Anatomie de l'Enfer

“Par là où elle n'est pas regardable”
(De donde no se deja ver)

El porno, no fue objeto de debate mientras, permaneció circunscrito a los cines X, prácticamente extintos, a partir del auge de internet, que permite el acceso desde el privado entorno doméstico.
Pero que una película de aspiraciones comerciales, incluyera sexo explícito, era otra cosa bien distinta...
En el reciente cambio de siglo, han surgido con mayor insistencia, excepciones que pueden ser propuestas viables, para el regreso al esplendor del Cine Erótico, con escenas de sexo explícito; aun siendo discutibles, si buscan o no los mismos objetivos, tanto en la parcialidad de sus escenas, como en la totalidad de la obra, no franquean como “pornografía” en el sentido en el que la concebimos, quizá por la hoy triste nombradía del género.
El Cine Francés, tiene una ventaja por encima del resto del cine, tanto europeo como mundial; esta ventaja está en el hecho de que tanto los artistas que crean, como los medios que distribuyen, y el público que la consume, no tienen miedo de ver temas sumamente difíciles y polémicos en la pantalla.
Son, desde mediados de los años 60, y el estallido de “La Nouvelle Vague”, precursores constantes, de maneras distintas de ver el cine, entenderlo, y hacer uso de él.
La mirada crítica, y de reflexión, sobre los tabúes que la sociedad conserva en su forma de vida, son los tópicos preferidos, pero conservando siempre por detrás, uno en común:
La libertad.
Con todo, queda claro que el registro de sexo explícito, es algo inherente a la naturaleza del cine, que como cualquier arte refleja, finalmente, las inquietudes sociales.
Unas inquietudes que, recientemente, pasan por la ampliación del debate sexual, hacia puntos que hasta hace poco permanecían vetados, u ocultos, aceptados en algunos casos, pero siempre omitidos en sus tentativas difusoras.
Y mientras tanto, los cines para exhibición de películas condicionadas, van cerrando; se clausuran, pues no pueden competir con la oferta infinita de la web; y es cuando “la perversión se privatiza”
Y es quizás, un anuncio de un devenir de la vida de las imágenes.
Curioso heraldo de nuestro tiempo; la pornografía compendia, inesperadamente, los problemas del cine.
Detrás de las erecciones, eyaculaciones, látigos, y orgías, el presente del género pornográfico, es un síntoma de la apropiación capitalista de la imagen.
Pero hay otras versiones, la feminista, por ejemplo; donde se dice que:
“La pornografía, es la subordinación sexual, en términos gráficos de la mujer”
“Je vais vous payer pour me regarder”
(Te pagaré para que me mires)
Anatomie de l'Enfer es una película erótica, del año 2004, escrita y dirigida por Catherine Breillat.
Protagonizada por Amira Casar, Rocco Siffredi, Alexandre Belin, entre otros; y está basada en el libro “Pornocratie” de la misma directora, Catherine Breillat, que inicia con una aclaración, o una advertencia de lo que veremos en ella.
“El cine es una ilusión, y no se basa en la realidad ficticia, ni tampoco en algún suceso, sino en la realidad de la obra en la que está basada.
En ésta película, las partes íntimas femeninas de la protagonista, son de una doble, porque lo que importa no es mostrarnos la intimidad de una actriz, sino la del personaje que interpreta”
Se hace necesario explicar un poco, el concepto del título de la novela.
Con el término “pornocracia” acuñado en el siglo XVI por El Cardenal Caesar Baronius, se conoce una etapa de la historia de La Iglesia Católica, caracterizada por la influencia que, sobre el papado, ejercieron 2 mujeres, y en el que en poco más de 150 años, del 880 al 1046, desfilaron por “El Trono de San Pedro” un total de 48 papas.
Unos años, en los que los papas no eran escogidos en un cónclave, como siglos después se instauró, sino que se compraba y vendía ese puesto, al antojo de 2 cortesanas, que fueron las que manejaron todos los asuntos de cama, y salón vaticana.
La Senadora Theodora, fue amante, madre, abuela, y mentora, de un buen número de papas; lo mismo que su hija Marozia, quienes entre las 2, hicieron y deshicieron en los entresijos del Vaticano, existiendo algunas crónicas que describen la época y el lugar como:
“El Reinado de Las Prostitutas”
Anatomie de l'Enfer inicia en una discoteca gay, con una chica (Amira Casar) perdida en ella, a la que nadie mira, a modo es estar “invisible”; por lo que se va al baño, se abre una vena, y salpica de sangre el vestido blanco que lleva.
Mientras tanto, un hombre gay y misógino (Rocco Siffredi) entra, y le pregunta:
“¿Por qué has hecho esto?”
Y recibe una respuesta lógica:
“Porque soy una mujer”
Así comienza una relación entre ellos, en un pacto donde él se compromete a ir a su casa para mirarla, como “voyeur”, dentro de una habitación estéril, presidida por una cama de bronce…
La directora Catherine Breillat, nos plantea de manera muy clara, la hipótesis que manejará a lo largo del metraje, a través de sus personajes sin nombres, así haciendo que cada género se identifique con cada personaje:
La mujer, está sola en un bar gay, lleno de hombres; ellos bailan juntos como en un ritual exclusivamente masculino; no muy distinto a cualquiera que pueda llevarse a cabo, donde solo estén ellos:
Los hombres, más allá de su preferencia sexual, siguen siendo hombres, por lo que ella siendo muy bella, ni la determinan.
La mujer, invade éste espacio, mediante un acto de violencia, y es así como conoce al hombre, a quien le propondrá que la ayude a redescubrir su feminidad, a la vez que trata de sacar a la luz, las razones del profundo miedo y odio, que el hombre siente hacia la mujer.
El tema esencial de Anatomie de l'Enfer, o la idea de la puesta es:
Un hombre y una mujer, sentados en un cuarto, una alegoría sobre el sexo, donde no hay espacio para el romance.
“Impuissant contre le monde entier”
(Impotente contra todo el mundo)
Las películas de La Breillat, son de lo más interesante que puede verse en el paupérrimo cine actual; ello porque reflejan de manera sintomática, las contradicciones en que se empantana el arte cinematográfico, al encarar la cuestión de la representación de lo sexual.
Esta directora, siempre tiene a la sexualidad, como tema fundamental en su filmografía, pero no de una manera erótica, o pornográfica, sino que nos muestra los factores que afectan a la conducta del ser humano, vistos desde la sexualidad.
Es decir, que nos muestra algo más psicológico que físico, claro que en algunas oportunidades, los desnudos son un fuerte de la historia.
Y en Anatomie de l'Enfer, el actor porno Rocco Siffredi, demuestra que no tiene problema alguno en desnudarse frente a cámaras; diferente a Amira Casar, en la que si bien hay planos de desnudos, se utilizó un doble de cuerpo.
Anatomie de l'Enfer es un film metafórico, que tiene que ver con la intimidad, el deseo, y el distintivo que tenemos los seres humanos.
El erotismo llevado al extremo; y nos hace pensar en nuestra propia sexualidad:
Ella sabe, que al ser él un hombre gay, ella será observada de manera objetiva, y sin prejuicios; pero poco a poco, lo irá involucrando en ese experimento:
Provocándolo, obligándolo a participar más activamente, dejando a un lado, todo prejuicio que él podría haber tenido, de su relación con las mujeres.
Pronto, él se da cuenta que, si continúa una noche más a su lado, ya no podrá escapar de ella, y hace lo necesario para sacarla de su vida.
Desde los diálogos y la simbología, Anatomie de l'Enfer, es una de la película difícil de ver, porque me perdí entre tantas frases seudointelectuales y seudofilosoficas, entre tanta escena explícita, que me da la impresión que Anatomie de l'Enfer no es que la película mala ni buena, sino todo lo contrario…
El personaje de la mujer como individuo, y como representación de su género, intenta definir su identidad, tanto psicológica como sexual, enfrentándose a lo que no es.
Redescubriéndose en la mirada de un hombre, que no puede ser contaminada por el deseo, es una mirada de repulsión, influenciada tanto por la propia moral de la sociedad, como por su condición de homosexual, que no se nota, ni se percibe, pues al “Italian Stallion” no se le ve pluma, y solo se conoce su orientación, porque fue encontrado en un lugar de ambiente... El hombre, ante la propuesta de la mujer, se siente retado, y accede bajo la condición de que ella le pague.
El dinero es poder, y el poder para el hombre, es un elemento cuasi erótico.
Es precisamente, el aferrarse de éste poder, aquello que da paso a la confrontación, y se cuestiona si el verdadero poder está en las manos del que lo recibe, o de aquel que lo otorga.
Así las cosas, durante 4 noches, el hombre deberá visitar a la mujer, para que él la observe, mientras ella se deja ver, mostrándole todo aquello que a él lo aterroriza…
Los encuentros, nos irán mostrando gradualmente, a través de las acciones de los personajes, la visión tan cruda y explícita que la directora tiene, acerca de la sexualidad, y la necesidad de que cada mujer, redescubra la suya, al mismo tiempo que cada hombre la enfrente, sin miedos y tapujos.
Estos miedos, son explicados de manera muy simbólica, y al mejor estilo “freudiano”, pues la mujer es aquella que da vida, a través de la vagina; la misma que en el acto sexual, es la receptora del pene del hombre, y este acto, amenaza con traerlo de vuelta a la matriz.
A través de esta dualidad, entre la vida y la muerte, en un sola acción, es que se justifica el miedo y la violencia, que se manifiesta del hombre hacia la mujer, en la hipótesis que Catherine Breillat plantea en Anatomie de l'Enfer, y la confrontación de ese miedo, es la única manera de poder llegar a la que se convertirá en una nueva expresión, o manifestación del sexo...
Anatomie de l'Enfer es un extraño experimento de la directora francesa, para mostrarnos sobre aquellos secretos que tienen, tanto los hombres como las mujeres, en la sexualidad, y claro, muchos de ellos, son retorcidos, o son algo fuera de foco...
Y qué mejor personaje para que esté en una película de Breillat, como ésta, que Rocco Siffredi, el actor porno más reconocido a nivel mundial, en los últimos 25 años.
Y es que su personaje, un homosexual, es el principal “psicólogo” de una mujer que quiso suicidarse, si no fuera porque este hombre le salvó la vida.
A raíz de ese hecho, ella le confiará un trabajo que quisiera hacer para su vida misma:
Que durante 4 noches, la acompañé en una habitación, y la observe detenidamente, para llegar a descubrir a fondo, lo más oscuro de su sexualidad; como la búsqueda de las más íntimas pasiones sexuales de una mujer, causadas por la atenta, y penetrante mirada de un hombre.
Y es que las mujeres, algunas me imagino, reaccionan ante los estímulos sexuales, de acuerdo a lo que más desean los hombres que las observan.
Así es como vamos viendo una especie de experimento, y atrevimiento de la directora francesa, por mostrarnos esos oscuros secretos sexuales, que todos ocultamos dentro nuestro, y que solo en la intimidad salen a relucir.
Aquellos que en la vida pública muestran recato, y cierto pudor, pero que encerrados en cuatro paredes, pueden convertirse en unas bestias salvajes, sedientas de mucho sexo, poseedores de una variada, y extraña forma de practicar el coito, sin vergüenza, ni miedo.
Es aquello en lo que Breillat le pone énfasis a su historia, en donde la pareja protagonista, de a poco, se va mostrando más cercana, más confiable, y más desenvuelta, para llegar a explorar la sexualidad en su punto más recalcitrante.
Por otra parte, siempre me he preguntado:
Por qué el sexo en el cine, ha de estar delimitado por la palabra “X” y no se incorpora como un elemento más, que forma parte de la vida, y mueve las pasiones humanas, hasta un límite que no podemos parar, y del cual es muy difícil prescindir, aunque la moral reinante, y la hipocresía social, intenten siempre hacer de ello, un tema tabú.
En palabras de la realizadora:
“Anatomie de l'Enfer, va a generar una respuesta llena de odio, porque es sobre aspectos prohibidos de la religión, más del Judaísmo que del Catolicismo.
De hecho, es una versión de La Torá, una ilustración de la sección sobre la mujer.
Leí La Torá luego de filmar, y me di cuenta que este pasaje de La Torá, es la visión opuesta de este mismo tema, palabra por palabra, una ilustración del cuerpo femenino:
La menstruación.
Es sobre la impureza, sobre la sangre.
Por lo que la mujer en Anatomie de l'Enfer representa a Cristo”
Aquello que la mitología bíblica señalaba, como “el castigo que la mujer” tendría que pagar por incitar al hombre al pecado, se convertirá en el vínculo de unión simbólica entre ambos.
“Bebe la sangre de tu enemigo” será la frase clave que marcará un nuevo comienzo para ambos.
La misma directora se refiere al título, “Anatomie de l'Enfer” al explicar que si el infierno tuviera anatomía, sería muy similar a los genitales femeninos, por todo el misterio y el mal asociado a ellos, pero que son inventados totalmente por el hombre.
El sexo entonces, con todas sus implicaciones, ya no implica solamente la diferencia entre ellos, sino que ambos necesitan compenetrarse, para poder comprenderse, el uno al otro.
La mujer, explica el simbolismo de la sangre menstrual a él, la única sangre que se derrama sin la necesidad de una herida, la forma en que es “pura”, por tanto, que cualquier sangre que un hombre pudiera derramar.
Y vemos la escena en que ella se deleita en su apariencia, él cubierto de su sangre, después de que ella ha tenido relaciones sexuales con él, y cuando él vuelve a la habitación vacía, donde una vez yacía, levanta las sábanas manchadas de sangre, como si de elevación en el objeto de la santidad, y su forma es devota, y las sábanas también, pues se ven como una mortaja.
Decir que Anatomie de l'Enfer está llena de referencias “cristianas y crísticas” no es una locura:
Ambos se encontraron en un “Edén” moderno, donde solo hombres habías, y donde al llegar la mujer, se da el cambio radical a la historia.
Notar que ambos van vestidos de blanco a lo largo del metraje, reafirma esta idea…
Por otro lado, también vemos referencias al arte, en los mismos desnudos y en más de una pose de la mujer, como puede ser “La Maja Desnuda” de Francisco Goya.
Además, toda la alusión al sacrificio, tanto de él por su condición gay, tremendamente sexual, como de ella, desde el cortarse las venas, hasta ser arrojada al acantilado, al mar…
Mar del que según “La Teoría de Darwin”, todos venimos de ahí, y que a modo de simbología, el hombre espera que la mujer retorne, todo en plan alegoría, que si se llega a “rizar mucho el rizo” puede que no se llegue a ninguna parte.
Es cierto que Anatomie de l'Enfer tiene escenas explícitamente sexuales, que incomodaron, de lo que estoy seguro que mucha gente encontrará censurables:
Así vemos en un primerísimo plano, como la mujer comparte físicamente con el hombre, la llegada de su menstruación, y la mujer haciéndole un té de tampón… o como el hombre introduce en la vagina de la mujer, una vez donde se notan los fluidos, otra la menstruación, o cuando le mete el mango de un rastrillo, simbolizando el poder del coño...
O escenas aberrantes, de una niña enseñando la vagina a unos niños…
Dice la directora:
“Creo que los artistas, tienen el imperativo de mostrar esas imágenes, porque todas las imágenes de sexo, y cuerpos que vemos, están dañadas por la perversión.
Solo hay un punto de vista sobre el sexo, y es lo pornográfico.
Y creo que ese es solamente, el punto de vista de una pésima industria, y que los artistas tienen la responsabilidad de representar el sexo, desde otro punto de vista.
Es por eso que yo tengo que dirigir, y lo que debo hacer es, mostrar imágenes que no son mostrables.
Creo que la visión del sexo, es tan terrible para los puritanos, porque el sexo pertenece a la intimidad, y la intimidad pertenece a lo individual, y no es algo que pertenezca al infierno, al miedo colectivo.
El Infierno, tiene una anatomía, y es el cuerpo de una mujer”
Como curiosidad, cuenta la directora, que no pudo encontrar a una actriz que pudiera tener sexo explícito con Rocco Siffredi, ninguna.
Todas se negaron, tal vez porque vivimos en una época muy represiva.
Por su parte, el actor porno, Rocco Siffredi es mostrado en todo su esplendor, y ha demostrado no solamente, tener un enorme talento para las escenas de sexo explícitas, sino que a la hora de actuar, también se defiende, sobre todo, tiene una mirada que interesa.
En palabras de la directora francesa:
“Siffredi se convirtió en actor pues, como él mismo dice, “en el porno no se actúa”, se tiene sexo para que los hombres se masturben”, mientras que en la ficción, se interpreta para que la gente se pueda proyectar en los personajes que ve en la pantalla”
Breillat, no sólo hizo actor serio a Rocco Siffredi, sino que lo convirtió en un fetiche.
“Es el único actor, con el que he repetido colaboración, porque yo, que como mujer siempre he tenido dificultades para trabajar con hombres, a él lo considero material en bruto, al que puedo modelar, pues no ha de demostrarme su masculinidad en cada momento, como hacen los demás actores”
A pesar de ser una estrella del porno en la vida real, y ser muy liberal en sus tendencias sexuales, sobre el asunto gay, aparentemente, fue un paso demasiado lejos para el italiano”
“Cela pourrait aller mieux avec des crumpets”
(Esto podría ser mejor con pasta)
La directora y escritora Catherine Breillat, ha realizado un cine muy personal, basado en retratos de mujeres y que, en su opinión:
“Es mucho menos acorde con la moral dominante que el porno”
Un cine que, pese a contener en muchos casos sexo explícito, no asimila a la pornografía, sino a la “pornocracia”, un concepto que viene de los griegos, y que consiste en que la mujer ejerza el poder, a través de su papel de cortesana, pero no en el sentido de prostituta, sino en el de seductora.
Con su obra, que oscila entre la transgresión y una provocación que ella misma considera “inocente”, la directora francesa espera que las mujeres “se vean reflejadas” en los personajes que crea.

“Cet océan, comme une femme, pourrait vous engloutir et vous disparaissez dans ses reins...”
(Este océano, como una mujer, podría asolarte, y hacerte desvanecer en sus lomos...)



Comentarios

Entradas populares