The Pursuit Of Happyness

“This part of my life...
This part right here.
This is called happiness”

“Sostenemos que estas verdades son evidentes en sí mismas:
Que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos está la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad”
Esas son palabras extraídas de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de Norteamérica.
Las historias de superación y lucha contra la adversidad han tratado de inspirar a la humanidad desde sus mismos inicios, pero me da la impresión de que, con la creación del cine y la televisión, dejaron de ser importantes herramientas didácticas, para convertirse en simple entretenimiento manipulador de emociones.
Sin embargo, ocasionalmente surge alguna obra que evita caer en ese fácil nicho, ofreciendo sólida narrativa sin empalagosos excesos y casi redimiendo a su barato género.
La búsqueda de la felicidad es uno de los objetivos que persigue el ser humano a lo largo de su vida.
Para unos, la felicidad es sinónimo de desarrollo profesional, para otros, la felicidad depende del dinero o del amor.
Asimismo, hay personas para las que ser feliz consiste en vivir con lo justo y necesario.
El derecho inalienable a la búsqueda de la felicidad está grabado en el ADN de cada uno.
Muchos creen que este principio ha sido decisivo para crear una sociedad más rica y poderosa; otros lo culpan de los excesos materialistas de las personas que han perdido el norte.
¿Cómo debería influir esta búsqueda de la felicidad en nuestro viaje personal?
¿Debería inspirarnos a trabajar para llegar a la cima, sacrificando lo que sea necesario hasta lograr fortuna?
¿O sugiere esto que debe tomarse las cosas con más calma, y saborear cada placer, bebiendo profundamente del pozo de la vida?
Estas son las preguntas de nuestra época para cualquier persona talentosa y reflexiva.
Pero tras ellas se esconde una falsa elección.
Una que, casi con certeza, nos conducirá a una misión inútil, que nos hará desperdiciar gran parte de la vida, el talento y los tesoros.
En el fondo, de alguna forma, usted ya lo sabe.
Recuerda haber conocido a esa persona que parece impulsada por una misión muy noble, y se mueve con tranquilidad y con fe, como guiada por un compás interno y alimentado por una gran pasión.
Si tan sólo pudiera usted descubrir una misión parecida...
¿Por qué su vocación lo elude?
¿Por qué le atrae tanto ganar una competencia inútil y sin sentido?
¿Qué hace que la felicidad parezca estar siempre un poco más allá de nuestro alcance?
Bienvenido al género humano.
Empecemos preguntándonos:
¿Qué es la felicidad?
La felicidad es un estado de ánimo que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada.
Tal estado propicia paz interior, un enfoque del medio positivo, al mismo tiempo que estimula a conquistar nuevas metas.
Es definida como una condición interna de satisfacción y alegría.
¿Qué es lo que buscamos la mayoría de nosotros?
¿Qué es lo que deseamos?
Especialmente en este mundo inquieto, donde todos tratan de encontrar alguna clase de paz, de felicidad, un refugio.
Es importante, sin duda, averiguar qué es lo que intentamos buscar, qué es lo que intentamos descubrir.
¿No es así?
Probablemente, la mayoría de nosotros busca una cierta clase de felicidad, cierta clase de paz, un lugar quizás especial y mágico.
En un mundo dominado por la confusión, las guerras, las disputas, las luchas, anhelamos un refugio donde pueda haber algo de paz.
Creo que eso es lo que desea la mayoría de nosotros.
Y así proseguimos la vida, colgando de un hilo nuestra efímera y frágil felicidad.
Ahora bien, lo que buscamos…
¿Es la felicidad?
¿O buscamos alguna clase de satisfacción, comodidad o conformismo?
Hay una diferencia entre felicidad y satisfacción.
¿Puede uno buscar la felicidad?
Quizá pueda encontrar la satisfacción, pero es obvio que no podrá encontrar la felicidad.
Por lo tanto, antes de entregar nuestras mentes y nuestros corazones a algo que exige una gran dosis de seriedad, atención, reflexión, cuidado, debemos descubrir, ¿no es así?, qué es lo que buscamos:
Si es felicidad o satisfacción y conformismo.
Algunos dirán que la felicidad consiste en obtener todo lo que deseamos.
Uno desea un coche, lo obtiene y es feliz.
Deseamos cosas, el logro, el éxito, llegar a ser virtuosos... y si lo conseguimos somos felices, y si no las conseguimos somos desdichados.
Así, lo que muchos llaman felicidad es obtener lo que desean.
Buscamos la felicidad por medio de cosas, de pensamientos e ideas, a través de la relación.
Por lo tanto, se vuelven sumamente importantes las cosas, la relación y las ideas, no la felicidad.
Cuando buscamos la felicidad por medio de algo, ese algo adquiere un valor mayor que la felicidad misma.
Buscamos la felicidad en la familia, en la propiedad, en el nombre, entonces, la propiedad, la familia, el nombre, adquieren una extrema importancia, ya que la felicidad es buscada a través de un medio; de esa manera, el medio destruye al fin.
En el fondo todos los seres humanos están en la búsqueda de la felicidad y creen que “Hacer” o “Tener” nos lleva a esa experiencia en el “Ser”

Vemos entonces que la vida puede darse en tres niveles:
El “Ser Feliz”, el “Hacer Feliz”, y el “Tener Felicidad”
Estos tres niveles forman una coherencia y están relacionados entre sí.
Lo que comúnmente la gente piensa es que a partir de “Tener” podremos “Hacer”, para luego “Ser” sin embargo funciona al revés.
¿Cuál es el camino a la felicidad?
Ampliar el amor altruista es el camino de la felicidad.
Ese el reto de nuestro tiempo, hay mucho que depende de nuestro estado mental interno.
Cuando vemos a gente que tiene todo para ser feliz y luego entran en una depresión, es porque su estado mental interno puede eclipsar las condiciones externas, podemos estar en un paraíso y sentirnos desgraciados.
No funciona si nos preocupamos solamente de nuestra propia felicidad; cumplir el amor altruista es el camino a la felicidad.
La mejor manera de alcanzar la felicidad es, precisamente, dejando de lado la preocupación por ser feliz, y aprovechar toda esa fuerza mental para conseguir entablar lazos sociales con otras personas:
Si hay algo que quieres resaltar y enfocar, hay que concentrarse en eso.
Todo lo demás vendrá como tenga que venir.
¿Por qué me pasa esto a mí?
¿Qué hice para merecer esto?
¿Hay un mañana para mí?
Es tiempo de encontrarte contigo mismo y luchar por ese sueño, por ese trabajo, por esa familia, por las cosas que te hacen feliz.
Nunca deje que nadie robe tus sueños, que nunca le digan lo que no puedes hacer, es tiempo de ir a lo extraordinario.
“Don't ever let someone tell you, you can't do something.
Not even me.
All right?”
The Pursuit Of Happyness es una película estadounidense de 2006 dirigida por Gabriele Muccino.
Protagonizada por Will Smith, Thandie Newton, Jaden Smith, Dan Castellaneta, Brian Howe, James Karen, Kurt Fuller, entre otros.
Con un guión de Steven Conrad, The Pursuit Of Happyness está basada en la historia real de Chris Gardner.
Christopher Paul Gardner, nacido el 9 de febrero de 1954 en Milwaukee, Wisconsin, es un empresario estadounidense, inversor, corredor de bolsa, orador motivacional, autor y filántropo.
Durante la década de 1980 luchó con la falta de vivienda mientras criaba a su hijo, Chris Jr. y tiempo después de su crisis escribe su libro de memorias: “The Pursuit Of Happyness”, en cual fue publicado en mayo de 2006.
Desde 2006, Gardner es Director Ejecutivo de su propia firma corredora de valores, Gardner Rich & Co., ubicada en Chicago, Illinois, donde reside cuando no está viviendo en Toronto, Canadá.
Gardner dice que su tenacidad y éxito es debido a “genética espiritual” dada a él por su madre, Bettye Jean Triplett, nacida Gardner, y a las altas expectativas puestas sobre él por sus hijos Chris y Jacinta.
Con su dedicación, Gardner estableció su propia firma de corretaje en 1987 con un capital de arranque de 10000 en Chicago.
Vendió su pequeña participación en Gardner Rich & Co. en un trato multimillonario en 2006.
Así que fundó Christopher Gardner International Holdings, con oficinas en Nueva York, Chicago y San Francisco.
La historia de The Pursuit Of Happyness estuvo nominada al Oscar como mejor actor para Will Smith.
The Pursuit Of Happyness ha sido criticada de capitalista, clasista, que rinde culto al dinero... pero con el tiempo, muchos críticos han mencionado que a pesar de la destacada actuación de Will Smith, posiblemente su mejor trabajo, es muy decepcionante lo subestimada que fue The Pursuit Of Happyness en su momento.
Con una trama recta y sin intersecciones, The Pursuit Of Happyness nos invitará a involucrarnos en la vida de un personaje tan desgraciado, como lleno de coraje y determinación, que buscará para su hijo y para sí mismo una vida decente y que nos llevará por los abruptos senderos en la búsqueda de la felicidad.
Como dato curioso es que con los años, se ha aumentado mucho el valor de los mensajes que transmite The Pursuit Of Happyness, convirtiéndola en un clásico moderno instantáneo.
Otro dato interesante es que, el título de la película lleva por nombre “The Pursuit Of Happyness”, con un error ortográfico bastante notorio, ya que “Happyness” se escribe con “i”, es decir, “Happiness” y no “Happyness”, esto no fue un error en la película, sino que al contrario, es un homenaje al letrero que vio Chris Garden en la calle donde vivía, el cual estaba escrito con “Y” en vez de “I”, y lo intenta corregir al hombre que estaba pintando el lugar, lo cual se muestra muy al principio.
Por último, cabe recalcar que Chris Gardner realizó un cameo, es decir una aparición breve, en The Pursuit Of Happyness.
Justo al final, cuando el Chris Garden (Smith) recibe la noticia que lo aceptaron en su empleo, va a recoger a su hijo de la guardería, y al recogerlo, mientras van caminando, Will (Chris) y su hijo van hablando sobre distintos temas como los planetas del Sistema Solar, el animal denominado Rey de La Selva, etc. y se cruzan con un hombre vestido de traje, es entonces cuando Will Smith voltea, intercambia miradas con ese hombre y le sonríe, pues resulta, que ese hombre vestido de traje que camina justo al lado de Will Smith y su hijo Jaden Smith, es decir Chris Garden y Chris Jr., es en realidad el mismísimo Chris Gardner de la vida real.
Una manera muy bonita y curiosa de cerrar The Pursuit Of Happyness.
The Pursuit Of Happyness apuesta a desestabilizar los sentimientos del espectador con una historia de superación personal, de vencimiento de obstáculos, de no darse por vencido, y de luchas incansables por la consecución de metas.
The Pursuit Of Happyness es la búsqueda de todo ser humano, de la felicidad, y la impotencia frente a un sistema cruel y perverso.
Claro que por momentos The Pursuit Of Happyness logra desequilibrar el estado de ánimo, no obstante, no es un filme muy cargante en la búsqueda de esa sensibilización, quizás porque no pretende ser sensiblero, sino que su apuesta principal es la del realismo, en esa batalla de un sujeto por lograr alcanzar “El Sueño Americano” y la felicidad.
“This part of my life, this part right here, this part is called:
Being stupid”
Chris Gardner (Will Smith) es un padre de familia que lucha por sobrevivir.
A pesar de sus valientes intentos para mantener a la familia a flote, Linda Gardner (Thandie Newton) madre de su hijo de 5 años Christopher Gardner Jr. (Jaden Christopher Syre Smith), comienza a derrumbarse a causa de la tensión constante de la presión económica; incapaz de soportarlo, y en contra de sus sentimientos, decide marcharse.
Chris, convertido ahora en padre soltero, tenazmente continúa buscando un trabajo mejor pagado empleando todas las tácticas comerciales que conoce.
Consigue unas prácticas en una prestigiosa compañía y, a pesar de no percibir ningún salario, acepta con la esperanza de finalizar el plan de estudios con un trabajo y un futuro prometedor.
Sin colchón económico alguno, pronto echan a Chris y a su hijo del piso en el que viven, y se ven obligados a vivir en centros de acogida, estaciones de autobús, cuartos de baño, o allá donde encuentren refugio para pasar la noche.
A pesar de sus preocupaciones, Chris continúa cumpliendo sus obligaciones como padre, y se muestra cariñoso y comprensivo, empleando el afecto y la confianza que su hijo ha depositado en él, como incentivo para superar los obstáculos a los que se enfrenta.
Bien por Will Smith, quien demuestra que no sólo es un actor de comedias de acción o de ciencia ficción.
Aquí vuelve a demostrar que puede ser tenido en cuenta como actor dramático, sin embargo, flaquea en el desarrollo del personaje, si bien resulta admirable en algunas escenas, en otras no es creíble, como la falta de sudoración por tanto correr, y la falta de alguna dolencia tras el accidente automovilístico, tal vez no es problema de Smith, es de guión, en el desarrollo y seguimiento del personaje.
Por lo demás estamos en presencia de un filme bonito desde sus intencionalidades de demostrar que nada es imposible si uno se lo propone con esmero y dedicación, que uno no debe bajar los brazos nunca, ni dejarse llevar por el pesimismo de los demás.
Escenas:
La escena en la que están durmiendo en el baño de la estación, alguien quiere entrar y Smith pone el pie en la puerta, es especialmente dura y emotiva.
Cuando lo llaman al despacho y le preguntan si ha sido tan fácil como había parecido, me gustó especialmente.
Y cuando sale del edificio eufórico por haber conseguido el trabajo, para mí fue muy emocionante.
En contra:
The Pursuit Of Happyness crea un binomio manipulador:
Rico-feliz / pobre-infeliz, triunfar-feliz / perder-infeliz, haciéndonos ver que lo que importa es tener un buen puesto de trabajo y lograr los objetivos que uno anhela, todo ello acompañado de una buena billetera.
El amor, por su contra, queda gravemente herido ya que tras el prematuro abandono a Will por parte de su mujer, y madre de su hijo, no se vuelve a saber nada más de ella en toda, ni una triste llamada preguntando por su hijo…
The Pursuit Of Happyness da lugar a una interpretación sumamente perversa del fenómeno de la pobreza, pues la presenta como resultado de alguna carencia física o intelectual de la persona, lo cual es totalmente natural e inevitable, o bien como el producto de una personalidad perezosa.
En definitiva, algo puramente individual que nada tiene que ver con la raza, el sexo, la desigualdad en origen, el cierre social, etc.
The Pursuit Of Happyness nos muestra el lado más oscuro de Hollywood.
El de una industria cuya función es imponer un sistema de valores acorde con los principios capitalistas.
Aparte de estas lindezas, The Pursuit Of Happyness está plagada de alabanzas a las instituciones mercantiles y críticas al ente estatal que “roba” a los ciudadanos con la excusa de los impuestos.
La felicidad es el éxito y el dinero, nada más:
La pobreza es una lacra fruto de tus errores y poca valía.
Los pobres no tienen dignidad, pues ésta se gana con esfuerzo… ganando dinero.
The Pursuit Of Happyness se esfuerza en mostrarlos como dementes y parásitos.
También los hippies y su visión alternativa del mundo son metidos en el mismo saco de lacra social.
El mensaje está claro:
Desconfía de los inadaptados sociales.
Los ricos son personas geniales que han llegado a donde están trabajando duro y por ser directamente seres superiores.
En definitiva el mensaje de The Pursuit Of Happyness se puede resumir en el absurdo hecho de alguien que sale de la pobreza para convertirse con orgullo en uno de los que la crea y la mantiene.
The Pursuit Of Happyness sólo transmite una cosa de principio a fin:
Miedo.
El miedo que nos bloquea, que nos anula como seres consientes e independientes.
El miedo que nos convierte en seres temerosos y dependientes de las autoridades, de las leyes, de la medicina, de la religión… del desenfrenado consumo de productos materiales y emocionales.
Si bien The Pursuit Of Happyness presenta una ligera crítica social, la verdad es que no se profundiza en el tema de la indigencia, aunque por suerte tampoco se lanzan discursos demagógicos y populistas.
Hay que reconocer que The Pursuit Of Happyness es una obra de arte de la manipulación, pues va administrando, genialmente, por goteo el suero del miedo.
El miedo a ser diferente, a la carencia, a no encajar en el Sistema, a ser pobre y sufrir.
Hay que trabajar duro para ser feliz como los corredores de Bolsa:
“Se les ve tan felices”
La ilusoria mentira de la Banca y la Bolsa, y en definitiva el enorme engaño de las Finanzas Mundiales en manos de unas pocas manos que esclavizan al mundo es exaltada como la más alta cota a alcanzar en esta Sociedad.
Las mismas Finanzas, los mismos sonrientes ejecutivos, que ahora han provocado la mayor crisis económica de la historia, y que siguen nadando en la abundancia material gracias a nuestros “planes de rescate de sonrisas financieras”
Hace muchos años, trabajé como auditor interno y conozco “las sonrisas” de los ejecutivos financieros, pero conozco más su stress, su ignorancia, su falta de vida, sus depresiones… y su miedo.
The Pursuit Of Happyness es el típico “Sueño Americano” por el cual muchas personas en Estados Unidos de América luchan, día a día, para mejorar su situación de vida, basado en una realidad que muchos conocen, pero pocos comprenden, The Pursuit Of Happyness es un ejemplo para todos los padres en el mundo.
Ya que muy pocas personas en Latinoamérica se esfuerzan para darles una mejor vida a sus hijos, y prefieren abandonarlos para que caigan en situación de calle y librarse del problema, tenemos que crear conciencia.
The Pursuit Of Happyness habla sobre la superación personal, sobre la búsqueda de la felicidad que acarrea inexorablemente la dignidad de una persona que empezará a sentirse útil y valioso, un ser humano que empezará a sentir el orgullo de ser un modelo de trabajo y dedicación para lo más preciado que tiene en su vida:
Su hijo.
Durísima disección de la búsqueda de la felicidad, que tanto cuesta alcanzar.
Cuando se está desesperado, la felicidad tal vez signifique encontrar el trabajo de tu vida cuando creías que todo estaba perdido, o sobre todo signifique ver que tu hijo no tiene que dormir en la calle, o en un asilo, nunca más.
Entonces:
Encuentra tu vocación.
Escribe tu propia historia de héroe.
Explora las fortalezas que te caracterizan, para descubrir las experiencias de “flow” que te llevarán al dominio.
Deja que tu experiencia atraiga las oportunidades de tal forma que les sirva a otros y los hagan cambiar.
¿Cómo puedo ser feliz?
Es la pregunta equivocada.
La pregunta correcta es:
¿Cómo puedo crear algo más significativo para los demás?
Así ayudará a otros y usted cambiará de manera profunda.
Saboree los placeres sensuales.
Propáguelos.
Disfrútelos, pero elíjalos conscientemente.
No deje que lo dominen.
Aproveche el momento.
Déjese conducir.
Lleve una vida sencilla y que sus placeres sean más sencillos aún. 
La verdad y la belleza no disminuyen repitiéndose.
Desarrolle relaciones afectuosas y duraderas con su pareja y con sus amigos.
Relaciónese con personas más jóvenes, que le brindarán energía e inspiración; con las de su misma edad, para obtener apoyo; con las mayores que usted, para que le ayuden a no perder de vista la verdadera dimensión de las cosas.
Sea agradecido.
Usted tiene dones extraordinarios.
No dé las cosas por sentadas.
Sea generoso con su tiempo y con su dinero.
Éste puede ser el secreto de por qué el capitalismo y la democracia funcionan tan bien juntos.
Afronte los grandes interrogantes ahora.
Lo que siente con respecto a Dios es asunto suyo, pero todos tenemos necesidad de conectarnos con lo trascendental.
No deje que la religión y las personas religiosas se interpongan en el camino de su desarrollo espiritual.
Lea la Biblia.
Lea la Tora.
Lea a Jung.
Para encontrar su lugar y saber quién es, debe dejarse perder.
Esa es la máxima paradoja de la vida.
Tal vez los budistas estén en lo correcto cuando nos dicen:
“Actúe siempre como si el futuro del universo dependiera de lo que usted hará después, mientras se ríe de sí mismo pensando que usted puede hacer la diferencia”
El sentimiento que tiene en este momento proviene de su naturaleza más profunda.
Es tan real como los árboles que ve fuera o las estrellas que están en el cielo.
La pregunta es:
¿Cuántos momentos más pretendo desperdiciar?
Elija la vida.
¡Elíjala ya!

“It was right then that I started thinking about Thomas Jefferson, the Declaration of Independence and the part about our right to life, liberty and the pursuit of happiness.
And I remember thinking:
How did he know to put the pursuit part in there?
That maybe happiness is something that we can only pursue.
And maybe we can actually never have it, no matter what.
How did he know that?”



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