Interstellar

“Love is the one thing that transcends time and space”

Lo acaba de decir La ONU:
“El planeta se nos muere, como no hagamos algo de aquí al 2050”
La exploración del espacio, ha estado desde siempre, en los sueños de los padres de la astronáutica, así como en todos sus continuadores, sin exceptuar ninguna de las agencias, y naciones comprometidas en los diversos programas, así como en la mente de los escritores de ciencia ficción, la eventual colonización del espacio, sea en términos del espacio orbital terrestre, como el del espacio profundo, vale decir, la colonización de los cuerpos celestes que conforman El Sistema Solar, y, por qué no decirlo, de La Galaxia si fuera posible.
El porqué de este anhelo humano obedece, simplemente, a la necesidad de la especie, de habilitar nuevos lugares que favorezcan su desarrollo; el espacio no puede ser la excepción.
Escritores como Isaac Asimov, Carl Sagan y otros, han postulado que la expansión y colonización espacial, es el medio que evitará el estancamiento y retroceso de la especie humana, así como su destrucción fortuita o, peor aún, su autodestrucción.
En lo inmediato, la colonización del espacio, ha reportado grandes dividendos tecnológicos, en términos de investigación, desarrollo de nueva tecnología espacial, y productos derivados, que son usados masivamente por la población humana.
Por un lado, un agujero de gusano, podría permitir en teoría, “el viaje en el tiempo”
Esto podría llevarse a cabo, acelerando el extremo final de un agujero de gusano, a una velocidad relativamente alta, respecto de su otro extremo…
En física, un agujero de gusano, también conocido como “Puente de Einstein-Rosen”, y en algunas traducciones españolas, como “agujero de lombriz”, es una hipotética característica topológica de un espacio-tiempo, descrita en las ecuaciones de la relatividad general, que esencialmente consiste en un atajo a través del espacio y el tiempo.
Un agujero de gusano, tiene por lo menos 2 extremos conectados a una única garganta, a través de la cual, podría desplazarse la materia.
Hasta la fecha, no se ha hallado ninguna evidencia, de que el espacio-tiempo conocido, contenga estructuras de este tipo, por lo que en la actualidad, es solo una posibilidad teórica.
Cuando una estrella súper gigante roja explota, arroja materia al exterior, de modo que acaba siendo de un tamaño inferior, y se convierte en una estrella de neutrones; pero también, puede suceder que se comprima tanto, que absorba su propia energía en su interior, y desaparezca, dejando un agujero negro en el lugar que ocupaba…
Este agujero, tendría una gravedad tan grande, que ni siquiera la radiación electromagnética podría escapar de su interior.
Estaría rodeado por una frontera esférica, llamada “horizonte de sucesos”
La luz, traspasaría esta frontera, para entrar, pero no podría salir, por lo que el agujero visto desde grandes distancias, debería ser completamente negro; aunque Stephen Hawking postuló, que ciertos efectos cuánticos, generarían la llamada “Radiación de Hawking”
Dentro del agujero, los astrofísicos conjeturan que se forma una especie de cono sin fondo…
En 1994, el telescopio espacial Hubble, detectó la presencia de uno muy denso, en el centro de La Galaxia Elíptica M87, pues la alta aceleración de gases en esa región, indica que debe de haber un objeto 3,500 millones de veces más masivo que El Sol.
Finalmente, este agujero terminará por absorber a la galaxia entera...
Los Agujeros de Gusano Practicables de Lorentz, también llamados “atravesables”, permitirían viajar, no solo de una parte del universo a otra, sino incluso, de un universo a otro.
Como se planteó, los agujeros de gusano, conectan 2 puntos del espacio-tiempo, por lo que permitirían el viaje, tanto en el espacio como en el tiempo.
En La Teoría de La Relatividad General, la posibilidad de atravesar agujeros de gusano, fue demostrada por primera vez, por Kip S. Thorne, y su graduado, Mike Morris, en un artículo publicado en 1988.
El tipo de “agujero de gusano atravesable” que ellos descubrieron, se mantendría abierto por una especie de concha esférica de materia exótica, denominada “agujero de gusano de Morris-Thorne”
Posteriormente, se han descubierto otros tipos de agujeros de gusano “atravesables”, como uno que se mantiene abierto por cuerdas cósmicas, ya hipotetizado antes por Matt Visser, en un artículo publicado en 1989.
Así pues, en la ciencia ficción como en la realidad, el único límite del ser humano, es la imaginación, y nos preguntamos:
¿De dónde venimos?
¿Quiénes Somos?
¿Adónde vamos?
Y se nos da una respuesta clara:
El universo está ahí para ser explorado por nosotros algún día, y lo único que necesitamos es tener fe, y seguir soñando.
“Do not go gentle into that good night; Old age should burn and rave at close of day. Rage, rage against the dying of the light”
Interstellar es una película de ciencia ficción, dirigida por Christopher Nolan, en el año 2014.
Protagonizada por Matthew McConaughey, Anne Hathaway, Jessica Chastain, Bill Irwin, John Lithgow, Casey Affleck, David Gyasi, Wes Bentley, Mackenzie Foy, Timothée Chalamet, Topher Grace, David Oyelowo, Ellen Burstyn, Michael Caine, Matt Damon, entre otros.
El guión es de los hermanos, Christopher y Jonathan Nolan; inspirados en el trabajo del físico teórico, Kip Stephen Thorne; conocido por sus numerosas contribuciones en el campo de la física gravitacional y la astrofísica, y por haber formado a toda una generación de científicos.
Viejo amigo y colega de Stephen Hawking y Carl Sagan, Thorne ocupó la cátedra “Profesor Feynman” de Física Teórica en el Instituto Tecnológico de California, hasta 2009.
Thorne, es uno de los mayores expertos mundiales, en las aplicaciones a la astrofísica de La Teoría de la Relatividad General de Einstein; y en la actualidad, prosigue sus investigaciones científicas; también es conocido por su habilidad para transmitir la emoción, y el significado de los descubrimientos sobre gravitación y astrofísica, tanto en el plano profesional, como en el divulgativo.
En 1999, hizo algunas especulaciones, sobre lo que depararía el siglo XXI, ante las siguientes cuestiones:
¿Existe un “lado oscuro del universo” poblado por objetos, como los agujeros negros?
¿Se puede observar el nacimiento del universo, y su lado oscuro, utilizando la radiación a partir de la distorsión del espacio-tiempo, o las llamadas “ondas gravitatorias”?
¿Será capaz la tecnología del siglo XXI, de revelar un comportamiento cuántico, en el ámbito de los objetos de tamaño macroscópico?
Thorne, ha presentado diversos programas de la PBS estadounidense, de televisión pública; y la BBC inglesa, sobre temas como los agujeros negros, las ondas gravitatorias, la relatividad, el viaje en el tiempo, y los agujeros de gusano; siendo una de las primeras personas, en realizar investigaciones científicas sobre, si Las Leyes de La Física, permiten la conexión múltiple del espacio y el tiempo, es decir, si se pueden atravesar los agujeros de gusano, y si es posible “la máquina del tiempo”
Con Sung-Won Kim, Thorne ha identificado un mecanismo físico universal, el crecimiento explosivo de la polarización de los campos de vacío cuántico; que siempre debe impedir el desarrollo en el espacio-tiempo de las curvas cerradas de tipo tiempo, es decir, impide “el viaje hacia atrás en el tiempo”
Para el guion de Interstellar, Nolan consulto a varios especialistas que trabajan en La NASA sobre el tema de la propulsión de los cohetes, y de cómo gravitar en el espacio.
Por lo que Kip S. Thorne afirma, que los agujeros de gusano no solo existen, si no que se pueden usar como portales para viajar en el tiempo.
Thorne, quien ya colaboró junto a su esposa, la productora Lynda Obst, en la película “Contact” (1997), expone en su idea original, un hipotético futuro para la raza humana, donde la escasez de recursos, unida a la superpoblación, hacen de La Tierra, un lugar inhabitable, y condenado a desaparecer.
Con tal panorama, La NASA urde en secreto el “Lazarus Mission”, con el que pretende encontrar lugares habitables en el universo, más allá de nuestra Galaxia.
Aparentemente, la idea de Interstellar, no encierra nada revolucionario o novedoso; el famoso científico Stephen Hawking, ya predijo tal colapso de la humanidad, por lo insostenible de nuestro comportamiento como sociedad “civilizada”
Sin embargo, aunque Nolan sustente las premisas principales de su obra, en ideas ya escuchadas, su discurso es nuevo.
En el año 2006, el proyecto de Thorne, pasó a manos de Jonathan Nolan, quien además de ser hermano de Christopher Nolan, estudió relatividad durante 4 años en el California Institute of Technology.
Durante ese tiempo, trabajó el guión; después de eso, Christopher tomó el cuaderno, y reescribió algunos pasajes, conservó intacto el principio, y potenció la faceta sentimental de los personajes; tenía claro que la historia, en lugar de extremadamente técnica, debía ser cercana para el espectador, es decir, muy emocional.
Christopher Nolan aseguró para Hollywood Reporter:
“Lo que encuentro realmente inspirador de trabajar con Kip, es que, cuando le hacía una pregunta, nunca contestaba de inmediato.
Siempre me decía:
“Vale, mira, no creo que sea posible, pero déjame que lo mire”
Se iba, y pasaba un par de días haciendo cálculos, y hablando con otros científicos, investigando en distintas publicaciones científicas sobre el tema, y luego volvía con una respuesta”
El rodaje de Interstellar, tuvo lugar principalmente en Calgary, Alberta, Canadá; del 6 de agosto al 9 de septiembre de 2013.
Obtuvo 1 Premio Oscar a Los Mejores Efectos Visuales y 4 nominaciones:
Mejor banda sonora, sonido, mezcla de sonido, y diseño de producción.
En un distópico futuro, a causa del cambio climático, y la mano del hombre, la agricultura se ha visto severamente afectada, siendo el maíz, el único alimento cultivable, y amenazando el futuro de la humanidad.
Los gobiernos centran todos sus esfuerzos, en educar a los niños y adolescentes para que sean granjeros.
Sólo unos pocos acceden a la universidad, para aprender otro tipo de conocimientos, pues resultan innecesarios.
Sin embargo, ello no quiere decir que no se trabaje en una solución, y ésta consiste en enviar una nave a un agujero negro, que ha aparecido cerca de Saturno.
Su objetivo es, encontrar un nuevo hogar para los seres humanos.
Al ver que la vida en La Tierra está llegando a su fin, un grupo de exploradores liderados por el piloto Cooper (Mathew McConaughey) y la científica Amelia Brand (Anne Hathaway), se embarcan en la que puede ser, la misión más importante de la historia de la humanidad, y emprender un viaje más allá de nuestra Galaxia, en el que descubrirán, si las estrellas pueden albergar el futuro de la raza humana.
Los científicos descubren el agujero de gusano, del cual harán uso de ese grupo de exploradores, superando las limitaciones de los viajes espaciales humanos, y venciendo las grandes distancias que los involucra en un viaje interestelar, con la finalidad de encontrar un nuevo planeta habitable.
Por supuesto, que nos hallamos ante un filme de ciencia ficción, pero lo que en realidad oculta su metraje, no son sólo cuestiones acerca del devenir de la humanidad, sino un magnífico drama emocional, acompañado en ciertos momentos de la trama de unos toques de thriller espacial; que nos invita a mirar tanto hacia el vasto universo, como a nuestros corazones, en una enorme reflexión emocional, en las 2 caras de una misma existencia.
Por lo que Interstellar, es una película que explora, que inspira, y que enseña.
Lo suficientemente profunda, para hacer pensar, pero sin llegar a rallar.
Todo en ella es delicioso; incluso sus dudas, que las hay.
Tiene momentos para la reflexión, pero también los tiene de tensión, mucho suspenso, y excitación.
No hay nada superfluo en ella; ni una sola escena, ni un solo momento.
Todo fluye en su particular relación espacio-tiempo, y lo hace simplemente, porque había una historia que contar, y qué mejor manera que hacerlo, que mediante un viaje de ciencia ficción, visceral y fascinante.
“We used to look up at the sky and wonder at our place in the stars, now we just look down and worry about our place in the dirt”
En el mundo Nolan, no existe la fantasía.
Todo debe tener su razón realista, y científicamente comprobada.
Y si aparece algo fantasioso, lo hace para justificar aquellas cosas que todavía no poseen alguna explicación.
Nolan es un gran director, e Interstellar es la exteriorización más profunda del nerd que lleva adentro.
Una propuesta tan desconcertante como apasionante, pero sobre todas las cosas, un poema cinematográfico sobre el amor.
Eso sí, una vez más, recurre al concepto tiempo como pilar del guión, pero aquí está enriquecido con otras ideas que plantea sin explicitarlas, tales como:
La vida y la muerte, La Tierra, el espacio, la extinción de la humanidad y del planeta, la supervivencia, la memoria, la gravedad, la ciencia, la familia, el sacrificio, el individualismo, la solidaridad, la religión, quizás como referencias a  Adán y Eva, y a Caín y Abel; todo con un intenso dramatismo y sensibilidad, o su filosofía un tanto New Age; en la búsqueda del territorio, y el final y comienzo de la raza humana fuera de nuestro planeta, que es lo que mueve a un elenco de actores difícil de reunir; pues el reparto es impresionante.
La lucha entre ciencia y razón vs corazón y sentimientos, es la dualidad que marcará a los principales personajes de Interstellar:
Al granjero y astronauta Cooper; y a su colega Brand.
El amor y los lazos sentimentales entre padres e hijos, los de Murph (Jessica Chastain), con los de su padre Cooper, son la columna vertebral a nivel argumental y temático, punteado con la escena de Brand, confesando su amor por uno de los exploradores espaciales, e intentando que ello no interfiera en sus decisiones.
Nolan apuesta por el realismo en esa Tierra venidera, sin recurrir a trajes, o diseños de decorados futuristas; perfectamente reconocibles con los de hoy en día.
También, por la verdadera magia y fascinación hacia la grandeza del universo, y lo desconocido que podemos encontrar ahí fuera.
Añádase una fotografía fascinante, y unos personajes muy humanos, que por momentos, se ven superados por las decisiones tan trascendentales que deben tomar.
El final “a lo Kubrick” termina de poner la guinda a este inmenso filme, de lejos, el mejor que hasta ahora, ha hecho Nolan.
Y es que una de las obsesiones de Nolan en Interstellar, es ser lo más realista posible “científicamente” hablando, cosa que consigue.
Para ello ha contado, además del citado Thorne, experto en relatividad; con expertos de La NASA.
Thorne facilitó información de primera mano, acerca del comportamiento de la energía que yace alrededor de un agujero negro, recordemos que un agujero negro es invisible, y solo podemos advertirlo mediante los efectos que produce en la materia que lo rodea; sus datos fueron renderizados por el equipo técnico de Interstellar, y así obtuvieron a “Gargantua”, la representación del agujero negro, más real, jamás visto en una película.
Lo mismo ocurre con el agujero de gusano, una esfera como elaborada con espejos, que refleja el universo circundante.
Paul Franklin, supervisor de efectos especiales, afirmó en una entrevista que “es muy fácil caer en la trampa de romper las reglas de la realidad.
Y lo cierto es que esas reglas son bastante estrictas”
Y Kip intentó ajustarse a esas reglas:
“Para mostrar agujeros de gusano, y el agujero negro, creé las ecuaciones que permitirían seguir los rayos de luz, según rodean a un agujero negro, o entran en un agujero de gusano, así que lo que aparece en Interstellar, está basado en La Teoría de La Relatividad de Einstein” dijo.
Esas ecuaciones, dieron como fruto, la programación de un software de CGI, completamente nuevo, que podía interpretar los complejos cálculos de Thorne, acerca del comportamiento de la luz.
El resultado:
Algunos planos tardaban más de 100 horas en ser renderizados.
El objetivo era, evitar repetir el fallo que, según Thorne, siempre comete el cine de género:
“Ni los agujeros negros, ni los de gusano, han sido reflejados en ninguna película de Hollywood, de la forma que realmente son”
La puesta en escena, sin embargo, no incide en lo futurista de los trajes espaciales, ni de la fisonomía de los robots, o la arquitectura de las naves; los trajes de los astronautas parecen antiguos, los robots (TARS y CASE), son un homenaje velado a “2001: A Space Odyssey” (1968) por su diseño de aparente monolítica morfología; y a “Star Wars” por su sentido del humor.
La impresionante nave nodriza, denominada “Endurance”, parece estar inspirada en la estructura de los molinos multipala estadounidenses, pero a su vez, alude debido a sus 12 estancias unidas en forma circular con un segmento recto en su centro, ni más ni menos que a la esfera del reloj que Cooper regala a su hija, antes de partir; un reloj que se convierte en uno de los elementos más importantes de la trama.
El Endurance, es la nave nodriza de la tripulación y recuerda, inevitablemente, a la impresionante estación orbital de “2001: A Space Odyssey” (1968)
Es circular, y está formada por 12 cápsulas:
Son 4 con material para la colonización, 4 con motores, y 4 con funciones de cabina, laboratorios, y estancias de la tripulación.
La principal inspiración a la hora de diseñarla, aparte del aspecto circular que genera una gravedad propia, uno de los temas recurrentes de Interstellar, el de los fenómenos gravitatorios, con los que todos los personajes parecen obsesionados, el Endurance está basada en La Estación Espacial Internacional, y se contó con la asesoría de la astronauta retirada, Marsha Ivins, para supervisar los escenarios, y asegurar el realismo, y la funcionalidad de los mismos.
Mención aparte, tiene la representación en 5 dimensiones, el tiempo como lugar físico, del espacio-tiempo aparecido en la parte final.
Nolan, mediante un poliédrico y multifilar escenario de súper cuerdas, lleva a cabo una composición de campo impactante y poética, para tratar de representar lo irrepresentable.
La fotografía de Hoyte van Hoytema, el montaje, los efectos visuales, el ya citado realismo científico, son muchos los baluartes de este ensayo del espacio en la edad moderna; quizás en su argumento residan teorías que en un futuro dejarán de serlo, y eso sin duda es uno de los principales valores de la buena ciencia ficción.
Y entre los innumerables aciertos, destacaré los siguientes:
La impecable actuación del elenco actoral en su conjunto, plagado de actores de reconocido prestigio como:
Matt Damon, Jessica Chastain, Anne Hathaway, Michael Caine, Matthew McConaughey, la mayoría de ellos oscarizados, o nominados al Oscar.
Matthew McConaughey, es capaz de convertirse en padre, líder a la fuerza, y salvador de la humanidad, de la manera más convincente posible.
Por su parte, Anne Hathaway, sin estar mal, está eclipsada en todo momento por McConaughey.
Mención especial para Jessica Chastain, el momento que tiene que informar por vídeo de un suceso, es impagable, así como para Mackenzie Foy, el personaje de niña de Chastain, que va camino de convertirse en una interesante actriz.
Entiendo que Nolan utiliza a actores reconocibles para papeles tan pequeños, precisamente porque son pequeños, pero relativamente relevantes, de tal manera que exista una identificación instantánea a falta de, digamos, tiempo o interés, en desarrollar dichos personajes.
Sobre “el motivo” de que en el futuro que nos presenta, solo se cultiva maíz, ya que la tierra está exhausta, y arrasada por tormentas de polvo; eso da miedo… y Michael Caine dijo que nunca pensó en el cambio climático, hasta que participó en Interstellar:
“Empecé el rodaje en octubre de hace 2 años, en Londres hacía un calor inusual, y en California no paraba de llover.
Después de leer el guion, tuve claro que algo está pasando”
Lo mismo opinan sus compañeros de reparto:
Jessica Chastain es vegana, y Anne Hathaway es una defensora de las duchas cortas para ahorrar agua...
Como dato, Michael Caine es el actor que más veces ha colaborado con Christopher Nolan, a partir de la película “Batman Begins” (2005), y con Interstellar, ya es la 6ª vez que trabaja con el director.
Pero ojo, Interstellar es un viaje que aúna las teorías más sesudas, algunas de las cuales, son largadas en interminables peroratas, ante las cuales, el espectador medio, o avanzado, deberá asentir con la cabeza, porque cuesta seguir toda la teorización que se pone sobre la mesa, con el destino, el miedo, el sentimiento, el dolor, la distancia, las promesas, el arrepentimiento y, sobre todo, el paso del tiempo.
Y es que en este tipo de género, hay que tener mucho cuidado con lo que se quiere contar, la ciencia, y el desarrollo evolutivo humano a nivel intelectual, social, y filosófico, tiene muchos matices y contradicciones, y querer contar una historia, donde se junten todos estos factores, es tarea complicada, y cuesta un poco hallarle el hilo con las cosas científicas.
Que el ímpetu narrativo de Nolan, en ocasiones, puede exigir demasiada atención del espectador, es algo que conocemos bien aquellos que seguimos su obra, pero ese rasgo característico como autor, se multiplica en Interstellar, merced a sus constantes paradojas temporales, explicaciones científicas, y un elaborado montaje, que puede llegar a entrelazar 2 o 3 escenas ocurridas simultáneamente en lugares diferentes.
Cuando los personajes hablan de ecuaciones, de singularidades desnudas, de teorías científicas, el espectador menos avezado en ciencia, puede alejarse por momentos de la historia, pero rápidamente vuelve a involucrarse en el guión, debido a dos de sus acertados planteamientos, su belleza visual, y su emotividad.
A lo largo del metraje, los personajes hablan de una “entidad desconocida” que influye sobre ellos, y controla la gravedad…
La gravedad, sin duda, se convierte en una de las piezas clave del rompecabezas, gravedad que en términos reales, es una de las mayores fuerzas de la naturaleza que conocemos, como también, una de las más misteriosas.
La exploración del espacio sideral que propone Interstellar está, en todo momento, basado en lo que sabemos, y en la tecnología actual.
Algo de eso hay en el diseño de las naves espaciales que aparecen, un total de 3:
Ranger, Endurance, y Lander.
Sin embargo, no me ha quedado claro esto:
En teoría tienen 3 naves:
Lander, de carga; Ranger, de exploración; y Endurance como Estación Espacial…
Cuando Dr. Mann (Matt Damon) despresuriza la cabina, explota la nave Ranger… ¿no?
Si esto es así, como es posible que al final, Cooper salga hacia el agujero negro con el Ranger; la otra nave, Lander, se la lleva el robot TARS, y Brand se queda en el Endurance.
Esa es otra:
En determinado momento dice ella, que el Endurance no tiene escudo térmico...
¿Cómo aterriza en ese planeta, al final, sin escudo térmico?
¿Cómo demonios abandonan todos los planetas visitados, a excepción de la propia Tierra, con el transbordador espacial, y sin ayuda de los necesarios cohetes propulsores, para vencer sus fuerzas gravitatorias?
¿Racismo?
¿Qué ha hecho Romilly (David Gyasi) para que lo traten tan mal?
Es el único que tiene problemas en la nave, y tiene que medicarse.
Es el único que no recibe mensajes de su familia.
Tiene que pasarse más de 23 años en solitario, en una nave, estudiando los efectos de la gravedad…
¿Y para qué?
Para más INRI, muere por culpa de la autodestrucción de un robot.
¿Qué tiene Christopher en contra del negro?
¿Y qué ha hecho Tom (Casey Affleck) para que aparezca como un perturbado durante la práctica totalidad de sus partes?
¿Por qué quiere que sufra su familia, viviendo en un lugar tan evidentemente poco recomendable?
¿A ver quién se dio cuenta del detalle, que explique cómo después de tanto tiempo, el reloj que Cooper le regaló a Murph, siga con batería?
Creo que el final de Interstellar, no es tan feliz como todo el mundo piensa:
Cooper no sólo quiere salvar a su hija, sino estar con ella; por eso le dice a su yo del pasado “quédate”
Unos creen, que la única manera de entender Interstellar, es que Tom, el hijo de Cooper, nunca frenó la furgoneta a tiempo, mientras la familia perseguía el “drone” de vigilancia de India; y que todos murieron allí, en ese barranco.
Y que en realidad, Interstellar es una proyección de los deseos de Cooper en plan sueño, dentro de otro sueño, y dentro de otros cientos de sueños, que maneja la mente como planos de realidad virtual…
Cuando dice que los seres que les han ayudado, son los propios seres humanos del futuro, es porque los embriones que iban con Brand, se desarrollaron en el planeta, y después de evolucionar, decidieron salvar a La Tierra del pasado, poniendo el agujero de gusano, y todo eso…
Según La Teoría de La Paradoja, el tiempo es circular, y todo ocurre porque ocurrió algo que permitió que ocurriera, que a su vez, permitirá que eso que ocurrió, ocurra.
Sin embargo, algunos expertos señalan que, pese a esto, hay muchos aspectos del largometraje, que requieren imaginación para funcionar, porque no son totalmente reales.
El doctor Roberto Trotta, astrofísico del Imperial College de Londres, señaló para The Guardian, que Interstellar utiliza muchas herramientas del género, que no son tan apegadas a la ciencia verdadera.
Trotta señala, que la nave Endurance, gira constantemente para generar gravedad, excepto que una nave capaz de hacer un viaje interplanetario, necesitaría cantidades masivas de combustible.
Un gran porcentaje de la capacidad de las naves espaciales actuales, está dedicado sólo al procesamiento y almacenaje de sus fuentes de energía.
Por otro lado, los protagonistas tardan sólo 2 años en llegar a Saturno.
Hoy en día, aun utilizando el más eficiente de los combustibles, ese viaje tardaría 4.7 años, si los planetas están alineados de forma correcta.
Una parte importante de Interstellar, se concentra en que el tiempo se mueve más lentamente, en uno de los planetas que visitan:
1 hora en la superficie, corresponde a 7 años en La Tierra.
Esto es enteramente posible, pues sabemos que el tiempo fluye con más lentitud ante la presencia de un flujo gravitacional.
Sin embargo, para que se dé una dilatación del tiempo de la magnitud que propone Interstellar, se menciona que están sujetos a un 130% de la gravedad de La Tierra, el planeta tendría que estar expuesto a una gravedad similar a la que existe en el interior de un hoyo negro…
Pese a esto, el fenómeno es real.
De hecho, la edad de los astronautas gemelos, Mark y Scott Kelly, se diferenció por unos 10 milisegundos, cuando uno de ellos estuvo en La Estación Espacial Internacional (EEI)
Una cosa más, la fuerza de gravedad con la que un agujero negro jalaría a un ser humano, literalmente lo convertiría en espagueti, hasta hacerlo un mero filamento de materia…
Lo cierto es que no sabemos a ciencia cierta, cómo serán los viajes interestelares.
Las agencias espaciales, se están preparando desde hace años, para mandar una misión tripulada a Marte, nuestro vecino más cercano.
Lo que sí es cierto, tal y como insiste Stephen Hawking, es que, si la especie humana quiere sobrevivir, debe migrar a las estrellas.
Aun cuando no destruyamos nuestro planeta, el sol terminará por crecer, y por tragarse a La Tierra.
El realizador, Christopher Nolan, logró crear varios momentos con un poder visual y sonoro escalofriantes, como:
La partida en la camioneta; el poema que recita el personaje de Michael Caine; los videos de la familia; y el final, situaciones que muestran la fuerza, y la poderosa habilidad de Nolan, para relatar los hechos.
Los cabos aparentemente sueltos, a lo “Efecto Mariposa”; la grandiosidad de los efectos visuales que están en su justa medida y son sublimes.
Las vistas de Saturno, el planeta de Mann, tan inhóspito como bello; y el concepto de la 5ª dimensión, puesta ahí para que Cooper la encuentre.
Sin palabras; y por último, el amor paterno-filial tan brutal, que es capaz de traspasar el espacio-tiempo, y volver.
“Salvar a nuestra civilización”
Esa es la ironía, siempre ha estado ahí, una de las eternas cuestiones de la humanidad.
La tecnología como arma de doble filo, si el humano quiere perpetuarse en el tiempo como especie, algún día debe abandonar la tan querida, y a la vez mal tratada Tierra, y esta es la esencia de Interstellar.
Sin olvidar el pilar básico, que nos diferencia a los humanos del resto de seres vivos:
El Amor.
Esa conciencia originada, cuando de verdad aceptamos lo que es amar, y ser amado.
Este siempre es el tema central de cualquier historia universal, porque de su empuje, se alcanzan las grandes gestas.
Ya lo han dicho muchos en el pasado, el mayor impulso, la mayor fuerza motriz del universo es el amor.
¿Y cuál es el amor más básico?
¿La relación más fundamental?
El de un padre con sus hijos.
Es la esencia, esta relación te condiciona de por vida, pues como Interstellar trata dicha cuestión, qué son los padres para sus hijos, sino un fantasma de lo que ellos aspiran convertirse.
Una vez que se es padre, uno pasa a ser sus recuerdos, los recuerdos de ellos, este es el objetivo de un padre, o una madre.
Y a todo esto, se le ha de sumar una preciosa y maravillosa banda sonora de Hans Zimmer, quien opta por una composición más lírica, e incluso minimalista.
“Mankind was born on Earth.
It was never meant to die here”
Interstellar es una película maravillosa, posiblemente una de las mejores experiencias audiovisuales que se pueden vivir en una sala de cine, conmovedora en su mensaje, y del mismo modo, desafiante en sus conceptos, y toda una delicia de gourmet para los interesados, tanto en la ciencia ficción más arriesgada, como en la física teórica, no sólo por su interés divulgativo, sino por la posibilidad que abre como campo científico, a dejar volar la imaginación de escritores, o cineastas.
Llegados a ese punto, la muerte es una evidencia que espera ser concretada.
Es cuestión de tiempo.
Más allá de proponer un futuro distópico, en el que la humanidad sobrevive azotada por las fuerzas naturales, y la escasez de recursos de La Tierra, somos testigos del imparable afán de saber, y superación del ser humano como especie, afán que lo lleva a gozar, cada vez más rápido, de una tecnología cercana a la ficción.
Por más adversidades que encontremos en nuestro camino, pensamos que siempre hay una salida, y nos sobra predisposición para luchar por ella.
El miedo y la supervivencia, se convierten entonces, en nuestra mayor fuente de inspiración, como bien dice el personaje encarnado por Matt Damon.
Y yendo más allá en las teorías que Interstellar propone, Nolan afirma que el amor, es lo único que trasciende todas las dimensiones.
El amor como motor, como llave maestra, y como fin, podría ser lo único que sobreviviese de nosotros, cuando alcancemos a ser entidades incorpóreas.
Y es que Interstellar cree en la capacidad del ser humano, para dejar a un lado su egoísmo cerril, y luchar por la supervivencia de la especie.
Ojalá cunda el ejemplo de sus abnegados protagonistas, así en La Tierra, como en el espacio.

“Go further”



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