Cyborg

“First there was the collapse of civilization:
Anarchy, genocide, starvation.
Then when it seemed things couldn't get any worse, we got the plague”

En la historia literaria, como cinematográfica; sobre todo en la ciencia ficción, existen muchos escenarios, en los que la humanidad ha sucumbido a alguna forma de colapso social.
En ocasiones, a estos escenarios se llaman de forma global, “ficción apocalíptica”, y “post apocalíptica”
En términos comunes, la etapa apocalíptica, se relaciona a las narraciones de grandes catástrofes, hecatombes, guerras, y tragedias que llevan a la extinción de la humanidad.
En cambio, la etapa post apocalíptica, tiene relación con las ideas generales de supervivencia del hombre sobre La Tierra, mezclado con el origen de una nueva “era social”, un nuevo orden mundial, y la creación de una nueva civilización, posterior al apocalipsis.
“I'll take you to Atlanta, and you'll give me the cure.
And if you don't, I'll give you the horror show”
Cyborg es una película estadounidense de acción, y ciencia ficción, del año 1989, dirigido por Albert Pyun.
Protagonizado por Jean-Claude Van Damme, Deborah Richter, Vincent Klyn, Alex Daniels, Dayle Haddon, Blaise Loong, Ralf Moeller, Haley Peterson, entre otros.
El guión es de Kitty Chalmers; y la idea de la productora Cannon Films, era hacer una secuela de “He-Man” de 1987, y una película de “Spider Man”
Ambas cintas, serían grabadas al mismo tiempo por Albert Pyun.
Pero la productora, pasaba por problemas financieros, y canceló sus contratos con los dueños de los derechos de ambos personajes.
Ya habían invertido $2 millones en la grabación; y pensando en recuperar el dinero invertido, Pyun escribió el guion para Cyborg en 3 días.
El primer considerado para protagonizarla, era Chuck Norris, pero Menahem Golan, optó por Van Damme.
Cyborg se filmó con menos de $500 mil, y en menos de 3 semanas; lo que la convirtió en una de las últimas producciones de la Cannon Films; madre de las peores películas de acción ochenteras, hogar de estrellas como:
Chuck Norris o Charles Bronson, entre otros.
Y es que tras Cyborg, el estudio propiedad de Menahem Golan y Yoram Globus, se fue a pique, hasta que desapareció definitivamente, en 1993.


Si bien, Cyborg recibió pésimas críticas, a pesar de haber sido un éxito en taquilla; recaudó alrededor de $10 millones, fue uno de los primeros lanzamientos en formato DVD, por cortesía de MGM/UA Home Video, en 1997.
Así las cosas, después de una Guerra Nuclear, y en el proceso de deterioro debido a la anarquía social, los pocos supervivientes del siglo XXI, en Atlanta, Estados Unidos, se ven amenazados por una plaga mortal.
Sólo Pearl Prophet (Dayle Haddon), una criatura mitad humana, mitad robot, un ciborg, tiene el conocimiento para desarrollar una vacuna contra esta misteriosa plaga.
Y se encuentra en su camino, con Gibson “Gibs” Rickenbacker (Jean-Claude Van Damme), que la salva de una persecución de un grupo temido de pandilleros.
Gibson, confunde a Pearl, con una mujer que marcó su pasado, y de la cual estaba profundamente enamorado, y que perdió a manos del inescrupuloso Fender Tremolo (Vincent Klyn), por lo que Gibson busca vengarse, por haberle arrebatado todo.
Al ser secuestrada Pearl, por Fender y su pandilla, para adueñarse de la vacuna que puede curar la plaga, y así dominar el mundo, Gibson une fuerzas con Naddy Simmons (Deborah Richter), que quiere la cura de la plaga, en diversas peleas.
En una de ellas, Gibson es brutalmente golpeado, y crucificado por Fender y su pandilla, pero consigue romper la cruz a patadas, recordando como la pandilla arruino su vida.
A la vez, es rescatado por Naddy, y en otra pelea, consigue derrotar a Fender, vengarse, y ayudar a Pearl a llegar con los datos de la vacuna, hasta su base de operaciones, y así poder dar una esperanza al mundo.
Cyborg no es una obra compleja ni profunda, pero indaga en los aspectos más oscuros de la psique humana, donde se puede observar, como un ser humano llega a desear vivir en el infierno mismo, para decir que viene de allí…
Cómo un humanoide robótico, es capaz de preocuparse por la población humana en el planeta; y como un hombre, con ansia de paz y justicia, se procura todo lo que puede, y se compromete a luchar por el bien, aun a costa si hace falta de su vida.
“I like the death!
I like the misery!
I like this world!”
Considerada por muchos, muchísimos seguidores, incluso por el propio Van Damme, como la peor película de ciencia ficción de finales de los 80, Cyborg es de la primera etapa del actor; no su mejor película, pero si es la más original, la más extraña... y la más personal.
Tener a Pyun en el sillón de director, siempre da cierta personalidad, a pesar de los malos resultados artísticos, de todas las que hizo el actor belga, antes de dar el salto a la fama mundial, y al cine de gran presupuesto.
No obstante, Van Damme y el director, Albert Pyun, no se llevaron demasiado bien durante el rodaje, cosa que imposibilitó a Van Damme, trabajar de nuevo con el director, idea que se había barajado de cara a rodar “Kickboxer” (1989), y pues, Pyun dirigió la 2ª y 4ª entrega, pero sin el actor.
Una curiosidad es que el cyborg que da título a la película, no es Van Damme, es decir, el título no gira entorno a su protagonismo, aunque hay una escena que tal vez lo deja entre líneas...
La idea original de Pyun, con Cyborg, era hacer una ópera rock, sin diálogos, rodada en blanco y negro; idea que fue cortésmente rechazada por los productores, quienes no le vieron potencial económico, a una cinta de esas características.
Sin embargo, el tono operístico se mantuvo en el producto final, y no solo porque todos los personajes tengan nombres de marcas de instrumento musical:
Gibson Rickenbacker, Fender Tremolo, Pearl Prophet… sino por la casi ausencia de dialogo, el uso de “flashbacks”, y la iluminación psicodélica de ciertos momentos.
Así las cosas, una voz “en off”, nos pone al corriente de que estamos en el futuro, un futuro marcado por la devastación, los cyborgs, las bandas violentas, y la reaparición de la peste.
Cyborg, es una clara muestra, de cómo no se debe hacer cine de acción, el error consiste en mostrar acción todo el tiempo, sin ningún tipo de elaboración en los vericuetos que presenta esta fantochada.
Desde ya, que el futuro que nos presenta Pyun en su película, es dantesco, más bien parece la prehistoria por las conductas y actitudes de los seres humanos de la época recreada.
La trama, es sustentada con el concepto de “sed de venganza”, y la famosa ley de “ojo por ojo y diente por diente”
Desde el odio, y la sed de revancha, se nos presenta una hora y media de escenas de acción, coreografías, y vestuario rudimentario, espacios devastados, pandillas al mejor estilo post apocalíptico, y una gran peste que amenaza con acabar con la humanidad.
Y es entonces, cuando descubrimos que los diálogos no están redactados, sino escupidos por los guionistas.
Como muestra, el diálogo entre el guardaespaldas del cyborg y Fender… sobre lo macho que es este último, pues “viene del infierno”…
Después de este diálogo, sabemos que Cyborg no desarrollará personajes, ni profundizará en ningún drama postmoderno.
Aquí estamos para lo que estamos, para partirnos la cara, y demostrar que en hombría, nadie les gana.
Y así es como llegamos a un espectáculo lleno de golpes testosterónicos, puñetazos mayúsculos, patadas voladoras inacabables, combates, cuchillazos, piques a ver quién es más hombre que nadie, músculos rellenos de esteroides; en fin, un espectáculo total de hombres para hombres, todo en el más puro sentido heterosexual.
También, tenemos a tremendas féminas explosivas, que acompañarán a nuestro héroe en su cruzada, en este caso, son hasta 3; y a un archivillano, que le planta cara a Van Damme, en una lucha final, que parece nunca acabar.
No obstante, Cyborg hará las delicias de los adictos al cine de Van Damme, y podrán recrearse con una de las mejores musculaturas del Séptimo Arte:
Un cuerpo macizo, al 100%.
Jean-Claude Camille François Van Varenberg, llamado “The Muscles from Brussels”; aquí estaba pletórico, jovencito, terso, y sexy.
Se nota que estaba en óptimas condiciones físicas, por la cantidad de luchas que desarrolla a lo largo del metraje, de hecho, pienso, o al menos es mi sensación, que ésta es en una de las películas, en que más tiempo pasa peleando.
La caracterización de Van Damme, es digna de mención, con ese rostro pétreo, inalterable, e indespeinable; a excepción de la peluca cutre que le imponen.
La limitación a soltar frases de no más de 4 palabras, nos dice muy poco de este héroe traumatizado por la muerte de su novia, a manos de Fender Tremolo, el villano.
El malo, Vincent Klyn, da miedo, ya no solo porque en el guión han conseguido que lo sea, un descerebrado ansioso de hacer daño y putear, sino que el aspecto que tiene, parece un descerebrado psicópata, y ese momento de maldad, en el que se quita las gafas riendo… con esos lentes de contacto, tan azules, es porque tiene que ser malo, pero de los peores…
Como dato, entre el reparto coral, que muy poco habla, dicho sea, Jackson “Rock” Pinckney, quien interpreta a uno de los pandilleros de Fender, perdió su ojo en la filmación, cuando Van Damme, accidentalmente lo rasgó con un cuchillo.
Pinckney, demandó a Van Damme en una corte de North Carolina, y recibió $485 mil de indemnización.
Con todo, los méritos de Cyborg son modestos:
La pericia de Van Damme en las escenas de artes marciales, la ajustada duración, y un diseño de producción bastante apañado, aprovechando los escenarios que no se pudieron utilizar para la 2ª parte de “Masters Of The Universe”, prevista, pero sin llegar a realizarse… las coreografías de peleas, que son bastante buenas, y están rodadas a cámara lenta, refuerza su vistosidad.
Y hay que destacar que los efectos de maquillaje y FX, fueron realizados por Greg Cannom, y su empresa, junto a la asistencia de Thom Floutz, mientras que la empresa Makeup Effects Unlimited, se encargó de la realización y construcción del cyborg Pearl, para ciertas escenas, y con todos sus efectos especiales, que están buenos para la época.
De las escenas más recordadas:
La crucifixión…
Sólo las poderosas patadas con el talón, del pie contra la madera, y el recuerdo del asesinato de su amada, atada con alambre espinoso, consiguen liberar a Gibs.
Una vez pasado este trauma, nuestro héroe se recuperará de las heridas a velocidad de vértigo, y ya en los siguientes planos, no tendrá ni cicatrices...
¿Será un cyborg?
La escena en la que Van Damme está crucificado, causó mucha polémica, calificada la misma, como “LA PASIÓN de Van Damme”
Las escenas de violencia, fueron fuertemente cortadas, para obtener una calificación “R”, en lugar de “X”, que incluye:
Un degüello, y un poco de sangre y vísceras durante la masacre del pueblo.
La muerte de niños, una cabeza de bebé guindando, el abuso infantil, etc.
Como dato, si nos fijamos, Cyborg está realizada en su totalidad, en un solar abandonado, se ve, casi siempre, los mismos paisajes con ligeros cambios, y a distintas horas del día…
Con todo, el resultado final, es una típica película de videoclub de la época, que mezcla ese cine de artes marciales, tan popular a finales de los 80, y primeros 90, con una cinta post apocalíptica tardía, y es que los “exploits” de sagas como “Mad Max” y de “Terminator”, estaban un poco pasados de moda en el momento de su estreno.
Aun así, Cyborg tuvo una excelente carrera comercial, sobre todo, en el mercado doméstico.

“He's the First Hero of the 21st Century...
And He's Our Only Hope”
Cyborg, es una película resultado de todo el cine entre los 80, y los 90, con Jean-Claude Van Damme a la cabeza, que se convirtió en uno de los personajes del cine de acción, y artes marciales, más importantes de esa época.
Y es que saber más de Van Damme, además de su faceta iconográfica, dentro del subgénero de artes marciales, el actor ha ejercido de guionista en algunas de sus películas, e incluso, se ha atrevido con la dirección, en “The Quest” (1996)
Jean-Claude Van Damme, es políglota:
Habla flamenco y francés como lenguas nativas, inglés a la perfección, y entiende italiano, alemán, y español.
Es conocido por su uso constante de aforismos.
En octubre de 2012, se inauguró en Bruselas, Bélgica, una estatua en su honor; aunque reside en Bélgica, Hong Kong, Los Angeles, y Canadá.
Es fanático de la música clásica, y su compositor favorito es Beethoven.
Es un reconocido defensor de los derechos de los animales.
Y es el primer europeo, y occidental, en triunfar con las artes marciales, en el cine de Hollywood.
Un actor que supo combinar varias disciplinas, para tenerlo como su seña de identidad:
Artes marciales, culturismo y elasticidad, unidos a un hombre atractivo, además de su carisma.
Consiguió que muchísimas mujeres, se aficionaran al cine de acción, gracias a su atractivo físico, y drama de algunas de sus películas; siendo ídolo de niños.
Demostró también, que una persona puede cumplir sus sueños si los persigue, ya que fue a EEUU, sin saber inglés, y sin contactos para proporcionarle un papel en el cine, pues todo fue a base de perseverancia.

“Go to hell!”



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