Epic

Epic
“Many leaves, one tree.
We're all individuals, but we're still connected.
No one's alone”

El cine de animación, ha dado un tremendo salto en los últimos tiempos, eso es innegable.
Hemos podido disfrutar de grandes propuestas, en las que la animación era un mero vehículo para hacer llegar a los espectadores, el verdadero interés de la historia.
Por otra parte, también hemos podido ver producciones, en las que la historia se acerca más bien, a un segundo plano, primando la belleza visual de las imágenes.
En contadas ocasiones en el mundo del cine, y sobre todo en de la animación, se recurre a las cosas pequeñas, ya sean mini seres humanos, o juguetes que tienen vida.
La ficción, se encarga de colarse en cada uno de los entresijos que abre la realidad:
Un bosque ha sido, entre los muchos alicientes de la naturaleza, el espacio para especular sobre el bien y sobre el mal, sobre nuestros orígenes, y nuestras dependencias.
Por ello, el bosque es un lugar en el que puede ocurrir de todo y, efectivamente, ocurre de todo.
“Just because you haven't seen something doesn't mean it's not there”
Epic es una película animada, del año 2013, dirigida por Chris Wedge.
Protagonizada por Beyoncé Knowles, Colin Farrell, Josh Hutcherson, Christoph Waltz, Amanda Seyfried, entre otros.
El guión es de Daniel Shere, Tom J. Astle, Matt Ember, y James V. Hart, basados en el libro infantil “The Leaf Men and The Brave Good Bugs” (1996) de William Edward Joyce.
El título original, está a su vez inspirado en el sencillo homónimo de la banda estadounidense, Faith No More, lanzado en el año 1990, y le debe en parte a esto, su renombre entre los espectadores de todas partes del mundo.
El libro infantil “The Leaf Men and The Brave Good Bugs”, describe una especie de guerreros samurái, los “LeafMen” u “Hombres Hoja”, y una batalla entre las fuerzas de la vida, y las fuerzas de la destrucción, que se desarrollaba en el propio jardín de nuestra casa.
Uno de los puntos fuertes de Joyce, y sello distintivo, es la fuerza de las ilustraciones en sus obras, y su incomparable manera para transmitir energía.
Nos invita constantemente, a entrar en un mundo lleno de diversión, emoción, y aventuras.
En cada trabajo, transmite ansias por explorar, respirar, y caminar por esos mundos.
En cada obra, William Joyce nos abre una puerta a la imaginación.
Joyce posee la capacidad de sorprender y emocionar.
Capacidad difícil de encontrar, y que deberíamos cultivar.
Y su fuerza está, en que sorprende no sólo a niños, sino a aquellos que buscan poder seguir disfrutando de la magia, en cualquiera de sus formas, porque la imaginación, es poder, y la magia es imaginación.
En Epic, Joyce ejerce un triple cometido:
Es el guionista, el productor ejecutivo, y el diseñador de producción.
Y esa presencia, se advierte en todos los aspectos de Epic.
Como su título anuncia, la película de Wedge y Joyce, es épica, y plantea situaciones dignas de una gran aventura fantástica, donde se demuestra que la naturaleza, es un gran ser viviente.
Epic cuenta la historia de las continuas batallas entre las fuerzas del bien, las cuales mantienen al mundo natural con vida, y las fuerzas del mal, las cuales intentan destruirlo.
Mary Katherine (Amanda Seyfried), es una joven adolescente, que intenta rescatar la relación con su padre, El Profesor Bomba (Jason Sudeikis), un científico que está obsesionado con descubrir una diminuta sociedad, que habita de manera secreta en el bosque, idea que le parece absurda a Mary, hasta que inesperadamente, es transportada a este universo secreto, situándola en medio de una batalla entre los Leafmen, y los Boggans.
Epic aporta como novedad, el protagonismo animado de las plantas, que se deja ver en la forma de un mundo de pequeños seres, derivados de las hojas, y de las flores.
Estos “seres hoja”, viajan sobre bellos pájaros colibrís arcoíris.
La Reina Tara (Beyoncé Knowles), a modo de “Reina de La Creación”,  ha sido concebida como un ser magnífico, con una rica vestimenta, y un porte sereno; y se desliza en un rico carruaje de verdes hojas, arrastrado por elegantes libélulas, que la deposita sobre hojas y nenúfares, en un lago de aguas apacibles.
La Reina, se reproduce a través de un delicado capullo, que bajo la luz del astro, durante el solsticio, se abre, y se convierte en chispas de vida, que se posan sobre una flor elegida, la nueva Reina, para que la vida no muera.
Acá, hay una bella metáfora sobre la creación verde, absolutamente brillante e iluminada, que muere y vive continuamente, a través de procesos de floración, que dependen de los delicados equilibrios de las luces celestiales.
Pero Epic plantea la existencia de un reino paralelo, de colores apagados, oscuros, y grises, en el cual, sus habitantes, todos guerreros, se cubren con pieles de ratas, y con esqueletos, y que viajan sobre pájaros de aspecto terrible, a modo de vampiros o murciélagos.
Tienen como misión, erosionar la tierra, destruir el verde, y los colores de la flora, y apagar la vida luminosa; por ello, están en continua y épica batalla con “los seres hoja” y quieren acabar con La Reina Tara y su cortejo.
Lo importante aquí, es que el niño que llevas dentro, cuando permites que se exprese, te dice, con tono cada vez más desesperado, que tus sueños pueden hacerse realidad... porque tal vez, ya sean reales.
No importa cuántas veces, tus prospecciones terminasen en una aplastante decepción; concédele una última oportunidad a la magia, ¿por qué no?, y verás por fin, cómo la fe obtiene su merecida recompensa.
“When I get big again, I'm so coming back here with a box of bug spray”
A Wedge, habría que darle, o proporcionarle el mérito de Epic, el mérito técnico, pues aúna de forma asombrosa, todos los avances que la industria de la animación hayan podido imaginar.
Visionar una cinta de semejante calidad técnica, es difícil, pues captan cada mueca milimétricamente de la faz humana, de los movimientos de los animales, los insectos, y la naturaleza.
Consiguen que cada día, sea más placentero esto, de ver imágenes hechas por ordenador; y lo mejor, la libertad de la cámara, pues Wedge saca todo el potencial a este recurso, y cuando digo todo es todo, lo exprime al máximo, y rueda secuencias maravillosas.
Epic presenta una agradable historia, en la que cada uno de sus personajes tiene un rol muy definido, siendo de agradecer, que su guion esté bastante cuidado.
Por supuesto, que la trama no es compleja, pero se consigue un elogiable equilibrio entre sus distintos contenidos:
Unos, claramente dirigidos al público infantil, tal y como sucede cuando aparecen la babosa y el caracol; y otros que incluso, buscan captar la atención de los adolescentes, y adultos.
Desde luego, uno de los mejores apartados de Epic, es el relacionado con sus imágenes, y animación, de tal modo que, hasta me atrevería a calificarlo de deslumbrante.
De hecho, sirve para que nos introduzcamos aún más, en este placentero cuento, en el que la magia y la realidad se dan la mano.
Pareciera que no hubiera límite a la creatividad de artistas como Chris Wedge, respaldados por ese enorme batallón de dibujantes, y de creadores de imágenes digitales.
Es singular el realismo que han ido desarrollando, sobre todo, en la capacidad para dotar de gestos y de emociones a los personajes de las animaciones.
Naturalmente, que es esencial el efecto de las voces, aportadas por actores, y personas de alta sensibilidad, que se meten en los personajes, hasta sentirlos reales.
Pero las texturas de las pieles, las miradas, los movimientos, alcanzan dimensiones más que humanas, que generan empatía, y cercanía en el espectador.
Dentro de este universo, Wedge entremezcla espectaculares escenas bélicas, con íntimas y emotivas interacciones de personajes, además de sazonar el relato, con toques de humor, diversión, y romance.
A pesar de la maravillosa factoría visual, que abre una nueva senda en el área de la animación, en cuanto a espectacularidad, realismo, acción, y aventura, no obstante, son los personajes de Epic, y los actores que los interpretan, quienes tienen el protagonismo absoluto.
Mary Katherine, llamada “MK” es una inteligente, animosa, y testaruda muchacha de 17 años de edad, quien se encuentra en la travesía de su vida.
Después de regresar al hogar de su infancia, para conectarse con su recluso padre, MK pierde la paciencia con sus interminables historias de “la gente pequeña que vive en el bosque”
Pero cuando mágicamente, es transportada al mundo de los Leafmen, ella adquiere una nueva perspectiva.
Para encontrar su camino de regreso a casa, MK debe de hacer algo más que tan solo creer en este mundo; tendrá que ayudar a salvarlo.
MK, la heroína de Epic, muestra su inteligencia y valor, mientras va aprendiendo más de su mundo, y el lugar que ocupa dentro de éste.
Atrevido y guapo, a Nod (Josh Hutcherson) le gusta romper las reglas, y actuar por su cuenta.
Pero su descarado individualismo, no encaja con los ideales de los Leafmen, acerca del trabajo en equipo, y la unidad, así que abandona al equipo.
Después de que una adolescente entra en su mundo, y cuando todo está en juego, Nod descubre lo que se necesita, para ser un verdadero héroe.
Por lo que Nod encuentra la motivación y la fuerza que no sabía que estaba buscando.
MK y Nod, experimentan de manera simultánea, un viaje transformador, lo cual les une y, a su vez, enciende una chispa romántica que, inicialmente, se mezcla con recíprocos sentimientos de antagonismo y desconfianza.
Su atracción mutua, surge en buena medida, por sus coincidentes sensaciones de desavenencia con algo:
MK, debido al circunstancialmente fracasado reencuentro con su padre; y Nod, por su natural rebeldía, que él dirige mayormente hacia su figura paterna, Ronin, el líder de los Leafmen.
Ronin (Colin Farrell), de facciones anglosajonas, y forjado en las batallas, es el líder de los Leafmen; el cuerpo de elite de guerreros, que están jurados a proteger toda la vida en el bosque.
Él vive por su credo “Muchas hojas, un solo árbol”, y no pensaría 2 veces, en arriesgar su vida por alguien que le importa.
Cuando el bosque y su amada Reina, son puestos bajo sitio, Ronin conduce a los Leafmen a la acción, con su valor y su humor seco.
Bella, ágil, y fuerte, La Reina Tara, no solo es La Reina de Los Leafmen; ella es la fuerza de vida del bosque, el cual rige con respeto, compasión, y humor.
Tara es nada más y nada menos, que la propia Madre Naturaleza.
Tiene una poderosa conexión con La Tierra:
Las flores brotan, y se inclinan ante ella, en señal de reverencia.
Cuando La Reina Tara se encuentra en peligro, su conexión única con la naturaleza, le da aliados poderosos.
Y cuando toda esperanza parece perdida, ella pide la ayuda, en el lugar más sorprendente de todos.
El hogar de La Reina Tara, es Moonhaven, un verdadero Edén, compuesto por plantas y piedras vivas, y que irradia perfección y armonía.
Uno de los enclaves más sacrosantos de Moonhaven, es una zona situada al final de un estanque, donde 2 de sus súbditos, prestan cuidados a unas vainas, de las cuales, Tara seleccionará a su heredera.
Una vez cada 100 años, una nueva vaina brota, para sustituir a La Reina vigente.
La muerte de La Reina, no es más que el inicio, de que todo tiene un principio y un final, de que todas las cosas, por muy pequeñas que sean, pueden lograr en conjunto, acciones mucho mayores.
A primeras vistas, Nim Galuu (Steven Tyler) es un consumado animal de las fiestas, pero no dejen que esta sobre dimensionada oruga los engañe, su sapiencia y conocimientos empíricos, lo hacen un jugador clave, tras bambalinas, en la batalla épica para salvar al bosque.
Muy bajos en la cadena alimentaria evolutiva, pero muy altos en su autoestima, Mub (Aziz Ansari), un auto proclamado “Don Juan”; y Grub (Chris O’Dowd), un aspirante a Leafman, son los cuidadores de las semillas reales, las cuales florecerán, hasta convertirse en el futuro Rey o Reina del bosque.
Este dueto cómico, compuesto por un caracol y una babosa, carecen de agallas literalmente, pero demuestran verdadero valor, al unirse a la lucha por salvar su mundo.
Un excéntrico y olvidadizo profesor, Bomba se ha distanciado de su hija adolescente MK.
Él vive en medio del bosque, en una casa desvencijada, en donde se rodea de extraños aparatos, hechos en casa.
Su vida está dedicada a, algunos dirían obsesionada con, el estudio de una sociedad de gente minúscula, a la que jamás ha visto.
Pero cuando desaparece MK, Bomba debe de colocar sus propios sueños bajo el microscopio, y encontrar lo que siempre ha buscado.
Dotado o maldecido, con la habilidad para llevar la destrucción a todo lo que toca, Mandrake (Christoph Waltz), y sus huestes Boggianas, son los archienemigos de los Leafmen.
Mandrake, está cansado de esconderse en las sombras, y con su hijo a su lado, planea su venganza final:
Reclamar el bosque, el cual él cree que siempre ha sido suyo.
Sus agudamente elocuentes reflexiones y amenazas, complementan su vampírica apariencia; incluso luce una capa de murciélago…
Los realizadores, concibieron a los Boggans, como los autores del deterioro de la naturaleza.
Wedge explica:
“Cuando das un paseo por el bosque, o por un parque, puedes ver algo parecido a una protuberancia cancerosa que sale de un árbol.
Eso es obra de los Boggan”
La capital de su reino de descomposición, se denomina “WrathWood”, o “Bosque de La Ira”, cuyos oscuros, retorcidos, y claustrofóbicos túneles, ofrecen un nítido contraste con la pureza, y luminosidad de “Moonhaven”
Otro punto a favor, es a mi parecer, las relaciones entre los personajes.
Me han parecido muy reales las conexiones, en especial, la relación de la protagonista con su padre; y la amistad entre los 2 roles masculinos.
Claro que, los guionistas, podrían haber profundizado algo más en estas interacciones, entre los personajes, pues realmente se le da más importancia a la acción y la aventura, que a las relaciones; sin embargo, tal y como están, me parecieron lo suficientemente sinceras, como para disfrutarlas y sentirme identificado.
Lo malo de Epic, es que ya nos han contado muchas veces, y de diversas formas, leyendas de criaturas diminutas, que conviven en la naturaleza y/o entre nosotros, con protagonistas humanos, que van entre la incredulidad, y aceptar su destino de acabar formando parte de ellos, y ayudarles en su propósito…
Por otro lado, en una parte del diálogo de Nim, se le escucha decir que “necesita oler más” de ¿no se sabe qué?
Y la clara asexualidad de los moluscos gasterópodos; o la apariencia afro-indígena de La Reina, y la discapacidad del perro latoso, son notables.
También, nos han contado muchas veces, la eterna lucha y/o equilibrio entre el bien y el mal, la luz y la oscuridad, e hilando más fino, y en este caso, la belleza y la vida, contra la podredumbre y la muerte…
Pero he de recordar, que la naturaleza muerta, también tiene su propio encanto, y una forma de ser, que reivindica el continuo contacto, con el cese de la vida.
En lo técnico, está muy logrado el juego de colores, el verde como símbolo de vida y de los buenos; y el gris como muerte, destrucción, y por contraposición, como el color que representa a los malos.
El color, no sólo está utilizado para caracterizar a los personajes, sino que además, los decorados tienden a estos colores, logrando por momentos, una fotografía animada muy elogiable, casi hiper realista, nótese en los detalles de los trajes, los pájaros y los insectos.
Otro gran momento, es el contraste entre los protagonistas diminutos, y el profesor Bomba.
La voz que escuchan del padre de MK, está distorsionada, no se le entiende, lo mismo que nos ocurre cuando los animales nos intentan decir algo mediante sonidos que no entendemos, lo cual es científicamente probable.
Ni hablar de las escenas, muchas hechas claramente para el 3D, y cargada de luz y color, destacan su aspecto visual.
Destacan por encima de todas las secuencias de acción, donde recurre al plano secuencia de una manera mareante, pero eficaz, y vertiginosa, donde no se escapa nada a la vista del espectador, vemos todo lo que sucede, y consigue un efecto si cabe, más realista.
Consiguen planos imposibles, pero no de manera que comprometa el desarrollo normal de la trama, si no que acompañan de manera estudiada, a cada una de las situaciones que acontecen.
“What's that little saying you people have?
“Lots of leaves, something, something...”
Very inspiring.
But in the end, every leaf falls and dies alone”
Es bien sabido que, en la naturaleza, realmente, no hay seres oscuros, ni seres luminosos, ya que todos los millones de especies animales y vegetales, y las de los demás reinos animados, no importa su apariencia, hacen parte de un misterioso, y complejo equilibrio natural, en el cual, cada ser desempeña funciones ecológicas y vitales, en medio de la vida y de la muerte natural, que hacen parte de los ciclos de la materia, y de la energía.
Queda como interpretación, el asimilar a la capacidad destructiva del reino oscuro, la actividad humana, que cada día se considera más, y más dañina, más incapaz de apreciar la delicada belleza del reino secreto de la naturaleza.
Bajo esta visión apocalíptica y nefasta del ser humano, como oscuro y maligno destructor, se requiere un nuevo paradigma, una nueva posibilidad.
Resuelve entonces Epic, como la situación de conflicto natural, mediante la intervención ilustrada del ser humano, que combina el conocimiento científico del padre, con la sensibilidad de la hija.
En este sentido, no se duda de utilizar los medios modernos de comunicación, incluyendo las cámaras, el computador, y los celulares, cuyos alcances llegan hasta ese reino secreto, para que permanezca, y se enriquezca la comunicación entre los humanos, y la vida natural.
Este es un interesante mensaje, rico en posibilidades.
Quizás no estamos tan alejados los seres humanos del verde esplendoroso de lo natural.
Y como dijo William Joyce:
“Los niños necesitan creer en algo mágico, y mejor que la realidad”

“If our world dies, your world will die too”



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