Raspu†in Dark Servant Of Destiny

“He was a magician.
A madman.
A savior and seducer...”

Grigori Yefimovich Novikh Rasputín probablemente no era un vicioso, ni tenía poderes adivinos o curativos como creía El Zar Nikolai II, pero aun así, fue capaz de aguantar en pie las turbulencias políticas en La Corte Imperial rusa, gracias a su instinto de supervivencia, y la fascinación que provocaban sus extravagancias.
Al menos hasta que rebasó la paciencia de La Aristocracia, desconfiada ante el poder que llegó a adquirir este monje siberiano, que planeó su asesinato en el año 1916.
Y ya se cumplieron 100 años del asesinato del conocido “El Monje Loco”, que fue un místico con una gran influencia en los últimos días de La Dinastía Romanov; y se ha convertido en un sinónimo del oscurantismo, de la manipulación religiosa, y de la sed de poder.
La vida de Rasputín, sigue estando repleta de vacíos y de exageraciones propagandísticas:
Para unos fue un clarividente y curandero; y para otros, un pecador.
Muchos datos sobre sus primeros años de la vida, son enormemente inseguros:
Nació y se crio en un pequeño pueblo de Siberia Occidental, llamado Pokrovskoye, que pertenecía entonces a la región de Tobolsk, actual Oblast de Tiumen, y está a unos 300km al este de Los Urales, en la orilla izquierda/norte del río Tura.
Siendo el 5º de 9 hijos; sólo sobrevivieron 2:
Él, y su hermana Feodosia.
Nunca asistió a la escuela; según el censo de 1897, casi todo el pueblo era analfabeto; y ya en la edad adulta, en 1892, dejó abruptamente su aldea, esposa, hijos, y padres; e ingresó poco después en una secta cristiana, condenada por La Iglesia Ortodoxa Rusa conocida como jlystý, o “flagelantes”, quienes creían que para llegar a la fe verdadera, hacía falta el dolor.
En las reuniones de esta secta, las fiestas y orgías eran constantes, y Grigori se convirtió en un acérrimo integrante.
El ingreso en esta congregación, marcó al profeta siberiano de por vida, esto explicaría la notoria vida sexual que tuvo en años posteriores, y que acabó ennegreciendo su reputación de “hombre santo”
Posteriormente, llevó una vida de ermitaño, hasta que conoció al Hermano Macario, un iluminado que tuvo una fuerte influencia sobre Rasputín, pues llevó a Grigori a renunciar a beber, y comer carne.
Cuando regresó a casa, se había convertido en un ferviente converso.
Y es que en su juventud, llevaba la vida típica de un campesino siberiano, hasta que sufrió su “conversión”
Físicamente era un hombre muy alto, de hábil y elocuente poder oratorio, personalidad abrumadora, de aspecto un tanto tosco, grosero a veces, violento, tenía una mirada muy penetrante, y era poseedor de un carisma profundo.
Amaba y odiaba efusivamente; era un actor soberbio y convincente, se sabía poseedor de estas habilidades, y las usó inteligentemente en su provecho.
En su época, había rumores de que era una persona licenciosa, y de que se le había visto numerosas veces borracho, y en compañía de prostitutas.
Sus relaciones con sus discípulos, sus visitas de alcoba, en su mayoría mujeres de la alta sociedad rusa, también eran polémicas.
Una de sus máximas era:
“Se deben cometer los pecados más atroces, porque Dios sentirá un mayor agrado al perdonar a los grandes pecadores”
Sin embargo, los historiadores no han encontrado pruebas concluyentes, que afirmen esta vida licenciosa.
Independientemente de su veracidad, esta reputación ha sido trasladada a varias biografías, películas, e incluso canciones.
En su lugar de origen, pretendía darse una apariencia mesiánica “de Jesucristo”, y tenía fama de sanador mediante el rezo, razón por la cual, y gracias a una dama de honor, amiga y confidente de La Zarina, llamada Anna Alexandrovna Vyrubova, en 1905, Rasputín fue llamado al Palacio de los zares, para “cortar” una hemorragia de su hijo y heredero, Alexei Nikolaevich Romanov, que padecía de hemofilia.
El Zarevich, efectivamente mejoró, algunos investigadores sostienen que fue mediante hipnosis, y La Familia Romanov, especialmente La Zarina Aleksandra Fiodorovna, cayó bajo la influencia de este controvertido personaje.
Gracias a esas, aparentemente milagrosas curaciones, La Zarina Aleksandra confió ciegamente en el curandero, ya que las pruebas de sanación que le producía a su hijo, eran inexplicables.
Si él no salvaba de la muerte al hemofílico Zarévich, la especulación sobre el heredero al trono, quedaba abierta; pues no era públicamente conocida su enfermedad.
Confió también en los vaticinios del monje, sobre los destinos de La Santa Rusia, a la cual veía Rasputín en sus visiones, “envuelta en una nube negra, e inmersa en un profundo y doloroso mar de lágrimas”
Sin embargo, Rasputín fue muy atacado por aquellos cortesanos y nobles que se sintieron amenazados en sus intereses, y propagaron rumores que sirvieron de alimento para los revolucionarios, enemigos del régimen zarista.
El Zar, sólo lo toleraba en la medida que La Zarina lo aceptara, aunque no había decisión del Zar que no pasara por la supervisión de Rasputín.
Y éste no solo se ganó el favor de La Familia Real, sino que también buena parte de La Aristocracia, se rindió a él.
Esto se debió sobre todo, a su carisma personal.
En la medida en que el carisma pueda explicarse, el suyo era producto de los siguientes factores:
Una mirada muy fija y penetrante, era de pelo castaño, pero de ojos azules muy claros; un verbo fácil y muy ambiguo, alguien dijo que sus frases nunca constaban de “sujeto, verbo y predicado”, sino que siempre faltaba algún elemento; que parecía el de un oráculo; un gran atractivo para con las mujeres basado, además de en su físico, y en su intuición, en su conocimiento de Las Escrituras, y en cierta tradición religiosa rusa que seguía prácticas orgiásticas como “camino a Dios”
Y es que Rasputín no sólo era un “sanador espiritual”, sino un depravado sexual que, siendo consejero del Zar de Rusia y de su esposa, atendía “de forma privada” a muchas damas de La Corte Rusa, incluyendo a la misma Zarina, en desenfrenadas orgías en las que el asceta daba muestras de una resistencia sexual sobrehumana; y para rematar, mucho se rumoró acerca de las dimensiones de su miembro viril que, según algunas testigos, no sabemos si confiables o no, era “mucho más grande y firme que el de cualquier otro hombre que hubieran conocido”; pues se calcula que pudo llegar a medir unos 40cm de largo en erección.
Para entonces, su consigna depravada era:
“Si me besas, te besó Dios.
Si te acuestas conmigo, te acuestas con él”
Además, Rasputín bebía mucho, y no se preocupaba de su imagen, a menudo iba a los restaurantes nocturnos, donde se comportaba de una manera muy escandalosa.
Al día siguiente, los reportajes sobre sus aventuras llenaban los periódicos sensacionalistas, y provocaban discusiones de Los Zares con los enemigos de Rasputín, que los utilizaban como pruebas de su “maleza”
En El Gobierno y en La Corte, se consideraba que la influencia de Rasputín sobre El Zar y La Zarina, era nefasta, en un momento en que la situación de La Monarquía ya era muy crítica.
El Primer Ministro, Alexander Trepov, le ofreció 200 mil rublos para que regresase a Siberia; y había fracasado.
A principios de 1916, tuvo efecto el asesinato del exministro del Interior, Alexei Jvostov.
La muerte del místico y monje ruso, Grigori Rasputín, acaecida el 29 de diciembre de ese mismo año, fue causa de un asesinato, obra de varios miembros de la nobleza rusa, dirigidos por El Príncipe Felix Felixovich Yusupov; que según la leyenda, era homosexual, y se sentía atraído hacia Rasputín.
Yusupov, se acercó a Rasputín, con la esperanza de que este lo “curara de su enfermedad”, pero este intentó seducirlo.
Ofendido por ello, e influido por el diputado de La Duma, Vladimir Purishkevich, que temía los peligros que la nefasta influencia del monje tenía en el gobierno de Nikolai Aleksandrovich Romanov, pues se rumoreaba la posibilidad de una paz por separado con Alemania; se decidió a planear el asesinato en su Palacio.
A pesar de lo fácil que se pensaba en un principio, la ejecución del plan se tornó mucho más complicada de lo previsto, y fueron necesarios varios intentos de asesinato, en la misma noche, para finalmente eliminarlo.
Aunque se desconoce quiénes colaboraron exactamente en el asesinato, sí se sabe que colaboró un oficial llamado, Ivan Sujotin, y el grupo médico del Ejército Lazavert.
Según investigaciones recientes, El Servicio Secreto Británico, se implicó en el homicidio, y un agente llamado, John Scale, ordenó a otro llamado, Oswald Rayner, que participara directamente en el asesinato.
Poco antes de su muerte, Rasputín escribió a La Zarina, diciendo que esperaba una muerte violenta, probablemente por parte de La Nobleza.
Y aseguraba que, si él moría, Los Zares harían lo mismo en 2 años.
Esto en parte fue cierto, pues El Zarismo cayó 2 años después con La Revolución Bolchevique.
Y así ocurrió:
Rusia entró en La Revolución, y Lenin se hizo con el poder, acabando con Los Romanov.
El personaje de Rasputín en el cine, ya fue interpretado en varias ocasiones, entre las que destacan:
“Rasputin, The Mad Monk”  (1966), “Nicholas and Alexandra” (1971), aunque en esta son los zares los auténticos protagonistas de la película; y “Rasputín” (1976)
“Before we can repent, we have to sin”
Raspu†in Dark Servant Of Destiny es un drama de año 1996, dirigido por Uli Edel.
Protagonizado por Alan Rickman, Greta Scacchi, Ian McKellen, David Warner, John Wood, James Frain, Ian Hogg, Sheila Ruskin, Peter Jeffrey, Freddie Finlay, László Aron, entre otros.
El guión es de Peter Pruce; hecho para la TV, siendo filmado en sólo 8 semanas, en los lugares originales en los que transcurrieron los hechos históricos como varios de Los Palacios Imperiales, el puente desde el que Rasputín encontró su final, y exteriores de San Petersburgo; todo ello bajo la producción del canal HBO, que narra la vida de Grigori Rasputín, y los últimos días de La Dinastía Romanov.
En esta ocasión, la historia es narrada en primera persona por Alexei Romanov (Freddie Finlay), el hijo del Zar, y se trata de dar el principal protagonismo al oscuro monje Rasputín (Alan Rickman), un personaje más preocupado por tener la barriga llena de deliciosos licores, y la cama de lujuriosas mujeres, que de realizar el encargo que, según el mismo, había recibido de La Santa Madre, durante un largo peregrinar que realizó a pie.
Así estamos en la Rusia de fin de siglo XIX, con El Imperio Ruso al borde de La Revolución, siendo Rasputín, el hombre cambiará la historia para siempre.
Ese al que llaman “El Monje Loco”, pero muchos creen en sus poderes sobrenaturales, los cuales dicen que han salvado la vida del único hijo y heredero del Zar.
Por ello, su influencia no tiene límites, y tampoco su ambición.
El mundo no será el mismo, cuando Rasputín alcance el poder; porque es un hombre ambicioso, polémico, y su influencia sobre los demás, se hará cada vez más notable, sobre todo en La Zarina Aleksandra (Greta Scacchi), la mujer del Zar (Ian McKellen); y ejercerá el poder desde la sombra, cambiando el devenir de la historia de la aristocracia rusa para siempre.
Raspu†in Dark Servant Of Destiny se centra más en elementos melodramáticos y refleja con discreción las aristas sexuales del monje; en una producción con la calidad habitual de HBO, dándonos la posibilidad de asistir a uno de los momentos más importantes de la historia del pueblo ruso.
Aquí destaca su factura técnica, con la excelente ambientación, el enorme cuidado puesto en cada detalle, como en el vestuario o el mobiliario; pero también en el misterio, en el misticismo, la lujuria y la locura en un solo hombre corpulento y barbudo, que al final, hace de su muerte, el destino de la última generación de Zares rusos.
“You kiss me, you kiss God.
You lie with me, you lie with him”
El director Uli Edel, fue el encargado de llevar a la pequeña pantalla, el guión escrito por Peter Pruce, en el que nos cuenta la historia del célebre Rasputín, un monje de dudosa moral, que tuvo una estrecha relación con Los Zares rusos antes de su caída.
Esta es una forma de conocer una pequeña parte de la historia del Imperio Ruso, de manera amena y muy trabajada.
El guión, fue capaz de mostrarnos de forma bastante fiel, la vida y las costumbres de la alta sociedad rusa de la época.
Con un buen ritmo en general, y unos diálogos que por momentos llegan a ser brillantes, nos lleva en volandas por la historia de la desesperación de unos padres por la delicada salud de su hijo, lo que los lleva a poner ésta, en las manos de alguien del que poco o nada conocen, con el evidente enfado de gran parte de los súbditos que los rodean, ya no solo los de las clases más desfavorecidas, acuciados por el hambre y la pobreza, sino también de los mejor situados, que ven en la persona del descarado monje, uno de los grandes problemas del país.
Estamos en los últimos años de la Rusia Zarista, cuando hace aparición un extraño monje llamado Grigori Rasputín, cuando llega a San Petersburgo, convenciendo a los feligreses y al obispado, de que ha tenido visiones de La Virgen.
Sus sermones llaman la atención a La Corte de Los Zares, preocupados por el hemofílico estado de salud del Zarevich, heredero directo al trono, poniendo en peligro la continuidad de más de 3 siglos de Dinastía de Los Romanov; pero la auténtica amenaza está fuera del Palacio:
El pueblo ruso se muere de hambre, y está a punto de producirse una guerra en Europa; y en las calles rusas soplan vientos de Revolución contra El Zar.
Y es que Rasputín no solamente despierta recelos en la población, que vive a costa de ellos, bendecido por Los Zares, extasiado en borracheras y prostitutas; sino en La Duma y La Nobleza próxima a Los Romanov.
Todo ello generará intrigas en Palacio, que terminaran en tragedia para el monje y La Familia Imperial, a modo de profecía de Rasputín, que traerá la perdición acrecentando su aura mística, naciendo la leyenda.
Como en la gran mayoría de las producciones de HBO, los apartados técnicos están muy bien cuidados, comenzando por la fotografía de Elemér Ragályi, que brilla tanto en los escenarios exteriores, donde nos deja innumerables estampas del hermoso San Petersburgo; como en los interiores, magníficamente recreados para la ocasión.
El montaje, es obra de Seth Flaum y Dan Rae, mientras que la banda sonora es responsabilidad de Brad Fiedel, realizando un trabajo de un buen nivel y correctamente integrado en la película.
Mención especial para los encargados del vestuario y la ambientación general, que resulta muy bien conseguidos.
Sobre el elenco, está la sugestiva Greta Scacchi como la preocupada e influenciable Zarina; y el gran Ian McKellen como El Zar dudoso y temeroso.
Pero el centro de la historia, como no podía ser de otra manera, es su personaje principal, en un actor de riquísimos talentos, ya desaparecido:
Alan Rickman, quien a fuerza de humor y sutilezas, siempre fue capaz de insuflar humanidad aún a las más despreciables personalidades, como Rasputín, que hipnotiza con su fija mirada.
Sin embargo, Raspu†in Dark Servant Of Destiny muestra varios eventos históricos incorrectos, por ejemplo:
Cuando Rasputín llega a San Petersburgo, se le muestra de pie ante El Palacio de Invierno en La Plaza del Palacio.
El Palacio aparece como lo es hoy, pintado de verde, con acentos blancos y dorados.
En el momento de la llegada de Rasputín, en 1911, El Palacio estaba pintado enteramente en rojo.
El esquema de colores actuales del Palacio, no se aplicó hasta los años 30s.
Por otro lado, la película describe a Stolypin (John Wood), como asesinado después del estallido de La Primera Guerra Mundial, mientras que él fue asesinado en 1911, y La Primera Guerra Mundial comenzó hasta 1914.
Similarmente, la película tiene a La Emperatriz diciendo que la celebración del tercer centenario de Los Romanov fue en 1913, y que ella ha estado sufriendo durante 12 años a causa de la enfermedad del Zarevich, mientras que en realidad, El Zarevich nació en 1904.
El magnífico coro ortodoxo ruso que canta la letanía en la liturgia del tercer centenario, también parece ser un coro de los años 90, ya que El Patriarca Alexei, menciona su nombre.
De hecho, El Patriarcado no existía bajo los últimos Romanov, habiendo sido abolido por Pyotr “El Grande”
Por último, el final de Raspu†in Dark Servant Of Destiny, sugiere que Alexei pudo haber sobrevivido a la masacre en Ipatiev, ya que su cuerpo, junto con una de sus hermanas, nunca fue recuperado.
Sin embargo, unos 11 años después del estreno de Raspu†in Dark Servant Of Destiny, los restos encontrados cerca del sitio de Ipatiev, fueron desenterrados y confirmados como los restos de Alexei, por lo que el ambiguo final aquí es anacrónico.
Otro dato muestra, muy al final, casi antes de la ejecución de La Familia Romanov, una secuencia al aire libre que retrata la casa Ipatiev.
El título que hace referencia a la escena dice:
“16 de julio de 1918, Ipatiev House, Ekaterimburgo, Siberia”
A pesar de ser verano, hay mucha nieve en el techo, y cerca de la casa.
La temperatura en Siberia en julio de ese año, es a menudo por encima de 90°F
“A morsel of bread is more precious to man than a mountain of diamonds and gold, amen”
El hecho de que Rasputín esperase su muerte, como un asesinato por parte de las personas más importantes del país, hacía que fuese importante un buen argumento para que acudiese a Palacio Moika en Petrogrado, en 1916.
De 47 años, Rasputín fue asesinado, atado, y arrojado al río Neva, después de que se negara a morir, a pesar de que había sido envenenado, 4 veces disparado, y golpeado con una barra de hierro; y se dice, que sus asesinos lo emascularon, es decir, le extirparon el aparato reproductor completo, para terminar de humillar su cadáver; aunque hasta ahora, las teorías sobre la supuesta amputación de sus genitales, son meras especulaciones.
Cuando se encuentra el cadáver, y se realiza la autopsia, se descubren las verdaderas causas de la muerte:
Rasputín murió por ahogamiento en el Neva.
Ni el veneno ni las balas, pudieron con él.
A raíz del hecho, en San Petersburgo se produjo un gran revuelo por la muerte de Rasputín; y hubo muchas diferencias de opinión respecto al místico.
Respecto a los partícipes del asesinato:
El Príncipe Felix Yusupov, después de La Revolución Bolchevique, se estableció en París, escribió algunos libros de memorias, y realizó algunas inversiones que le permitieron vivir bastante bien, a diferencia de la mayoría de los emigrantes rusos.
Murió en Francia en 1967.
Vladimir Purishkevich murió de tifus, en el 1920, en la ciudad rusa de Novorossisk, a la edad de 50 años.
La hija de Rasputín, Matryona, se escapó a Francia, y luego a Estados Unidos; y trabajó de domadora de leones…
Escribió memorias sobre su padre, donde lo presentaba casi como un santo.
La suerte de otros miembros de La Familia de Rasputín, que se quedaron en Rusia, ha sido peor.
El poder bolchevique les quitó su casa y tierra en Siberia, en el año 1920; y en el 1922, les quitaron los derechos de voto por considerarlos “elementos dañosos”
Luego, todos fueron arrestados y deportados a lugares remotos en el norte de Rusia, donde murieron rápidamente de las condiciones de vida imposibles.
Tanto su esposa, Praskovia Fedorovna Dubrovina, como sus hijos:
Mikhail, Anna, Grigori, Dmitri, Varvara, y Paraskeva, tienen destino desconocido.
Lo que pasó con La Familia Imperial, Los Romanov, ya se sabe que en julio de 1918, todos ellos fueron fusilados en Ekaterimburgo.
Rasputín, fue enterrado en enero de 1917, junto al Palacio de Tsarskoye Selo.
Después de La Revolución, su cuerpo fue desenterrado y quemado en el bosque de Pargolovo, donde las cenizas fueron esparcidas.

“For crimes against Russia the Ural Soviet has hereby sentence you to death.
Your life is finished”



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