Conan The Barbarian

“Thief.
Warrior.
Gladiator.
King”

Conan The Barbarian, también llamado “Conan The Cimmerian” o “Conan Of Cimmeria”, es un personaje de ficción, creado en 1932, por el escritor Robert Ervin Howard, para una serie de relatos destinados a la revista de relatos pulp, Weird Tales, la cual es una revista estadounidense de ciencia ficción, fantasía, y terror.
En estas revistas pulp, de precio asequible, Howard creó una pléyade de héroes de la narrativa de ficción, casi siempre bárbaros, que llegaban a ser reyes como:
Kull de Atlantiso, Conan El Cimmerio; Solomon Kane, un puritano inglés armado con un talismán vudú; aventureros pictos y celtas en la Britania romana; el boxeador Steve Costigan; novelas del oeste estadounidense, y un sinfín de géneros, incluido el erótico, que lo avergonzaba…
A Robert E. Howard, se le considera como uno de los padres del subgénero conocido como “espada y brujería”, y es mundialmente conocido por ser el creador de afamados personajes populares como Conan El Bárbaro; y es junto con J.R.R. Tolkien, uno de los escritores más influyentes de la fantasía heroica moderna.
Su personaje más importante, fue Conan, que el público descubrió en el relato “El Fénix en La Espada”, publicado por primera vez, en diciembre de 1932.
Fue probablemente para este personaje, para quien Howard escribió sus mejores páginas.
Conan, es un personaje arquetípico, el más famoso representante en su género, y un clásico de la fantasía estadounidense del siglo XX.
Sus relatos, suelen ser clasificados dentro de la fantasía heroica, o “la espada y brujería”
Desde su creación, ha aparecido en libros, historietas, películas, programas de televisión, videojuegos, o juegos de rol, así como también en otros medios.
La historia de Conan, nos dice que vivió en la ficticia Era Hiboria, o Edad Hiboria, una época fantástica, comprendida entre los años del hundimiento de Atlantis, una isla que Howard ideó basándose en el mito de la Atlántida, y los de las migraciones de los arios.
Pobladas de demonios y brujos, las historias de Conan pueden clasificarse como parte de los géneros descritos anteriormente, han sido también catalogadas como “fantasía realista».
Los motivos de la invención de esta época, fueron quizás comerciales, pero Howard tuvo una gran afición por la historia, y los dramas históricos; sin embargo, también reconoció las dificultades, y el tiempo necesario para un trabajo de investigación, por lo que concibió una “época desaparecida”, escogiendo nombres parecidos a los de la historia real, pero evitando anacronismos históricos.
Así pues, Conan es hijo de un herrero de las tierras norteñas de Cimmeria, nacido en un campo de batalla.
Muy joven, tomó parte en el saqueo de Venarium, puesto fronterizo con Aquilonia, y poco después, se unió a una banda de Aesir.
En Vanaheim, conoció a un hechicero llamado Shaman, que le mostró una visión del futuro, en la que se coronaba Rey del más poderoso de los reinos hiborios.
Conan atravesó todas las naciones de La Era Hiboria durante varios años, interfirió en los planes del hechicero estigio, Thoth-Amón, que fue uno de sus enemigos más recurrentes, y mientras fue mercenario en el mar Interior de Vilayet, fue perseguido por los soldados del hechicero Kharam-Akkad, pero salvado por la mercenaria hirkania, Red Sonja.
Antes de asesinar al hechicero, este le mostró una visión en un espejo, en la que aparecía representado como un león.
En el puerto de Messantia, se vio forzado a huir de las autoridades, y se embarcó en la nave Argos, hacia Kush, y Los Reinos Negros.
Pero la nave fue atacada y hundida por El Tigress, barco pirata al mando de la shemita, Bêlit, llamada “La Reina de La Costa Negra”
Y ambos se enamoraron, y juntos se dedicaron a saquear las naves de los reinos hiborios, durante 2 años.
Los nativos de Las Islas Negras lo llamaron Amra, El León, con lo que entendió el sentido de la profecía de Kharam-Akkad.
Después del salvaje asesinato de Bêlit, fue tentado por el mago Zukala, para elegir entre preservar la vida de Red Sonja, o recuperar a Bêlit.
Y decidió no sacrificar a la hirkania.
Conan también fue pirata en Las Islas Barachanas, capitán de los bucaneros zingarios, mercenario en Estigia, y Los Reinos Negros, fue jefe del ejército aquilonio, y hecho prisionero por El Rey Numedides, al que asesinó posteriormente, proclamándose Rey de Aquilonia.
Allí tomó por esposa a Zenobia, a la cual tuvo que rescatar tras recorrer medio mundo, y con la cual tuvo 3 hijos:
Conn, Taurus, y Radegund.
Después tuvo varias aventuras con su hijo Conn, pero tras un tiempo, Zenobia murió, y ante el peligro de Las Sombras Rojas, abdicó su trono en favor del Príncipe Conn, aventurándose hacia occidente, en su barco El León Rojo, desapareciendo en el mar.
A lo largo de los relatos de Howard, que luego se recopilarían como novelas, Conan viaja desde su Cimmeria natal, por la mayor parte de su mundo, siendo, entre otras cosas, ladrón, asesino, mercenario, pirata, soldado, general y, finalmente, Rey de Aquilonia, el más poderoso de los reinos occidentales.
Conan es un bárbaro, pero no un salvaje, ya que se da cuenta de los cambios que se producen en la civilización, y que en muchas ocasiones, considera que ésta es decadente y muy corrupta, por ejemplo, cuando las leyes apoyan a los poderosos, en lugar de servir a la justicia, por lo que se rebela…
Tiene su propio código moral bárbaro, y la suficiente fuerza e inteligencia, para burlar a la ley cuando lo necesita.
La única diferencia entre él, y el resto de los asesinos de su mundo, es su particular sentido del honor.
Robert E. Howard, inspiró su personaje en la ruda mentalidad del ciudadano rural del oeste estadounidense, para el cual, la ley a veces no es siempre justa ni fácil de entender, sino una compleja trama de la que hábilmente sacan provecho los poderosos.
Del mismo modo que los héroes del lejano oeste, cumplen objetivos justicieros, aunque a veces sea al margen de la ley, y de la religión, Conan vive amoralmente entre pícaros y guerreros, luchando ocasionalmente por lo que él considera justo, sin esperar recompensa por ello.
Se rebela contra los hechiceros, al considerar la hechicería como un arte que no se basa en el mérito personal, sino en pactos y ayudas sobrenaturales, que permiten a alguien débil, dominar a los demás…
Se enfrenta con frecuencia a los dioses-demonios que pueblan su mundo, aunque no rehúsa pactar ocasionalmente con algún hechicero o sacerdote, que demuestre un comportamiento justo.
El dios de los cimmerios, Crom, otorga voluntad y fuerza al ser humano, pero no le concede ninguna otra merced en vida, ni en el más allá…
Sobre la barbarie, el escritor señaló, que es el estado natural de la humanidad.
La civilización, en cambio, es artificial, es un capricho de los tiempos.
Por lo que la barbarie ha de triunfar siempre al final.
Tal fue la popularidad de este personaje, que debido a la prematura muerte de Howard, diversos autores decidieron emprender la labor de finalizar relatos hasta entonces inéditos, o inconclusos, o bien, escribieron nuevas novelas ambientadas en el universo de ficción que Howard había creado para Conan, La Era Hiboria.
Hago un paréntesis, para acotar el fallecimiento singular del autor:
El 11 de junio de 1936, después de que su madre entrara en coma, debido a la tuberculosis, Howard se sentó en la parte delantera de su coche, y se disparó en la cabeza con un Colt del calibre 38.
Murió ese mismo día, a los 30 años de edad; y su madre falleció al día siguiente.
Compartieron funeral, el 14 de junio, y ambos fueron enterrados en el cementerio de Greenleaf en Brownwood.
Así pues, el nombre de Conan, y otros protagonistas de las obras de Robert E. Howard, fueron reclamados por Paradox Entertainment de Estocolmo, Suecia, a través de su subsidiaria en los Estados Unidos.
Sin embargo, nadie renovó los derechos de autor, y actualmente es una incógnita, el estado de todas sus obras.
La página web australiana, Proyecto Gutenberg, que posee una biblioteca de libros electrónicos gratuitos, a partir de libros que ya existen físicamente, tiene muchas historias del autor, incluyendo algunas de Conan.
Ellos indican que, en su opinión, las historias son libres de los derechos de autor, y pueden ser usadas por cualquiera, al menos bajo la ley de Australia, que lo permite tras 50 años de la muerte del autor.
“What is the riddle of steel?”
Conan The Barbarian es una película de fantasía, dirigida en 1982, por John Milius.
Protagonizada por Arnold Schwarzenegger, James Earl Jones, Sandahl Bergman, Max von Sydow, Ben Davidson, Sven-Ole Thorsen, Cassandra Gaviola, Gerry Lopez, Mako, Valérie Quennessen, William Smith, Nadiuska, Jorge Sanz, Franco Columbu, entre otros.
El guión es de John Milius y Oliver Stone; y es la primera adaptación al cine del personaje de “Conan” creado por el escritor, Robert Ervin Howard, que anteriormente ya había sido adaptado con gran éxito al mundo del comic.
El primer proyecto para una película sobre Conan, fue planeado por Edward Summer, que pensó realizar primero 6 historias como parte de una serie, pero que al final no se realizaron.
Creó además un guion junto a Roy Thomas, pero tampoco fue filmado.
Más tarde, entre la creación de Oliver Stone, las ideas de John Milius, y las nuevas historias creadas por los sucesores de Howard, como Lin Carter, y L. S. de Camp, fue posible la producción de 1982, Conan The Barbarian, protagonizada por Arnold Schwarzenegger.
El fisicoculturista, gracias al papel de Conan, lo catapultó en su carrera como actor.
Conan The Barbarian, fue rodada en su mayor parte en España, principalmente en Almería, exceptuando el principio, el cuál transcurre en unos bosques nevados, rodado en Segovia.
Quizás, la zona y paisaje más reconocible, se corresponde con los fotogramas tomados en La Ciudad Encantada de Cuenca.
En dichas escenas, se pueden admirar varias de las esculturas naturales de dicho paraje, por ejemplo, El Tormo Alto.
Así las cosas, Conan The Barbarian narra la historia de Conan (Arnold Schwarzenegger), un bárbaro cimmerio, que ve como su familia es asesinada por las hordas de Thulsa Doom (James Earl Jones), y que tras servir como esclavo y luchador, busca venganza.
En el camino, encontrará a Subotai, el ladrón (Gerry Lopez), y a Valeria (Sandahl Bergman), una rubia luchadora, con la que mantendrá una tórrida relación…
La génesis del personaje, es clara, y sirve para que nos identifiquemos con Conan, porque quien no es capaz de comprender a un chiquillo que ha visto a su pueblo arrasado y esclavizado de la forma más cruel y brutal posible, que ha visto como su padre era asesinado, y devorado por una jauría de perros, y que finalmente, ha visto cómo su madre ha sido decapitada delante de sus propios ojos...
Por eso comprendemos, y nos identificamos con los deseos de venganza de Conan, y todas sus acciones.
El epílogo, por su parte, muestra a un anciano Conan, sentado en un trono, coronado Rey.
Con esta imagen, y con la narración de Akiro, acaba la historia:
“...con el tiempo, él se convertirá en un Rey por su propia mano... pero esa es otra historia”
Conan The Barbarian lo tiene todo:
Acción, brujería, amor, venganza, sexo, disciplina, filosofía, la historia del perdedor hecho a sí mismo, y convertido en líder, es atractiva, y pilla de lleno al espectador.
“There comes a time, thief, when the jewels cease to sparkle, when the gold loses its luster, when the throne room becomes a prison, and all that is left is a father's love for his child”
Con un presupuesto de $20 millones, esta producción de Dino de Laurentiis, fue todo un taquillazo en su momento, con una taquilla final de más de $68 millones, más $22 millones por la venta de alquiler en los videoclubes.
La dirección artística de Conan The Barbarian es magnífica, todos los decorados están creados con la mayor minuciosidad.
Las aldeas, o La Torre de La Serpiente, lucen en todo su esplendor.
El holgado presupuesto, le otorgó una espectacular fuerza visual, gracias a la poderosa fotografía de Duke Callaghan.
Por otro lado, Conan The Barbarian es fruto de una estética que ya pasó a mejor vida, y sigue siendo agradable ver efectos de los de antes, con maquetas, perspectivas, y trampas, que daban más que discurrir al equipo de producción, y aportaban un poco más de magia al cine, cuyos efectos especiales seguían siendo emocionantes.
De fondo, tras la historia de la venganza, late la educación de Conan, un héroe un tanto nihilista, simbolizado a través de su búsqueda del “secreto del acero”, sabiduría ancestral propia de su tribu, y a la que él no tiene acceso, debido al asesinato de la misma.
Conan supone, una revisión bastante cruda de las películas de espadas, tan llenas de caballeros andantes, damiselas en apuros y demás, que por aquel entonces, reinaban en la pantalla.
Los elementos fantásticos, tan presentes en la letra impresa, son reducidos en el celuloide, a momentos puntuales:
La bruja, la serpiente gigante, los semidioses de la muerte en el desierto, el propio Thulsa Doom; para ofrecer un fresco con tintes pretendidamente realistas de La Era Hiboria.
De esta manera, el director logra que nos zambullamos con gusto en las sanguinolentas proezas del forzudo, rebozadas en un vivificante espíritu “nietzscheniano”, ya sintetizado en su prólogo:
“Aquello que no nos mata, nos hace más fuertes”
Puro entretenimiento nihilista, en una de las producciones más emblemáticas del cine de aventuras ochentero.
Y eso que John Milius no escatimó a la hora de mostrar gráficamente la violencia en pantalla:
La escena de la masacre en la aldea, con la decapitación de la madre de Conan como momento culminante, es una prueba palpable de ello.
Tampoco se regateó en mostrar una acalorada escena sexual, entre el protagonista y una hermosa mujer, que resultaba ser una bruja...
Todo esto le valió a Conan The Barbarian, la tan temida clasificación “R”, aunque la taquilla no pareció resentirse demasiado.
Quizás, el mayor mérito de la historia de John Milius, es sin duda su capacidad de adaptarla a Arnold Schwarzenegger, tanto a nivel narrativo, introduciendo “voces en off” capaces de suplir la carencia de diálogos, que por aquel entonces, el inglés de Arnold no era muy bueno, como a nivel visual, compensando las carencias interpretativas del protagonista.
Como dato decir que, aunque Conan y Valeria aparecen juntos frecuentemente, durante el metraje, él sólo le dice a ella 5 palabras en toda la obra, y todas son en los primeros 30 segundos después de que se encuentren:
“You’re not a guard” y “No”
Si bien, Arnold tenía la movilidad facial de un gato de escayola, encaja a la perfección en el papel de bárbaro, criado a golpe de látigo y espada, y mantiene un aspecto de gigante confuso, un poco parecido al Frankenstein clásico, que no termina de entender demasiado bien el mundo, pero con unos brazos como patas de elefante.
Cuenta la leyenda, que el físico de Arnold era por aquel entonces, tan impresionante, que tuvo que rebajar el volumen de su pecho y brazos, para la realización de Conan The Barbarian, pues tanto músculo, no le permitía manejar una espada con propiedad, la cual pesaba alrededor de 20 kilos, para que a Arnold se le marcaran los músculos al moverla.
En una reciente entrevista, Arnold dice pestes del rodaje, y critica las incomodidades del mismo, renegando en cierta manera del personaje, lo que da, si cabe, más valor al resultado conseguido.
A su lado está Sandahl Bergman, en el mejor papel de su carrera, que tampoco es decir mucho.
Eso sí, es agradable ver un personaje femenino, en una producción de este estilo, que pasa de ser la mera comparsa romántica del varón protagonista, y que tiene fuerza, y entidad propia, no siendo jamás el florero en peligro.
Al igual que ella, Jorge Sanz, que interpreta al joven Conan, la última vez que se le ha visto en un papel de su edad, también da lo máximo de sí en esta producción; pero lamentablemente, a partir de entonces, ambas carreras fueron en declive.
Decir que Conan The Barbarian se aleja bastante de la obra de Robert E. Howard, es un acierto, y sólo algunas de sus escenas están basadas en los relatos del escritor.
Por este motivo, Conan The Barbarian fue rechazada por algunos de los entusiastas del género, como Gary Gygax, creador de “Dungeons & Dragons”
Gygax escribió en la revista Dragon:
“...el desencanto que iba creciendo en mí, cuando llevábamos un cuarto del metraje, no fue mitigado por nada que pasara después.
Me niego incluso a ser partícipe de la más mínima sinopsis del argumento de Conan The Barbarian”
Además, otros sucesos nunca ocurrieron en las aventuras de Conan, tal y como fueron escritas por Howard, por ejemplo:
Thulsa Doom, es un personaje de los relatos sobre “Kull de Atlantis”, “el enigma del acero” no aparece en los relatos, Conan nunca fue esclavo, ni gladiador, ni usaba trampas para luchar, y por último, el aspecto físico del bárbaro, cuyo cabello era negro.
Valeria, nunca fue una ladrona, sino la hija de un pirata, enviada a vivir con unos parientes, y antes de casarse por interés con un mercader viejo y gordo, decide escaparse de casa.
Se corta el pelo, y entra de grumete en un barco, haciéndose pasar por un chico.
Es cuando Conan la encuentra, siendo ya pirata, y no ladrón, y después de haber conocido al que sí había sido su verdadero amor, Bêlit, La Reina de La Costa Negra, una mujer pirata de ascendencia real, y desposeída de su trono.; Valeria se une como pirata a la hermandad roja, a la que pertenecía Conan, y si es cierto que este le tiro los tejos una y mil veces, pero Valeria tardo muchos años antes de dejarse tocar por el cimmerio...
La famosa frase:
“Lo mejor de la vida, es machacar a tus enemigos, hacerlos pedazos, y oír el lamento de sus mujeres”; fue añadida por los guionistas, para que lo dijera Conan.
Y es una frase verdadera de la historia, que decía El Conquistador de Mongolia, Genghis Khan, cuando arrasaba los pueblos enemigos.
Como dato curioso, cuando Conan golpea al camello, lo hace de verdad, y dejo atontado al animal.
A pesar de las ideas, un tanto nazis del autor estadounidense, y la extraña intención de relacionar las aventuras del bárbaro, con el ideario de Nietzsche, Conan The Barbarian comienza con una cita del filósofo alemán.
El resultado final, es una especie de western fantástico, influenciado por el estilo de, por ejemplo, John Ford, con muy pocos diálogos, pero con una puesta en escena, realmente sorprendente.
Al margen de todo, este desprecio por el referente literario, John Milius realiza una cinta verdaderamente extraordinaria, que ya se ha convertido en uno de los mitos de cualquier videoteca.
Cabe señalar, que casi todas las versiones lanzadas en Reino Unido, tenían cortes de metraje, en su mayor parte, para eliminar caídas de caballos de las secuencias de batallas, especialmente de la climática batalla de los túmulos, un claro ejemplo de esto, es cuando Conan tras cortar las 4 patas a un caballo, este se estrella.
Esta escena, está omitida.
Además, las escenas de sexo con la bruja, no aparecían en las primeras versiones, aunque posteriormente fueron restauradas en la versión en DVD, no así la escena del caballo.
Pese a que en su momento, Conan The Barbarian fue una película con un presupuesto elevado, el reparto estaba formado por un inusual elevado número de actores sin experiencia, algunos de ellos, ni siquiera eran actores como tal.
Entre ellos destacan los casos de los culturistas:
Franco Columbu, William Smith, Sven Ole Thorsen, el ex-jugador de los Oakland Raiders Ben Davidson, la bailarina Sandahl Bergman, o el surfista Gerry López.
Por el contrario, aparecen grandes intérpretes como:
James Earl Jones o Max von Sydow.
Arnold Schwarzenegger, el protagonista que interpreta a Conan, había realizado algunos filmes en Estados Unidos, pero se encontraba ante su primera gran producción en solitario, por la que cobró $250,000.
Como lecturas; es curioso que Thulsa Doom al final, prácticamente se deje matar por Conan, cosa inverosímil en un brujo, que no intente defenderse con la magia.
Pudiera ser que intentara utilizar una especie de voz, o mirada hipnótica, pero solo es una suposición, ya que en ningún momento se menciona nada al respecto.
La filosofía que discurre en Conan The Barbarian, como se ha dicho, se atiene a parámetros poco usuales en el cine comercial de acción, girando siempre el semblante hacia el legado de Friedrich Nietzsche, y “la voluntad de poder” de Schopenhauer.
Podría resultar pedante, el analizar Conan The Barbarian de esta manera, propia del “pseudo intelectualismo”, de muchas producciones más recientes, pero es que la cinta de Milius, es de las poquísimas que posee un discurso sólido, que no chirría en ningún momento con la espectacularidad de la propuesta, y la grandísima ambientación.
Mucho se ha dicho de la comparación de Conan con el “superhombre” de Nietzsche, pero es que hay algo de verdad en todo eso.
Conan es Conan.
Él es “su medida” de todas las cosas, no es bueno o malo, ni sus actos de engloban en tales campos; él hace lo que tiene que hacer, con los medios de que dispone; está por encima de todos los demás, no solo físicamente, sino mentalmente.
Nadie influye sobre él; si acaso su amor Valeria.
Pero es que Conan es humano, por lo menos en teoría.
Podría decirse que quizás, el final es el éxito de la mentalidad de Conan:
“El no tener mentalidad, o mejor dicho, moral”
Puestos a revelar lo que yo creo que es “El Secreto del Acero”, diré que a mi entender, este radica en la posibilidad de que cualquiera llegue a donde quiera, solo a través de una moral inquebrantable, o amoralidad, que no le haga vacilar en ningún momento.
Y claro está, el poder que a esta persona le otorga una espada.
O lo que es lo mismo, un medio para doblegar a cualquiera, que no esté con nosotros.
El enigma del acero, no es más que el brutal “ménage à trois” que mantienen Nietzsche-Froid, y el darwinismo social en el relato clásico de cuento de hadas:
El poder de la voluntad.
Por último, los coros y la música sinfónica, compuestos por Basil Poledouris, junto a La Orquesta y Coro de Santa Cecilia & La Sinfónica de Radio de Roma, han hecho que la banda sonora de Conan The Barbarian, se convirtiera en un clásico entre los coleccionistas de bandas sonoras originales.
Al principio, Dino De Laurentiis, pensó en una banda sonora que tendiese más a la música pop.
Pero finalmente, fue convencido por Milius, para enfocarla desde un punto de vista más clásico, y orquestal, al estilo wagneriano.
Para ello, se encomendó la tarea al greco-estadounidense, Basil Poledouris, que pasaría a la historia por su trabajo en Conan The Barbarian.
El compositor, evoca la ópera en todo momento, logrando el contraste musical dulce, melódico, y nostálgico de las piezas, con la personalidad salvaje de Conan.
Muy aplaudidos fueron sus poderosos coros, y la utilización del viento metal, además de varios “leitmotiv” como el tema “Riders of Doom”
“They said you'd come...
From the North, a man of great strength...
A conqueror.
A man who would someday be king by his own hands.
One who would crush the snakes of the earth”
Resulta que en la mitología irlandesa, Míl Espáine, del Latín Miles Hispaniae, o Soldado de Hispania, es el ancestro de los habitantes de Irlanda, “Los Hijos de Míl”, que representan a los celtas goidélicos.
El nombre de este ancestro mitológico de los irlandeses, era Golam.
Y sirvió como soldado en Escitia y Egipto, antes de recordar una profecía que decía, que sus descendientes gobernarían Irlanda.
Cuando viajó al oeste llegando hasta la Península Ibérica, donde luchó varias batallas antes de morir, sin ver Irlanda él mismo.
Su mujer, Scota, y su tío, Ith, que vieron Irlanda desde una torre construida por el padre de Ith, Breogán, y que ha sido identificada como La Torre de Hércules en Galicia, navegaron hasta ella, donde Ith fue asesinado por los Tuatha Dé Danann.
Después de que su cuerpo fuese devuelto a Brigantia, actual La Coruña, los 8 hijos de Míl, y los 9 hermanos de Ith, invadieron Irlanda, y derrotaron a los Tuatha Dé Danann.
Aquí entra el personaje de Conn, “Conan El Bárbaro de Las Cien Batallas”, en la Irlanda pagana de los albores del cristianismo, que erigió un gran muro que iba de la costa oeste, Galway; a la costa este, Dublin; dividiendo a esa isla, en 2 partes casi iguales.
Después de un cruento combate, Conn llegó a ser Rey de la mitad norte de Irlanda y, posteriormente, al derrotar a las huestes del Rey de la parte sur, llegó a proclamarse “Ard Ri”; es decir, Rey Supremo de Irlanda.
Conn, nacido en 165 d.C., fue conocido como “Conan El Bárbaro de Las Cien Batallas”, en gaélico “Conn Cet Cathash” que habría sido de la estirpe de Breogán, el último de una de las líneas más prolongadas de los legendarios Altos Reyes de Irlanda.
Breogán, primero de Los Míl Espáine, conquistó Irlanda, y sus descendientes, “Los Hijos de Míl”, representarían a los celtas goidélicos.
Aunque Breogán y su descendencia, es para algunos, parte de la mitología de Irlanda y de Galicia, en un mapa genético de habitantes de Irlanda e Inglaterra, se demostró la vinculación genética de la población actual, con antepasados provenientes de La Galicia celta.
Así las cosas, Conn fue el último de “Los Mil Espáine”, de los cuales, el primero fue Breogan.

“We are just men, not gods, not giants, just men.
And the secret of steel has always carried with it a mystery.
You must learn its riddle, Conan, you must learn its discipline, for no one, no one in this world can you trust, not men, not women, not beasts...
This you can trust”



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