Rio

“Join the party!”

En el día de año nuevo de 1502, en “janeiro” que significa “enero” en portugués, el navegante, Gaspar de Lemos, entró con su barco en una bahía, cuyo nombre nativo, sigue siendo hoy, Guanabara, en la costa brasileña.
En el idioma portugués de la época, las bahías también eran llamadas “ríos”, por lo cual, él la denominó:
Río de Janeiro o Río de Enero.
Río de Janeiro, fundada como São Sebastião do Rio de Janeiro, o popularmente solo llamada Rio, es la capital del estado de Río de Janeiro, ubicada en el sureste de Brasil.
Es la segunda ciudad más poblada de Brasil, ostenta el mayor tráfico internacional de turismo del país, y es la primera ciudad olímpica de América del Sur.
Fue la capital del Imperio del Brasil desde 1822, cuando la nación declaró su independencia de Portugal, y conservó ese rango, hasta la inauguración de Brasilia, en 1960.
Río de Janeiro es uno de los principales centros económicos, de recursos culturales y financieros del país, y es conocida internacionalmente, por sus iconos culturales, y paisajes, como:
El Pão de Açúcar; la estatua del Cristo Redentor, una de Las Siete Maravillas del Mundo Moderno; las playas de Copacabana e Ipanema, El Estadio Maracanã, El Parque Nacional de Tijuca, el mayor bosque urbano del mundo; La Quinta da Boa Vista; la isla de Paquetá; las Fiestas de Fin de Año en Copacabana, y la celebración del Carnaval.
Río representa el segundo mayor PIB en el país, y 30º mayor del mundo, además de ser sede de 2 de las más importantes empresas brasileñas:
Petrobras y Vale do Rio Doce, ahora privatizada, y las principales empresas de petróleo y la telefonía, así como del mayor conglomerado de compañías de medios y comunicaciones de Latinoamérica.
Es además, el segundo centro más grande de investigación y desarrollo en Brasil, alcanzando el 17% de la producción científica nacional, según datos del año 2005.
Río de Janeiro es conocida mundialmente como, “La Cidade Maravilhosa”, la cual albergo La Copa Confederaciones de 2013, y la Jornada Mundial de la Juventud ese mismo año; y también, albergará La Copa Mundial de Fútbol de 2014, y los Juegos Olímpicos de 2016.
“Let's fly!”
Rio es una película de animación, de 20th Century Fox y Blue Sky Studios, dirigida en 2011, por Carlos Saldanha.
Protagonizada por Jesse Eisenberg, Anne Hathaway, Rodrigo Santoro, Will.i.am, Jamie Foxx, Tracy Morgan, George López, Leslie Mann, entre otros.
El guión fue escrito por Don Rhymer; quien el 28 de noviembre de 2012, murió durante la fase de redacción de la segunda parte de Rio, después de una pelea con el cáncer.
En desarrollo desde hace años, Rio es considerada “el proyecto y sueño de Saldanha, nacido en Brasil”
Obtuvo una candidatura al Oscar como mejor canción “Real in Rio”
Rio fue la primera película de Blue Sky Studios, para ser filmada en su proporción 2.35:1, aspecto Cinemascope primero; y 20th Century Fox con la película de animación, que se filmará en su relación de 2.35:1, desde “Titan A.E.” (2000)
La acción transcurre en la espectacular ciudad de Río de Janeiro, y en la exuberante selva tropical del Amazonas, durante la fiesta más importante del año para los brasileños:
El Carnaval.
Rio sigue a Blu (Jesse Eisenberg), un ingenuo guacamayo que no sabe volar por un trauma de la infancia, y que cree que es el último de su especie; y Jewel (Anne Hathaway), una guacamaya salvaje, y de espíritu libre.
Ambos emprenderán una inesperada aventura en búsqueda de la libertad, acompañados por excéntricos amigos, de los que aprenderán qué es la amistad, el amor, y el coraje.
Blu, es un guacamayo azul (Cyanopsitta spixii) domesticado y social.
Capturado por cazadores furtivos cuando era apenas un polluelo, la caja en la que era transportado, se extravía en un pequeño pueblo de Minnesota, donde una humana llamada Linda, lo encuentra y lo cuida durante 15 años.
Al pasar tantos años domesticado, no ha desarrollado su habilidad de vuelo, aunque cuenta con otras características no muy comunes en un animal de su especie.
Lo llevan a Rio de Janeiro, Brasil, para que procree con la última hembra de su especie:
Jewel, de la cual se enamora.
Jewel es una hermosa guacamaya azul (Cyanopsitta spixii), ruda y de espíritu libre.
Al principio, era reservada con Blu, y no se llevaban muy bien, pero después de conocerlo mejor, se vuelven amigos, se enamora de Blu, y terminan siendo pareja con 3 pequeños hijos.
Rafael (George López), es un tucán toco.
Acompaña y ayuda a Blu y Jewel durante todo su viaje.
Tiene 17 hijos, y otro en camino, es bastante relajado, y amante del carnaval.
Luiz (Tracy Morgan), es un simpático bulldog, con un problema de exceso de salivación, que a pesar de ser amigo de las aves, en varios momentos sueña con devorarlas.
Rafael, Blu, y Jewel, lo buscan para que los ayude a quitarse las cadenas que los cazadores les habían puesto en las patas.
Pedro (will.i.am), es un cardenal de cresta roja, quien acompaña a Blu y Jewel en su aventura, además, le gusta cantar samba al estilo hip-hop.
Es el mejor amigo de Nico, y siempre van juntos a donde sea.
Nico (Jamie Foxx), es un jilguero dorado.
Él acompaña a Blu y Jewel en su aventura.
Usa una tapa de refresco como sombrero, y arma.
Es el mejor amigo de Pedro, y siempre van juntos a donde sea.
Linda Gunderson (Leslie Mann), es humana, y dueña de Blu.
Trabaja y vive en su tienda “Libros El Guacamayo Azul” en Mooselake, Minnesota, Estados Unidos.
Túlio Monteiro (Rodrigo Santoro), es un humano.
Trabaja como ornitólogo en Brasil, teniéndole un profundo amor a las aves.
Es bastante torpe, pero no impide que se enamore de Linda, pero jamás lo dice.
Fernando (Jake T. Austin), es un niño brasileño sin familia, que inicialmente trabaja para los cazadores furtivos, pero más tarde ayuda a Linda y Túlio, para encontrar a Blu y Jewel.
Al final, puede verse como aparentemente, Linda y Túlio, lo adoptan.
Nigel (Jemaine Clement), es una cacatúa galerita, importada desde Australia.
Antigua estrella de la televisión brasileña, que con el tiempo, fue relegado de su puesto por un periquito mucho más bonito y llamativo.
Después, con el tiempo, se puso feroz, cruel, caníbal, y malvado, y los demás pájaros le tienen mucho temor, además, es el antagonista, y es por ello por lo que ayuda a los contrabandistas a atrapar a pájaros, como Blu y Jewel.
Mauro (Francisco Ramos), es un tití común, que se cree “el rey de los monos”
El y su grupo de monos, se encargan de asaltar a los turistas descuidados.
Nigel los contrata para que atrapen a Blu y Jewel, pero fallan en su misión.
Nigel se enoja, y abusa más de ellos.
Al final, aparece burlándose de Nigel, y tomándole fotografías después de quedar desplumado.
Marcel (Carlos Ponce), Tipa (Jeffrey Garcia), y Armando (Davi Vieira); son los contrabandistas de aves exóticas que capturaron a Blu, a Jewel, y a las demás aves.
Pero sobre todos estos personajes, creo que la película se titula “Río” porque ese es el verdadero protagonista.
Río de Janeiro es el único “personaje” que destaca.
Y todo ello sin entrar en la visión estereotipada que se da del pueblo brasileño:
Samba, Carnaval, playa, selva... lo mucho que se muestran las virtudes de la ciudad, o lo poco que se incide en los defectos.
Su argumento, pensado sobre todo para el público infantil, no es nada nuevo, y nos encontramos con la típica historia de:
Bicho viviendo aventuras en ciudad desconocida con “malos” que les persiguen, nuevos acompañantes, amigos, y un largo etcétera de roles vistos mil y una veces.
En fin, vemos persecuciones, peleas, y rescates varios, quizás para un público curtido sea algo demasiado común y manido en los minutos con menos originalidad en su guión.
Pero sería raro que Rio no entretuviera en todo momento, porque el largometraje echa el resto en los demás elementos, convirtiéndolos en virtudes... y no se echa tanto en falta, esa originalidad argumental, ya que sus secuencias, atrapan, al ser visualmente fascinantes.
Es tan vistosa, que magnetiza de principio a fin.
Los personajes están diseñados de forma fenomenal... y no solo el guacamayo protagonista, que resulta de lo más adorable, sino también todos los demás animales, y los humanos brasileños.
Y es que lo que más destaca, es por supuesto, su gran diseño visual.
Todos los colores y elementos del encuadre, están muy bien mezclados en todo momento.
Rio es el producto animado, que mejor conjunta los colores de forma equilibrada, logrando un verdadero espectáculo de colores, y viveza sin resultar cargante.
“Birds versus monkeys!”
No cabe duda, de que de un tiempo a esta parte el cine de animación, en tiempos, un privilegio casi exclusivo de Disney, a pesar de algún que otro intento aislado y generalmente fallido, se ha vuelto uno de los principales sustentos de la economía de los grandes estudios hollywoodienses, a modo de “gallina de los huevos de oro” a la que se empieza a exprimir de tal manera, que se amenaza la propia estabilidad del mismo, debido a la saturación de producciones sin mayores aspiraciones, que hacer caja con el “para todos los públicos”, el “merchandising” y demás parafernalia que utiliza a los menores, como encerrona para sus mayores, pues por más que se diga que la animación ha dejado de ser sólo para niños, tanto por público objetivo, como por calidad.
Con la llegada de los píxeles a la gran pantalla, como medio de animación por excelencia, poco a poco, todos los estudios fueron animándose, con el chiste fácil, al ver los excelentes resultados de la pionera Pixar, y en menor medida, de DreamWorks Animation.
En términos puramente comerciales, Blue Sky Studios vendría a ser el 3º lado del triángulo escaleno, que forman las 3 grandes compañías, las 3 con una cada día mayor lista de títulos de éxito económico a sus espaldas.
Baste nombrar lo que pronto será la tetralogía de “Ice Age”, título que a bien les merece recordar en cada uno de sus promocionales, para hacerse una idea de lo que cabe esperar de Rio.
El mayor acierto de Rio, y por ende de su director, es hacer una película familiar, muy entretenida, sobre una historia repetida hasta la saciedad.
Como viene siendo habitual, una técnica impecable, y una humanización del mundo animal, que parece increíble que aún siga funcionando, pero como ya hemos dicho, Saldanha y su equipo lo consiguen, con una excelente planificación y ritmo sostenido.
Así, Blu y su pandilla de buenos y malos, nos hacen pasar un rato agradable en el entorno de un Rio de Janeiro, alegre y colorista, donde no faltan canciones, favelas, y un toque de conciencia ecológica, sin pasarse demasiado.
También, quiero destacar su acierto, a la hora de recrear los movimientos típicos de las aves, muy bien recreadas en Rio.
Ya analizando más Rio, es un paso a favor, que quizás se esté empezando a dar por parte de los productores de cine de Hollywood, hacia los valores y vida suramericanos, sobre todo, a la tropical y fiestera, por no decir, al desarrollo y crecimiento que se puede estar produciendo en estas regiones, y por supuesto, en defensa a la mayor selva en el mundo:
El Amazonas.
No es más ver, cuando el loro Blu mira en el globo terráqueo, y podemos ver los espectadores, donde está Brasil, rodeado de países fronterizos al Amazonas, como:
Colombia, Venezuela, Ecuador, y Perú.
Me parece espectacular, con un buen argumento, como es el tráfico ilegal de animales, pero que al mismo tiempo, existen personas que se preocupan de los mismos, sobre todo, cuidan que no terminen la extinción de algunas especies.
Para los no expertos en psitácidas, loros en general, el “Cyanopsitta Spixii” o “Guacamayo de Spixii” que es así como se llaman Blu y Jewel, es la cruda realidad, están en peligro de extinción, y gracias a muchos especialistas en esta maravillosa especie, biólogos, veterinarios, etc.; están poniendo en práctica, un proyecto para salvarlos de su extinción.
No es verdad que solamente queden 2 en todo el mundo, como aparece en Rio, pero si son unos 70 ejemplares los que quedan disponibles para la reproducción de su especie.
Son originarios de Bahía, Brasil; y su nombre es un homenaje al médico, explorador, y zoólogo alemán, Johann Baptist von Spix.
Cabe señalar también, el hecho de ver a los estadounidenses con esas ansias de tener mascotas, a las que sin duda, no les dicen así, sino de compañía.
Me ha gustado, que se haya reflejado, aunque fuera un poco, la otra cara de Brasil:
Las favelas, y la situación difícil que pasa mucha gente allí, perfectamente representado por el chico Fernando.
En mi opinión, ha sido todo un acierto.
Un niño abandonado y sin padres, mostrará la desolación.
Y por otro lado, en el ambiente, se vive el carnaval, una de las grandes fiestas del mundo, hecha para divertir.
La historia de las aves que se encuentran, y desencuentran, envueltos en un ambiente de samba y jolgorio emplumado, funciona a ratos, y sin excesivo ánimo, mientras que la relación entre los humanos es, directamente, innecesaria, superflua, y definitivamente, eliminable.
Algunos pasajes lucen una gran belleza visual, como el vuelo en parapente alrededor del Cristo de Corcovado, por ejemplo, y la alegría constante que impulsa el ánimo de los habitantes de la ciudad.
Por cierto, los macacos son súper divertidos, pero no son más que una copia de los pingüinos de “Madagascar” (2005)
Y ni hablar del personaje humano femenino, Linda Gunderson, una copia de Elasti-Girl del film “The Incredibles” (2004) que aquí repite diseño con descaro.
En el doblaje, o al menos en español latino, se esperaba escuchar ese acento brasileño, o por lo menos, español neutro, y no tanto mexicano.
Como cuando Nico, el canario amarillo, comienza a cantar con la voz de Carlinhos Brown, es como una patada en nuestra inteligencia.
Entre lo que he dicho en la crítica de que “no se escucha ni un acento brasileño” y de repente, se canta en un perfecto portugués…
También, es muy destacable, la variada banda sonora, que incluye varias canciones icónicas de Brasil, que le agregan a la historia, una notable dosis de alegría, que se fusiona perfectamente con esas coreografías, visualmente deslumbrantes; con excepción de los temas en inglés, que están fuera de lugar, literalmente.
“You think too much!
Flying is not what you think up here, it's what you feel in here!”
Rio, además de ser un gran paisaje de colores, me cautivo por algo mas, y eso fue el mensaje filosófico; el cual consiste en que, muchas falencias que en ocasiones nosotros nos creamos, están en la mente, y no en forma física, como siempre se ha creído, más allá de eso, también se nos presenta un mensaje de cooperación y amistad.
Si el estreno de Rio se hubiese retrasado hasta el 2013 o 2014, la campaña publicitaria que le hubiese supuesto al Mundial de Fútbol, y a Las Olimpiadas hubiera sido todavía más descomunal.

“I love you, Rio!”



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