Festen

“Fordi din ikke godt for noget andet”
(Porque no servías para nadas más)

De igual manera, casos como el de Josef Fritzl, quien encerró a su hija en un sótano de 1984 a 2008, abusando sexualmente de ella, desde la edad de 11 años, y durante su cautiverio, ella dio a luz a 7 hijos, e inclusive, tuvo una pareja de gemelos, uno de los cuales murió poco después de nacer, y fue incinerado por el propio progenitor; indican que lejos de ser mitos, las explicaciones del psicoanálisis, arrojan luz sobre estructuras inherentes a nuestra constitución psíquica, capaces de aparecer en la realidad en sus formas más extremas.
Aunque sabemos de la inmediata condena dirigida por nuestras sociedades, a casos de abuso de menores, e incesto, sabemos también, que son realidades que se ocultan.
En las sociedades actuales, el cuerpo del niño, a pesar de ser tabú y prohibición primordial, o precisamente por ello, es objeto de goce:
La trata de menores ocurre en el subsuelo, en el vecindario de Josef Fritzl, nunca nadie pareció darse cuenta de la terrible situación, igualmente la violación a un menor se esconde, se calla.
Un documento famoso por abordar el tema de la seducción y el abuso sexual de niños, es:
“Confusión de Lengua entre Los Adultos y El Niño” (1932) de Sandor Ferenczi.
Sigmund Freud, intentó convencer a Ferenczi, de no dar a conocer su escrito, pues lo consideró un retroceso, con respecto al abandono de “La Teoría de La Seducción”
En cierta medida, parece que Ferenczi da una mayor importancia al trauma real de un abuso, que a la fantasía de una seducción:
“Nunca se insistirá bastante, sobre la importancia del traumatismo, y en particular, el traumatismo sexual, como factor patógeno.
Incluso, los niños de familias honorables, de tradición puritana, son víctimas de violencias, y de violaciones mucho más a menudo de lo que se cree” dijo Ferenczi.
Y más adelante continúa:
“La objeción de que se trata de fantasías de los niños, es decir, de mentiras histéricas, pierde toda su fuerza, al saber la cantidad de pacientes que confiesan en el análisis, sus propias culpas sobre los niños”, agrega.
Es en 1897, cuando Freud abandona “La Teoría de La Seducción”, pues sabe que no es posible hallar para toda neurosis, un rastro concreto de abuso, o seducción.
Ya en una carta a Fliess, del 6 de abril, le informa de un elemento nuevo como fuente de la histeria, le habla de “las fantasías histéricas, que por lo general se remontan a las cosas que los niños oyeron en época temprana, y sólo con posterioridad entendieron”
Quien ha vivido un trauma, se somete o se libera de su historia, utilizándola.
Esa es su disyuntiva:
O se ve obligado a repetir, o forzado a liberarse.
Cuando el entorno impide reorganizar la memoria, los sujetos se ven aprisionados por el pasado.
Freud pensaba que, los gérmenes del sufrimiento surgido en la edad adulta, habían sido sembrados durante la infancia.
Hoy es preciso añadir que, la forma en que el entorno familiar y cultural habla de la herida, puede atenuar el sufrimiento o agravarlo, en función del relato envuelva al hombre magullado.
¿Cuántos cierran los ojos, y vuelven la cara, cuando tienen la verdad delante, y se niegan a verla?
“Da min far tage et bad”
(Cuando mi padre toma un baño)
Festen es un drama danés, escrita y dirigida por Thomas Vinterberg, en el año de 1998.
Protagonizada por Henning Moritzen, Ulrich Thomsen, Thomas Bo Larsen, Birthe Neumann, Trine Dyrholm, Paprika Steen, Helle Dolleris, entre otros.
El guión es de Thomas Vinterberg y Mogens Rukov, sobre las turbias relaciones entre los miembros de una familia.
Festen, forma parte de un movimiento cultural cinematográfico, que se creó en Dinamarca en 1995, denominado “DOGME 95”
Su objetivo, era crear películas simples y sencillas de elaborar, en cuanto a medios, y sin modificaciones en la post-producción, poniendo como objetivo principal, la descripción de la realidad, lo más fielmente posible.
Festen es célebre, entre otras cosas, por haber sido la primera película del movimiento, bajo el título “DOGME #1 – Festen”; y una de las mejores, si no la mejor dentro del mismo movimiento.
Festen fue nominada al Globo de Oro a la mejor película extranjera; asimismo, se llevó El Premio Especial del Jurado, en El Festival Internacional de Cine de Cannes.
Thomas Vinterberg, uno de los integrantes del grupo DOGME, junto a los directores daneses Lars von Trier, Kristian Levring, y Soren Kragh-Jacobsen; nos deja asombrados, con cómo nos cuenta una historia con ribetes macabros, con un humor negro hilarante, complejo de comprender, y con escenas que nos empujan al desfiladero de la abstracción, y el quiebre de significaciones.
Vinterberg consigue darnos una celebración cruda, tensa, al límite, y así, apoderarse de las emociones más desagradables, que el ser humano puede llegar a manejar.
El tema de Festen es en resumen, una serie de circunstancias críticas, que se presentan en una familia, Los Klingenfeldt, una familia de la alta burguesía danesa, cuando, en plena fiesta de celebración del sexagésimo cumpleaños del padre, el respetado empresario y patriarca, Helge (Henning Moritzen); el mayor de sus hijos, Christian (Ulrich Thomsen) revela, al brindar en la cena en su honor, en un hotel propiedad de la familia, las verdades que permanecieron ocultas durante muchos años:
El padre abusó sexualmente de él, y de su hermana gemela, Linda, quien recientemente se quitó la vida allí mismo, en el hotel.
Por supuesto, la revelación causa conmoción entre los asistentes, todos familiares:
La esposa del festejado, Else (Birthe Neumann), su hija Helene (Paprika Steen), su otro hijo, Michael (Thomas Bo Larsen), y los muchos invitados.
Antes de la cena, Helene había encontrado la nota suicida de Linda, pero la escondió.
La familia y los amigos niegan en un principio las acusaciones, la consideran una broma, parte de la imaginación de Christian, y la tildan de absurda.
En su turno, Else alaba a su vez a sus hijos, y acusa a Christian de tener una “imaginación desbordante cuando niño”, y le pide que se disculpe.
En respuesta, Christian la acusa a ella, de haber interrumpido a Helge, durante una violación… por lo que Michael expulsa a Christian del lugar.
Al final, las acusaciones de Christian, se confirman cuando Helene lee la nota suicida de Linda, quien aseguraba que había comenzado a tener sueños, en los que su padre la hostigaba, lo que la llevó al suicidio.
Helge admite entonces el abuso, y dice que fue lo único para lo que servía Christian...
A la mañana siguiente, Helge reconoce sus actos, y la destrucción de la familia.
Michael lo expulsa de la mesa, y señala que debe irse, “para que todos puedan desayunar”
Festen es una historia que gira alrededor de algo no presente, la hermana fallecida, y su carta de despedida, pero que se convierte en el gran desencadenante, que va palpando emociones muy duras, convirtiéndolo en un magnífico análisis realista, sobre la falsedad “esnob” y racista, partiendo en mil pedazos a la clase alta, y transformando el glamour, en altanería barata.
Festen es una película imprescindible, que desmitifica de forma despiadada, el eterno tópico de la familia feliz, y una vez que lo ha conseguido, intenta proporcionar un pasaje para una vida mejor, a los que siguen luchando por mantenerse a flote.
“Hvor skal du vil være væk, kære kristen?”
(¿A dónde te habrás ido, querido Christian?)
Festen es la primera película del movimiento DOGME 95, iniciado por Thomas Vinterberg, su director, y Lars von Trier, en el cual, sigue los postulados de sobriedad propuestos por el movimiento, lo que implica prescindir de escenografías, musicalización, efectos especiales, flashbacks, la apelación a un género cinematográfico, entre otros recursos.
Así pues, la iluminación es natural, o de ambiente, durante todo el metraje.
Esto produce, en las escenas de interiores cercanas a la tarde/noche, en donde la luz es insuficiente para la película de la cámara, una estética lúgubre, que en este caso, potencia el drama del relato.
El color está compuesto por bajos contrastes, y tonos desaturados, homogeneizando a todos los individuos, volviéndolos cómplices de todo lo que sucede.
La cámara en mano, está vinculada al formato documental, que se asocia directamente con “lo verdadero” y lo “real”, pero es necesario aclarar que, en Festen, la cámara en mano a su vez es expresiva, a tal punto que rompe su vínculo con lo natural, dado sus movimientos bruscos y veloces.
Al inicio de Festen, encontramos el certificado que nos indica que nos enfrentaremos a esa realidad humana, que en esta oportunidad, ocurre en una celebración de cumpleaños.
Se nos presenta un tema crudo, el de una familia, en la cual el padre viola a sus hijos, situación que permanece como secreto cercado en una familia burguesa, marcada por el reciente suicidio de una hija.
Las razones que da Linda para su suicidio, es que su padre vuelve a violarla, ahora en sus sueños, pero la fuerza del evento es tan dura, como lo había sido en la realidad; no le queda otra salida que quitarse la vida, para escapar de su agresor, y a la vez, quitársela al padre introyectado, que sigue abusando de ella.
En Linda, a pesar del tiempo, sigue actuando esa sobrecarga de estímulos sin ligadura, producto del abuso sexual, y del incesto, hechos realidad.
La temática es fuerte, y el momento en que Christian da su primer discurso, y revela el secreto, es sorprendente, impresionante, una escena tensa e incómoda, en la que los demás personajes, a excepción de Christian, se quedan estupefactos, así como el espectador.
A partir de ahí, se da un duelo de discursos, repletos de tensión entre los personajes, que va subiendo cada vez más en gravedad.
Es interesante, por ejemplo, como la madre de Christian, trata de ningunearle, indicando que este siempre fue imaginativo, e inventó cosas, con una ambigüedad única, que no sabemos si ella está realmente al tanto de las revelaciones, y se cree realmente lo que está diciendo, o tal vez sabe y, como ya es su costumbre, se limita a sonreír con una máscara constante.
El personaje de Michelle, uno de los hermanos, con toda su antipatía y racismo, al final, logra cierta conexión con el espectador, ya que logramos entender su frustración, y la necesidad de aprobación de su padre; así también como su insistencia en defenderlo.
La sugestión de una relación incestuosa entre Michelle y Helene perturba, pero no llega a molestar, esto es otro logro del guión, que está repleto de sutilezas.
Lógicamente, el personaje más complejo entre los hermanos, es Helene, quien aún se muestra muy afectada por la muerte de su hermana, y cuya sensibilidad en muchos momentos, se contrapone a su determinación.
Por otro lado, aparecen personajes como el cocinero de la familia, y otros que no se cierran, quedamos sin conocerlos, y pasan poco de lo meramente funcional.
Los hermanos:
Christian, Helene, Michael, y Linda, son los 4 hijos de Los Klingenfeldt, que cuando se reúnen para la celebración, se tratan como si fueran unos niños...
Y encaran, cada cual a su modo, un mismo drama.
En psicología, se suele hablar de que, frente a un trauma, un hecho que produce miedo, y que pone la vida en peligro; se puede reaccionar de diferentes maneras.
Se puede desatar un mecanismo de negación, o introyección:
Lo que se vive, no ha ocurrido, y entonces se oculta, se niega.
Helene no acepta en un principio, la declaración de su hermano Christian, de igual modo que ha escondido la carta de su hermana Linda, la gemela suicida; en el tubo de pastillas.
La neurosis, la drogadicción, el alcoholismo, encierran mecanismos de negación de una situación que nos produce tanto dolor, que no podemos afrontarla.
Se puede reaccionar atacando.
Desatar la violencia contra todo, y contra todos.
Eso es lo que hace Michael.
Su violencia nos desconcierta desde los primeros instantes.
De hecho, su comportamiento es al mismo tiempo, la causa de que el padre no lo haya invitado a la fiesta, tanto como de que posteriormente lo quiera promocionar, apoyándole para que entre en la masonería...
Christian parece el niño bueno, el rubio candoroso, aquel a quien los padres aceptan como su buen hijo.
Christian ha vivido anestesiado, seguramente medicado, y recluido en instituciones para enfermos mentales.
Sin embargo, es la muerte de su hermana gemela, Linda, la que por fin le da fuerzas para enfrentar la verdad profunda, por muy dolorosa que esta sea.
La más dolorosa misión es confrontar al padre.
Poner en evidencia los errores, los abusos, las indignidades de vida de nuestros padres, es lo más doloroso, y al mismo tiempo, lo más liberador.
Sólo cuando el dolor se hace tan agudo, que se está dispuesto a perderlo todo, incluso la vida, que se ha tornado ya, una carga demasiado pesada, se puede trascender dicho dolor, enfrentándolo, y atravesándolo.
El cocinero Kim (Bjarne Henriksen), amigo y compinche de la infancia de Christian, representa al proletariado que se subleva ante el poder dominante.
Kim motiva la caída de Helge, desea el fin del régimen de la alta burguesía, de su patrón.
El servicio, toma cartas en el asunto, haciendo las veces de pueblo indignado, muy a colación de lo que vivimos en nuestros días, apoyando una justa revolución.
Pero, como ha terminado ocurriendo en nuestro entorno más cercano, parecía que su acción, iba a tener una repercusión mucho mayor, que la que finalmente tiene.
Y es que, quien ostenta el poder, requiere de una reincidencia abusiva, para ser abandonado por sus fieles.
En la comida, aparece otra figura paterna, que mediante la palabra se autodescribe.
En este caso, es el padre de Helge, que comenta sádicamente, como su hijo de pequeño, se introdujo una papa por el ano...
Helge no puede enfrentar a su padre, y todos se burlan de él.
Con esto, el director evidentemente quiere dar “pequeños porqués” a la estructura perversa de Helge.
En el discurso materno, Else expone todo su narcisismo y desprecio hacia sus hijos.
Conoce poco de ellos, y con eso le alcanza.
Intenta a su vez, quitarle valor a la palabra de Christian, y aquí podemos encontrar una similitud, pero con visión hacia el pasado, con El Mito de Casandra, en donde sus palabras, no son tenidas en cuenta por la maldición que obtuvo, por traicionar a Apolo, en este caso la “traición” sucede entre la familia.
Pese a esto, Christian enfrenta a Edipo, y hace evidente la complicidad de su madre, en el abuso de los mellizos.
Finalmente, Michael, nuevamente responde al deseo del espectador, y le pide a su padre que abandone la mesa, respondiendo este rápidamente.
La mujer “narciso”, con tal de sostener su status y dignidad social, decide quedarse en la mesa, y no acompañar a su marido en el exilio.
Y esta es la realidad, la experiencia humana no se vive, y se sufre en grandes eventos, sino en la intimidad del hogar, en el interior de nosotros mismos.
Allí, donde habitan los ángeles y demonios, donde conviven el abusador incestuoso, y el hombre de negocios; la madre abnegada y cómplice interesada; la hermana inteligente, pero poco hábil socialmente; un hermano incapaz y agresivo, pero futuro heredero; otro hermano exitoso y galán, pero con un trauma innombrable por años; y una hermana omnipresente, y suicida.
Con Festen, Vinterberg destapa toda la hipocresía de una familia, y sus miserias humanas más abyectas, haciendo con ello, una crítica feroz de una clase social, e indirectamente, de toda la sUciedad, pues también intervienen empleados, como personajes ajenos a la misma.
Vinterberg demuestra ser un excelente guionista, y narrador con la cámara, aprovechando el DOGME, para realizar algún que otro juego visual interesante:
Al comenzar, sobre los créditos, vemos papel y texto debajo del agua…
Aquí nos están presentando, 2 símbolos importantes para el relato:
La palabra y el agua, a modo de purificación y muerte.
Toma como motivo  alegórico el agua, ya que varios hechos tienen que ver con este elemento:
Festen abre con el agua, que ocupa todo el plano en desenfoque, el suicidio de la hermana ocurre en una bañera, el secreto que tiene que ver con el padre, es en el baño; Christian bebe y pide agua en varios momentos en el banquete; y tal vez, la indicación más clara, en una secuencia que muestra a los 3 hermanos en paralelo, el clímax se da con un vaso de agua que cae al suelo, y se rompe; mientras uno de los personajes se está duchando, indicando que ha llegado el momento de las revelaciones.
Así, el agua funciona como metáfora de la purificación, ya que estos personajes buscan limpiarse de los hechos pasados, y renacer.
La palabra hablada y escrita, por otro lado, aparece como una fuerte necesidad, como única vía de escape, al caos espiritual y psíquico de los personajes.
Esta vía, aparentemente, Linda la busco intentando llamar a su hermano Christian, como enuncia en su carta, acto que no pudo concretar, ya que él se encontraba trabajando.
Al no hablar con su gemelo, ella no pudo exteriorizar su angustia, anular su “secreto patógeno”
La palabra hablada, también se representa mediante el sonido del teléfono...
Si el teléfono suena, es porque del otro lado, alguien quiere, o desea hablarte.
En el comienzo, junto con la primera imagen, lo que primero se oye, es el sonido del celular, de Christian.
En esta conversación, que estable con una persona, el confiesa que volver “será un shock”, y que será imposible volver a vivir allí.
Texto que, sin duda alguna, prepara muy sutilmente al espectador atento, para lo que vendrá.
Lastimosamente, por las limitaciones del DOGME, el elemento “agua” no pudo ser explotado en todo su potencial…
Llama la atención, desde una perspectiva, la frialdad de los personajes en condiciones normales, no tomados, y su capacidad para mantener las formas, durante años, a pesar de los hechos tan graves y espeluznantes que viven lo que describe, también la idiosincrasia de estos pueblos sajones del norte de Europa, tan diferentes de los pueblos latinos, con caracteres más expresivos y pasionales.
Como negativo; es lo irónico es que el estilo DOGME, realmente no le favorece, más bien, distrae por momentos, y los movimientos de cámara, llegan a ser muy brutos, por más que la cámara en mano, y la idea de generar tensión, sea el criterio, se podría haber optado por más prolijidad, pero así no lo quiso Vinterberg, y por suerte, los personajes y la historia, son mucho más fuertes, y lo dejamos pasar.
Resulta extraño que a Christian le aten a un árbol, tras darle una paliza, y aparece al rato impoluto, camisa blanca, sin sangre, como sacada de la lavandería...
¿Qué pasa con los niños en Festen?
Se les ve al llegar, y al irse, pero mientras, como es incómodo para el director, tratar ciertos temas con niños delante... pues estos desaparecen.
¿Esto es DOGME también?
Una cosa más:
¿Por qué se sobrevuelan tantos temas, sino se van a desarrollar?
La violencia doméstica, el racismo, la homosexualidad de una invitada que manosea a la sirvienta, sin saberse bien, a cuento de qué aparecen esas escenas; hasta la masonería aparece, y después desaparece…
¿O el tema central fue la hipocresía, las perversiones, la alta burguesía, la frialdad de los nórdicos?
¿Qué se celebra entonces, con esta celebración?
La verdadera “celebración” se da cuando los fantasmas salen, y se abre “La Caja de Pandora”
Y no festejan las grandes personalidades, sino el personal de servicio, que siempre “estuvo dentro, que siempre supo todo”, sumado a aquellos miembros de la familia que se liberaron de la carga del pasado.
Esta es una posible conclusión:
El enfrentar la realidad personal e íntima, aunque pueda ser prohibida, conlleva un estado consecuente de bienestar y libertad.
“Jeg vil have dig i nærheden af mig”
(Quiero tenerte cerca de mí)
Festen es una magnifica terapia, por su capacidad de sacar nuestras emociones más profundas y negativas, por enfrentarnos a nuestros miedos afectivos, y provocarnos una intensa catarsis emocional.
Lo que pone en juego Festen, es la fuerza que es necesaria ponerle a la herida, al trauma, y al dolor que nos ha causado para reparar el daño, y restablecer el orden.
Hay una relación que los humanos somos capaces de establecer con los recuerdos, a través de nuestra memoria, que es el sustrato que configura el relato.
Sin ese acceso epistemológico al pasado, estaríamos prisioneros del presente, sin tener opción de reconfigurar lo que está roto por el trauma.
Para salir de esa cárcel, el hombre necesita memorias y recuerdos, que otorguen sentido a las cosas.
Aunque podamos recordar lo que pasó, no nos es posible influir en ello.
Por eso es que necesitamos hacer uso de nuestra capacidad de imaginar, para dominar el tiempo, para “dar zancadas de siete leguas, y huir del castillo del ogro”
Desentrañar el sentido de la memoria, de las imágenes del pasado, aunque no existan, como el sofá verde o como Linda, desmenuzar el sentido de los acontecimientos.
Sin embargo, todo relato no está completo, hasta que no ponemos el punto final.
Y eso es lo que más trabajo le va a costar a Christian… y de eso trata Festen, de cómo configurar un relato, suficientemente consistente, que permita deshacer años de mentira, de violencia, y de terror psíquico.
De cómo reconectar con un ámbito suficientemente amable y amoroso, que haga del relato, un cimiento sobre el que poder construir la vida subsiguiente, y seguir adelante.
De dicha reorganización, se encarga el relato en Festen, de la resistencia, la fuerza, y el coraje necesarios, que se exigen para acometer, como hace Christian, la tarea de contar y/o de sanar las heridas, y los traumas.
Elegimos muchas veces, esconder la realidad, ocuparnos para no pensar, para no afrontar, y no tener que decidir.
Otras veces ocurre de forma automática, como medio de supervivencia de nuestro propio cuerpo.
Pero de fondo, vamos acumulando una alteración, oculta por, y para nosotros.
Y en este punto, un estímulo inesperado, puede provocar que este trauma que existe, visible o no, salga de la forma menos favorable para nuestro bienestar.
En el caso de Festen, no se trata ni siquiera, de sentir miedo por una repetición de sucesos pasados, sino peor aún, acostumbrarse a la normalización de lo monstruoso, a no sentir “mucho” ante eso.

“Er det min skyld at få børn, så mangler i talent?”
(¿Es culpa mía, tener hijos tan faltos de talento?)



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