Victor Victoria

“So, I'm a woman pretending to be a man pretending to be a woman”

En estas últimas décadas, el travestismo, como opción de vida, ha sido más tratado por la cinematografía.
No únicamente es abordado como tema principal, sino que es frecuente ver personajes secundarios travestís sin que suponga algún conflicto.
Las películas que abarcan el travestismo, son el testimonio de la percepción de sus autores sobre la realidad, sobre esa forma particular de narrar los aconteceres diarios, que no sólo remitan a la historia social, sino también a la individual, a su propuesta particular de ir reconstruyendo la historia.
El travestismo o transvestismo es una identidad transgénero en la que una persona de determinado género biológico utiliza la vestimenta socialmente asignada al género opuesto o “cross-dressing” o “crossdressing”
El cross-dressing tiene diversos motivos, pero no tiene un motivo específico, esta estereotípica y erróneamente asociado como una conducta transexual u homosexual, siendo posible su manifestación en cualquier orientación sexual, y no necesariamente, relacionándose a un género u orientación específica.
Sin embargo, el cross-dressing se manifiesta de manera poblacionalmente mayor entre hombres heterosexuales.
Es importante matizar que, comúnmente, estas personas aceptan su sexo y su identidad sexual biológica y no tienen conflicto con su cuerpo y genitales.
A diferencia del transexual, no se sienten presos en un cuerpo equivocado.
Los travestis visten con ropas impropias de su sexo, con el objetivo de transgredir normas sociales, y por añadir matices y ampliar su género e identidad sexual.
En definitiva, les gusta ser flexibles para adoptar indistintamente los géneros masculino y femenino.
El travestismo siempre supone, para quien lo realiza, un acto de transgresión.
Para el siglo XVIII, los género dramáticos en el arte, incluían la participación de miembros del elenco masculino que se disfrazaban de personajes femeninos o vice versa.
En el siglo XIX y XX, el cross-dressing se convierte en un elemento importante en diversos espectáculos de variedad del “show business” del siglo XIX.
Elenco de determinado género presentándose como personajes del género contrario se concentraban en espectáculos de burlesque, minstrel, vaudeville y revue.
Desde “La Pucelle” Jeanne d'Arc hasta Amandine Aurore Lucile Dupin, baronesa Dudevant, “George Sand”, el travestismo femenino ha tenido históricamente más de reivindicación política que de fantasía sexual.
Vestirse de varón, para una mujer, significaba una gran rebeldía.
Queda claro que tanto el género, como la industria, como los actores y el público han ido evolucionando a través de los años, ampliando su participación y colaborando en la evolución de una temática que debió superar no pocos inconvenientes desde diferentes sectores, que a la larga, influyen en la sociedad.
Pero finalmente, se va llegando a la meta de la comprensión y la aceptación.
Lo que no es poco.
“The last time I saw a specimen like this they had to shoot the horse”
Victor Victoria es una película de comedia musical estadounidense de 1982, dirigida y escrita por Blake Edwards.
Protagonizada por Julie Andrews, James Garner, Robert Preston, Lesley Ann Warren, Alex Karras, Peter Arne, John Rhys-Davies, Graham Stark, Herb Tanney, Michael Robbins, Norman Chancer y David Gant.
Victor Victoria está basada en “Viktor Und Viktoria”, una película alemana de la Universum Film AG, más conocido como UFA, cuyo estudio cinematográfico fue el más importante de Alemania durante el periodo de esplendor de la República de Weimar y durante la Segunda Guerra Mundial, en 1933 dirigida por Reinhold Schünzels con la diva Renate Müller y Hermann Thimig, film el cual, en 1935, se hizo la versión francesa con Meg Lemonnier y Julien Carette, llamada “Georges Et Georgette” y en 1957 un remake por Karl Anton con Johanna von Koczian y Georg Thomalla.
Victor Victoria estuvo nominada al Oscar como:
Mejor actriz (Julie Andrews), mejor actor secundario (Robert Preston), mejor actriz secundaria (Leslie Ann Warren), mejor guion adaptado, mejor dirección artística, mejor diseño de vestuario; y ganó el Oscar a la Mejor Banda Sonora.
Nuevamente, Edwards dirige una película sobre el filo del peligro, en este caso, el del travestismo como concatenador de comedia, salidas, literales del closet, que son brillantes, y otros elementos, que en manos menos lúcidas podrían haber quedado como “sketch” de programa de trasnoche.
Victor Victoria es una comedia musical plagada de confusiones sexuales que ocurre en un París de época, casi de caricatura, ausente de hitos y que busca ser evidentemente ficticio; un lugar de sets de calles nevadas, fachadas continuas, callejones oscuros y mundo de cuento.
Mas pueblo que ciudad y en concordancia con esa propuesta, todos los personajes se conocerán, o se conocen al menos de vista; sino, se encuentran a través de infinitas coincidencias.
El caso más divertido es el de un distraído mozo que no entiende nada y se topa con la protagonista repetidas veces en cada una de sus distintas vestimentas, y en todas las locaciones donde se desarrolla la historia de Victor Victoria se mantiene esta idea de pequeño mundo:
Teatros, calles, restoranes, lujosos hoteles y viejos departamentos.
Victor Victoria es una película sobre las apariencias, lo externo e interno de cada personaje, permitiendo que los personajes principales y las expectativas que tenemos de ellos cambien, mientras cada uno de ellos termina interpretando a otro personaje en el desarrollo de la trama.
Incluso algunos secundarios, como un bigotudo detective contratado por un enemigo de Todd para descubrir la verdad, o el mismísimo Alex Karras como "Squash" Bernstein.
Victoria Grant/Conde Victor Grazinski (Julie Andrews) puede ser un personaje del cine clásico, pero su forma de pensar y de actuar está más cerca de nuestra época, que la del París de 1934 en que se encuentra.
Por convicción, y también porque no se puede permitir el lujo de tener prejuicios, nunca critica ni condena la conducta y la moralidad de los demás.
Acepta a Carroll "Toddy" Todd (Robert Preston ) como un gran amigo sin preocuparle su condición sexual; se enamora de King Marchand (James Garner) sin preguntas sobre su peligrosa actividad; asume que en su sociedad existen parásitos de clase alta, caseros dispuestos a abusar de ella, o dueños de clubes nocturnos hipócritas.
Con breves guiños al “screwball comedy” de los 40’s y el cine clásico de los estudios de esa época, esta atípica comedia ochentera cuenta la historia de Victoria (Julie Andrews) una excelente pero miserable cantante lírica, a la que conocemos prácticamente “muerta de hambre”
Es más, se desmaya frente a la vitrina de un restaurante por ver a un gordo comensal tragándose una torta.
Desesperada, cuando está dispuesta a hacer “perro muerto” en un restaurante, hace migas con “Toddy” (Robert Preston) un irónico cantante abiertamente gay, algo mayor que ella, y exiliado del lugar donde trabajaba regularmente por propiciar problemas con unos aburguesados clientes.
Asimismo, si bien Victor Victoria es un perfecto vehículo de lucimiento para la actriz protagonista Julie Andrews, brindado por su director y entonces esposo, todos los actores están excelentes.
Julie Andrews deseaba hacer su papel tan a la perfección que tomó incluso lecciones de boxeo para las escenas de pelea.
Todavía Andrews mantiene que Victor Victoria fue uno de sus papeles más complicados.
Tras su escena de top-less en “S.O.B.” (1981), sus jugueteos con el travestismo en Victor Victoria destruyeron al fin la imagen de la dulce Julie Andrews de “Mary Poppins” y “The Sound Of Music” para establecer a Andrews en su nueva y deseada imagen como comediante gamberra.
Aunque, en lo personal, siento una especial predilección por Norma Cassidy.
Mención especial a la actriz Lesley Ann Warren con su personaje de Norma Cassidy, la rubia tonta insoportable.
¡Demasiado divertida!
Warren se roba casi todas las escenas en que aparece y se luce en el gran travelling en la estación de tren.
Este es otro de los elaborados sets de Edwards:
Por ejemplo, la vemos caminando apurada entre un vagón y otro, a través de las ventanas de los carros, gesticulando enojada pero en silencio pues no la podemos oír, ya que la cámara recorre en paralelo el tren desde el andén y espera, con gran sincronía, que Warren llegue finalmente al último vagón y nos dé una sorpresa más.
Perfecta.
Como buena actriz de reparto, Warren roba escenas, aporta a Victor Victoria unas de las escenas más divertidas y memorables, y consigue sentar su presencia y eclipsar a quienes comparten plano con ella.
Cuando en un punto de la trama, el personaje desaparece para volver mucho tiempo después, se celebra su retorno a escena con la máxima “Chicago, Illinois” y se agradece que el director no haya desaprovechado este papel bombón, ofreciéndonos más minutos del personaje.
También hay una mención de honor para el mesero protagonizado por Graham Stark.
En el plano fuerte, el musical, Henry Mancini y Leslie Bricusse ganaron Premios de la Academia por sus canciones originales, que incluían:
“The Shady Dame From Seville”, “Le Jazz Hot”, “Crazy World”, “You And Me”, “Gay Paree” y “Chicago, Illinois”
Ultima mención especial para Paddy Stone como el coreógrafo de Victor Victoria.
Victor Victoria es pionera en el tratamiento de la homosexualidad en el cine:
Con total naturalidad y, a la vez, de modo reivindicativo a través de unos diálogos muy acertados.

“I know what you're thinking... and you ought to be ashamed of yourself”



Comentarios

Entradas populares