Eight Below
“There's only one way to make that trip, and that's with the dogs”
El Año Geofísico Internacional (AGI), que duró desde el 1 de julio de 1957 al 31 de diciembre de 1958, supuso un esfuerzo único por su alcance en la historia de la ciencia; donde más de 30 mil científicos y técnicos de 66 países, cooperaron en una serie de observaciones sobre La Tierra y sus alrededores cósmicos; 5 de las 11 ramas científicas estudiadas en el AGI, se hallaban dedicadas específicamente a este tipo de investigación:
Actividad solar, rayos cósmicos, geomagnetismo, auroras boreales, y física ionosférica.
Los resultados del AGI, pueden resumirse en 4 grandes logros:
1. El lanzamiento de satélites artificiales, lo que permitió, entre otros hallazgos, el descubrimiento de los cinturones de radiación de Van Allen.
2. El sondeo del suelo oceánico.
3. Las exploraciones científicas en la Antártida.
4. Y actualización de los conocimientos sobre vida marina y terrestre, flujo de glaciares, sismografía, geología, hidrología, geomagnetismo, luminiscencia atmosférica, etc.
Así mismo, los estudios psicológicos sobre grupos humanos obligados a convivir por largos periodos en condiciones extremas, fueron de utilidad para la planificación de viajes espaciales.
Los resultados de las investigaciones del AGI en La Antártida, abrieron el camino a la firma del Tratado Antártico en 1959.
Por su parte, El Programa Japonés Expediciones de Investigación Antártica (JARE), bajo los auspicios del Instituto Nacional de Investigación Polar de Japón, comenzó en 1957, en relación con el AGI.
En enero de 1957, se estableció JARE Syowa en la estación de la isla de Ongul Este, donde el equipo de investigación de la primera expedición sobre-invierno, estaba compuesto por 11 investigadores apoyados por un equipo de 22 perros, 20 machos y 2 hembras de la raza Husky Sakhalin, conocido en Japón como “Karafuto-ken”, para tirar de los trineos en las salidas de la base.
De entre los perros, 3 fueron retirados tras una revisión médica, y regresaron a Japón; y 19 perros quedaron en el continente por 1 año.
En este período, 2 perros murieron por enfermedades, y 1 desapareció...
Quedaron 16 perros, y Shiro, la única hembra que quedó del grupo, dio a luz 10 cachorros, quedando 8 vivos; por tanto, se usaron 15 perros para las expediciones, y eran:
1. Riki de 7 años, macho, 35.5kg, con ligera capa gris y manchas blancas, líder del equipo/desaparecido.
2. Anko de 3 años, macho, 34.5kg, con chaqueta marrón y raya blanca en el pecho/desaparecido.
3. Aka de 6 años, macho, 32.5kg, con abrigo gris oscuro, con tendencia a buscar pelea con otros miembros del equipo/fallecido.
4. Kuma de Monbetsu, de 5 años, macho, 33kg, con abrigo negro, pecho y calcetines blancos, a veces servía como perro guía/fallecido.
5. Kuma de Furen, de 5 años, macho, 33kg, con abrigo negro y ondulación de blanco en el pecho, y padre de Taro y Jiro/desaparecido.
6. Pesu de 5 años, macho, 38.5kg, con chaqueta marrón, máscara y orejas negras, se asemeja a un Tervuren belga/fallecido.
7. Goro de 4 años, macho, 43.5kg, con abrigo negro y raya blanca en la cara, parecido a un collie; se desempeñó como perro volante del equipo/fallecido.
8. Deri de 6 años, 30.5kg, macho, con abrigo gris y manto negro/desaparecido.
9. Pochi de 4 años, macho, 35,5kg, con la capa marrón claro y un apetito voraz/ fallecido.
10. Moku de 4 años, 36.5kg, macho, con abrigo negro y calcetines blancos en las patas delanteras/fallecido.
11. Jakku de 4 años, 34kg, macho, con escudo blanco y negro, parecido a un collie/desaparecido.
12. Kuro de 5 años, macho, 36,5kg, con abrigo negro y marcas blancas en la cara, boca, pecho y piernas/fallecido.
13. Whitey de 3 años, macho, 31kg, con la capa blanca como la nieve, a veces servía como perro guía/desaparecido.
14. Taro de 3 años, macho, 33,5kg, con abrigo negro; hijo de Kuma de Furen, y hermano mayor de Jiro/sobreviviente.
15. Jiro de 3 años, macho, 33.5kg, con la capa marrón oscuro, una onda de blanco en el pecho y calcetines blancos; hijo de Kuma de Furen, y hermano menor de Taro/sobreviviente
La expedición partió desde la base Showa, en dirección a un monte cercano, recorriendo más de 800 kilómetros; y alcanzaron su objetivo sin problemas, pero en el viaje de regreso, fueron sorprendidos por fuertes vientos que menguaban la visibilidad, por lo que no podían reconocer el camino de vuelta a la base...
En este punto es cuando sueltan del trineo a Taro y a Jiro, que regresaron a la base en busca de ayuda, y guiaron al equipo de rescate directamente hasta donde se encontraban los científicos y el resto del equipo perruno, salvándoles la vida.
No obstante, hay versiones que relatan que esto último nunca sucedió…
Pues según los planes, el grupo de investigación debía permanecer en La Base Syowa por 1 año completo.
En febrero de 1958, iba a ser reemplazado por otro equipo; pero por desgracia, una tormenta fuerte e inesperada, causó que el Souya, el rompehielos que llevaba el grupo de socorro, quedase atascado en el hielo bien lejos de la nave base.
Su tripulación, fue asistida por el rompehielos de La Guardia Costera de los Estados Unidos, el Burton Island (WAGB-283), pero el aterrizaje del segundo grupo a la base, tuvo que ser suspendido.
Los 11 miembros de la primera expedición, fueron evacuados en helicóptero, llevándose a Shiro y sus cachorros, pero se vieron obligados a dejar atrás a los 15 perros…
Los perros estaban atados con cadenas, y tenía comida para unos pocos días.
Al regreso de los hombres a Japón, JARE fue ampliamente criticado por abandonar el equipo de perros, pero las explicaciones dadas, fueron que el rescate de los animales era imposible, y habría supuesto un riesgo significativo y peligroso.
Casi 1 año más tarde, el 14 de enero de 1959, otra expedición regresó a Syowa, para reanudar el trabajo interrumpido durante el año anterior…
Encontraron evidencia de la tragedia sufrida por los perros:
7 de los 15 perros:
Aka, Goro, Pochi, Moku, Kuro, Pesu y Kuma de Monbetsu, murieron atados a las cadenas que los mantenían, pero otros 8 se habían liberado.
De estos 8, 6:
Riki, Anko, Deri, Jakku, Whitey y Kuma de Furen; nunca fueron encontrados, pero 2 de ellos, Taro y Jiro, todavía estaban vivos, y cerca de la base.
Taro y Jiro se convirtieron en héroes nacionales en Japón.
Su raza, la Karafuto-ken, se convirtió en la raza más popular en el país, y fue de gran demanda hasta los años 90.
La expedición y la raza, se conmemoran en un monumento cerca de Wakkanai, Hokkaido; un monumento bajo La Torre de Tokio; y otro en el puerto de Nagoya.
“The story's not about the dogs.
It's about my father, honoring what the dogs had done for him”
Eight Below es una película de aventuras, del año 2006, dirigida por Frank Marshall.
Protagonizada por Paul Walker, Jason Biggs, Bruce Greenwood, Moon Bloodgood, Wendy Crewson, Gerard Plunkett, August Schellenberg, Belinda Metz, Connor Christopher Levins, Duncan Fraser, entre otros.
El guión es de David DiGilio, inspirado en una historia de la vida real, sobre una expedición japonesa de 1957, durante El Año Geofísico Internacional, en la que se enfrentaron a condiciones climáticas extremas; por lo que el guión adapta los acontecimientos del incidente, al año de 1993.
La producción está dedicada a los exploradores antárticos y a sus perros, cuyo valor y espíritu inspiraron esta película; y durante los créditos se lee:
“Dedicado a la memoria de Koreyoshi Kurahara, director de “南極物語” (Antartica - 1968)”, que murió 4 años antes de este estreno, en 2002, y en cuya película, la trama se centraba en la historia de la expedición real, y en los perros, Taro y Jiro.
Los productores, también agradecen al pueblo de Groenlandia.
Todo inicio cuando el productor, David Hoberman, se encontró con la película japonesa de 1968, de gran éxito, que contaba la historia de los perros abandonados, y de sus compañeros humanos, que se rehusaron a olvidarlos…
Hoberman sintió, que los temas esenciales de la historia merecían ser vistos por un público mucho más extenso, y visualizó una aventura menos desgarradora, y más orientada a la familia, que destacara aún más los lazos inspiradores y fortalecedores entre la amistad y la supervivencia.
Por su parte, el guionista David DiGilio investigó más el comportamiento de los perros, y la singular historia de, cómo los seres humanos y los perros evolucionaron juntos, todo con la esperanza de crear un emocionante vistazo al interior de la mente de los perros, mientras luchan por sobrevivir y reunirse con sus amigos humanos:
“Mucha gente no sabe, que la relación humana-canina se remonta a 14,000 años atrás.
Existe una conexión con nuestros animales, que es casi primitiva en su pureza y fuerza; es un verdadero entendimiento y un amor incondicional”
Finalmente, el director y productor, Frank Marshall, encontró que la historia era un conmovedor ejemplo de, cómo las historias de aventura, pueden revelar el valor, la amistad y los sacrificios que nos ayudan a salir adelante en los momentos más difíciles.
Esta es una historia acerca de lo que sucede, cuando personas ordinarias y animales ordinarios, enfrentan eventos extraordinarios, los cuales exigen lo mejor de ellos.
Eight Below se filmó en Svalbard, Noruega, Groenlandia, y Columbia Británica, Canadá.
La acción tiene lugar en La Antártida, donde los miembros de una expedición científica, integrado por:
El guía, Jerry Shepard (Paul Walker), su mejor amigo y cartógrafo, Charlie Cooper (Jason Biggs), el geólogo, Davis McClaren (Bruce Greenwood), y la piloto de avioneta, Katie (Moon Bloodgood), se ven obligados a abandonar a sus queridos perros guía, debido a un accidente inesperado, y a las terribles condiciones meteorológicas.
Por falta de espacio en el helicóptero, con la promesa de que volverán a buscarlos pero no vuelven… los perros son abandonados a su suerte, convirtiéndose en protagonistas de esta odisea.
Jerry les promete a sus perros, volver pronto por ellos... pero luego le niegan el permiso para volver a La Antártida a rescatarlos, debido a que las condiciones meteorológicas no eran las más favorables; por lo que tuvo que esperar hasta agosto, época en la cual llega la primavera al Polo Sur.
Entonces, los perros tendrán que luchar para sobrevivir en medio del invierno polar, hasta que los exploradores puedan enviarles una expedición de rescate.
Allí, 6 perros Husky Siberian y 2 Alaskan Malamute, tratan de sobrevivir a las terribles condiciones climáticas; pero 2 de los perros no lo lograron.
De nada les sirvió a lo peludos mártires, el haber salvado vidas y obtenido hallazgos importantes para la ciencia.
Por su parte, Jerry Shepard viajó primero a los Estados Unidos en busca de apoyo económico, sin éxito.
Luego a Nueva Zelanda, para organizar una nueva expedición, y así poder rescatar a sus queridos perros.
Cuando finalmente consigue regresar, encuentra a 6 de los 8 perros, incluyendo a Maya, su perra preferida, y líder alfa de la manada, y puede llevarlos de regreso a casa.
Eight Below es una historia eficaz para toda la familia, que funciona por centrarse en los perros; y no se nos pide creer en algo que no creamos ya de los perros:
Ellos piensan, se preocupan, anhelan, aman…
“I'll be back.
I promise”
Antes de convertirse en el director de películas de supervivencia, Frank Marshall se había hecho un nombre como el productor de algunas de las más recordadas películas de Peter Bogdanovich, Martin Scorsese y Steven Spielberg.
Lo que significa, palabras más, palabras menos, que Marshall sabe lo que hace, y dirige esta película de aventuras para toda la familia que tanto gusta a Disney, donde el protagonismo recae sobre 8 perros, siendo lo mejor de la propuesta, mientras se muestra lo peor del ser humano, como siempre.
Sin embargo, el fuerte del director nunca fue la construcción de personajes, decantándose más por mostrar las situaciones extremas que sus héroes se ven obligados a atravesar, y ese Talón de Aquiles, es especialmente evidente, pues cada vez que un ser humano se asoma a la pantalla, nos hace falta la presencia de alguno de los perros protagonistas.
En el fondo, nos sumerge en la turbulenta y centenaria historia de la exploración del Antártico, que DiGilio trasladó a 1993, el último año en que se les permitió trabajar a los equipos de perros de tiro en El Antártico, a pesar de su imperecedero prestigio como miembros esenciales de numerosas e importantes expediciones, y finalmente se les prohibió proteger a las focas del continente, debido a que se exponían a una enfermedad llamada distémper.
El guionista forjó una misión científica para los hombres, basada en la búsqueda de la vida real de meteoritos de un millón de años de antigüedad en El Antártico, y desarrolló un cuarteto de personajes estrafalarios y aventureros en el corazón de la historia:
El ferozmente independiente Jerry, cuya familia es su equipo de perros; el brusco y decidido Davis, que simplemente quiere dejar atrás la tragedia de la expedición; el alegre Cooper, que brinda destellos de humor a la oscura y helada vida en el Antártico; y la extraordinariamente fuerte piloto de avioneta, Katie, que ayuda a impulsar a Jerry, a su audaz rescate.
También, se hizo cargo de una inusual y osada hazaña de la imaginación:
La creación de 8 personajes caninos convincentes, que demuestran la misma amistad, lealtad y valentía que sus compañeros humanos; y cuyas acciones deberán sacar adelante a una gran parte de la historia.
Así pues, Eight Below inicia centrándose en el grupo de científicos, hasta que el Dr. Davis McClaren tiene un accidente, y se salva gracias a la ayuda de los 8 perros que le servían de tiro y guía.
Debido a esta emergencia médica, y a que se acercaba una poderosa tormenta, se ven obligados a evacuar una estación científica en La Antártida, bajo unas terribles condiciones meteorológicas; y por falta de espacio en el transporte, los perros son abandonados a su suerte.
Mientras tanto, sus perros trataban de sobrevivir a estas terribles condiciones climáticas, puesto que El Polo Sur tiene uno de los climas más fríos del planeta.
Mientras los huskys siberianos paulatinamente se fueron debilitando ante la ausencia de su amo, no obstante, sus instintos salvajes se despertaron para sobrevivir.
Uno de los perros, Jack, murió en la base, al no lograr librarse de las ataduras que evitaban que éstos deambularan por la estación experimental; y otro murió al caer por un barranco pequeño, por estar persiguiendo una aurora austral.
Los demás huskys siguieron su camino.
Por su parte, Jerry Shepard hizo todo lo posible por regresar y rescatar a sus adorados perros o “chicos”, como él les decía.
Al verlo en dicha situación, sus amigos incondicionales:
Charlie, Davis y Katie, lo acompañarán al rescate.
Finalmente encuentra a 6 de los 8 perros.
Eight Below quizás se pase de esquemática, pero sin duda tiene escenas de suspenso estupendas, como el rescate del profesor McLaren, el enfrentamiento con el leopardo marino; y cómo si se tratara de un cuento, consigue recordarnos que no todos los dramas les suceden a seres humanos.
Desde el arranque, se establece la mecánica desafilada y antitóxica, sana en resumen, de las películas de este corte, y que Marshall no se molesta en diferenciar.
Hay apenas un punto que llama la atención, y es justamente el protagonismo que alcanzan los bellos canes, bien seleccionados de acuerdo al gusto estético; donde se organizan ante la crisis, tienen sus diferencias, pero las resuelven mucho mejor que los bípedos pensantes.
Pero no va la cosa muy lejos; están para ¿conmover? y decorar la función.
Todo lo que pasan los perros, la desconsolación e impotencia de sus dueños, resulta muy llamativo y conmovedor, sumando a ello, diversas lecciones sobre la supervivencia y el modo de vida salvaje de los animales.
Podemos dividir la historia en 2 partes bien diferenciadas:
La supervivencia de los perros, y la vida normal y corriente de las personas, centrándose mucho más en la primera, el verdadero meollo de la historia.
Los perros, se llevan la palma absoluta por su belleza, su intelecto y sus estrategias de supervivencia, y por descontado, también por sus muestras de afecto entre ellos.
Para el guionista:
“Escribir acerca de los perros de Eight Below, fue mi parte favorita de todo el proyecto.
Creo que todas las personas que tienen un perro, los ven más como personas que como mascotas.
Y esta era una oportunidad para verdaderamente explorar las maravillas de la personalidad canina y la dinámica de las jaurías.
Estos son perros domesticados, que se ven forzados a explorar su raíces salvajes al ser dejados solos.
Vemos historias del hombre en contra de la naturaleza todo el tiempo, y tenemos ese elemento en esta película, pero también exploramos una idea nueva de, naturaleza en contra de la naturaleza.
Es cautivante y conmovedor ver, cómo los perros se adaptan a su nuevo entorno”
Mientras los perros luchan por permanecer con vida en medio de las más duras condiciones imaginables, el equipo de perros depende de la estrecha cooperación de la jauría y la aparición de un nuevo y sorprendente líder:
Max, quien una vez fue el más tímido y sumiso del equipo, que encuentra su fuerza en la adversidad.
“De cierta forma, la historia de Max es análoga a la jornada emocional de Jerry”, afirma DiGilio.
“Max comienza al final de la jauría, y se desarrolla en un verdadero alfa, aprendiendo a lo largo del camino a aceptar responsabilidades.
Jerry es un gran guía, pero se ve obligado a madurar y enfrentar el hecho de que no puede hacer las cosas solo.
Ambas son historias de madurez, y acerca de descubrir tu verdadero potencial”, afirmó.
Es en definitiva, la singular historia de la lucha de los perros, como una especie de familia que trabaja unida para superar lo imposible; pero también es acerca de la jornada que tienen que hacer los humanos:
La jornada de madurez y superación de Jerry Shepard; la jornada de Davis para descubrir que la vida es más que investigación; y todas estas jornadas se unen de una forma muy emotiva.
Los perros, tendrían que darle vida a esta espeluznante aventura, de modo que para reunir a uno de los repartos animales más talentosos jamás requeridos para una película cinematográfica, el director Frank Marshall recurrió a los servicios de Birds & Animals, una de las empresas de entrenamiento de animales más destacadas de Hollywood.
Marshall afirma:
“Nosotros sabíamos que uno de los elementos más importantes sería la selección del reparto de perros.
Era tan importante para nosotros, que cada perro tuviera su propia característica individual y su propia imagen física, y verdaderamente sus propias y diferentes historias, que teníamos que encontrar 8 perros que fuesen totalmente distintos.
Comenzamos el proceso de selección temprano, debido a que era algo vital”
El primer perro que aparece para cada personaje, es el perro “de cerca”, y el segundo perro que aparece en la siguiente lista, se usó generalmente para las escenas de acción, incluyendo el tiraje del trineo; y eran:
Noble y Troika como Shadow; Sitka y Chase como Truman; Jasper y Yukon como Shorty; Suli y Buck como Old Jack; Koda Bear y Jasmine como Maya; D.J. y Timba como Max, Floyd y Ryan como Dewey; y Conan y Flapjack como Buck
En especial, hay 2 Malamutes de Alaska, Buck y Shadow; y 6 Siberian Huskies:
Max, Maya, Truman, Dewey, Shorty, y Old Jack.
Cada actor/perro, tenía ayuda de otros perros que realizaron acrobacias y tiraron trineos; siendo en total, más de 30 perros utilizados en esta película.
Cada uno de los perros, recibió entrenamiento especial para las destrezas que demuestran en la película, desde sacarse los collares hasta llevar aves vivas en sus bocas, y luchar con un leopardo marino de animatrónica.
Este trabajo recayó en las manos del entrenador principal de animales, Mike Alexander, quien tuvo uno de los trabajos más agotadores en la película.
Los perros comenzaron su entrenamiento en California y luego, 3 meses antes de comenzar a filmar, los perros y un equipo de 20 entrenadores, se trasladaron a una granja en el campo cubierto de nieve, cerca de Smithers, para aclimatarse al frío y al hielo.
El entrenamiento básico inicial, era totalmente acerca de transmitir emociones:
“Frank quería tantos movimientos pequeños y expresivos como pudiéramos lograr, de modo que les enseñamos muchos movimientos de cabeza, junto con gruñidos y sonrisas”, afirma Alexander.
“También pasamos mucho tiempo trabajando con los perros que interpretan a Max y a Maya, para que interactuaran en forma íntima, dándose besos y chocando hocicos todo el tiempo”, concluyó.
Los perros, incluso tuvieron que soportar ser enterrados bajo montones de nieve…
La filmación de animales, fue supervisada por la American Humane Association, y la película lleva el estandarte de:
“Ningún animal fue dañado durante la producción de esta película”, a pesar de un incidente en el que un entrenador utilizó una fuerza significativa para romper una pelea de animales...
Sobre las razas de los perros:
El husky siberiano, es una raza de perro de trabajo originaria del noreste de Siberia, Chukotka, en Rusia; y presenta un acusado parecido con el lobo.
Originalmente fue criado por la tribu chukchi, en la que se utilizaba como perro de compañía para pastorear a los ciervos, tirar de los trineos, y mantener calientes a los niños; y en la actualidad se encuentra en muy diversas zonas del mundo.
Es un perro de tamaño mediano, acostumbrado a vivir en la nieve, tiene el pelaje mucho más denso y grueso que otras razas de perros; es capaz de modificar drásticamente su pelaje, según el lugar donde viva, y puede cambiar entre pelo largo o más corto.
El siberian husky tiene un color dominante en su pelaje; y pueden tener ojos de color blanco, siendo una característica de la raza, los ojos celestes, aunque no es del todo dominante; y es posible encontrar especímenes en los cuales los ojos sean de diferente color, fenómeno conocido como heterocromía.
A nivel de inteligencia, está posicionado en la escala con el #45 de la clasificación de Stanley Coren, acerca de la inteligencia de los perros; y son conocidos por aullar, en lugar de ladrar; generalmente son perros de buena salud.
El malamute de Alaska, o alaskan malamute, es un perro originario de la zona ártica, y una de las razas más antiguas dentro de los perros de trineo.
Los análisis de ADN han mostrado la antigüedad de la raza Malamute de Alaska, y su parentesco con el Husky siberiano.
Como perro de trineo, es naturalmente fuerte, capaz de cargar pesos considerables, hasta 20kg durante decenas de kilómetros.
Es afectuoso, amigable, y no es perro de un sólo amo.
Es un compañero leal y abnegado.
Se caracteriza por presentar una abundante y espesa capa de pelo que cubre un cuerpo fuerte y musculoso.
Su presencia, siempre con la cabeza erguida, le dota de cierto aspecto imponente, que da la impresión de ser un perro muy serio.
Sin embargo, esta apariencia no está reñida con un carácter afable y juguetón con sus dueños.
Hay de diferentes colores, y recientemente se halló un color de Malamute blanco; tienen 2 capas de pelo:
Una externa, espesa y áspera; y una interna, de tacto aceitoso y lanudo.
Ambos tipos de perros, demuestran una gran felicidad estando en jauría, y siempre prevalece un macho alfa; aun cuando solo se trate de 2 perros, 1 de los 2 demostrará ser el dominante.
También, busca jerarquías con los humanos, por tanto es necesario presentarse ante él, como el Alfa.
No es recomendable que vivan en soledad, puesto que precisan de un grupo humano o jauría.
Al ser perros con mucha resistencia, pueden recorrer muchos kilómetros, lo que hace difícil encontrarlos en caso de extravío, por lo que es necesario que tengan microchip, y no es recomendable dejarlos correr sin supervisión.
Los perros pasan casi todo su aislamiento a la luz del día cuando, de hecho, aguantan el invierno del sur, bien al sur del Círculo Antártico, y así estarían en una oscuridad prolongada.
En Eight Below, las secuencias de los perros tratando de sobrevivir, son magníficas, y profundamente conmovedoras.
Quizás sea más optimista que la triste historia real que la inspiró, pero aun así, el director no teme poner en peligro a sus protagonistas caninos, dándole a la cinta, un tono ligeramente más realista que el de las típicas cintas animales producidas por el estudio Disney en décadas pasadas.
Afortunadamente, los perros no hablan ni se comportan en forma humana, quizás con una breve excepción en el enfoque… y los mejores momentos surgen cuando la muda cámara sigue las aventuras de los perros, ilustrando su extraordinario desempeño físico, y sus aguzados instintos de supervivencia.
La cinematografía es excelente, y la musicalización de Mark Isham, acentúa la trama, aunque ocasionalmente cae en el drama excesivo, tan típico de Disney.
El equipo digital del artista de efectos especiales, ganador del Oscar, Stan Winston, fue traído para que creara el tenaz leopardo marino de animatrónica para la épica batalla con los perros.
Una vez que estuvo construido, el leopardo marino de Winston, fue cubierto con una capa delgada de mantequilla de cacahuate, para alentar a los perros a que lo atacaran…
Como errores varios, Eight Below está ambientada en 1993, pero cuando los personajes están bebiendo Fresca, las botellas tienen etiquetas blancas.
Fresca, no adoptó una etiqueta blanca hasta 2005.
Y cuando Jerry está caminando por la calle en Washington D.C., varios coches de hoy en día, se puede ver conduciendo alrededor...
Como dato, el buque noruego “Polarsyssel” utilizado en la película, fue utilizado por el gobierno en Svalbared, al norte de Noruega, entre 1988 y 2002, por lo que no pudo haber estado en La Antártida en 1993.
¿Realmente los perros de esas razas pueden aguantar más de 150 días, solo, en la nieve, y bajo una temperatura “bajo cero”?
En múltiples escenas al aire libre, los personajes no exhalan vapor condensado al hablar, lo que revela que esas escenas fueron filmadas en un cálido estudio de pantalla verde.
Sobre los personajes, los amigos de los canes son bonachones y juguetones, y hasta el aparente, en un principio, egoísta científico termina siendo también pontificado por los santos prelados de la casa productora, como siempre, subestimando a su público objetivo.
Y se le puede acusar de efectista, porque todos tienen que estar listos para la aventura final en rescate de estos simpáticos compañeros, que requerirá de recursos que ya quisieran las brigadas de ayuda humanitaria en Somalia.
Absolutamente todo respira tanta falsedad, que resulta un espectáculo insufrible, a pesar de las tiernas miradas de los cuadrúpedos.
Y es que la inteligencia, la supervivencia, la complicidad, la amistad y la lealtad de esos animales para con su grupo, y con sus dueños, es extrema.
Del reparto, destacar la intervención de Paul Walker, que se encontró a sí mismo identificándose fácilmente con Jerry Shepard, y con las luchas internas que surgen al verse forzado a abandonar a sus leales perros, dejándolos con poca esperanza de que sobrevivan el invierno Antártico.
Todas las expediciones a lugares remotos, dependen de las cosas más alegres de la vida, amistad, risas y entusiasmo; y para ayudar a sobrevivir las duras condiciones; proporcionando alivio cómico al viaje a la región antártica de Jerry Shepard, se encuentra su buen amigo, el astuto cartógrafo Cooper, interpretado por Jason Biggs, quien incursiona en la aventura, después de haber logrado una gran popularidad con su cómico papel estelar en la saga “American Pie”
Otro atractivo para Biggs, fue la oportunidad de llevar su fantástica personalidad a su primera película de acción:
“Yo quería hacer algo distinto, y este es un género totalmente nuevo para mí, la aventura familiar, algo que siempre había querido hacer”, afirma.
Moon Bloodgood, como la intrépida Katie, es el catalizador que empuja a Jerry a enfrentar su consciencia, y a rescatar a sus amigos caninos.
Cuando se trata de Jerry, Katie es una de las pocas personas que entiende profundamente sus escondidas emociones:
“Ella sabe que Jerry es un verdadero solitario, y tiene dificultades experimentando verdadera intimidad”, explica Moon.
Bruce Greenwood como el científico Davis “Doc” McLaren.
Lo que hizo que Greenwood cerrara el trato, fue el hecho de que siempre ha sido un gran admirador de las exploraciones polares:
“Me encantan las historias reales de aventura.
Leí todo acerca del viaje de Ernest Shackleton a La Antártica, y las expediciones de Roald Amundsen al Polo Sur cuando era chico”, afirma.
Lo bello de la historia, es que nunca debemos dejar nuestras heridas del alma abiertas, por nada del mundo, y debemos cerrar cada capítulo, sin pensar que hubiera pasado si lo hubiese hecho.
Por último, Mark Isham crea una gran partitura, con un bonito tema principal como motivo de los canes.
“These dogs are my family.
You can't just leave them out there”
La verdad detrás de la ficción de Eight Below, revela que los perros de la expedición real que la inspiró, eran Sakhalin Huskies, una raza utilizada como perro de trineo.
Sakhalin, es una isla al norte de Japón, que políticamente pertenece a Rusia, pero que Japón reclama como parte de su territorio por razones históricas.
La raza está prácticamente extinta, aunque todavía hay algunos criadores en Japón.
Y a pesar de que su popularidad por la película de 1983, hoy es una raza prácticamente desconocida, lejos de su región de origen.
El Sakhalin Husky es una raza de tipo “spitz” o primitivo, cercano al Spitz Japonés y al Akita Inu, su altura varía entre los 56 y los 66cm a la cruz, con un peso que oscila entre los 30 y 40km.
Esta raza, como muchas otras, presenta una gran variedad de colores; su pelaje es de doble capa, bastante parecido al perro de Groenlandia.
Como la mayoría de perros de tipo “spitz” provenientes de Japón, es un perro que no presenta instinto de manada como el Siberian Husky o el Alaskan Malamute, sino que forma fuertes lazos afectivos con su dueño, sin necesidad de que éste sea el mejor líder posible, buscando protegerlo a toda costa; y tiene un fuerte instinto de cacería; por lo que representa todas las virtudes del héroe japonés:
“kan-i”, un atrevimiento espiritual combinado con inteligencia, un gran sentido de conciencia propia, y un buen sentido de alerta; y “sibumi”, expresión de simpleza elegante.
Su valor es legendario, y a pesar de su alto nivel de energía, inteligencia y devoción, son perros muy enfocados en su trabajo.
Tiene las mejores cualidades del heroísmo arquetípico japonés encarnadas.
En el evento de 1958, donde 15 perros de trineo Sakhalin Husky fueron abandonados cuando el equipo de expedición no pudo regresar a la base; el equipo regresó 1 año después, y 2 de los perros, aún estaban vivos.
De ellos, Taro regresó a Sapporo, y vivió en la Universidad de Hokkaido hasta su muerte en 1970, fue embalsamado, y puesto en exhibición en el museo de la universidad.
Jiro murió en la 5ª expedición a La Antártida, en 1960, y sus restos se encuentran en El Museo de Ciencias Naturales de Japón en el parque Ueno, Tokio.
A partir de 2011, sólo quedaban 2 miembros de pura raza, que nunca se recuperó de los efectos de La Segunda Guerra Mundial.
Eight Below demostró que hay más “humanidad” en los perros que en las personas.
“They saved my life, these eight amazing dogs”
El Año Geofísico Internacional (AGI), que duró desde el 1 de julio de 1957 al 31 de diciembre de 1958, supuso un esfuerzo único por su alcance en la historia de la ciencia; donde más de 30 mil científicos y técnicos de 66 países, cooperaron en una serie de observaciones sobre La Tierra y sus alrededores cósmicos; 5 de las 11 ramas científicas estudiadas en el AGI, se hallaban dedicadas específicamente a este tipo de investigación:
Actividad solar, rayos cósmicos, geomagnetismo, auroras boreales, y física ionosférica.
Los resultados del AGI, pueden resumirse en 4 grandes logros:
1. El lanzamiento de satélites artificiales, lo que permitió, entre otros hallazgos, el descubrimiento de los cinturones de radiación de Van Allen.
2. El sondeo del suelo oceánico.
3. Las exploraciones científicas en la Antártida.
4. Y actualización de los conocimientos sobre vida marina y terrestre, flujo de glaciares, sismografía, geología, hidrología, geomagnetismo, luminiscencia atmosférica, etc.
Así mismo, los estudios psicológicos sobre grupos humanos obligados a convivir por largos periodos en condiciones extremas, fueron de utilidad para la planificación de viajes espaciales.
Los resultados de las investigaciones del AGI en La Antártida, abrieron el camino a la firma del Tratado Antártico en 1959.
Por su parte, El Programa Japonés Expediciones de Investigación Antártica (JARE), bajo los auspicios del Instituto Nacional de Investigación Polar de Japón, comenzó en 1957, en relación con el AGI.
En enero de 1957, se estableció JARE Syowa en la estación de la isla de Ongul Este, donde el equipo de investigación de la primera expedición sobre-invierno, estaba compuesto por 11 investigadores apoyados por un equipo de 22 perros, 20 machos y 2 hembras de la raza Husky Sakhalin, conocido en Japón como “Karafuto-ken”, para tirar de los trineos en las salidas de la base.
De entre los perros, 3 fueron retirados tras una revisión médica, y regresaron a Japón; y 19 perros quedaron en el continente por 1 año.
En este período, 2 perros murieron por enfermedades, y 1 desapareció...
Quedaron 16 perros, y Shiro, la única hembra que quedó del grupo, dio a luz 10 cachorros, quedando 8 vivos; por tanto, se usaron 15 perros para las expediciones, y eran:
1. Riki de 7 años, macho, 35.5kg, con ligera capa gris y manchas blancas, líder del equipo/desaparecido.
2. Anko de 3 años, macho, 34.5kg, con chaqueta marrón y raya blanca en el pecho/desaparecido.
3. Aka de 6 años, macho, 32.5kg, con abrigo gris oscuro, con tendencia a buscar pelea con otros miembros del equipo/fallecido.
4. Kuma de Monbetsu, de 5 años, macho, 33kg, con abrigo negro, pecho y calcetines blancos, a veces servía como perro guía/fallecido.
5. Kuma de Furen, de 5 años, macho, 33kg, con abrigo negro y ondulación de blanco en el pecho, y padre de Taro y Jiro/desaparecido.
6. Pesu de 5 años, macho, 38.5kg, con chaqueta marrón, máscara y orejas negras, se asemeja a un Tervuren belga/fallecido.
7. Goro de 4 años, macho, 43.5kg, con abrigo negro y raya blanca en la cara, parecido a un collie; se desempeñó como perro volante del equipo/fallecido.
8. Deri de 6 años, 30.5kg, macho, con abrigo gris y manto negro/desaparecido.
9. Pochi de 4 años, macho, 35,5kg, con la capa marrón claro y un apetito voraz/ fallecido.
10. Moku de 4 años, 36.5kg, macho, con abrigo negro y calcetines blancos en las patas delanteras/fallecido.
11. Jakku de 4 años, 34kg, macho, con escudo blanco y negro, parecido a un collie/desaparecido.
12. Kuro de 5 años, macho, 36,5kg, con abrigo negro y marcas blancas en la cara, boca, pecho y piernas/fallecido.
13. Whitey de 3 años, macho, 31kg, con la capa blanca como la nieve, a veces servía como perro guía/desaparecido.
14. Taro de 3 años, macho, 33,5kg, con abrigo negro; hijo de Kuma de Furen, y hermano mayor de Jiro/sobreviviente.
15. Jiro de 3 años, macho, 33.5kg, con la capa marrón oscuro, una onda de blanco en el pecho y calcetines blancos; hijo de Kuma de Furen, y hermano menor de Taro/sobreviviente
La expedición partió desde la base Showa, en dirección a un monte cercano, recorriendo más de 800 kilómetros; y alcanzaron su objetivo sin problemas, pero en el viaje de regreso, fueron sorprendidos por fuertes vientos que menguaban la visibilidad, por lo que no podían reconocer el camino de vuelta a la base...
En este punto es cuando sueltan del trineo a Taro y a Jiro, que regresaron a la base en busca de ayuda, y guiaron al equipo de rescate directamente hasta donde se encontraban los científicos y el resto del equipo perruno, salvándoles la vida.
No obstante, hay versiones que relatan que esto último nunca sucedió…
Pues según los planes, el grupo de investigación debía permanecer en La Base Syowa por 1 año completo.
En febrero de 1958, iba a ser reemplazado por otro equipo; pero por desgracia, una tormenta fuerte e inesperada, causó que el Souya, el rompehielos que llevaba el grupo de socorro, quedase atascado en el hielo bien lejos de la nave base.
Su tripulación, fue asistida por el rompehielos de La Guardia Costera de los Estados Unidos, el Burton Island (WAGB-283), pero el aterrizaje del segundo grupo a la base, tuvo que ser suspendido.
Los 11 miembros de la primera expedición, fueron evacuados en helicóptero, llevándose a Shiro y sus cachorros, pero se vieron obligados a dejar atrás a los 15 perros…
Los perros estaban atados con cadenas, y tenía comida para unos pocos días.
Al regreso de los hombres a Japón, JARE fue ampliamente criticado por abandonar el equipo de perros, pero las explicaciones dadas, fueron que el rescate de los animales era imposible, y habría supuesto un riesgo significativo y peligroso.
Casi 1 año más tarde, el 14 de enero de 1959, otra expedición regresó a Syowa, para reanudar el trabajo interrumpido durante el año anterior…
Encontraron evidencia de la tragedia sufrida por los perros:
7 de los 15 perros:
Aka, Goro, Pochi, Moku, Kuro, Pesu y Kuma de Monbetsu, murieron atados a las cadenas que los mantenían, pero otros 8 se habían liberado.
De estos 8, 6:
Riki, Anko, Deri, Jakku, Whitey y Kuma de Furen; nunca fueron encontrados, pero 2 de ellos, Taro y Jiro, todavía estaban vivos, y cerca de la base.
Taro y Jiro se convirtieron en héroes nacionales en Japón.
Su raza, la Karafuto-ken, se convirtió en la raza más popular en el país, y fue de gran demanda hasta los años 90.
La expedición y la raza, se conmemoran en un monumento cerca de Wakkanai, Hokkaido; un monumento bajo La Torre de Tokio; y otro en el puerto de Nagoya.
“The story's not about the dogs.
It's about my father, honoring what the dogs had done for him”
Eight Below es una película de aventuras, del año 2006, dirigida por Frank Marshall.
Protagonizada por Paul Walker, Jason Biggs, Bruce Greenwood, Moon Bloodgood, Wendy Crewson, Gerard Plunkett, August Schellenberg, Belinda Metz, Connor Christopher Levins, Duncan Fraser, entre otros.
El guión es de David DiGilio, inspirado en una historia de la vida real, sobre una expedición japonesa de 1957, durante El Año Geofísico Internacional, en la que se enfrentaron a condiciones climáticas extremas; por lo que el guión adapta los acontecimientos del incidente, al año de 1993.
La producción está dedicada a los exploradores antárticos y a sus perros, cuyo valor y espíritu inspiraron esta película; y durante los créditos se lee:
“Dedicado a la memoria de Koreyoshi Kurahara, director de “南極物語” (Antartica - 1968)”, que murió 4 años antes de este estreno, en 2002, y en cuya película, la trama se centraba en la historia de la expedición real, y en los perros, Taro y Jiro.
Los productores, también agradecen al pueblo de Groenlandia.
Todo inicio cuando el productor, David Hoberman, se encontró con la película japonesa de 1968, de gran éxito, que contaba la historia de los perros abandonados, y de sus compañeros humanos, que se rehusaron a olvidarlos…
Hoberman sintió, que los temas esenciales de la historia merecían ser vistos por un público mucho más extenso, y visualizó una aventura menos desgarradora, y más orientada a la familia, que destacara aún más los lazos inspiradores y fortalecedores entre la amistad y la supervivencia.
Por su parte, el guionista David DiGilio investigó más el comportamiento de los perros, y la singular historia de, cómo los seres humanos y los perros evolucionaron juntos, todo con la esperanza de crear un emocionante vistazo al interior de la mente de los perros, mientras luchan por sobrevivir y reunirse con sus amigos humanos:
“Mucha gente no sabe, que la relación humana-canina se remonta a 14,000 años atrás.
Existe una conexión con nuestros animales, que es casi primitiva en su pureza y fuerza; es un verdadero entendimiento y un amor incondicional”
Finalmente, el director y productor, Frank Marshall, encontró que la historia era un conmovedor ejemplo de, cómo las historias de aventura, pueden revelar el valor, la amistad y los sacrificios que nos ayudan a salir adelante en los momentos más difíciles.
Esta es una historia acerca de lo que sucede, cuando personas ordinarias y animales ordinarios, enfrentan eventos extraordinarios, los cuales exigen lo mejor de ellos.
Eight Below se filmó en Svalbard, Noruega, Groenlandia, y Columbia Británica, Canadá.
La acción tiene lugar en La Antártida, donde los miembros de una expedición científica, integrado por:
El guía, Jerry Shepard (Paul Walker), su mejor amigo y cartógrafo, Charlie Cooper (Jason Biggs), el geólogo, Davis McClaren (Bruce Greenwood), y la piloto de avioneta, Katie (Moon Bloodgood), se ven obligados a abandonar a sus queridos perros guía, debido a un accidente inesperado, y a las terribles condiciones meteorológicas.
Por falta de espacio en el helicóptero, con la promesa de que volverán a buscarlos pero no vuelven… los perros son abandonados a su suerte, convirtiéndose en protagonistas de esta odisea.
Jerry les promete a sus perros, volver pronto por ellos... pero luego le niegan el permiso para volver a La Antártida a rescatarlos, debido a que las condiciones meteorológicas no eran las más favorables; por lo que tuvo que esperar hasta agosto, época en la cual llega la primavera al Polo Sur.
Entonces, los perros tendrán que luchar para sobrevivir en medio del invierno polar, hasta que los exploradores puedan enviarles una expedición de rescate.
Allí, 6 perros Husky Siberian y 2 Alaskan Malamute, tratan de sobrevivir a las terribles condiciones climáticas; pero 2 de los perros no lo lograron.
De nada les sirvió a lo peludos mártires, el haber salvado vidas y obtenido hallazgos importantes para la ciencia.
Por su parte, Jerry Shepard viajó primero a los Estados Unidos en busca de apoyo económico, sin éxito.
Luego a Nueva Zelanda, para organizar una nueva expedición, y así poder rescatar a sus queridos perros.
Cuando finalmente consigue regresar, encuentra a 6 de los 8 perros, incluyendo a Maya, su perra preferida, y líder alfa de la manada, y puede llevarlos de regreso a casa.
Eight Below es una historia eficaz para toda la familia, que funciona por centrarse en los perros; y no se nos pide creer en algo que no creamos ya de los perros:
Ellos piensan, se preocupan, anhelan, aman…
“I'll be back.
I promise”
Antes de convertirse en el director de películas de supervivencia, Frank Marshall se había hecho un nombre como el productor de algunas de las más recordadas películas de Peter Bogdanovich, Martin Scorsese y Steven Spielberg.
Lo que significa, palabras más, palabras menos, que Marshall sabe lo que hace, y dirige esta película de aventuras para toda la familia que tanto gusta a Disney, donde el protagonismo recae sobre 8 perros, siendo lo mejor de la propuesta, mientras se muestra lo peor del ser humano, como siempre.
Sin embargo, el fuerte del director nunca fue la construcción de personajes, decantándose más por mostrar las situaciones extremas que sus héroes se ven obligados a atravesar, y ese Talón de Aquiles, es especialmente evidente, pues cada vez que un ser humano se asoma a la pantalla, nos hace falta la presencia de alguno de los perros protagonistas.
En el fondo, nos sumerge en la turbulenta y centenaria historia de la exploración del Antártico, que DiGilio trasladó a 1993, el último año en que se les permitió trabajar a los equipos de perros de tiro en El Antártico, a pesar de su imperecedero prestigio como miembros esenciales de numerosas e importantes expediciones, y finalmente se les prohibió proteger a las focas del continente, debido a que se exponían a una enfermedad llamada distémper.
El guionista forjó una misión científica para los hombres, basada en la búsqueda de la vida real de meteoritos de un millón de años de antigüedad en El Antártico, y desarrolló un cuarteto de personajes estrafalarios y aventureros en el corazón de la historia:
El ferozmente independiente Jerry, cuya familia es su equipo de perros; el brusco y decidido Davis, que simplemente quiere dejar atrás la tragedia de la expedición; el alegre Cooper, que brinda destellos de humor a la oscura y helada vida en el Antártico; y la extraordinariamente fuerte piloto de avioneta, Katie, que ayuda a impulsar a Jerry, a su audaz rescate.
También, se hizo cargo de una inusual y osada hazaña de la imaginación:
La creación de 8 personajes caninos convincentes, que demuestran la misma amistad, lealtad y valentía que sus compañeros humanos; y cuyas acciones deberán sacar adelante a una gran parte de la historia.
Así pues, Eight Below inicia centrándose en el grupo de científicos, hasta que el Dr. Davis McClaren tiene un accidente, y se salva gracias a la ayuda de los 8 perros que le servían de tiro y guía.
Debido a esta emergencia médica, y a que se acercaba una poderosa tormenta, se ven obligados a evacuar una estación científica en La Antártida, bajo unas terribles condiciones meteorológicas; y por falta de espacio en el transporte, los perros son abandonados a su suerte.
Mientras tanto, sus perros trataban de sobrevivir a estas terribles condiciones climáticas, puesto que El Polo Sur tiene uno de los climas más fríos del planeta.
Mientras los huskys siberianos paulatinamente se fueron debilitando ante la ausencia de su amo, no obstante, sus instintos salvajes se despertaron para sobrevivir.
Uno de los perros, Jack, murió en la base, al no lograr librarse de las ataduras que evitaban que éstos deambularan por la estación experimental; y otro murió al caer por un barranco pequeño, por estar persiguiendo una aurora austral.
Los demás huskys siguieron su camino.
Por su parte, Jerry Shepard hizo todo lo posible por regresar y rescatar a sus adorados perros o “chicos”, como él les decía.
Al verlo en dicha situación, sus amigos incondicionales:
Charlie, Davis y Katie, lo acompañarán al rescate.
Finalmente encuentra a 6 de los 8 perros.
Eight Below quizás se pase de esquemática, pero sin duda tiene escenas de suspenso estupendas, como el rescate del profesor McLaren, el enfrentamiento con el leopardo marino; y cómo si se tratara de un cuento, consigue recordarnos que no todos los dramas les suceden a seres humanos.
Desde el arranque, se establece la mecánica desafilada y antitóxica, sana en resumen, de las películas de este corte, y que Marshall no se molesta en diferenciar.
Hay apenas un punto que llama la atención, y es justamente el protagonismo que alcanzan los bellos canes, bien seleccionados de acuerdo al gusto estético; donde se organizan ante la crisis, tienen sus diferencias, pero las resuelven mucho mejor que los bípedos pensantes.
Pero no va la cosa muy lejos; están para ¿conmover? y decorar la función.
Todo lo que pasan los perros, la desconsolación e impotencia de sus dueños, resulta muy llamativo y conmovedor, sumando a ello, diversas lecciones sobre la supervivencia y el modo de vida salvaje de los animales.
Podemos dividir la historia en 2 partes bien diferenciadas:
La supervivencia de los perros, y la vida normal y corriente de las personas, centrándose mucho más en la primera, el verdadero meollo de la historia.
Los perros, se llevan la palma absoluta por su belleza, su intelecto y sus estrategias de supervivencia, y por descontado, también por sus muestras de afecto entre ellos.
Para el guionista:
“Escribir acerca de los perros de Eight Below, fue mi parte favorita de todo el proyecto.
Creo que todas las personas que tienen un perro, los ven más como personas que como mascotas.
Y esta era una oportunidad para verdaderamente explorar las maravillas de la personalidad canina y la dinámica de las jaurías.
Estos son perros domesticados, que se ven forzados a explorar su raíces salvajes al ser dejados solos.
Vemos historias del hombre en contra de la naturaleza todo el tiempo, y tenemos ese elemento en esta película, pero también exploramos una idea nueva de, naturaleza en contra de la naturaleza.
Es cautivante y conmovedor ver, cómo los perros se adaptan a su nuevo entorno”
Mientras los perros luchan por permanecer con vida en medio de las más duras condiciones imaginables, el equipo de perros depende de la estrecha cooperación de la jauría y la aparición de un nuevo y sorprendente líder:
Max, quien una vez fue el más tímido y sumiso del equipo, que encuentra su fuerza en la adversidad.
“De cierta forma, la historia de Max es análoga a la jornada emocional de Jerry”, afirma DiGilio.
“Max comienza al final de la jauría, y se desarrolla en un verdadero alfa, aprendiendo a lo largo del camino a aceptar responsabilidades.
Jerry es un gran guía, pero se ve obligado a madurar y enfrentar el hecho de que no puede hacer las cosas solo.
Ambas son historias de madurez, y acerca de descubrir tu verdadero potencial”, afirmó.
Es en definitiva, la singular historia de la lucha de los perros, como una especie de familia que trabaja unida para superar lo imposible; pero también es acerca de la jornada que tienen que hacer los humanos:
La jornada de madurez y superación de Jerry Shepard; la jornada de Davis para descubrir que la vida es más que investigación; y todas estas jornadas se unen de una forma muy emotiva.
Los perros, tendrían que darle vida a esta espeluznante aventura, de modo que para reunir a uno de los repartos animales más talentosos jamás requeridos para una película cinematográfica, el director Frank Marshall recurrió a los servicios de Birds & Animals, una de las empresas de entrenamiento de animales más destacadas de Hollywood.
Marshall afirma:
“Nosotros sabíamos que uno de los elementos más importantes sería la selección del reparto de perros.
Era tan importante para nosotros, que cada perro tuviera su propia característica individual y su propia imagen física, y verdaderamente sus propias y diferentes historias, que teníamos que encontrar 8 perros que fuesen totalmente distintos.
Comenzamos el proceso de selección temprano, debido a que era algo vital”
El primer perro que aparece para cada personaje, es el perro “de cerca”, y el segundo perro que aparece en la siguiente lista, se usó generalmente para las escenas de acción, incluyendo el tiraje del trineo; y eran:
Noble y Troika como Shadow; Sitka y Chase como Truman; Jasper y Yukon como Shorty; Suli y Buck como Old Jack; Koda Bear y Jasmine como Maya; D.J. y Timba como Max, Floyd y Ryan como Dewey; y Conan y Flapjack como Buck
En especial, hay 2 Malamutes de Alaska, Buck y Shadow; y 6 Siberian Huskies:
Max, Maya, Truman, Dewey, Shorty, y Old Jack.
Cada actor/perro, tenía ayuda de otros perros que realizaron acrobacias y tiraron trineos; siendo en total, más de 30 perros utilizados en esta película.
Cada uno de los perros, recibió entrenamiento especial para las destrezas que demuestran en la película, desde sacarse los collares hasta llevar aves vivas en sus bocas, y luchar con un leopardo marino de animatrónica.
Este trabajo recayó en las manos del entrenador principal de animales, Mike Alexander, quien tuvo uno de los trabajos más agotadores en la película.
Los perros comenzaron su entrenamiento en California y luego, 3 meses antes de comenzar a filmar, los perros y un equipo de 20 entrenadores, se trasladaron a una granja en el campo cubierto de nieve, cerca de Smithers, para aclimatarse al frío y al hielo.
El entrenamiento básico inicial, era totalmente acerca de transmitir emociones:
“Frank quería tantos movimientos pequeños y expresivos como pudiéramos lograr, de modo que les enseñamos muchos movimientos de cabeza, junto con gruñidos y sonrisas”, afirma Alexander.
“También pasamos mucho tiempo trabajando con los perros que interpretan a Max y a Maya, para que interactuaran en forma íntima, dándose besos y chocando hocicos todo el tiempo”, concluyó.
Los perros, incluso tuvieron que soportar ser enterrados bajo montones de nieve…
La filmación de animales, fue supervisada por la American Humane Association, y la película lleva el estandarte de:
“Ningún animal fue dañado durante la producción de esta película”, a pesar de un incidente en el que un entrenador utilizó una fuerza significativa para romper una pelea de animales...
Sobre las razas de los perros:
El husky siberiano, es una raza de perro de trabajo originaria del noreste de Siberia, Chukotka, en Rusia; y presenta un acusado parecido con el lobo.
Originalmente fue criado por la tribu chukchi, en la que se utilizaba como perro de compañía para pastorear a los ciervos, tirar de los trineos, y mantener calientes a los niños; y en la actualidad se encuentra en muy diversas zonas del mundo.
Es un perro de tamaño mediano, acostumbrado a vivir en la nieve, tiene el pelaje mucho más denso y grueso que otras razas de perros; es capaz de modificar drásticamente su pelaje, según el lugar donde viva, y puede cambiar entre pelo largo o más corto.
El siberian husky tiene un color dominante en su pelaje; y pueden tener ojos de color blanco, siendo una característica de la raza, los ojos celestes, aunque no es del todo dominante; y es posible encontrar especímenes en los cuales los ojos sean de diferente color, fenómeno conocido como heterocromía.
A nivel de inteligencia, está posicionado en la escala con el #45 de la clasificación de Stanley Coren, acerca de la inteligencia de los perros; y son conocidos por aullar, en lugar de ladrar; generalmente son perros de buena salud.
El malamute de Alaska, o alaskan malamute, es un perro originario de la zona ártica, y una de las razas más antiguas dentro de los perros de trineo.
Los análisis de ADN han mostrado la antigüedad de la raza Malamute de Alaska, y su parentesco con el Husky siberiano.
Como perro de trineo, es naturalmente fuerte, capaz de cargar pesos considerables, hasta 20kg durante decenas de kilómetros.
Es afectuoso, amigable, y no es perro de un sólo amo.
Es un compañero leal y abnegado.
Se caracteriza por presentar una abundante y espesa capa de pelo que cubre un cuerpo fuerte y musculoso.
Su presencia, siempre con la cabeza erguida, le dota de cierto aspecto imponente, que da la impresión de ser un perro muy serio.
Sin embargo, esta apariencia no está reñida con un carácter afable y juguetón con sus dueños.
Hay de diferentes colores, y recientemente se halló un color de Malamute blanco; tienen 2 capas de pelo:
Una externa, espesa y áspera; y una interna, de tacto aceitoso y lanudo.
Ambos tipos de perros, demuestran una gran felicidad estando en jauría, y siempre prevalece un macho alfa; aun cuando solo se trate de 2 perros, 1 de los 2 demostrará ser el dominante.
También, busca jerarquías con los humanos, por tanto es necesario presentarse ante él, como el Alfa.
No es recomendable que vivan en soledad, puesto que precisan de un grupo humano o jauría.
Al ser perros con mucha resistencia, pueden recorrer muchos kilómetros, lo que hace difícil encontrarlos en caso de extravío, por lo que es necesario que tengan microchip, y no es recomendable dejarlos correr sin supervisión.
Los perros pasan casi todo su aislamiento a la luz del día cuando, de hecho, aguantan el invierno del sur, bien al sur del Círculo Antártico, y así estarían en una oscuridad prolongada.
En Eight Below, las secuencias de los perros tratando de sobrevivir, son magníficas, y profundamente conmovedoras.
Quizás sea más optimista que la triste historia real que la inspiró, pero aun así, el director no teme poner en peligro a sus protagonistas caninos, dándole a la cinta, un tono ligeramente más realista que el de las típicas cintas animales producidas por el estudio Disney en décadas pasadas.
Afortunadamente, los perros no hablan ni se comportan en forma humana, quizás con una breve excepción en el enfoque… y los mejores momentos surgen cuando la muda cámara sigue las aventuras de los perros, ilustrando su extraordinario desempeño físico, y sus aguzados instintos de supervivencia.
La cinematografía es excelente, y la musicalización de Mark Isham, acentúa la trama, aunque ocasionalmente cae en el drama excesivo, tan típico de Disney.
El equipo digital del artista de efectos especiales, ganador del Oscar, Stan Winston, fue traído para que creara el tenaz leopardo marino de animatrónica para la épica batalla con los perros.
Una vez que estuvo construido, el leopardo marino de Winston, fue cubierto con una capa delgada de mantequilla de cacahuate, para alentar a los perros a que lo atacaran…
Como errores varios, Eight Below está ambientada en 1993, pero cuando los personajes están bebiendo Fresca, las botellas tienen etiquetas blancas.
Fresca, no adoptó una etiqueta blanca hasta 2005.
Y cuando Jerry está caminando por la calle en Washington D.C., varios coches de hoy en día, se puede ver conduciendo alrededor...
Como dato, el buque noruego “Polarsyssel” utilizado en la película, fue utilizado por el gobierno en Svalbared, al norte de Noruega, entre 1988 y 2002, por lo que no pudo haber estado en La Antártida en 1993.
¿Realmente los perros de esas razas pueden aguantar más de 150 días, solo, en la nieve, y bajo una temperatura “bajo cero”?
En múltiples escenas al aire libre, los personajes no exhalan vapor condensado al hablar, lo que revela que esas escenas fueron filmadas en un cálido estudio de pantalla verde.
Sobre los personajes, los amigos de los canes son bonachones y juguetones, y hasta el aparente, en un principio, egoísta científico termina siendo también pontificado por los santos prelados de la casa productora, como siempre, subestimando a su público objetivo.
Y se le puede acusar de efectista, porque todos tienen que estar listos para la aventura final en rescate de estos simpáticos compañeros, que requerirá de recursos que ya quisieran las brigadas de ayuda humanitaria en Somalia.
Absolutamente todo respira tanta falsedad, que resulta un espectáculo insufrible, a pesar de las tiernas miradas de los cuadrúpedos.
Y es que la inteligencia, la supervivencia, la complicidad, la amistad y la lealtad de esos animales para con su grupo, y con sus dueños, es extrema.
Del reparto, destacar la intervención de Paul Walker, que se encontró a sí mismo identificándose fácilmente con Jerry Shepard, y con las luchas internas que surgen al verse forzado a abandonar a sus leales perros, dejándolos con poca esperanza de que sobrevivan el invierno Antártico.
Todas las expediciones a lugares remotos, dependen de las cosas más alegres de la vida, amistad, risas y entusiasmo; y para ayudar a sobrevivir las duras condiciones; proporcionando alivio cómico al viaje a la región antártica de Jerry Shepard, se encuentra su buen amigo, el astuto cartógrafo Cooper, interpretado por Jason Biggs, quien incursiona en la aventura, después de haber logrado una gran popularidad con su cómico papel estelar en la saga “American Pie”
Otro atractivo para Biggs, fue la oportunidad de llevar su fantástica personalidad a su primera película de acción:
“Yo quería hacer algo distinto, y este es un género totalmente nuevo para mí, la aventura familiar, algo que siempre había querido hacer”, afirma.
Moon Bloodgood, como la intrépida Katie, es el catalizador que empuja a Jerry a enfrentar su consciencia, y a rescatar a sus amigos caninos.
Cuando se trata de Jerry, Katie es una de las pocas personas que entiende profundamente sus escondidas emociones:
“Ella sabe que Jerry es un verdadero solitario, y tiene dificultades experimentando verdadera intimidad”, explica Moon.
Bruce Greenwood como el científico Davis “Doc” McLaren.
Lo que hizo que Greenwood cerrara el trato, fue el hecho de que siempre ha sido un gran admirador de las exploraciones polares:
“Me encantan las historias reales de aventura.
Leí todo acerca del viaje de Ernest Shackleton a La Antártica, y las expediciones de Roald Amundsen al Polo Sur cuando era chico”, afirma.
Lo bello de la historia, es que nunca debemos dejar nuestras heridas del alma abiertas, por nada del mundo, y debemos cerrar cada capítulo, sin pensar que hubiera pasado si lo hubiese hecho.
Por último, Mark Isham crea una gran partitura, con un bonito tema principal como motivo de los canes.
“These dogs are my family.
You can't just leave them out there”
La verdad detrás de la ficción de Eight Below, revela que los perros de la expedición real que la inspiró, eran Sakhalin Huskies, una raza utilizada como perro de trineo.
Sakhalin, es una isla al norte de Japón, que políticamente pertenece a Rusia, pero que Japón reclama como parte de su territorio por razones históricas.
La raza está prácticamente extinta, aunque todavía hay algunos criadores en Japón.
Y a pesar de que su popularidad por la película de 1983, hoy es una raza prácticamente desconocida, lejos de su región de origen.
El Sakhalin Husky es una raza de tipo “spitz” o primitivo, cercano al Spitz Japonés y al Akita Inu, su altura varía entre los 56 y los 66cm a la cruz, con un peso que oscila entre los 30 y 40km.
Esta raza, como muchas otras, presenta una gran variedad de colores; su pelaje es de doble capa, bastante parecido al perro de Groenlandia.
Como la mayoría de perros de tipo “spitz” provenientes de Japón, es un perro que no presenta instinto de manada como el Siberian Husky o el Alaskan Malamute, sino que forma fuertes lazos afectivos con su dueño, sin necesidad de que éste sea el mejor líder posible, buscando protegerlo a toda costa; y tiene un fuerte instinto de cacería; por lo que representa todas las virtudes del héroe japonés:
“kan-i”, un atrevimiento espiritual combinado con inteligencia, un gran sentido de conciencia propia, y un buen sentido de alerta; y “sibumi”, expresión de simpleza elegante.
Su valor es legendario, y a pesar de su alto nivel de energía, inteligencia y devoción, son perros muy enfocados en su trabajo.
Tiene las mejores cualidades del heroísmo arquetípico japonés encarnadas.
En el evento de 1958, donde 15 perros de trineo Sakhalin Husky fueron abandonados cuando el equipo de expedición no pudo regresar a la base; el equipo regresó 1 año después, y 2 de los perros, aún estaban vivos.
De ellos, Taro regresó a Sapporo, y vivió en la Universidad de Hokkaido hasta su muerte en 1970, fue embalsamado, y puesto en exhibición en el museo de la universidad.
Jiro murió en la 5ª expedición a La Antártida, en 1960, y sus restos se encuentran en El Museo de Ciencias Naturales de Japón en el parque Ueno, Tokio.
A partir de 2011, sólo quedaban 2 miembros de pura raza, que nunca se recuperó de los efectos de La Segunda Guerra Mundial.
Eight Below demostró que hay más “humanidad” en los perros que en las personas.
“They saved my life, these eight amazing dogs”
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