Space 1999: Destination Moonbase-Alpha

“Far out into the galaxy of the universe is the Moon, Earth's great natural satellite, revolving round man's planet in an orbit as fixed and rigid as that of the Sun.
It has now been transformed into a stepping stone, an advanced, complex, instrument, self supporting in all aspects, enabling man to continue the eternal search for other forms of life in outer space.
The year is 2100”

Después de la cancelación de “Star Trek: The Original Series” (1966 - 1969), los fans de la “space opera”, ese subgénero de la ciencia ficción definible toscamente como “aventuras en el espacio”, tuvieron que esperar varios años, hasta septiembre de 1975, concretamente, para poder ver una serie que volviera a aquellos tópicos.
Esta serie fue Space: 1999, un programa originalmente planteado como un “spin-off” de la más terrenal serie UFO, creación de Gerry Anderson, un productor, director y escritor británico, famoso por sus programas de televisión futuristas, particularmente aquellos que involucran marionetas especialmente modificadas, un proceso llamado “Supermarionation”
Gerry y su esposa Sylvia, han sido productores de algunas de las series de marionetas más famosas de la televisión, como:
Thunderbirds, Captain Scarlet and The Mysterons, y Fireball XL5.
Y en 1970, el matrimonio Anderson decidió abandonar las marionetas, y crear series con actores reales, manteniéndose siempre en su línea futurista.
Así llegaría UFO (1970) y Space 1999, la última producción Anderson.
Con Space: 1999, Anderson quería llegar al podio de Star Trek y Doctor Who:
Una serie de ciencia ficción de prestigio, adorada por multitudes, y respetada en todas partes del mundo.
Antes de entrar en materia, conviene insistir en que Los Anderson no concibieron Space: 1999 como una “space opera” al uso, sino como una producción que aspiraba a significar un punto de inflexión en el devenir de la ciencia ficción catódica.
En este sentido, casi podría afirmarse, que sus creadores trataron de realizar un Star Trek a la inglesa, pues la serie que tenían en mente, era muy distinta de todo lo hecho hasta entonces en la vertiente televisiva del género, no sólo en los aspectos puramente estéticos, sino también en los argumentales.
De hecho, al igual que el Star Trek primigenio, Space: 1999 fue ideada para una audiencia preferentemente adulta, como demuestran los argumentos de la mayoría de episodios de la primera temporada, gran parte de ellos, centrados en historias complejas, y cargadas de simbolismo.
Ese enfoque genuinamente adulto de Space: 1999, se concretó en un estilo narrativo pausado, así como en unos relatos marcados por un sutil pero reconocible trascendentalismo, potenciado todo ello, por una efectista puesta en escena, en un marco muy especial.
Space: 1999, fue una serie televisiva Ítalo-británica de ciencia ficción, producida por ITC Entertainment y RAI, y emitida de 1975 a 1977; siendo la serie más cara producida para la televisión británica hasta ese momento.
La serie, fue transmitida en unos 96 países, entre los años 1975 y 1979.
Según cuenta la leyenda, Gerry Anderson consultó con Abe Mandell, representante de la productora ITC en los EEUU, quien tenía un gran conocimiento del mercado de aquél país, sobre el perfil que debía tomar la serie.
Mandell sugirió, en primer término, quitarle la “flema inglesa” que teñía todo en UFO.
En segundo lugar, propuso que la serie transcurriera lo menos posible en La Tierra.
La primera idea de Gerry, fue destruir La Tierra, para abandonar a su suerte a los habitantes de La Base Lunar... finalmente bajó sus pretensiones, y se conformó con separar a nuestro planeta de su satélite.
La serie, se ambienta en el futuro, es decir en el año 1999, tomando en cuenta que la serie fue creada en 1975, donde la humanidad ha alcanzado un nivel tecnológico muy avanzado.
No obstante, la humanidad se ha hecho muy dependiente de la energía atómica, la cual es utilizada en La Tierra masivamente como fuente de energía para diversos propósitos.
Para evitar la contaminación de La Tierra con los desechos radioactivos, se decide almacenar estos, en La Luna; más precisamente, en el lado oscuro de este satélite.
La Base Lunar Alpha, es la encargada del transporte, y posterior almacenamiento de dichos desechos, por medio de las modernas naves llamadas Eagles.
La Base Luna Alpha, está compuesta por 311 personas de diversas nacionalidades; y en dicha base, se utilizan uniformes de color crema, con la particularidad de que el color de la manga izquierda, indica el rango o función de la persona en la base:
Blanco: Sector Médico, Amarillo: Comunicaciones, etc.; y cuenta con recursos ilimitados de fuentes de alimento y agua, gracias a poderosas máquinas, que les proporcionan alimento y agua, sin necesidad de recurrir a suministros procedentes de La Tierra.
Cierto día, más precisamente, el 13 de Septiembre de 1999, se produce un escape de radiación electromagnética, como consecuencia de la excesiva acumulación de los desechos radioactivos, lo que produce una enorme explosión termonuclear, que expulsa a La Luna fuera de la órbita de La Tierra, haciendo que La Luna empiece a viajar por el espacio exterior, sin rumbo fijo, exponiendo a los habitantes de La Base Lunar Alpha, a constantes peligros, al toparse con diversas razas alienígenas, en su mayoría muy hostiles ante los terrestres.
La serie, consta de 2 temporadas con marcadas diferencias:
La primera muestra escenarios sencillos y guiones psicodélicos; mientras que la segunda tiene más complejidad y argumentos más sólidos.
Aunque los efectos especiales no fueron especialmente conseguidos; la originalidad del argumento, el vestuario, las famosas naves Eagles, y los “commlock”, harían de Space: 1999, una serie de culto.
El grado de detalle de las maquetas, es asombroso, y los FX se ven realistas.
El estilo, obviamente inspirado en los sets lunares, recuerdan en gran medida a los realizados en la película de ciencia ficción de culto “2001: A Space Odyssey” (1968) de Stanley Kubrick.
El diseño de producción de la serie, recayó en Keith Wilson, quien venía trabajado con Los Anderson desde Fireball XL5.
En cuanto a la creación de naves y maquetas, el responsable fue Brian Johnson, quién había trabajado anteriormente, a veces sin acreditar, otras con el seudónimo Brian Johncock, en películas como “2001: A Space Odyssey” (1968) y “Taste The Blood Of Dracula” (1970), y en series como Thunderbirds y UFO.
Posteriormente, lo haría en superproducciones como “Alien” (1979) y “Star Wars: The Empire Strikes Back” (1980), trabajos por los que obtuvo sendos Oscar.
Sin duda, los elementos más recordados de la serie son La Base Lunar, y las poderosas naves transportadoras, las Eagles.
La serie era fantástica, tanto por estética como por guión.
Con respecto a lo primero, aunque los uniformes no pueden evitar los pantalones acampanados propios de la época de producción, las vestimentas también seguían las últimas tendencias, por eso es que El Comandante Koenig y sus muchachos, lucen unos setentísticos pantalones Oxford, de patas de elefante, que le dicen.
Una particularidad de los uniformes de Space 1999, es que la función de cada integrante de la tripulación, esta especificada por el color de la manga izquierda, y la concepción retrofuturista del interior de la base, con formas redondeadas, predominio del blanco, paneles de interruptores, y osciloscopios… es encantadora.
La Base Lunar, está habitada por una tripulación internacional, como en Star Trek, constituida por poco más de 300 hombre y mujeres.
Ubicada en un cráter, dentro del Mar de Las Lluvias, tiene un diámetro de 4 kilómetros, y cuenta con varias comodidades, como gravedad artificial, productores de alimentos, recicladores de aire y agua, y generadores nucleares de energía.
El aspecto interior de la base, muestra grandes espacios y un aspecto frío y aséptico.
La construcción de los interiores de la base, se hizo en base a estructuras modulares, que permitían armar rápidamente nuevos ambientes, sin implicar demasiados costos.
La tecnología disponible, era la imaginable en la época, y es ciertamente evocadora:
Impresoras de papel continuo, terminales de texto, y teclados empotrados en el escritorio.
Sin embargo, naturalmente, la tecnología de las instalaciones de Alpha, actualmente luce un tanto obsoleta:
El computador central, es un aparato lleno de botones y de decenas de metros cúbicos de tamaño, que entrega sus resultados escupiendo un patético rollito de papel, pero en su momento, en 1975, representaba a las últimas tendencias tecnológicas.
En cuanto a las armas ligeras, los protagonistas disponían de pistolas láser multi-funcionales, con un diseño muy particular, que incluía diferentes disparadores para aturdir, matar, desintegrar, soldar, etc.
Mención especial merecen las naves espaciales:
Las celebérrimas Eagles.
Las Eagles, se convirtieron inmediatamente en un símbolo de Space 1999.
Si bien, cuentan con un perfil francamente poco aerodinámico, de vez en cuando debían atravesar atmósferas planetarias, su diseño es espectacular.
Existen varios modelos de Eagles, según la función que cumplen:
De transporte, de carga, de reconocimiento, de rescate y el laboratorio.
El largo de cada Eagle, es de 23 metros, aunque es claro que no construyeron ningún aparato de este tamaño.
Para trabajar con las maquetas, se hicieron varios modelos a escala, que variaban entre los 13 y 110 centímetros.
Todos los críticos coinciden, en que Space 1999, fue una plataforma de prueba para testear nuevas técnicas de filmación de maquetas, algunas de las cuales, fueron fundamentales para los resultados obtenidos tiempo después por George Lucas en Star Wars.
Al parecer, George Lucas rechazó el diseño inicial del Millennium Falcon, por ser muy parecido a ésta, dichos diseños, se emplearon después para las corbetas CR90.
El principal objetivo de la empresa productora de Space 1999, la británica ITC, era ingresar en el mercado estadounidense, ya que los dólares que se obtendrían de esa manera, serían fundamentales para asegurar la sobrevida del proyecto.
Para conseguir esto, optaron por armar un elenco liderado por reconocidos actores de EEUU.
Martin Landau, contaba con una interesante carrera en Hollywood, aunque su popularidad estaba básicamente relacionado con su trabajo en la serie Mission Impossible, donde interpretaba a Rollin Hand, el maestro del disfraz del grupo.
Landau le dio vida al hierático Comandante John Koenig, máxima autoridad de La Base Lunar.
El rol coprotagónico, recayó en Barbara Bain, esposa de Landau, y también ex–miembro del elenco de Mission Impossible; y aquí interpreta a La Doctora Helena Russell, principal especialista en salud de La Base.
El tercer rol en importancia, quedó en manos de Barry Morse, quien le da vida al Profesor Victor Bergman, el cerebro de la base.
Morse había saltado a la fama con la serie The Fugitive, donde interpretaba al incansable perseguidor del Dr. Kimble.
Otros personajes importantes, son los que llevaron adelante Prentis Hancock y Zienia Merton, Paul Morrow, y Sandra Benes, respectivamente, quienes están a cargo de las comunicaciones de la nave.
Clifton Jones, tiene a su cargo a David Kano, responsable de los gigantescos sistemas de comunicación; mientras que Nick Tate interpreta a Alan Carter, El Jefe de la flota de Eagles.
En la segunda temporada, hubo importantes cambios en el elenco, como la inclusión de 2 personajes:
Maya y El Jefe de Seguridad Tony Verdeshi, que ocasionalmente alcanzarían igual protagonismo que la pareja formada por El Comandante y La Doctora.
En el rubro de actores invitados, se pueden destacar la presencia de:
Peter Cushing, en el episodio “Missing Link”; Christopher Lee en “Earthbound”; Joan Collins en “Mission of the Darians”; Margaret Leighton en “Collision Course”; Brian Blessed en “Death’s Other Dominion”; Leo McKern en “The Infernal Machine”; Freddie Jones en “Journey to Where”; y Billie Whitelaw en “One Moment of Humanity”, por ejemplo.
La serie tuvo un interesante comienzo, logrando atrapar a una audiencia que añoraba reencontrarse con los viajes espaciales, perdidos desde la desaparición de Star Trek.
Sin embargo, al poco tiempo quedo claro, que a pesar del brillante despliegue visual, el programa no terminaba de cerrar.
Por un lado, las actuaciones no resultaban convincentes, y la mayoría de los personajes, no resultaban demasiado carismáticos.
Por otro lado, los argumentos solían ser demasiado complejos y oscuros, hacían demasiado hincapié en temas cuasi-filosóficos, a veces caía en un trascendentalismo heredado del film de Kubrick, que tenía su valor, pero que ahuyentaba a las audiencias masivas, antes que en la acción; y lucían una patológica falta de sentido del humor.
Con respecto al guión, tocaba muchos aspectos filosóficos acerca de la naturaleza del Espacio, y el papel del hombre en él.
De hecho, a lo largo de toda la primera temporada, se da a entender que todo lo que está sucediendo, es de acuerdo con un plan cósmico, y que no es casualidad que encuentren ciertas razas o planetas en momentos específicos.
Aunque la segunda temporada cambió a un estilo más “trekkie”, en el que predominaba la acción y los encuentros con alienígenas nada amigables, el cierre final de la serie, realizado en un capítulo especial para conmemorar el año 1999, engarza perfectamente con el espíritu original, proporcionando a la vez, una conclusión satisfactoria, y la posibilidad de una continuación de la serie.
Muy en el fondo, el fin de la primera temporada coincidió con el divorcio de Gerry y Sylvia Anderson, pareja productora de la serie.
Sylvia abandonó totalmente el proyecto, antes del inicio de la segunda temporada.
El lugar de productor, fue ocupado por Fred Freiberger, quien tuviera a cargo la producción de la tercera temporada de Star Trek, que asumió el cargo con la misión de renovar la serie, llevándola más hacia el lado de la acción.
Los cambios más evidentes, pasaron por el cambio en el elenco, con la desaparición del profesor Victor Bergman, Paul Morrow y David Kano; y la aparición de nuevos personajes, como Tony Verdeshi, interpretado por Tony Anholt, y Maya por Catherine Schell.
Maya, es una extraterrestre de un aspecto que, hasta cierto punto, recuerda al Mr. Spock, con la capacidad de metamorfosearse en cualquier criatura imaginable.
En general, nadie estuvo de acuerdo con los cambios.
Así lo dejó claro Martín Landau:
“Me gustó más la primera temporada.
Era más genuina.
Cambiaron, porque un manojo de mentes de Hollywood entró en acción, y decidieron hacer muchas cosas que ellos sentían que eran más comerciales.
Yo pienso que la belleza del show, era que no era comercial, que tenía su propio ritmo.
Fred Freiberger ayudó en algunos aspectos, pero globalmente, no creo que él haya sido positivo para el programa.
Pienso que él trajo un acercamiento mucho más ordinario y mundano a la serie.
Si el formato no hubiera sido cambiado, sé que habría sido un éxito”
Aún con su mala ciencia, el episodio piloto de Space: 1999, tenía su tensión y su grado de deslumbramiento.
Hay una interesante variedad racial en el elenco, lo cual siempre fue una innovadora marca de fábrica de Los Anderson para su época, y en todas sus producciones.
La acción es rápida e intensa, pero uno ve inconsistencias en la historia, especialmente en las relacionadas con la subtrama vinculada a una expedición a un planeta errante, que pasaba por nuestro sistema solar.
Uno termina pensando que, en algún momento, la historia de la serie culminaría con un éxodo masivo a dicho planeta errante, pero dicho argumento fue abandonado durante el transcurso de su desarrollo; curiosamente, Johnny Byrne, uno de los guionistas de la serie, produciría un mini fan film llamado “Mensaje desde La Base Lunar Alpha” en 1999, precisamente para proyectar el 13 de setiembre de 1999, la fecha que rezaba los títulos de la serie, dándole un cierre tardío al show, y mostrando a una veterana Zienia Merton, grabando un mensaje para la posteridad, informando que después de 25 años de vagar por el espacio, La Base Lunar Alpha, había encontrado un planeta habitable, y sus miembros estaban siendo evacuados para formar una colonia en ella; y terminaría por convertirse en un clon de Star Trek, con peor ciencia y ridículos disfraces para los alienígenas de turno.
Al término de la segunda temporada, la serie se canceló, totalizando 48 episodios.
Como era costumbre por aquellos años, se hicieron varias películas, rejuntando diversos episodios que se vieron en cines, y de vez en cuando se dejaron ver por TV.
A pesar de contar con un importante número de fans, Space 1999, prácticamente significó el fin de la carrera de Gerry Anderson, quien nunca terminó de recuperarse de este fracaso; además que la serie recibió críticas durísimas y bastante injustas, incluso del mismísimo Isaac Asimov, que despotricaba contra la absoluta falta de rigor científico de la misma.
Pero aunque no funcionó bien en EEUU, sí gozó de gran aceptación en otros muchos países, como demuestra la gran cantidad de páginas y sitios dedicados a ella, en la red en todos los idiomas.
Ninguna obra dedicada a la ciencia ficción televisiva, puede estar completa sin una referencia a la producción más cara de Sylvia y Gerry Anderson.
Luego de la cancelación de la serie, se emitieron 4 películas que estaban compuestas por compilados de episodios:
La primera fue “Spazio: 1999” es una versión italiana de 1976, que consta de segmentos muy editados de los episodios:
“Breakaway”, “Ring Around The Moon” y “Another Time, Another Place”
Cuenta con una partitura del compositor de cine, Ennio Morricone, en sustitución de la partitura original de Barry Gray.
“Destination: Moon Base Alpha”, que exhibió el episodio doble “The Bringers of Wonder” uno de los últimos de la segunda temporada; y es la reseñada aquí.
“Alien Attack” (1979), que englobó los episodios 1 y 4.
“Journey Through The Black Sun” (1982), y agrupó los episodios “Collision Course” y “Black Sun”
“Cosmic Princess” (1982), y agrupó 2 episodios de la segunda temporada.
“Well, in a small community, everyone has to get along with everyone else”
Space 1999: Destination Moonbase-Alpha es una película de ciencia ficción, del año 1978, dirigida por Tom Clegg.
Protagonizada por Martin Landau, Barbara Bain, Nick Tate, Zienia Merton, Catherine Schell, Barry Morse, Tony Anholt, Prentis Hancock, Clifton Jones, Anton Phillips, Andy Dempsey, Quentin Pierre, entre otros.
El guión es de Terence Feely, sobre la mítica serie televisiva, la odisea de una tripulación científica espacial que, al no poder regresar a La Tierra, debe sobrevivir en el errático sistema galáctico.
Producido en 1978 por ITC London, Space 1999: Destination Moonbase-Alpha, combina las 2 partes de la temporada “Space: 1999 – “The Bringers Of Wonder”, que fue editado para formar una película de largometraje.
La trama mostró una de las consecuencias de La Conquista de La Luna por parte del hombre.
Una explosión en unos depósitos en La Luna, provoca la expulsión del satélite hacia el espacio exterior, llevándose consigo a La Base Lunar Alpha, y a 311 personas.
A partir de ese momento, El Comandante John Koenig (Martin Landau), La Doctora Helena Russell (Barbara Bain), y los 309 tripulantes de La Base, son lanzados a la inmensidad del espacio, viajarán por los más remotos rincones del espacio con un destino incierto, viviendo numerosas aventuras.
Space 1999: Destination Moonbase-Alpha es hija de su época, más concretamente, como un “revival” de la serie en largometraje, exclusivamente para los fanáticos, aunque es bastante explicativa para que pueda ser vista y disfrutada por cualquiera.
“Man's Quest For Extraterrestrial Contact Ends Here!”
En el episodio de apertura de Space: 1999, los residuos nucleares de La Tierra, que se guardaron en el lado oscuro de La Luna durante varios años, con misiones espaciales para llevarlos de La Tierra a La Luna, y habitar una Base Lunar llamada Alpha, estallan en un catastrófico accidente, el 13 de septiembre de 1999, que afectó el campo electromagnético de La Luna, por la energía almacenada en los silos donde guardaban los residuos nucleares, golpeando y enviando al satélite fuera de órbita, junto con los 311 habitantes.
Como consecuencia, La Luna viaja a toda velocidad y sin control en el espacio exterior, fuera del Sistema Solar, con los científicos que operaban La Base Lunar y las naves que fueron utilizadas para transportar los residuos nucleares a La Luna.
El satélite, se transforma así, en una especie de nave espacial gigante, y sin rumbo a través de La Galaxia.
Ese hecho provoca que a lo largo de la serie, se vivan diferentes peripecias, encuentros con otras culturas y formas de vida en el universo, peligros, aventuras y problemas que deben resolver, hasta que debe ser abandonada en pos de perpetuar la raza humana en otro planeta.
Con ella viajarán por todo el espacio los habitantes de La Base Lunar Alpha, capitaneados por El Comandante Koenig, y con la inestimable colaboración de La Dra. Russell.
En su viaje hacia el planeta Meta, encontrarán todo tipo de razas alienígenas y fenómenos desconocidos.
Del reparto, Martin Landau y Barbara Bain, dan excelentes actuaciones, al igual que Tony Anholt, Catherine Schell y Stuart Damon.
Los alienígenas se ven excelentes, recordar la época, y los últimos minutos son sensacionales.
Todo termina con un discurso del Comandante Koenig, hablando a los extranjeros hostiles:
“Es mejor vivir como su propio hombre, que un tonto en el sueño de otra persona”
Space 1999: Destination Moonbase-Alpha, fue compilada en 1978, como consecuencia del éxito de “Star Wars: Episode IV - A New Hope” (1977)
Esto explica el prólogo de desplazamiento “homenaje” al comienzo de esta producción.
Muy en el fondo, La Base Lunar Alpha, a pesar de sus enormes dimensiones y sus muchas comodidades, no era sino una cárcel en la que los protagonistas se veían obligados a vivir, abandonados a su suerte, desde que La Luna fuese arrancada de la órbita terrestre por la explosión nuclear.
De ahí el sentimiento de agobio que embargaba a los “alphanos” en los capítulos de la primera etapa de la serie.
Sentimiento acrecentado, además, por el hecho de hallarse en un mundo errante, cuyo rumbo no podían controlar, vagando sin descanso por los insondables abismos siderales, a merced de peligros que no eran capaces ni de imaginar siquiera.
Aunque la idea básica se asemejaba bastante a la que originó la entrañable “Lost In Space”, el planteamiento general de Space: 1999, era diametralmente opuesto, ya que, lejos de presentar la odisea espacial de John Koenig y su gente, como una emocionante aventura, la presentaba como una dramática tragedia humana.
Los guiones, densos, muy trabajados, algunos geniales, rezumaban significado, y planteaban con frecuencia agudos interrogantes filosóficos; de ahí que la serie fuese conocida, en sus inicios, como la “space opera” filosófica.
En cuanto a los personajes, tal vez pareciesen un poco fríos al principio, pero eran muy realistas, cada uno con entidad propia, y nada maniqueos.
En la serie, no había lugar para el típico héroe varonil deshacedor de entuertos, el tan imposible como cargante “machoman” simpático, que todo lo arregla a base de bíceps, y dedica medio episodio a ligarse a la chica de turno, arquetípico personaje masculino éste, de tantas otras producciones; y no sólo de ciencia ficción, ha estropeado a lo largo de la historia de la televisión.
En Space: 1999, ni siquiera Alan Carter, el aguerrido primer piloto de las fabulosas Eagles, ejercería tal rol; al menos, durante la primera temporada.
En cuanto a John Koenig, era presentado como un Comandante inteligente y capaz, siempre preocupado por el bienestar de las personas bajo su mando, y más predispuesto hacia el razonamiento y el diálogo, que hacia la acción pura y dura, aunque no rehusaba luchar, si no quedaba otro remedio, para proteger La Base y a sus moradores.
En líneas generales, los hombres y mujeres de Alpha, eran mostrados como personas normales, puestas en una situación límite, por un cúmulo de desafortunadas circunstancias.
Unas personas que debían hacer frente a situaciones extremas, en absoluto corrientes, que a menudo desafiaban su entendimiento.
Evidentemente, tal planteamiento no parece el más apropiado para una producción orientada a una audiencia infantil y juvenil, ¿verdad?
Los nuevos títulos de apertura, y la música de Mike Vikkers, son muy buenos, y son increíblemente fieles al material original, editando sólo ciertas partes que necesitaban ser eliminadas, para crear esa sensación de “película”
Por último, la banda sonora fue reeditada de pistas de música incidentales, compuestas en la segunda temporada de la serie por Derek Wadsworth, y se basa principalmente en las partituras de “The Metamorph” y “Space Warp”
“It's better to live as your own man, than as a fool in someone else's dream”
En muchos aspectos Space: 1999, es el epitome de la carrera de Los Anderson, pero también su mayor fracaso.
Era costosa y ambiciosa, pero también es cierto que estaba comandada por un comité, repartido a ambos lados del Atlántico, lo cual convirtió a la producción en un Pandemonium.
Se trajeron creativos de EEUU, el director del piloto, Lee H. Katzin; el libretista George Bellak; e incluso contrataron al matrimonio de actores, conformado por Martin Landau y Barbara Bain; los que venía del gran éxito de la serie Mission: Impossible, todo para conformar a la audiencia estadounidense.
Bellak, actuaría como “show runner”, el individuo que instruye las directivas creativas de la serie a un equipo de guionistas, pero pronto no demoró en chocar con Gerry Anderson, y terminaría por alejarse de la serie.
Para colmo, los libretos eran enviados por télex a la oficina de Lew Grade en New York, en donde especialistas revisaban y aconsejaban cambios para hacerla menos británica, y más acorde a los gustos locales.
La gran cantidad de demoras, por la elaborada construcción y filmación de miniaturas; por las peleas entre Landau y el equipo de guionistas; por los conflictos de Anderson con el cuerpo de directores, los cuales nunca entregaban a tiempo los capítulos… derivaron en un caos que operaba por su propia sinergia.
Y si la producción de Space: 1999, era de por sí complicada, a esto se sumaría el golpe dado por la separación de Los Anderson, en 1975.
El matrimonio ya venía en crisis desde fines de los 60, y sólo el súbito embarazo de Sylvia, detuvo momentáneamente lo que parecía un divorcio inevitable.
Pero en 1975, la pareja había entrado en una crisis irremediable, y Sylvia decidió alejarse.
No sólo dejaba de ser el apoyo moral y creativo de Gerry Anderson, sino que también suponía un golpe severo a sus finanzas:
Anderson se vio obligado a vender los derechos de sus shows, a Sir Lew Grade, a cambio de una pequeña fortuna, la cual lo ayudó a solventar la difícil situación financiera de su empresa, y el reclamo millonario de su ex esposa, entrando en un lento y amargo proceso de divorcio, que culminaría en 1981.
Con gran esfuerzo, la producción logró terminar la primera temporada en 1975, luego de 2 años de trabajo.
Lo que siguió fue otra comedia de errores y horrores, que terminaría por boicotearla.
Sir Lew Grade, se presentó con la serie terminada frente a los popes de las grandes cadenas de EEUU... y éstos le dieron la espalda.
Al ser un producto muy caro y cerrado, sin posibilidad de sugerir o introducir cambios, las televisoras decidieron invertir sus dineros en otras series.
Frente a semejante desplante, o error de cálculo, como quiera llamarle; Grade tuvo que movilizar a toda su fuerza de ventas en EEUU, para que salieran a colocar la serie, directamente con las televisoras locales.
Ello minó la difusión nacional de la serie, y sólo ayudó a recuperar una pequeña parte de los gastos.
El apremio, los llevó a salir a negociar a las apuradas con televisoras de todo el mundo, y a veces, obteniendo un precio de venta inferior al esperado.
La coparticipación de La RAI, había ayudado a cubrir los gastos pero, al ver los tibios números de venta, los italianos decidieron retirarse.
Por otra parte, lo invertido en la producción, precisaba amortizarse y, aun cuando los números no eran promisorios, la serie podía tener su potencial.
Grade canceló los planes de producción de una segunda temporada en 1975; pero tras un arduo proceso de negociaciones, principalmente del mismo Anderson, terminaría por levantar el veto a principios de 1976.
La segunda temporada, tocaría menos temas metafísicos, y estaría más vinculada a la acción; al traer a Fred Freinberg a la producción, un tipo que se había encargado de las últimas temporadas de The Six Million Dollar Man y Star Trek, la serie sería “startrekerizada”; es decir, habría más humor, más monstruos/alienígenas, e incluso volarían a Barry Morse, y pondrían a Catherine Schell en el papel de una mutante extraterrestre, la cual daría consejos de ciencia y lógica, en la onda del personaje de Spock en Star Trek.
La burocracia con la revisión de la agencia de New York de Lew Grade, sería omitida, y la producción actuaría de manera independiente y coordinada, creando capítulos exclusivos para que Martin Landau y Barbara Bain actuaran por separado, de manera que se pudiera rodar 2 episodios al mismo tiempo.
Todo ello optimizó el rodaje y los costos, aunque los nuevos libretos eran de peor calidad que los de la primera temporada.
Todo ello devino en una recepción más fría que antes...
En muchos lugares, la emisión de la primera temporada había sido abortada antes de concluir, así que ni siquiera les interesó adquirir la segunda.
La sindicación en EEUU, también vino salteada, había lugares que recién vieron por primera vez Space: 1999, 10 años después de la finalización de su rodaje, y el fracaso era evidente.
Por otra parte, todo el esfuerzo artesanal de promoción, cometido durante la primera temporada, en donde Landau y Bain utilizaron sus contactos para obtener favores y entrevistas, y poder publicitar la serie, se vio boicoteado por la falta de colaboración de las estrellas para el segundo año, ya que estaban convencidos de que el producto era malo, y querían despegarse de él.
Ante semejante escenario de desidia, Grade retiraría todo tipo de apoyo a una eventual tercera temporada.
En muchos sentidos, Space: 1999, fue una oportunidad desperdiciada.
Tenía todas las condiciones para ser un éxito, pero carecía del sustento intelectual para ser original e innovadora.
Considerando la larga y prestigiosa vena de series británicas de ciencia ficción, Space: 1999 tiene características de ser “la oveja negra” de la familia:
Hija de padres ricos, y con linaje que la antecede, pero incapaz de obtener status propio.
No obstante, el tiempo la ha sitiado en un lugar de prestigio y de culto, como para equipararla a las demás.

“Under their control, Kander destroyed his office, and the evidence, in an act of violent dementia in which he was killed”


Comentarios

Entradas populares