The Dark Half

“There are very good reasons to be afraid of the dark”

Existe un texto del austriaco, Otto Rank, famoso psicoanalista del grupo de los primeros discípulos de Sigmund Freud, sobre el tema del doble, titulado precisamente así.
Es el primer psicoanalista lego, que aborda este campo en 1925, basando su interpretación en la teoría del narcisismo.
Porque el tema del doble, atañe a la relación del yo con el yo.
Rank postula, que la necesidad de auto perpetuación del hombre, así como de inmortalizarse, condujo al desarrollo de la civilización y de sus valores espirituales:
“El concepto primitivo del alma como dualidad, la persona y su sombra, aparece en el hombre moderno en el motivo del doble, que por un lado le asegura la moralidad, y por el otro, anuncia amenazadoramente su muerte”
El tema del doble en la literatura, aparece a finales del siglo XVIII, y durante el XIX, siglos en los cuales, se da un giro importante en el conocimiento del mundo, y el sujeto-individuo se convierte en objeto de análisis e intervención desde el poder.
El rasgo principal que comparten los escritores que han hecho obras relacionadas con “el doble”, resultan interesantes:
Ellos al igual que otros de naturaleza similar, eran personalidades decididamente patológicas, que en más de un sentido, desbordaban incluso el límite de conducta neurótica en otros aspectos permitida al artista.
Durante toda su vida, demostraron una notable excentricidad de conducta, ya sea por el uso del alcohol, de narcóticos o en las relaciones sexuales.
E.T.A. Hoffmann, tenía una personalidad histérica, y se sabe que sufría de alucinaciones y tenía el temor de volverse loco.
Muere además a los 47 años.
Jean Paul Sartre también temía volverse loco; por su lado, Edgar Allan Poe queda huérfano de padres a los 2 años; es curiosa la incidencia de lo que podríamos llamar condiciones desfavorables en el hogar paterno.
En el caso de Fiodor Dostoievski, no cabe duda sobre su grave enfermedad mental:
A edad temprana se le consideraba raro, y su modo de vida estaba señalado por la timidez y el retraimiento, era desconfiado.
Llegó a confesar, tener leves ataques como los de Poe, con quien compartía el temor de ser enterrado vivo.
Durante los 70 y los 80, Stephen King escribió muchos libros bajo un seudónimo:
Richard Bachman.
La mayoría de estos libros, tenían una trama bastante oscura y cínica, mostrando un terror más psicológico que físico.
Cuando se reveló que King era Bachman, escribió, como respuesta:
“The Dark Half”, traducido como “La Mitad Oscura” o “La Mitad Siniestra”; y es una novela de horror, publicada en 1989, siendo el 2º libro más vendido ese año, y fue la última novela que Stephen King escribió antes de dejar la bebida totalmente, declarándose sobrio, pues su adicción y su deseo de estar sobrio, se reflejan en temas del libro, como lo es la doble personalidad.
Cuando el personaje principal, Thad Beaumont, en pleno bloqueo creativo, después de que su novela “Las Súbitas Bailarinas” optara al Premio Nacional de Literatura, y lo perdiera; decidió seguir los consejos de su mujer, y publicar una serie de “thrillers” retorcidos y sangrientos bajo el seudónimo de George Stark.
Pero él no pensó, ni por asomo, que le sería tan difícil “deshacerse” de ese otro yo que, no se explicaba cómo, había dejado de ser ficticio…
Cuando el comisario Alan Pangborn apareció en su casa, acusándole de un brutal asesinato, Thad quería afirmar su inocencia, y asegura que nada tenía que ver con todos esos monstruosos asesinatos cometidos tan cerca de su casa, ni con la retorcida mente que protagonizaba sus novelas policíacas, ni con las llamadas de aquella voz que, obscena y susurrante, le pedía al teléfono que se rindiese.
Pero:
¿Cómo podía explicar que sus huellas ensangrentadas aparecieran por todas partes en la escena del crimen?
La historia tiene varios de los componentes de cualquier novela del Maestro del Terror:
Un escritor por protagonista, un villano terrible, de los mejores de King, una familia atrapada en medio de hechos sangrientos, el terror abriéndose paso en la vida cotidiana, llevándonos a una inevitable confrontación final, uno de los ingredientes que no pueden faltar en una buena novela de King, niños, La América Profunda, etc.
Y en el fondo, trata de la vida de un escritor en lo cotidiano y cómo, un hecho trivial, que es abandonar su seudónimo, lo remite a aquello que supuestamente fue extirpado en su niñez, “el gemelo nonato”, representante de este pasado familiar, pero olvidado que se hace carne, borrándose así la frontera que separa la fantasía de la realidad.
Porque su gemelo seguía creciendo en su cerebro, pero aún extirpado, sigue ahí su presencia.
Ahora, George Stark se venga de Thad, haciéndose real, retornando del mundo secreto y subterráneo, y haciendo realidad los deseos destructivos que plasma en sus novelas.
La lucha entre la vida y la muerte, entre las pulsiones, es simbolizada por la parvada de gorriones que aparecen cuando George Stark amenaza con la destrucción a Thad.
Y aquí cabe hacer una pequeña disgregación, en relación a estas aves que no sólo aparecen en esta obra, sino en múltiples creaciones literarias de terror.
De acuerdo a Jacques de la Rocheterie, en su “Simbología de Los Sueños”, los pájaros desde la antigüedad, simbolizan precisamente lo que se opone a lo terrenal.
Tomados en la mitología griega como instrumentos al servicio de los dioses, pueden interrumpir ciertos actos, ciertas voluntades de los seres humanos, o bien, hacerlos cumplir alguna tarea.
Resulta interesante anotar, que en la época homérica, las palabras griegas empleada para los pájaros, “orni”, significaban “presagio”
En Egipto, todas las personas tenían un doble llamado “Ka”, que se representaba por un pájaro, pues la muerte se echa a volar hacia el firmamento.
Los pájaros también evocan la posible liberación de una influencia negativa de lo inconsciente, etc.
Cierta referencia a lo anterior, se hace en la obra por parte de Rachel, cuando le explica a Thad, que los gorriones con “psicopombos”, es decir, aquellos que conducen a las almas de ida y vuelta al mundo de la vida, y al mundo de la muerte.
Lo que sí resulta revelador, es que King comparte con los anteriores colegas escritores, el hecho de ser abandonado por el padre cuando tenía 2 años.
Parece ser, que el padre fue a comprar tabaco, y nunca volvió… lo que supuso un paso muy duro para su madre, sacar la familia adelante.
Para mantener a sus hijos, Ruth, la madre de King, se vio obligada a llevárselos consigo de un sitio a otro, y vivieron en New York, Illinois, Wisconsin, Indiana, Connecticut.
Además, llama la atención el que habiendo nacido en 1947, 2 años antes parece ser que preocupados sus padres, por no poder tener familia, adoptan a un bebé en 1945:
Su hermano mayor.
Seguramente con posteridad, se sabrá más de la vida oscura de Stephen King, quien por lo demás, es considerado por los amantes de la literatura de terror, un gran novelista y escritor de historias cortas, cuyas obras y colecciones han sido llevadas al cine.
Con la gran calidad y regularidad que le caracteriza, se ha establecido como el mejor escritor de terror vivo; porque en sus libros, explora toda posibilidad imaginable relacionada con el terror, desde vampiros, perros rabiosos, asesinos, piromanía, fantasmas, percepción extrasensorial, y telekinesis, peligro biológico, así como máquinas con vida propia…
Una de sus novelas llevada al cine bajo la dirección de Kubrick, es precisamente “The Shining”, que tiene en común con The Dark Half:
Los tormentos de un escritor en la lucha contra sí mismo, a fin de lograr el acto creador, siempre en estrecha relación con la locura, como la otra opción, si es que no se accede a la escritura…
“George Stark.
Not a very nice guy”
The Dark Half es una película de terror, del año 1993, escrita y dirigida por George A. Romero.
Protagonizada por Timothy Hutton, Michael Rooker, Amy Madigan, Julie Harris, Robert Joy, Kent Broadhurst, Beth Grant, entre otros.
El guión está basado en la novela homónima de Stephen King; y no es la primera vez que El Maestro King nos habla del mundo de imaginación, en el que vive el escritor.
Aquí además, trata el tema de los pseudónimos, del cual tiene experiencia propia por haber usado él mismo uno.
En la misma dedicatoria del libro, nos cuenta cómo ha bebido de su experiencia con su propio alias, Richard Bachman, para escribir The Dark Half:
“Estoy en deuda con el difunto Richard Bachman, por su ayuda e inspiración.
Sin él, no se hubiera podido escribir esta novela”
El mundo real y el imaginario, son 2 mundos que tienen cabida en nosotros, y que están separados por un muro; pero a veces, el muro desaparece…
“Cuantas veces habré hablado sobre la labor del escritor.
Cientos de conferencias, miles de clases, y no creo haber dicho nunca una palabra sobre la percepción del escritor de ficción, sobre las realidades gemelas que existen para él:
El mundo real y el mundo de la novela”, dijo King.
El principal elemento sobrenatural en The Dark Half, son los “psicopompos”, seres que unen el mundo de los vivos y el más allá; y que tienen el papel de conducir las almas de los difuntos; por lo que esta película constituye la realización de un deseo largamente abrigado por Romero, el de abandonar a sus zombies.
Sin embargo, pareciera que el excesivo presupuesto que recibió, de $15 millones, de alguna manera afectó la predisposición del director, quien siempre se había movido en lo que cinematográficamente entendemos por Serie B, es decir, películas cuya valía reside precisamente en tener una buena calidad, con pocos recursos.
El mismo Romero reconoce, que no tuvo una libertad creativa total por las mismas presiones del presupuesto, y es que tal libertad es algo utópico, cuando las arcas de la productora esperan la conveniente multiplicación de los millones invertidos.
Por tanto, The Dark Half fue rodada a partir de octubre de 1990, hasta marzo de 1991, y estaba en el limbo el estreno… pues pasaron 2 años, debido a que la situación financiera de la productora, Orion Pictures, se ensombreció hasta la bancarrota; y la película finalmente vio el lanzamiento, en abril de 1993, teniendo en poco más de $10 millones en taquilla a nivel nacional.
Filmada en el Washington & Jefferson College, cerca de Pittsburgh, Pennsylvania; como dato, los miembros del cuerpo de profesores y estudiantes, sirvieron como extras en una película que nos dice que los monstruos existen, en nosotros y entre nosotros.
Se mueven en nuestras sombras, y deberíamos saberlo, ya que nosotros mismos los hemos creado.
El conocimiento y la sabiduría, son lo que permite una cierta libertad para los seres de la oscuridad.
La acción sigue a Thad Beaumont (Timothy Hutton), un escritor que estuvo publicando durante años, novelas de terror bajo el pseudónimo de George Stark, que narraban las matanzas del psicópata, Alexis Machine.
Una vez conseguida la fama y el dinero, y con una preciosa familia compuesta por su atractiva esposa, Liz (Amy Madigan) y 2 gemelos; en una clase donde Beaumont imparte lecciones de literatura, se le presenta un tipo, Fred Clawson (Robert Joy) que conoce su secreto, amenazando con delatarle, y revelarlo públicamente si no le paga cierta cantidad de dinero, momento en el cual, Beaumont decide desvelar su identidad a la prensa, para no pagar.
Desde entonces, empiezan a sucederse una serie de asesinatos, de los que el propio Beaumont parece ser el principal sospechoso, como le hace saber El Sheriff Alan Pangborn (Michael Rooker)
Así entonces, Beaumont decide que ya no necesita a su doble, en su ascendente carrera literaria, por lo que decide desenmascarar al mundo su personaje.
Pero pronto descubrirá que no es nada fácil deshacerse del fantasma que creó a lo largo de los años…
Lo que diferencia The Dark Half de cualquier otra película de temática similar, y lo que acaba siendo la gran baza de la película, es el envoltorio fantástico que ofrece la novela de Stephen King, en especial, a lo referente al origen del villano, y a ello ayudan 3 factores:
La irreal ambientación, en los gorriones, y ese cielo siempre nublado; la interpretación de Timothy Hutton, y la música de un Christopher Young.
Así como el tema de la doble personalidad, la ética, la moral humana, la muerte y lo esotérico, se conjugan en una obra de terror sicológico puro y duro, característico del maestro Stephen King.
Pero tal vez, los escritores invitan a los fantasmas; ellos, como los actores y pintores, son los únicos médiums completamente admitidos en nuestra sociedad.
Y ahí reside “lo real”
Construyen mundos que no han existido nunca, los pueblan de gente que no ha vivido en realidad y, por último, nos invitan a participar de sus fantasías.
Y nosotros lo hacemos, ¿no es cierto?, hasta pagamos para ello.
“The sparrows are flying again”
La intención de George A. Romero, de llevar al cine una novela de Stephen King, era conocida por todos.
Después de algunos intentos, por fin Romero es designado para plasmar en celuloide una novela del escritor, con algo de regusto autobiográfico que rememora la etapa contenida entre 1977 y 1984, en la que Stephen King publicó 5 novelas con el seudónimo de Richard Bachman, hasta que un fan descubrió su identidad, y King acabó enviando una carta a su ciudad natal, explicando que había fallecido de un “cáncer de seudónimo…”
Si bien, The Dark Half no es la película más exitosa de Romero, no es deleznable el resultado y la temática del doble, del otro yo; es decir, de lo siniestro.
En esta película, un niño, Thadeus Beaumont, padece fuertes ataques que le provocan temblores en los dedos, y le evocan fuertes sonidos de pájaros; tales ataques se dan además cuando escribe.
Al ser sujeto a una operación cerebral, se descubre que hay en su cerebro, restos de lo que pudo ser un gemelo nonato, absorbido por el cerebro de Thad.
Años después, cuando ese niño se ha convertido en un escritor famoso, resulta que utiliza un seudónimo, protector diría yo, para escribir lo más terrible y demoníaco; resulta que son precisamente estas obras, las que le dan un renombre; hasta que llegado el momento, y antes de ser chantajeado por un fan que descubre su identidad, él prefiere dar a conocer públicamente el secreto.
Entierra así simbólicamente a George Stark en una tumba destinada a él, donde yacen sus padres.
Pero Stark se resiste a ser enterrado, y quiere seguir escribiendo.
Así empieza la guerra entre Thad y Stark, hasta que, como vemos al final, Stark se convence de desterrar su otro yo, y lo logra en la lucha final de la película, cuando además, la parvada de gorriones incontables se lleva los restos de esa parte siniestra y sangrienta.
¿Será tan fácil desterrar ese otro yo?
Porque al final, no sabemos qué pasa con la capacidad creativa del escritor.
Sí Romero se decide a dirigir esta novela de Stephen King, evidentemente es porque no solo la temática es terrorífica, sino sugerente para llevar con seriedad y creatividad a la pantalla ese núcleo de lo existencial, que apasiona a Romero; es decir, la lucha entre la vida y la muerte, la lucha con el monstruo interno que todos llevamos dentro, y que hay que saber reconocer, y mantener encerrado.
Luego viene el acto creador, con la relación entre la fantasía y la creación literaria:
¿En qué consiste, qué es lo que desata la escritura?
Thad, al dar clases, y es obvio que a través de él habla Stephen King, dice lo siguiente:
“Somos seres humanos.
Hablo en plural.
Cada uno es 2 seres separados.
El ser externo el que le mostramos al mundo, es reprimido, tímido.
Un mentiroso patológico; y por el otro lado, está el ser interno.
El auténtico, apasionado sin inhibición, y hasta lujurioso.
La mayoría mantenemos a ese ser interno escondido.
El escritor de novelas, no tiene que esconderlo.
Debe sacarlo a la luz.
Dejarlo vivir, tiene que hacerlo es fundamental.
El escritor debe dejar salir a ese ser interno.
Sin su colaboración, la novela será reprimida, tímida y sin pasión.
Será un fardo de mentiras”
Con ello se plantea una verdadera batalla, una guerra entre Thad y su capacidad de fantasear.
¿O sólo con esa línea terrorífica de fantasear que habla de sus lados oscuros?
De hecho, en un momento dado, viéndose obligado a renunciar al seudónimo, se siente desamparado, parece como si una parte de sí tuviese que morir, precisamente la parte “Black Beauty”, como se llaman los lápices con los que escribe sólo esas fantasías destructivas.
Es difícil desprenderse de George Stark, le tiene afecto, lleva mucho trabajando con él;
Necesita a George Stark.
Y aun así, lo trata de enterrar, pero vemos que el resultado no es tan sencillo como parece, porque en algún lado habrá que poner lo siniestro de sí.
Eso que sólo en la fantasía puede descargarse.
“Si no escribes, moriré”, dice George Stark.
¿Quién o qué morirá?
¿Será tan fácil matar eso que finalmente es lo inconsciente?
¿Cómo quedaría un escritor, si matara esa parte de sí?
Textualmente, sin capacidad creativa.
The Dark Half es como un sueño diurno, una posibilidad de seguir jugando a la vida y a la muerte; y en el escritor, dar rienda suelta a su fantasía por más horrorosa y subterránea que parezca, es fuente inagotable de placer y manantial de creación continua, que permite tomar distancia con la realidad insatisfactoria, con la locura, con la muerte, para transformarlas en texto, forma de bordear eso innombrable y siniestro, que es la muerte propia.
Así, la familia de Thad se ve envuelta en una ola de terror causada por la otra mitad de él, la cual desea fervientemente comenzar el ciclo de Alexis Machine de nuevo, creando una cuarta y mejor novela:
“Máquina de Acero”
Una parte de Thad, sí seguimos con las divisiones de personalidad, quiere escribir una nueva de novela de Stark.
¿Fama, dinero, éxito?
Juzguen ustedes, sin embargo, otra parte sabe que Stark es terrible, y que no se detendrá ante la simple escritura de una nueva novela, por esto decide acabar con él.
Y para eso contará con la ayuda de los gorriones, los cuales escuchaba cuando sufría de terribles dolores de cabeza durante su niñez.
Con la lectura, nos enteramos de que esto se llama “pre-sintomatización”
¿Qué significa esto?
Lo que viene antes de los síntomas reales:
Olores, sonidos, visiones, todo eso.
En el caso de Thad, se trataban de sonidos de gorriones, los cuales eran peligrosamente reales.
Los gorriones, llamados “psicopompos”, son los encargados de llevar a las personas al mundo de los muertos, y ayudarán temporalmente a Thad, para encerrar definitivamente a la otra mitad.
Y es que los asesinatos de Stark son macabros, terribles y crueles, como lo fue su propia extirpación como gemelo.
Lo que científicamente Thad padeció, era de un “fetus in fetu” es un tipo de gemelo parásito, muy poco desarrollado, una formación humanoide creada por un accidente en cierto punto de la formación del cigoto previo a la formación del embrión; y ocurre en 1 de 500 mil nacimientos, y se define como una masa fetiforme, totalmente encerrada dentro del cuerpo del autósito o hermano desarrollado.
Una vez que se extrae, muere, ya que es un tejido totalmente dependiente de su hospedador.
La extirpación quirúrgica, no presenta el menor problema, dado que no pasan de ser tumores que pueden llegar a ser un potencial riesgo para su hospedador, debido a que se alimenta de este, representando para el hospedador, una carga semiviva sin función en el organismo, y pueden llegar a malignizar.
Pero este caso, es mostrado desde la fantasía, pues resulta imposible que Thad lo haya mantenido tanto tiempo en su vida, siendo un niño, aunque haya tenido consecuencias como “dolores de cabeza”, y la materialización de su gemelo.
Sin embrago, se han llegado a reportar casos en que esta enfermedad se descubre en adultos, siendo el caso de mayor edad a los 47 años.
Como película, a The Dark Half no le ha sentado demasiado bien el paso del tiempo.
Desde un buen principio sabemos que la cosa tira por el efecto “Dr. Jekyll y Mr. Hyde” de desdoblamiento de personalidad, con lo que jugar con un posible asesino que quiera involucrar al protagonista, rápidamente queda descartado.
Pese a todo, Romero quiere darle cierto halo de misterio a las primeras apariciones del “doppelgänger” o “doble”, cuando ya sabemos de sobras quién es.
Del reparto, y según el director, Timothy Hutton era bastante difícil para trabajar; incluso abandonaba el set durante unos días, durante la producción.
Los 2 bebés, eran gemelos idénticos, aunque uno era una mujer, y el otro era un varón; que interpretan a niñas gemelas idénticas.
Como suele ser habitual dentro del fantástico, los efectos son muy importantes y, aunque éste no es un film con miles de efectos, los que hay, en general, están muy conseguidos.
Eso sí, poca sangre vamos a ver, quizás porque Romero tuvo suficiente con sus zombies…
Los efectos, fueron obra y gracia de Everett Burrell y John Vulich; pero cabe decir que usaron un total de 4.500 pinzones estrilda degollada (Amadina fasciata), para la gorriones en la película.
Las aves, consumirían 100 libras de semillas para pájaros, y 15 galones de agua sobre una base diaria durante la producción.
Como curiosidad, en el prólogo de esta adaptación, Thad Beaumont quiere convertirse en un escritor, y se muestra escribiendo historias.
El título de su primera historia escrita a máquina es “Here There Be Tygers”, que es también el título real de la primera historia corta que King escribió en su carrera.
La historia se puede encontrar en la antología “Skeleton Crew” del mismo King.
Por último, el genial compositor, Christopher Young, compone aquí una angustiosa banda sonora, acorde con la atmósfera macabra y oscura de la película.
“You always were the clumsy one, old hoss”
La idea de The Dark Half, es demostrar cómo una personalidad psicópata oculta en la interioridad de un escritor, aflora y toma el control de los actos emergentes.
Como siempre sucede en las novelas de Stephen King, siempre existe un trasfondo más allá del terror; y en este caso es la psicología de la personalidad, en particular, en escritores.
La psicología de la personalidad, se focaliza especialmente en la construcción de un cuadro coherente de una persona, y sus procesos psicológicos más importantes; en la investigación de diferencias individuales entre los sujetos, esto es, cómo puede diferir una persona de la otra; y en la investigación de la naturaleza humana, esto es, cómo el comportamiento de todas las personas es similar.
La palabra “personalidad” tiene origen en el término latino “persona”, que significaba “máscara”
En todo caso, no se deben confundir los conceptos de persona y personalidad.
La primera, designa al individuo completo; mientras que la segunda, sólo designa un aspecto, que es el conjunto organizado de sus disposiciones operativas.
La personalidad, entonces puede ser definida preliminarmente, como un conjunto organizado de características que posee una persona que influye en forma única sobre su cognición, su motivación, y comportamiento en diferentes situaciones.
En realidad, hay cientos de definiciones de personalidad, y los teóricos no terminan de ponerse de acuerdo sobre una definición única.
No obstante, la sociedad y las vivencias de cada ser humano, influyen en el desarrollo de su personalidad.
A pesar de las diferencias de religión, cultura, y costumbres, los seres humanos comparten conflictos de lucha por la supervivencia.
La visión que cada individuo tiene de sus emociones, puede ser similar o completamente diferente a la de otros.
El dilema planteado con la vida de Thad, en The Dark Half es muy interesante, e invita al lector/espectador, a reflexionar sobre cómo es el oficio de un escritor, que debe crear vidas de la nada.

“Remember, when you fuck with me, you're fucking with the best”



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