Goon

“Meet Doug, the nicest guy you'll ever fight”

El hockey sobre hielo, siempre se ha caracterizado por ser un deporte duro y agresivo, que en los últimos tiempos está muy cerca de cruzar la línea, y convertirse en algo demasiado violento y peligroso para la integridad física de los jugadores.
Para evitar una sucesión de lesiones serias y permanentes, la National Hockey League (NHL) norteamericana, se ha propuesto frenar ciertas acciones sobre el hielo… sin demasiado éxito.
El tamaño de los jugadores, el aumento en la velocidad del juego, y los nuevos materiales utilizados para los “sticks”, se han convertido en las últimas temporadas, en armas de doble filo para la NHL.
El hockey, ha ganado en espectacularidad, pero al mismo tiempo también lo ha hecho en violencia.
El hockey sobre hielo, es un deporte que se inventó a finales del siglo XIX en Canadá, donde es su deporte nacional; y se juega entre 2 equipos de 6 jugadores, es decir:
Un portero con 5 jugadores en el hielo; con patines sobre una pista de hielo.
Los patinadores, deben dirigir un disco de caucho, “puck” o “rondelle” con un bastón largo, “stick” o “bâton”, para tratar de anotar en la portería del rival.
Al final, el equipo que más goles ha marcado, gana.
Por ser un deporte físico, los jugadores pueden realizar cargas con el cuerpo sobre el rival, para tratar de arrebatarle el control del disco, por lo que suelen ir equipados con toda clase de protecciones.
Es también uno de los juegos más rápidos, debido a que la fricción del disco y los patines sobre el hielo es mínima, y es uno de los pocos deportes que permiten realizar cambios de jugadores de forma ilimitada, y sin necesidad de interrumpir el juego.
El “enforcer”, es un jugador “no oficial” del hockey sobre hielo.
El término se utiliza a veces como sinónimo de “combatiente”, “tipo duro”, o “goon”, cuyo trabajo es disuadir y responder al juego sucio o violento de la oposición.
Cuando ocurre ese juego, se espera que el “goon” responda agresivamente, peleando; y se espera que ellos reaccionen de manera particularmente dura a la violencia contra jugadores o porteros estrellas.
También, ellos son diferentes de los “parásitos”, que son los jugadores que tratan de agitar a los oponentes, y distraerlos del juego, sin necesariamente luchar contra ellos.
El papel primordial del “parásito”, es atraer penalidades de los jugadores oponentes, y así “sacarlos de su juego”, mientras que en realidad no tiene la intención de luchar contra el jugador de la oposición, aunque existen excepciones a esto.
Los “parásitos” y las fuerzas de seguridad, a menudo juegan juntas en la misma línea, generalmente la 4ª
El llamado “Código”, es el origen de una violencia permitida en este deporte.
Una ley no escrita, pero conocida entre los jugadores que se dan pauta a iniciar una pelea contra algún rival, usando los puños, los brazos, y el palo de hockey.
Golpearse mientras estén de pie, hacerse el mayor daño posible antes de que uno de los 2 caiga al hielo, porque es hasta ese momento, cuando el árbitro puede detener la pelea.
Sea como fuere, las peleas no giran únicamente alrededor de la fuerza bruta.
Los combates improvisados, también se pueden usar como una herramienta táctica, especialmente para los equipos que van perdiendo un partido.
Imaginemos que un equipo cualquiera, está en desventaja en el marcador:
Su “enforcer” empieza una pelea con un miembro del equipo contrario, y el entrenador aprovecha para dar ánimos e instrucciones a sus jugadores.
El público también reacciona, sube la adrenalina, y se inicia una reacción.
En las normas de la NHL, las peleas están prohibidas, y deben evitarse bajo cualquier concepto.
Si 2 jugadores comienzan a pegarse, deben ser separados.
Sin embargo, en la NHL y otras ligas norteamericanas, existe una cierta permisividad durante el desarrollo de las peleas individuales, dejando que los jugadores se peguen hasta que uno vence, o los 2 caen al suelo, siempre y cuando se hayan quitado las protecciones, como los guantes o el “stick” para que la pelea sea “limpia”
Las peleas pueden incluso animar al público asistente... como en el Circo Romano.
Cuando termina el combate, los árbitros separan a los jugadores, y aplican sanciones.
En caso de ser una pelea multitudinaria, los árbitros intentarán separarlos.
En las ligas juveniles y universitarias, no se permiten las peleas, e incluso se aplican expulsiones.
El hockey sobre hielo, en parte debido a su popularidad como un gran deporte profesional, ha sido una fuente de inspiración para numerosas películas, episodios de televisión, y canciones en la cultura popular norteamericana.
En particular, Doug Smith, hoy de 52 años, es un jugador de hockey sobre hielo de la liga menor estadounidense, hoy jubilado, que coescribió una biografía sobre su tiempo dedicado a jugar hockey profesional, llamada:
“Goon: The True Story of an Unlikely Journey into Minor League Hockey”, junto con Adam Frattasio.
El papel de Smith en los equipos en los que jugó, fue el de “enforcer” o “goon”, lo que llevó al nativo de Hanover, Massachusetts, a un promedio de 6.73 minutos de penalidad por partido, durante su carrera de 60 juegos.
La carrera atlética de Smith, comenzó con el boxeo, que culminó con una derrota por decisión dividida en la final de los Golden Gloves de Massachusetts, en 1984.
Mientras se entrenaba en el Hannover Police Boy’s Club, su amigo, Adam Frattasio, lo animó a probar peleas de hockey.
Él, se puso los patines de hockey, por primera vez a la edad de 19; jugó en las ligas aficionadas a los 21, y llegó a su primer equipo de hockey a los 24, cuando ganó un campeonato con los Thunderbirds de Carolina en la primera Liga de Hockey de la Costa Este, durante la temporada 1988 -1989.
Posteriormente, Doug Smith pasó a jugar para otros 6 equipos en 3 ligas, siendo su gira más productiva con los Miramichi Gagnon Packers de la New Brunswick Senior Hockey League; y recibió invitaciones adicionales para seguir jugando en los Estados Unidos, en particular, para terminar temporadas para equipos en varias ligas menores, pero su nuevo trabajo como oficial de policía en Massachusetts, limitó sus oportunidades de participar en juegos esporádicos, con la intención de luchar contra el oponente/jugadores más duros.
Después de retirarse del hockey, Smith ha trabajado como entrenador dentro de la organización de los Bruins de Boston, mostrando a sus jugadores, cómo defenderse.
Disfrutó de una temporada de 20 años como entrenador asistente para el equipo de hockey de Hanover High School, 3 veces campeón estatal, y ha registrado un tiempo significativo como oficial en el hielo, incluyendo 2 años en la Liga Federal de Hockey Profesional.
Hoy sigue trabajando como entrenador de “goon” en hockey sobre hielo, trabajando con pesos pesados de la NHL.
Además, Smith es un oficial de policía, actualmente en el departamento de policía de Hanson, desde 1999.
Smith está casado, y ayuda a cuidar a sus 2 hijas jóvenes, con su esposa, Sharon.
El libro que escribió, se convirtió más tarde en una película protagonizada por Seann William Scott en el papel basado en Doug Smith; y la continuación de la popular comedia independiente, es “Goon: Last Of The Enforcers” (2017), y toma lugar durante un bloqueo de hockey profesional, cuando el equipo de Doug “The Thug” Glatt (Seann William Scott), el Halifax Highlanders, tiene que lidiar con una afluencia de nuevos jugadores.
En casa, Doug y su esposa Eva, lidian con una nueva adición, mientras que Doug trata de resolver lo que quiere de la vida.
“Everybody loves the soldiers until they come home and stop fighting”
Goon es una comedia del año 2011, dirigida por Michael Dowse.
Protagonizada por Seann William Scott, Jay Baruchel, Alison Pill, Liev Schreiber, Eugene Levy, Marc-André Grondin, Kim Coates, Nicholas Campbell, Richard Clarkin, Jonathan Cherry, Ricky Mabe, entre otros.
El guión es de Jay Baruchel e Evan Goldberg; basados en la novela “Goon: The True Story of an Unlikely Journey into Minor League Hockey” de Adam Frattasio & Doug Smith; cuyas películas caseras originales de la carrera de Smith como jugador del hockey, se muestran durante los créditos finales.
Smith dijo en una entrevista, que está contento con la película terminada.
Por su parte, el actor canadiense aficionado al hockey, Jay Baruchel, quería adaptar el libro a una película, después de notar la falta de comedias de hockey en los últimos años.
El libro fue descubierto por Jesse Shapira, y su socio productor, David Gross.
Junto con Baruchel y Goldberg, desarrollaron el guión, y luego procedieron a empaquetar y financiar de manera independiente la película, siendo la primera película producida por No Trace Camping.
La trama principal, muestra a un hombre extremadamente agradable, pero un poco lerdo, que se convierte en el “ejecutor” de un equipo de la liga menor de hockey sobre hielo.
El título “Goon” se traduce como “matón”, “gorila”, “esbirro”, “ejecutor” o “guardaespaldas”; y Goon es un brutal y sangriento retrato del deporte canadiense, el hockey sobre hielo, mezclando el “Rollerball” y el motín carcelario; por lo que fue calificada “R” por la violencia gráfica que tiene, aparte de algo de contenido sexual fuerte, y uso de drogas.
Como corresponde, Goon fue filmado en Brandon, Portage la Prairie y Winnipeg, Manitoba, Canadá.
La mayor parte de las escenas del hockey, fueron filmadas en el centro de la unión de crédito de Portage en Portage la Prairie, aunque el centro del metro de Halifax fue mostrado como la casa de los montañeses de Halifax.
Algunas escenas, también se filmaron en el Centro MTS, y St. James Civic Center en Winnipeg, y el Centro de Keystone en Brandon.
Etiquetado como un marginado por su familia, Doug “The Thug” Glatt (Seann William Scott), superará todos los pronósticos adversos, para conducir un equipo de inadaptados hacia la gloria del hockey del semi profesional.
La trama inicia retratándolo como un hombre que se encarga de velar por la seguridad de un bar de Beantown, y que no cuenta con la aceptación de su familia, debido a su carácter un tanto peculiar...
Entre violento y lerdo…
Con la intención de agradar a sus más allegados, y de sentirse realmente útil, Doug decide apuntarse en un equipo de hockey, para conocer gente nueva que sepa apreciar su verdadero talento:
Los golpes y la defensa.
Una vez que supera sin problemas una curiosa prueba, la de patinar, el equipo no duda en hacerse con sus servicios, con el objetivo de incrementar la unión del grupo.
Sus inicios en este deporte, son muy complicados, sobre todo teniendo en cuenta que todos, y cada uno de los integrantes del equipo, aprecian desde su llegada, que posee una personalidad bastante extraña.
Sin embargo, gracias a la confianza del entrenador y del resto del cuerpo técnico, Doug consigue ganarse la titularidad y el respeto de sus compañeros, tanto dentro como fuera del vestuario.
Poco a poco va perfeccionando su técnica a la hora de manejar el “stick”, si bien es cierto que su destreza a la hora de correr con los patines, deja mucho que desear... esto le obliga a seguir practicando de manera continua e intensa, algo que le va a permitir convertirse en uno de los profesionales más célebres y admirados por todos los fanáticos del hockey.
En cierto modo, es sorprendente que no sea necesario tener ni idea de hockey para disfrutar de Goon.
Esto es sólo sobre un hombre que vive su sueño.
Lo que destaca de Goon, es el corazón que demuestran sus personajes y por el deporte en el que participan; y funciona muy bien mezclando comedia con drama, donde la actuación de Seann William Scott está a la altura de lo requerido.
Sin ser una gran película, cumple con lo que se propone, y llama a la reflexión de la violencia en el deporte.
“I'm here to do whatever they need me to do.
You know, if they need me to bleed, then I'll bleed for my team”
Esta entretenida película independiente sobre el mundo del hockey sobre hielo, tiene su más grande impulsor en Jay Baruchel.
Un canadiense que adora su país, y está totalmente comprometido a realizar cine de su país, en su país, y con sus paisanos.
Asimismo, el actor es un enamorado del deporte del hockey y, viendo que últimamente no se hacía ninguna comedia referente con este deporte, tan popular en Canadá, decidió hacerse cargo del libro en el que se basa la película, y adaptarlo al cine junto a Evan Goldberg; presentando la premisa del clásico equipo de marginados que consigue unirse y llevarse algunas victorias, gracias a la llegada de un nuevo integrante, que tiene una especie de retraso mental, pero sabe pelear bien.
Doug, trabaja como guardia de un pub en una ciudad de Massachusetts.
Ya que no destaca por su inteligencia, Doug se basa en sus puños para mantener a raya a quienes van a beber al lugar.
Tras una pelea en un partido de hockey, él es contactado por el entrenador de un equipo local, quien le propone ser su nuevo jugador.
Doug apenas sabe patinar sobre hielo, pero acepta la oferta.
Su tarea en el equipo, no consiste en planear jugadas, ni en anotar, sino que en defender a sus compañeros de los jugadores contrarios, debiendo recurrir incluso a los golpes.
Mientras en deportes como el fútbol o el básquetbol, las peleas son severamente castigadas, en el hockey sobre hielo son pan de cada día, y los involucrados solo reciben una suspensión de un par de minutos, siempre y cuando la pelea no pase a mayores, y haya sido consentida entre ambos jugadores.
Y es que Doug tiene una capacidad extraordinaria para recibir golpes, lo que lo transforma rápidamente en una estrella.
Esto permite que sea transferido a un nuevo equipo, el que si bien no tiene una buena racha, podría mejorarla gracias a su adquisición.
Allí, él comparte departamento con uno de sus nuevos compañeros:
Xavier Laflamme (Marc-André Grondin), quien hace algún tiempo presagiaba grandes éxitos, pero debido a un golpe que recibió en un partido, perdió la confianza necesaria, y cayó en la droga y los excesos.
De aquí en adelante, Doug intentará salir adelante con su equipo, y además, conocerá a una joven llamada Eva (Alison Pill), de quien se enamora pese a que ella tiene novio…
Pese a ser una comedia, Goon tiene algunos momentos dramáticos que resultan bastante genuinos.
La ya mencionada relación entre Doug y Eva, es uno de ellos, pero quizás lo más interesante, es la relación que Doug tiene dentro del equipo en el que participa, su influencia en ganar el auto respeto, la confianza y la unión como grupo, será vital y procederá del mismo Doug.
Pero sus padres no se sienten cómodos con la elección de su hijo, con “el trabajo”, y además de mencionar la idea de que busque alguna actividad más “respetable”, le dicen que su rol dentro de la cancha, se limita a hacer sangrar, para que un grupo de hinchas lo aplaudan.
Posteriormente, él conversará con Ross “The Boss” Rhea (Liev Schreiber), un jugador que está a punto de retirarse, y con quien comparte el mismo rol dentro de la cancha, “golpear y ser golpeado”, el de “goon”
Rhea le dice, que si bien ambos son buenos en sus puestos, no pueden hacer nada más, y deben conformarse con ser unos brutos que están al servicio de los verdaderos jugadores de hockey.
Otro personaje interesante, es Xavier Laflamme, cuya relación con Doug pasa de la indiferencia a la hostilidad, para finalmente llegar al entendimiento.
Y es que Doug no llega a la estupidez, sino que es más bien lento…
Además, se caracteriza por tener un buen corazón, lo que obviamente genera una contradicción entre su verdadera personalidad, y el personaje que los hinchas del equipo idolatran.
Doug, no se dedica al hockey para pelear, sino que para ayudar al equipo, que es algo muy significativo y diferente; por lo que él decide dedicarse al deporte, cuando se da cuenta que tiene una habilidad que no conocía, la cual es útil para sus compañeros de equipo.
Del reparto, actores como Seann William Scott, no se caracterizan por su versatilidad en la pantalla; y no estaría exagerando al decir que desde “American Pie”, Scott ha hecho siempre el mismo personaje cómico, inmaduro y caliente.
En Goon, en cambio, opta por mostrarnos que tiene más de una sola emoción, llegando incluso a entregar algo de drama, y que realmente aplaudo, pues es un actor muy querido y carismático, que se merece salir del encasillamiento.
Si se queda uno en esto, Goon consigue algunos momentos hermosos, y puede ser lo mejor que ha hecho Seann William Scott, empleando más talento del que le conocíamos, para explicarnos lo limitado que es.
Pasa lo mismo con el romance que vive…
Con ella, y sus frases que pueden ser totalmente misóginas, o la pista de una mujer fuerte y libre; según como la escuches, pero su interpretación te permite buscar cualquiera de estos trasfondos, lo que pasa es que no le dan suficiente desarrollo ni a su historia, ni a su talento.
Como dato, Seann William Scott ganó peso para el papel de Doug Glatt, además de tomar clases intensivas de patinaje, y pelear en el hielo.
Por su parte, la chica/interés amoroso del protagonista, que fuera en aquel entonces, prometida de Jay Baruchel, y también canadiense Alison Pill, está correcta.
Curt Keilback, que desempeña el papel del locutor de Halifax, Rod McCaudry, es en realidad un ex-locutor de la NHL.
No obstante, Goon cae en estereotipos para representar a algunos de sus personajes secundarios, como:
Pat (Jay Baruchel), el mejor amigo de Doug, quien es un joven flaco, eufórico y obsesionado con el sexo, en una parte de la película, se bromea que podría tener Síndrome de Tourette, es decir, problemas con los “tics” nerviosos… o el hermano gay…
Pero fuera de estos tipos de personajes, que están solo para entregar una que otra risa, el resto de los personajes secundarios tienen algo más de profundidad.
Es decir, no se cae en el exceso, donde todos los personajes son estereotipos, excepto la pareja protagonista.
Por su parte, el neoyorkino Liev Schreiber, está estupendo en su corto metraje; así como también destacaría al atractivo canadiense, Mar-André Grondin y sus problemas con drogas, y a Kim Coates, el entrenador del equipo.
Como dato de producción, se cuenta que se usaron casi 30 dobles de acción para hacer las escenas de peleas; y aunque Goon posee errores notables, anacronismos y geográficos, se deja ver con facilidad, a quienes no saben nada del deporte, pues las fallas tienen que ver con ello.
Por último, gran parte de la banda sonora, cuenta con músicos y bandas canadienses:
Rush; Modernettes; 83; Sheriff; No Joy; Nightseeker; Cancer Bats; Bruce Cockburn; Les Ekorches; Edith Butler; Matt Masters; Chilliwack; Michel Pagliaro; Sloan; Enter The Haggis; Socalled; Radio Radio, etc.
“We're playing divorced guys”
Ha quedado abierta la posibilidad de que la NHL tome el modelo de la NFL de fútbol americano, y limite la brutalidad en el deporte, con nuevas reglas.
Después de que a más de 20 profesionales del “football” se les diagnosticaran daños cerebrales, después de su carrera, se prohibieron los golpes fuertes en la cabeza.
Y es que la violencia ha sido una parte del hockey sobre hielo, desde al menos los principios de 1900.
Según el libro “Hockey: A People's History”, sólo en 1904, 4 jugadores fueron asesinados durante los partidos de hockey, por las peleas frecuentes y violentas.
Las peleas en el hockey sobre hielo, no son una novedad; de hecho, existen desde el nacimiento mismo de este deporte, y se podría argumentar, por tanto, que son parte integral de su ADN.
No queda claro, cuándo fue la primera pelea en un partido de hockey, pero la teoría más común, es que en los inicios de este deporte había muy pocas reglas, por lo que la violencia sencillamente nunca se llegó a regular.
Otras explicaciones sugieren, que la pobreza del Canadá rural del siglo XIX, provocaba una frustración que, trasladada al hockey hielo, se traducía en multitud de peleas.
También se ha sugerido, que la introducción de las líneas azules, las marcas que dividen el campo en 3/3, y la normativa que permitía pases hacia adelante en el tercio central, desencadenaron un aumento de los choques físicos en los partidos.
Ejemplos más modernos de violencia, incluyen peleas, participación de los aficionados, abuso físico de los funcionarios, y lesiones deliberadas a los opositores.
Acciones violentas como patear, golpear por detrás y prohibir lo golpes con los palos, son penalizadas con suspensiones o multas.
La lucha, o puñetazos, también se penalizan, pero es considerado por muchos entusiastas del hockey, especialmente en América del Norte, algo muy distinto de otros actos violentos; y consideran la lucha, como una parte arraigada, aceptable e integral del juego.
El libro de reglas de la NHL, da a los jugadores que participan en una pelea, 5 minutos de castigo, y para el que la inicia, debe cumplir con una penalización de 17 minutos, pero en absoluto retiran al jugador.
En otra aclaración de las reglas, si un jugador incurre en una 3ª agresión, recibe una suspensión automática de 2 juegos, y si es el instigador, una 4ª pelea en la misma temporada, y se le suspende 4 partidos.
En el hielo, los árbitros pueden imponer sanciones por actividades prohibidas; pero fuera del hielo, la NHL, a veces multa, suspende o expulsa a los jugadores.
El sistema de justicia penal, también ha sido conocido por investigar, acusar y condenar a los jugadores.
Como resultado, el hockey se ha vuelto mucho más regulado, y el elemento violento, mucho más controlado.
Esto ha sido ayudado, en gran parte, por aumentos dramáticos en los procesos disciplinarios, y la tecnología permitiendo un alto nivel de escrutinio de cualquier evento que ocurra.
En un conteo desde 1968 a la fecha, se han registrado al menos 9 muertes de jugadores relacionadas con la práctica de este deporte.
La última fue en el 2016, de Alexander Orekhov, integrante de la selección rusa Sub-18, quien fue golpeado en el cuello, tras el disparo de un disco; en el 2013, y en el 2016, Dmitri Uchaykin, quien jugó para la Super Liga rusa, fue golpeado en la cabeza durante una jugada.
Otra posible razón de la disminución de la lucha, y el uso del “enforcer” es una mayor conciencia de los riesgos del traumatismo craneal, y la consiguiente encefalopatía traumática crónica.
Durante el verano de 2011, 3 jugadores de la NHL murieron:
Derek Boogaard murió a la edad de 28 años, por una mezcla accidental de analgésicos y alcohol.
Rick Rypien murió a la edad de 27 años, de lo que más tarde se confirmó como un suicidio.
Y Wade Belak fue encontrado muerto a la edad de 35 años, en su habitación de hotel de Toronto, bajo circunstancias que poco claras, que señalan como un suicidio.
Los 3 tuvieron un punto en común:
Como jugadores, no se destacaron por la filigrana, con el “puck”, sino más bien por vengar con dureza las faltas a sus compañeros más talentosos.
Numerosos equipos de la NHL, tienen en sus filas al llamado “enforcer”
Ahora, se debate sobre si en los tiempos actuales, esa figura es legítima.
Es un hecho que La Liga no escribe una penalización o más reglas, porque saben que siempre van a ocurrir.
En otro deporte, le pegas a alguien y te echan del juego, pero en el hockey no.
Los que apoyan este deporte, dicen que pelear es algo necesario para evitar algo peor.
En 2014, 9 ex jugadores demandaron a la NHL por “promover de forma intencionada, una cultura de violencia extrema”
La demanda presentada, refirió que la NHL no alertó a los jugadores de los peligros del deporte, y de que “promovió deliberadamente la violencia para su beneficio”
Y es que a través del sofisticado uso de la violencia extrema como producto, con el que la NHL generó miles de millones de dólares, la NHL ha predispuesto, y continúa predisponiendo a sus jugadores al inminente riesgo de trauma craneoencefálico, y como resultado, a consecuencias de salud devastadoras a largo plazo.
Entre los demandantes, hay jugadores conocidos por su historial violento:
Michael Peluso quien, por ejemplo, tuvo 179 peleas en sus 9 años de carrera, y en la temporada 1991-1992, lideró con 408 minutos el ranking de castigos.
El ex profesional aseguró, que sufre depresiones y problemas relacionados con las conmociones cerebrales.
No es la primera demanda contra la NHL por su violencia…
La familia de Derek Boogaard, denunció a la institución por homicidio culposo, al hacerla responsable del daño cerebral que condujo a la muerte del atleta, por una sobredosis accidental de calmantes y alcohol, en 2011.
En noviembre de 2013, otro grupo de ex profesionales, también acusó a la NHL de no haber hecho más para atajar las lesiones en la cabeza, y que en lugar de eso, celebró la cultura de la velocidad y la violencia.
“Estamos satisfechos con nuestro historial en cuanto a seguridad de los jugadores”, dijo el subcomisionado de la NHL, Bill Daly.
El hockey, se encuentra en una situación similar a la de la NFL, que ha llegado a un acuerdo con ex jugadores para pagarles $765 millones, y zanjar así las demandas por ocultar, o minimizado, el riesgo de las lesiones cerebrales; sin embargo, el preacuerdo entre la Liga de futbol, y 4.500 ex jugadores, fue rechazado por una jueza, quien consideró que esos $765 millones son insuficientes.
El juez jubilado, Georges Laraque, ha sugerido que la NHL proporcione asesoramiento a los agentes de policía, pero el periodista y escritor deportivo, Roy Macgregor, opina que a la luz de los trágicos eventos recientes, se debería hacer más al respecto, incluyendo eliminar al “goon” del conjunto.
Así las cosas, la NHL se enfrenta a un gran dilema:
Las peleas son, sin duda, lo más destacado de cada partido:
¿Quién no va al hockey con la secreta esperanza de ver una buena paliza?
Pero el morbo y ganas de diversión a costa de otros, y el interés económico por parte de los directivos del hockey, pueden acabar con la salud de los jugadores.
El hockey sobre hielo, como sucede en la mayoría de disciplinas, es cada vez más rápido, y técnicamente más exigente.
El tiempo que les queda a los “enforcers” para liarla es cada vez menor, y probablemente acabará expirando…
Lo que esto pueda significar para el futuro de las peleas en el hockey, está por verse; de momento, suponemos que los guantes no dejarán de volar, y los puños permanecerán listos para chocar contra mandíbulas ajenas.
En cualquier caso, lo que suele pasar cuando la testosterona se junta con la adrenalina, y esto sí que es inevitable, es que se produce un cortocircuito en la cabeza del jugador, y se pone a repartir puñetazos como si no hubiera mañana.
Por eso van aún los aficionados al campo... y en última instancia, y siendo dolorosamente realistas, por eso sigue existiendo el hockey.

“Look, no disrespect intended, but honestly fuck your parents if they don't fucking appreciate you”



Comentarios

Entradas populares