Joy Ride

“He's watching us!”

En los años 70, “La Fiebre del CB Radio”, o “Citizens Band Radio”, invadió los Estados Unidos; por definición, la CB Radio es la porción del espectro de frecuencias, destinada a la libre comunicación entre el personal civil, por medio de la radio, y sin que medien exámenes, o preparación especializada.
Llamada también “La Banda Ciudadana”, se refieren a ella, por su frecuencia de 27 MHz, o bien por su longitud de onda, que es de 11 metros.
Aunque los canales se pueden usar libremente, existen unos que tienen una utilización específica:
El canal 9, es el denominado “canal de emergencia”, y se utiliza para comunicar en situaciones de este tipo, organizaciones como Cruz Roja o bomberos, en ocasiones mantienen escucha en este canal, aunque esta práctica está cayendo en desuso, desde la popularización de la telefonía móvil, y servicios como el 112 en Europa, o 911 en EEUU.
El canal 19, es el denominado “canal de carretera”, y es utilizado principalmente, por camioneros y transportistas, generalmente, es utilizado para comunicaciones relacionadas con incidencias en carreteras, como atascos, controles policiales, o preguntar, cómo llegar a un determinado lugar, entre otros.
El canal 2, lo usan los turistas itinerantes en autocaravanas, para determinar lugares que se pueden visitar, para definir los lugares de pernoctas, etc.
El canal 16, se usa por usuarios de vehículos todo terreno, en rutas por montaña, y por comunicaciones en general, entre ellos.
Hay que considerar a “La Banda Ciudadana” como un hobby, que permite llenar los tiempos de ocio, mediante la comunicación; por ello, la Citizens Band Radio, es un sistema de comunicaciones de onda corta, que se convirtió en el juguete preferido de los motoristas, para charlar los unos con los otros, cuando hacían viajes largos.
Los usuarios de las radios CB, se identificaban normalmente por un mote, o un alias, que les permitía quedar en el anonimato y, a veces, era fuente de un cachondeo sano…
Pero en los 90, las radios CB cayeron casi por completo en el olvido, por la llegada de las nuevas tecnologías, como los teléfonos móviles, e Internet.
La red permitía mil formas de comunicaciones anónimas, no sólo en un corto tramo de autopista, sino por todo el mundo.
No obstante, en algunas circunstancias, la CBR, pueden prestarse servicios a la sociedad, pues gracias al uso de los equipos de CB, se han evitado, o ayudado en algunas catástrofes, interviniendo en emergencias, y prestando socorro en inundaciones, accidentes, incendios, y otros desastres.
La idea de atravesar los EEUU en coche, conformando una aventura a cada kilómetro que pasa, es un sueño con el que los estadounidenses fantasean durante su juventud.
Fruto de esa realidad alucinada, nace un género cinematográfico, a principios de los 70, llamado “road movie”
Una “road movie”, sencillamente es un film que se desarrolla en torno a un viaje en carretera, y a los hechos que a los protagonistas les sucede en dicho desplazamiento.
Obviamente, sus subgéneros son muy amplios, y unos de los más inquietantes, son los que derivan del terror, y del thriller.
La conjunción de cine de terror o thriller, y la profesión de transportista, siempre ha sido atractiva.
Parece que conducir un camión, tener la carretera bajo tus pies, y una máquina potente entre tus manos, es algo oscuro que produce una malvada necesidad de manipular y destruir a los conductores de vehículos, mucho menos intimidantes.
Debe ser parecido a la sensación de poder absoluto, pero con volante mediante.
A los directores inquietantes, no se les ha pasado por alto tal circunstancia, y nos han enseñado que, no es la carretera la que mata, sino quienes circulan por ella.
“Listen, you sick fuck, you pathetic, lonely, walkie-talkie, freak show motherfucker.
You're not getting anything from me.
Know why?
Because I have something that's more powerful then your psychosis.
It's called a volume knob, and the only thing I have to do to make you go away is to turn it counterclockwise.
You got that?
You copy that?”
Joy Ride es una película de terror del año 2001, dirigida por John Dahl.
Protagonizada por Steve Zahn, Paul Walker, Leelee Sobieski, Jessica Browman, Stuart Stone, Basil Wallace, Rachel Singer, entre otros.
El guión es de Clay Tarver, y J.J. Abrams; el cual tuvo la idea de la escena que fue el germen de Joy Ride.
“Imagina”, explica Clay Tarver, “2 tipos que van conduciendo por una autopista perdida.
Se lo están pasando bien, cuando una voz sale del receptor de radioaficionado, y dice:
“Deberíais tener las luces de atrás puestas”
Los chicos miran a su alrededor, pero no hay nadie por ahí”
Basándose en esta premisa, que suena realmente inquietante, Abrams y Tarver prepararon un guión, que está lleno de sustos, humor, sorpresas, y mucho más.
“El humor, proviene de la situación y de los personajes”, explica Tarver.
“Las cosas más divertidas, ocurren cuando estás asustado, o te encuentras en una situación que te alarma.
Y nosotros intentamos crear personajes divertidos, y con baja autoestima, pero que también dan juego” sentenció.
Aunque Joy Ride recaudó sólo un poco más de $21millones en taquilla, su éxito más bien fue en formatos caseros, y transmisión en TV, que la convirtió en un filme de culto, entre fans del terror y el suspenso.
Han empezado las vacaciones de verano, y el estudiante de segundo año de Universidad, Lewis Thomas (Paul Walker), está listo para embarcarse en un viaje por carretera, a través del país, con la chica de sus sueños:
Venna Wilcox (Leelee Sobieski)
Pero los planes románticos de Lewis se van al garete, cuando para a recoger a Fuller (Steve Zahn), su desastroso hermano mayor.
Fuller, famoso por meterse siempre en líos, anima a Lewis a cachondearse de un solitario camionero, a través de una radio de onda corta.
El camionero, una desconocida y terrorífica fuerza, conocida por su alias, “Rusty Nail” (Ted Levine), pretende ser el último que se ría… y tomarse cumplida venganza.
Joy Ride se desarrolla en la carretera, con unas localizaciones que parecen estar pobremente pobladas.
Esto lo utilizará, para remarcar el aislamiento de nuestros protagonistas, y tratar de crear tensión.
El desarrollo, se convierte en un juego del gato y el ratón, entre los 2 muchachos y el camionero, con graves consecuencias.
“I was just playing”
Según J.J. Abrams, Joy Ride señala al peligro intrínseco que hay en la mayoría de las bromas pesadas “inocentes”
“Creo que hay algo inherentemente terrorífico, en tomarle el pelo a alguien”, explica Abrams, “porque siempre existe una oportunidad de que se la estés haciendo a la persona equivocada… y que esa persona sepa que eres tú.
Todo el mundo habla de tomarle el pelo a alguien, de sentir emoción adoptando la personalidad de otra persona” concluye.
Gran parte del miedo en Joy Ride, proviene del objeto de las pullas de Lewis y Fuller, con Rusty Nail, una voz en la noche, que se convierte en su implacable e irrefrenable perseguidor.
El personaje, existe únicamente como una voz inconexa, lo que según el reparto, y el equipo de realización, incrementa la tensión y el miedo.
“Dejamos que el público se imagine cómo es Rusty Nail”, señala John Dahl.
“Podría ser cualquiera, y eso le hace más aterrador” según dijo.
El eje principal de la trama, gira en torno al desconocimiento absoluto de la identidad del “afable” camionero, y dan ganas de saber quién es, y cómo es…
De ahí que la ambientación de “cuento de carretera” es lo mejor que tiene Joy Ride, y hace gala bastante evidente de sus influencias, especialmente:
“Duel” (1971), y “The Hitcher” (1986), filmes con la que comparte incluso la estructura de un viaje por carretera, a través del desierto, que se interrumpe por el acoso de un “psychokiller” obsesionado con los jóvenes protagonistas.
Los aislados y predestinados paisajes y carreteras, que aparecen en Joy Ride, son aún más reducidos en número.
Las áreas de descanso para camiones, que antes eran refugios poco hospitalarios para camioneros solitarios, han sido ahora, sustituidas por “centros para el viajero”, locales donde se ve la mano de hierro de los monopolios multinacionales estadounidenses de la comida rápida, la gasolina, y las compras.
Los 3 papeles principales de Joy Ride, requerían a actores jóvenes, que despertaran simpatías, y muy cualificados.
Según los cineastas, eso es exactamente lo que encontraron en Steve Zahn, Paul Walker, y Leelee Sobieski.
“Paul aporta una tremenda empatía a su personaje, y hace latir de una forma maravillosa y emotiva, al hermano pequeño”, afirma la productora ejecutiva, Bridget Johnson.
John Dahl, explica que “el afinado sentido del humor” de Steve Zahn, era fundamental para el papel, y que daba a la historia, su especial mezcla de risa y tensión.
Leelee Sobieski, señala Chris Moore, es definitivamente “alguien con la que las mujeres van a conectar, y decir:
“Ésa es una mujer compleja, y muy interesante”
Sobre el reparto:
Paul Walker, no es muy interesante más allá de ofrecerse como el típico guaperas de la historia, y resulta particularmente débil, y pusilánime, a pesar de que para entonces, el joven actor era una estrella en alza, que empezaba a cotizar alto en el mundillo hollywoodense.
Steve Zahn, hace su habitual rol de payaso, y aquí, su personaje es inherentemente desagradable, que uno espera que muera de la manera más horripilante, pues es el detonante de los problemas que arrastra a todos los demás, conocidos y desconocidos, un peligro como ser humano, pues no aprende de su inmadurez.
Y Leelee Sobieski, es sólo el indispensable reclamo femenino, en un elenco dominado por hombres.
La historia de Joy Ride, se centra totalmente en ellos, y en la voz del asesino, al cual nunca vemos la cara.
Es esa voz, sin duda el mejor personaje de Joy Ride, y que está interpretada por el actor Ted Levine, que no aparece en los créditos.
“Rusty Nail”, como el misterioso y aterrador tipo que es, representa sólo uno de los iconos de mal agüero del cine.
Su viejo y oxidado camión, se convierte aún más, en una fuerza tan aterradora, como la imparable mano que está al volante.
“El camión, es visto casi como una bestia animal”, señala Bridget Johnson.
“Echa humo, sus luces refulgen, y se come la autopista, como un tiburón”
Leelee Sobieski opina igual:
“Los camiones, pueden ser como monstruos de la carretera, incluso en medio del tráfico, pueden intimidarte cuando estás conduciendo tu coche y, de repente, un enorme camión aparece detrás de ti”
No obstante, queda la laguna en el guión de Joy Ride, de cómo el camionero puede saber todo sobre los muchachos, su paradero, su parentesco, incluso de sus relaciones.
Lo que secuestrar a la amiga… no le veo ningún motivo.
Y queda demasiado visto, aquello de un asesino omnipresente.
Por cierto que, al final, hay un terrible giro sorpresa, que no tiene ningún sentido, más allá de impactar al espectador, y dejar abierta la posibilidad de una secuela, que finalmente ha terminado siendo llevada directamente, al formato casero.
“This is like some kinda prehistoric Internet”
Cuando en 1977, la administración estadounidense amplió el servicio de CB, de 23 a 40 canales, muchos comerciantes creyeron, que los usuarios demandarían los nuevos aparatos, y bajaron los precios de los antiguos.
La respuesta fue que, los estantes se llenaban de emisoras con 40 canales, mientras los viejos y baratos aparatos de 23 canales, se vendieron y lograron congestionar todavía más la mitad de los canales legales en uso.
Lo que hay que señalar, es que los camioneros, son los “dueños” de la CBR, en carretera, y usan la radio para eludir los controles de velocidad; por otro lado, la masificación, y la manipulación técnica indebida de los aparatos de CBR, en 27 MHz, acarrea importantes interferencias en otros servicios, y problemas de control a la Federal Communications Commission (FCC)

“Now they know what it feels like... to be the butt-end of the joke.
Your palms sweating, your face burning up.
Now they know what it's like... to be the fucking punch line”



Comentarios

Entradas populares