Quicksilver Highway
“Take a ride… into the dark heart of America”
Un cuento es una narración breve, creada por uno o varios autores, basada en hechos reales o ficticios, cuya trama es protagonizada por un grupo reducido de personajes, y con un argumento relativamente sencillo.
Además, puede dar cuenta de hechos reales o fantásticos, pero siempre partiendo de la base de ser un acto de ficción, o mezcla de ficción con hechos y personajes reales.
El cuento suele contener pocos personajes que participan en una sola acción central, y hay quienes opinan, que un final impactante, es requisito indispensable de este género.
Su objetivo es despertar una reacción emocional impactante en el lector/oyente; aunque puede ser en verso, total o parcialmente, pero de forma general, se da en prosa.
Se realiza mediante la intervención de un narrador, y con preponderancia de la narración sobre el monólogo, el diálogo, o la descripción.
Todo el mundo sabe, que Stephen King es mejor conocido por sus novelas largas, a veces larguísimas, que por sus relatos cortos.
Pues bien, no se debería de dejar de un lado estas maravillosas publicaciones, donde en la mayoría de los casos, expresa su máxima capacidad creativa en un espacio corto, de manera impresionante.
“Nightmares & Dreamscapes” es una colección de cuentos cortos de Stephen King, publicada en 1993, y consta de 24 cuentos.
A diferencias de sus novelas largas, King no se anda con muchas vueltas a la hora de redactarlos, dejando de lado las larga y muchas veces tediosas descripciones y otros recursos literarios, para enfocarse directamente en la acción, por lo que muchas veces encontraran que muchos de estos relatos no tienen explicación alguna, de porqué suceden, sino que simplemente suceden y listo.
Se puede decir que eso no es lo correcto, pero en este caso, funciona de maravilla.
De la colección, por ejemplo, “The Night Flier” y “Dolan's Cadillac”, fueron adaptadas a películas con los mismos nombres respectivos.
“Chattery Teeth”, fue adaptado en un segmento de la película “Quicksilver Highway”; “Sorry, Right Number” fue transmitido como un episodio de “Tales from The Darkside”, antes de que fuera publicado en “Nightmares & Dreamscapes”
“The Moving Finger”, fue adaptado en un episodio de la serie de televisión “Monsters”
“Home Delivery” y “Rainy Season” fueron adaptados en cortometrajes.
En particular, “Chattery Teeth”, es la historia del vendedor Bill Hogan, que nota algo extraño en un par de dientes de juguete que caminan, debido a su tamaño inusualmente grande, y por el hecho de que están hechos de metal, en una tienda en una gasolinera de paso.
El empleado, acaba regalando a Hogan los dientes, alegando que se habían caído, y ya no funcionaban.
Hogan, a regañadientes, habiendo sido robado en una autostopista antes, lleva a un transeúnte, aparcado afuera de la tienda.
Sus temores resultan proféticos, cuando el autostopista trata de robarle y matarlo.
Durante la lucha, Hogan vuelca la furgoneta, y antes de que el autostopista pueda recuperarse y matarlo, los dientes cobran vida, y matan de manera espantosa al criminal.
Hogan, logra ver que los dientes arrastran el cuerpo del autostopista hacia el desierto...
Pasados 9 meses, Hogan se detiene de nuevo en la misma tienda, donde se reúne inesperadamente con esos “dientes rotos” de nuevo.
Él decide comprarlos de nuevo, dándose cuenta de que en lugar de tratar de matarlo, los dientes quieren protegerlo…
Su teoría es correcta, cuando un perro le gruñe mientras se va, y los dientes se revuelven en su bolsillo, listos para atacar cualquier a cosa que le haga daño.
Dice también, que dará los dientes a su hijo, por lo que su hijo siempre está protegido.
Sin duda, un clásico de King, donde juega con la mente de los lectores con un juguete un poco común, que puede encontrarse en cualquier juguetería o tienda.
Sin duda bizarro y muy entretenido, el relato cuenta con 46 páginas muy bien elaboradas, con un desenlace y final totalmente sorprendente.
“Cuando la gente ve fantasmas, siempre se ve primero a sí misma”, afirma Stephen King, y pocas reflexiones servirían mejor que ésta, como moraleja de sus historias:
El mundo de la fantasía, está poblado por las sombras de la conciencia.
Los relatos de esta colección, son otros tantos retazos de esas sombras, las que enturbian los límites entre el sueño y la vigilia, la realidad y el horror que subyace en lo real:
Desde la historia de una venganza tan terrible como merecida, hasta el pueblo habitado por los fantasmas de los rockeros muertos, pasando por vampiros con fuerte instinto paternal, niños demoníacos, o un insólito doctor Watson, que descubre un caso antes que Sherlock Holmes.
Por otra parte, en medio de una galería de autores de terror contemporáneos reconocidos mundialmente, como el mismo Stephen King, Ramsey Campbell y Peter Straub, surgió una mente totalmente revolucionaria en la literatura de terror, como una colina en medio de una llanura.
Ellos mismos reconocieron su superioridad a la hora de crear nuevos y escalofriantes universos, y sintieron que, tal vez, se estaban quedando estáticos en su arte.
Clive Barker, entró en lo más reconocido de éste género, con historias que sorprendieron, incluso a Los Maestros, y sobrecogieron al público.
Su primera incursión en la literatura de terror, se dio con la publicación de sus “Books Of Blood” donde la originalidad, intensidad y calidad de las historias, hicieron que el ya popular por entonces Stephen King, manifestara:
“He visto el futuro del horror, y su nombre es Clive Barker”, parafraseando una famosa frase dicha de Bruce Springsteen en sus comienzos.
Barker, es uno de los más aclamados autores en los géneros de horror y fantasía.
Inició su carrera con diversos relatos de horror, recopilados en la serie “Books Of Blood”, y la novela faustiana, “The Damnation Game”
El estilo más característico de Barker, es la idea de que existe un mundo subyacente y oculto, que convive con el nuestro, el rol de la sexualidad en lo sobrenatural, y la construcción de mitologías coherentes, complejas y detalladas.
“Books of Blood” consta de 6 libros en total, cada uno de ellos subtitulado simplemente como “Volumen 1” hasta “Volumen 6”
Cada volumen contiene 4 o 5 historias.
Publicados entre 1984 y 1985, con el primer volumen, Barker se convirtió en una sensación de la noche a la mañana.
Las historias se desarrollan de manera decidida, en un lenguaje directo, que le asesta al lector como un hacha en la cabeza, pues el escritor no se detiene en sus excesos, sino que lleva a sus historias y sus temas al límite, sin cohibirse en ningún momento, con un característico humor negro; porque el terror de Clive Barker, es retorcido y explícito.
En sus historias, asoman mundos ocultos que se aproximan a la realidad visible.
La carne, fuente de goce y de sufrimiento, es el elemento central y omnipresente de su mitología.
Horrores sobrenaturales y fantásticos, el bien y el mal se desdibujan, los buenos se corrompen, y la maldad de los malos, se hace dolorosamente comprensible y real.
Aunque indudablemente, las historias del horror, como la mayor parte del trabajo de Barker, mezclan temas de la fantasía.
Los relatos, incansablemente sombríos, se desarrollan invariablemente en un entorno contemporáneo, por lo general, con personas cotidianas, que se envuelven en eventos aterradores o misteriosos.
Barker ha declarado, que una inspiración fue, cuando leyó “Dark Forces” a principios de la década de 1980, y se dio cuenta de que una colección de historias de terror, no necesita tener temas estrechos, tono o restricciones consistentes.
Las historias, podrían ir desde lo humorístico a lo verdaderamente horrible.
Para algunas ediciones, la cubierta de cada libro fue ilustrada por el mismo Clive Barker; y varias de las historias, se han adaptado en películas:
“Rawhead Rex” (1986); “The Forbidden”, filmado en 1992 como “Candyman”; “The Last Illusion”, filmado en 1995 como “Lord of Illusions”; “The Body Politic”, filmado en 1997 como “Quicksilver Highway”; “The Midnight Meat Train” (2008); “The Book Of Blood” y “On Jerusalem Street”, combinado y filmado en 2008, como “The Book Of Blood”; y “Dread” (2009)
“The Yattering and Jack”, fue adaptado por el propio Barker en 1986, para la serie estadounidense, “Tales from The Darkside”
Así por ejemplo, del Volumen 4, publicado en los Estados Unidos como “The Inhuman Condition”, tenemos la segunda historia:
“The Body Politic”, una versión extraña de una revolución, pues parece que todas nuestras manos tienen su propia conciencia, y no son felices de ser ordenados qué hacer por sus propietarios.
Por tanto, las manos de un obrero llamado Charlie, planean liderar La Revolución.
Las manos de Charlie, tienen incluso sus propias personalidades, con La Izquierda siendo más cautelosa, y La Derecha siendo muy determinada, e incluso proclamándose como un “Mesías”
La Derecha, contra los propios deseos de Charlie, corta a La Izquierda, que escudriña lejos para convocar a otras manos para hacer lo mismo, antes de regresar a rescatar a La Derecha, iniciando una desafortunada revolución para la población.
Clive Barker, sobresalió del resto porque, aunque quizás tenga sus influencias de autores del pasado, no necesita referirse a ellos.
Magistralmente, ha demostrado que su mente es capaz de crear cosas que a ningún otro autor se le hubiese ocurrido, cosas tan descabelladas, pero que las hace increíblemente posibles, y que se hace acreedor de una pregunta por parte de los lectores:
¿Cómo carajos se le ocurrió eso?
Y en este caso en particular:
¿Seríamos algo sin nuestras manos?
¿Son ellas herramientas de nuestro cerebro, o son las verdaderas artífices de nuestras obras?
“Send a shiver up your spine”
Quicksilver Highway es una película de terror y fantasía, del año 1997, escrita y dirigida por Mick Garris.
Protagonizada por Christopher Lloyd, Matt Frewer, Raphael Sbarge, Missy Crider, Silas Weir Mitchell, Bill Nunn, Veronica Cartwright, Bill Bolender, Amelia Heinle, Clive Barker, Cynthia Garris, Kevin Grevioux, Christopher Hart, William Knight, John Landis, Shawn Nelson, Sherry O'Keefe, Dana Waters, Constance Zimmer, entre otros.
El guión está basado en 2 pequeñas historias:
La primera de Stephen King, “Chattery Teeth”, un relato originalmente publicado en “Cemetery Dance”, perteneciente a la colección de cuentos “Nightmares & Dreamscapes”
Stephen King, había sido un lector regular de “Cemetery Dance”, una revista de terror, y envió un cuento no solicitado, para ser publicado allí en 1992.
La publicidad resultante, ayudó a elevar su perfil.
Y de Clive Barker, “The Body Politic”, perteneciente a “Books Of Blood”
Originalmente, Quicksilver Highway fue presentada en televisión, y luego pasada a la pantalla grande.
La imaginación de los 2 guionistas, indiscutible, no pudo aquí alcanzar su meta.
Lo absurdo, a veces es bastante concluyente, pero en ocasiones se queda ahí, quizás el problema fue no mostrar más fuerza ante su planteamiento atrevido y desmesurado… pues la fuente es un cuento corto.
Y del creador de “Masters Of Horror”, Mick Garris, se basada en los relatos de 2 titanes del terror, Stephen King y Clive Barker, para filmar esta rareza en la que seremos los testigos de 2 excéntricas historias, rodadas en tan solo 24 días.
Las 2 historias son contadas por Aaron Quicksilver (Christopher Lloyd), un comediante viajero, que se dedica a contar historias de terror a la gente que se encuentra por el camino.
Para la primera historia, aborda a la novia de una pareja de recién casados:
Kerry Parker/Bill Hogan (Raphael Sbarge), y la novia en cuestión, Olivia Harmon Parker/Lita Hogan (Melissa Lahlitah Crider)
Aaron, cuenta la historia de un aventón de Bryan Adams (Silas Weir Mitchell), que está en la carretera haciendo parada a los carros para robarles, y le comienza a contar la historia sobre “Chattery Teeth”, acerca de un hombre que había sido salvado por unos dientes de juguete…
Luego de esto Aaron, le cuenta a un ladrón Charlie/Dr. Charles George (Matt Frewer), la historia de “The Body Pacific”, un hombre al cual sus manos se le rebelan…
Lo mejor de Quicksilver Highway radica en que Aaron cuenta las historias a una novia varada en el camino, y a un ladrón que va a una feria, y una vez que termina los relatos, estos traen consecuencias similares a los oyentes.
“You might say I'm a collector of rare objects”
Quicksilver Highway fue un producto para la televisión, del director de las adaptaciones de King:
“Sleepwalkers” (1992), de la súper miniserie de “The Stand” (1994), y la versión televisiva de “The Shining” (1997)
Más tarde, aun realizara basándose en libros de King:
“Riding The Bullet” (2004) y “Desesperation” (2006)
Así pues, todo un especialista en la obra de Stephen King.
Con un formato similar a “Creepshow”, en la que un anfitrión bastante extraño, nos cuenta 2 historias simples y sencillas.
La de King, es de la época en que lo más nimio se transformaba en algo terrorífico, aquí, un juguete de boca saltarina; en que la realidad salta por los aires, y la gente común se enfrenta al absurdo terror, o a situaciones realmente surrealistas.
La conexión entre las historias, la hace el contador de historias que hace llamarse:
Quicksilver.
La primera, gira en torno a una pareja de recién casados, cuando se quedan tirados en mitad del desierto, y mientras el marido sale en busca de ayuda, quedando la mujer sola, de repente, un extraño personaje, Quicksilver, aparece de la nada, y le cuenta a la recién casada la primera historia para entretenerla.
En ella, un hombre recoge a un autoestopista, con la mala suerte que este le intenta robar el coche, y todas sus pertenencias.
Con lo que no contaba el delincuente autoestopista, es que el dueño del coche, había hecho una parada en una tienda, y se había llevado una “mandíbula andante” de juguete, con fatales consecuencias para el ladrón.
En esta historia, quizás podían haber aprovechado mucho mejor el material del que disponían, y es que la cosa daba para mucho más; y se centran demasiado en lo del autoestopista, dejando a un lado el tema sobrenatural.
Aunque la historia es absurdamente original, la parte interesante, y que la hace diferente, parece que la han relegado a un segundo plano.
La segunda historia, la de Barker, toma como protagonista a un cirujano, con una vida de maravillosa, tanto en lo económico como en lo sentimental, que de repente se da cuenta que sus manos cobran vida propia, e incluso hablan entre ellas, y esto resulta ser una plaga que se extiende por toda la ciudad.
Resulta que las manos, hartas de estar unidas al cuerpo humano, de repente deciden que quieren ser libres, no es broma, y lían como ellas mismas dicen, una revolución.
Ésta la segunda historia, toma la idea por un carterista que entra a un recinto de la feria, donde se encuentra Quicksilver, como una especie de Museo del Horror, que a sabiendas de sus delitos, le relata esta historia mientras el carterista espera que la policía se vaya.
Este segmento tiene mucho más ritmo, y arranca enseguida, donde lo sobrenatural no se hace de rogar, como en la anterior.
Además, tiene la ventaja de que la historia es más perturbadora, por lo que a pesar de no causar miedo, o terror en sí, sí que genera cierta inquietud.
Eso sí, el mayor fallo de esta sin duda son los efectos especiales, muy cantarines como ellos solos, y aquí es donde se deja ver el bajo presupuesto, y el destino de la cinta, para la TV.
Es un hecho que ambos relatos son un disparate, en el buen sentido.
A King, le encanta jugar con el tema de objetos vivientes y malditos, con la venganza, e intentar que ciertas situaciones que parecen ridículas, tomen cierta seriedad, o los protagonistas sufrirán las consecuencias.
Cabe mencionar también, los intermedios que introducen las historias, muy acordes a la temática de cada una de ellas, donde destacan los diálogos inteligentes de Quicksilver, como Maestro de Ceremonias.
De las actuaciones, correctas, aunque me hubiera gustado un poco más de protagonismo y oscuridad en la trama del desarrollo de Quicksilver, un personaje muy misterioso.
Como dato, Matt Frewer no tuvo que audicionar.
El director, Mick Garris, simplemente llamó a Frewer, y le preguntó si quería actuar en esta película…
Christopher Lloyd, por su parte, quiso emular a Hamlet para su papel como Aaron Quicksilver.
Y tanto Mick Garris como Clive Barker y John Landis hacen cameos.
El primero como un cirujano en el pasillo del hospital; Barker hace de anestesista, y Landis como cirujano asistente.
Obviamente, Quicksilver Highway está llena de interrogantes, como por ejemplo:
¿No es un poco raro, que las manos recién amputadas no tengan sangre, y que tengan un muñón?
Me hubiera gustado que se reforzara la unión entre ambos relatos, pero está bastante bien, con un final bastante simple, donde si bien, los buenos y los malos se llevan una lección, faltó un giro argumental para que me dejara encantado.
Garris, se aprovecha del invento ingenioso previo, que tuvo la adaptación al cine de “The Addams Family” (1991), dirigida por Barry Sonnenfeld, para hacer caminar a las manos cercenadas, usando los dedos como si fueran las patas de una araña.
“From a rest stop somewhere on the highway of Hell...”
La narración oral, es un acto de comunicación, donde el ser humano, al narrar a viva voz, y con todo su cuerpo, con el público y no para el público, inicia un proceso de interacción, en el cual emite un mensaje y recibe respuesta, por lo que no sólo informa, sino que comunica, pues influye y es influido de inmediato en el instante mismo de narrar, para que el cuento crezca con todos, y de todos, entre todos.
La narración oral, es un acto de imaginación, que no refleja sino que recrea la realidad, y reinventado la realidad, asume el ayer, reafirma el hoy, y predice el mañana, para ser camino del tiempo, camino del futuro.
Dicen los que saben, que la diferencia entre los filósofos y las personas comunes, es precisamente su capacidad de asombro ante la vida que transcurre ante sus ojos.
Dicho de otra manera, los filósofos son aquellas personas que encuentran en los rincones más anónimos, a personas u objetos que pueden tener historias interesantes para contar.
Es por ello que los filósofos son tan apreciados, por su capacidad de asombro y razonamiento.
Si bien, los filósofos existen entre nosotros desde la antigüedad, no siempre han tenido ese nombre.
Antes de que la profesión se hiciera conocida, existían personas que llamaban la atención por su agudeza mental.
Los rapsodas o cuenteros, fueron muy populares en la antigüedad, porque a todos a su alrededor, disfrutaban con sus historias.
Las historias de estos narradores orales, no siempre estaban apegadas a la realidad.
De hecho, el gancho de las historias de rapsodas y cuenteros, se basaba en sus grandes cuotas de imaginación.
Las personas que se reunían en corro y escuchaban lo que los cuenteros tenían que decir.
Pero estas historias, muchas veces estaban cargadas de fantasía y misterio.
Al ser humano, siempre le ha llamado la atención lo desconocido, lo que sus ojos son incapaces de ver.
Ver más allá de lo habitual…
Ver más allá de lo prudente…
Los contadores de historias, viajan a mundos de imaginación, en que lo extraordinario es algo normal, y en que la locura merodea cerca de la superficie, en historias alucinantes.
“I wanna tell you a story...”
Un cuento es una narración breve, creada por uno o varios autores, basada en hechos reales o ficticios, cuya trama es protagonizada por un grupo reducido de personajes, y con un argumento relativamente sencillo.
Además, puede dar cuenta de hechos reales o fantásticos, pero siempre partiendo de la base de ser un acto de ficción, o mezcla de ficción con hechos y personajes reales.
El cuento suele contener pocos personajes que participan en una sola acción central, y hay quienes opinan, que un final impactante, es requisito indispensable de este género.
Su objetivo es despertar una reacción emocional impactante en el lector/oyente; aunque puede ser en verso, total o parcialmente, pero de forma general, se da en prosa.
Se realiza mediante la intervención de un narrador, y con preponderancia de la narración sobre el monólogo, el diálogo, o la descripción.
Todo el mundo sabe, que Stephen King es mejor conocido por sus novelas largas, a veces larguísimas, que por sus relatos cortos.
Pues bien, no se debería de dejar de un lado estas maravillosas publicaciones, donde en la mayoría de los casos, expresa su máxima capacidad creativa en un espacio corto, de manera impresionante.
“Nightmares & Dreamscapes” es una colección de cuentos cortos de Stephen King, publicada en 1993, y consta de 24 cuentos.
A diferencias de sus novelas largas, King no se anda con muchas vueltas a la hora de redactarlos, dejando de lado las larga y muchas veces tediosas descripciones y otros recursos literarios, para enfocarse directamente en la acción, por lo que muchas veces encontraran que muchos de estos relatos no tienen explicación alguna, de porqué suceden, sino que simplemente suceden y listo.
Se puede decir que eso no es lo correcto, pero en este caso, funciona de maravilla.
De la colección, por ejemplo, “The Night Flier” y “Dolan's Cadillac”, fueron adaptadas a películas con los mismos nombres respectivos.
“Chattery Teeth”, fue adaptado en un segmento de la película “Quicksilver Highway”; “Sorry, Right Number” fue transmitido como un episodio de “Tales from The Darkside”, antes de que fuera publicado en “Nightmares & Dreamscapes”
“The Moving Finger”, fue adaptado en un episodio de la serie de televisión “Monsters”
“Home Delivery” y “Rainy Season” fueron adaptados en cortometrajes.
En particular, “Chattery Teeth”, es la historia del vendedor Bill Hogan, que nota algo extraño en un par de dientes de juguete que caminan, debido a su tamaño inusualmente grande, y por el hecho de que están hechos de metal, en una tienda en una gasolinera de paso.
El empleado, acaba regalando a Hogan los dientes, alegando que se habían caído, y ya no funcionaban.
Hogan, a regañadientes, habiendo sido robado en una autostopista antes, lleva a un transeúnte, aparcado afuera de la tienda.
Sus temores resultan proféticos, cuando el autostopista trata de robarle y matarlo.
Durante la lucha, Hogan vuelca la furgoneta, y antes de que el autostopista pueda recuperarse y matarlo, los dientes cobran vida, y matan de manera espantosa al criminal.
Hogan, logra ver que los dientes arrastran el cuerpo del autostopista hacia el desierto...
Pasados 9 meses, Hogan se detiene de nuevo en la misma tienda, donde se reúne inesperadamente con esos “dientes rotos” de nuevo.
Él decide comprarlos de nuevo, dándose cuenta de que en lugar de tratar de matarlo, los dientes quieren protegerlo…
Su teoría es correcta, cuando un perro le gruñe mientras se va, y los dientes se revuelven en su bolsillo, listos para atacar cualquier a cosa que le haga daño.
Dice también, que dará los dientes a su hijo, por lo que su hijo siempre está protegido.
Sin duda, un clásico de King, donde juega con la mente de los lectores con un juguete un poco común, que puede encontrarse en cualquier juguetería o tienda.
Sin duda bizarro y muy entretenido, el relato cuenta con 46 páginas muy bien elaboradas, con un desenlace y final totalmente sorprendente.
“Cuando la gente ve fantasmas, siempre se ve primero a sí misma”, afirma Stephen King, y pocas reflexiones servirían mejor que ésta, como moraleja de sus historias:
El mundo de la fantasía, está poblado por las sombras de la conciencia.
Los relatos de esta colección, son otros tantos retazos de esas sombras, las que enturbian los límites entre el sueño y la vigilia, la realidad y el horror que subyace en lo real:
Desde la historia de una venganza tan terrible como merecida, hasta el pueblo habitado por los fantasmas de los rockeros muertos, pasando por vampiros con fuerte instinto paternal, niños demoníacos, o un insólito doctor Watson, que descubre un caso antes que Sherlock Holmes.
Por otra parte, en medio de una galería de autores de terror contemporáneos reconocidos mundialmente, como el mismo Stephen King, Ramsey Campbell y Peter Straub, surgió una mente totalmente revolucionaria en la literatura de terror, como una colina en medio de una llanura.
Ellos mismos reconocieron su superioridad a la hora de crear nuevos y escalofriantes universos, y sintieron que, tal vez, se estaban quedando estáticos en su arte.
Clive Barker, entró en lo más reconocido de éste género, con historias que sorprendieron, incluso a Los Maestros, y sobrecogieron al público.
Su primera incursión en la literatura de terror, se dio con la publicación de sus “Books Of Blood” donde la originalidad, intensidad y calidad de las historias, hicieron que el ya popular por entonces Stephen King, manifestara:
“He visto el futuro del horror, y su nombre es Clive Barker”, parafraseando una famosa frase dicha de Bruce Springsteen en sus comienzos.
Barker, es uno de los más aclamados autores en los géneros de horror y fantasía.
Inició su carrera con diversos relatos de horror, recopilados en la serie “Books Of Blood”, y la novela faustiana, “The Damnation Game”
El estilo más característico de Barker, es la idea de que existe un mundo subyacente y oculto, que convive con el nuestro, el rol de la sexualidad en lo sobrenatural, y la construcción de mitologías coherentes, complejas y detalladas.
“Books of Blood” consta de 6 libros en total, cada uno de ellos subtitulado simplemente como “Volumen 1” hasta “Volumen 6”
Cada volumen contiene 4 o 5 historias.
Publicados entre 1984 y 1985, con el primer volumen, Barker se convirtió en una sensación de la noche a la mañana.
Las historias se desarrollan de manera decidida, en un lenguaje directo, que le asesta al lector como un hacha en la cabeza, pues el escritor no se detiene en sus excesos, sino que lleva a sus historias y sus temas al límite, sin cohibirse en ningún momento, con un característico humor negro; porque el terror de Clive Barker, es retorcido y explícito.
En sus historias, asoman mundos ocultos que se aproximan a la realidad visible.
La carne, fuente de goce y de sufrimiento, es el elemento central y omnipresente de su mitología.
Horrores sobrenaturales y fantásticos, el bien y el mal se desdibujan, los buenos se corrompen, y la maldad de los malos, se hace dolorosamente comprensible y real.
Aunque indudablemente, las historias del horror, como la mayor parte del trabajo de Barker, mezclan temas de la fantasía.
Los relatos, incansablemente sombríos, se desarrollan invariablemente en un entorno contemporáneo, por lo general, con personas cotidianas, que se envuelven en eventos aterradores o misteriosos.
Barker ha declarado, que una inspiración fue, cuando leyó “Dark Forces” a principios de la década de 1980, y se dio cuenta de que una colección de historias de terror, no necesita tener temas estrechos, tono o restricciones consistentes.
Las historias, podrían ir desde lo humorístico a lo verdaderamente horrible.
Para algunas ediciones, la cubierta de cada libro fue ilustrada por el mismo Clive Barker; y varias de las historias, se han adaptado en películas:
“Rawhead Rex” (1986); “The Forbidden”, filmado en 1992 como “Candyman”; “The Last Illusion”, filmado en 1995 como “Lord of Illusions”; “The Body Politic”, filmado en 1997 como “Quicksilver Highway”; “The Midnight Meat Train” (2008); “The Book Of Blood” y “On Jerusalem Street”, combinado y filmado en 2008, como “The Book Of Blood”; y “Dread” (2009)
“The Yattering and Jack”, fue adaptado por el propio Barker en 1986, para la serie estadounidense, “Tales from The Darkside”
Así por ejemplo, del Volumen 4, publicado en los Estados Unidos como “The Inhuman Condition”, tenemos la segunda historia:
“The Body Politic”, una versión extraña de una revolución, pues parece que todas nuestras manos tienen su propia conciencia, y no son felices de ser ordenados qué hacer por sus propietarios.
Por tanto, las manos de un obrero llamado Charlie, planean liderar La Revolución.
Las manos de Charlie, tienen incluso sus propias personalidades, con La Izquierda siendo más cautelosa, y La Derecha siendo muy determinada, e incluso proclamándose como un “Mesías”
La Derecha, contra los propios deseos de Charlie, corta a La Izquierda, que escudriña lejos para convocar a otras manos para hacer lo mismo, antes de regresar a rescatar a La Derecha, iniciando una desafortunada revolución para la población.
Clive Barker, sobresalió del resto porque, aunque quizás tenga sus influencias de autores del pasado, no necesita referirse a ellos.
Magistralmente, ha demostrado que su mente es capaz de crear cosas que a ningún otro autor se le hubiese ocurrido, cosas tan descabelladas, pero que las hace increíblemente posibles, y que se hace acreedor de una pregunta por parte de los lectores:
¿Cómo carajos se le ocurrió eso?
Y en este caso en particular:
¿Seríamos algo sin nuestras manos?
¿Son ellas herramientas de nuestro cerebro, o son las verdaderas artífices de nuestras obras?
“Send a shiver up your spine”
Quicksilver Highway es una película de terror y fantasía, del año 1997, escrita y dirigida por Mick Garris.
Protagonizada por Christopher Lloyd, Matt Frewer, Raphael Sbarge, Missy Crider, Silas Weir Mitchell, Bill Nunn, Veronica Cartwright, Bill Bolender, Amelia Heinle, Clive Barker, Cynthia Garris, Kevin Grevioux, Christopher Hart, William Knight, John Landis, Shawn Nelson, Sherry O'Keefe, Dana Waters, Constance Zimmer, entre otros.
El guión está basado en 2 pequeñas historias:
La primera de Stephen King, “Chattery Teeth”, un relato originalmente publicado en “Cemetery Dance”, perteneciente a la colección de cuentos “Nightmares & Dreamscapes”
Stephen King, había sido un lector regular de “Cemetery Dance”, una revista de terror, y envió un cuento no solicitado, para ser publicado allí en 1992.
La publicidad resultante, ayudó a elevar su perfil.
Y de Clive Barker, “The Body Politic”, perteneciente a “Books Of Blood”
Originalmente, Quicksilver Highway fue presentada en televisión, y luego pasada a la pantalla grande.
La imaginación de los 2 guionistas, indiscutible, no pudo aquí alcanzar su meta.
Lo absurdo, a veces es bastante concluyente, pero en ocasiones se queda ahí, quizás el problema fue no mostrar más fuerza ante su planteamiento atrevido y desmesurado… pues la fuente es un cuento corto.
Y del creador de “Masters Of Horror”, Mick Garris, se basada en los relatos de 2 titanes del terror, Stephen King y Clive Barker, para filmar esta rareza en la que seremos los testigos de 2 excéntricas historias, rodadas en tan solo 24 días.
Las 2 historias son contadas por Aaron Quicksilver (Christopher Lloyd), un comediante viajero, que se dedica a contar historias de terror a la gente que se encuentra por el camino.
Para la primera historia, aborda a la novia de una pareja de recién casados:
Kerry Parker/Bill Hogan (Raphael Sbarge), y la novia en cuestión, Olivia Harmon Parker/Lita Hogan (Melissa Lahlitah Crider)
Aaron, cuenta la historia de un aventón de Bryan Adams (Silas Weir Mitchell), que está en la carretera haciendo parada a los carros para robarles, y le comienza a contar la historia sobre “Chattery Teeth”, acerca de un hombre que había sido salvado por unos dientes de juguete…
Luego de esto Aaron, le cuenta a un ladrón Charlie/Dr. Charles George (Matt Frewer), la historia de “The Body Pacific”, un hombre al cual sus manos se le rebelan…
Lo mejor de Quicksilver Highway radica en que Aaron cuenta las historias a una novia varada en el camino, y a un ladrón que va a una feria, y una vez que termina los relatos, estos traen consecuencias similares a los oyentes.
“You might say I'm a collector of rare objects”
Quicksilver Highway fue un producto para la televisión, del director de las adaptaciones de King:
“Sleepwalkers” (1992), de la súper miniserie de “The Stand” (1994), y la versión televisiva de “The Shining” (1997)
Más tarde, aun realizara basándose en libros de King:
“Riding The Bullet” (2004) y “Desesperation” (2006)
Así pues, todo un especialista en la obra de Stephen King.
Con un formato similar a “Creepshow”, en la que un anfitrión bastante extraño, nos cuenta 2 historias simples y sencillas.
La de King, es de la época en que lo más nimio se transformaba en algo terrorífico, aquí, un juguete de boca saltarina; en que la realidad salta por los aires, y la gente común se enfrenta al absurdo terror, o a situaciones realmente surrealistas.
La conexión entre las historias, la hace el contador de historias que hace llamarse:
Quicksilver.
La primera, gira en torno a una pareja de recién casados, cuando se quedan tirados en mitad del desierto, y mientras el marido sale en busca de ayuda, quedando la mujer sola, de repente, un extraño personaje, Quicksilver, aparece de la nada, y le cuenta a la recién casada la primera historia para entretenerla.
En ella, un hombre recoge a un autoestopista, con la mala suerte que este le intenta robar el coche, y todas sus pertenencias.
Con lo que no contaba el delincuente autoestopista, es que el dueño del coche, había hecho una parada en una tienda, y se había llevado una “mandíbula andante” de juguete, con fatales consecuencias para el ladrón.
En esta historia, quizás podían haber aprovechado mucho mejor el material del que disponían, y es que la cosa daba para mucho más; y se centran demasiado en lo del autoestopista, dejando a un lado el tema sobrenatural.
Aunque la historia es absurdamente original, la parte interesante, y que la hace diferente, parece que la han relegado a un segundo plano.
La segunda historia, la de Barker, toma como protagonista a un cirujano, con una vida de maravillosa, tanto en lo económico como en lo sentimental, que de repente se da cuenta que sus manos cobran vida propia, e incluso hablan entre ellas, y esto resulta ser una plaga que se extiende por toda la ciudad.
Resulta que las manos, hartas de estar unidas al cuerpo humano, de repente deciden que quieren ser libres, no es broma, y lían como ellas mismas dicen, una revolución.
Ésta la segunda historia, toma la idea por un carterista que entra a un recinto de la feria, donde se encuentra Quicksilver, como una especie de Museo del Horror, que a sabiendas de sus delitos, le relata esta historia mientras el carterista espera que la policía se vaya.
Este segmento tiene mucho más ritmo, y arranca enseguida, donde lo sobrenatural no se hace de rogar, como en la anterior.
Además, tiene la ventaja de que la historia es más perturbadora, por lo que a pesar de no causar miedo, o terror en sí, sí que genera cierta inquietud.
Eso sí, el mayor fallo de esta sin duda son los efectos especiales, muy cantarines como ellos solos, y aquí es donde se deja ver el bajo presupuesto, y el destino de la cinta, para la TV.
Es un hecho que ambos relatos son un disparate, en el buen sentido.
A King, le encanta jugar con el tema de objetos vivientes y malditos, con la venganza, e intentar que ciertas situaciones que parecen ridículas, tomen cierta seriedad, o los protagonistas sufrirán las consecuencias.
Cabe mencionar también, los intermedios que introducen las historias, muy acordes a la temática de cada una de ellas, donde destacan los diálogos inteligentes de Quicksilver, como Maestro de Ceremonias.
De las actuaciones, correctas, aunque me hubiera gustado un poco más de protagonismo y oscuridad en la trama del desarrollo de Quicksilver, un personaje muy misterioso.
Como dato, Matt Frewer no tuvo que audicionar.
El director, Mick Garris, simplemente llamó a Frewer, y le preguntó si quería actuar en esta película…
Christopher Lloyd, por su parte, quiso emular a Hamlet para su papel como Aaron Quicksilver.
Y tanto Mick Garris como Clive Barker y John Landis hacen cameos.
El primero como un cirujano en el pasillo del hospital; Barker hace de anestesista, y Landis como cirujano asistente.
Obviamente, Quicksilver Highway está llena de interrogantes, como por ejemplo:
¿No es un poco raro, que las manos recién amputadas no tengan sangre, y que tengan un muñón?
Me hubiera gustado que se reforzara la unión entre ambos relatos, pero está bastante bien, con un final bastante simple, donde si bien, los buenos y los malos se llevan una lección, faltó un giro argumental para que me dejara encantado.
Garris, se aprovecha del invento ingenioso previo, que tuvo la adaptación al cine de “The Addams Family” (1991), dirigida por Barry Sonnenfeld, para hacer caminar a las manos cercenadas, usando los dedos como si fueran las patas de una araña.
“From a rest stop somewhere on the highway of Hell...”
La narración oral, es un acto de comunicación, donde el ser humano, al narrar a viva voz, y con todo su cuerpo, con el público y no para el público, inicia un proceso de interacción, en el cual emite un mensaje y recibe respuesta, por lo que no sólo informa, sino que comunica, pues influye y es influido de inmediato en el instante mismo de narrar, para que el cuento crezca con todos, y de todos, entre todos.
La narración oral, es un acto de imaginación, que no refleja sino que recrea la realidad, y reinventado la realidad, asume el ayer, reafirma el hoy, y predice el mañana, para ser camino del tiempo, camino del futuro.
Dicen los que saben, que la diferencia entre los filósofos y las personas comunes, es precisamente su capacidad de asombro ante la vida que transcurre ante sus ojos.
Dicho de otra manera, los filósofos son aquellas personas que encuentran en los rincones más anónimos, a personas u objetos que pueden tener historias interesantes para contar.
Es por ello que los filósofos son tan apreciados, por su capacidad de asombro y razonamiento.
Si bien, los filósofos existen entre nosotros desde la antigüedad, no siempre han tenido ese nombre.
Antes de que la profesión se hiciera conocida, existían personas que llamaban la atención por su agudeza mental.
Los rapsodas o cuenteros, fueron muy populares en la antigüedad, porque a todos a su alrededor, disfrutaban con sus historias.
Las historias de estos narradores orales, no siempre estaban apegadas a la realidad.
De hecho, el gancho de las historias de rapsodas y cuenteros, se basaba en sus grandes cuotas de imaginación.
Las personas que se reunían en corro y escuchaban lo que los cuenteros tenían que decir.
Pero estas historias, muchas veces estaban cargadas de fantasía y misterio.
Al ser humano, siempre le ha llamado la atención lo desconocido, lo que sus ojos son incapaces de ver.
Ver más allá de lo habitual…
Ver más allá de lo prudente…
Los contadores de historias, viajan a mundos de imaginación, en que lo extraordinario es algo normal, y en que la locura merodea cerca de la superficie, en historias alucinantes.
“I wanna tell you a story...”
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