Enemy Mine

“By late in the 21st century, the nations of the Earth were finally at peace, working together to explore and colonize the distant reaches of space.
Unfortunately, we weren't alone out there.
A race of non-human aliens called the dracs were claiming squatters' rights to some of the richest star systems in the galaxy.
Well, they weren't going to get it without a fight”

Barry Brookes Longyear, es un escritor y guionista de ciencia ficción y fantasía estadounidense, más conocido por haber escrito “Enemy Mine” (1979) cuyo tremendo éxito de la novela, empujó a Longyear a completar una trilogía literaria, donde hicieran acto de aparición nuevos personajes principales, pero sin variar el escenario:
La lucha entre humanos y draconianos.
Una versión ampliada de la novela original, así como 2 novelas la completan:
“The Tomorrow Testament” donde el protagonista descubriría a una tercera raza en liza, causante en verdad de la guerra entre humanos y draconianos, los Timans; y “The Last Enemy”, en el que reaparecía Willis Davidge, y donde el conflicto entre ambas razas cesaba.
Las 3 se reunieron en “The Enemy Papers” (2005); y al hilo de esta trilogía, surgió “The Talman”, un compendio de historias y extractos del libro sagrado de los draconianos.
En 1980, el escritor de casi 40 años, y oriundo de Maine, ganaría 3 de los premios más prestigiosos concedidos a obras literarias de género fantástico:
El premio Hugo, el Nébula, y el John W. Campbell; siendo el primero en recoger estos 3 premios en un mismo año, y el último.
La obra galardonada, no fue otra más que “Enemy Mine”; una novela corta de ciencia ficción, que era en realidad un tratado contra la xenofobia, oculto tras un escenario de pura ciencia ficción; escrita en plena Guerra Fría entre EEUU y La URSS.
La historia principal, gira en torno a Willis Davidge, un piloto de caza humano, que está varado junto con un drac llamado Jeriba Shigan, en un planeta hostil.
Ambos inicialmente intentan matarse entre sí, pero rápidamente se dan cuenta de que la cooperación será la clave para su supervivencia.
Los dracs, son una especie extraterrestre humanoide reptiliana.
Su mundo natal se llama Dracon.
Ellos tienen garras, y sus cuerpos y cabezas están cubiertos con placas de varios tamaños.
Ellos pueden nadar; y tienen un lenguaje basado en sonidos “gurgling” y ponen especial importancia al linaje familiar, así como las enseñanzas de su profeta, Shizumaat.
Los dracs son hermafroditas, y se reproducen por vía de la partenogénesis, una forma asexual de reproducción encontrada en las hembras, donde el crecimiento y desarrollo de un embrión, ocurre sin la fertilización de un macho.
Por tanto, ellos no tienen control sobre el momento de la concepción.
Como tradición, antes de que un joven sea aceptado en la sociedad drac, su padre tiene que recitar todo su linaje al Consejo de drac.
Pero la especie drac está en guerra con los seres humanos, asociado como La Alianza Territorial Bilateral (BTA)
En la novela “Enemy Mine”, se relatan estos hechos.
“The Tomorrow Testament”, es una crónica de la captura de Joanne Nicole, una hembra humana, a manos de los dracs; y ella es tomada por un oficial de alto rango del ejército de drac, donde, como Davidge, ella aprende El Talman.
Mientras se recupera, descubre que la guerra entre dracs y los humanos fue el resultado de una conspiración de otra raza llamada, Timans.
Ella escribe la historia de su vida, su captura, y su crecimiento personal, y lo presenta como el primer libro de los talman, no escrito por un drac:
“The Eyes of Joanne Nicole”
Mientras en “The Last Enemy”, comienza en el planeta Amadeen, en el que comenzó la guerra entre humanos y drac.
En “The Tomorrow Testament” se resolvió un tratado que limitaba la lucha a este solo planeta; y se narra aquí, cómo el conflicto es finalmente terminado por las acciones de ambos, Davidge, y Yazi Ro, un drac de Amadeen.
Y por último, “The Talman”, un capítulo que consiste en historias del libro sagrado de dracs; contiene la historia de Uhe, el mito de Aakva, fragmentos de la historia de Shizumaat, y otros cuentos.
La historia de Shizumaat, constituye la mayoría del texto, ya que Shizumaat es el filósofo más importante de los dracs.
Muchas de las obras del autor, Barry Brooks Longyear, contienen declaraciones morales o filosóficas sobre cómo los dracs deben vivir sus vidas.
El volumen también contiene extractos del libro sagrado, El Talman, de los extraterrestres presentados en estas historias, los dracs, una discusión de la escritura de las 3 historias, incluyendo la producción de la película “Enemy Mine” (1985), la perspectiva del autor sobre la formulación del drac, y una lista del vocabulario drac.
Así pues, tenemos a 2 seres que no pueden ser más distintos, pero que en el fondo son lo mismo; 2 guerreros perdidos en un lugar extraño, a varios soles de su hogar; 2 Robinson Crusoe del espacio exterior; alienígenas en un planeta extraño; en un mundo en el que no quieren vivir, un mundo que no quiere que vivan allí.
Su enemistad, fue el comienzo de una gran amistad que perdurará en el linaje drac.
“Space was the new battleground.
For many of us, Earth became a precious memory, light-years away.
Our only home was a fortress in space.
As in any war, there were long periods with nothing to do but wait.
And then...”
Enemy Mine, es una película de ciencia ficción, del año 1985, dirigida por Wolfgang Petersen.
Protagonizada por Dennis Quaid, Louis Gossett Jr., Brion James, Richard Marcus, Bumper Robinson, Carolyn McCormick, Lance Kerwin, entre otros.
El guión es de Edward Khmara, basado en la novela “Enemy Mine” (1979) de Barry B. Longyear; no obstante, bien podría tratarse de una especie de “remake” no confeso de la clásica cinta antibelicista, “Hell In The Pacific” (1968)
Así pues, inmediatamente después de la publicación del libro, comenzaron los proyectos para llevarla a la pantalla grande.
El productor, Steven J. Friedman, deseaba realizar una película de ciencia ficción, y para encontrar material que llevar a la pantalla, envió a un empleado suyo a una convención de ciencia ficción en Texas, y éste vino con la novela de Longyear bajo el brazo.
Tras leerla, Friedman se decidió a producirla, compró los derechos, y buscó a un guionista que adaptase la novela.
El elegido fue Ed Khmara.
El guión despertó el interés de la 20th Century Fox, que dio luz verde al proyecto en 1983, con un presupuesto de $17 millones.
Stanley O'Toole fue asignado como productor ejecutivo, y Richard Loncraine como director; pero el director tendría una producción problemática, disparada de costos incluidos, por lo que el rodaje quedó en el “freezer” durante un año…
Toda la película, fue filmada originalmente en Vestmannaeyjar en Islandia, pero el director original, Richard Loncraine y los productores, se toparon con “diferencias creativas”, y el proyecto fue cerrado.
Wolfgang Petersen tomó la dirección, y volvió a rodar la película entera, y la producción fue trasladada a Múnich.
De hecho, este es el primer film estadounidense del director alemán.
El presupuesto final de la película, incluyendo las imágenes desechadas de Loncraine, aumentó a más de $40 millones.
Las escenas exteriores:
Todos los paisajes volcánicos, lava y el lago verde, fueron rodados en Lanzarote, una de Las Islas Canarias frente a la costa de Marruecos; en El Parque Nacional Montañas del Fuego.
El resto fue filmado en el Bavaria Film Studios de Múnich, en Alemania; de hecho, algunos de los sets, siguen siendo parte de su gira del estudio.
La acción toma lugar en el siglo XXI.
Los humanos se han embarcado en una campaña colonizadora de toda la galaxia.
Pero se han topado con la raza de los dracs, quienes reclaman para sí ese derecho, y han terminado en una amarga guerra.
Willis “Will” E. Davidge (Dennis Quaid), es un piloto de La Federación que sale a dar batalla durante un ataque drac a una de las estaciones orbitales terrestres; pero obsesionado con el caza enemigo, que ha abatido a uno de sus compañeros, pierde su rumbo en el espacio, y ambas naves se estrellan en un inhóspito planeta desconocido.
Ahora Davidge se dispone a cazar al piloto drac, Jeriba Shigan (Louis Gossett, Jr.) a costa de su vida; pero los temibles peligros de la superficie del planeta, provocará que Davidge y el alienígena, deban realizar una insólita alianza para intentar sobrevivir en semejante territorio.
Davidge llamará al drac “Jerry”; y Jeriba llamará al humano, “Dah-witch”
La historia cuenta un encuentro entre razas están en estado de guerra; cuando quedan abandonados juntos en el espacio, y tienen que poner cara al problema universal de enfrentar y aceptar la xenofobia.
Enemigos por instinto, amigos por necesidad, un humano y un alienígena con aspecto de reptil, librarán en un planeta hostil una dura batalla, parte de la salvaje guerra que enfrenta a La Tierra con el planeta Dracon, habitado por seres “monstruosos”
Esta guerra alcanza una dimensión que puede poner en peligro la supervivencia de ambos planetas, y puede conducir al exterminio total, pero sólo forzados a confiar el uno en el otro, conseguirán sobrevivir.
Un giro en la historia tendrá lugar cuando el terrícola tendrá que adoptar al hijo del drac; engendrado en su cuerpo, llegado el momento de la procreación, sin intervención de otro sexo.
Este hijo es querido por Davidge, y a pesar de las diferencias aparentemente irreconciliables entre sus pueblos, y de que pertenecen a mundos diferentes, ambos se vinculan para siempre en un lazo paterno filial perfecto.
El padre alienígena, le trasmite al otro el linaje con el que deberá acompañar a su hijo cuando vuelva a su planeta, para ser aceptado en su pueblo.
Y este padre acepta el compromiso, e intentará cumplirlo por encima de todas las vicisitudes que le ocurren:
Otros terrícolas malvados, le quitan al hijo, y salvado de este planeta olvidado por sus compañeros, vuelve a rescatarlo de las garras de estos esclavistas de los dracs.
En la relación entre ellos, se dan fenómenos típicos en la adopción interracial, que es que el niño quiere parecerse al padre, o que preferiría parecerse al padre, en vez de a esa raza a la que supuestamente pertenece…
Por otro lado, los alienígenas le entroncaran en el linaje del hijo, para la posteridad, lo que le confirma como un verdadero padre, a pesar de todas la diferencias.
La película tiene lugar desde 2092 al 2095.
Cuando Davidge es rescatado de Fyrine IV, y traído a la enfermería, su registro muestra que fue declarado “Desaparecido en Acción” (MIA), y presuntamente muerto, el 11 de julio de 2092; siendo encontrado en Fyrine IV, el 6 de septiembre de 2095.
Como era previsible, Enemy Mine fue vapuleado por la crítica en el momento de su estreno, y supuso un desastre comercial para la Fox, recaudando unos tristes $12 millones; pero con los años ha ido revalorizándose, hasta convertirse en un pequeño título de culto entre los amantes de la ciencia ficción.
Una rara avis, dentro del género en los 80, por su valentía al alejarse del afán lucrativo de la mayoría de las propuestas que se estrenaban.
Y hay que señalar, que ha envejecido bien, conservando un estupendo “look” visual más de 25 años después.
Los efectos especiales, la dirección artística y el maquillaje, siguen resultando eficaces en la mayoría de sus escenas, aunque algún decorado nos consiga sacar la sonrisa cómplice.
Pero lo que seguirá llegando al corazón de las nuevas generaciones de espectadores, y la hacen una obra entrañable y única, es su contundente carga de emotividad, buenas intenciones, y unos valores que parecen olvidados dentro del cine fantástico de los últimos años.
Toda una lección sobre cómo intentan intercambiar sus culturas, el humano y el alienígena, y llegar a la conclusión de que son tan diferentes en realidad; así como la paternidad amorosa y responsable.
Una película que merece la pena ver y compartir con los niños, y específicamente en casos de adopción interracial.
“Enemies because they were taught to be.
Allies because they had to be.
Brothers because they dared to be”
Después de atravesar cambios de gestión, Twentieth Century-Fox, ahora con el nuevo jefe de estudio, Barry Diller y el nuevo ejecutivo de producción, Lawrence Gordon, que dieron luz verde a las películas como:
“Commando” (1985), “Big Trouble in Little China” (1986) (1985), “Aliens” (1986)
El director original de Enemy Mine, Richard Loncraine, rodó una gran cantidad de imágenes que serían muy costosas, sobre todo para los actores Dennis Quaid y Louis Gossett Jr., y los conjuntos masivos construidos para la producción; antes de que Twentieth Century-Fox lo despidiera.
Una vez contratado Wolfgang Petersen como director; éste necesito aproximadamente medio año para ponerse a rodar, y en ese tiempo fueron muchas las cosas que cambiaron.
El director movió toda la producción a Múnich, descartando los decorados construidos en Budapest.
Contrató un nuevo equipo, y aunque podía cambiar a los actores principales, tras conocer a Quaid y Gossett, y verlos en otras películas, vio que eran perfectos para el proyecto, y se quedó con ellos, al igual que con Brion James, pero volvió a buscar a nuevos actores para el resto de papeles.
El director mantuvo también a Khmara, y trabajó con él en el guión.
El guión de la versión de Loncraine, era bastante largo, y Khmara logró reducirlo en 45 páginas para la versión de Petersen, y entre otras cosas se eliminó toda la parte final que acontecía en Dracon, cuando Davidge lleva a Zammis (Bumper Robinson) a su hogar, que Petersen resumió en un único plano.
Petersen también decidió no utilizar ninguna de las imágenes que ya había sido rodada por Loncraine, y decidió empezar de cero, trasladando toda la producción y construyendo nuevos conjuntos en su Alemania natal, siendo rodada principalmente en los estudios Bavaria en Múnich; y también rediseñó el disfraz alienígena de Gossett, y se maquilló para parecerse más al personaje de Barry Longyear, como se describe en su libro.
La principal razón que uno puede esgrimir para diferenciar Enemy Mine del resto de la filmografía de Petersen, con producción estadounidense, es que el hecho de que Wolfgang aun contó con profesionales que habían trabajado con él en Alemania.
El más destacado fue Rolf Zehetbauer, su diseñador de producción, un profesional básico para dotar de profundidad escénica a una historia que así lo requería.
También contó con Herbert Strabel, su director artístico en “Die Unendliche Geschichte” (La Historia Interminable – 1984)
O su diseñadora de vestuario, Monika Bauert.
Enemy Mine contenía los últimos rescoldos de sus raíces germánicas, el mejor Wolfgang Petersen, uno tristemente desaparecido, y que mucho me temo, jamás volveremos a encontrarnos.
La historia inicia a finales del siglo XXI, cuando los humanos y los dracs, una especie de reptiles humanoides, se encuentran en plena guerra interestelar.
Luego de perseguir a una nave drac, el piloto Willis Davidge se estrella en un planeta desolado y peligroso, llamado Fyrine IV.
De repente, se da cuenta que él no es el único ser que se encuentra perdido en ese planeta, al ver al piloto drac, Jeriba Shigan, con su nave también estrellada.
Al encontrarse, ambos desean destruirse mutuamente, e incluso lo intentan; pero al darse cuenta que el clima, caracterizado por constantes lluvias de meteoritos, y la extraña fauna de ese planeta los puede matar, tarde o temprano, se ven en la necesidad de ayudarse mutuamente, hasta convertirse en amigos, estableciéndose un vínculo muy personal entre ambos.
Al embarazarse Jeriba, pues los dracs parecen ser partenogénicos, ya que se reproducen sin necesidad de sexo; siente que morirá al dar a luz, y le hace jurar a Davidge, que al salir del planeta, lleve a su hijo al planeta de los dracs, para que asista a la ceremonia del Sagrado Consejo, y así pueda ser aceptado en sociedad.
En apariencia, Enemy Mine puede considerarse una clásica producción de ciencia ficción, pero detrás de ella, en la cara oculta de su Luna, se esconde una de las producciones más complejas de los 80.
Ésta es su historia, una llena de enemigos y de padres adoptivos.
Pese a que en las primeras escenas, los efectos especiales brillan a gran altura con una espectacular batalla entre naves, muy buenos trabajos de maquetas y miniaturas; desde el momento en que nuestros protagonistas acaban estrellándose en el planeta deshabitado, el asunto deriva hacia otro terreno.
Pues nos habla del choque de culturas, de los odios raciales, de lo innecesarias que son las guerras, y en definitiva, del entendimiento y la amistad entre 2 seres radicalmente opuestos:
Un humano y un drac, que en un principio dejan de lado su mortal rivalidad para ayudarse mutuamente a sobrevivir en un planeta hostil:
Letales seres que engullen a sus presas bajo el suelo, peligrosas tormentas o lluvias de meteoritos, son algunas de las amenazas que logran esquivar uniendo sus fuerzas, y entablando una relación de respeto y amistad que alcanza unas cotas de sensibilidad inauditas dentro del género.
Para no caer en el aburrimiento o la sensiblería barata, Petersen salpicó a los diálogos de unas acertadas dosis de humor, provenientes en su mayor parte de los equívocos surgidos por la diferencia cultural entre ambas especies.
Muy divertidos son los momentos en que el personaje de Quaid, hace creer al extraterrestre, que Mickey Mouse es una especie de Dios para los humanos, o los chistes sobre el inesperado embarazo del drac, ya que se trata de una especie hermafrodita.
Llega un momento que parece que estemos ante un matrimonio, dado el grado de compenetración que alcanzan ambos personajes.
La relación entre los soldados, pasa por diversas fases en las que hay confesiones, miedos, y recelos, y no faltan los argumentos y diatribas entre las culturas de cada una de las civilizaciones.
Los roces derivados del odio mutuo que ya tienen introducidos en su educación, también aparecen y se hacen inevitables.
Es destacable, el profundo sentido religioso del alienígena, que bien podría tratarse de una alusión árabe, sobre todo con los atardeceres en relación al canto ceremonial; como también lo es la beligerancia del terrestre que no es propia de una humanidad que ya ha superado sus confrontaciones entre naciones.
También a través de una aventura en el espacio, nos encontramos con una situación de adopción sobrevenida, entre un humano y un ser de otra galaxia, pero que de forma metafórica representa perfectamente una adopción interracial e internacional, en la que juntamos mundos tan diferentes, que podríamos ser de distintas galaxias.
La película es cómica a veces, otras de aventura, pero incluye este lado humano, sensible, de la adopción, que hace un hombre abandonado en un planeta, del hijo de su amigo alienígena.
Y que a pesar de todas las vicisitudes por las que pasa, este hombre, no ceja en el empeño de proteger a su hijo, y de llevarle a su planeta de origen, para cumplir los deseos del padre biológico, de incluirse en su linaje.
En este sentido, Enemy Mine nos da toda una lección sobre la importancia de no olvidar la necesidad que puedan tener nuestros hijos de conocer, contactar e integrarse de alguna manera en su linaje biológico y cultural de origen.
La película nos habla principalmente del racismo, de aceptar a aquellos que son diferentes, el humano odia por desconocimiento a un ser de otra raza/especie, de hecho, Davidge nunca había visto un drac hasta que él y el extraterrestre dan en Fyrine IV.
Esto se acentúa con la elección de 2 actores de diferentes razas, como Quaid y Gossett Jr.
¿Acaso era necesario que el drac sea el actor negro?
¿Más racismo?
Y la película es además una apología de la amistad, de la fuerza y poder de la misma, llevando ese sentimiento hasta las últimas consecuencias.
Muchos verán en esa amistad, retazos de una relación homosexual, sobre todo por cómo se enfatiza la amistad entre los protagonistas, y por el hecho de que el drac se quede embarazado, y el humano tenga que ejercer de padre adoptivo del hijo de aquel, pero nunca es intención de sus responsables tomar ese camino, es algo que inconscientemente está en la película, pero se queda sólo en una mera anécdota.
Enemy Mine, da una visión oscura de los humanos, es el drac el primero que ofrece su ayuda al humano, y el primer impulso del humano es matarlo.
Cuando Davidge encuentra la mina, descubre que los humanos usan a los dracs como esclavos, y al final, los humanos son los verdaderos monstruos de la película.
Los personajes están bien retratados, Davidge es un superviviente, como lo demuestra la escena en la que se come un repulsivo gusano; y Jeriba es mostrado como un ser sensible, educado y honorable, diferente al humano, pero curiosamente más humano que él.
Lo interesante de su relación, es cómo Davidge aprende del drac, de un extraterrestre, valores como la amistad, la lealtad y el honor, en definitiva, a ser más humano.
Davidge comienza odiando al drac, e intentando matarle, para terminar criando a uno, como si fuera su propio hijo.
Esa clase de detalles, son las que hacen grande a Enemy Mine.
Sin embargo, el personaje de Davidge puede resultar infantil e irritante, mientras que el alien que interpreta Louis Gossett Jr., es levemente mejor.
Pero el encuentro entre ambos es muy torpe, sin sutileza, y el resto de la historia sigue igual, a los saltos.
Para colmo, la trama involucra que los dracs son hermafroditas… por lo cual, el alien queda auto embarazado, y muere en el parto…
Y aun así, pareciera que la película hubiera encontrado sus pies desde el momento en que Davidge debe criar al pequeño extraterrestre... por lo menos hasta que reflotan el tema de los piratas espaciales, metido con calzador en el libreto para brindar algún tipo de clímax.
Del reparto, Dennis Quaid, una de las estrellas más carismáticas de los 80, y Louis Gossett Jr., ofrecen unas interpretaciones inolvidables.
En el caso de Gossett Jr., el reto era enorme, ya que tras haber ganado 3 años antes, El Premio Oscar al Mejor Actor Secundario por su papel del Sargento Foley en “An Officer and a Gentleman” (1982), en este filme debería actuar bajo una gran capa de maquillaje que lo haría irreconocible; peor los 2 consiguieron demostrar que, en el caso del primero, no era solo una cara bonita, y en el caso del segundo, estábamos ante uno de los mejores actores afroamericanos de la historia, que pena que finalmente su carrera se fuese al garete, protagonizando tantos productos infumables, directos a videoclub.
La Industrial Light & Magic (ILM), era la encargada de realizar los excelentes efectos visuales de la película; pero Petersen sí transfirió gran parte de los efectos con miniaturas a su equipo de Múnich.
Estos trabajaron, codo con codo con los técnicos de ILM, que se encontraban en los EEUU, también se reflejan en la relación de los personajes, “de diferentes mundos”
Para la caracterización del drac, similar a la de un reptil, se contó con el experto maquillador, Chris Walas, ganador del Oscar en 1986 por “The Fly”
El resultado fue sobresaliente; y tomaba 4 horas aplicar el maquillaje a Louis Gossett Jr., para transformarlo en Jeriba.
El autor Barry Longyear, dijo que el nombre del drac, Jeriba Shigan, debía ser un homenaje al actor James Shigeta, a quien le habría gustado ver como el drac.
Según Louis Gossett Jr., el lenguaje drac, fue creado desde cero.
Gran parte es ruso en realidad, peor pronunciado al revés.
Y para crear la forma de moverse, tomo como referencia los movimientos de un lagarto, un canguro, y de Stevie Wonder, entre otros.
Louis Gossett Jr., dijo que había hablado mientras hacía gárgaras de saliva cuando era niño, como una de esas cosas de niños… y le dijo al director, que pensaba que añadiría un buen toque a su personaje.
Gossett realizó las vocalizaciones impares, por sí mismo, sin prótesis en la boca o efectos post-producción; y a menudo hace “la voz drac” en apariciones en convenciones y giras.
Del resto de reparto, destaca la corta aparición de Brion James, como uno de los mineros, todo un secundario bastante reconocible; y Enemy Mine es el debut cinematográfico de Carolyn McCormick.
Como dato, aunque la película está clasificada PG-13 en EEUU, y PG en Australia y Nueva Zelanda; recibió la calificación 15 en Inglaterra, debido a la violencia y “gore” como:
El disparo en el cuello con una flecha; un hombre que cayó en un taladro; un hombre encuentra su oreja cortada ensangrentada, un hombre cae en el acero fundido, etc., son fuertes escenas para una película clasificada PG.
Una curiosidad es que el refresco vacío que Davidge encuentra, es Pepsi-Cola…
En la novela de Barry B. Longyear, el refresco vacío es Coca-Cola.
Existen 2 escenas incluidas en el versión alemana, que no lo fueron en la versión internacional, y que tampoco están incluidas como extras del DVD.
Ambas escenas tiene una duración aproximada de 30 segundos:
La primera es una escena extendida que acontece después de que Davidge hable drac en sueños, y su superior crea que es un espía.
En la escena eliminada, sus amigos le preguntan a su superior, si Davidge puede quedarse con ellos, hasta que esté recuperado para responder a sus preguntas.
La segunda es una escena que acontece después de la anterior, tras mostrarse el plano de la estación espacial girando.
Los amigos de Davidge intentan disuadirle de que viaje a Fyrine IV, pero no lo consiguen, y él se marcha.
Esta escena enlazaría con la de Davidge caminando por un pasillo de la estación, seguido por sus amigos, que siguen intentando que cambie de idea.
Entre las escenas originales de la versión “desechada” de la película, fue un final más largo, donde Davidge regresa Zammis, el hijo de Jeriba, a su planeta natal, y se presenta a los padres de Jeriba, antes de la larga ceremonia que tiene lugar en El Santo Concilio.
El autor, Barry Longyear, informó que el estudio insistió en agregar una subtrama involucrando una mina, pensando que la audiencia no se daría cuenta de que “Mine”, en el título, era un pronombre posesivo, como “Mi Enemigo”, en lugar de un objeto, La Mina; que sería “Mina Enemiga” con lo cual el título no se traduciría como “Enemigo Mío”
La parte final del libro, que transcurría en el planeta Dracon, cuando Davidge lleva allí a Zammis para que conozca a sus abuelos, fue sustituida por la escena del rescate en la excavación minera.
Los graves problemas de Enemy Mine pasan porque no es original.
Se quiere contar demasiado en poco tiempo, y lo que cuenta está muy mal dirigido.
Quizás si el film durara más tiempo, si fuera una miniserie, o si el libreto hubiera podado detalles de la trama, el resultado sería mejor.
Para peor, el guionista agrega su cuota de desastre, incluyendo una secuencia donde Davidge es herido, rescatado milagrosamente en el último segundo, cuando había pasado años sin avistar una nave; salvado sobre la hora cuando está a punto de ser lanzado como si fuera un cadáver al espacio…
¿En el futuro nadie le toma el pulso a los cuerpos que recogen?
Es curado de sus heridas al toque, y termina por fugarse de la estación para rescatar al hijo de su enemigo/amigo, que sigue en el mismo planeta donde estaban varados.
Todo esto, en menos de 5 minutos…
En cuanto a los gazapos, no todos son tales.
¿No comprueban si en el planeta se puede respirar?
Eso más que un gazapo, es una licencia para evitar explicaciones innecesarias, pues se sobreentiende que saben en qué planeta están, y conocen la existencia en él, de una atmósfera respirable... todo es presumido.
¿Se comen todo bicho viviente?
Cuestión de supervivencia; cualquiera haría lo mismo se viera en la coyuntura de tener que probar un animal desconocido, o morir de hambre con seguridad.
¿Que el drac aprende enseguida el lenguaje humano?
En absoluto, queda sobreentendido que ya lo conocía, pero al principio se había negado a hablarlo como muestra de hostilidad.
¿A pesar de que nieva y llueve, no hay agua en el planeta?
Es falso, sólo hay que recordar la escena en la que el personaje de Dennis Quaid mira su reflejo en el agua tras explicar al niño drac, por qué tienen un aspecto tan diferente.
Pese a la deficiencia de medios técnicos, se logra un muy encomiable resultado, amén de transmitir un mensaje de lo más rico e interesante:
Un canto a la amistad, la tolerancia, y la comprensión mutua; y aún con todos sus problemas narrativos, que son enormes, uno siente que ha visto una buena película.
El mensaje de que los humanos son precisamente los que carecen de valores, y están empeñados en destruir todo lo que tocan, es bastante obvio, al igual que un final feliz, que contenta a todo tipo de públicos, pero que resta algo de credibilidad y fuerza al conjunto.
La banda sonora estuvo a cargo de Maurice Jarre, a medio camino entre lo sinfónico y lo electrónico.
“If one receives evil from another, let one not do evil in return.
Rather, let him extend love to the enemy, that love might unite them”
I've heard all this before... in the human Talman”
El director Wolfgang Petersen, filmó con su habitual maestría un buen relato de ciencia ficción, centrado más en el lado humano y emocional, que en el pirotécnico.
La historia sobre la enemistad de 2 seres acabará convirtiéndose en amistad por la necesidad sobrevivir, a partir del momento en que vean que no son distintos el uno del otro.
Pero es el cambio de escenario lo que la hace atractiva, y su mensaje más sutil.
Enemy Mine, además de ser un profundo canto antibelicista, es tremendamente sincera y emotiva.
Nos hace reflexionar sobre los valores primarios, por encima de cualquier raza o condición, el entendimiento mutuo, y también sobre la deshumanización de los hombres, el sinsentido de la esclavitud y la guerra, y la fobia a lo extranjero.
Esa intolerancia sinsentido, que parece que nos obliga a odiar a todos aquellos que no entran dentro de lo que entendemos como “normal”, cuando en realidad lo único que queremos todos es amar y ser amados.
Enemy Mine nos muestra, cómo todo es posible si queremos, de la manera en que nace y crece una amistad.
Aquí en La Tierra, todos somos iguales, aparentemente, sin embargo, parece que nunca nos llevaremos bien entre nosotros mismos…
¿Oh sí?

“And so, Davidge brought the dracs home.
He fulfilled his vow, and brought Zammis before The Holy Council on Dracon.
And, in the fullness of time, Zammis brought its own child before The Holy Council, the name of Willis Davidge was added to the line of Jeriba.



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