Cover Boy: L'Ultima Rivoluzione

“Amore e rabbia de una generazione precaria”

Se llama “Revolución Rumana”, a una serie de conflictos y enfrentamientos en los últimos días de diciembre de 1989.
La conclusión de este episodio de la historia de Rumania, supuso el final del régimen estalinista de Nicolae Ceaușescu; y fue la más sangrienta de todas las revoluciones, y la primera en ser televisada, que tumbaron las dictaduras comunistas en Europa del Este en 1989.
A mediados de diciembre de ese año, Polonia ya tenía un gobierno no comunista, El Partido Socialista húngaro, se había disuelto; en la vecina Bulgaria, ya se habían celebrado elecciones democráticas; y El Muro de Berlín se había quebrado.
En la Rumania gobernada por el “conducator” Nicolae Ceaușescu, los nuevos aires de libertad empezaron a respirarse en Timișoara, una antigua ciudad austro-húngara en el noroeste del país.
Allí, unos cuantos cientos de feligreses de la minoría húngara, desafiaban en los fríos días de diciembre al Régimen, montando guardias y cadenas humanas para impedir el traslado del pastor evangélico Lazlo Tokes, un feroz crítico del Régimen.
La resistencia ciudadana subió de tono, y el 16 de diciembre, varias decenas de manifestantes, trataron de asaltar la sede local del Partido Comunista.
Las fuerzas de seguridad y la temida “Securitate”, La Policía Política, reprimieron duramente la protesta.
A la mañana siguiente, las vitrinas hechas pedazos en las tiendas de racionamiento que habían sido asaltadas por la población y las pintadas contra Ceaușescu, anunciaban ya una revuelta que empezaría a teñirse de rojo rápidamente.
El día 17, los manifestantes lograron entrar en las oficinas del Partido Comunista, donde destrozaron símbolos del régimen, y lanzaron documentos desde el balcón.
El dictador, ordenó al Ejército intervenir…
La primera víctima fue Rozalia Popescu, una jubilada de 55 años, que murió aplastada por un tanque, cerca del puente Decebal.
A esta muerte, siguieron otras en los días siguientes, hasta sumar 120 en la ciudad, y 1.166 en todo el país.
Los sucesos de Timișoara, silenciados entonces por los medios de comunicación oficiales, se fueron conociendo en el resto del país, gracias al boca a boca, y a emisoras extranjeras.
La mayoría de las muertes de la revolución, ocurrieron en ciudades como:
Timișoara, Bucarest, Sibiu y Arad, donde las protestas alcanzaron magnitudes mayores.
Timișoara, es una ciudad ubicada en la región occidental de Rumania, una ciudad multicultural, con influyentes minorías, principalmente alemanes, magiares y serbios, así como italianos, palestinos y griegos.
“Wear The Revolution”
Cover Boy: L'Ultima Rivoluzione es un drama italiano, del año 2006, dirigido por Carmine Amoroso.
Protagonizado por Eduard Gabia, Luca Lionello, Chiara Caselli, Francesco Dominedo, Gabriel Spahiou, Luciana Littizzetto, entre otros.
El guión es de Carmine Amoroso y Filippo Ascione, cuya paradoja recorre esta historia, donde a veces, se es extranjero en la propia patria; y nos muestra un encuentro entre un veterano de la caída de La Ideología Comunista, y la víctima de La Crisis Económica en El Occidente Capitalista.
“Cover Boy: L'Ultima Rivoluzione, es en parte autobiográfica.
En Italia noté una tendencia opuesta, que me acercó a la civilización y la cultura de un país que sale de 2 dictaduras, la nazi y la comunista; de jóvenes como el protagonista, he conocido a muchos”, dice Amoroso, que comenzó a pensar en la película desde hace 5 años.
“Tenía un préstamo del gobierno de 3 millones de euros, que La Ley Urbani redujo en un 75%; por lo que filmé la película con técnicas digitales, casi inexploradas, en formato HDV, una nueva tecnología ligera, que nos permitió rodar, incluso en La Plaza de San Pedro, y en los lugares donde tuvimos que mantener la cámara oculta”, dice el director; comunicando mediante imágenes cálidas y plenas, el significado del sufrimiento y la alegría de las atribuladas vidas de 2 jóvenes, símbolo de nuestro tiempo.
Producida a bajo costo, con un presupuesto de sólo 300.000 euros; trata de un europeo oriental, que llega al oeste, y encuentra que las calles no están pavimentadas en oro; y no se dejen engañar por el título y la portada publicitaria de “Cover Boy”, con un agregado de “L'Ultima Rivoluzione”; un título francamente incomprensible y poco atractiva; que se ocupa de temas profundamente sentidos, por cuyo título correcto sería “Ioan y Michele”, los representantes de una sociedad que no se muestra en ningún catalogo turístico.
La acción se desarrolla en Roma, entre la estación de Termini y Pigneto, incluyendo su complejo subterráneo; y sigue la amistad de Ioan (Eduard Gabia) un joven rumano, y Michele (Luca Lionello) un hombre italiano, y el encuentro entre 2 mundos diferentes:
El esfuerzo de un joven, hijo de la revolución post-comunista, que abandona su patria en busca de un futuro mejor; y los esfuerzos de un hombre que vive la crisis del empleo de Occidente.
El encuentro de Ioan con Laura (Chiara Caselli), una fotógrafa de moda famosa, y su equivocada opinión sobre el amor en sentido utilitarista, reforzarán finalmente su amistad con Michele, y le guiarán al destino final de su viaje.
Todo empieza porque Michele se apiada del guapo Ioan, y le ofrece sitio en su casa.
Entonces empiezan los minutos más bellos del último cine italiano:
La amistad/idilio de Michele y Ioan, que escapan en moto a la playa, y se bañan desnudos, al amanecer.
Ambos comienzan a planear un futuro como socios, y pretenden montar un restaurante italiano en el delta del Danubio.
Pero Michele empieza a sentir algo más por Ioan, tanto que no duerme por las noches, para contemplarle su cuerpo semidesnudo.
Entonces, aparece el perdido amigo rumano de Ioan, que lo había enrumbado de Rumania a Italia, prometiéndole prosperidad, pero que en el camino había sido detenido; y que ahora le propone introducir a Ioan en el mundo del “marketing”, una estrategia maquillada para venderse como prostituto; hasta que la aparición de una fotógrafa, que se enamora de la cara limpia de Ioan, lo arrastra a las pasarelas de Milán, cambiándole la vida.
Así, Roma envuelve a los 2 hombres, los abraza, les ahoga, pero Ioan tiene sangre fresca en las venas, y “la estrella de la suerte” al ser joven y hermoso, y para él, habrá más oportunidad de futuro.
Michele, que ronda los 40s, ve una estrella negra, precaria, ni siquiera tiene un presente estable, y para él, no sólo existe la ruina y la más trágica derrota.
Es una pequeña historia, sincera y sobre todo muy probable, sobre inmigrantes que saben cómo luchar, que saben que la vida es una batalla feroz; y sobre hombres romanos, ya viejos, entrados en la etapa de la dimisión; que un día se encuentran ante la demanda de trabajo y prosperidad, pero nadie los protege, y solo entre ellos se pueden dar una mano.
“¿Ce astepti de pe acest site rahat?”
(¿Qué esperas en este sitio de mierda?)
Cover Boy: L'Ultima Rivoluzione, fija su interés en la relación de amistad que establecen Michele, italiano de nacimiento, e Ioan, de origen rumano.
Además, la trama se centra en mostrar al espectador, el cruce que se produce entre 2 realidades totalmente opuestas:
Por un lado, las preocupaciones que siente un joven rumano, que ha tenido que vivir en sus propias carnes, el revuelo generado después de La Revolución de su país, obligado por tanto a abandonar su tierra natal, con la intención de lograr un porvenir más próspero.
Y por otro lado, la resignación que padece un hombre, debido a que no es capaz de encontrar un trabajo que le permita ganar un sueldo fijo, y poder así emanciparse.
Carmine Amoroso, sorprende por su visión de las realidades, pues nadie cuenta que son miles los inmigrantes que han acudido a Europa Occidental en busca de oportunidades; que desafortunadamente, la mayoría de ellos no están preparados por sus antecedentes comunistas, para hacer cualquier cosa que pudieran calificar en el mundo desarrollado; y la mayoría de ellos, como el amigo de Ioan, recurre a la prostitución gay, vendiéndose por un precio.
Ioan, por otro lado, es diferente.
No ve las intenciones de Michele…
Al mismo tiempo, Michele tiene miedo de hacer un movimiento equivocado, que pueda poner fin a su extraña relación con Ioan.
Y es que no sólo en Estados Unidos, se está dejando ver esa vuelta a un cine político, fenómeno que en los años 60 se llamaba “ficción izquierdista”, y hoy se denomina “películas demócratas”
En otros países, también hay una cantera de veteranos y nuevos realizadores, que han optado comercialmente por géneros que tiendan la mano al compromiso social o político.
Allí tenemos, en Italia, a Carmine Amoroso, que vivió en Rumanía 2 años tras su debut con “Come mi vuoi” (1997), protagonizada por la pareja Monica Bellucci y Vincent Cassel; y que posteriormente quiso trasladar a la gran pantalla, La Revolución de Timișoara, que puso fin al Régimen de Ceaușescu.
El bajo presupuesto para la producción de Cover Boy: L'Ultima Rivoluzione, le ha obligado a centrarse en los aspectos más íntimos, que en cualquier caso, se encontraban en el proyecto inicial.
El marco de fondo, lo tenemos en La Caída del Comunismo en Europa Oriental, en la última parte del siglo XX, que creó una clase de gente empobrecida, cuyo único deseo era dejar sus tierras nativas, en busca de un futuro en las naciones más desarrolladas.
Y esta historia comienza cómo el último dictador de Rumania, Nicolae Ceaușescu, está siendo depuesto.
Se nos presenta a Ioan, de niño, de unos 10 años, cuyo padre Florin (Gabriel Spahiou) siempre le ha hablado de la belleza del Danubio.
Durante el levantamiento, Florin saca a Ioan una noche; y se encuentran con una persona tendida en medio de la carretera; y Florin, tratando de ser de ayuda, es asesinado por un disparo.
Años más tarde, el futuro de Ioan es incierto, en el mejor de los casos…
Cuando un amigo le habla de las posibilidades en Italia, se muestra aprensivo, pero su amigo le convence que será mejor que quedarse en Bucarest, sin trabajo.
Viajando con un pasaporte falso, el amigo es llevado por las autoridades, pero Ioan no tiene problemas para continuar hacia Roma.
Pero Ioan no consideró los problemas que enfrentaría... pues su amigo le había pintado “un cuadro rosado”, por lo que Ioan se sorprende con una realidad en la que no contaba:
No puede conseguir un trabajo, y debe recurrir a vivir una existencia en las calles, que él no planeó.
Al cabo de unos días, con la complicidad de otro inmigrante desconocido, se las arregla para colarse en los cuartos de baño que utilizan los servidores de la estación de Termini.
Allí, Michele, un conserje, lo sorprende usando las instalaciones que acaba de limpiar, y le dice que no vuelva.
 Ioan, que está desesperado, recibe una oferta de Michele para compartir su apartamento, pagando un precio que probablemente no puede pagar; y le ofrece una cama en su casa, por unos pocos euros al día.
Michele, se aloja en un pequeño apartamento, propiedad de una actriz sin éxito.
El italiano, también no está bien en lo económico, y la lucha para pagar el alquiler, es un reto diario; pues su familia no podía apoyarlo en los estudios, así que vivió durante 20 años de manera muy precaria, rebotando de un trabajo a otro.
Pero Michele comienza a darse cuenta, de que Ioan es una buena persona... y pronto se convierten en amigos, empiezan a comer juntos, y a compartir momentos felices.
Mientras tanto, Ioan encuentra trabajo clandestinamente como mecánico en un taller de depósito de chatarra y, por un corto tiempo, consigue un poco de dinero que los hace disfrutar de una momentánea estabilidad económica, y sueñan con ahorrar algo de dinero, para invertir en Rumania, abandonar su situación de trabajo precario y difícil; y abrir un restaurante en el delta del Danubio.
El italiano, que se dice experto en cocinar, está fascinado por el proyecto, y por el encanto del rumano, que a menudo le gusta observarlo por su belleza, y poco a poco, siente amor por él.
De hecho, Michele es un homosexual; y después de algún tiempo, debido a una reducción de personal llevada a cabo por la empresa de limpieza para la que trabaja, pierde el contrato en la estación de tren de Termini, y es despedido.
Angustiado y frustrado por el nuevo estado de paro, los intentos de este hombre de 40 años, para volver a trabajar inmediatamente, no le permiten la reutilización inmediata.
El miedo de decepcionar a Ioan, de los sueños juntos en el restaurante, le evitan revelarle la nueva situación laboral, y calla.
Eventualmente, el trabajo de Ioan se ve amenazado, porque la policía de inmigración llega a comprobar el estado de los trabajadores en el talle, por lo que Ioan es despedido…
Vagando en la ciudad, se encuentra con su amigo rumano, y se horroriza por el hecho de que él no es más que un prostituto, que renta su cuerpo para sobrevivir.
Angustiado por ese panorama, una fotógrafa, Laura, ve a Ioan vagando por las calles, y queda intrigada por el joven.
Ella cree que es un “modelo natural”, y lo patrocina para trabajar con diseñadores de moda, llevándolo a Milán; mientras tanto, Michele, que ha perdido otro trabajo, está desanimado porque piensa que ha perdido a Ioan para siempre, y cae en la depresión…
En Milán, Ioan empieza a vivir con Laura, y se embarca en una relación sexual de oportunidad.
El rumano, inteligentemente adaptado a la actividad de modelo, logra ahorrar algo de dinero, y comprar un coche; pero la relación entre Ioan y Laura se detiene bruscamente, cuando el rumano molesto por una foto de él, como una especie de refugiado desnudo de la guerra que ha vivido, es utilizado, derivado de un montaje fotográfico con una foto original de la revolución rumana de 1989; tomada por la misma fotógrafa, Laura, cuando ella era un fotoperiodista de guerra, siendo explotada simplemente con fines de publicidad para una marca de ropa.
Ioan, disgustado por el mundo al que no pertenece, lo deja todo para volver a Roma, y a su vida con Michele, siendo un poco demasiado tarde para eso…
Michele, desafortunadamente, e impulsado por la soledad y la depresión, y por el último fracaso en el ámbito laboral, se quitan la vida en el mismo apartamento donde los 2 habían vivido juntos, sin saber que Ioan le había dejado varios mensajes, diciéndole de su regreso, y que tal vez podría salvar su vida...
Así, de manera surrealista, juntos deben comenzar un viaje por carretera hacia Rumania, para ejecutar el proyecto de abrir un restaurante en el delta del Danubio, donde Michael iba a cocinar especialidades italianas; pero la realidad de pronto muestra que Ioan decide ir solo, para coronar el sueño que tuvo con su amigo:
El restaurante “Da Ioan e Michele”
Así, el tema central de Cover Boy: L'Ultima Rivoluzione, es la relación entre el inmigrante rumano Ioan, interpretado por el bailarín Eduard Gabia; y el italiano Michele, Luca Lionello, cuya precariedad laboral le coloca a los márgenes de la sociedad, del mismo modo que al extranjero; por lo que comparten un departamento en Roma, así como el agobio de la feroz lucha diaria por la subsistencia material y moral.
Son 2 desclasados de 2 sistemas, el capitalismo occidental y el post comunismo; 2 existencias marginales, y con contratos precarios, no solo en el trabajo sino también en los sueños y en los afectos.
Tras comenzar con un dramático prólogo ambientado en la Rumania de 1989, la acción se desarrolla en las zonas periféricas de Roma, en los mismos barrios donde se rodó “Roma, Città Aperta” (1945), y es que, como recuerda el director:
“Cover Boy: L'Ultima Rivoluzione, debe mucho al neorrealismo, y al cine de Pier Paolo Pasolini”
Luego, se mueve hasta Milán, donde Ioan se convierte en el modelo protagonista de una campaña publicitaria, astutamente organizada por la fotógrafa.
La actriz, se declara “orgullosa de haber participado en una obra poética, que ha tenido muchos problemas para llegar a los cines.
Pero el cine italiano, ha tenido que luchar mucho, desde siempre”, agregó.
La historia, enseña la forma en la que 2 personas, sin a priori ningún rasgo en común, pueden apartar sus diferencias, y echarse una mano mutuamente, dejando de lado los aspectos y los lazos ideológicos que les han mantenido unidos, con fidelidad a sus respectivas naciones, a lo largo de muchos años.
Así se muestra las andanzas de ambos, en las afueras de una ciudad donde tienen la esperanza de alcanzar el éxito que no han podido obtener con anterioridad, sacando en clave, que un verdadero amigo, siempre va a estar a tu lado para apoyarte y animarte en todo lo que sea imprescindible.
Ioan, cambiará su perspectiva acerca de lo que realmente significa sentirse enamorado por otra persona, cuando conoce a una célebre artista que se dedica al mundo de la fotografía.
Este hecho, le permitirá estrechar aún más, si cabe, su vínculo con Michele, conduciéndole de lleno a la auténtica meta que estaba persiguiendo al inicio de su recorrido.
Con una fotografía impecable y evocadora, que se recorre la fotogenia y anatomía del protagonista, Eduard Gabia, que se despelota en 4 momentos; Cover Boy: L'Ultima Rivoluzione no deja de ser un retrato esperanzador sobre la solidaridad y los límites morales de la sociedad occidental.
Tampoco, evita polemizar el director, primero con El Ministerio de Cultura, que “al principio nos concedió 3 millones de euros, pero luego redujo esta cifra en 2/3 partes, obligándonos a replantearnos toda la película”; y luego, con la industria italiana de cine, “el reino de los privilegios y el amiguismo”
Sin embargo, Cover Boy: L'Ultima Rivoluzione, ha llegado a buen puerto, sobre todo gracias a la valentía de la casa productora, Filand, Paco Cinematografica.
De la producción:
“Nuestro trabajo con el director de fotografía, Paolo Ferrari, nos ha convertido en pioneros en el uso de HDV.
Gracias al sistema digital, hemos podido reducir los gastos.
Es algo que recomiendo a los directores que están empezando, es de verdad un modo de democratizar el cine”, dijo el director, que utiliza esta nueva tecnología para mostrar cómo se encuentran por un instante, a través de sus vidas, desde la travesía de un joven sobreviviente de la post-revolución comunista, que abandona su país en busca de un mejor futuro; hasta la mirada de un mundo occidental, que no puede ofrecer un empleo lo suficientemente sustentable para poder vivir en condiciones gratas.
En el fondo, es una historia novelista de experiencias compartidas, que ilustra la lucha diaria por la supervivencia común, mostrando a un rumano inmigrante derrumbado por el comunismo, que abandona su propio país; y su contraparte, un italiano con un trabajo marginal, sumergido por el capitalismo, que a pesar de vivir en realidades distintas, tienen algo en común, la desigualdad social en Europa.
Del reparto, Eduard Gabia, que es bailarín, hace un sorprendente papel como Ioan; mientras Luca Lionello, como Michele, hace un trabajo sutil, en no hacer su carácter demasiado obvio.
“Es el espejo de la relación con el trabajo de los inmigrantes y trabajadores temporales, una parte importante de la sociedad de hoy”, dijo el actor.
Chiara Caselli, tiene una pequeña parte como Laura, la fotógrafa que intenta cambiar la vida de Ioan, pero finalmente logra alienarlo, repeliéndolo; algo que Michele no pretende hacer.
Caselli, que en realidad es fotógrafa, dijo de su personaje que, “después de fotografiar las guerras y disturbios, los pobres generalmente están destinados a morir, por lo que deciden cambiar su vida, y eligen el glamour de la moda”
Y finalmente, la casera, es una mujer amargada y malvado, interpretada por Luciana Littizzetto, amiga del director, que cuando leyó el guión, quiso formar parte voluntariamente.
La película tiene sus aristas, lo fácil que fue para Ioan vivir en la calle, en una ciudad que no conoce, lo peligroso que resulta para Michele, “adoptar” a un vagabundo, pero muy guapo, en su casa.
¿Sería igual, si Ioan no tuviera esa cara de ángel?
Por lo que considero que la trama decae en la última media hora, mostrando el mundo de la moda, todo ello resulta tan estereotipado como vacío, y la relación con la fotógrafa, es absolutamente un punto muerto, aunque probablemente es lo que buscaba el director, para contrastarlo con su relación con Michele.
El final, se debate entre la felicidad y la infinita tristeza…
No me gustó para nada el final, considero que ambos, Ioan y Michele debieron quedar juntos, aunque sea como socios del restaurante, y dejando de lado la condena al homosexual.
“Esti curat?”
(¿Estás limpio?)
En el futuro, Italia, sin duda, seguirá siendo un gran país de inmigración, pero todo deja entrever, que también Rumania experimentará una profunda transformación en este sentido.
Los rumanos en Italia, se convirtieron en una presencia y mayoría notable, después de 1999, debido a una gran ola de emigración conocido en rumano como “Fenomenul către UE”
El 80% de los emigrantes rumanos, se dirigió a España o Italia, cuyas lenguas nacionales están relacionadas al idioma rumano; y fueron seguidos por una ola aún más grande a partir de 2002, cuando los ciudadanos rumanos obtuvieron el derecho a abandonar su país, e ir a cualquier país de la zona, sin necesidad de una visa.
Hacia el 1 de enero de 2013, había más de 1 millón de ciudadanos rumanos viendo en Italia, lo que representa 1/5 parte de todos los ciudadanos extranjeros en ese país, y aproximadamente el 1,75% de la población total de Italia.
Y es que a partir del 2007, Italia comenzó a expulsar a los rumanos con antecedentes penales, luego de una ola de crímenes violentos, de los cuales fueron hechos responsables a inmigrantes romaníes.
La Rumania de hoy, está librando una dura batalla contra los residuos de decenios de terror y mentira, de demagogia y pobreza, que han marcado la existencia de algunas generaciones.
Las consecuencias no pueden ser desenraizadas de golpe.
El postcomunismo, dio inicio no sólo con una gran liberación de energías productivas, sino también con una cínica transferencia de funciones, privilegios y bienes, a otras franjas de la misma nomenclatura, con un nuevo darwinismo de la supervivencia y del arribismo, que se han inventado sus propios juegos bizantinos de máscaras.
Por más que hoy resulten visibles cierto progreso económico, y una gradual recuperación de la conciencia colectiva en el proceso de democratización, la vida política, a menudo burlesca del actual nuevo miembro de La Unión Europea, se resiente todavía de las tradicionales malas costumbres de la falsedad y de la superficialidad, del escepticismo y del fatalismo, de la inercia, de la corrupción, que actúa a menudo como motor social del momento.
Existen en la Rumania de hoy, numerosas franjas de población desfavorecidas y olvidadas, relegadas a los márgenes más sórdidos de la sociedad.
Podríamos, con todo, demorarnos unos instantes en las palabras de uno de los interlocutores del héroe dostoievskiano, quien, refiriéndose a la “Sodoma que rechaza” por la que vaga, no cree que la pobreza sea un vicio, pero sí que lo es la miseria.
En la pobreza, conservamos aún, según afirma, “la nobleza de los sentimientos innatos”
En la miseria, en cambio, las caídas son inevitables y catastróficas.

“Tutti noi cerchiamo nostro posto del mondo”
(Todos buscamos nuestro lugar en el mundo)



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