Mad Max

“They say people don't believe in heroes anymore.
Well, damn them!”

Hace 35 años, el cine era diferente:
Había una industria conformada, pero era muy monocromática en cuanto al estilo de otros géneros poco convencionales.
Siempre dominado por la inyección comercializada de Hollywood, el cine era un arte, que se explotaba todos los días, pero teniendo un límite orientado a la censura, y el presupuesto, que no era bajo, sino que la película no podía revelar que estaba por debajo de lo “normal”
No era frecuente, que películas de otros países, pudiesen ser introducidas como “parte de la industria”, sobre todo si se trataba de cine de género.
Por lo que parece mentira, que Mad Max, se hubiese estrenado en ese momento.
Y es que pocos tenían las agallas de “estrenarla”; y nunca se hubieran imaginado, que iban a crear un héroe de acción, poco “claro” en definición, pero crucial para el género.
Max Rockatansky, conocido por su apodo de “Mad Max”, y a veces referido como:
“El Guerrero del Camino” y “El hombre sin nombre” fue creado por el director George Miller, y el productor Byron Kennedy, siendo interpretado, por el actor Mel Gibson.
Max Rockatansky, es un hombre de 23 años, de estatura media, con una construcción fuerte, y delgada; que lleva su uniforme de patrullero de cuero, que finalmente comenzó a cambiar, por estar en el desierto durante los últimos 15 años, y se convirtió en su armadura protectora.
Su ropa consiste en pantalones, botas, y una chaqueta resistente; y hace uso de un “Perseguidor Especial”, a pesar de que conduce un vehículo modificado, un “Interceptor” de la Main Force Patrol (MFP) en cuyas siglas, bien podría leerse también:
“MotherFuckerPoliceman”
El propósito de la MFP, era apoyar a la policía regular, en la lucha contra el crimen organizado, especialmente, salvajes motorizados, pandillas de motociclistas criminales, y punks merodeadores, y actuar como un policía de carreteras, en las carreteras transcontinentales.
Un dato curioso, es la existencia de una despachadora de radio femenina, no identificada; pues ella nunca es vista, pero se escucha con frecuencia, en los despachadores de radio en los coches de policía, y también, en el edificio del MFP, dando órdenes, emitiendo memorandos, e informando del granuja de turno.
Max, está armado con un revólver, modelo 28, Smith & Wesson, que nunca usa, o incluso desenfunda durante su tiempo con la MFP, aunque después de la muerte de Jessie y Sprog, está a favor de una salvaje escopeta recortada/Stevens 311A.
La más evidente habilidad de Max, es su conducción combativa.
En Mad Max, él puede seguir fácilmente, o evadir las pandillas en el desierto, ya sea invadiendo otro vehículo a alta velocidad, o embistiendo vehículos fuera de la carretera.
Esta habilidad en el manejo, se puede comprobar, tanto con los camiones, así como con los automóviles.
También, puede disparar con precisión con una mano, mientras conduce con la otra.
Max, es un superviviente en el páramo, y puede tolerar el malestar y el dolor en el logro de una meta.
Pero a diferencia de muchos personajes de cine, Max es susceptible a las lesiones, de manera realista, y a veces permanente.
El mudo de Mad Max, es uno donde por razones olvidadas hace largo tiempo, en donde 2 poderosas tribus guerreras, se declararon la guerra, provocando un incendio que devoró a las ciudades.
Sin combustible, ya no eran nada; por lo que Max construyó una casa de paja.
Las máquinas rugientes, jadearon, y se detuvieron.
Los líderes hablaron... y hablaron... y hablaron; pero nada pudo detener la avalancha.
El mundo se tambaleó; las ciudades estallaron en un vendaval de pillaje, en una tormenta de miedo.
Los hombres se comieron a los hombres.
Los caminos eran pesadillas interminables.
Sólo sobrevivían, los que se adaptaban a vivir de los desechos, o eran tan brutales, como para dedicarse al pillaje.
Así, las ciudades desaparecieron, fueron barridas.
Mad Max, aparece también en otras 2 películas:
“Mad Max 2” o “The Road Warrior” (1981) y “Mad Max Beyond Thunderdome” (1985)
Una película del 2014, llamada “Mad Max: Fury Road”, se encuentra actualmente en post-producción, con Tom Hardy, interpretando el personaje.
En especial, “Mad Max 2” (1981), generaría todo un género por sí mismo:
Los futuros “post apocalípticos trash” donde la humanidad, vive en tribus, y vive un culto a las máquinas sobrevivientes del holocausto nuclear.
Sería un género muy popular en los 80, especialmente, por lo barato que resultaba encarar ese tipo de producciones, pues bastaban unos cuantos autos desarmados, y gente vistiendo harapos, para disfrazarla de “aventura épica de ciencia ficción”
La serie “Mad Max”, ha tenido una influencia duradera, en la ficción apocalíptica, y post-apocalíptica desde entonces.
Una amplia gama de artículos de “Mad Max”, se han producido en los últimos años, incluyendo:
Videos, libros, revistas, CD, DVD, juegos de mesa y video, figuras de acción, modelos de automóviles, camisetas y pegatinas.
Aunque MGM posee Mad Max, la película original, todos los demás elementos, incluyendo los derechos de las películas restantes existentes, los personajes, la concesión de licencias de “merchandising”, y las marcas, son propiedad de Warner Bros.
“It's that rat circus out there, I'm beginning to enjoy it”
Mad Max es una película australiana de acción, del año 1979, dirigida por George Miller.
Protagonizada por Mel Gibson, Joanne Samuel, Steve Bisley, Hugh Keays-Byrne, Roger Ward, Tim Burns, Geoff Parry, Sheila Florence, entre otros.
El guión es de James McCausland, y George Miller, sobre una historia por Miller, y el productor, Byron Kennedy; que se convirtió, en la película australiana, más taquillera, tanto que ostenta el récord Guinness, a la película más rentable durante décadas, y ha sido acreditada, por una mayor apertura del mercado mundial, para las películas de “La Nueva Ola de Australia”
El título de “Mad Max”, hace un juego de palabras, con el diminutivo del protagonista, ya que Mad Max, se puede entender como “El Loco Max” o “Máxima Locura”
Esto sucede, si entendemos a Max, como el diminutivo de “Máximo”, buscando además, aprovechar el efecto sonoro, al ser las 2 palabras, bastante parecidas.
Como dato, Mad Max da nombre al “madmaxismo”, que es una actitud pesimista, ante un posible futuro apocalíptico, y que se ha hecho famosa en diferentes foros de Internet.
Al estilo de los “Preppers” o “Preparacionistas”, los cultores del “madmaxismo”, invierten parte de sus vidas, en prepararse para esa posibilidad de futuro.
Mad Max es una película dura y visceral, que nos trasladaba a un mundo al borde del colapso; y la obra, no tardaría en convertirse en un film de culto, gracias a su ritmo, su estética, y la contundencia de sus escenas.
Estrenada un año más tarde, en el resto del mundo; Mad Max supo padecer el peso de la censura, en unos cuantos países, por considerarla “extremadamente violenta”, algo que terminó por darle publicidad adicional gratis, ya que está prohibido en Suecia y, originalmente, en Francia, fue clasificado como “X”
Con una temática distópica, y un pequeño presupuesto de $350,000, consiguió recaudar $100 millones en todo el mundo, y produjo 2 secuelas.
Mad Max inicia en Australia, en un futuro próximo.
La Main Force Patrol (MFP), se encarga de monitorear las carreteras, y atrapar a las pandillas de motociclistas que se encuentran aterrorizando a los pueblos de la zona.
Entre sus integrantes, se encuentra Max Rockatansky (Mel Gibson), el principal interceptor de La Fuerza.
Max, junto con otros miembros, se suma a la operación para detener al demencial pandillero, Crawford “Nightrider” Montazano (Vincent Gil), pero el mismo perece en un accidente de tránsito.
Al enterarse de la noticia, el resto de la banda de “Nightrider”, liderada por Toecutter (Hugh Keays-Byrne), y Bubba Zanetti (Geoff Parry), deciden tomar represalias:
Primero asaltaran a Jim “Goose” Rains (Steve Bisley), el compañero de Max en la redada que acabara con la vida del líder; y por último, a la familia del patrullero Max; con su esposa Jessie (Joanne Samuel), en grave estado, y su hijo Sprog (Brendan Heath), muerto; Max se lanzará como una furia a las carreteras, en la búsqueda de venganza.
Lo importante de Mad Max, es ese desolador futuro, en el que la justicia no puede frenar a los desalmados, cada vez más numerosos, en un mundo en el que la gasolina, va siendo más importante, por su gran escasez.
Un mundo cada vez más desértico, de hecho, se confirma en las secuelas, en el que, debido a la ausencia de esa justicia, triunfa el más fuerte, y “el más inteligente”
Las bandas motorizadas, han tomado completamente el poder, y la única manera de enfrentarse a ellos, es con tus propios medios.
Algunos críticos, han mencionado la forma en que Miller explora, cómo la angustia y la venganza, pueden cambiar el carácter de un hombre.
El asesinato de la gente que le importa a Max, hará que “pierda la cabeza”, y cruce la línea, dejando atrás la mera justicia, y convirtiéndose en alguien tan “loco” como indica el propio título, o como otros héroes de la ficción, véase Batman.
Esto es Mad Max, la película extraña de venganza, que surgió del cine australiano, cuando nadie creía en el mismo.
Es una película completamente distinta a sus 2 continuaciones, salvo Max, y el hermoso auto, “Interceptor”, de ahí, no existen otras conexiones.
“The chain in those handcuffs is high-tensile steel.
It'd take you ten minutes to hack through it with this.
Now, if you're lucky, you can hack through your ankle in five minutes.
Go!”
Original película mezcla de ciencia ficción y western; el talento y originalidad de George Miller, se manifiestan en conseguir este espectáculo, con una gran economía de medios.
Para empezar, el gobierno australiano, tendía a favorecer con sus subvenciones, a películas de arte y ensayo, y no a fantasías futuristas, exaltadoras de la violencia.
Por lo que los propios, Miller y Kennedy, médicos de profesión, trabajaron 3 meses como médicos de urgencia, para reunir parte del modesto presupuesto, con el que esperaban rodar la película.
Ya comenzada la producción, recurrieron a coches de policía retirados del servicio, que debían ser pintados, una y otra vez, para utilizarlos en diferentes escenas, como si fueran vehículos diferentes, con los que a menudo, había que rodar sin haberse secado la pintura, pues el rodaje se realizó en tan sólo 12 semanas.
Hasta tal punto se vieron ahogados financieramente, que se tuvieron que olvidar de muchas escenas de acción, y el propio Miller, hubo de donar su propia furgoneta, para destrozarla en la secuencia de persecución inicial.
De hecho, para el vestuario de los actores, no vestían ropa de cuero, sino de vinilo barato, y las motocicletas fueron donadas por Kawasaki.
Ni siquiera, contaban con dinero para contratar verdaderos extras, y la banda de motoristas que aparecía en la película, era una de verdad, El Club The Vigilanties de Victoria, que tenían que acudir todos los días al rodaje en sus motos, vestidos con sus propios atuendos, y llevando las armas de “atrezzo”, lo cual generó no pocas preocupaciones para el director, que les proveyó de una carta para mostrar a la policía, en caso de ser detenidos, y en la que se explicaban las peculiaridades del rodaje en el que participaban, pidiendo la comprensión y cooperación de las fuerzas del orden.
Una solución que sólo podría imaginarse, y tener posibilidades de funcionar, en un país como Australia.
El manejo de Miller a la cámara, en esas persecuciones, y planos infinitos sobre la carretera, son exquisitos; y el ritmo narrativo impregnado, es vertiginoso.
El mundo mostrado en esta primera parte, de las aventuras de Mad Max, es algo así como “un mundo pre-apocalíptico”, uno en el que los hechos, tienen lugar justo en el momento de ruptura, entre el mundo tal y como lo conocemos, y ese otro de anarquía, criminalidad, y crueldad.
Un mundo en el que las ciudades quedan olvidadas, y las solitarias carreteras, y el desértico horizonte, pasan a ser los infinitos lugares de tránsito, entre la nada y el ninguna parte.
Un universo rico, que supuso un antes y un después dentro de la ciencia ficción post apocalíptica, y que sirvió de fuente de inspiración, para decenas de películas posteriores.
Miller, obligado por consideraciones presupuestarias, muestra sólo lo necesario, pero lo elige con acierto, dejando que el espectador imagine, qué acontecimientos han llevado a ese evidente declive social y económico.
Y aquí se vive que el derrumbe total está cerca, pero aún no ha llegado.
Los salvajes, ya casi dominan las carreteras, pero la policía aún es capaz de plantarles cara.
Mientras tanto, en las pequeñas poblaciones que bordean la carretera, la ley y el orden, están perdiendo la batalla frente a la anarquía, y el caos.
Asimismo, es de destacar, la construcción de una eficaz atmósfera claustrofóbica y amenazante, aun cuando toda la acción transcurre en los inmensos espacios abiertos de Australia.
Contrariamente a lo que muchos piensan, Mad Max no es una película post apocalíptica, sino una película pre apocalíptica, una distopía marcada por la escasez de petróleo, y el incremento de criminalidad que esto provoca, y que está arrastrando a las autoridades, a la senda del fascismo que acabará inexorablemente con su destrucción.
Claramente influida por La Crisis del Petróleo de 1973, y por lo que podríamos denominar, “El desmedido amor de los australianos por los coches”, no hay que olvidar que Miller, trabajaba en un hospital, y había visto en multitud de ocasiones, las terribles consecuencias de ello, Mad Max surgió de una violencia brutal y horrible, más aún si cabe, porque el bajísimo presupuesto no permitió mostrar las escenas más crudas, sino sólo sugerirlas.
Y sugerir, siempre es mejor que mostrar.
Sirva de ejemplo, una de las escenas que más impresionan, aquella en la que Mel Gibson entra en La Unidad de Quemados, a ver a Goose.
Nosotros no lo vemos, sólo vemos la cara de horror de Max, y escuchamos la frase:
“Esa cosa de ahí dentro… eso no es “Goose”
Y lo que imaginamos, es espeluznante.
Llegados a este punto, Max Rockatansky, reconoce que está asustado, pero no porque tenga miedo de las bandas, sino porque teme estar convirtiéndose en uno de ellos:
“…todo me parece un circo.
Empiezo a disfrutarlo.
Si sigo, voy a acabar como cualquiera de ellos:
Un loco perdido” dice en un momento.
Por lo que Max, intenta volver a una vida anterior, tomándose unas vacaciones con su familia; pero los sucesos posteriores, convertirán definitivamente a Max, en “El Loco Max”, un hombre sin nada que perder, y romperá definitivamente, esa fina línea, que todavía le unía con los restos de la civilización.
Ya no es un agente de la MFP, es sólo otro hombre, que recorre las polvorientas carreteras, en busca de venganza y gasolina; un guerrero de la carretera.
Por otro lado, en Mad Max, tenemos el último reducto de la justicia de la civilización, una comisaria de aspecto casi ruinoso, que simboliza muy bien el estado de la misma.
Bajo los cimientos, se encuentra lo importante:
Los vehículos patrullas, con los que los últimos policías deben salir cada día a la carretera, para tratar de establecer un orden que se antoja cada vez más lejano.
Y ahí está la joya de la corona, el último motor V8, el “arma” con el que Max vagará, impartiendo su propia justicia, por las polvorientas carreteras de un mundo en descomposición.
La historia que cuenta Mad Max, es bastante simple, pero es la forma en que está rodada, la que la hace grande.
Miller, imprime un ritmo endiablado, frenético, desde la primera persecución hasta la última.
El montaje, acelerado, urgente, traslada esa sensación de tensión constante, de agobio, de velocidad.
No hay que olvidar ciertos planos muy “spaghetti western”, y unos encuadres que dan un aire mítico y, en ocasiones, hasta épico.
Y es que Mad Max, es la historia del nacimiento de un héroe, en tiempos turbulentos y desesperados, una última esperanza, nacida de la venganza para un mundo que se desboca sin remedio, hacia el desastre.
Un punto capital, es esa estética sucia y destartalada, las llamativas, y en muchos casos, horteras indumentarias de cuero y cadenas, que como curiosidad, el único que vestía de cuero real, era Mel Gibson, que era el protagonista, todo ello debido a que el presupuesto no era demasiado alto; así como los potentes vehículos, elementos todos, que tendrán un mayor desarrollo en las secuelas.
Por tanto, Mad Max es una especie de violento western, plasmado en una época futura, de carácter pre apocalíptica, que se fundamenta en el perpetuo tema de la venganza, como cimiento de la acción por las 2 partes, pero transmutando los caballos, por veloces coches y motocicletas.
Asimismo, sustituyen el habitual catálogo de personajes, llenos de virilidad del oeste, por un grupo de desquiciados villanos, de ambigua sexualidad, enfundados en roñosas vestimentas de cuero.
A primera instancia, las actuaciones se ven creíbles, puesto que la mayoría de los villanos, eran motociclistas en la vida real, lo que supone más autenticidad a la hora de apreciar los personajes.
Incluso, el tipo que gira la moto sobre sí misma, y dibuja un círculo en el suelo, no es un especialista, sino un motorista australiano.
Sin ser brillante, Mel Gibson va mostrando la rudeza que les daría a sus futuros personajes, pero a su vez, retrata la confusión, el miedo, las dudas que se le plantean a lo largo del metraje, la tentación de aceptar ese tipo de vida, la de “los locos de la carretera”, y finalmente, la locura que adopta su personaje, para decidirse de una vez, a saldar cuentas.
A pesar de contar con escasas líneas de diálogo, Gibson supo equilibrar las 2 facetas de su personaje:
La imperturbabilidad ante el peligro que conlleva diariamente su trabajo, y la calidez de un hombre cariñoso con su familia.
Su atractivo, era innegable, pues contaba con 23 años…
Gibson nos ofrece una actuación calmada, con una presencia bastante creíble.
Sólo ver sus expresiones, es suficiente para convencernos que estamos viendo a un hombre endurecido por años de violencia en las carreteras.
Parte de su dilema moral, es que teme que el “vigilantismo” de la MFP, lo convierta a él, en un pandillero más, o que simplemente, termine siendo consumido por su decadente profesión.
Se cuenta que cuando Mel Gibson acudió al “casting”, tenía moretones y heridas en la cara, ya que se había involucrado en una pelea de bar, la noche anterior.
El director, consideró que esa apariencia desfigurada, era perfecta para la película, y le dio a Gibson el papel, descubriendo luego con asombro, que el rostro de Gibson, era totalmente distinto cuando se presentó, ya sin inflamaciones y golpes, al primer día de rodaje.
Hay bastante realismo en las escenas de choques y explosiones, a pesar de ser un film de bajo presupuesto, los efectos especiales estuvieron a la altura.
Para los amantes de la velocidad y la adrenalina, hay varias persecuciones, explosiones, y momentos de riesgo.
Cuando terminó la filmación, 14 vehículos habían sido destruidos, producto de las escenas de acción; en las que Mel Gibson se negó a usar un doble para las escenas peligrosas, y las realizó él mismo.
Cuando Mad Max fue estrenada en Estados Unidos, todas las voces, incluida la de Mel Gibson, fueron dobladas por actores con acentos estadounidenses, ya que los distribuidores pensaron, que la audiencia de EEUU, no entendería el acento australiano, contenido en la película.
Años más tarde, Mad Max sigue conservando su esencia, y maquillando la precariedad de su presupuesto.
Y es que a Miller no le llegaba el dinero, ni para poder lucir un vestuario digno, teniendo que usar derivados sintéticos, para confeccionar “el cuero” que debían lucir sus personajes.
Tampoco podía disponer de la tecnología suficiente, como para manejarse en campo técnico; o poder ser generoso con los vehículos utilizados, teniendo que pedir prestadas algunas de las motocicletas que aparecen en pantalla.
Lo que intenta Mad Max, es unir varios géneros:
El western, las historias de vigilantes, y las “road movies” en especial, el género “bikers”, que Roger Corman explotara hasta el hartazgo, en los 60 y 70.
Pero en semejante licuado, no todos los ingredientes se mezclan en forma pareja:
El escenario futurista, es casi inexistente, y sólo sirve para mostrar a todos los patrulleros en uniformes de cuero negro, que serían el paraíso de cualquier fetichista.
Uno hasta podría argumentar, que la MFP, tiene connotaciones gay, en especial, El Comandante Fifi MacAffee (Roger Ward), que es obvio, pero curiosamente esto no es algo nuevo en el cine de influencia inglesa.
Si uno examina la filmografía “sci-fi” británica, y por rebote, a esta producción australiana, siempre existió cierta tendencia en mostrar un futuro casi andrógino.
Los coches, por su parte, deberían salir en los títulos de crédito, como coprotagonista, y si me apuran, las motos también.
Mad Max, trazó una relación recíproca con los coches que aparecían, volviéndolos famosos, y ellos a esta.
Estos son:
El coche de Max, el Interceptor amarillo, era un Ford Falcon XB de 1974, con motor modificado.
El March Hare, conducido por Sarse (Stephen Clark) y Scuttle (George Novak), era un Ford Falcon XA de 1972.
El Big Bopper, conducido por Roop (Steve Millicamp) y Charlie (John Ley), asimismo era un Ford Falcon XB, pero con otro motor.
El coche más memorable, el Pursuit Special negro de Max, era una versión GT351 limitada del Ford XB Falcon Hardtop de 1973, modificado por el director artístico, Jon Dowding.
Lleva un compresor volumétrico desembragable, que es lo que acciona cuando necesita más potencia.
De las motocicletas que aparecen, 14 fueron donadas por Kawasaki, y fueron usadas por una auténtica pandilla de motociclistas local, “The Vigilanties”, quienes actuaron como miembros de la pandilla de “Toecutter”
Por último, la partitura musical, fue compuesta y dirigida por el compositor australiano, Brian May, que no debe confundirse con el guitarrista de la banda de rock inglés “Queen”
“Perhaps it's the result of an anxiety”
Mad Max no está muy alejado de la realidad, por muy sociedad distópica que presente, o su escenario pre apocalíptico, pues una crisis energética, es una gran carestía, o una subida de precio, en el suministro de fuentes energéticas, a una economía.
Normalmente, el término hace referencia a una disminución de la disponibilidad de petróleo, electricidad, u otros recursos naturales.
La crisis, a menudo repercute en el resto de la economía, provocando una recesión en alguna forma.
En particular, los costes de producción de electricidad crecen, lo que eleva los costes de las manufacturas.
Para el consumidor, el precio de la gasolina/petróleo para automoción aumenta, lo que lleva al consumidor, a una reducción de sus gastos, y a una menor confianza.
Las crisis históricas, han sido enormes en menos de 50 años:
La Crisis del Petróleo de 1973, cuyo motivo fue un embargo de la exportación de petróleo de La OPEP, por muchos de los mayores países productores árabes, en respuesta al apoyo occidental a Israel.
La Crisis de La Energía de 1979, cuyo motivo fue La Revolución Iraní.
El disparo en el precio del petróleo de 1990, cuyo motivo fue La Guerra del Golfo.
La Crisis Eléctrica de California, cuyo motivo fue el fallo en la desregulación y corrupción de negocios de Enron.
La Protesta de Combustible en El Reino Unido del año 2000, cuyo motivo fue la subida del precio del crudo de petróleo, combinado con la ya alta imposición en el combustible para automoción en El Reino Unido.
Y en lo personal, uno se pregunta:
¿Hasta dónde el hombre ético, podría sobrevivir en un mundo así?
¿Le serviría de algo la ética, y sus valores morales?
Mad Max, representa el fin de la sociedad, como pocas lo han hecho.
Una civilización que se descompone lentamente, con un cuerpo de seguridad ineficaz, y excesivamente burocratizado, que simplemente, recibe unas órdenes que vienen de no se sabe dónde, y las ejecutan, la mayor parte de las veces, incorrectamente.
Mientras tanto, los delincuentes se convierten en bandas jerarquizadas, pero a la vez, anárquicas, que van donde quieren, toman lo que desean, y causan la destrucción a su paso, sin que nadie les pueda detener.
En un jungla donde sólo sobrevive el más fuerte, ante un gobierno cada vez más débil.
Pero no hay que esperar a una crisis del petróleo se produzca, para vivir lo que se muestra en Mad Max:
Durante las interminables horas que debemos esperar en una cola para adquirir algún bien que requerimos, cuando no tenemos que dar vueltas por toda la ciudad para lo mismo, tenemos tiempo darnos cuenta de cuán cerca estamos del mundo del personaje que interpreta Mel Gibson.
Una pesadilla creada, gratuita y deliberadamente.
¿Y la forma de conseguir el bien?
Muchas por azar, a través de un amigo, del amigo de un amigo, de un amigo del amigo de un amigo, por contactos estratégicos, en el llamado “mercado negro”, comprando un equivalente malo, por el doble del precio del original “bueno”, encargarlo a alguien que viaje al exterior, etcétera.
Dependiendo de la moral del usuario, también robándolo.
No son las formas en la que lo adquiere la nomenclatura, son las que utilizamos para adquirir lo que necesitamos.
Ese pueblo al que se le dice “goebbelsianamente” que se le ama, cuando en realidad, se le ha vejado como nunca antes.
Formas típicas de un estado de guerra en plena paz.
Son las formas con las que se ha impelido al ciudadano común, a convertirse no solo en un objeto pusilánime del “statu quo”, sino en otro delincuente, exacerbando el individualismo y egoísmo que subyacía en esta sociedad, haciéndolo víctima del soborno social, y de la complicidad social.
Es la democratización de la delincuencia, luego de la democratización de la pobreza.
Algunos expertos sostienen, que el mundo se encamina hacia una crisis de energía global, debido al declive en la disponibilidad de petróleo barato, y recomiendan disminuir la dependencia del combustible fósil.
Esto ha hecho incrementar el interés en la investigación de combustibles, y energías alternativas, tales como:
La tecnología de la célula de combustible, del hidrógeno, del metanol, del biocombustible, de la energía solar, de la energía de las mareas, y de la energía eólica.
Hasta ahora, únicamente la energía hidroeléctrica, la eólica, y la energía nuclear, han sido alternativas significativas al combustible fósil.
Todo esto nos lleva a la conclusión, de que la sociedad está en declive, y la humanidad parece involucionar hasta los instintos más básicos, la decadencia de la autoridad pertinente, y la supremacía de aquel que controle el asfalto, ya que será también el que domine el territorio.

“Remember him when you look at the night sky”




ADENDA:

Mad Max: Fury Road (2015) de George Miller con Tom Hardy, Charlize Theron, Hugh Keays-Byrne, Nicholas Hoult, Josh Helman, Rosie Huntington-Whiteley, Riley Keough, Zoë Kravitz, Abbey Lee, Courtney Eaton, entre otros.
Nominada a 10 Premios Oscar, obtuvo 6:
Mejor Diseño de Producción, Mejor Sonido, Mejor Edición de Sonido, Mejor Maquillaje, Mejor Diseño de Vestuario, y Mejor Montaje.
Y estuvo nominada a 4:
Mejor Película, Mejor Director, Mejor Fotografía, y Mejores Efectos Visuales.
Sobre la película, no haré lectura, pues me resultó cansina, estrepitosa en el sonido, ilógica dentro del universo de “Mad Max”, cada vez con más fantasmadas, rayando el comic; sin ninguna historia que contar, un “Fast & Furious” sin freno, es demasiado irreal.
Desde el reparto, Charlize Theron que recuerda a Ellen Ripley de la saga “Alien”, se harta a Tom Hardy que es “el protagonista”; y es ahí donde la obra debió llamarse “Mad Imperator Furiosa” pues “Mad Max” es de reparto.
La ambientación no es creíble, pues con todo y el polvazal, todo sigue funcionando maravillosamente, no se atascan en la arena seca, que no daña los motores, la gasolina nunca se termina, los malos aumentan y disminuyen de número a su gusto, y a nadie le da hambre ni sed, bajo esas condiciones de radiaciones atómicas, post apocalípticas, sobre todo Max que ha venido donando litros de sangre en la carrera.
En el previsible desarrollo, ya se sabe quiénes son carne de cañón a la media hora del metraje, solo estamos expectantes de la manera horripilante en que van a morir… por lo que “Mad Max: Fury Road” (2015) es sólo para quienes han seguido la saga, pues quienes no, desconocerán las motivaciones y demás cosas que le suceden a Max en su psique.
Misógina hasta el tuétano, enfrenta la maldad del hombre, contra la mujer objeto, revelándose; una pelea entre géneros.
Y entonces vino Los Oscar y con tantas nominaciones, pensé:
¿Vale la pena, por qué se llevaría El Oscar como Mejor Película?
Analicé que es una película técnica/artesanal/“in situ”, que le ha valido el reconocimiento por el uso de un gran número de extras de riesgo, en locaciones reales, explosiones reales, y a toda velocidad; en especial, impacta el diseño de la producción, que la convierte en la película de la nueva generación de miembros de La Academia.
¿Por qué no se llevaría El OSCAR como Mejor Película?
Es la 4ª entrega de una saga que ha pasado sin pena ni gloria por Hollywood, con un guión que encierra una propaganda feminista intolerable.
El protagonista titular de la película, es secundario, y sin justificación, agregado a muchas fallas del guión, que no es extraño que no fuese nominado en esa categoría, e Influye además, que ninguno del reparto esté nominado por actuaciones.
Es una película de entretenimiento que no va más allá de la acción, un producto industrial que no es extraño que pronto llegue su secuela.
El único dato "relevante" de “Mad Mad: Fury Road”, es ser la 1ª película de 4 entregas de una franquicia, en ser nominada a Mejor Película; y ser la 2ª secuela en ser nominada a Mejor Película, sin que ninguno de sus predecesoras haya sido nominada.
Otro dato "interesante" es que es la película más reciente, en ganar la mayoría de los premios de La Academia en 6 años, sin ganar Mejor Película.
Hasta ahí.



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