista de Hamelin, empieza a tocar una flauta para llamar a todos los animales...
Y ya dentro del arca, él y sus hijos, se las ven negras, con la titánica tarea de alimentar a tantas bestias.
El tercer acto, es apoteósico:
El Sacrificio de Isaac; cuando Abraham escucha la orden de sacrificar a su hijo, duda que sea Dios quien le hable, tal vez sea El Demonio…
Así que Abraham, alterca con esa voz, y se rehúsa a cumplir la orden.
Pero al otro día, como hipnotizado, parte con su hijo hacia la montaña.
El trayecto es muy lacerante, el niño va contento, porque ayudará a su padre a hacer un sacrificio, pero cuando llegan al monte, no hay ningún animal, su padre lo ha engañado, su héroe se ha vuelto en su contra, y lo va a matar.
Pero justo en el momento en que Isaac va a morir, y con él, también Abraham, porque ya se está muriendo por el sufrir, Dios detiene la mano de Abraham, y le provee un carnero para la expiación.
Y con esta escena, Huston se vuelve teólogo, pues una voz se oye desde el cielo:
“Mira, te he refinado como metal en un horno de fundición; te he escogido en el horno de la aflicción.
Ahora, multiplicaré tu descendencia, como las estrellas de los cielos, y como los granos de arena en la orilla del mar”
“The ways of the Lord are not our ways”
The Bible... In The Beginning es una cuidada, y larga revisión, de varios de los más famosos pasajes del Antiguo Testamento, sazonada con un reparto, cuajado de estrellas, a las órdenes del enérgico John Huston.
Huston, hace un especial hincapié, en la fuerza visual de las imágenes.
Si bien, no se le puede reprochar nada en el aspecto técnico, la representación de los capítulos, no alcanza la calidad que hubiese sido deseable.
En su día, The Bible... In The Beginning provocó cierta irritación, pero en la actualidad, se ve con simpatía.
Para mi gusto, las mejores secuencias son las del paraíso con Adán y Eva, mostrando los primeros desnudos que se veían en una pantalla, en ciertos países de rigurosa religiosidad, y la parte del Diluvio, con el propio Huston en el papel del longevo patriarca.
Hay que aclarar, que Huston no cree demasiado en los textos bíblicos, pues todo se los toma con ironía.
De hecho, los textos bíblicos no tienen valores históricos relevantes, son metáforas, en donde se reflexiona sobre nuestro pasado.
Si Adán y Eva tuvieron 3 hijos varones, y eran los únicos humanos de La Creación:
¿De dónde salieron sus esposas?
¿Qué fue del Diluvio?
¿Y La Torre de Babel?
¿Y Sodoma y Gomorra?
¿Existieron realmente?
Para mucha gente, La Biblia, sobretodo El Antiguo Testamento, son cuentos de hadas, fábulas, relatos imaginarios; pero de hecho, son metáforas que describen nuestros orígenes.
The Bible... In The Beginning quizás sería, la que más pasajes se atreve a introducir, en un mismo largometraje, tomando parte del Antiguo Testamento, desde el inicio de La Creación a la historia de Abraham.
Si habláramos como adaptación, The Bible... In The Beginning es muy fiel, quizá demasiado literal, dado que los textos tienen a ser confusos, enigmáticos, metafóricos, derivando por tanto, en situaciones, en muchas ocasiones, surrealistas.
Entre eso y los cortes/saltos entre personajes, The Bible... In The Beginning se aleja de una narrativa convencional, y puede resultar errática, puede que para algunos molesta, y de ritmo irregular.
Aun así, yo prefiero los típicos relatos, basados en “Las Santas Escrituras” más dramáticos y de tildes “tele-fílmicos” y su sequedad, ayuda a transmitir la dureza de los relatos, alejados de la amabilidad que quieren vender algunos, y con escenas oscuras, incluso, tétricas...
En The Bible... In The Beginning, se denota ese Dios tirano, patente sobre todo, en esta parte de La Biblia, alejado de los cuentos de amor, bondad, y justicia divina.
Implacable ante los que no siguen sus directrices, y cruel con los que sí lo hacen, poniéndolos a prueba hasta el fin de sus días, cual juguetes, o experimentos en manos de un Ser Superior.
Sin entrar en historias, aún más radicales, como las de Job o Moisés, en las que no llega a introducirse el relato, tenemos el claro ejemplo de Abraham, al que a cambio de su fidelidad, le prometió una prolífera descendencia.
Teniendo una mujer estéril, le prometió un hijo de esta, esperando a que ésta, entrara en la vejez, para llevar su paciencia y fe al límite, y quitando a un lado, el hecho de que ya no podrían casi disfrutar de su hijo por la edad, rizar más el rizo, y para ponerlo a prueba, pedir que lo sacrifique, simplemente por probar su sumisión.
Aunque lo malo no es el relato, que podríamos considerar un conjunto de fábulas, sino que millones de personas, se rijan en base a ello, hoy en día, y todo lo que ello conlleva, pero ese es otro tema.
El problema, no es la historia, sino el director John Houston, que es tan respetuoso y solemne, que ralentiza todo, hasta el punto de dejar inerte al relato.
Con 15 minutos del Génesis, es demasiado, y todos los segmentos, parecen demorar siglos, donde los actores disparan una línea cada 5 minutos, etc.
Para colmo, pareciera que el libreto, no está dispuesto a quitar ni una coma De Los Textos Sagrados:
¿No entienden que The Bible... In The Beginning es una adaptación, no una reproducción textual?
Por otra parte, ante la negativa de los actores Charles Chaplin, y Alec Guinness, en interpretar el personaje de Noé, otro candidato al papel, Buster Keaton, acababa de fallecer; al final, éste fue personificado por el mismo director John Huston.
Es necesario destacar a Peter O´Toole como ángel exterminador; y algunas interpretaciones, muy logradas, como la de George C. Scott, y Richard Harris, no así Ava Gardner, más preocupada por empinar el codo… aunque haya dicho que The Bible... In The Beginning fue la película donde se sintió más a gusto trabajando…
En lo visual, Houston resuelve muchas cosas de manera brillante:
La visión de la serpiente del Edén, como un hombre oscuro, que repta sobre las ramas del árbol de la ciencia; toda la secuencia del Arca de Noé, que por lejos es lo mejor de The Bible... In The Beginning.
De hecho, había 5 reproducciones del Arca de Noé construidas para The Bible... In The Beginning.
La reproducción más grande, se encontraba en el set de rodaje, en el Film Center De Laurentiis, con 200 pies de largo, 64 pies de ancho, y 50 pies de alto; que fue utilizada para cuando Noé carga los animales.
La reproducción de interiores, que eran uno de los “decorados interiores, más grandes jamás diseñados y construidos” tenía 150 pies de largo, y 58 pies de alto, y tenía “3 cubiertas y una rampa corrediza”
La 3ª reproducción, era un “arca esqueleto, construida para las escenas de Noé y sus hijos, durante la construcción de la misma.
Un 4ª reproducción para las secuencias de inundación, y la 5ª reproducción, era una miniatura de las secuencias de tormenta.
El costo de la construcción de las 5 reproducciones, era más de $1 millón.
Solo la construcción llevó meses, y se emplearon a más de 500 trabajadores.
Toda la parte del Arca de Noé, contaba con un presupuesto total, de $3 millones.
También a destacar, la breve pero intensa secuencia De la Torre de Babel; y la excepcional escena con los 3 ángeles, que encarna Peter O’Toole, los cuales exterminan a Sodoma y Gomorra, con una bomba atómica… pero en otras, pareciera ser una imitación barata de los espectáculos bíblicos que se manejaba entonces, con mucha más destreza, un Cecil B. DeMille iluminado por Dios.
“Dust thou art, and unto dust shalt thou return”
Según los estudiosos del cristianismo primitivo, Jesús nunca quiso fundar ninguna religión, él con su palabra, lo que estaba era, preparándonos para la venida inminente del Fin del Mundo, la venida del Reino de Los Cielos, y por tanto, nunca se preocupó de hacer escritos, ni de que sus Apóstoles tomasen notas de sus palabras…
¿Para qué?
Si la venida del Reino de Dios era inminente, cuestión de días, o meses.
Solo cuando sus Discípulos, y los seguidores de su palabra, se dieron cuenta que el mundo no se acababa, ni que El Reino de Dios venia, es cuando comenzaron Los Evangelios, y Las Escrituras, formando la religión que hoy conocemos como cristianismo.
¿Y qué tiene que ver esto, con El Antiguo Testamento?
Recordemos que lo que hoy conocemos por Antiguo Testamento es, más o menos, El Libro Sagrado de Los Hebreos, entonces, los primeros cristianos, para darle al cristianismo, una solidez ancestral, para que no pareciese que esto era “una nueva religión inventada por otro charlatán”
Recordemos que en aquella época, los profetas abundaban en demasía…
Y convencieron a sus seguidores, de que era la continuación de Las Antiguas Escrituras, como si de una segunda parte del Libro Sagrado fuera, de ahí el continuo intento de hacer coincidir el linaje, y las obras de Jesús, con lo que en este libro se contaba que sería El Profeta, o Mesías, la mayoría de las veces, por no decir todas, inventado, ya que lo que en Los Evangelios Canónicos se cuenta muchas veces, es contradictorio, y siguiendo esta línea.
De ahí que choque tanto El Antiguo Testamento, con las enseñanzas de Jesús, donde nos habla del Dios del amor y el perdón, mientras que en El Antiguo Testamento nos habla de un Dios vengativo y sádico, y es simplemente, porque no era el mismo Dios.
Jesús fue un revolucionario ideológico, prodigando en amor al prójimo, en una época en la cual, el odio era moneda de cambio.
Ya en El Génesis comprobamos, que algo falla, aparte de que no se puede leer La Biblia, como si fuera un libro histórico, en donde los hechos son al 100% tal y como se cuentan, El Génesis nos deja vislumbrar lo que acabo de decir con anterioridad, que las cosas no cuadran con la palabra de Jesús.
Según El Génesis 16 1-5:
Sarai, la mujer de Abram, no tenía hijos, pero tenía una esclava egipcia, de nombre Agor, y dijo Abram:
“Mira, Yahvé me ha hecho estéril, entra pues a mí esclava, a ver si ella puede tener hijos” escuchó Abram a Sarai.
Tomo pues Sarai, la mujer de Abram a Agor, y al cabo de 10 años de habitar Abram en la tierra de Canón, y se lo dio por mujer a su marido Abram.
Entró este a Agor, que concibió, y viendo que había concebido, miraba con desprecio a su señora.
Hay que recalcar que Abram pasa a ser Abraham, a partir de Génesis 17-5, y Sarai pasa a ser Sara, a partir de Génesis 17-15…
En El Génesis 17 -16:
“… pues la bendeciré, y te daré de ella un hijo, “de Sarai” a quien bendeciré…”
Está claro que esto choca totalmente, con la actual manera de pensar, pues como es posible, que un Dios omnipotente, tenga que valerse de la violación de la esclava de la mujer, para que Abram conciba.
Sin embargo, hay que recordar que en aquella época, la mujer era menos que un camello, o unas ovejas, moneda de cambio, y ya no digo si se trataba de una esclava.
Está claro, que el hecho en sí, era del todo normal, lo que no puede cuadrar, es que el mismo Dios se lo pidiese, va incluso en contra de las enseñanzas de Jesús, gran defensor en aquella época difícil de la mujer…
Con esto, creo que se riza mucho el rizo, y no voy a extenderme por la cantidad de historias que habitan El Antiguo Testamento, pero si diré, que La Biblia, sobre todo la primera parte, es un conjunto de dogmas durísimos, matizados por una narración ampulosa, y grandes efectos especiales.
Pero el Dios del Antiguo Testamento es tan severo, guerrero, y caprichoso, que en ningún momento se me hace cercano en lo espiritual.
Él es una figura de cuidado, como un padre violento y estricto, al cual uno le tiene que tener más temor, que respeto.
Si bien, lo que uno analiza aquí, es una superproducción de cartón pintado, y demasiadas ínfulas en lo artístico, no por ello, uno deja de ver la verdadera naturaleza del texto.
Hay cuestiones fundamentales, que son contradictorias:
Si Dios creó el Edén:
¿Por qué puso a la serpiente, y al árbol con las manzanas?
¿Por qué debió hacer sufrir tanto a Abraham, y llevarlo al extremo de tener que empuñar un cuchillo, para sacrificar su propio hijo?
¿Por qué Dios realizaba frecuentes depuraciones de la raza humana, si al fin y al cabo, para ello les dio libre albedrío?...
Y en todos los casos, la figura divina que surge, es autoritaria y caprichosa.
Quizás todo esto pase por una discusión teológica, que excede una simple nota de cine, pero:
¿Por qué encastrar El Antiguo Testamento con El Nuevo, si la figura de Dios cambia de manera radical, de una a otra parte?
Y que va mucho más allá de las pretensiones de los cineastas responsables de The Bible... In The Beginning.
Uno debe considerar, que las escrituras, en cualquier religión, datan de varios milenios, y que han sido escritas en condiciones, muy diferentes a las actuales.
Y, considerando a dichos escritos, como un conjunto de reglas de conducta, marcaban una serie de condiciones estrictas, cuya violación, merecía un castigo severo.
Pero ello responde a que la gente, en aquellos tiempos, obedecía más a un Libro Sagrado, que a un edicto real.
Por ejemplo, el caso de la prohibición de consumir cerdo, o la circuncisión, que son prácticas habituales de la religión judía, y que correspondían a postulados básicos relativos a higiene y salud.
La carne de cerdo, en el calor del desierto, en donde vivían los hebreos, se descompone en muy poco tiempo; para que el pueblo entienda dicha regla, “no consumir carne de cerdo en mal estado” era necesario incluirla en el texto de Las Escrituras.
De ese modo, Los Libros Sagrados contenían reglas morales, de conducta, y hasta de mínima supervivencia, indispensables para que el pueblo subsistiera, en las duras condiciones en que debía vivir en aquel entonces.
Es difícil, no ser polémico al analizar un filme religioso.
Muchos pueden pensar, que la crítica a lo artístico, es también una crítica al dogma, y un ataque a la fe, con lo cual, queda demostrado que, aún existe mucha gente que acepta la religión tal cual es, sin cuestionar ni un ápice de sus postulados.
En lo personal, la religión de cada uno, es un acto de fe, por lo cual, uno acepta la existencia de algo superior y sobrenatural, como chispa provocadora del movimiento del universo.
Existe un límite de lo que puede demostrar la ciencia, tras lo cual, extiende sus reinos a la religión; y, por otra parte, existe la fe en un más allá, como consuelo indispensable, de que el fin de la vida, tiene un propósito o continuidad, y de que no nos vamos a quedar solos, cuando pasemos a otro plano existencial.
Aun hoy, sigo esperando una historia, realmente buena sobre Los Testamentos Bíblicos, con la tecnología que hay hoy en día, hay mimbres para toda una saga.

“Because thou hast done this, cursed art thou above all cattle, and above all the beasts of the field; upon thy belly shalt thou go, and dust shalt thou eat all the days of thy life”



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