جدایی نادر از سیمین (A Separation)

“من در این قرآن قسم می خورم، ما انسان ها درست مثل شما”
(Lo juro por este Corán, somos seres humanos como usted)

A nadie se le escapa que, el propósito de una gran porción de las cinematografías periféricas, que aun siendo un tópico real, es la reivindicación:
La reivindicación de un cine desconocido.
La reivindicación de una cultura lejana.
La reivindicación social...
Pese a que puedan parecer sentidos contrapuestos, lo cierto es que a menudo, son complementarios.
El ánimo de denunciar una situación injusta, no es sino producto directo del propio contexto en el que tiene lugar.
Donde quiera que hayan influido las maneras y costumbres occidentales en la vida de los pueblos, el número de divorcios crece.
Según El Corán, “una mujer puede divorciarse en 2 casos:
Por decisión de ambos, o sí resulta que el marido no es creyente”
Los versos pertinentes al divorcio en El Corán, pueden interpretarse de diferentes formas, según el país, y por supuesto, según los diferentes creyentes musulmanes.
Es por eso que existen diferencias en las leyes musulmanas sobre el divorcio, según el país que practica la religión.
El principio islámico es:
“Tener a alguien honorablemente, o dejarle en libertad bondadosamente”
Los musulmanes que viven en otros países, deben adaptarse a las leyes que ahí rijan.
Eso sí, antes de casarte, incluye una cláusula en el contrato de matrimonio, que te permita pedir el divorcio; ya que hay que devolver la dote en el caso de las mujeres.
Sí se te entregó una dote antes de casarte, las leyes de muchos países musulmanes indican, que debes devolverla, una vez otorgado el divorcio.
La costumbre de dar una dote con el matrimonio, continúa vigente en muchos países musulmanes, alrededor del mundo.
“دروغ ممکن است به حقیقت منجر شود”
(Las mentiras pueden conducir a la verdad)
جدایی نادر از سیمین (A Separation) es un drama iraní, del año 2011, escrito y dirigido por Asghar Farhadi.
Protagonizado por Peyman Moaadi, Leila Hatami, Sareh Bayat, Shahab Hosseini, Sarina Farhadi, Kimia Hosseini, Babak Karimi, Ali-Asghar Shahbazi, Shirin Yazdanbakhsh, entre otros.
Su argumento, se centra en una pareja iraní de clase media, que se separa, y las intrigas que se generan, luego que el marido contrata a una cuidadora de clase baja, para el cuido de su padre.
Asghar Farhadi, escribió el guión, basado tanto en la ficción, como en un conjunto de experiencias personales, y luego de un breve período de prohibición para su filmación, debido a comentarios políticos vertidos por el director, contra algunas acciones del gobierno iraní, entre las que estaban Mohsen Makhmalbaf, un cineasta exiliado, y perteneciente a la oposición, y Jafar Panahi, preso político, que El Estado conectaba con El Movimiento Verde de Irán; el gobierno levantó la prohibición, después que Farhadi se disculpara, y afirmara que había sido malinterpretado.
Al igual que los últimos trabajos de Farhadi, جدایی نادر از سیمین (A Separation) no tuvo ningún apoyo gubernamental, gracias en parte, al éxito de su filme anterior, y al aporte de $25,000, proveniente del Fondo APSA, de la Motion Picture Association.
A diferencia de otros cineastas de Irán, Farhadi optó por realizar el rodaje en su propio país.
El equipo de producción, rodó en escenarios interiores y exteriores de Teherán; según el director:
“Todo se rodó en escenarios naturales, excepto las escenas en el despacho del juez, y en el tribunal.
No nos autorizaron a rodar en un tribunal de verdad, y tuvimos que construir un decorado en 2 escuelas abandonadas”
جدایی نادر از سیمین (A Separation) recibió 2 nominaciones a los Premios Oscar, en las categorías:
Mejor Película Extranjera, y guión original; recibiendo el galardón de La Academia, a La Mejor Película Extranjera, distinción que la transformó en la primera cinta iraní, en alcanzar tal reconocimiento.
جدایی نادر از سیمین (A Separation) se inicia con Nader (Peyman Moaadi) y Simin (Leila Hatami), un matrimonio iraní a punto de divorciarse, con una hija en común, llamada Termeh (Sarina Farhadi)
Simin, quiere abandonar Irán, en busca de una vida mejor, pero Nader desea quedarse para cuidar a su padre (Ali-Asghar Shahbazi), que tiene Alzheimer.
Ella le pide el divorcio, y se muda a vivir con sus padres...
Nader no tiene más remedio que contratar a una mujer, Razieh (Sareh Bayat) para que cuide a su padre.
Una negligencia de ella, provoca un conflicto de grandes dimensiones.
Sin sutilezas, se nos narra el conflicto desde sus adentros, desde lo que el ojo de su protagonista puede alcanzar a ver.
Y los personajes, acaban sometiéndose al extraño manejo de la justicia, que de justicia parece tener poco; y los lleva a una situación de estancamiento, de malhumor, donde nadie puede llegar a ponerse de acuerdo en su presencia.
Pero el conflicto va más allá…
Tiene que ver con cuestiones humanas, con la ética, la fe, donde se encuentran límites a nuestra conducta.
La narración tiene 2 núcleos fundamentales:
La historia de la ruptura matrimonial, el sufrimiento de la hija, la decisión; y el problema judicial, los testimonios, y las mentiras.
De cada uno de ellos, nos llevamos una impresión pesimista u optimista, dependiendo del caso.
Las insospechadas derivaciones de la trama de 123 minutos que jamás decaen, convierten a جدایی نادر از سیمین (A Separation), en un intenso, poderoso, y revelador retrato, sobre los bruscos cambios, y las fuertes contradicciones entre tradición y modernidad, que irrumpen en una sociedad iraní contemporánea, tensionada entre el conservadurismo religioso, y las tentaciones del capitalismo.
“اگر می دانستم که او باردار بود، چرا او را به شما برخورد کرده است؟”
(Si usted sabía que estaba embarazada:
¿Por qué le pegó?)
Asghar Farhadi, ha escrito una historia que no solo habla de hombres y mujeres, hijos y padres, justicia y religión, en el Irán actual; sino que plantea preguntas globales, complejas, y relevantes, acerca de la responsabilidad, la subjetividad, y la posibilidad de “contar mentiras”, y de lo delgada que puede llegar a ser, la línea entre la inflexibilidad y el orgullo, sobre todo, tratándose de los hombres; el egoísmo, y la tiranía.
El apasionante guión de Farhadi, refleja la humanidad en toda su complejidad:
Complejidad de las relaciones hombre-mujer, de las cosas no dichas, y de las expectativas recíprocas; sufrimiento de la hija con su conflicto entre 2 alternativas imposibles; las peculiaridades de una relación de pareja moderna…
Está todo allí, tratado con una precisión impecable.
Un tema de la trama, es la dificultad de mantener nociones de lealtad, en un orden social opuesto al libre albedrío:
Lealtad conyugal, frente al imperativo del exilio.
Lealtad filial para proteger la inocencia de un padre inculpado.
Lealtad hacia un dogma religioso, que obstaculiza la sinceridad, y orilla a un falso testimonio.
También, el empeño por arribar a una dignidad moral, en contra de vientos y mareas.
El patrón semi documental, desplegado mediante cámaras móviles que restan artificialidad al desarrollo de la acción, fuerza la implicación del público, en un conflicto que absorbe con la exigencia de un esfuerzo de juicio.
La fotografía es humilde, pero competente, al mostrar imágenes sugestivas, y estéticamente trabajadas.
La música es nostálgica, y contiene sonidos tristes y melódicos, que son usados solo al principio y al final, para no desviar ni un ápice, la tensión natural de la trama.
Utilizando la estratagema característica del “thriller”, la dosificación de la información, gracias al empleo de elipsis, y a la suma de los distintos puntos de vista que funcionan como cronistas, mantiene una intensa tensión.
La angustia se produce y sostiene, por causa de la empatía moral que se desprende de una circunstancia que, a grandes rasgos, podría originarse en cualquier lugar del globo.
La información no se va extrayendo, gracias a pruebas e indicios hallados, sino a la apelación a la conciencia, de quienes mienten en sus versiones.
En este caso, el miedo a la condenación eterna, es lo que empuja a pronunciar la verdad, pero me aferro a creer que, incluso en personas descreídas, los escrúpulos llevarían asimismo a los personajes, a asumir finalmente sus culpas, a pesar del riesgo que ello entraña para cada uno.
Y es que جدایی نادر از سیمین (A Separation) refleja una realidad tan cruda, que da miedo.
Los elementos son un matrimonio en crisis, una hija adolescente que sufre por las desavenencias de sus padres, un abuelo enfermo de Alzheimer, una criada en dificultad...
Un hecho “accidental” desencadena el drama, que evoluciona rápidamente hacia la tragedia, en el sentido clásico del término, también con su dimensión catártica, y purificadora.
Una catarata de hechos desafortunados, va volviendo un simple acontecimiento, en una enorme desgracia, capaz de destruir muchas vidas:
Leila Hatami como Simin, interpreta a una esposa en proceso de separación, se destaca en los primeros minutos, y en la segunda parte de la historia, aportándole esa valentía y decisión a su personaje, con fuerza y realismo.
Es una mujer valiente, luchadora, defensora de sus derechos, y que continuamente toma sus propias decisiones, que podría encuadrarse en un perfil más occidental.
Peyman Moaadi como Nader, es el del esposo que se niega a salir del país, y cuyas acciones posteriores, son el detonante del gran conflicto que relata la trama.
Él aporta la mejor actuación del elenco, y el trabajo más fino y decidido, ese sentido que se le da a la mentira, y a la relación con su hija, es maravilloso.
Shahab Hoseini como Hodjat, es el de un hombre depresivo, abrumado por las deudas, y el desempleo, que lo vuelve agresivo y manipulador; es el esposo de Razieh; y vive una crisis por falta de trabajo, visceral, impulsivo, y con un machismo muy condicionado por lo religioso.
Él tiene una fuerza abrumadora, de hombre árabe en todas sus aristas.
Sareh Bayat como Razieh, es una mujer muy religiosa, de clase baja, que busca trabajo en casa de Nader, quien posteriormente la expulsa de su hogar, por un supuesto robo; luego de tener un aborto, acusa al protagonista por agresión.
Es una mujer que incluso, llama a una línea “especial” para preguntar si algún acto que se ve en la necesidad de hacer, representa un “pecado”
Ella aporta diferentes matices a su papel, convirtiéndolo en una pieza fundamental para la narración, y brindándole ese misterio que el mismo necesitaba; una mujer temerosa, tanto de su marido como de la religión, y por extensión, sometida a estos 2 factores, que podría enmarcarse en la deformada visión que tenemos del perfil árabe femenino más extremo.
Y en medio de las diversas disputas de estos 4 adultos, tenemos a 2 niñas:
Una bastante ajena a todo lo que acontece, debido a su corta edad; y la otra, una adolescente que se ve totalmente afectada y desbordada, no solo porque sus padres se disputan con quien ha de quedarse, viéndose obligada a tomar partido, y creo que a comprender por qué, aun sabiendo la “verdad”, a veces hay que mentir, aunque no sea lo correcto...
Sarina Farhadi como Termeh, es hija de Nader y Simin, muy correcta en los momentos en los que ve a sus padres discutir, y descubre la verdad de lo que sucede.
Es interesante ver جدایی نادر از سیمین (A Separation), desde la óptica de Termeh, y contemplar su sufrimiento en silencio, como el de la niña pequeña, participar de su sentido común y generosidad, al afrontar el drama familiar, y comprobar cómo se negocia con la verdad, y con los mismos hijos.
Ali-Asghar Shahbazi como el padre de Nader, sufre de Alzheimer, y cuyas acciones detonan parte de los conflictos entre las familias de Nader y Razieh.
Otro personaje es el anónimo tribunal, que queda desacreditado, propenso a variar su fallo en apenas unas secuencias...
Si todos mienten, pero al mismo tiempo tienen razón:
¿Quién merece piedad?
Farhadi, amante del neorrealismo italiano, sabe ponerse en el lugar de sus personajes, y tratarlos con comprensión:
Todos tienen sus razones, todos son la vez inocentes, y un poco culpables.
Entre todos, dan lugar a una situación que no debería haberse producido, y que tiene difícil salida.
El espectador, viene llevado de la mano sin darse cuenta, transportado por una historia que, cuando toma velocidad, se vuelve imparable:
La injusticia, la mentira, la hipocresía, molestan muchísimo.
Pero después de todo, cada uno de los personajes se hacen entender:
La honra, el orgullo, la soberbia, el enojo, la tristeza, la locura… los hace reaccionar humanamente; es decir, con contradicciones, con violencia, como verdaderamente son los hombres, aunque las películas los dibujen distinto, aunque no precisamente sea reaccionar bien...
Y el final abierto, que invita al espectador a juzgar por sí mismos la historia, y a decidir su propia conclusión:
No sabrá la joven Termeh, hija del atribulado Nader, si la terrible suerte de su padre, ha sido consecuencia de la decisión de la madre, empeñada en abandonar el país, o de la situación que en ese país impera, y que la obliga a actuar de tal manera.
Pocas películas mantienen a sus espectadores, pendientes de sus títulos de crédito, por otra parte muy breves, sin que nadie se mueva, esperando una respuesta…
La duda persistirá en el ánimo de los protagonistas, y posiblemente, también de los espectadores.
Por otro lado queda una gran duda:
¿Razieh robó el dinero, o no?
Yo creo que no, y me quedan 2 posibles resoluciones:
1. Que sea el mismo dinero que Simin cuenta al principio, y que por falta de comunicación en la pareja que se separa, el marido no sepa que lo ha cogido…
2. Que haya sido la niña pequeña, hija de Razieh:
En la escena casi al final, en la que Nader mete un cuaderno de dibujo en la mochila, esta le dice algo como:
“Mamá no robó el dinero...”
Me deja ese hecho, casi esperando una confesión.
La niña ve los problemas en casa, es revoltosa, y encuentra el dinero, y se lo lleva... es una suposición al ver la situación del padre, Hodjat.
Yo siempre entendí, que es el dinero que coge Simin, cuando piensa irse de la casa; lo raro es que ni ella, ni la hija, hagan referencia sobre esto más adelante, o habrá que pensar que se callan por miedo, o que ni siquiera lo recuerdan...
Tras abordar estos temas, como son los pecados de las mujeres, al tener contacto con hombres, aunque sea cuidando a personas mayores; y tras ver cómo se puede condenar a una persona a la cárcel, por hacer abortar a una mujer, aunque sea sin querer, hay que tomar el asunto con pinzas.
Y es que Irán, no es un lugar fácil para vivir, por motivos del Islam extremista.
Por otro lado, algo característico en el cine iraní reciente, es presentar un hecho en apariencia trivial, como detonador de situaciones dramáticas, que en su desarrollo, ilustran contradicciones sociales, y conflictos políticos y/o religiosos.
Algo también típico, es el modo discreto y contundente, con que los realizadores suelen burlar la censura, exponiendo en filigrana, una problemática muy seria, que el espectador local, y con algún esfuerzo, el público occidental, puede redondear y ampliar con su propia percepción y deducciones, a partir de pistas narrativas muy escuetas.
Resulta paradójico que, mientras جدایی نادر از سیمین (A Separation) es premiada en Berlín y Hollywood, por el manejo de un debate moral en un juzgado iraní, en torno a la responsabilidad de una pareja que, al separarse, ocasiona indirectamente un crimen, esos mismos juzgados, condenan a la cárcel, o al arresto domiciliario, a varios cineastas críticos, por denuncias más abiertas del mismo autoritarismo…
El realizador, nos sitúa en un Irán muy europeo, quizá mucho más cercano de lo que podamos pensar, pero que aun así, sigue estando bastante lejana, por temas como:
La religión, o el papel que las mujeres desempeñan en la sociedad.
La cuestión religiosa y social iraní, no solo de la mujer, aunque principalmente, está tratada como aspecto secundario del asunto criminal, pero sin perder por ello, la efectividad crítica, sino cobrando más eficacia aún, gracias a no estar recalcada.
Lo cierto es que esta religión, la palabra divina, es más importante que la misma ley para los personajes, la cual los coloca frente a la mirada de un Dios que lo sabe todo, y que hace que una mentira, que a cualquier occidental le puede parecer insignificante y justificada, dadas las circunstancias del caso, sea lo que motive a las decisiones más trascendentes de sus vidas, que constituirán los puntos de giro de mayor importancia en la obra.
Las cuestiones que aborda جدایی نادر از سیمین (A Separation), revisten una gravedad considerable en una sociedad marcada por el integrismo religioso.
Se habla abiertamente de divorcio, y de aborto, y también de la decisión muy autónoma de una mujer, de educar a su hija en un país indeterminado, lejos de una sociedad intolerante.
Se alude también, a un conflicto de clases, que permite a la pareja de clase media, liberarse hasta cierto punto, de los prejuicios ancestrales, mientras las clases desfavorecidas, quedan atrapadas en el círculo del prejuicio generalizado.
La crítica es demasiado trivial, si bien en este terreno, supongo que el régimen no tolerará desviaciones, aunque desconozco la política cultural de ese país, u otras circunstancias…
Por ejemplo:
¿Es normal presentarse ante un juez, sin abogados defensores?
Lo que sí está claro, es que la democracia, para que sea tenida como tal, debe ser liberal a la fuerza.
Si le añadimos el adjetivo de “islámica” a continuación queda tachada de “tiranía”, lo cual hace muy difícil su aceptación para los musulmanes, pero no por ser democrática, sino por liberal...
Indirectamente, جدایی نادر از سیمین (A Separation) es también una crítica inteligente hacia el régimen iraní, el fundamentalismo religioso, que busca reglas, y no criterios; y el positivismo jurídico, u otro tipo de fundamentalismo.
Pero, por encima de esto, جدایی نادر از سیمین (A Separation) manifiesta el daño irreparable, que el divorcio ocasiona en los hijos, y lo antinatural que resulta, como muestra con particular vigor la última, y sensacional escena.
El director comenta:
“Actualmente, en Irán, las mujeres son las que realmente luchan para recuperar los derechos que les han retirado.
Son auténticas resistentes, más decididas que los hombres.
El público occidental, suele tener una idea muy fragmentada de la mujer iraní, a la que ven como un ser pasivo, encerrado en casa, alejado de cualquier actividad social.
Puede que haya mujeres en Irán que respondan a ese patrón, pero en general, las mujeres juegan un importante papel en la sociedad, son muy activas.
En جدایی نادر از سیمین (A Separation) vemos a estos 2 tipos de mujeres, pero ninguna intenta ser una heroína.
No hay un enfrentamiento entre la buena y la mala.
Simplemente son 2 versiones enfrentadas.
En mi opinión, esta es la tragedia de nuestro tiempo.
Surge un conflicto entre 2 entidades positivas.
Solo puedo esperar que el espectador no sepa cuál de las 2 debería salir victoriosa”
“من به آنجا رفتم چون من حس انسانیت داشته باشد”
(Fui allí, porque tengo un sentido de humanidad)
En el caso de Irán, los divorcios se encuentran más en las ciudades que en el campo.
Por lo que en Teherán, donde los hábitos y las maneras occidentales están más extendidos, los casos de divorcios son mayores que en otras ciudades.
Por su parte, El Parlamento iraní ha logrado, por primera vez desde La Revolución Islámica de 1979, la equiparación del derecho al divorcio para hombres y mujeres.
La aprobación de varias reformas del Código Civil iraní, impulsadas por la mayoría reformista en La Cámara, establece 3 supuestos legales:
Adicción, malos tratos, y deficiencia mental, para solicitar el divorcio, e instituye, por primera vez, el derecho a la pensión alimentaria para las mujeres.
La reforma, da soporte legal a las 3 únicas causas de divorcio concedidas por los jueces a las mujeres para pedir el divorcio.
La novedad radica, además, en que las nuevas causas de divorcio, se aplicarán igualmente a los hombres, lo que reduce el vasto derecho otorgado hasta ahora por El Código Civil iraní, inspirado en la sharía, o ley islámica:
“El hombre puede divorciarse de su mujer siempre que lo desee”, reza el texto legal.
Aunque en la práctica, las mujeres iraníes podían pedir el divorcio ante los tribunales, siempre que demostraran que su marido les pegaba, que era toxicómano, o impotente sexualmente, tras largos y costosos procesos judiciales, rara vez se les concedía el divorcio, sin contar con el consentimiento del marido.
Una vez concedido el divorcio, la mujer no tenía derecho a exigir una pensión alimentaria…
Acogida como una gran victoria por mujeres y reformistas, el cambio legal ha sido duramente criticado por los conservadores, que controlan el poder judicial y religioso en Irán.
“El lenguaje de estas reformas, no es acorde con las normas de nuestra sociedad”, escribía en el diario iraní, Entekhab, dirigido por uno de los discípulos del supremo líder religioso, el ayatolá Ali Jamenei.
Por lo pronto, جدایی نادر از سیمین (A Separation) demuestra, cómo se pueden ir las situaciones de las manos, y cómo “el efecto bola de nieve” puede aumentar una nimiedad, a dimensiones desproporcionadas, y la imposibilidad de que, a partir de ahí, se pueda volver atrás.

“چه اشتباه است اشتباه است، مهم نیست که آن را گفت و یا که در آن نوشته شده است”
(Lo que está mal, está mal, no importa quién lo dijo, o donde está escrito)



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