Split

“The broken are the more evolved”

Desde “Dr. Jekyll y Mr. Hyde” hasta filmes como “The Three Faces of Eve” (1957), “Psycho” (1960) o “Fight Club” (1996), pasando por el personaje de Gollum en “The Lord Of The Rings”, e incluso el personaje interpretado por Jim Carrey en la comedia “Me, Myself & Irene” (2000), se cuentan por decenas las obras que han usado El Trastorno de Identidad Disociativo como inspiración, debido a lo llamativo de su sintomatología.
Es por este tipo de divulgación, que la personalidad múltiple es uno de los trastornos psicológicos más conocidos, si bien no uno de los mejor entendidos, ni siquiera dentro del mundo de la psicología, en el que hay una importante controversia con respecto a la misma existencia de este trastorno como tal.
El Trastorno de Identidad Disociativo (TID), es un diagnóstico controvertido, descrito en El Manual Diagnostico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM IV), como “la existencia de 2 o más identidades o personalidades en una persona, cada una con su propio patrón de percibir y actuar con el ambiente”
Al menos 2 de estas personalidades, toman el control del comportamiento del individuo de forma rutinaria, y están asociadas también con un grado de pérdida de memoria, más allá de la falta de memoria normal.
A esta pérdida de memoria, se le conoce con frecuencia como “tiempo perdido” o “amnésico”
Para ser diagnosticado, los síntomas deben ocurrir independientemente del abuso de sustancias, o una condición médica general/inducción.
El TID, suele aparecer en personas que sufrieron una tensión emocional abrumadora durante la infancia.
En los Estados Unidos, Canadá y Europa, alrededor del 90% de las personas con este trastorno, han sido víctimas de maltrato grave:
Físico, sexual o emocional; o han sido abandonadas durante la infancia.
El TID, es un mecanismo de defensa para poder sobrellevar el dolor y el miedo provocado por un abuso repetido durante la infancia, casi siempre en forma de abuso sexual, perpetrado de un modo impredecible por uno los padres, u otro miembro de la familia, que en otros momentos se encarga también de atender y cuidar al niño.
El trastorno en más grave en aquellos niños cuyo padre o madre, u otro miembro de la familia, además de abusar sexualmente de ellos, es capaz de ofrecerles amor y protección simultáneamente.
De manera que el niño se encuentra en una situación totalmente impredecible de expresión de amor, alternando con abuso sexual y, posiblemente, otros tipos de maltrato.
Cuando este estado resulta abrumador, se alzan las defensas psíquicas en forma de disociación.
No todas las personas son capaces de disociar, pero aquellas que nacen con una capacidad innata para hacerlo, suelen responder de este modo ante el abuso continuado, como un modo de escapar de él.
La persona capaz de disociar, suele ser artísticamente creativa, y con una capacidad alta para ser hipnotizada.
Por el contrario, la persona que no tiene capacidad para disociar, y es víctima de abuso severo y repetido, puede desarrollar un Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT), depresiones repetidas, con ideación suicida o psicosis.
El TEPT, suele ser la respuesta a un incidente único de abuso.
La depresión recurrente, y la conducta suicida, son con frecuencia indicios de abuso sexual recurrente en niños, adolescentes y, en ocasiones, adultos.
Quienes padecen El TID, de repente pueden pensar, sentir, decir y hacer cosas que no pueden controlar, y que no parece que les pertenezcan.
Las actitudes, opiniones y preferencias, por ejemplo, en cuanto a comida, ropa o intereses, pueden cambiar repentinamente para volver a cambiar a continuación.
La persona puede pensar que su cuerpo se nota diferente, por ejemplo, como el de un niño pequeño, o una persona del sexo opuesto, y que su cuerpo no les pertenece.
Pueden referirse a sí mismos en primera persona del plural, “nosotros”, o en tercera persona, él, ella, ellos; a veces sin saber por qué.
Aunque estos síntomas son subjetivos, muchos de ellos pueden ser observados por los demás.
Algunas de las personalidades, conocen importante información personal que desconocen las otras personalidades.
Algunas personalidades parecen conocerse e interaccionar entre sí, en un complejo mundo interior.
La alternancia entre distintas personalidades y el desconocimiento de las conductas que provocan, suele hacer que la vida de la persona sea caótica.
Como las identidades interactúan entre sí, las personas afectadas pueden referir que escuchan voces.
Las voces pueden ser conversaciones internas entre las distintas identidades, o pueden dirigirse a la persona directamente, a veces haciendo comentarios sobre su comportamiento.
Varias voces, pueden hablar al mismo tiempo, produciéndose mucha confusión.
Mientras que, en general, las personas no pueden recordar mucho acerca de sus primeros 5 años de vida, la persona con un TID, no recuerda tampoco lo ocurrido entre sus 6 y 11 años.
Invariablemente, el control del cuerpo se transfiere de una personalidad a otra, incluyendo el contacto con la realidad; la personalidad, siempre está consciente de la realidad y su percepción de la misma es la de una persona funcional completamente, que puede socializar, hacer deportes, manejar, etc.
Las personas con un TID, tienen normalmente una historia de 3 o más diagnósticos psiquiátricos previos diferentes, y que no han respondido al tratamiento.
Estas personas, están muy preocupadas por temas de control, tanto el autocontrol, ser controladas, o el control de los demás.
Aun cuando la principal causa atribuible, es como consecuencia de eventos traumáticos de la niñez, también se tiene conocimiento de la creación de personalidades para cubrir una necesidad o deseo que el individuo no puede realizar abiertamente por restricciones, sociales, culturales, familiares o religiosas.
La personalidad disociada, deja inmune o limpia a las otras personalidades.
De esta manera, es común la existencia de personalidades completas, o sólo fragmentos, los cuales existen sólo por periodos limitados, y con un propósito específico.
El tratamiento, es a menudo arduo, y emocionalmente doloroso.
La persona puede experimentar muchas crisis emocionales debido a acciones de las personalidades, y por la desesperación que pueden acarrear los recuerdos traumáticos durante la terapia.
A menudo, son necesarios varios períodos de hospitalización psiquiátrica, para ayudar a la persona en períodos difíciles, y para operar de un modo directo sobre los recuerdos dolorosos.
Frecuentemente, el médico utiliza la hipnosis para que se manifiesten, para tener acceso a las personalidades, facilitar la comunicación entre ellas, estabilizarlas e integrarlas.
La hipnosis, también se usa para reducir el impacto doloroso de los recuerdos traumáticos.
Generalmente, son necesarias 1 o 2 sesiones de psicoterapia a la semana, durante al menos 3 a 6 años.
La integración de las personalidades, es lo ideal, pero no siempre se consigue.
Las visitas al terapeuta son reducidas gradualmente, pero es raro que se terminen.
Los pacientes pueden confiarse al terapeuta para que les ayude, de vez en cuando, a afrontar los problemas psicológicos, del mismo modo que pueden hacerlo periódicamente con su propio médico.
Generalmente, hay una mejora en el estilo de vida con el tratamiento, sin embargo, el tiempo para alcanzar esto, es indefinido.
“Kevin has 23 distinct personalities.
The 24th is about to be unleashed”
Split es una película de terror y suspense, del año 2016, escrito y dirigido por M. Night Shyamalan.
Protagonizado por James McAvoy, Anya Taylor-Joy, Betty Buckley, Brad William Henke, Haley Lu Richardson, Sterling K. Brown, Kim Director, Sebastian Arcelus, Lyne Renee, Neal Huff, Jessica Sula, Maria Breyman, Steven Dennis, Peter Patrikios, Matthew Nadu, entre otros.
Es un “thriller” que emplea dentro de una trama aparentemente compleja, pero bastante simple, el estereotipo del enfermo mental convertido en psicópata criminal, dentro de una situación trillada de secuestro, con protagonismo adolescente.
Con una base médica real, el director y guionista indio, nos ofrece una historia que aterroriza por lo realista, y porque se enzarza con nuestros más recónditos temores, con el miedo cotidiano, con el “thriller” que asusta por lo cercano.
Jason Blum, conocido como un productor innovador dentro de la industria, y por convertir películas de bajo presupuesto, en éxitos internacionales, habla de la asociación con el director:
“Night cuenta historias basadas enteramente en los personajes, con un telón de fondo mucho más amplio.
Split no es la típica película de bajo presupuesto, es una historia grande, rodada con un presupuesto limitado.
No necesita efectos digitales, ni cientos de millones de dólares para ser épica, solo necesita la increíble historia que Night ha inventado”
Dentro de un marco más intimista, M. Night Shyamalan, pudo centrar sus energías en la historia, y en el desarrollo de los personajes al eliminar parte de las variables que acompañan habitualmente a las películas “grandes”
“Me siento más cómodo trabajando con poca gente, por eso prefiero hacer películas más pequeñas.
Me permite ignorar ciertos factores, y concentrarme en la voz creativa que me indica si vamos por el buen o el mal camino”, dijo el director.
Como narrador, Shyamalan se documenta a conciencia, antes de dar rienda suelta a su imaginación.
Para sumirse en el género de suspense y sobrenatural, usa premisas realistas como base, antes de plantear la pregunta:
“¿Y si...?”
El cineasta dice:
“Me baso en algo real, pero lo llevo más allá.
En El Trastorno de Identidad Disociativo, cada personalidad está totalmente convencida de quién es.
Si una de las personalidades cree padecer de diabetes, o de colesterol:
¿Puede el cuerpo producir cambios químicos para adaptarse a esa personalidad?
Ahora mismo, esto es un debate médico en todo el mundo, pero me parece posible.
Y si una personalidad creyese que tiene poderes sobrenaturales:
¿Qué pasaría?”
Durante sus estudios en la Universidad de New York, M. Night Shyamalan asistió a clases de psicología, en las que se trataba del Trastorno de Identidad Disociativo, y desde entonces se ha interesado por el tema.
Para escribir el guión, estudió los casos mejor documentados, algunos de los cuales le impactaron profundamente.
Asimismo, habló con varios psiquiatras que trabajan habitualmente con este tipo de pacientes, para saber cuál es su comportamiento en las sesiones.
Rodada en Philadelphia, Pennsylvania; la acción sigue a Kevin Wendell Crumb (James McAvoy) que le ha demostrado a su psiquiatra de confianza, La Dra. Karen Fletcher (Betty Buckley), que posee 23 personalidades diferentes, pero aún queda una por emerger, decidida a dominar a todas las demás.
Obligado a raptar a 3 chicas adolescentes, encabezadas por la decidida y observadora Casey Cooke (Anya Taylor-Joy), junto con Claire Benoit (Haley Lu Richardson) y Marcia (Jessica Sula)
Kevin, lucha por sobrevivir contra todas sus personalidades, y la gente que le rodea, a medida que las paredes de sus compartimentos mentales se derrumban.
Así, M. Night Shyamalan utiliza un hombre con personalidad múltiple, para confrontar identidades peculiares en un encierro con lucha por supervivencia y juego terapéutico-psicológico; abordando asuntos dispersos sobre abuso sexual o trauma infantil.
Como es habitual en Shyamalan, los detalles y las pistas nos van convirtiendo a los espectadores, en improvisados detectives que han de resolver cada enigma, antes de llegar a la gran revelación final.
“We are what we believe we are”
Con una filmografía de altos y bajos, es innegable la capacidad de M. Night Shyamalan para contar historias envolventes, a partir de textos inteligentes que suelen comprometer al espectador a partir de giros inesperados, y una atmósfera que ya es marca registrada.
Su honestidad, siempre ha sido su carta de presentación a lo largo de toda su filmografía; una honestidad reflejada en el riesgo de abordar historias llenas de magia y misterio, muy alejado de los cánones estrictamente narrativos modelados por la industria.
Split es M. Night Shyamalan en su estado más puro, donde los giros argumentales vuelven a ser protagonistas, donde el suspenso y el terror, se mezclan entre subtramas, que siempre aportan al hilo argumental principal, donde las interpretaciones sorprenden, y donde una sorpresa final nos regala una segunda lectura, convirtiéndola aún más, en una maravilla del género.
En una época donde los “thrillers” psicológicos comerciales de calidad escasean, Split pide a gritos su visionado, y Shyamalan brilla por tanta identidad.
La trama gira en torno al secuestro de 3 jóvenes, a manos de un extraño hombre llamado Kevin.
Las adolescentes son drogadas, y llevadas a una especie de subterráneo, donde están a merced de su captor.
Aunque la situación es lo suficientemente horripilante para mantenerlas en alerta, todo empeora cuando comienzan a conocer al hombre que las atrapó...
El secuestrador, que presenta una obsesión compulsiva por el orden y la limpieza, es en realidad una de las tantas identidades que se alojan dentro del cuerpo de esa persona, las que van desde un niño de 9 años conocido como Hedwig, hasta una atenta mujer llamada Patricia.
Todas estas identidades, habían coexistido dentro de Kevin con relativa paz, gracias a la labor de la psicóloga Karen Fletcher, que ha examinado la condición de su paciente con la paciencia y comprensión que otros doctores no poseen.
Sin embargo, Dennis, la identidad que capturó a las adolescentes, ha decidido tomar el control de Kevin, junto a la ayuda de Patricia, ya que ambos están convencidos de que dentro de ese cuerpo habita una identidad dormida, superior al resto, e increíblemente poderosa, conocida como “La Bestia”, que según ellos es el siguiente paso en la evolución del ser humano.
El sacrificio de las jóvenes, es visto por Dennis como un método necesario para despertar a esta nueva identidad.
La terapeuta por su parte, atiende llamados urgentes de una de esas personalidades, y nota el acertijo que es el hombre.
Sin saber que tiene a víctimas en un sótano, esta doctora intentará que el monstruo no salga.
Pero debe hacerlo rápido, porque estas chicas están a punto de conocer a “La Bestia”, algo desconocido y peligroso, que pretende “alimentarse” cuando salga.
Si bien es una condición compleja, cuya verdadera naturaleza y extensión genera debate entre los profesionales de la medicina, El Trastorno de Identidad Disociativo, es explorado por Split, desde una perspectiva más efectista, privilegiando las reglas de la narrativa, por sobre las de la veracidad médica.
El guión le otorga características al trastorno que pueden hacer tambalear nuestra suspensión de la incredulidad, pero que funcionan dentro de la estrafalaria lógica interna de la cinta.
De esta manera, cada una de las identidades de Kevin, es representada como un ente separado de los demás, como si realmente fuesen personas distintas, cada una con su propia manera de pensar e individualidad.
Además, Split llega al extremo de asignarle efectos fisiológicos propios a estas identidades.
Según explica la psicóloga Fletcher, “el cerebro de quienes poseen este trastorno, es capaz de crear diferentes cambios en el cuerpo, dependiendo de cada una de sus identidades, como presentar síntomas de la diabetes en el caso de que una identidad tenga esa enfermedad”
Es en este punto, donde radica la esperanza de Dennis y Patricia, por despertar a la identidad de “La Bestia”, ya que creen que a través de ella, el cuerpo de Kevin podrá alcanzar su máximo potencial, llegando a niveles de poder sobrehumanos.
La tensión que atraviesa a la obra, se basa en la anticipación del surgimiento de esa misteriosa identidad.
Visualmente, Split es una película típica de su autor, que insinúa más que muestra, y que sabe crear tensión con una óptima utilización de los escenarios, en ocasiones adoptando perspectivas subjetivas.
La apuesta de Shyamalan, resulta atractiva por el excelente trabajo de montaje, y la genialidad para invertir a sus protagonistas, mediante pequeños descubrimientos que se nos van revelando con el pasar de los minutos; también porque el director es capaz de conformar un “thriller” de misterio, compuesto por muchas más capas que la percibida a simple vista, en donde la primera mirada será siempre resolver el problema, sin embargo, el desarrollo final de sus 2 personajes principales, terminan por abrirnos a un espectro de lectura superior, convirtiendo a Split, en una cinta redonda desde lo técnico y lo narrativo, dándose el lujo incluso de conectarnos a una historia, para muchos, previamente conocida:
“Unbreakable” (2000)
Shyamalan, cuenta con talento a la hora de diseñar a sus personajes:
Humanos en situaciones extremas, que nunca pierden su capacidad de actuar de forma instintiva, pero ser inteligentes, sin embargo las víctimas siempre serán víctimas, no hacen lo que deben.
El director era consciente de que solo poquísimos actores podían hacer frente a un papel tan exigente con 23 personalidades.
Ante todo, no quería que las diferentes personalidades de Kevin, fueran caricaturescas, sino auténticas personas que despertaran la compasión del espectador.
Aunque el guión recurre a explicaciones exageradas al momento de caracterizar El Trastorno de Identidad Disociativo, es la actuación de James McAvoy la que permite otorgarle un mayor peso a la película.
Supongo que tenemos que aceptar, que el poder de la mente sobre el cuerpo está todavía por descubrir, y que la musculatura y la adrenalina, pueden convertir a un hombre en alguien así de poderoso; o en la rápida habilidad en los cambios de vestuarios.
McAvoy, interpreta el rol más interesante de su carrera, al demostrar la capacidad que tiene de actuar como algo totalmente ajeno a él.
Es cierto que el actor también recurre a una interpretación algo excesiva a ratos, pero su talento hace que todo resulte creíble, dentro del particular universo en el que está ambientada la historia.
El desafío de McAvoy, no solo consistía en dar vida a diferentes identidades dentro de la misma cinta, sino que hacer algunas transiciones dentro de la misma escena, e incluso hacer de una identidad que está haciéndose pasar por otra.
Hay matices y diferentes niveles dentro de su interpretación, que lo convierten en uno de los principales puntos fuertes de la obra.
De acuerdo con los créditos, a pesar de Kevin que tiene 24 personalidades dentro de él, sólo 8 se muestran en la pantalla; las identidades son.
Barry, Jade, Orwell, Kevin, Heinrich, Norma, Goddard, Dennis, Hedwig, Bernice, Patricia, Polly, Luke, Rakel, Felicia, Ansel, Jalin, Kat, B.S.; Samuel, Mary Reynolds, Ian, Mr. Pritchard… y “The Beast”
Por su parte, Anya Taylor-Joy, también destaca gracias a una buena actuación que le entrega profundidad a un personaje que podría haber caído en lo unidimensional.
Tanto ella como el guión, ayudan a caracterizar a Casey, como una joven inteligente y observadora, que recurre más a su cerebro, que a su fuerza para salir de sus problemas.
El pasado de la adolescente, que es narrado a través de “flashbacks”, nos da una idea de quién es, y convierte su secuestro por parte de Kevin, en algo que goza de un significado especial...
Y muy en el fondo, Split posee un interesante discurso acerca del lugar que ocupan las personas fracturadas en el mundo, y cómo los traumas que han debido resistir, los van fortaleciendo; todo ello confirma a Anya Taylor-Joy como una actriz de futuro.
Pero es una lástima quizás que estos 2 personajes, la chica protagonista y el secuestrador, sean los únicos que están realmente desarrollados, ya que Shyamalan no parece haber mostrado ningún interés en los demás, más que como apoyos para la trama principal.
También, imagino que Split se granjeará comentarios negativos, por la, si se quiere, amarillista manera que tiene de retratar la enfermedad mental y sus características, pero honestamente, creo que juzgarla en ese sentido sería un error:
La intención de Split, no es en ningún momento erigirse como una representación seria de un trastorno psicológico real, sino que pertenece a un universo de ficción, 100% fantástico, como sin duda alguna queda claro por su tramo final.
Como es de esperar, M. Night Shyamalan hace un cameo como Jai, el conserje de comida rápida, que vive en el edificio de apartamentos donde trabaja La Dr. Fletcher.
Y es que en el cine de Shyamalan, casi siempre recurre a un “twist” final que cambia la película; pero las pistas siempre estuvieron ahí, al frente.
El final, toma lugar en un restaurante, donde los clientes escuchan la cobertura mediática de los crímenes de Kevin, por lo que ha sido apodado “La Horda”
Uno de los clientes señala la similitud entre Kevin y un terrorista que usaba una silla de ruedas, y fue arrestado 15 años antes…
El hombre sentado a su lado, se revela ser un más viejo David Dunn, que recuerda al cliente, que el nombre del terrorista era “Mr. Glass”, personajes del filme del director M. Night Shyamalan, en “Unbreakable” (2000), haciendo de Split, una secuela.
¿Pero qué pasa con Casey?
Ella tiene muchas más cosas en común con Kevin, que las que ella misma pueda imaginar.
Son mediante “flashbacks” y repasos del pasado de ambos protagonistas, que somos capaces de ir levantando estas capas de misterio, e ir comprendiendo el comportamiento de ambos; porque a veces, el dolor sí nos puede hacer más fuertes, y el control de la situación, puede llevarnos a extremos insospechados, más aún cuando la supervivencia está en juego.
Podemos decir que Kevin, no existe, y quien tiene la personalidad múltiple es Casey, y además de la personalidad múltiple, Casey se disocia.
Ve a Kevin cuando en realidad es ella.
Por tanto, Casey rapta a las amigas, las encierra, mata a La Dra. Fletcher, mata a las amigas, y no mata a Kevin porque no puede, porque él está en su mente.
Así las cosas, Casey es violada desde niña por su tío, y maltratada por su madre.
Se queda huérfana; se autolesiona...
Como consecuencia de ello, se disocia, y se ve a sí misma como otra persona con 23 personalidades.
Al final, nace “La Bestia” que lleva dentro, y se ve con fuerzas para matar a su tío, o eso intuimos.
Shyamalan nos lo deja claro durante toda la película, pero sobre todo al final, cuando Kevin no la mata, y ella a él tampoco.
Él sobrevive en ella, y ella con él.
El juego entre luces y sombras, es perfecto, pero deliberadamente confuso en su significación.
¿Era Kevin el tío, y el lugar, era la casa de Casey donde vivía con él?
La oscuridad está presente en los túneles, como en la mente, en los cuartos aislados tras los cerrojos, que simbolizan materialmente los diferentes recovecos de la mente de Kevin.
Los cuartos subterráneos, están definitivamente bajo el alero de la oscuridad, en gran parte de la película son el campo visual, en tanto el fuera de campo, sería la luz, el mundo exterior, aquél donde se emplaza el zoológico humano, un lugar que tampoco es seguro.
Ese mundo oculto, es el lugar donde descubrimos el conflicto profundo, el quiebre de este personaje fragmentado:
El maltrato físico y psicológico de una persona en formación, peor si esa violencia proviene desde el interior de la familia, y aún peor, si se trata de abuso sexual.
En la mente de Kevin, no existe una familia funcional, sus múltiples personalidades, son espejos rotos.
La palabra “Split” es ambigua en ese sentido, como puede ser “fragmento” puede ser “abrir”
Lo que no sabíamos era que puede esconderse bajo cualquier forma, surgir o “abrirse” de cualquier parte, dejando a sus víctimas inocentes totalmente desamparadas ante su existencia.
Como dato, en la casa de la terapeuta de Kevin, se puede ver que uno de los libros de la biblioteca, en el fondo, se titula “Sybil”
Este fue el seudónimo dado a una mujer con 16 personalidades…
Sobre esta historia hay 2 versiones hecha para televisión con el mismo nombre, pero una en el año 1976 y la otra en el 2007.
Y al igual que Kevin, en la realidad, Billy Milligan fue diagnosticado con trastorno de personalidad múltiple, con 24 personalidades dentro de él.
Su condición se utilizó en su defensa por crímenes que dijo no fueron cometidos por él, sino por sus otras personalidades.
Entrando en términos más profundos, Split es una gran película metafórica:
El valor animal frente al humano, el poco conocimiento e interés que la sociedad muestra frente a las enfermedades mentales, por no hablar del “navajazo vengativo” del director, expuesto con total claridad, en el discurso de las personas heridas, mejores, y más preparadas que los seres vacíos que nunca sufrieron, una perfecta síntesis de la carrera de M. Night.
“An individual with multiple personalities can change their body chemistry with their thoughts”
Resulta pues, que William Stanley Milligan, más conocido como Billy Milligan, fue objeto de estudio por haber poseído 24 personalidades.
¿Cómo puede ser esto posible?
¡Son demasiadas!
Billy Milligan nació en 1955 en Ohio, y murió el 12 de diciembre de 2014.
Su niñez no fue, para nada, la de un niño corriente.
Billy tuvo que vivir los continuos traslados y diferentes hombres que pasaron por la vida de su madre.
En especial, la influencia de un tal Jonny, que tras un intento de suicidio, cumplió su objetivo; y un tal Chalmer, abusó de Billy.
Más adelante, podríamos definir a Billy Milligan, como un delincuente en toda regla.
Algunos lo llamarían “loco”, pues realizaba continuos robos, e incluso violó a 3 mujeres en el campus universitario en el que estudiaba.
Tras estos actos, Billy fue condenado, pero tras confirmar que padecía Trastorno de Personalidad Múltiple, se le absolvió de toda culpa.
Así, Billy se convirtió en el primer hombre absuelto de un delito por confirmación de trastorno psicológico.
Eso sí, estuvo en una serie de hospitales psiquiátricos, que verificaron las 24 personalidades que tenía Billy; las cuales fueron clasificadas así:
Los 10:
1. El propio Billy (26 años), es la personalidad principal que se encontraba “fragmentada”
2. Rage Vadaskovinich (23 años), es un comunista yugoslavo, dado a las armas y al kárate, tiene mucha rabia contenida, y es ateo.
3. Arthur (22 años), es un hombre inglés responsable, formal e inteligente; era el que ponía orden entre sus otras personalidades.
4. Allen (18 años), es un manipulador e hipócrita; toca la batería y pinta retratos; es agnóstico, y es la única personalidad que fuma.
5. Tommy (16 años), es un artista del saxofón, y amante de la música electrónica; pinta paisajes, y mantiene una estrecha relación con su madre.
6. Danny (14 años), sufre antropofobia, miedo a la gente, en especial a los hombres; y pinta bodegones.
7. David (8 años), es muy empático; absorbe todo dolor y sufrimiento de las demás personalidades; es altamente sensible.
8. Christene (3 años), es una niña disléxica, y algo apartada de los demás; le gusta dibujar.
9. Christopher (13 años), es el hermano de Christene; obediente pero problemático; toca la armónica.
10. Adalana (19 años), es lesbiana, tímida y solitaria; y escribe poesía.
Los “indeseables”:
1. Philip (20 años) es conocido como “el matón”; utiliza un lenguaje vulgar y comete delitos menores.
2. Kevin (20 años), es un delincuente que planifica sus robos, le gusta escribir.
3. Walter (22 años), es un australiano cazador, con excelente sentido de la orientación, y reprimido emocionalmente.
4. April (19 años), es conocida como “la perra”, planea vengarse del padrastro de Billy.
5. Samuel (18 años) es un judío, y la única personalidad que cree en Dios; pero esculpe y talla madera.
6. Mark (16 años), es conocido como “el zombi”, no hace nada, y no tiene iniciativa alguna.
7. Steve (21 años) imita burlonamente a los demás, y se ríe de ellos.
8. Lee (20 años) es cómico, bromista e ingenioso; sus bromas provocan peleas; y no se preocupa de la consecuencia de sus actos.
9. Jason (13 años), sufre reacciones histéricas y rabietas.
10. Robert (17 años), también llamado Bobby, es un soñador; y está continuamente fantaseando con viajes y aventuras.
11. Shawn (4 años) es un poco retrasado, se le conoce como “el sordo”
12. Martin (19 años) es el esnob, quiere conseguir cosas, sin ganárselas primero.
13. Timothy (15 años) es conocido como “Timmy”, trabaja en una floristería donde tuvo un encuentro con un homosexual que lo adentró en su mundo.
14. La Profesora (26 años), es la suma de las 23 personalidades en una sola; es brillante, sensible, y con un gran sentido del humor; se considera ella misma como “yo soy Billy en una sola pieza”
Como hemos visto, las diferentes personalidades de Billy Milligan son muy diferentes entre sí.
Cada una de ellas, tenía una historia, habilidades, y vidas completamente distintas; incluso tenían distintos acentos, y manejaban diferentes idiomas.
Al cometer sus crímenes, atribuyó la responsabilidad a 2 de sus personalidades:
Rage y Adalana.
Rage Vadaskovinich, era una de sus personalidades más conflictivas, se trata de un hombre yugoslavo con acento eslavo, que podía leer y escribir en serbio.
Admitió ser responsables del robo, pero no sabía nada de los ataques sexuales.
Mientras Adalana era una poeta lesbiana de 19 años, que cocinaba y limpiaba para las demás personalidades, y violó a las mujeres para sentir cercanía con alguien.
Otras personalidades eran una mezcla de hombres y mujeres, con diferentes personalidades y edades que iban desde los 3 años hasta adultos.
Como consecuencia, Milligan pasó 10 años en una institución mental, hasta que las personalidades se “fusionaron en una sola”
Aunque es casi imposible de creer, los doctores más escépticos aceptaron la historia luego de conocer su archivo clínico, argumentando que realmente era como hablar con personas totalmente distintas, con acentos e incluso formas de sentarse completamente diferentes entre sí.
Billy estuvo en varios psiquiátricos, e incluso se fugó en una ocasión, dejando cintas de video hablando de su condición a los medios de comunicación.
En 1988, fue puesto en libertad, liberándose de los hospitales psiquiátricos que ya habían dado con su enfermedad, para la que no encontraban solución.
Billy perdió el contacto con sus conocidos, y su paradero fue desconocido durante años.
Hasta que murió de cáncer, en Ohio, a los 59 años de edad.
Historia de vida de Billy Milligan, fue popularizada por Daniel Keyes, en su novela “The Minds Of Billy Milligan” (1981)

“You are different from the rest.
Your heart is pure!
Rejoice!”



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