Mercy

“She's just an old woman with attacks from time to time”

Pocos escritores actuales, pueden presumir de la gran cantidad de adaptaciones cinematográficas y televisivas que tiene en su haber.
Stephen King, tampoco es tan extraño, pues sus novelas siempre tienen unas buenas ventas mundiales, sus fans son “Legión”, entre los que me incluyo; y King tiene una especie de incontinencia y/o necesidad a la hora de plasmar en papel sus fantasías más nimias, que provoca que cada año se publiquen una o dos novelas nuevas, y un buen puñado de relatos cortos en diferentes recopilaciones de género.
“Skeleton Crew” (1985) es la 2ª antología de cuentos publicada por Stephen King.
La primera colección fue “Night Shift”, publicada 7 años antes, en 1978; mientras que “Different Seasons”, una colección de 4 novelas, fue publicada entre ambas, en 1982.
La colección “Skeleton Crew”, incluye 22 trabajos, de los cuales, 19 cuentos cortos, 1 novela corta, “The Mist”; y 2 poemas:
“Paranoid: A Chant” y “For Owen”
Además de la introducción, en la que King se dirige directamente a sus lectores en su característico estilo coloquial, “Skeleton Crew” contiene una sección titulada “Notas” a manera de epílogo, dentro de la cual, King discute el origen de varias historias de la colección.
Las historias, son recolectadas de antologías de ciencia ficción y horror:
Dark Forces, Shadows, Terrors y New Terrors; publicaciones en revistas del género como The Twilight Zone Magazine, Ellery Queen's Mystery Magazine, Startling Mystery Stories, Weirdbook, y The Magazine of Fantasy & Science Fiction; y revistas populares, como:
Redbook, Gallery, Yankee y Playboy.
Aunque fueron publicadas en 1985, las historias reunidas en “Skeleton Crew”, abarcan 17 años, desde “The Reaper's Image”, la 2ª venta profesional de King, cuando sólo tenía 18 años de edad; hasta “The Ballad of the Flexible Bullet”, que fue completada en 1983.
Por tanto, “Skeleton Crew” muestra a King, como un escritor maduro desde el punto de vista de la crítica, con mayor amplitud y profundidad que en sus trabajos breves previos.
La colección, también se caracteriza por presentar algunos trabajos más personales, incluidos “For Owen”, el poema que escribió para su hijo; y “Gramma” un cuento de horror, narrado desde la perspectiva de un muchacho de 11 años, que parece aludir a los propios horrores de King, cuando vivía con su abuela inválida.
En “Gramma”, un niño se queda a cuidar a su abuela cuando su madre lleva a su hermano al hospital, y es entonces cuando descubre la verdadera naturaleza de ella…
Refiriéndose a una de las historias en la colección, King señaló:
“Dentro de lo que concierne a los cuentos cortos, me gustan más los espantosos.
Sin embargo, la historia “Survivor Type” llega un poquito demasiado lejos, incluso para mí”
Como apunte, recordar que la idea de reunir esas historias en un tomo, era que todas evocaran, de una manera u otra, la esencia de H.P. Lovecraft.
“Are you sure you're not afraid to be alone with Grandma?”
Mercy es una película de terror, del año 2014, dirigida por Peter Cornwell.
Protagonizada por Chandler Riggs, Dylan McDermott, Frances O'Connor, Mark Duplass, Harley Graham, Hana Hayes, Joel Courtney, Shirley Knight, Amanda Walsh, Chris Browning, Joe Egender, Eddie Jones, entre otros.
El guión es de Matt Greenberg, basado en el cuento “Gramma” de Stephen King, publicado por primera vez en Weirdbook, en 1984, e incluida en la colección de 1985, llamada “Skeleton Crew”; donde ciertos personajes/criaturas/poderes sobrenaturales, que aparecen en las obras de H.P. Lovecraft, también aparecen en esta historia, por lo que es una historia situada en El Mito de Cthulhu; el cual constituye un ciclo literario de horror cósmico, consolidado entre 1921 y 1935 por el escritor estadounidense, Howard Phillips Lovecraft, y acrecentado por otros escritores pertenecientes al Círculo de Lovecraft.
Aunque muy vinculado a la ciencia ficción, el género onírico y la fantasía pura, en rigor, Los Mitos de Cthulhu pertenecen a la tradición del cuento de terror anglosajón.
En él, se renueva el desgastado horror gótico de fantasmas y seres inmateriales en un terror realista, de seres monstruosos y desconocidos que se esconden en los parajes más oscuros de La Tierra, el tiempo y el espacio.
Los Mitos, exploran a ciegas la perspectiva de que bajo el mundo cotidiano y conocido, se esconde una realidad prodigiosa y aterradora, que acecha a la humanidad desde las tinieblas, y sume en el pánico o la locura a quien osa atisbar los abismos de aquella inaprensible dimensión.
Por ejemplo, Hastur, “El que no puede ser nombrado”, o “Aquel que no debe ser identificado”, tiene otros nombres como:
Assatur, XASTUR, H'aaztre o Kaiwan; es una entidad de Los Mitos de Cthulhu.
Como dato, “Gramma” fue un episodio de 21 minutos de la serie, “The New Twilight Zone” escrito por Harlan Ellison, producido por CBS/MGM-UA, en 1986, y dirigido por Bradford May.
La historia en la película, toca temas como el abandono a los adultos mayores, y como estos se vuelven una carga para sus familiares, además del tema sobrenatural, y del peligro de los deseos y los pactos.
La acción sigue a Rebecca McCoy (Frances O'Connor),  junto con sus 2 hijos:
Buddy (Joel Courtney) y George (Chandler Riggs), que se ven en la obligación de volver a su casa de la infancia para cuidar de Mercy (Shirley Knight), su madre y abuela, luego de que un ACV, la dejara en una situación delicada, y de que nadie la quisiera en el asilo en donde pasaba sus días.
George, el menor de la familia, siempre se caracterizó por tener un vínculo estrecho con Mercy, hasta el punto de llamarla “su mejor amiga”
El cariño era recíproco, ya que Mercy nunca ocultó su predilección por el pequeño George; ahora, en una casa aislada en medio de la nada, esta pequeña familia disfuncional, tendrá que atender a una vieja que apenas puede moverse y balbucear algunas palabras y que, para colmo, tiene fama de bruja.
Fama que, como bien pueden testimoniar sus hijos, Rebecca y sus hermanos:
Lanning (Mark Duplass) y Jinny (Abigail Rose Solomon), está muy lejos de ser un simple producto de las habladurías locales.
Pero si hay algo que hemos aprendido en el cine de terror, ya desde los tiempos de “The Exorcist” (1973), es que no todas las enfermedades pueden ser tratadas por los médicos.
La solución, y su peor pesadilla, se encuentran en la fe y la oscuridad.
De hecho, las cosas no tardarán en complicarse, cuando el pasado oscuro de Mercy, comience a salir a la luz, y el demonio que la acompaña, y que responde al nombre de Hastur, empiece a reclamar lo que desea, y cree que le corresponde.
En ese momento, nadie estará a salvo, mucho menos George.
El tío Lanning, es el único hijo que se ha quedado a vivir con Mercy, y que ante su enfermedad, no le queda más remedio que cuidarla.
Pero al pasar más tiempo con su madre, es el único que es consciente de que su madre tiene una maldad interior muy peligrosa.
Mientras con Rebecca, su nacimiento fue por causas especiales, pero la maldad latente de su madre, acabará por alejarla de ella.
Le costará llegar a comprender, qué es lo que realmente está pasando, pero no le quedará otra.
Y George, es el único de la casa con la sensibilidad suficiente para comprender todo lo que está pasando, y tratar de acabar con el malvado demonio.
Pero esa sensibilidad, hará que sea el heredero perfecto del maltrecho cuerpo de la abuela Mercy.
La película destila un aire muy ochentero, los efectos visuales y buena parte de la historia, así lo indican; por otra parte, no se aleja demasiado de las constantes que tanto gusta de utilizar Stephen King, bajo casi una apariencia de telefilm, por lo que Mercy se presenta como uno de esos cuentos macabros para pre¬adolescentes, donde King parece mezclar parte de su vida, con elementos fantásticos y de terror.
“Books to have children?”
Stephen King es uno de los autores que tiene una enorme bibliografía a la cual recurren, de vez en cuando, tantos productores como estudios, para buscar dentro de tantos libros e historias cortas, algo para adaptar; y no es por nada, pero el autor es el responsable de libros en los que se han basado películas tan importantes dentro del género del horror y el drama, que sin duda, es una buena fuente a la que Hollywood se dirige cuando las ideas parecen no fluir.
Así pues, Mercy es la nueva película basada en “Gramma”, una historia menor de Stephen King, que se estrenó casi directamente al mercado del vídeo bajo demanda; no siendo tan conocida como sus cientos de historias, pero que a pesar de eso, ya se había visto su adaptación, en el capítulo 18 de la primera temporada de la conocida serie televisiva de 1985, “The Twilight Zone”
Por lo que los responsables de filmes como “Paranormal Activity” y “The Purge”, producen esta adaptación al cine, una bastante libre por cierto, quedando de éste, la idea central del relato:
Un chico debe cuidar a su abuela enferma, que para colmo tiene poderes mágicos/malignos, fruto de un pacto con un demonio primigenio.
A partir de ese punto, la necesidad de alargar la historia, el relato daría como mucho para un mediometraje; desvirtúa totalmente el sentido original, y presenta más personajes, algunos de ellos completamente de relleno, y algunas situaciones fuera de tema, como por ejemplo, los primeros 20 minutos, dedicados a mostrarnos a la familia y su entorno, y dejar claros, clarísimos se podría decir, los lazos afectivos que unen al George con su abuela.
Y dejan en suspenso, cualquier atisbo de que estemos viendo una película de género fantástico.
Todo inicia en los años 60; en una aislada cabaña en los bosques de Virginia Occidental, donde vive Mercy con su marido, de una forma sencilla y tranquila.
Toda su vida parece estar predestinada a ser perfecta y sin sobresaltos, pero la malvada naturaleza humana hará que todos estos planes de futuro acaben rompiéndose.
La mayor ilusión de Mercy, era ser madre, tener una familia numerosa, pero un problema desconocido, hará que no pueda tenerlos, algo que la obsesionará de una forma brutal.
El tiempo irá pasando, a la vez que Mercy irá viendo como su matrimonio empieza a tomar un matiz bastante diferente…
Todo cambiará, cuando en un arrebato místico, la mujer encuentre “el libro de las lágrimas”, con el que conseguirá invocar al demonio Hastur, que le otorgará poderes ilimitados y, por supuesto, sus queridos hijos.
Pero el nacimiento de los trillizos, no mejorará el asunto, sino todo lo contrario, ya que el marido de Mercy empezará a perder la cabeza, hasta que finalmente acabe con su propia vida de un hachazo.
A partir de entonces, la vida de Mercy se centrará en sus hijos, en los nietos que vayan naciendo, y en ir consiguiendo éxito tras éxito, gracias a la mediación del demonio que tiene dentro.
Todos estos poderes especiales, no pasarán inadvertidos para sus vecinos, que poco a poco se irán alejando de la mujer, hasta dejarla en la soledad de su vida campestre.
Pero los años seguirán pasando, el cuerpo de Mercy empezará a flaquear, y antes esta situación, no le quedará más remedio a Hastur, que buscar un nuevo cuerpo dentro de la familia, que le sirva para perpetuar su estancia entre nosotros.
El elegido acabará siendo George, el nieto de Mercy, que desde pequeño fue el favorito de la abuela, y que presenta una sensibilidad muy especial a la hora de interactuar con los seres del más allá, es decir, el candidato perfecto.
La primera media hora, bien se podría calificar como de “costumbrista”, ya que se dedica a mostrarnos las relaciones que unen a los diferentes miembros de la familia, haciendo especial hincapié en la unión entre George y su abuela.
Y es que claro, si al principio había comentado el origen de la historia, me había reservado un pequeño detalle:
Que ésta, en parte, es autobiográfica, ya que en su niñez, el escritor Stephen King vivió junto a su abuela.
Por esa razón, el empeño de este por ayudarla, y por desdramatizar… o mejor, humanizar su situación con elementos como esa capacidad del protagonista de ver muertos, también sin introducirse en el terreno del horror, ya que son muertos “buenos”¬, ruidos extraños, o testimonios disonantes.
Luego, cuando comienza la investigación del actuar extraño de la abuela, continúa por senderos igualmente “entrañables”, pero al menos aumenta en tensión y contenido fantástico.
Aquí se juega con más elementos, divagando incluso con ingredientes arraigados con las leyendas y ritos del lugar, con reminiscencias a otros conceptos.
No en vano, y aquí me he vuelto a olvidar convenientemente de dar al principio otro dato, el recopilatorio “Skeleton Crew”, del que formaba parte este relato, era una especie de homenaje a Lovecraft.
La relación conflictiva y contradictoria entre el bien y el mal tiene, así, un lugar privilegiado en Mercy.
Vemos cómo el mal está presente como si se tratara de una amarga compañía, mientras que el bien nos desconcierta con su aparente ausencia.
Ese bien que es silencio, mientras que el mal es puro ruido, ya que grita para hacerse notar.
Ese bien que busca conservar, a diferencia del mal, que da a mano abierta con el fin de reclamar después.
Pero la cuestión no es tan sencilla, y llegamos a percibir que de la oscuridad puede nacer la luz, de la misma manera que las personas estarían dispuestas a las peores atrocidades en nombre del amor.
Por otra parte, es interesante también ver, cómo está tematizado el horror.
Si bien se trata de una película que no da miedo, el horror está presente, y nos hace pensar.
En efecto, el personaje de Mercy, encarna los distintos miedos a los que puede enfrentarse una persona.
En ella, los horrores del infierno conviven con los horrores de la vejez y de la enfermedad.
¿Quién podría decir, qué es más terrible e insoportable?
Un punto fuerte, en lo técnico, es su fotografía en exteriores, los paisajes son muy hermosos con cierto misticismo, y una buena ambientación:
Una casa aislada en el medio de un campo irregular, con montañas bajas, y una soledad absoluta, nos permite sentir que el mal, en su esencia más arcaica, que forma parte del mundo, y que nosotros, los seres humanos, podemos ser sus entes receptores.
Sólo basta con desearlo, y estar dispuesto a aceptar sus condiciones.
En pocas palabras, podemos decir que Mercy es una película que trata sobre el pacto que el ser humano puede hacer con el mal, con el fin de obtener lo que desea, tema que no carece de una amplia tradición.
Por eso, vale la pena que nos preguntemos:
¿Qué estaríamos dispuestos a perder, para conseguir lo que queremos?
La pregunta no es menor, ya que generalmente lo obtenido nunca está a la altura de lo deseado.
Tal vez por eso, la respuesta al deseo, en esta película, pero también en la vida misma, siempre viene en forma de demonios.
Pero ojo, que Mercy también nos habla de la ancianidad en un plan alejado de lo terrorífico y fantástico, es decir, en el plano real:
La opinión popular saneada de esto, la ha hecho un trastorno sutil, quienes la sufren están “confundidos”, un poco tontos, que viven en el pasado, con hadas o en otro planeta.
Algunos en verdad son así, y espero que así sea como me toque a mí, si ese es el caso.
Sin embargo, esta edad tiene un lado cruel.
Como sabemos, otros se vuelven más agresivos, y más difíciles de cuidar de lo que puede encerrar el adjetivo de “desafiante”
Muchos padres saben lo que es “perder la compostura” con sus propios hijos.
Los aman, son hermosos, y aun así, hay veces que le gritan con mucha rabia o le dan una bofetada, incluso sabiendo que no deberían.
Claro está, que no deberíamos comparar el cuidado a las personas mayores con el de los más pequeños; pero me pregunto, si muchos de nosotros, que no siempre mantienen la calma con sus propios y amados hijos, podrían trabajar en una casa de cuidados, y no decir o hacer algo ocasionalmente de lo que nos arrepintamos hacia a algunos residentes, algunas veces muy difíciles.
En la descripción del trabajo de estos cuidadores, suelen buscar a alguien que logre tanta independencia como sea posible en todas los aspectos de sus vidas, que los ayude a identificar y elegir sus necesidades de apoyo, alguien que entenderá cómo tratar al paciente con respeto y dignidad, y que entienda los derechos del individuo, para que se le respete sus deseos, etc.
Esto me suena a que están buscando un santo, por muy poco salario…
Si esta es la situación:
¿Hay un mejor futuro?
¿Habrá una solución obvia, cuando en unos cientos de años, salgan todos esos libros y ensayos?
Sólo podemos esperar que así sea.
Estaría bien pensar, que cuando la llamada “tercer edad” sea 1/3 de la población, el puro poder popular, hará la diferencia.
No obstante, el hecho es que cuando muchos de nosotros lleguemos a ese frágil estado, no estaremos en condiciones de hablar, como nos recuerda esa larga no muerte de Titono; que según la mitología griega, la diosa Eos se enamoró de Titono, estaba tan ciega por él, que acudió a Zeus, El Rey de los dioses, para pedirle que hiciera inmortal al Príncipe troyano.
Zeus aceptó, aunque Eos fue tonta, había pedido vida eterna a su amante, pero se le olvidó pedir por eterna juventud...
El resultado fue, que Titono envejeció y envejeció, y nunca murió…
Volviendo a Mercy, cuenta con un esquema tradicional, y poco o nada en ella sorprende, pero lo cierto es que está por encima de muchos productos recientes de terror, puesto que en muchos momentos logra inquietar e incomodar al espectador, logrando que pase miedo en determinados momentos, algo que no ocurre con muchos productos recientes, que más bien producen risa.
Es evidente que no se trata de una gran producción, la calidad interpretativa y técnica del conjunto, resulta pobre/mediocre, pero tiene la esencia del mal en lo que cuenta y, en ocasiones, a partir de pequeños elementos, se consiguen grandes resultados en lo que a terror se refiere.
La trama se sigue con facilidad, y va adentrando al espectador en un mundo de pactos con el lado oscuro, peligrosos e inquietantes, recordando que siempre hay que leer la letra pequeña en determinados contratos con el mal...
Desde la sencillez, y a partir de unos elementos simples y previsibles, los responsables de Mercy logran captar la esencia del mal, y crear un ambiente inquietante y maligno que mantiene al espectador en tensión ante el desarrollo de los acontecimientos.
Respecto a los actores, se puede decir que están correctos en sus respectivos roles, ninguno repele demasiado, y resultan creíbles dentro de la confusión argumental.
Es necesario comentar la actuación de Chandler Riggs, consigue que en ningún momento su personaje sea ñoño o irritante.
Por otro lado, una cara conocida como la de Dylan McDermott, a pesar de que su presencia sea casi testimonial, nos regala algunos de los momentos más inquietantes.
Y la veterana actriz, Shirley Knight, que interpreta el papel de la abuela Mercy, se lleva todo el peso de la historia.
Como dato de producción, el lugar donde viven los ancianos, es la casa de Stephen King en las afueras del condado de Ohio, curiosamente en Mercy se llama “RL Flag”, y probablemente sea un homenaje al personaje de Randall Flagg de la novela de Stephen King “The Stand”
También, un guiño al tipo de pañales para adultos, son de la marca “Bachman”
Richard Bachman, era un seudónimo de Stephen King.
También podemos ver a G'Mork, el lobo del filme “Die unendliche Geschichte” o “La Historia Interminable” (1984), otro guiño cinéfilo.
Pero es debido a su breve duración, tanto del libro como de la película misma, la historia no es muy sólida, y los acontecimientos suceden con demasiada fugacidad.
Por tanto, la base del argumento se difumina por momentos, y no hay demasiada profundidad en los motivos.
Lo que sí puede empañarla, es la comparación con el cuento original de Stephen King.
En “Gramma”, el relato tiene menos de 50 páginas, donde la relación entre George y Mercy, no es más que un vínculo entre desconocidos, lo que hace que las sospechas que recaen sobre la anciana, sean más contundentes y reales.
Además, lo que en la película se distribuye en años de historia, en el cuento queda todo condensado en una sola escena.
En la historia de la madre de George, se ve obligado a dejarlo solo en la casa con su abuela, para ir al hospital donde fue admitido en el otro hijo.
Mientras en la película, toda la familia se trasladó a la casa de su abuela, hasta que por un accidente, bastante exagerado, el hijo debió ser ingresado al hospital, dejando a George con la abuela desatada como los infiernos.
La historia, por otra parte tiene lugar en toda una noche de tormenta; mientras que la película, tiene lugar en un período de tiempo mucho más largo.
Muchos personajes de la película, no están presentes en la historia:
En la historia, el nombre de la tía es Flo, mientras que en la película es Jinny.
En el cuento corto, los únicos personajes durante todo el desarrollo de la historia, son George y su abuela, pero en la película, el guionista metió más personajes por cuestiones de metraje, porque en realidad no aportan nada a la historia, restando misterios y agregando explicaciones que le resta puntos a la película.
También hay bastantes referencias a mitos y leyendas muy cercanos al imaginario de Lovecraft, llegando incluso a utilizar un libro que recuerda claramente al famoso “Necronomicon”, no obstante, este intento se queda en eso, y pasamos rápidamente a unas situaciones bastante más convencionales, que conducen a un final previsible.
Además de eso, se le dio a la cinta un “happy ending” cuando hubiese sido un triunfo haberle dado el giro siniestro que le dio King a su historia.
Cuestionamientos varios:
¿Por qué deja la madre que se quede el niño solo tanto rato?
¿Por qué hay que llorar en lo alto del libro, y luego en otra escena salen dibujos sin que llore nadie encima?
¿De dónde sale el libro?
¿Por qué se automutila la abuela?
En definitiva, se nos ofrece un producto directo al mercado doméstico, bastante aceptable, que cumple y trata el tema de la brujería y los secretos familiares sin hacer uso de excesivos efectos especiales, y logra mantenerte en suspenso, gracias a su corta duración, que lo vi como algo a su favor, aunque todo pasa rápido, y no aburre.
Siendo otra pequeña joya al mundo de Stephen King; dejando claro que cada día, King se confirma como una de esas fuentes inagotables para el cine de terror y misterio, poblando nuestras peores pesadillas.
“She's quiet as a stone, idiot, do not you see?
Cold as ice”
Si le solicitas un favor al Rey de los dioses, ten mucho cuidado en pedir exactamente lo que deseas.
El envejecimiento o senescencia, es el conjunto de modificaciones morfológicas y fisiológicas que aparecen como consecuencia de la acción del tiempo sobre los seres vivos, que supone una disminución de la capacidad de adaptación en cada uno de los órganos, aparatos y sistemas, así como de la capacidad de respuesta a los agentes lesivos/noxas que inciden en el individuo.
El envejecimiento de los organismos, y particularmente el nuestro, como especie humana, ha sido motivo de preocupación desde hace años.
Con el envejecimiento, comienza una serie de procesos de deterioro paulatino de órganos y sus funciones asociadas.
Muchas enfermedades, como ciertos tipos de demencia, enfermedades articulares, cardíacas, y algunos tipos de cáncer, han sido asociados al proceso de envejecimiento.
Y nos recuerda que hay un mundo de diferencias entre ser una persona de mayor edad vibrante, y el degradante estado de dependencia.
Para la mayoría de nosotros, la preocupación de envejecer, no es realmente sobre el paso de los años y sus síntomas menores, como el engrosamiento de las uñas, las rodillas que crujen o la incómoda verdad, de que ya no es muy sabio intentar saltar un muro de un metro...
Lo realmente preocupante, es la idea de lo que nos puede pasar si pasamos al lado oscuro, al lado de Titono, a un mundo de incapacidad, indignidad e incontinencia.
Para ponerlo en otras palabras, hay 2 caras de la tercera edad:
Una es la que todavía se puede disfrutar con una relativa salud.
La otra es el largo descenso hacia la muerte, que cada vez más de nosotros lo sufre, una larga y “terrible edad mayor”, como el poeta ancestral griego del siglo VII a.C. lo describe.
Y para allá la gran mayoría llega, hasta apagarse… inevitablemente, cuerdos o no.

“They said your grandparents were too lucky to be normal people, that's all”



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