The Judge

“You're standing in one of the last great cathedrals in this country, built on the premise that you and you alone are responsible for the consequences of your actions.
Do you have anything else to say for yourself?”

La familia no la eliges, no te puedes librar de ella cuando te apetezca…
Aunque te mudes a miles de kilómetros de distancia, va contigo.
Nuestra personalidad, es fruto de las circunstancias y experiencias, tanto positivas como negativas, que vivimos durante la niñez en ese seno familiar.
Normalmente, las familias o algunos miembros de la familia, se separan por motivos fuertes, o por un hecho desgraciado, que los marcan por el resto de sus vidas, después, el rencor y el orgullo juegan su papel importante…
Acontecimientos traumáticos, como la enfermedad, o muerte de alguno de los progenitores, vuelven a reunir a familias que llevan años sin verse, ni relacionarse, creando un ambiente propicio para que afloren a la superficie:
Reproches, mentiras, rencillas, y rivalidades inconfesables; recuerdos todos, que perturban la conciencia, y el equilibrio nervioso.
La relación con un padre, en especial, puede ser tan diversa, como la pluralidad de opiniones con respecto a cualquier debate de actualidad, que como los dramas judiciales, son catalizadores de redenciones familiares.
“Defend your Honor”
The Judge es un drama del año 2014, dirigido por David Dobkin.
Protagonizada por Robert Downey Jr., Robert Duvall, Vera Farmiga, Billy Bob Thornton, Vincent D'Onofrio, Jeremy Strong, Dax Shepard, Leighton Meester, David Krumholtz, Balthazar Getty, Sarah Lancaster, Ken Howard, Grace Zabriskie, Denis O'Hare, entre otros.
El guión es de Bill Dubuque, Nick Schenk y David Seidler.
Según el director y productor, David Dobkin:
“Da igual la edad que tengamos, en cuanto pisamos la casa en la que crecimos, pasamos a ser exactamente lo que éramos cuando salimos de ella.
Volvemos a asumir los mismos hábitos, repetimos las conductas, y forma de comunicarnos de nuestra juventud, los mismos malentendidos por no hablar claro, los mismos problemas sin solución, sean grandes o pequeños, que acaban influyendo de forma decisiva el resto de nuestras vidas”
The Judge es un tipo de película, cuyo punto de partida lleva a una constante revisión de los errores cometidos por sus protagonistas, quienes en medio de su particular “álbum de recuerdos”, se ven rodeados por auténticas batallas, donde los reproches son el arma arrojadiza más dañina, y los sueños a medio hacer, el fango que les impide avanzar en sus respectivas vidas.
The Judge obtuvo una nominación al Premio Oscar como mejor actor de reparto para Robert Duvall.
El rodaje de The Judge, tuvo lugar en:
Shelburne Falls, Attleboro, Belmont, Dedham, Sunderland, Waltham, y Worcester Massachusetts, y Pennsylvania, EEUU.
El rodaje, se hizo también en la tienda “It's About Time Clocks and Antiques” en Millers Falls, Massachusetts, y es la ubicación real de la tienda.
The Judge, está ambientada en la ficticia ciudad de Carlinville, Indiana.
Es una maravillosa historia sobre el orgullo, el rencor, la lealtad, el convencimiento de hacer lo correcto, y por fin, la redención.
Muy interesante los aspectos que trata, no solo por enfrentarse al pasado, sino por aprovechar el presente, para dejar solucionado el futuro.
The Judge sigue al abogado Henry “Hank” Palmer (Robert Downey Jr.)
Poseedor de todos los atributos que la industria ha creado en torno a un buen abogado, Hank los tiene:
Estampa, personalidad avasalladora, sagaz, temerario, y mentiroso.
En medio de un juicio importante, recibe la noticia sobre la muerte de su madre, motivo por el cual, emprende viaje de regreso a su pueblo natal, Carlinville.
En la pequeña ciudad del estado de Indiana, residen sus hermanos Glen (Vincent D’Onofrio) y Dale (Jeremy Strong), y también su padre, el juez Joseph Palmer (Robert Duvall), con el cual no cruza palabra desde que dejó el pueblo.
El juez Palmer, es un hombre ya mayor, severo, y estricto, riguroso en su profesión, y orgulloso de su integridad, lo cual contrasta totalmente con la personalidad impetuosa e irreverente de su hijo abogado.
El reencuentro entre padre e hijo, sumado a la muerte de su esposa, y los efectos de la quimioterapia, producto de un cáncer que trata secretamente, llevan al juez a participar en el crimen de un ex convicto, condenado por él mismo.
El juez, es sometido a juicio, en el mismo tribunal donde desarrollo sus labores jurisdiccionales, durante gran parte de su vida, y quien mejor para asumir su defensa, que su hijo Hank, quien se propone esclarecer los hechos, ante las lagunas mentales de su padre, y las evidencias que lo incriminan.
Así mismo, este proceso legal, servirá de terapia familiar, permitiendo la confrontación entre los 2 hombres de leyes, ventilando las tristezas y amarguras que los separaron, y de tal forma, construir una nueva relación, sabiendo que el cáncer terminaría con la vida del juez, en no mucho tiempo.
La investigación del caso lo llevará, poco a poco, a restablecer con los suyos, una relación que estaba rota…
Realmente, el título “The Judge”, esconde un verdadero drama de familia, el amante de guiones donde se exponen hábiles chicanas judiciales, o intrincados alegatos que finalmente confluye en el veredicto anhelado, no encontrara en este film, el núcleo de la trama.
El eje pasa por la relación padre/hijo, situaciones de resentimiento no resueltas en la etapa adolescente, secretos ocultos, deudas de afecto familiar, y paso de facturas, son los ingredientes centrales del guión, nada que no se haya visto antes en la gran pantalla, pero el “plus” lo marcan las brillantes interpretaciones de Duvall y Downey, a través de sus expresiones, gestos, y recursos artísticos, coronan una gran tarea,
The Judge trata de explorar los cambios de papeles que afrontamos en nuestra vida, ya se deba a situaciones emocionales, o a las simples circunstancias, al tener que cuidar a nuestros padres, ya ancianos, y enfrentarnos a nuestra propia historia personal; cómo, ya siendo adultos, nos vemos de repente en un ambiente familiar que nos es totalmente ajeno, y cómo ni siquiera las mejores intenciones logran que tomemos las decisiones adecuadas ni, al final, lograr los mejores resultados.
“My father is a lot of unpleasant things, but murderer is not one of them”
Robert Downey Jr., produce The Judge junto con su esposa, con la clara intención de contar buenas historias.
De alguna manera, este “come back” también es un regreso del propio Downey Jr. a películas que buscan una audiencia más adulta, con mayor enfoque en las ideas y conflictos del mundo real.
Por tanto, agregar que The Judge, no puede ser catalogada en lo que unos llaman “Courtroom Drama” pues la trama jurídica es subyacente, es un “macguffin” como decía Hitchcock, para lograr desarrollar el drama familiar que se quiere contar, que aquí es un regreso al pasado con redención.
Los temas como la justicia, el orgullo, la vejez, y la idiosincrasia de un pueblo que nunca cambia, son los fuertes argumentos que tienen al espectador, esperando un desenlace.
The Judge es, además de todo lo enumerado anteriormente, un cuento de redención personal, y regreso al origen netamente estadounidense, el que experimenta el prestigioso y rico abogado Hank Palmer, un cínico profesional al servicio de sí mismo, que se dedica a amasar dinero defendiendo estafadores.
La muerte de su madre, obligará a Hank a regresar a su pueblo natal en Indiana, y enfrentarse a la figura autoritaria de su padre, el juez Joseph Palmer, encarnado por un ENORME Robert Duvall.
Pero tras un atropello y muerte, aparentemente accidental de un ex convicto,  empiezan los problemas para uno y otro.
Todo esto se logra gracias a los valores de fondo del producto, al atractivo y prestigio que le otorga un reparto excelente, y un guión tradicional en fondo y forma, que efectivamente regresa a cierta narrativa adulta, dentro de los parámetros del cine comercial, y que pese a su exceso de buenas intenciones y estereotipos, destaca por su buena fontanería.
Hay curiosidades en la trama que sacan a The Judge de “lo convencional”:
El juez, no recuerda en ningún momento, si atropella al hombre, pero prefiere ir a la cárcel, antes que manchar su intachable historial profesional.
Glen, no le reprocha en ningún momento a su hermano, el hecho del accidente, y su fracaso como jugador profesional a causa de eso, sin embargo, su padre lo hace a diario.
Dale parece que no pinta nada en la historia, con la cámara de aquí para allá, pero es vital en la reconciliación de padre e hijo, cuando muestra que en un tiempo pasado, había unos lazos muy fuertes.
Hank iba por mal camino, y el juez lo ingresó en un centro para enderezar su vida, éste nunca lo entendió, pero el odio hacia él era porque le recordaba al chico que había dejado en la calle, y había acabado con la vida de una chica...
La propia utopía de Hank, enemistado con su malencarado padre, pero obligado a defenderle en un periodo de crisis personal, funciona a un nivel sentimental y primario:
La de El Juez, nótese la metáfora tras el título, “enjuiciador y padre” es, simplemente, una historia con la que es fácil identificarse.
Es decir, un choque generacional entre un padre con remordimientos, y el hijo pródigo, en este caso, un abogado con genes de tiburón, y un juez de la vieja guardia, acusado de un terrible delito.
Es posible que los más veteranos, ya conozcan esta receta de tanto pasar por taquilla, y encender la televisión.
Sin embargo, a pesar de los estereotipos que salen a relucir aquí y allá, The Judge va demostrando más vigor, a medida que avanza el metraje.
Por lo demás, tiene sentido recordar que, las llamadas “feel-good movies” funcionan con la complicidad de un público deseoso de mirar la realidad con optimismo y benevolencia.
La combinación de viaje íntimo y personal, melodrama familiar, y “thriller” judicial, se sostiene pese al poco refinamiento de Dobkin, que al menos, tiene la inteligencia de apoyarse en un reparto de campanillas, que cumple con creces.
Dobkin afirma, que el papel de Hank Palmer, no solo se concibió teniendo a Robert Downey Jr. en mente, sino que, para él, ni siquiera se barajó alternativa alguna al actor:
“Había conocido a Robert un año antes, y congeniamos muchísimo.
Cada vez que tengo tan buenas vibraciones con un actor al que admiro, mi subconsciente empieza a buscar, o a idear un proyecto en el que creo que podría encajar a la perfección.
Por eso, en cuanto The Judge empezó a asomar por mi cabeza, Robert siempre estuvo incluido en ella”, aseguró el realizador.
Y es que The Judge, es también una de las mejores películas de Robert Duvall, en donde esta extraordinario.
Si bien Robert Downey Jr., trabaja maravillosamente bien, hay que hacer una labor muy buena delante de Duvall, cosa que consigue con creces.
Uno, un abogado inteligente, arrogante, tan simpático y encantador, como cruel cuando toca serlo.
Un mal hijo.
El otro, un juez fuerte, orgulloso, comprometido con la justicia por encima de todo, más implacable con su propia familia, que con el delito.
Un mal padre.
Son 2 personas que se respetan y admiran en la distancia, pero que se odian, y se muestran incapaces de comunicarse en la cercanía.
Son 2 almas perdidas, que anhelan encontrarse y perdonarse, pero no saben cómo hacerlo.
La justicia, será su nexo de unión, y les mostrará el camino.
En palabras de la estrella y productor ejecutivo de The Judge, Robert Downey Jr.:
“Lo que me encanta de esta historia, es el increíble sentimiento de pertenencia a un lugar; haberte ido de casa, y tener que volver y enfrentarte a todo aquello que llevas evitando durante años, y además, tener que asumirlo todo de golpe; la percepción tan distinta que 2 personas pueden tener de los éxitos y los fracasos de la vida, incluso aunque se parezcan mucho entre sí, sean conscientes de ello, y quieran o no reconocerlo.
Además, la narración incluye un montón de giros, sorpresas, y mucho sentido del humor.
Para mí, The Judge es la versión del siglo XXI, de un rodaje clásico” aseguró.
Atención a la presencia de Vera Farmiga como Samantha “Sam” Powell, en un papel pequeño pero simplemente irresistible, o un Billy Bob Thornton como Dwight Dickham, que se come la película entera, desde la cuneta, en el par de minutos de los que dispone, atención por cierto, a su discurso sobre la justicia, en la oficina del sheriff, el mejor escrito de todo el film.
Pero el mayor atractivo de The Judge, es la excusa de un crimen, que recurre a todos los clichés de las historias de encuentro-desencuentro entre miembros de una familia, escarbando en los oscuros detalles de las desavenencias, pasando por el largo y duro reconocimiento de los errores, y así dar paso a la reconciliación.
Dicen, “los que saben”, que una buena película deja un sabor de tristeza y alegría cruzada al final de la función:
Tristeza por el fin, felicidad por lo vivido.
Y aunque presuma de tintes románticos, es lo que nos hace después de todo, ver y amar dichas filmaciones.
Con un poco más de tiempo, pasas de verlas a analizarlas, a ver los planos, la historia, y dejando de lado un poco, el disfrute.
El tinte emocional del guión, sumado a una serie de cursilerías relacionadas a la introspección y redención de los personajes, y el desarrollo de tópicos clásicos, dan cuenta del perfil buscado en The Judge:
El hombre de éxito de ciudad con pocos escrúpulos que redescubre el encanto rural.
El hijo con una relación problemática con su padre, que ha de sanar su relación por la muerte de la madre del primero, y la esposa del segundo; y el drama judicial, con un caso que da pie a giros de guión, relativamente sorpresivos, que hemos visto ya en tantas cintas, así que ya nos lo sabemos todo…
Todo eso, y algún detalle más, como que Hank está a punto de divorciarse de su esposa, y no se sabe quién va a mantener la custodia de su hija… se mezcla con la esperanza de que la fuerza de las escenas puntuales sea suficiente y, sintiéndolo mucho, no es el caso.
The Judge, como no podría ser de otra forma, plantea dilemas morales y éticos, sobre la justicia, el deber, la verdad, y la integridad, pero su discurso a penas araña la superficie, y se queda en un segundo plano, con tintes moralistas y populistas, volviéndose a centrar en la relación familiar entre padre e hijo; juez y abogado; acusado y defensor, en busca de la redención emocional academicista para comulgar con la emoción del espectador, que sólo brotará a través de la sinceridad interpretativa de los 2 Roberts.
The Judge presenta 2 temas:
La relación familiar y el proceso judicial; de este último ni te enteras, aparte de acudir al tribunal, y oír la sentencia, pues deja de lado la adrenalina y pasión de una posible investigación, el desespero de su preparación, la angustia del proceso, el ardor de la resolución, pero olvida desarrollar el seductor y esperado episodio del caso, su emocionante evolucionar, y expectante desenlace, de modo que se centra en “…esta familia es un puto cuadro de Picasso”
Creo que el metraje se pudo recortar un poco, sobre todo la parte de Vera Farmiga, pues al final, ella no resuelve mucho, pero entiendo que era necesaria para mostrar la conexión del abogado con su pasado en el pueblo, algo que el Editor pudo haberlo resumido mejor.
No obstante, no cae en ritmo por el humor que hay, y por ese suspenso por saber cómo va a acabar todo.
The Judge posee varias escenas potentes, pero sin lugar a dudas, será recordada por una escena en el cuarto de baño, donde los 2 actores tienen una escena muy reveladora, aunque no será la única, pues el duelo en pantalla, como la tremenda química de los protagonistas, dispondrá de varios asaltos a través de diálogos muy interesantes.
Atención aquí, a un homenaje a “The Godfather” (1972) hacia el final…
Por último, Thomas Newman fue contratado para componer la música, que aún no puede deshacerse de ese “leitmotiv” de “American Beauty” (1999), y la poderosa canción “The Scientist” en la voz del ENORME Willie Nelson, que hace que uno se trague todos los créditos, muy complacido de haber visto una buena película.
“The law is the only thing capable of making people equal”
Es muy difícil no verse reflejado en las tragedias familiares...
Siempre hay frases similares a otras que recuerdas haber dicho en un momento de rabia, esas de las que ya te estás arrepintiendo, antes de terminar de pronunciarlas, gestos idénticos de los que te avergüenzas, ausencias que te duelen, y que no puedes compensar.
Hay que elegir el momento adecuado para ver The Judge, porque es tan buena que no disfrutas viéndola.
A mí, la relación paterno filial del juez Palmer y su hijo me afectó, me involucre en la historia, y sufrí con sus miserias...
Lamentablemente, no pude reconciliar…

“Regarding Your Father”



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