Mr. & Mrs. Smith

“If you had it all to do over again, would you still have married me?”

Jane Alice Peters, conocida artísticamente bajo el seudónimo de Carole Lombard; fue una actriz estadounidense de origen británico y alemán; que realizó más de 40 películas, siendo nominada en una ocasión al premio de La Academia.
Se especializó en papeles cómicos, y allá por 1940, trabajaba haciendo una película de su elección por año.
Aceptaba cualquier papel que le pareciera bueno; y en cierta época se dijo que cobraba $35 mil a la semana.
Hizo 2 películas en 1941, una de las cuales, la única aproximación a la comedia de Alfred Hitchcock.
“Well, she's... changed a little”
Mr. & Mrs. Smith es una comedia del año 1941, dirigida por Alfred Hitchcock.
Protagonizada por Carole Lombard, Robert Montgomery, Gene Raymond, Jack Carson, Philip Merivale, Lucile Watson, William Tracy, Charles Halton, Esther Dale, Emma Dunn, Betty Compson, Patricia Farr, William Edmunds, entre otros.
El guión es de Norman Krasna, sobre las relaciones de amor-odio de un matrimonio.
En 1937, Carole Lombard había firmado un contrato por 3 películas con la productora de David O. Selznick.
Había filmado 2; y para la 3ª había elegido, dado la mala racha financiera que habían tenido sus dramas para La RKO, una comedia escrita por Norman Krasna, un muy buen guionista que había escrito varias muy exitosas durante la década.
Carole, y muchos otros, se llevaron una enorme sorpresa:
La razón fue, la gran estima que sentía por ella, en contraste con el nada disimulado  desprecio, léase  antisemitismo que su esposo había demostrado hacia Selznick y su equipo durante el rodaje de “Gone With The Wind” (1939); en una carta, Selznick confió a Carole, que prefería  liberarla del contrato, que ser causa de discordia en la pareja, dado que nada que él hiciera estaría bien a los ojos de Clark Gable.
Carole presentó entonces su proyecto a La RKO, prácticamente armando todo el paquete para el rodaje; y aprovechó que un director inglés estaba trabajando a préstamo, para rodar 2 películas en La RKO, nada menos que Alfred Hitchcock.
Así, Mr. & Mrs. Smith, plasma la faceta de Hitchcock como un cineasta que juega en el campo de la comedia; pero aún estaba lejos de producir sus soberbios ejercicios de suspenso; claramente, lo mejor aún estaba por venir.
Por tanto, a Norman Krasna se le ocurrió la idea básica de Mr. & Mrs. Smith, bajo los títulos:
“Who Was That Lady I Seen You With?” o “No for an Answer”
Al final se optó por Mr. & Mrs. Smith, y se formuló como una “screwball comedy”, género típicamente hollywoodense, que tuvo su apogeo entre los años 30 y 40; caracterizado por los diálogos rápidos, las situaciones absurdas, y porque generalmente trata sobre las relaciones románticas y el matrimonio.
Siendo la única puramente dicha de su autor, y permanece como uno de los films más atípicos del mismo.
Así, Alfred Hitchcock decidió dirigir esta película, debido a la petición de Carole Lombard; siendo también, una de las pocas películas de Hitchcock, donde no estuvo involucrado en el proceso del guión; puesto que realmente no entendía el tipo de personas que fueron retratadas en la película, lo único que hizo, según parece decir él mismo, fue básicamente fotografiar las escenas como estaba escrito.
La realidad era que Hitchcock, que tenía todo el prestigio, pero no suficiente dinero en mano para darse el tipo de vida que deseaba, tenía la promesa de Selznick, por quien estaba contratado, y por quien había llegado a EEUU, de recibir una remuneración extra, si terminaba las 2 películas para RKO en menos de un año.
Se había decidido por adaptar la novela “Before The Fact”, que finalmente sería “Suspicion” (1941), pero no lograba ponerse de acuerdo con el estudio, para lo que sería la 2ª película.
Al aceptar el pedido de Lombard, Hitchcock mató 2 pájaros de un solo tiro.
Sin embargo, Hitchcock no estaba contento con el resultado, y más tarde fue desdeñoso de Mr. & Mrs. Smith.
Pasados los años, según los archivos de RKO Radio Pictures, se demostró que el propio Hitchcock había perseguido el proyecto.
Mr. & Mrs. Smith, fue la última película de Carole Lombard, estrenada antes de su muerte a los 33 años.
“To Be or Not to Be” (1942) fue su última película, estrenada 2 meses después de que ella murió en un accidente aéreo durante una gira de bonos de guerra; dejando al mundo del Séptimo Arte, sin un talento enorme, entre otras cosas para la comedia.
Además, esta fue la primera película de Alfred Hitchcock en ser mostrada en la televisión de EEUU.
A pesar de su título, Mr. & Mrs. Smith, nada que ver, afortunadamente, con el film de Doug Liman del 2005, con Brad Pitt y Angelina Jolie.
La acción de Mr. & Mrs. Smith, tiene lugar en New York City, a lo largo de varios días del otoño de 1940.
Ann (Carole Lombard) y David Smith (Robert Montgomery), llevan 3 años felizmente casados.
Él es abogado, y ella es una muchacha joven e inteligente.
Resuelven las crisis matrimoniales, según un rígido decálogo que incluye que ninguno se aleje de la casa tras una pelea.
Más bien al contrario, pues estipula que se aíslen del resto del mundo, y traten de afrontar sus problemas.
Tras una de esas “terapias”, que se había alargado por varios días, David Smith regresa a la oficina, donde lo visita Harry Deever (Charles Halton), un notario que también habla con Ann posteriormente, revelándole que por un vicio de forma, su matrimonio ya no es válido, por lo que deben celebrarlo de nuevo.
¿Qué pasaría si se tuviera la oportunidad de nuevo de volver a casarse, lo harían?
La pregunta es planteada desde el inicio de la historia, en la que él, en una demostración de sinceridad extrema, da un rotundo no, y empiezan los problemas.
Cuando resulta evidente que David no tiene intenciones de volver a proponerle casamiento; Ann lo expulsa del hogar, y decide comenzar una nueva vida.
A partir de ese punto, su relación se daña, pues ambos tratan de gozar su libertad, lejos de los vínculos matrimoniales, y tienen diferentes compañeros:
David, mujeres de dudoso gusto; y Ann a Jefferson “Jeff” Custer (Gene Raymond), primero compañero del colegio, y ahora colega de su “ex-marido”
Esta es la base del conflicto que mantendrá a Ann y a David, jugando al gato y al ratón durante el resto de la historia.
Sin embargo, después de un poco, David hace lo que puede para reconquistar a Ann, y se vuele morboso y odioso.
Ella, a pesar de estar celosa, no lo muestra, hasta que la historia termina felizmente.
El inmortal Alfred Hitchcock, se presentaba de esta manera en tierras estadounidenses, iniciaba de esta forma, una etapa en su carrera, en la que materializaría piezas inolvidables del cine yanqui, y del cine mundial, indelebles improntas que han sobrevivido décadas, y que sin duda lo seguirán haciendo, como imprescindibles obras de un director referencial.
“I guess she's changed some huh?”
Mr. & Mrs. Smith es el film #26 de Hitchcock, y 3º de su etapa en EEUU; siendo la primera comedia en tierras yanquis, que el gigante director británico realizó.
Aún alejado de sus trabajos como el inigualable “Maestro del Suspense”, de sus intrigas e incertidumbres, de sus intrincados misterios; en Mr. & Mrs. Smith aborda un tema y una historia mucho más inocuas, pero eso sí, desde ya demostrando que tenía un exquisito gusto por recrear situaciones inverosímiles, y lo hacía muy bien, desde sus inicios.
Sin abordar, pues, aún los temas en los que es dómine, el suspense, deja patente su directriz de comediante, una faceta que ciertamente no dejaría de lado en el futuro, pues la dosis de clave cómica, estaría presente incluso en algunos de sus mejores ejercicios de intriga y suspenso.
Por lo que puede decirse que Mr. & Mrs. Smith, es un regalo que Alfred Hitchcock hizo a su adorada Carole Lombard.
Más allá de los típicos y tópicos comentarios y habladurías sobre la relación entre el cineasta británico y las rubias protagonistas de sus películas, lo cierto es que los Hitchcock y el matrimonio formado por Clark Gable y Carole Lombard, eran buenos amigos, amigos íntimos, compartían cenas y encuentros, fantaseaban sobre proyectos, y hacían planes que casi nunca llegaron a ningún sitio.
Fruto de ese afecto, fue el hecho de que Hitchcock se atreviera con un registro que no encajaba a priori en sus intereses como director de cine.
Propiamente de Mr. & Mrs. Smith, se dicen generalmente 2 grandes inexactitudes:
En primer lugar, que es la única comedia que dirigió Hitchcock, lo cual, viendo su filmografía, es rotundamente falso, no pocos momentos en sus películas, y no pocas películas en sí, destilan una fina ironía, un humor negro, una vocación auto paródica, que no es ajena en ningún caso a la comedia.
Por otro lado, que Hitchcock abandona por una vez los cánones del suspense de los que se erigió en maestro por derecho propio, cosa que también es errónea.
Es posible que el guión de Norman Krasna, basado en un relato propio, no circule por las temáticas de suspense criminal o de terror, real o psicológico; o de intriga de espionaje, en las que el director inglés se movía como pez gordo en el agua, pero no es menos cierto que la película se zambulle de lleno en la otra clase de suspense, tan importante o más que la aparentemente superficial en todas sus narraciones, que le interesa, y que no es otro que el suspense romántico, el “qué pasará” con la pareja protagonista.
En Hitchcock el amor, el romance, forman parte del suspense tanto como el asesinato, la huida, el chantaje, o la traición.
Observamos a un Hitchcock que aún está por desarrollar su pasión por el género que lo volvería inmortal, y al mismo tiempo, el género que él cambió para siempre, pero ya va dejando patentes algunas de sus futuras constantes, como crear situaciones a las que nos introduce sin mayor presentación, se va al grano, las circunstancias son materializadas sin mayores devaneos, característica constante y acertada en el cineasta.
De este modo, Hitchcock construye su “única comedia romántica” del mismo modo y con las mismas herramientas que sus cintas de suspense, ofreciendo información al espectador que los personajes no saben, colocando misterios y secretos a lo largo los 95 minutos de metraje, y moviéndose continuamente alrededor de un macguffin principal, un insignificante error burocrático, como vehículo para la historia que quiere contar, que no es otra que el primer mandamiento de la “screwball comedy”, uno de los géneros hollywoodenses por antonomasia:
El “recasamiento” de una pareja protagonista que se encuentra separada.
La inteligencia de Hitchcock hace, sin embargo, que en Mr. & Mrs. Smith no se limite a abordar esta cuestión de modo simbólico, esbozado, aludido veladamente, como ocurre a menudo en productos similares de aquella época, sino que la refleje de modo literal, el fogoso y apasionado matrimonio formado por Ann y David Smith.
Es fogoso y apasionado, pero no un “matrimonio” formal, debido a un error en la tramitación de la licencia, expedido en el estado de Idaho; y en la elección del lugar escogido para la boda:
Un enclave junto a un río que administrativamente pertenece al estado de Nevada.
Por lo que el matrimonio carece de valor legal, y técnicamente han estado viviendo 3 años en concubinato.
La maestría de Hitchcock, al suministrar la información al público, pues Ann y David se enteran del asunto por separado, pero el público sabe que ambos lo saben, cuando se reúnen por primera vez tras sus respectivos descubrimientos; sirve de esqueleto al desarrollo de la trama:
La indiferencia, la irrelevancia con la que David acoge la noticia, contrasta con la suma importancia que adquiere para Ann, volver a casarse a la mayor brevedad posible para paliar el defecto surgido de repente, y más cuando esa misma mañana, se le ha ocurrido plantearle a su marido, la hipótesis de qué ocurriría si volvieran a ser solteros, y se conocieran de nuevo.
Si él seguiría deseando casarse con ella…
El desdén de David por los entresijos burocráticos, es interpretado por Ann como desinterés por ella, como respuesta implícita a su charla matutina, y entonces es cuando estalla el conflicto:
Será ella, Ann, la que decide que no quiere casarse con un hombre así.
Y para hacer el mayor daño posible, no se le ocurre otra cosa que seducir al socio de David, Jeff, abogado como él, para rehacer su vida.
El triángulo recién establecido, genera una tensión a 3 bandas que se complementa con los equívocos surgidos con la irrupción de los padres de Jeff, que no saben muy bien, cómo interpretar los extraños vínculos que observan entre los 3.
Conforme a los códigos cinematográficos de la época, Ann, secundada por su madre, se preocupa por conservar su honra, y por interrumpir la vida conyugal con David, hasta tanto no se casen legalmente.
De la misma forma, los padres de Jeff se horrorizan al sospechar que la prometida de su adorado hijo, habría mantenido una relación sentimental con el amigo de éste.
Tanto la madre de Ann, como la de Jeff, se presentan como una versión ligera y adaptada al tono de la película de las madres hitchcockianas:
Son invasivas, y pretenden seguir manejando las vidas de sus hijos, aun cuando éstos sean adultos.
El padre de Jeff, por su parte, es una de las pocas figuras paternas fuertes en la obra del director.
Como contrapartida a estos padres severos, los jóvenes se muestran infantiles, incapaces de aclarar los malentendidos, o de escuchar las explicaciones del otro, claro que si pudieran hacerlo, tendríamos una película muy breve… y Ann, particularmente, es referida en varias oportunidades por David, como una niña.
Así las cosas, Hitchcock sigue manejando adecuadamente el suspense, en este caso romántico, con su socarrona crítica al concepto de matrimonio; y remite directamente a las relaciones de encuentro y desencuentro de las jóvenes y joviales parejas protagonistas de algunas de sus celebradas películas inglesas de espionaje, de sus deliciosos carruseles de entradas y salidas, idas y venidas, subidas y bajadas a lo largo y ancho del macguffin.
El ingenio del conflicto básico que mueve la historia, las estupendas interpretaciones de la pareja protagonista, y de toda la galería de secundarios, y algunos de los acostumbrados logros visuales del cineasta, o de sus tics como la comida y la bebida, son importantes en todo el cine de Hitchcock, pero aquí su presentación equivale a la categoría de tributo, empezando por los platos, vasos y bandejas acumulados en el dormitorio de los amantes, suponen que durante un largo arrebato romántico, por no decir sexual, chocan con el aspecto formal, que Hitchcock resuelve adecuadamente.
Interpretada por Robert Montgomery y Carole Lombard, sin ser remarcables sus actuaciones, son eficientes para dar vida a esta agradable comedia.
Ambos tienen buena química en las escenas en las que aparecen juntos, están muy logradas, y los espectadores llegamos a creer que tienen el grado de conocimiento y confianza mutua que debe existir entre sus personajes, al cabo de 3 años de convivencia.
Ambos la interpretan con sinceridad, de modo tal que sentimos que la historia llegará a buen puerto, y en el camino, las risas de los eventos que afrontarán.
Así como también presenta otras constantes del realizador, como la fascinación y adoración que siente por Carole Lombard, encarnación de la heroína hitchcockiana:
Rubia, desenvuelta, guapa, inteligente, y frágil.
Ella sola convierte en inmortal, este y tantos films, con su sensual belleza, que traviesa la pantalla con su desparpajo y su control del movimiento, del ritmo interpretativo ante una cámara.
Y es que en el set no hubo problemas, y la actriz aprovechó para hacer de las suyas:
Al enterarse que Hitchcock supuestamente había dicho:
“A los actores hay que tratarlos como ganado”, se las arregló para que el primer día de filmación, al llegar al set, el director encontrara armado un corralito con 3 terneros, y de cada uno colgaba  un cartel con el nombre de los protagonistas.
Lombard, también exigió dirigir el usual “cameo” de Hitchcock en Mr. & Mrs. Smith:
En este caso, era bien simple; se cruzaba por la vereda con Robert Montgomery, y lo saludaba tocándose el ala del sombrero, pero para Carole no fue suficiente, y le hizo repetir la escena como 10 veces, argumentando falta de intensidad en la parte actoral…
“Give, Give”, parece que le gritaba…
Así, Alfred Hitchcock se puede ver que pasa frente a su edificio de apartamentos, cuando la cámara se aleja, a unos 43 minutos de metraje.
Por otro lado, es interesante observar el personaje de Gene Raymond, “Jeff”, como un tipo que llega de paracaídas, y no se sabe a ciencia cierta, de quién está enamorado.
Pues pareciera que el personaje que protagoniza Gene Raymond, e quien está realmente enamorado es de Mr. Smith, y no de Mrs. Smith.
¿Estamos entonces ante una velado personaje gay, o sólo me lo parece a mí?
La escena de la borrachera, es evidente.
Pero también se lucen los personajes secundarios:
El Sr. Deever, la madre de Ann, Esther Dale; el dueño del restaurant al cual va la pareja, William Edmunds; Chuck, el compinche de David en sus aventuras de soltero en Jack Carson; Gertie y Gloria, las conquistas de Chuck y David, que son Betty Compson y Patricia Farr, respectivamente; el taxista contratado por David para seguir a Ann, Murray Alper; y los padres de Jeff, Philip Merivale y Lucile Watson; brillan en sus breves apariciones, y por momentos, su luz parece superar a la de los protagonistas.
De las escenas, se hace uso de imágenes que explican extremos argumentales:
Comida que no apetece a los gatos, confianza del que se deja afeitar a navaja, efervescencia sexual de la noche anterior a la escena inicial.
Esto último llama la atención, que desde el inicio, el interior de una habitación de un hotel en el que la cámara nos muestra el resultado de varias noches seguidas de un matrimonio que no ha salido de la misma en días…
Evidentemente no estaban jugando a las cartas, sino dedicándose a las artes amatorias, evitando inteligentemente la censura tan estricta en aquellos años; a través de algunos de los diálogos y situaciones.
Un matrimonio que en tiempos de crisis se aísla por completo del mundo, para recuperar la pasión perdida, o lo que sea necesario.
O esa secuencia en la que el matrimonio vuelve al restaurante en el que se prometieron, ahora convertido en un tugurio en el que hasta la sopa es sospechosa; una fonda de mala muerte, ubicada en un vecindario muy distinto de la zona acomodada en la que vivió la pareja.
También, aquella en la que Montgomery explota a la perfección sus aptitudes para la comedia, cuando finge hablar a la mujer que tiene a su lado en un restaurante, con el fin de poner celosa a su ex-mujer.
Dicho instante es uno de los más hilarantes a los que un actor se ha sometido jamás, y sin caer en el exceso o la caricatura.
Por otro lado, y de acuerdo con el documental “Mr. Hitchcock Meets The Smiths” (2004), esta es la primera película de Hollywood, en rodarse en una pizzería.
Película pues, relajada, entretenida, sin forzar demasiado nunca sus propuestas, proporciona un rato ameno, mientras habla con mucho sentido el humor, quizá de forma un poco conservadora, sobre el matrimonio como algo necesario para que una relación amorosa quede de alguna forma sellada.
Una idea un tanto anticuada, que se soporta gracias al ritmo que Hitchcock le imprime, a la gracia con la que está servida, y cómo no, a las sutiles referencias sexuales que se suceden en el relato.
Aunque haya momentos en que se sientan algunas situaciones muy livianas, termina siendo una aceptable cinta que es necesario visionar, pues representa la 1ª en EEUU, de un auténtico titán del cine; pero no olvidemos que en casi todos sus títulos, el genio inglés demostró poseer un gran sentido del humor y la ironía del mismo modo que tantas de sus películas de suspense lo son en realidad de amor.
Por último, la banda sonora de Roy Webb, aporta una partitura funcional de apoyo, con melodías alegres, divertidas y, en ocasiones, burlonas e irónicas.
“I can't imagine anything hanging in the closet shrinking so much”
La gran actriz que Carole Lombard, dejó su canto de cisne en Mr. & Mrs. Smith; pues finalizado el rodaje, en diciembre de 1941, justamente cuando Estados Unidos entraba en La Segunda Guerra Mundial, después del ataque japonés a Pearl Harbor; el gobierno solicitó a los más importantes actores de Hollywood, que colaboraran con la causa; por lo que Carole fue a Indiana, para un acto de promoción de los bonos de guerra.
Así, el 16 de enero de 1942, Carole, su madre, su apoderado, y otras 20 personas, regresaban a California, cuando el avión, un Douglas DC-3, NC1946 de la Trans Continental and Western Air, cayó en las afueras de Las Vegas, Nevada.
Todos los ocupantes perecieron…
El Presidente Roosevelt declaró, que la actriz Carole Lombard fue la 1ª mujer que cayó en La Segunda Guerra Mundial, y la premiaron con La Medalla de La Libertad.
Su marido, Clark Gable, totalmente destrozado, se unió a las tropas estadounidenses desplegadas en Europa.
Cuando él murió, en 1960, se le enterró en una tumba junto a la de ella.
Como dato curioso, se llegaron a modificar algunos diálogos de la película “To Be or Not to Be” (1942), en post producción, cuando ella pregunta:
“¿Qué te puede pasar en un avión?”
Carole Lombard tenía 33 años.

“I will never forget you in that little blue dress”



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