Earthlings

“earth-ling n. - One who inhabits the earth”

Cuando uno hace referencia al término “terrícola”, generalmente se confunde e imagina o asocia el término “humano”, y son 2 términos diferentes:
Terrícola es el ser vivo que pertenece al planeta Tierra, y humano es una de las tantas especies de este planeta, es la especie dominante, y es considerada por la mayoría, como “la más inteligente”
Y es que curiosamente el término “humano”, está asociado y es sinónimo de:
Caritativo, misericordioso, compasivo, piadoso, sensible y bienhechor…
Pero evidentemente, y utilizando un oxímoron:
“El ser humano es entre los seres vivos, el más inhumano”
El ser humano es cruel por naturaleza, y todos sabemos que siempre se es cruel con el más indefenso.
Entonces, dado que todos habitamos La Tierra, todos somos considerados terrícolas.
No hay sexismo, racismo ni especismo en el término terrícola, y abarca a todos y cada uno de nosotros, de sangre caliente o frí¬a, mamífero, vertebrado, ave, reptil, anfibio, pez o humano.
Los humanos por tanto, no siendo la única especie sobre el planeta, comparten este mundo con millones de otras criaturas, dado que todas evolucionamos aquí¬ juntas.
Sin embargo, somos los humanos, quienes tratamos de dominar La Tierra, a menudo tratando a otros seres como meros objetos.
Esto es lo que quiere decir “especismo”
Por analogía con el sexismo o el racismo, el término “especismo”, es un prejuicio o actitud favorable hacia los intereses de los miembros de la misma especie, y contra los miembros de otras especies.
Si un ser sufre, no existe justificación para no tener en consideración ese sufrimiento.
No importa la naturaleza del ser.
El principio de igualdad requiere, que el sufrimiento de uno, sea valorado de igual forma que el sufrimiento del otro.
El racista, viola el principio de igualdad, al dar mayor peso a los intereses de los miembros de su propia raza, cuando hay un conflicto entre sus intereses y los de otra raza.
El sexista, viola el principio de igualdad, al favorecer los intereses de su propio sexo.
Igualmente, el especista, permite que los miembros de su misma especie, sobrepasen los intereses de los miembros de otras especies.
En cada caso, el patrón es el mismo:
Racismo, sexismo, especismo.
Algunos autores abogan una analogía del tratamiento que se da a los animales con El Holocausto, como es el caso de PETA, que muestra en la publicación “The Holocaust On Your Plate”, imágenes de judíos en Campos de Concentración, comparados con animales maltratados.
La presidenta de PETA, Ingrid Newkirk, dice lo siguiente:
“En Los Campos de Concentración, 6 millones de judíos fueron aniquilados, pero 6 mil millones de gallinas morirán este año en mataderos”
Edgar Kupfer-Koberwitz, prisionero del Campo de Concentración de Dachau desde 1940, escribió secretamente durante su cautiverio al respecto:
“Rehúso comer los animales, porque no puedo nutrirme con el sufrimiento y la muerte de otras criaturas.
Lo rehúso porque yo he sufrido tanto, que puedo sentir el dolor de los demás, cuando recuerdo el mío.
Yo creo que los hombres continuarán matándose y torturándose los unos a los otros, mientras maten y torturen a los animales.
También habrá guerras, porque hay que entrenar y perfeccionar la matanza en objetos más pequeños, moralmente y técnicamente”
El autor judío, Isaac Bashevis Singer, que recibió El Premio Nobel de Literatura en 1978, hizo también la comparación con El Holocausto en bastantes de sus historias.
En “The Letter Writer” el protagonista dice:
“En relación con los animales, todas las personas son nazis; para los animales es un eterno Treblinka”
Carl Sagan, científico de La NASA, y creador de la serie de documentales de divulgación, declaró lo siguiente:
“Es indecoroso de nuestra parte, insistir que sólo los humanos sufren, si nosotros mismos nos portamos de una manera tan indiferente frente a los demás animales.
El comportamiento de otros animales, vuelve falsas tales pretensiones.
Ellos se parecen demasiado a nosotros”
Más de una vez, habremos escuchado la famosísima frase de que “el arte imita a la vida”, razón por la cual, la violencia siempre ha sido un tema recurrente dentro de la industria cinematográfica.
Es un recurso con el que los directores, guionistas y productores cuentan sus historias, en ocasiones para divertir y/o entretener; y en otras, como elemento que expone fuertes críticas sociales.
“It encompasses each and every one of us:
Warm or cold-blooded, mammal, vertebrate or invertebrate, bird, reptile, amphibian, fish and human alike”
Earthlings es un documental del año 2005, escrito y dirigido por Shaun Monson.
Narrado por el actor de Hollywood, y activista de los derechos de los animales, Joaquin Phoenix; la música es del también activista Moby; y la finalidad del documental, es la denuncia de las actividades especistas, a las cuales la mayoría de la población está habituada, y cuyo tipo de discriminación se ha normalizado hasta la fecha.
Earthlings tardó 5 años en producirse; lo que comenzó como una serie de Anuncios de Servicio Público, fue convertido en un largometraje de cine, con cada uno de los principales animales relacionados con la cuestión.
Su escritor y director, Shaun Monson, inició el proceso con escenas de animales en los refugios en South Central LA, Long Beach, y North Hollywood.
Pronto, su interés se trasladó a otras esferas de problemas, como la alimentación y la investigación científica; y con el tiempo, él acumuló una pequeña biblioteca de material de varias organizaciones de bienestar de los animales, y comenzó a editar.
El proceso fue lento…
Como la información llegó gradualmente, la narración de Joaquin Phoenix se registró en etapas, y se añadió después una banda sonora, y junto con la totalidad de la música de Moby, algunas piezas originales fueron escritas para la película.
Pero este reportaje, no debe ser visto como expresión cinematográfica, aquí el activista y director, se ha mantenido al margen, pues no pretende que sea valorada su obra, sino que abra debates, y movilice a la población.
De hecho, fue entregado para la selección del premio Oscar, pero su avanzada propagación en Internet, le ha prohibido el acceso a las candidaturas, por no ser inédito.
Lejos de incomodarle al director, le ha enorgullecido su expansión, porque éste es el motivo real de Earthlings:
Intentar remover conciencias, y que la gente tome partido.
En los 95 minutos que dura el documental, nos muestran cuán lejos llega el maltrato que el hombre da a todo tipo de animales, para satisfacer sus necesidades económicas.
Earthlings nos permite abrir los ojos a la realidad, instándonos a conocer y ser capaces de asumir nuestra total responsabilidad en la situación cruel e injusta, en que miles de millones de animales viven y mueren a diario en el mundo.
Porque todos somos responsables.
Por su parte, Joaquin Phoenix ha comentado:
“De todas las películas que he hecho, ésta es de la que más gente habla.
Por cada persona que ve Earthlings, esta persona le hablará a 3 personas más sobre la película”
Y es que Earthlings es un impresionante documental, que muestra la conexión que tenemos con las otras especies de nuestro planeta, haciendo hincapié en nuestras similitudes emocionales, a través de 5 capítulos:
Mascotas, Alimentación, Pieles, Entretenimiento y Experimentación.
Todas son aprovechadas y explotadas por el hombre, de las cuales, el capítulo mascotas me conmovió grandemente, y me preocupó al ser el primero.
Confieso que al entrar en ese primer capítulo, no sabía si iba a poder tolerar el documental completo…
Solo diré que todas las especies sufrimos, sangramos, nos conmovemos, tenemos los mismos órganos vitales, y nos afectan los mismos problemas del planeta; y aun así, nosotros los humanos, mantenemos Campos de Concentración Animal.
Si el documental se esmera en algo, es en impactar, pues con el simple hecho de mostrar cómo llega la comida al plato, o cómo se obtiene el vestido, o cómo el hombre ha llegado a convertirse en el único ser del planeta con derechos universales, para secuestrar, alejar a otros de sus familias, en someter, cuidar, tocar, acariciar, o simple ocio, nos convierten en Pederastas de Animales.
Esta afirmación impacta, al ser confrontada con el delito exclusivamente sexual, pero que contiene esos mismos otros elementos, igual de horripilantes.
Y es que no hay paradoja más complicada, que el uso animal para la experimentación, pues somos todos, especies diferentes.
Earthlings es contundente, directo y crudo, pero muestra lo que no queremos ver.
Cualquiera que lo vea, tendrá una precepción del mundo muy diferente, lo verá con el corazón y con el alma.
Porque:
¿Cómo vamos a ser capaces de mostrar generosidad, y dispensar un trato digno, amable con nuestros compañeros terrícolas, si en el día a día, en cada extremo de los continentes, mostramos la peor versión de la especie humana?
No obstante, la especie humana tiene que hacer un profundo análisis interior, y recuperar el planeta Tierra, no como una fuente de explotación y dominación; sino como administrador de unos bienes que nos han sido otorgados.
Podremos tener argumentos a favor o en contra de Earthlings, aceptar parte o todo lo que se argumenta; pero nunca nos va a dejar indiferente.
“Since we all inhabit the earth, we are all considered earthlings”
Earthlings es el primer largometraje de Nation Earth, una compañía establecida para producir películas documentales sobre temas urgentes; y es la primera parte de una trilogía, que Nation Earth está trabajando.
En particular, Earthlings es un aclamado documental, acerca de cómo nuestra especie utiliza actualmente a otras especies animales.
Para ello, se utilizan cámaras ocultas e imágenes del día a día de las prácticas de algunas de las más grandes industrias del mundo, que se enriquecen con los animales.
Shaun Monson nos recuerda, que toda forma de vida en este planeta, debe considerarse como terrícola; que a pesar de las millones de especies que existen, todas forman parte de una misma cadena creada por la naturaleza, y que por ello, no debe de hacerse una distinción por cuestiones de aparente superioridad; de cómo el hombre es el único motor capaz de condenar el ambiente en base a su beneficio propio; y se centra de lleno en el pésimo trato que se les da a los animales, destinados para las industrias alimentarias y de vestimenta; a aquellos que se usan para propósitos científicos, de entretenimiento y culturales, entre ellos, las mascotas.
Lo que se ve en pantalla, no es más que una tortura lenta y prolongada, de la cual se revela que todos formamos parte, volviéndonos cómplices, que siempre hemos sido, pero que hemos negado ver y afrontar.
En Earthlings, no existe la clemencia, ni mucho menos la misericordia.
Es crudo, real y honesto; un reflejo de la época en la que vivimos, en donde todo se mueve más y más rápido, lo cual, no necesariamente genera productos de calidad.
Su fin, no es glorificar la violencia, sino todo lo contrario:
Crear la conciencia necesaria para ayudar a detenerla.
Y justo cuando piensas que has visto lo peor, te equivocas.
El documental apenas empieza…
Se extiende poco a poco, hasta alcanzar su final, dejándote agridulce, horrorizado e impotente.
Pero ahí es donde radica su fuerza.
Aun siendo su visionado, obligado para toda persona sensible al sufrimiento ajeno, es a la vez demoledor y horrible, por lo espantoso de sus imágenes que, lejos de mostrar algo terrorífico pero aislado, nos hace ver la tragedia de millones de animales que son maltratados y asesinados diariamente, en pos de las nuestras “necesidades”
Es decir, sabemos que para la comida llegue a nuestra mesa, hubo todo un proceso detrás, un proceso en el que anualmente se concede la muerte de millones y millones de crías y animales.
Sabemos que “a veces” se les da un mal trato, que las condiciones de vivienda son pobres, y claustrofóbicas, que muchas especies han sufrido, y que muchas más lo harán en un futuro, como si esto ya estuviera predestinado.
Sabemos que cada vez hay más especies en peligro de extinción, y muchas más que ya quedaron en el olvido; que el maltrato animal sigue vigente y que, en cada cultura, determinados grupos de fauna, se ven sometidos a actividades ilícitas, violentas, o agresivas, con fines de vil entretenimiento, haciéndonos cuestionar:
¿Quiénes son los verdaderos animales?
Entonces, si somos conscientes de por lo menos la punta más alta del iceberg:
¿Por qué no nos importa?
La respuesta es sencilla:
Porque nos duele, porque nos vuelve parte del problema; porque estamos tan acostumbrados al estilo de vida que tenemos, a la comida que comemos, que es difícil cambiar nuestros hábitos.
Difícil, más no imposible.
Mostrando paralelismo entre la depredación animal/especismo, con la sexual/sexismo, o racial/racismo, Earthlings nos indica la complicidad de nuestros actos, con los hechos que se exponen en la pantalla, y la posibilidad de enmendar nuestro error, al dejar de ser cómplices con los asesinos, bien por desconocimiento, por cobardía, por pasividad…
El documental, empieza con una definición de los estadios de una verdad:
Ridiculización, oposición violenta y aceptación.
Pero vayamos al fondo del asunto:
Respecto de las verdades:
¿A qué tipo de verdades se refiere?
Porque tampoco podemos dejar de pensar en las verdades-simulacro:
No son verdades que reclaman otro lugar, sino verdades “pret a porter”, es decir, fáciles de asimilar a nuestro mundo.
Pero ante una verdad, no se trata de encontrar el lugar que podamos asignarle, sino más bien, de ver qué lugar podemos ocupar nosotros en ella.
La tesis que ha barajado, y el motivo de este trabajo, es que la gente come carne, porque desconoce el sufrimiento de los animales, y por eso quiere sembrar polémica ante este tema, que no está de moda, que no copa las pantallas de los informativos.
Parece no interesar, que la población conozca esta realidad, porque sería el fin de las empresas de la carne, de las explotaciones ganaderas y granjeras, del mundo del toreo, de la peletería, de la investigación, y de tantas otras…
Asemejando el ultraje animal al Holocausto, lo que muchos ya han criticado, expone con cámaras ocultas, la pesadilla de los animales en los zoológicos, los criaderos, los mataderos, los laboratorios, los circos…
Divide así el reportaje, en 5 capítulos dedicados a las 5 formas de las que nos servimos de los animales:
Mascotas, Alimentación, Vestimento, Entretenimiento y Experimentación.
“Mascota” es una palabra que discrimina, ya que proviene del término francés “mascotte” que significa amuleto, y ningún animal es amuleto de otro.
Se nos son inculcados valores que no solo están en nuestras casas, sino que son valores que posee la sociedad en sí, por tanto, es muy difícil escapar de estos.
Parte de esta enseñanza, está en mostrarnos que los animales urbanos son excelentes compañía, de hecho, el modelo perfecto a seguir, es una familia heterosexual, casa, auto y perro/gato, considerándolos así, como un objeto más, una cosa más a poseer fundamental, para llenar el estereotipo de normalidad.
Tan usual es que a los niños se les regale una “mascota” como un juguete, después de esto, es muy común que cuando crezcan y pierdan “el encanto” de cachorros, sufran abandono de todo tipo.
Es común poseer “mascotas” por amor a los animales, es decir, se aman tanto a los animales, que se quiere tener con uno, algún ejemplar de estos, o simplemente porque se piensa “lo estoy salvando de esto, aquello” pero fuera cual fuere el caso, existe una dominación por detrás.
Cada animal, no importa su especie, tiene la necesidad natural a la libertad, y a hacer con ella lo que su instinto o interés le indique.
Tomando posesión de ellos como si fueran un objeto, se está limitando sus libertades y capacidades, limitando sus movilidades, generando una dependencia por parte de ellos, y perpetuando un modelo de dominación impuesto.
Otro de los contra argumentos a este tema, es el hecho de que los animales secuestrados, están a gusto, que no quieren escaparse o irse, cuando pienso al respecto, no puedo dejar de relacionarlo con una patología humana:
El Síndrome de Estocolmo, que es una respuesta psicológica, en el que la víctima de secuestro, o persona detenida contra su propia voluntad, desarrolla una relación de complicidad con su secuestrador.
En ocasiones, los prisioneros pueden acabar ayudando a los captores, a alcanzar sus fines, o evadir a la policía.
La posesión de “mascotas”, además de ser un síntoma infeccioso dentro de una ética de equidad y antiespecismo, con el paso del tiempo, aumenta esta “cultura” de dominación, siendo ésta, una de las características más visibles de una sociedad especista, esta posesión, también genera una industria millonaria y asesina, la cual se crea razas de perros y otros animales para el gusto de la dama o el caballero, con variedad de características a su elección.
Muchas personas que poseen “mascotas”, desarrollan una relación enfermiza con los mismos, en la cual pretenden que sigan normas del mundo humano, como vestirlos… siendo más que común, que reciban golpizas o llamados de atención, despejando así lo que sale dentro del individuo, como comer cualquier cosa que encuentre, hacer sus necesidades físicas dentro de la casa, y otras cosas que no son correctas en un mundo humano.
Hay algo muy importante a tener en cuenta, hay algunos animales que se adaptan o simplemente desaparecen, es una adaptación, a la cual, tal vez nunca tuvieron la posibilidad de enfrentarse los animales domésticos a causa de la intervención humana, con esto no decimos que hay que dejar que todo tome su curso y ya.
Adaptar las especies a la fuerza de una manera antinatural, es dominación, y perpetuar esta adaptación, también es simple capricho humano.
No hay una solución concreta a esta problemática de dominación, debido a que nos encontramos en un ámbito cada vez más alejado de la naturaleza salvaje, donde existe un equilibrio creado, a través de millones de años, pero el sentido es generar un debate en temas tan ocultos como este, porque podría significar un punto débil en la base ideológica antiespecista, y así también generar una conciencia, de que en la mayoría de los casos la posesión de animales, es dominación, está en cada uno de nosotros, seguir siendo parte de eso o no, así como también evolucionar el pensamiento hacia posibles soluciones.
No estamos diciendo de “dejar” o “abandonar” los animales que nos acompañan, porque ya hay una responsabilidad tomada en ello anteriormente, sino terminar con esa cultura de dominación, y no insertar más animales en nuestras prisiones llamadas “hogares”
Sobre la alimentación, culturalmente los grupos humanos han adoptado una serie de dietas diferentes, según los recursos que el lugar dotaba a dichas comunidades.
Gran parte de las sociedades que pueblan nuestro planeta, integran en su dieta alimentos de origen animal.
Cada sociedad, adopta en su dieta diferentes tipos de animales.
Así es como en occidente se consumen vacas, mientras que en la India se consideran a éstas como sagradas; y en países asiáticos como China, se consumen perros, mientras que en países occidentales, se consideraría este consumo como un acto cruel.
El consumo de carne en nuestra alimentación y la producción de ésta, ocasiona que cada año mueran 60.000 millones de animales criados en cautividad.
Al ir la población en aumento cada año, estas cifras se acentuarán aún más.
Según fuentes de La Organización de Las Naciones Unidas para La Alimentación y La Agricultura (FAO), cada segundo mueren en el mundo, aproximadamente 2.000 animales, 345 millones al día aproximadamente, más unos 140 millones de toneladas de peces.
Se consumen muchos más animales acuáticos, que aves y mamíferos juntos.
Según datos de La FAO, correspondientes al año 2007, las cifras de animales muertos anualmente en el mundo, para consumo humano serían las siguientes:
50.000 millones de pollos, 2.715 millones de patos, 1.388 millones de cerdos, 1.169 millones de conejos, 648 millones de gallinas, 635 millones de pavos, 564 millones de ovejas, 402 millones de cabras, 301 millones de bóvidos, 57 millones de otras aves, 23 millones de búfalos, 10 millones de perros, 5 millones de caballos, y 1,5 millones de camellos.
Más allá de las discusiones en cuanto a la condición del ser humano como animal omnívoro, o herbívoro, hay sendas evidencias científicas, que muestran la innecesaridad de consumir productos de origen animal.
Buen ejemplo de esto, es la existencia de millones de personas que adoptan un modo de vida vegano, sin que esta elección tenga excesivas repercusiones para la salud, siendo una de ellas, la falta de vitamina B12.
Una de las organizaciones con mayor prestigio a nivel mundial, en lo que a alimentación se refiere, La Asociación Dietética de EEUU, sostiene que las dietas veganas, adecuadamente planificadas, son recomendables para todas las etapas del ciclo vital, incluyendo el embarazo, la lactancia, pese a que es importante que el bebé tome leche materna igualmente; la infancia, la niñez y la adolescencia, así como para deportistas de alto nivel.
Sobra la vestimenta; la piel y el pelo de los animales, son usados para vestir al ser humano.
Aunque pueda parecer que la industria textil, sobre todo la industria del cuero, es un subproducto de la industria cárnica, ha avanzado tanto, y su demanda es tan elevada, que se ha convertido en una industria independiente.
Para su fabricación, mueren al año, aproximadamente, 20 millones de animales capturados, y 40 millones criados para este fin, sin contar las pieles de animales de la industria cárnica.
Para este fin, encontramos animales de todo tipo:
Desde vacas, ovejas, cabras, cerdos, chinchillas, zorros, visones, cocodrilos, reptiles, etc.
Se hacen distinciones entre las pieles de unos animales, como la piel de visón, zorro o chinchilla, que debido a su elevado precio, otorga a su comprador un símbolo de estatus lujoso; mientras que el cuero es adquirido por un precio mucho menor, más asequible.
Esta industria, sea cual sea el tipo de piel que comercializa, sobrevive gracias a la industria de la moda, su gran demandante.
La mayor parte de las granjas de pieles, se encuentra en Europa, unas 6000, entre Dinamarca, Finlandia, Holanda o Rusia, según informa la World Society For The Protection of Animals.
En cuanto al cuero, su principal productor es la India, y su principal demandante EEUU.
En cuanto al pelo, los más usados son la lana y las plumas; la lana, fibra natural obtenida de las ovejas, llamas o alpacas; son esquiladas, y su pelo es tratado en la industria textil.
Su mayor productor es Australia, con un 30% de producción de oveja Merino.
Las plumas, por su parte, son usadas en vestimenta y ropa de abrigo, así como menaje del hogar; se obtiene de aves de la industria cárnica, y de aves criadas específicamente por su plumaje.
Hungría, Polonia o China, son principales productores de plumas, procedentes de animales criados específicamente para este fin.
Para la fabricación de las prendas, los animales son criados o capturados, para después matarlos, bien con descargas o bien gaseados.
Incluso otras veces, se realiza el proceso de extracción de piel, cuando los animales aún están con vida.
Existe cierto rechazo, con respecto a ciertas prendas de piel de algunos animales, como los visones, pero por lo general, la sociedad acepta ampliamente la piel de vaca y otros.
Y es que existen diversas formas de vestimenta, que no causan la muerte de los animales; ya sea el cuero sintético, el algodón o cualquier prenda acrílica, capaz de servir de abrigo al ser humano, sin producir explotación ni muerte animal.
El ámbito del entretenimiento, es considerado especista por el uso de animales, en contra de su voluntad, para la diversión humana; diversión solo conseguida mediante el sufrimiento del animal.
En este ámbito, existen diferentes posturas entre las sociedades y culturas, con lo que no existe una idea de rechazo o aceptación generalizada.
Entre los casos de entretenimiento, tenemos a la tauromaquia.
Se define como el “arte y técnica de lidiar toros, tanto a pie como a caballo”
El ejemplo más claro de este aparatado, es la tauromaquia; negocio que se lucra de la tortura y la muerte del animal, espectáculo denominado como fiesta nacional, cultura y tradición.
Desde un punto de vista antiespecista, esta tradición es considerada una barbarie.
Sin embargo, las estadísticas muestran que el interés ha ido descendiendo, hasta llegar a un 30% de población interesada, según muestra un estudio de Gallup en junio de 2002.
Existen más planos, donde el especismo se plasma en el ámbito del entretenimiento, como los circos, zoológicos, acuarios, encierros, peleas de perros, cacerías, pesca deportiva, carreras de caballos y galgos, etc.
Los circos, son espectáculos que usan animales adiestrados, también son ámbitos para el entretenimiento especista.
Se critica principalmente el trato hacia los animales, los cuales realizan trucos antinaturales para la especie determinada.
La Organización Mundial de Sanidad Animal, realizó un estudio en 2004, por el cual se fijan 5 necesidades básicas de todo animal, las cuales no eran cubiertas en los circos.
Los animales de los circos, pasan de media, entre un 70% y un 98% de su tiempo enjaulados y transportados, provocando enfermedades como la “zoocosis”, que es la neurosis animal provocada por el cautiverio.
Los animales más usados, son los elefantes, leones, tigres, caballos, monos, osos, camellos, etc.
Los zoológicos, son los recintos en los que se mantiene en cautividad a animales salvajes, y son expuestos y criados con fines didácticos, de conservación y entretenimiento humano.
En estos entornos, los animales no son capaces de desarrollarse con un comportamiento natural de su entorno.
Se defiende que, en los zoológicos, los animales gozan de una vida más larga que una vida en libertad, pero estudios como el publicado en la revista Science, demostró como de 4.500 elefantes hembras, las que gozaron de una vida más larga, residían en un Parque Nacional de Kenia, donde vivían en libertad.
En el ámbito de entretenimiento, también encontramos la caza y pesca, presentadas como deporte; consiste en matar animales, salvajes o criados, para este fin.
Los vencedores en estos deportes, reciben un trofeo, normalmente el cuerpo del animal...
En caza, mueren al año, unos 50.000 galgos sirviendo en la cacería.
Entre otras formas de entretenimiento, tenemos las peleas de perros o de gallos, que aunque están penadas por ley, se continúan haciendo clandestinamente, destacando en EEUU y México.
Otras formas como los rodeos, las carreras de caballos, perros, y otras especies, el uso de animales en televisión, cine o teatro; son ámbitos que influyen en el entretenimiento con animales.
Obviamente, desde la mirada antiespecista, estos actos de entretenimiento resultan innecesarios y abusivos, ya que el ser humano es capaz de disfrutar sin perjudicar a cualquier otro ser.
Por último, cuando hablamos de experimentación animal, nos referimos a la utilización de animales con fines experimentales; ya sea en investigación militar, médica, cosmética o en el campo de la docencia.
Según la British Union Against Vivisection, se calcula que unos 115 millones son usados anualmente en experimentos de todo tipo, causando a estos:
Dolor, estrés, sufrimiento prologando, y finalmente la muerte.
Los más comúnmente utilizados, son los ratones, ratas, hámsteres, cobayas, conejos y monos, entre otros.
Su origen es diverso; proceden tanto de criaderos propios del laboratorio, como de criaderos externos, captura del medio ambiente, como de perreras.
Según el informe de La Comisión Europea, en Europa son utilizados 11,5 millones de animales; y según el informe anual del Estado Español, las cifras han ido aumentando desde el 2005, hasta el 2009.
Muchas asociaciones investigan estos experimentos, analizando la situación de los animales, como La Unión Británica por La Abolición de La Vivisección, y La Sociedad para La Prevención de La Crueldad con Animales.
Entre los experimentos más criticados, destacan la prueba LD50 “dosis letal 50%”:
Se trata de analizar, cuál es la cantidad de sustancia que causará la muerte a la mitad de los animales de este experimento, envenenándolos; prueba destinada a la investigación médica.
Y el “Test Draize”, prueba destinada a desarrollar nuevos productos de cosmética, consistente en encerrar conejos en cajones de manera, que solo la cabeza quede fuera, aplicando en un ojo, el producto que se investiga.
Lo importante en este problema es, que debido a las diferencias en la anatomía, bioquímica, y fisiología entre humanos y animales, la extrapolación de los resultados de una especie a otra, no es fiable, e incluso es peligrosa, lo que lleva a los científicos a no poder validar la mayoría de las pruebas.
Esto puede haber perjudicado en cierta manera a la ciencia, al verse la veracidad de sus experimentos en entredicho, y así mismo a prolongarlo para obtener los resultados esperados.
¡Que peligro suena todo esto!
Cabe decir que, tras la aparición en 1975, del libro de Peter Singer:
“Animal Liberation: A New Ethics for our Treatment of Animals”, se avanzó mucho en la eliminación de pruebas con animales, debido a la perseverancia de gran cantidad de personas que se opusieron a estos experimentos.
Y nosotros, sufrimos depresiones, ansiedad, vacío interior, fobias...
Nos estamos volviendo locos, nosotros mismos nos volvemos locos con este mundo tan superficial, carente de sentimientos.
Llama poderosamente la atención, durante el visionado de Earthlings, cómo esas personas podían degollar tan fríamente a un cerdo, o cortarle las orejas, o quitarle los dientes, o meter a 10 perros en una cámara de gas…
¿Esa gente va a su casa como si nada hubiera pasado?
Sí, esa gente va a su casa pensando que “es lo que deben de hacer”, porque si no cobran ese sueldo, no van a poder pagar su hipoteca…
El error pues, se remonta a un origen y es a un mundo basado en lo material, sin conciencia.
Cultivamos nuestros cuerpos, pero en ninguna escuela cultivan la mente, el alma, y el corazón a los estudiantes.
Earthlings es un vehículo de denuncia para hacernos reaccionar, para quitarnos la venda de la modorra que nos hemos puesto en los ojos.
De cómo irónicamente nos tapamos los ojos ante estos hechos, porque no nos gustan ni nos conviene conocerlos, aunque somos conscientes y cómplices de las atrocidades que se muestran, por muy lejos que esté el matadero.
Pero también Earthlings es un filme polémico.
Quizás por esa misma razón, hay que verlo, por el morbo y la controversia que le rodea; por su impacto en contra de la marea del tiempo, convirtiéndose en uno de los documentales más provocativos y escandalosos de la última década.
Y lo que pretende es precisamente eso:
Generar un cambio, ya sea en el pensamiento, o el estilo de vida.
Earthlings, es una reflexión eficaz y directa, una obra que todo el mundo debería ver, porque quizás, y sólo quizás así se pueda mejorar el raciocinio que tiene la gente en cuanto a lo que vive, come, viste y entretiene; y con ello, el sistema entero.
Así, el activista Joaquin Phoenix, nos regala una de las mejores voces “en off” de la historia documental, ya que cada palabra se revela como una obra de honestidad inigualable, cada frase nos apunta al pecho, dejándonos con vida para seguir soportando la tortura a nuestras conciencias.
El mensaje principal que Earthlings nos intenta transmitir, se resume en una cita de Jeremy Bentham:
“Si un ser sufre, no puede existir justificación moral para rehusar tomar ese sufrimiento en consideración.
No importa la naturaleza del ser, el principio de igualdad requiere que su sufrimiento se considere igual al sufrimiento semejante de cualquier otro ser”
Por último, la banda sonora incluye música de Moby, Libra Max, Brian Carter, Natalie Merchant, Gabriel Mounsey, y Barry Wood, que muy bien se acopla a las imágenes para crear sensibilidad y conciencia.
“It is the human earthling who tends to dominate the earth, oftentimes treating other fellow earthlings and living beings as mere objects”
Friedrich Wilhelm Nietzsche dijo en su momento:
“Creo que los animales ven en el hombre un ser igual a ellos, que ha perdido de forma extraordinariamente peligrosa el sano intelecto animal, es decir, que ven en él, al animal irracional, al animal que ríe, al animal que llora, al animal infeliz”
El horror no tiene límites en el ser humano, y comparar nuestro comportamiento hacia los animales, con los hechos del Holocausto nazi, me parece poco.
Ha llegado la hora de replantearnos nuestra existencia como individuos, y actuar ya.
Esto no es ajeno a nosotros, y todos somos participes.
Nos enfrentamos a un dilema, rehuir la realidad y actuar como si nada estuviera pasando, o cambiar las cosas.
Lo cierto es que nunca te preguntas de donde proviene lo que comes, simplemente lo comes, y te preocupas de tus estúpidos problemas diarios, sin darte cuenta que tienes el mayor genocidio sádico de la historia de la humanidad ante tus propios ojos, y en tu propio plato.
¿Nuestra especie esta predeterminada a producir dolor, y masacrar a todas las especies de animales, de la forma más vil posible?
Simplemente preguntarse:
¿Cómo puedes cambiar las cosas?
Variando tu alimentación, por ejemplo.
El veganismo, es una forma de decir no a la explotación animal, de no querer ser partícipe de lo que millones de animales sufren cada día.
Es llevar a la práctica, el respeto al resto de animales, dejando de participar en su explotación.
Es declarar que no somos superiores a nadie, que somos tan sólo diferentes, y que eso, no nos da derecho a aprovecharnos de sus vidas.
Muchas veces creemos, que los cambios provienen de los políticos, que nosotros no podemos hacer nada para cambiar las cosas:
La injusticia, explotación… pero esto no es así.
Todo ciudadano, tiene poder para cambiar su propia vida, y juntos cambiar la realidad en todos sus ámbitos.
Así, el simple hecho que plantea Earthlings, de comer menos carne, ya es algo, porque la crítica más contundente, la realiza al proclamar que hay una gran población de seres humanos, exclusivamente carnívora, y que su alimentación, aparte de provocar serios problemas de salud al que la ingiere, acarrea mucho sufrimiento a los más débiles, en este caso, los animales.
En palabras del propio director:
“Es todo por la demanda, por eso buscamos enfatizar que la gente debe de comer menos y menos carne, ya que es la única manera de que las condiciones sean más humanas”
Por eso, la asociación en la que trabaja el director, Nation Earth Organization, le ha producido este documental, para circular este pensamiento a la población, para que tomemos partido, qué nosotros podemos hacer, y mucho.
Al igual que podemos actuar en nuestra faceta de consumidor, la más poderosa arma que tenemos en esta sociedad, a la hora de boicotear los productos hechos en países que contratan mano de obra explotada y/o niños, podemos no comprar carne, porque proviene de la tortura animal.
Es nuestra responsabilidad, decidir qué grado de concienciación queremos aceptar, pero siempre hay que pensar que todo vale, que es válida cualquier postura inteligente y compasiva, de lucha contra la explotación animal, desde el que come de forma racional carne ecológica, hasta el que no cata ningún producto que tenga en su elaboración, algo relacionado con el mundo animal.
Entre estas 2 posturas, estamos casi todos, y cada uno debe elegir, como digo, su grado de implicación, pero lo que sí es inadmisible, es ver Earthlings, y no hacer nada al respecto, porque definiría nuestra insensibilidad y nuestra pasividad, los instrumentos más importantes que manejan las grandes industrias para continuar con su explotación.
“Al público se le debería informar, que la investigación con animales también beneficia a otros animales.
De hecho, una vacuna contra la peste bovina, virus que mata con lentitud y dolor a millones de cabezas de ganado, se perfeccionó mediante experimentos con animales; hoy día La Organización Mundial de La Salud, utiliza esa vacuna para millones de cabezas de ganado en África”, dijo DE Koshland Jr., Director de Science, en 1989.
“Creo que los animales tienen derechos que, aunque diferentes a los nuestros, son igual de inalienables.
Creo que los animales tienen derecho a que no les inflijamos dolor, temor o privación física.
Tienen derecho a que no se les trate brutalmente, en ningún aspecto, a fin de utilizarlos para alimento, entretenimiento o cualquier otro propósito”, dijo Roger Caras, naturalista, en 1988.
“Los animales más primitivos, poseen toda la misma capacidad de sentir dolor que los seres humanos, y consecuentemente, resistir tanto dolor cuando su cuerpo es lastimado, pero en su caso, la crueldad del tormento es mucho mayor, porque no poseen una mente que les explique su sufrimiento, y tampoco esperanza de cuándo será que deberán soportar el último dolor extremo”, dijo George T. Angell.
“El hombre, ha hecho de La Tierra un infierno para los animales”, según Arthur Schopenhauer.
“Mientras que el hombre siga como despiadado destructor de seres vivientes menores, nunca conocerá la salud ni la paz.
Mientras dure la masacre de los hombres hacia los animales, el hombre se seguirá matando entre sí.
De hecho, aquél que siembra las semillas de muerte y dolor, no puede cosechar alegría y amor”, Pitágoras.
“Al matar animales para alimentarse, el hombre suprime innecesariamente su capacidad espiritual más grande, aquella de simpatía y piedad hacia las criaturas vivas como él mismo, y por violar sus propios sentimientos, se vuelve cruel”, dijo Leo Tolstoy.
“La clasificación de las formas, funciones orgánicas, costumbres y dietas, demuestran de un manera evidente, que el alimento normal para el hombre, es vegetal, como los antropoides y los simios, y que nuestro dientes caninos están mucho menos desarrollados que los suyos.
No estamos destinados para competir con bestias salvajes o animales carnívoros”, sentenció Charles Darwin.
Si el objetivo de Earthlings era que la gente sintiese verdadera vergüenza de pertenecer a la raza humana, es un objetivo que ha logrado con creces.
“Ya sólo con su influencia física sobre el temperamento humano, la forma de vida vegetariana podría influir muy positivamente sobre el destino de la humanidad”, dijo Albert Einstein.
“Un hombre de mi intensidad espiritual, no come cadáveres”, George Bernard Shaw.
Así pues, El Holocausto se mantiene al menos que hagamos la diferencia.

“Make The Connection”



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