Carlito's Way

“Here comes the pain!”

Tenemos la capacidad de ser arquitectos de nuestros destinos, porque aunque la buena suerte sea regida por “el cielo”, nuestro destino estará siempre en nuestras manos, y las decisiones que tomemos diariamente.
En nuestra cotidianidad, no conseguimos todo lo que deseamos en forma inmediata, porque habitualmente estamos desalineados con las leyes que rigen el universo.
No las hemos entendido, no las hemos estudiado, o no las hemos experimentado conscientemente, a través de la experiencia de “la atención consciente”; por lo que las acciones intencionales, producen efectos que el agente experimenta.
La Ley del Karma, por ejemplo, gobierna la relación entre la conciencia individual del sujeto y su mundo objetivo; de ahí que se puede decir que el individuo, está en una interacción dialéctica con el mundo.
El orden kármico, puede ser visto como una especie de “sistema de retroalimentación” entre el sujeto y el objeto; un sistema que siempre regresa al punto de equilibrio cuando se le perturba.
En otras palabras, cada vez que el sujeto actúa, el equilibrio es perturbado, y el sistema entero tiene que adaptarse con la finalidad de restaurar su equilibrio.
Las acciones del sujeto dentro de este “sistema de retroalimentación universal”, modifican al objeto, que entonces se adapta para absorber la modificación.
A su vez, éste retroalimenta el efecto en el sujeto.
El tipo de ajuste necesario para restaurar el éntasis del sistema, depende de la naturaleza de la acción que lo perturbó inicialmente, y así los efectos que retroalimentan al agente, dependen de la intención con la que se actuó.
“In his world, you got to shoot your way out”
Carlito's Way es un drama de acción del año 1993, dirigido por Brian De Palma.
Protagonizado por Al Pacino, Sean Penn, Penelope Ann Miller, James Rebhorn, John Leguizamo, Luis Guzmán, Viggo Mortensen, Ingrid Rogers, Julieta Ortega, Joseph Siravo, Adrian Pasdar, Richard Forojny, Jorge Porcel, Paul Mazursky, John Ortiz, Jon Seda, Chuck Zito, Marc Anthony, Frank Minucci, entre otros.
El guion es de David Koepp, basado en las novelas del juez y escritor Edwin Torres:
“Carlito's Way” (1975), y su secuela “After Hours” (1979), en las que narra con realismo, la historia de uno de sus paisanos, Carlito Brigante, un traficante de drogas de los años 60 y 70, un personaje fabricado a partir de varios delincuentes reales.
La idea de realizar Carlito's Way, se dio cuando Pacino dio la novela al productor Martin Bregman.
Luego de darse cuenta, que Pacino era demasiado viejo para hacer el papel del primer libro, David Koepp adoptó su secuela, “After Hours”
Cuando el guión fue terminado, lo tomó Brian De Palma, y realizó Carlito's Way.
Las 2 novelas, se basan en el personaje Carlito Brigante, un narcotraficante que después de ir a prisión, se reforma, y decide alejarse del crimen y de los negocios ilegales, pero estos continúan persiguiéndole.
Carlito Brigante, nacido en el Harlem hispano a mediados de los 30; comenzó como un criminal en escala menor, y fue ascendiendo hasta llegar a la cumbre de su poder, gracias al tráfico de heroína con un socio.
A mediados de los años 70, fue enjuiciado y condenado a 30 años de prisión, este hecho marca el final del libro “Carlito's Way”
“After Hours” por su parte, comienza en Los Tribunales de New York, donde gracias a su abogado, logra reducir su sentencia, cumpliendo así, de la original de 30 años, a sólo 5.
Durante “After Hours”, Carlito intenta abandonar su vida criminal, y retirarse del negocio, se reencuentra con su antigua novia, y decide irse a Las Bahamas, donde otro prisionero que conoció durante el tiempo que cumplió su sentencia, le prometió que podría unirse a su negocio, invirtiendo $70,000.
Pero el pasado de Carlito lo persigue, y se vuelve a meter en él, luego de que su abogado asesinara a un mafioso y a su hijo, por lo que su confrontación con un enemigo del pasado, y el embarazo de su novia, fueron factores para que Carlito decida partir rápidamente, por medio de un tren a Miami, y luego un avión a Nassau.
En la estación de trenes central de New York, Carlito es asesinado.
Este hecho marca el final de la novela “After Hours”
Según su creador, Carlito Brigante fue una mezcla de varios personajes que conoció durante su vida, tomado de su propia personalidad.
Así pues, Carlito's Way, no solo analiza las dificultades que tenemos para deshacernos de las páginas más oscuras de nuestro pasado, y sus influencias en nuestro presente, sino que también, explora las relaciones humanas desde el punto de vista de la traición, la fidelidad, y el amor.
Carlitos Brigante (Al Pacino), es un antiguo traficante de heroína, de origen portorriqueño, que sale de la cárcel después de 5 años de reclusión, dispuesto a dejar el tráfico de drogas.
Con la ayuda de un abogado cocainómano, David Kleinfeld (Sean Penn), consigue hacerse socio de un club nocturno, e intenta reanudar la relación con su exnovia Gail (Penelope Ann Miller), pero no es fácil seguir el buen camino dentro del mundo del crimen…
Carlito's Way, no es más que la historia de un perdedor, que reflexiona en los últimos momentos de su existencia; y que envuelve toda su historia en un halo de melancolía, tristeza, y desesperanza; porque sabemos que no alcanzará su sueño…
Y eso hace que su historia sea especial, y que sepamos desde el principio, que Brigante pierde, que no llega a la meta…
Brian De Palma, elabora aquí un gran film que engancha desde el primer minuto, y cuya tensión va en aumento hasta llegar a un clímax antológico, de esos que no se olvidan.
“You think you're big time?
You're gonna fuckin' die big time!”
Carlito Brigante, es un personaje de novela, que nació de la mente de un juez de La Corte Suprema de New York, Edwin Torres.
Su familia llegó de Puerto Rico, y vivió en barrios marginales de Manhattan.
Se sirvió de sus conocimientos y experiencia en el mundo criminal, para escribir 2 novelas, donde su protagonista de ficción, era Carlito Brigante, que en pantalla, adquirió los rasgos de Al Pacino, que corría y corría en un universo creado por un vertiginoso Brian de Palma.
Por otra parte, el personaje que interpreta Sean Penn, el corrupto Kleinfeld, es uno basado en la realidad que vivió el juez Edwin Torres.
Según declaraba el autor de las novelas:
“Kleinfeld es una mezcla de abogados criminalistas, que he conocido a lo largo de los años.
Era un fenómeno que he observado de primera mano, en el que un hombre, un abogado, se ve arrastrado hacia este ambiente, se sumerge en él, se involucra con los malos, porque pueden ser muy fascinantes y tentadores:
El estilo de vida, las mujeres, el dinero… en este caso, también la cocaína.
Viola un principio por el que se rige el personaje de Pacino, basado en un refrán español:
“Juntos, pero no revueltos”
Y ésta fue la perdición de Kleinfeld.
Se mezcló” acotó el juez escritor.
Por este trabajo, Sean Penn obtuvo su primera nominación al Oscar...
Así las cosas, Carlito’s Way nos trae los años 70 de los EEUU de los bajos fondos.
Unos 70 plagados de desencantos, sueños rotos, drogas, sexo, alcohol, supervivencia, y música, para olvidar un mundo donde campa la delincuencia.
Unos años 70 que llevan sus protagonistas tatuados en la indumentaria, en la discoteca “Paraíso”, en la música que escuchan, y en la que bailan…
Perfecta en la parte visual, con el acostumbrado largo travelling “De Palmiano”, vista de 360 grados, narrativa absorbente, y fotografía, o tono del film, que homenajea, en cierta forma, al género criminal del cine negro.
Sin olvidar la intriga, que también está bastante conseguida, con un inicio que desconcierta al espectador, si bien es verdad, que es la acción, y sobretodo el “thriller” de gánster los que se impone en una cinta llena de drama y romance.
Y no olvidar los movimientos de cámara, donde Brian De Palma consigue aquí, unos desplazamientos espectaculares.
Lo único que protesto, es el fastidio de conocer el final desde el primer minuto, que no haya lugar para las sorpresas, sólo nos ponemos delante, para averiguar las formas, el “cómo”, no cabe indulgencia, no hay una ventana por la que Carlito pueda escapar.
Cada minuto aquí, es una resta para que se consume su condena, una lástima, puede que no a todos de su gremio, pero a él, una segunda oportunidad sí que se la hubiera concedido…
Carlito's Way comienza con una secuencia en “blanco y negro”, donde vemos cómo disparan a un hombre al intentar subirse a un tren.
Así le acompañamos en su agonía.
Sabe que ha llegado la hora.
Que va a cerrar los ojos para siempre, y piensa en todo el traslado a urgencias, donde van pasando frente a sus ojos distintas personas, su mirada se fija en un cartel a todo color, con un mensaje, escapar al “Paraíso”
Así empieza uno de los “flashbacks” más largos y melancólicos del cine de los años 90.
Porque Carlito's Way es un “flashback” antes de morir, de un mafioso que recuerda, cómo trató de redimirse, de huir de su vida pasada, de escapar al “Paraíso”, por tanto, el protagonista cuenta la historia de su “redención”
Carlito Brigante, el mafioso, el hombre duro de las calles, antes de ir a prisión, anduvo enamorado de una bailarina que soñaba con triunfar en Broadway, Gail.
Después de 5 años, vuelve a buscarla, porque en la discoteca se fija en una chica que baila igual que ella…
Y ahí está Gail, que vuelve a mirarle igual:
Con sus sueños rotos, pero luchando… y de cómo Carlito vuelve a ilusionarse.
Además, la subtrama con Gail, es de una ternura innegable, y sólo un actor como Al Pacino, podía balancearse con tal maestría, entre una bonita historia de amor, y la supervivencia en una jungla de traficantes de heroína.
No sólo cuentan los portorriqueños y los italianos.
El catalizador del desenlace, será un judío abogado, el hombre que redujo su pena de 30 a 5 años, y que hace tiempo que dejó de ser abogado, para ser un delincuente más.
La Ley de la calle, el “no traicionar, ni abandonar a tus amigos”, hará que nuestro protagonista se embarque con él, en un viaje infernal y sin retorno.
A lo largo de Carlito's Way, asistimos a varias escenas inolvidables:
La tensa escena del billar, es de una planificación y una puesta en escena, digna de estudio.
De Palma controla perfectamente el tempo cinematográfico, y estira la escena hasta límites insospechados, hasta que la violencia estalla de forma brutal.
El final de la escena, con nuestro protagonista acorralado en un baño, y sin balas, es de una tensión inusitada.
Y sólo le queda su fama de cabrón, para salir con vida.
Otra escena es donde Pacino rompe la puerta del departamento de Miller, es colosal, mítica, para la historia:
Él le dice:
“Déjame entrar”
Y ella responde:
“Si quieres entrar, tendrás que hacerlo como hacías antes”
Entonces él, de un golpe rompe la puerta, y suena de fondo “You are so beautiful” de Joe Cocker, acabando los 2 haciendo el amor, en el suelo, con la puerta rota...
Impagable.
No obstante, la mejor escena, es la sobrecogedora persecución final por la terminal de Grand Central.
Pocas veces, se ha sentido tantos nervios viendo una persecución.
De Palma usa todo su talento, a favor de una persecución al límite.
La creíble interpretación de Pacino, logra que nos identifiquemos de tal manera con el protagonista, que lo pasamos realmente mal, y deseamos que finalmente se escape de sus perseguidores, y que ese inicio cambie al final...
Como dato, en las novelas, el abogado Kleinfeld no muere, pero el sentido de la justicia de De Palma, le impedían mantenerlo vivo, mientras agonizaba Carlito, y digo “agonizaba” pues tengo la esperanza de que no muriera, en su monólogo inicial dice que “no está dispuesto a palmarla”, y deseo creerle...
Por último, resaltar a Joe Cocker, que canta con su voz rasgada y grave, “You are so beautiful” que suena entera en créditos finales, y nos deja con un triste sabor de boca; porque a Carlito sólo le queda soñar con un futuro que no vivirá donde Gail, y su hijo quizás, hayan alcanzado “El Paraíso”
Al cierre, la melancolía se apodera de toda la narración cinematográfica, porque no deja de ser la historia sobre un sueño que se escapa para siempre… junto a una gran banda sonora de Patrick Doyle, con temas a parte, tan famosos y excelentes como:
“El Watusi” de Ray Barreto, o el “Lady Marmalade” de LaBelle, entre otros temazos.
“But there ain’t no friends in this shit business”
Carlito's Way tiene aroma de cine clásico de gánsteres, de cine negro puro, de los años 40 a color, ya sea por el modo en que profundiza en los personajes, y hace hincapié en el drama personal, frente a la idiosincrasia mafiosa; o por la historia misma, tan reconocible, la de un delincuente perseguido por su pasado, la de un asesino leal a un código, un fuera de la ley con escrúpulos, que quiere dejarlo, cambiar, que está decidido a vivir su sueño, a convertirse en un hombre decente, y tocar “el paraíso” con las manos, pero al que los demonios de su interior atormentan, mientras que los demonios del exterior, le obligan a volver a ser lo que siempre ha sido, a sacar lo que lleva dentro, y de lo que no puede escapar, un pobre tipo, al que las circunstancias condenan a realizar un último trabajo, a pasar una última prueba.
De Palma consigue que hagamos una reflexión sobre el paso del tiempo.
De los luminosos y optimistas 60, pasamos a los oscuros y pesimistas 70/80, y de aquellos gánsteres que, con decisión, se hacían con el poder a pecho descubierto, a traficantes de poca monta, enredados en un ambiente irrespirable, y sin futuro.
Carlito's Way reconstruye muy bien ese tiempo de cambio, ese sentimiento que todos hemos tenido, o tendremos alguna vez, esa conciencia de que el presente ya no nos pertenece, sino que ahora es propiedad de otros, inexorable ley de vida, pura biología, pero que hace que nos sintamos mal, y nos revolvamos contra los jóvenes, que nos arrebatado con su empuje juvenil, nuestro lugar al sol.
Por tanto, Carlito Brigante representa a millones de personas.
A las millones de personas que están marcadas por algo que hicieron alguna vez y, aunque lo intenten, no pueden despegarse de eso.
El destino de Carlito era uno, y él no supo evitarlo.
Intentó, pero no pudo.
Tal vez por errores propios, tal vez no, lo concreto es que no se puede evitar lo que se fue.
El asesino, siempre será un asesino, y no hay camino que lo saque de ese sitio.

“I know how this dream ends, Charlie.
It isn’t in paradise.
It ends with me carrying you into Sutton Emergency Room at three o’clock in the morning.
And standing there, crying like an idiot... while your shoes fill with blood and you die”



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