Secret Agent

“Tell me.
Do you love your country?”

El “agente encubierto” o “secreto”, también conocido como “topo”, es el infiltrado en una organización que sirve a otra.
Los topos, pueden dedicarse, bien a actividades ilegales, como el espionaje, o la provocación, o bien a actividades legales, caso de los miembros de la policía que investigan organizaciones sociales, políticas, sindicales, u organizaciones ilegales, o criminales.
El primer texto histórico que se refiere a los espías, es “El Arte de La Guerra” de Sun Tzu, escrito unos 500 a.C.
Los antecesores del espionaje, fueron los ninja del Japón feudal.
Un personaje real, fue William Somerset Maugham, agente secreto en 1915-1916, durante un año aproximadamente, trabajando principalmente, como correo.
En ese tiempo, no era raro que los servicios de inteligencias, contrataran escritores como agentes.
Durante la década de 1930, fue considerado el escritor más popular, y mejor pagado del mundo.
A lo largo de 60 años, Maugham escribió más de 100 relatos, y 21 novelas, además de gran número de piezas teatrales, biografías, libros de viajes, y ensayos.
Las obras del escritor inglés, W.S. Maugham, son un compendio de su vida; aunque haya en ellas un buen porcentaje de ficción, ahí están plasmadas sus experiencias, sus frustraciones, sus miedos, sus sorprendentes, y mágicas vivencias en el universo del arte y del espíritu, sus especiales aventuras, su evolucionado sentir ante la sociedad, y ante la vida… e incluso, su labor como espía que, por expresa invitación, y motivación del jefe del Servicio Secreto Británico, William Wiseman, ejerció con la tarea de conseguir, sin éxito por su parte, que Rusia se involucrara en La Primera Guerra Mundial.
Sin demasiado interés en el espionaje, porque lo que tuviera que ver con asesinar, y poner en riesgo la vida de seres inocentes, le causaba repulsa y escozor, su interés por la experiencia, y el conocimiento de la vida política, animaron a Maugham, a asumir esta tarea, cuyo mayor logro fue, quizás, el haber publicado su estupendo libro de cuentos de espías, titulado:
“Ashenden”
Por otra parte, el personaje de ficción, James Bond, es otro ejemplo famoso, de agente secreto.
“Mystery
Intrigue
Romance, burn a flaming trail among the gay capitals of Europe”
Secret Agent es una película británica de suspense, dirigida por Alfred Hitchcock, en 1936.
Protagonizada por Madeleine Carroll, John Gielgud, Peter Lorre, Robert Young, Percy Marmont, Michael Redgrave, Florence Kahn, Lilli Palmer, Charles Carson, entre otros.
El guión es de Charles Bennett, basado en las obras:
“The Traitor” (1927), “The Hairless Mexican” (1927), y “Ashenden: Or The British Agent” (1928), de William Somerset Maugham; así como en una obra teatral de Campbell Dixon.
En particular, “Ashenden”, estaba basada en casos y personas reales; Secret Agent de Hitchcock, no tiene relación con la novela de Joseph Conrad:
“The Secret Agent” (1907)
El guión, bascula entre varias constantes de del cine de Hitchcock:
El falso culpable, el espionaje, el humor negro, y el volcánico suspense, básicamente.
Así pues, por encargo de “R” (Charles Carson), del Servicio de Inteligencia Británico, el escritor Edgar Brodie (John Gielgud), es comisionado durante La Primera Guerra Mundial, para identificar y matar a un espía alemán, a cuyo efecto, se le proporciona una falsa identidad:
“Richard Ashenden”
Para su misión, tendrá la ayuda del General Pompellio Montezuma De La Vilia De Conde De La Rue (Peter Lorre), y de Elsa Carrington (Madeleine Carroll)
Ashenden, es un hombre inteligente, observador, frío en apariencia, y capaz de hacer siempre una segunda lectura de cualquier incidente.
La atractiva rubia, Elsa Carrington, a quien le asignan para que parezca casado, y “El General Mexicano” Pompilio Moctezuma, ambos tan ambiguos en sus actitudes que, hasta el final, nos pasamos dudando de qué lado realmente están.
Y a ellos se suma un 4º personaje:
Robert Marvin (Robert Young), un estadounidense de tan buen aspecto, y abundante carisma, que sin reparo alguno, le concedemos a la chica, y hasta preferimos pensar que, el tan buscado traidor, más podría ser el seco Ashenden.
Todo se complica, cuando matan a Caypor (Percy Marmont), el espía equivocado.
Y cabe preguntarse:
¿Por qué una misión tan importante, es encomendada a 3 personas que, claramente no tienen la preparación necesaria?
Ashenden/Brodie, en realidad, es un novelista que no parece tener aptitudes especiales para el trabajo, además de que presumiblemente sea una persona conocida, y por ello reconocible, aunque por otro lado, tal vez su obra no tuviera difusión fuera de Inglaterra, o bien su rostro no fuera tan público, considerando que Secret Agent transcurre en 1916.
Elsa, es una joven en busca de aventuras, que “pisó muchas cabezas para conseguir ese trabajo”, deducciones aparte…
Y “El General”, no es más que un asesino profesional, y cuando logra encontrar la pista correcta, lo hace más bien por casualidad.
Claro que por el bien de la historia, conviene que “los buenos” no sean sabuesos experimentados, aunque ello no sea tan beneficioso para Caypor, y su esposa…
Esta historia, aparentemente demasiado tópica, se ensalza con ciertos tintes de humor, consiguiendo un notable resultado, que atrapa al espectador, el cual disfruta de un buen ritmo argumentativo.
Vale la pena aclarar, que Secret Agent será, a pesar de todo lo anterior, un oscuro “thriller”, en el que va a tener cabida, un amplio estudio sobre la conciencia de los personajes.
“You can call him The General.
He isn't a general, but he'll appreciate the compliment”
Secret Agent es la primera película del director, en la cual el trasfondo político está precisamente definido.
Aquí ya no se trata, como en películas anteriores, de insinuar que, “una cierta potencia extranjera”, estaría implicada en la trama, sino que directamente se identifica al enemigo, en consonancia con la política del momento, además de sugerirse la posibilidad de que haya traidores entre los propios, o al menos, entre quienes aparentan serlo.
Y está claramente dividida en 3 actos, cada uno, de una duración aproximada de 30 minutos:
El primer acto, tiene el espíritu de una comedia romántica de enredos; el segundo es oscuro, y el mayor peso se encuentra tanto en los dilemas morales que desata, la muerte de Caypor, como en la relación romántica entre Elsa y Ashenden; y el tercero, está dedicado mayormente, a resolver la intriga de espionaje.
Como la historia se basaba en Suiza, el director consideraba que se debían de ver rasgos típicos de este país, y lo más típico era el chocolate, y las montañas.
Por lo que hay una escena de montañismo, y la central de los espías alemanes, se puede ver en una fábrica de chocolate, donde mandan los mensajes secretos, a través de las tabletas.
Y con 2 temas que Hitchcock maneja con excelencia:
El asesinato, y la confusión de identidades, en la cual, abundan los misterios:
El cuerpo en el órgano de la iglesia vacía, el carácter irreal de la visita a la fábrica de chocolate, etc.
En lo técnico, el uso de cámara muy imaginativo y ágil, con sabios efectos ópticos que realzan las geniales dotes de dirección, acrecentados en gran medida, por trabajados fundidos, bastante coloristas, y variados.
La iluminación muy esbozada, reúne excelentes contraluces, y juegos de sombras que sumergen al público en una sórdida atmósfera, indispensable para el desarrollo de la narración.
En Secret Agent, aparece por primera vez, un recurso que Hitchcock afinará en las películas siguientes, cual es el de poner al espectador, del lado del “villano”, generándole una crisis de conciencia.
Aquí sabemos que Ashenden, y “El General”, deben tener éxito en su persecución, porque el hombre al que buscan, es un espía, y ha matado al organista en la iglesia, pero a la vez, queremos que Caypor, a quien creemos culpable, se salve, porque es víctima de una emboscada, y su vida corre peligro.
Hitchcock sabía que, como espectadores instintivamente nos ponemos de parte de quien está en riesgo, y que cuando ése es el villano, ello nos hace sentir culpables, incómodos, y perversos…
Colocarnos en esa posición, era simplemente irresistible para El Maestro del Suspense.
Aquí hay, además, un elemento adicional:
En este caso, el “villano” no es tal, lo cual en este caso, roza el límite de lo conveniente.
El propio director reconoce en su entrevista con Truffaut, que el hecho de que el protagonista asesine a un hombre inocente, perjudica su consideración por parte del público.
En este sentido, el único personaje que se redime tras la muerte de Caypor, es el de Elsa, quien, conmovida por el dolor de la viuda del inocente, toma real conciencia de las consecuencias de su tarea, e intenta convencer a Ashenden, de renunciar, antes de involucrarse más.-
Pasando de los personajes a los actores, debo decir que creo que, en general, están muy bien:
John Gielgud y Madeleine Carroll, tienen una química que, si bien podría ser mejor, es adecuada.
Gielgud, era un actor de teatro, y en la época de grabación, compaginaba ambos trabajo, cine y teatro.
Hitchcock, tuvo muchos problemas con él, porque no estaba acostumbrado a este mundo, por lo que llego un momento, en el que el director dejaba de prestarle atención, y se centraba en la actriz protagonista, Madeleine Carroll, una de las tantas rubias, por las que Hitchcock sentía devoción.
Por otra parte, tenemos al secundario, Peter Lorre, que nuevamente se lleva los laureles:
Él es superficial, y mujeriego cuando puede, pero de inmediato, se torna siniestro cuando el deber llama.
Entonces, Lorre que no atravesaba su mejor época, adicto a la morfina, tenía un comportamiento atípico durante el rodaje, y se puede ver algunos cortes, o saltos en la película, por culpa de Lorre, pero aun así, sigue gustando su actuación, donde pone un acento extranjero.
Robert Young, también está bien en su rol de seductor/villano, aunque aquí se escapa su motivación durante gran parte del metraje, y uno se pregunta:
¿Por qué coquetea con Elsa, cuando tiene una misión por cumplir?
¿Será que acaso descubrió su identidad?
¿Sólo buscará una distracción, mientras se ocupa de sus asuntos?
Como dato, la futura estrella, Michael Redgrave, hizo una breve aparición sin acreditar; que sería el protagonista masculino en “The Lady Vanishes”, 2 años más tarde.
Secret Agent fue también el debut cinematográfico de Michael Rennie, sin acreditar; y por último, Hitchcock no hace su tradicional aparición/cameo.
Es curioso que el jefe del protagonista, está identificado con una sola letra, “R”, idea que décadas después usó Ian Fleming en sus novelas de “James Bond” para su jefe, “M”
Hay buenas escenas.
Una toma que se destaca, se trata de una subjetiva, desde el punto de vista de Ashenden, en la secuencia en la cual, “El General” asesina a Caypor:
Se trata de un “travelling” lateral, que comienza con un plano de ambos a lo lejos, y luego encuentra al telescopio, por el cual observa Ashenden, ampliando la imagen.
Por otro lado, siguiendo en el plano estético, hacia el final, encontramos un elemento favorito de Hitchcock:
La utilización de miniaturas, en la secuencia que transcurre en el tren, está realmente bien lograda, y aporta emoción al desenlace.
La utilización del sonido, tiene a mi criterio, 4 momentos para destacar, y con finalidades distintas:
El primero de ellos, se desarrolla en la iglesia, a la que Ashenden y “El General” van para encontrarse con el doble agente, que les dará información.
Cuando ingresan, se escucha una única nota en el órgano, sostenida a lo largo de la escena, y que aumenta en volumen, a medida que los personajes se acercan al organista.
Este sonido, monótono y constante, genera una tensión casi insoportable, y no se interrumpe sino hasta que descubrimos, junto con nuestros protagonistas, que el organista fue asesinado, y que es el peso de su cuerpo, el que hace sonar el instrumento.
La duración de la escena, está bien manejada por Hitchcock, ya que no extiende mucho más de aquel punto en el que como espectadores, comenzamos a sospechar que el organista murió… o bien que es un pésimo músico… y que nos llama a “Vertigo” (1958)
El segundo momento destacable, ocurre en la escena del asesinato de Caypor, que ya mencioné anteriormente.
A medida que Caypor se coloca en una posición de mayor peligro, su perro se inquieta más y más, y el sonido de sus ladridos, comienza a superponerse levemente con la acción que transcurre en la montaña.
Toda esta secuencia es, además, un buen ejemplo de las posibilidades del montaje.
La alternancia entre la escena del asesinato, y la que se desarrolla en el hotel, fragmentadas en planos cada vez más cortos, y sumadas a los sonidos desesperados del perro de Caypor, es angustiante aun cuando todavía ignoramos la inocencia de la víctima.
En tercer lugar, cuando comienza el segundo acto, inmediatamente después del asesinato de Caypor, nos encontramos en una celebración típica.
Elsa, sin saber que la víctima era inocente, está trastornada por lo sucedido, y mantiene la mirada perdida.
Los cantantes que se presentan en la fiesta, se acompañan con sonidos producidos por una moneda que rueda dentro de un cuenco metálico, y tras pocos segundos, los mismos resultan hipnóticos, en consonancia con el estado de la protagonista, recordando el botón que ligaba a Caypor.
“Ah, do you mind if I call you Charlie?”
El suspense, entorno al espionaje como principal inspiración, siempre ha estado muy unido a Alfred Hitchcock, pudiendo llegar a afirmar, que la gran mayoría de las grandes obras del director británico, pertenecen prácticamente en su totalidad, ligadas a este género.
Así las cosas, Secret Agent no es más que un film, que torna su objetivo en asentar las bases de este tipo de cine, que posteriormente realizaría El Maestro del Suspense, ya en su estancia en Estados Unidos.
El director inglés, ya hacía acopió de una larga lista de producciones, hasta el momento del rodaje de esta obra; dirigiendo buenos títulos, bastante similares a en la temática de Secret Agent.

“Oh, I know it's war and it's our job to do it, but that doesn't prevent it being murder, simple murder!”



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