The Skin Game

“What is it that gets loose when you start a fight, and makes you what you think you're not?”

Tras la experiencia alemana en Universum Film AG (UFA), y su aprendizaje de manos de los directores y técnicos alemanes, como Murnau o Lang, Alfred Hitchcock retornó a Inglaterra, convencido de cuáles eran los tonos, y las atmósferas que convenían a sus historias, así como de los temas que le permitían sacar a la luz, sus principales intereses.
No obstante, tras sus primeros pasos en el mundo del misterio, todavía deberían transcurrir unos cuantos años más, hasta que su inconfundible estilo, y su oronda marca de fábrica, quedaran definitivamente instalados en el mundo del cine, como sinónimos de “suspense criminal”
Durante ese tiempo, Alfred Hitchcock siguió alternando películas de intriga, con comedias y melodramas.
Una espléndida muestra de éstos últimos, es “The Skin Game”, un drama rural, que alcanza cotas de alta tragedia.
“Begin as you may, it ends in this skin game!”
The Skin Game es un drama del año 1931, dirigido por Alfred Hitchcock.
Protagonizado por Edmund Gwenn, Jill Edmond, John Longden, C.V. France, Helen Haye, Phyllis Konstam, Frank Lawtn, entre otros.
El guión es de Alfred Hitchcock y Alma Reville, basados en la novela original, del escritor y crítico inglés, John Galsworthy, llamada “The Skin Game” (1920); una historia de una furiosa rivalidad entre un propietario rural y su vecino, un industrial advenedizo.
Pero una vez más, la historia no le llamaba mucho la atención a Hitchcock, por lo que su interés fue mínimo, entendido porque el guión carece de intriga, o cualquier aspecto por los cuales se hizo famoso el director británico.
La premisa, no es otra que el enfrentamiento de 2 familias, como símbolo de las tensiones entre clases sociales.
Los Hillcrist, son una familia de la aristocracia rural tradicional, que ha labrado su prosperidad, y su buena posición, un tanto ya venida a menos, gracias a la explotación agrícola y ganadera de sus tierras, y a la vida en armonía con el entorno que conforman las propiedades, y pueblos vecinos.
Este idílico panorama, cambia ligeramente con la llegada de los Hornblower, cuyo patriarca (Edmund Gwenn) responde a la estereotipada imagen de rico industrial advenedizo que, habiendo hecho dinero con los negocios, busca el reconocimiento y la respetabilidad que proporcionan las buenas relaciones, eso sí, de tú a tú, con los más prestigiosos terratenientes del lugar.
Sus ansias de liderazgo y visibilidad, se traducen en la adquisición de las tierras y propiedades colindantes a las fincas de los Hillcrist, que se encuentran en apuros económicos, hasta el punto de rodear sus propiedades con las suyas, y cerrarles la salida directa al suelo público.
Esta tensión, unida a los desencuentros de clase, y procedencia entre ambas familias, provoca una escalada de rivalidades y enfrentamientos, cada vez más recrudecidos que, llegados a su punto máximo, amenazan con arruinar y destruir la reputación de Chloe Hornblower (Phyllis Konstam), la joven nuera del patriarca.
Sin embargo, la naturaleza del asunto, su gravedad, y su posible trascendencia, va mucho más allá de lo que la señora Hillcrist (Helen Haye), promotora del ataque, habían pensado, y pone a la joven, ante un difícil trance, que cierne nubarrones sobre su futuro, e incluso, sobre su supervivencia.
Con todo, The Skin Game es una adaptación, poco menos que de encargo, por parte de su productor, siendo una muestra clara, de que como el orondo director, sabía salir airoso de proyectos que le resultaban del todo ajenos.
“When we began this fight, we'd clean hands”
El cine de Alfred Hitchcock, diseña la burguesía con multitud de matices tan atractivos, como siniestros.
Para Hitchcock, el rico es distinguido, inteligente, y con cierta tendencia a la maldad, derivada de su vida ociosa.
Fascina esta figura, que persiste en la mayor parte de la obra del inglés, por cercana, y compleja, impredecible, y vanidosa.
Aquí, una familia de ricos terratenientes, los Hillcrist, y una familia de comerciantes, los Hornblower, sienten entre sí, un profundo odio.
Los Hillcrist, son una antigua familia de terratenientes, orgullosos y pedantes, que poseen unas de las tierras más ricas y bellas de la región inglesa.
Quien realmente lleva la delantera en los asuntos, es la esposa, una mujer fría y calculadora.
Por otro lado, están los Hornblower, una familia moderna de industriales, que en el pasado, fue sometida y humillada por los Hillcrist, pero ahora, han alcanzado el poder económico, y desean tomar venganza.
Por lo que el Sr. Hornblower, desea lo peor para los Hillcrist.
Ambas familias, tratan de hacerse mal, en cuanto tienen oportunidad, y ésta se presenta, cuando los Jackman, están a punto de perder sus tierras, por la acción de los Hillcrist.
A partir de este momento, los Hornblower se erigen en defensores de los Jackman, y comienza una dura lucha entre los 2 poderosos.
The Skin Game fue una de las primeras películas sonoras, de la etapa británica de Hitchcock, y trataba de los conflictos de intereses, egos, y orgullo entre 2 familias:
Una de “rancio abolengo”, textualmente del film; y otra de “nuevos ricos” ídem, rivalidad que les conduce hasta el extremo de utilizar el chantaje moral.
El resultado, es un melodrama, que revela claramente su origen teatral, y resulta significativa, la cantidad de entradas de los personajes en los escenarios interiores, a través de las puertas, y que resulta estática y verbosa en exceso.
Pero, está aderezada con algunas gotas de suspense, que son de agradecer, y un interesante uso de los planos de detalle.
En The Skin Game, podemos ver el enfrentamiento entre 2 familias:
Una de ascendencia rural, que lleva generaciones, tratando y cuidando esas tierras; y la otra, una familia cuyo patriarca, se dedica a la industria, que quiere cambiar todo el terreno que le rodea, para construir nuevas industrias.
Ambas familias, tienen una disputa por un terreno, y ambas utilizan el juego sucio, de ahí el título “The Skin Game”, para perjudicar a la otra familia.
Interesante tema:
La lucha de clases, y el desarrollo industrial del área rural, la rivalidad de 2 familias, con resultados desastrosos, casi se destruyen unos a otros.
Un gran rencor y odio, es lo que predomina.
Con 2 familias sometidas a prueba, por ellos mismos, en donde no habrá límite para su odio.
Los secretos de ellos, quedan al descubierto, el chantaje y la extorsión, están a la orden del día.
Destacan en lo interpretativo, los trabajos de Edmund Gwenn, entre el afable hombre de negocios rural, y el tiburón sin escrúpulos, en busca de la destrucción de sus enemigos económicos.
Helen Haye, la fría y maquinadora matriarca de los Hillcrist, que no duda en combatir a su adversario, con todos los medios a su alcance.
Y Phyllis Konstam, como Chloe, frágil joven, en busca de una nueva vida, que se convierte en víctima de una lucha que apenas va con ella.
Cabe señalar a Konstam, que participo en 13 películas, entre 1928 y 1964, a principio de su carrera, 4 fueron del maestro Alfred Hitchcock:
“Champagne” (1928), “Blackmail” (1929), “Murder!” (1930), y “The Skin Game” (1931)
The Skin Game, solo tiene 2 momentos interesantes, a mi gusto:
El primero, es la escena de la subasta del terreno, por la que compiten las familias.
Hitchcock intenta crear algo de suspense, por saber cuál de las 2 acabará consiguiendo dicho terreno, pero para mi opinión, se queda en el intento...
La segunda, es el final, que es triste, acaba algo deprimente, con el intento de suicidio de una integrante de la familia industrial, y un discurso del patriarca, al otro caballero, por arruinar la vida de su familia…
Todo, es la intención por ver, hasta donde es capaz de llegar el hombre, por mantener sus propios intereses.
“All right, we'll play what ye call a skin game, Hillcrist, without gloves on; we won't spare each other.
Ye look out for yourselves, for, begod, after this morning I mean business”
Aunque la historia de The Skin Game, transcurra por los derroteros del drama familiar, Hitchcock reviste a la trama, con varias de las notas características de sus películas:
En primer lugar, maneja adecuadamente el tono de tensión creciente; el clima campestre, casi familiar, idílico, sugerido por unos excepcionales decorados:
Pinturas y lienzos que, perfectamente colocados en la acción, permiten recrear la ilusión y la alegría de una campiña en plena explosión primaveral; se va tornando en una atmósfera turbia, convulsa, nocturna, pues la acción se traslada a interiores, a salones, y despachos en penumbra, o iluminados por el fuego de la chimenea; mientras que la historia, del mero enfrentamiento vecinal, se va trocando en una lucha a vida o muerte por la supervivencia económica y social.
Pero, por encima de todo, en The Skin Game reina el pulso narrativo, de un Alfred Hitchcock en otro incipiente paso para la conformación de un estilo, que apenas unos 5 años después, daría inicio a la brillante eclosión, de una de las más importantes carreras en la dirección, de toda la historia del cine.

“Are they clean now?
What's gentility worth if it can't stand fire?”



Comentarios

Entradas populares