Jackie Brown

“How old is that machine gun shit?”

“Blaxploitation” o “Filmes de Explotación Negra”, fue un movimiento cinematográfico, que tuvo lugar en los Estados Unidos, a principios de los años 1970, con la comunidad afroamericana, como protagonista principal, y que consistió en un “boom de cine negro” con bandas sonoras de conocidos artistas de la época.
La escena clásica del “blaxploitation”, es la persecución de coches por la ciudad, con música funk de fondo.
Es por ello que el término, se identifica también con el género musical, que constituían las bandas sonoras de dichas películas.
Algunos de los principales artistas, artífices del género, fueron:
Curtis Mayfield, Isaac Hayes, Roy Ayers, Bobby Womack, y James Brown.
En lo actoral, Pam Grier, fue el símbolo del cine “blaxploitation” que triunfó en taquilla, durante la primera mitad de los años 70.
El así llamado, era un cine hecho básicamente para el público negro, y protagonizado y dirigido por actores, y cineastas de color.
La Grier, protagonizó títulos míticos de este subgénero, que la encumbraron como uno de los símbolos de los años 70, merced a su contundente anatomía, y a su predisposición para las escenas de acción.
Pero la fiebre “blaxploitation” se terminó, y Pam Grier se limitó en años sucesivos, a apariciones como actriz secundaria.
A finales de los 90, la actriz, acudió a las oficinas de Quentin Tarantino, para hacer una prueba para el papel de Jackie Brown, y se encontró con posters de muchas de sus películas, en la oficina del director.
A Tarantino, no le había dado tiempo a quitarlos, pero ya estaba claro, que el papel sería suyo.
“Six players on the trail of a half a million in Cash.
There's only one question...
Who's playing who?”
Jackie Brown es una película de acción del año 1997, escrita y dirigida por Quentin Tarantino.
Protagonizada por Pam Grier, Samuel L. Jackson, Robert DeNiro, Robert Forster, Bridget Fonda, Michael Keaton, Michael Bowen, Chris Tucker, Lisa Gay Hamilton, Tommy “Tiny” Lister, Sid Haig, Aimee Graham, entre otros.
Jackie Brown, está basada en la novela “Rum Punch” (1995) de Elmore Leonard; en la que Tarantino extrajo los diálogos casi iguales; una razón del disgusto de sus fanáticos, pues los diálogos tienen diferente estructura.
“Rum Punch” es una novela negra, que le serviría de nuevo al director, para homenajear a un subgénero denostado:
El “blaxploitation” de los 70.
Una buena excusa también, para recuperar de nuevo, a viejas estrellas olvidadas:
Pam Grier y Robert Foster; y añadir su sello en diálogos milimétricos, brillantes, una trama aparentemente sencilla, pero para nada simple, y añadir una banda sonora, que reivindicara la música negra de esa época.
Un material con sustancia, ideal para sumergirse en una historia de amor, teñida de tintes policiacos, de género negro, con intriga bien dosificada, y un desarrollo “in crescendo”, que culminará con un extraordinario final.
Jackie Brown fue la 3ª película de Tarantino, después de su éxito con:
“Reservoir Dogs” (1992) y “Pulp Fiction” (1994); y está considerada, como la película de “blaxploitation de Tarantino”, al igual que “Reservoir Dogs”, es su película de atracos; “Pulp Fiction” de cine negro; y “Kill Bill” la de artes marciales; todo tematizado.
Jackie Brown estuvo nominada al Premio Oscar, como mejor actor de reparto, para Robert Forster.
Como dato, ninguno de los bares, y demás localizaciones, son imaginarios.
Todos existen en realidad, en Los Angeles, por lo que no se reconstruyeron en estudios.
Puestos en marcha, Jackie Brown (Pam Grier), es una azafata de vuelo que, necesitada de dinero, pero sirve de “mula para el contrabando” de Ordell Robbie (Samuel L. Jackson), un traficante de armas, buscado por la policía.
Todo parece ir bien, hasta que un día, Jackie Brown es sorprendida en la aduana, y acusada de tráfico de drogas, y evasión.
Para evitar ingresar en prisión, la policía sólo deja a Jackie una salida:
Ayudarles a llegar hasta Ordell.
Y es que Jackie Brown, analiza los momentos que te da la vida, para cambiar aquello con lo que no estás a gusto, pero parece que tenemos que estar en una encrucijada, para tener el valor de luchar.
Así, nos relata un entramado policíaco, donde Jackie Brown, que se ve implicada en esta trama, es una mujer harta de “portarse bien”, porque su vida es el ejemplo de que, así no se consigue nada en este falso “Sueño Americano”, y decide cambiar su destino, en el momento justo, en el que no tiene nada que perder.
Y va a utilizar a los que le rodean, por primera vez, ya que ella ha sido utilizada por los demás, demasiado tiempo:
Es, por tanto, la historia de la pérdida de ingenuidad de una mujer, en un mundo cruel, que decide vengarse; pero es una venganza fría, premeditada.
La ingenuidad, falta de inteligencia, y la sobrestimación de ambos bandos, les provocarán su propia trampa, pues ella se aprovechará para entretejer su propia telaraña, con la ayuda indispensable de su fiel amigo, y amante no consumado, Max Cherry (Robert Foster)
“My ass may be dumb, but I ain't no dumbass”
Por otra parte, el adaptar una novela de Elmore Leonard, con 2 protagonistas que ya han llegado a la cuarentena, le ha ayudado a Quentin Tarantino, a distanciarse de su cine anterior.
En la novela, la historia se desarrolla en Miami, y la protagonista es una mujer blanca.
Este hecho, en pleno proceso de escritura, a Tarantino se le ocurrió cambiar la raza, y el apellido de su protagonista:
La azafata, Jackie Burke, ahora rebautizada como Jackie Brown.
Y ya tenía en mente a su protagonista, una de las reinas del cine 70s, añorada en su mayoría por el público negro masculino, ya bien talludo.
Para el autor de la novela, Elmore Leonard, Jackie Brown es sin duda, la mejor adaptación de una novela suya.
Cabe señalar que la idea de la famosa escena, contada desde 3 puntos de vista, estaba ya en la novela de Leonard, y no fue una invención “tarantiniana” como muchos la han querido ver.
Así pues, y sin abandonar el género negro, Tarantino ha sabido mantener el equilibrio, entre el anclaje en la realidad, y el dispositivo de la intriga; y logra una dosificación perfecta.
Tarantino nos cuenta, con paciencia, con milimétrica precisión a sus personajes, y a una historia en apariencia sencilla, pero que acaba atando cabos, en un juego de intercambios, todo lo desarrollado en el centro comercial, es un extraordinario ejemplo de narración, y de dominio de los tiempos, y la acción; que nos evidencia la complejidad de una trama, de la que sobresale la victoria moral de 2 personajes maduros, llamados a reivindicarse.
La primera parte de Jackie Brown, la dedica, más que nada, a presentar a los personajes; sin prisa:
El prólogo con Ordell, puede parecer largo, casi 15 minutos; pero en realidad, es imprescindible, para entender su manera de actuar, y lo que ocurrirá más adelante...
De la galería de personajes, la aportación más innovadora es, sin lugar a dudas, Jackie Brown, una azafata negra, de 45 años, que sobrevive en una situación laboral miserable.
Por si fuera poco, se ve asediada por la presión paralela de la delincuencia, y la policía.
Pensándolo bien:
¿Qué diferencia existe?
Al fin y al cabo, quieren instrumentalizarla por igual…
Y entonces, conoce a otro superviviente, Max Cherry, el agente de fianzas.
En el momento más oportuno; se ayudarán mutuamente, en la difícil partida que juegan contra unos, y otros.
Entre los 2, los auténticos protagonistas de Jackie Brown, surgen las emociones más intensas.
La trama, cuando ya conocemos a los personajes, e intuimos sus pretensiones, se llena de humor negro, pero sobre todo, de enorme sutileza.
Todo contado con mesura, sin sobresaltos, sin violencia, sin un montaje eléctrico.
Pero no por ello, carente de tensión, de intensidad, y de profundidad.
El director, rescata a Pam Grier y a Robert Forster, actores que alcanzaron su máxima gloria, en películas de los 70.
De hecho, Pam Grier, llegó a ser una estrella de las películas de serie B de la “blaxploitation”, 100% protagonizadas por gente negra, que tanto éxito tuvieron en ese Hollywood de pantalones campana y pelo afro; y que Tarantino homenajea en esta oscura y sórdida película.
La Grier, será otra demostración, de la capacidad de Tarantino de “revivir” actores supuestamente acabados, como lo fue en su momento, John Travolta, y después David Carradine, entre otros; así como nominar a más de un actor secundario, para El Premio Oscar de La Academia de Las Artes y Ciencias Cinematográficas de Hollywood.
Y aunque no quería, Tarantino tuvo que cortar el metraje, pues su duración original, era de 3 horas y 30 minutos, haciéndole caso a los productores, los tiburones hermanos Weinstein.
Por otra parte, Jackie Brown fue criticada por algunos seguidores de Tarantino, ya que es un estilo muy diferente al de sus 2 anteriores películas:
Jackie Brown, cuenta una historia, no tan violenta, tiene una narración más clásica y relajada, y la sangre no es tan abundante, ni sale a borbotones, como en el comic.
Sin embargo, fue bien recibida por la crítica especializada.
De esta manera, también callaría a todos aquellos que no cesaban de criticar su excesiva dependencia, en una efectista forma de contar historias.
Para unos, Jackie Brown fue una enorme decepción:
Una película larga, de narración pausada, de diálogos interminables, de personajes maduros, aparentemente blanda y, sobretodo, diametralmente opuesta a la violenta, vibrante, y adrenalítica “Pulp Fiction” (1994)
Otros, en cambio, supieron apreciar su capacidad para la reinvención, para demostrar que era un autor, un cineasta dotado de gran sentido creativo, capaz de despojarse de atributos, y sumergirse en una película, más cercana al clasicismo, que a la modernidad, que para muchos encabezaba en el cine de Hollywood
Para rematar la faena, Tarantino optó por restar protagonismo a la violencia, cuya utilización en sus anteriores obras, había sido tan criticada, para concedérselo a una sorprendente historia de amor, entre una azafata de vuelo, y un agente de fianzas.
No contento con ello, dio un paso más, inclinando la balanza, con respecto al peso que otorgaba a la mujer en su cine.
Si en “Reservoir Dogs” (1992), no había lugar para ellas; en “Pulp Fiction” (1994), comenzaron a ganar terreno, para hacerse con el protagonismo absoluto en Jackie Brown.
A pesar de todo esto, el estilo, y la personalidad del director, está presente en cada fotograma, lo cual revela que su cine, es mucho más de lo que muchos pensaban.
No es de extrañar, que aquellos que no sientan excesivo apego por el cine de Tarantino, declaren a Jackie Brown, como la mejor de sus películas, quizás por ser la más “diferente” de sus películas, aunque en el fondo, encaje en su universo.
Tarantino nos enseña, que la violencia, que tan bien maneja en sus anteriores obras, no es solo la sangre o las armas, la violencia se palpa en Jackie Brown, sin necesidad de llenar la pantalla de rojo.
El papel de Samuel L. Jackson, es una buena muestra, perfectamente definido en su extensa presentación.
Deja claro que Tarantino quería sacar el máximo partido de unos personajes muy humanos, a lo que muestra con enorme profundidad, y que cargan con el principal peso de esta historia “negra”
Eso sí, con unos actores brillantes, desde un lacónico Robert DeNiro, o un sosegado y sorprendente, Robert Foster.
Sin olvidarnos del resurgir de Pam Grier, a la que le otorga algunas de las mejores escenas, y que encarna a la perfección, esa heroína madura, castigada, que ya nada tiene que perder, y que quiere cambiar su rumbo.
Tarantino, no se olvida tampoco de usar sus, ya tan reconocibles señas de identidad, durante el resto del metraje:
Desde “el plano del maletero”, su fetichismo casi insano con los pies de mujer, tardará sólo 5 minutos en enseñarnos los empeines de Bridget Fonda; los extraños planos  contrapicados de un cadáver desde el suelo, hasta ese punto musical “old school”, siempre tan presente en sus films, y que por supuesto, sus personajes deberán cantar, tarde o temprano; o el uso de actores fetiches, y el carro blanco Honda de “Pulp Fiction” (1994)
Los particulares homenajes a sus cineastas, y actores de culto, también son un jugoso divertimento a descubrir para el cinéfilo; como el romance de Robert DeNiro y Bridget Fonda, ambos protagonistas de la saga “The Godfather”
El actor Sig Haig, tiene un papel secundario, como el juez que juzga a Jackie.
Haig, participó en 5 películas con Pam Grier, en los años 70.
Además, podemos ver su nombre, junto al de Jack Hill, el director de varias películas de Grier, en la lista de habitantes del edificio, donde se ubica el apartamento de Fonda.
En los créditos finales, Tarantino agradece la colaboración de Peter Bogdanovich, y se da las gracias a Samuel Fuller “por todo”
En la banda sonora, se incluyó un tema cantado por la propia Pam Grier, y se incluyeron temas de otros artistas, como:
Bobby Womack, The Brothers Johnson, Bill Withers, Johnny Cash, The Delfonics, etc.
“Well I got a problem with spending ten thousand dollars on ungrateful, peanut-head nigga to get 'em out of jail, but I did it!”
Este director feminista, Quentin Tarantino, dedica Jackie Brown, a su admirada Pam Grier, y al género de la “blaxploitation”, un género de serie Z, para este director fetiche de los géneros denigrados por la más conservadora crítica cinematográfica.
Esta semidiosa moderna, es una mujer que lleva toda la vida, luchando por hacerse un hueco entre los hombres, y se ha dado cuenta, de que ni por la línea legal consigue nada, pues lleva toda la vida de azafata, y no sólo no ha prosperado, sino que ahora, está en la considerada “peor compañía del mundo”; pero por la ilegal tampoco, ya que ha sido delatada, y ahora se encuentra en una encrucijada, en la que se plantea sus convicciones, y sus “deberes” dentro de la mafia.
Nos sorprende, el armazón tan bien hilvanado del plan de esta mujer de armas tomar, de esta heroína “shakespeariana” que tiene a todos en contra, y que se matarán unos a otros, en una espiral de violencia, en la que sólo tiene una salida, y éste es el momento.

“Is that what I think it is?”



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