Good Night, and Good Luck.

“This might just do nobody any good”

Es impresionante como se puede mal educar y manipular a una sociedad en calumnias estúpidas, y todavía, tener la suficiente astucia, para hacer creer a los ciudadanos, que viven en la democracia más sana de occidente, y el país más libre del mundo.
Posterior a La Segunda Guerra Mundial, y con la victoria de Los Aliados, la tendencia global, se decantó por un mundo bipolar con 2 claras superpotencias:
Estados Unidos y la URSS.
En ese contexto, la batalla ideológica, generó un efecto dominó, en el que la ganancia de un país para alguno de los 2 bandos, implicaba por supuesto, una pérdida para el otro bando.
Así surgió entonces La Guerra Fría, como una confrontación indirecta, en la que cualquier incidente, tensionaba el ambiente, y se incrementaba el temor del estallido de La Tercera Guerra Mundial, con la conflagración nuclear que esto conllevaría.
En ese momento histórico, el temor se convirtió en el combustible que permitió a líderes políticos, como El Senador Joseph McCarthy, generar el suficiente pánico moral, para que la sociedad percibiera al comunismo, como una amenaza que debía ser erradicada, sin ningún tipo de consideración.
Es así que, bajo la tutela de McCarthy, el gobierno empezó a investigar, y perseguir a personas sospechosas de ser comunistas, simpatizantes, o agentes de La Unión Soviética.
Dichas investigaciones, alcanzaron varios estamentos de la sociedad, y posteriormente, las investigaciones arrojaron que, efectivamente, algunos de los investigados, pertenecían a asociaciones comunistas.
Sin embargo, el frenesí exagerado con el que se persiguió a los implicados, limitando, o suspendiendo los derechos fundamentales de cada individuo, bajo el pretexto de salvaguardar la seguridad nacional, desencadenó el denominado “Red Scare” o “Miedo Rojo”, repitiendo el fenómeno de “La Cacería de Brujas”
Es en ese contexto histórico, personas como Arthur Miller y Edward R. “Ed” Murrow, se enfrentaron y denunciaron la situación imperante, y las injusticias que se estaban cometiendo.
Por su parte, Miller escribe la obra “The Crucible” como alegoría de la situación del momento, en la que denuncia implícitamente, la cruzada anticomunista que tenía características similares a las de los hechos acontecidos en Salem.
De otro lado, Murrow, hace frente al pánico moral generado por McCarthy y su equipo, denunció explícitamente, lo incorrecto de sus estrategias, y métodos maquiavélicos.
Surge entonces, el enfrentamiento entre McCarthy y Murrow, en el que este último, es falsamente acusado de pertenecer a asociaciones comunistas.
Utilizando entonces, la plataforma del programa, Murrow reta al senador, y desarma las supuestas pruebas que confirmarían su afiliación comunista.
“In A Nation Terrorized By Its Own Government, One Man Dared to Tell The Truth”
Good Night, and Good Luck. es un drama dirigido en 2005, por George Clooney.
Protagonizado por David Strathairn, George Clooney, Robert Downey Jr., Jeff Daniels, Frank Langella, Patricia Clarkson, Thomas McCarthy, Matt Ross, Tate Donovan, Ray Wise, Alex Borstein, Grant Heslov, Robert Knepper, entre otros.
El guión es de George Clooney y Grant Heslov, ambientado en los Estados Unidos de los años 50, que narra con hechos reales, el enfrentamiento que mantuvieron el famoso periodista de la CBS, Edward R. Murrow, junto con su productor, Fred Friendly; contra el senador Joseph McCarthy, hecho que determinó el final de “La Caza de Brujas”, la cual fue etapa más dura del Comité de Actividades Antiamericanas, promovido por el senador McCarthy, que veía comunistas por todas partes.
Multitud de personas, fueron procesadas y juzgadas, muchas veces, sin pruebas; funcionarios públicos perdían su empleo; directores y guionistas de Hollywood, acusados por sus propios compañeros, eran incluidos en las tristemente célebres “listas negras”, algo que les impedía trabajar; y que generaron una auténtica convulsión entre los profesionales del mundo del cine de la época, arruinando carreras, y dando el pasaporte forzoso para Europa, a autores como:
Joseph Losey o Jules Dassin, aunque otros, al parecer, optaron por la delación, y el pseudónimo.
Por su parte, Edward R. Murrow, nacido como Egbert Roscoe Murrow, fue un periodista estadounidense, que trabajó como locutor de noticias en la CBS, para radio y televisión; que alcanzó la fama como locutor de radio durante La Segunda Guerra Mundial.
Sus transmisiones, eran seguidas por millones de oyentes en los Estados Unidos.
Los principales historiadores del período, lo consideran una de las grandes figuras del periodismo de su tiempo.
Murrow, contrató a un equipo de corresponsales de guerra, de gran altura, y se caracterizó por su honradez e integridad, a la hora de difundir las noticias.
Siendo uno de los pioneros de la televisión; produjo una serie de reportajes que lo enfrentaron con el senador Joseph McCarthy.
Al final de sus días, Murrow dejó la CBS en 1961, cuando El Presidente John F. Kennedy, le nombró Jefe de La Agencia de Información de EEUU, un cargo que mantuvo hasta 1964.
El 27 de abril de 1965, Murrow murió de cáncer en los pulmones, en New York.
Por su parte, McCarthy era intocable, hasta el momento en que Murrow se cruzó en su camino.
Fue uno de aquellos grandes momentos, en los que realmente se tuvo que ser valiente.
Lo que le inspiró el proyecto de narrar una de las más importantes convulsiones políticas, en toda la historia de los EEUU, fue la fascinación del realizador, por el célebre periodista televisivo, Edward R. Murrow; de hecho, el propio padre de Clooney; Nick Clooney, había sido presentador de noticias durante 30 años, y Murrow, fue un héroe en la familia, el hombre que todo periodista de informativos, aspira a ser.
El título “Good Night, and Good Luck.” hace referencia a la frase que Murrow utilizaba para despedir sus programas.
Cabe señalar que Good Night, and Good Luck., no es una película sobre el “macartismo”; es una película sobre semiótica, periodismo, propaganda, y “mass media”
Es una película sobre la fuerza de los medios de comunicación, sobre “el cuarto poder”, y sobre su responsabilidad ética, para con la sociedad.
Fue una sorpresa, que en los negros años del gobierno de George W. Bush, se hiciera en Hollywood, tan liberal como Good Night, and Good Luck., pero, claro, fue la excepción a la regla.
Good Night, and Good Luck. tuvo un presupuesto $7 millones, y generó por venta de taquillas, la cantidad de $54,6 millones, además, obtuvo 6 nominaciones al Oscar:
Mejor película, director, actor (David Strathairn), fotografía, guión original, y dirección artística.
Good Night, and Good Luck. se rodó en color, en escalas de grises, y en postproducción, se cambió al blanco y negro, para dotarla de mayor verosimilitud, para que no hubiera contrastes con las imágenes de archivo, en las que vemos a McCarthy, soltando sus discursos.
La acción transcurre íntegramente, dentro de los estudios donde se hace el programa, y es ahí dentro donde se libran las batallas, y se ponen las cartas sobre la mesa.
En donde los directivos han de decidir, si chantajeados por el miedo, y por posibles represalias, han de ceder a las presiones del entorno de McCarthy, censurando aquellas noticias que cuestionen las actitudes, y las formas del senador.
Good Night, and Good Luck. tiene lugar en los antiguos estudios de TV de la CBS, entre 1953 y 1954, durante “La Caza de Brujas”, en los primeros tiempos del periodismo televisivo de difusión.
Edward R. Murrow (David Strathairn), y su dedicado personal, encabezado por su coproductor, Fred W. Friendly (George Clooney), y el periodista Joseph Wershba (Robert Downey, Jr.), en la sala de noticias de la CBS; desafían las presiones corporativas, y patrocinios, y desacreditan las tácticas utilizadas por Joseph McCarthy, durante su cruzada para acabar con elementos comunistas en el gobierno.
El conflicto inicia cuando Murrow, primero defiende a Milo Radulovich, que se enfrenta a la separación de La Fuerza Aérea de los Estados Unidos, debido a la tendencia política de su hermana, y porque su padre, está suscrito a un periódico serbio.
Una pelea muy pública, se desarrolla cuando McCarthy responde, acusando a Murrow, de ser comunista; y de haber sido miembro del Sindicato de Trabajadores Industriales, que Murrow afirmaba como falso.
En este clima de miedo y represalia, el equipo de la CBS continúa, y su tenacidad causa en última instancia, un golpe histórico contra McCarthy.
El material histórico, muestra también el cuestionamiento de Annie Lee Moss, una trabajadora de la comunicación del Pentágono, acusada de ser comunista, basándose en que su nombre, aparece en una lista de vista, por un infiltrado del FBI, en el Partido Comunista de los Estados Unidos.
Good Night, and Good Luck. incluye a Joseph y Shirley Wershba (Patricia Clarkson), el personal de recién casados, teniendo que ocultar su matrimonio, para salvar sus puestos de trabajo en la CBS; así como el suicidio de Don Hollenbeck (Ray Wise), que había sido acusado de ser simpatizante de los comunistas.
Good Night, and Good Luck. se enmarca en el rendimiento del discurso pronunciado por Murrow, a La Asociación de Directores de Radio y Noticias de Televisión, en 1958, en el que Murrow amonesta severamente a su audiencia, a no desperdiciar el potencial de la televisión para informar y educar al público.
Al final, la credibilidad del Senador McCarthy fue minando, y si bien, no es exclusiva la intervención de Murrow en su posterior aislamiento, si fue un elemento decisivo, al mostrar el fanatismo del Senador, y el deterioro de su imagen, ante la opinión pública.
Toda Good Night, and Good Luck., gira en torno al carácter de Murrow.
Se establece un discurso que, trascendiendo el conflicto político, y la cinematográficamente trillada “Caza de Brujas”, reflexiona sobre la ética en el periodismo, y las funciones del entonces “nuevo medio televisivo”
Murrow proponía utilizarlo, como instrumento formativo e ilustrativo, pues auguraba correctamente, que se convertiría en una excusa de aislamiento social, entretenimiento inerte, y una fuente de falsa sensación de bienestar.
Por otro lado, el gobierno disponía al fin, de un francotirador en cada casa.
Con balas de colores, desviaría la atención de asuntos sociales de más peso.
Es curioso, cómo la manipulación televisiva, ha pasado del truco del ilusionista que te hace mirar la mano falsa a, actualmente, enseñarte directamente las cartas, con la retransmisión en directo de los conflictos bélicos imperantes.
“I've searched my conscience, and I can't for the life of me find any justification for this, and I simply cannot accept that there are on every story two equal and logical sides to an argument”
Good Night, and Good Luck. es una dura crítica a los Estados Unidos, y su época más oscura, cuando el país se convirtió en una dictadura oculta y consentida; pues tiene un mensaje para nada disimulado, detrás de aquella evocación histórica.
Referirse a las violaciones contra Los Derechos Humanos, erróneamente justificados como acciones “para salvaguardar la seguridad nacional”, es algo que lamentablemente, no sólo acontecía en los Estados Unidos de inicios de La Guerra Fría.
George Clooney, personaje reconocido por su rechazo a La Guerra en Irak, y a las demás políticas posteriores a los atentados del 9/11, de la entonces administración G.W. Bush, encuentra una ingeniosa forma de evocar al pasado inmediato de la superpotencia, para empujar a las masas cinéfilas, a una reflexión sobre su convulsionado presente.
Estamos en los años 50:
Los Estados Unidos son, por excelencia, “el país de las libertades”
Libertades refrendadas y protegidas por la división de poderes.
En un poder en concreto, el legislativo, recae el punto de mira de Good Night, and Good Luck.
Y es que está bien investigar antes de legislar, claro, pero no tiene acomodo democrático, la persecución política indiscriminada.
Esta fue la práctica más habitual de Joseph McCarthy, Senador Republicano por Wisconsin que, en pleno apogeo de La Guerra Fría, lanzó una feroz campaña anticomunista, a lo largo y ancho de los Estados Unidos.
Su figura, no ha pasado a la historia, como un modelo de civismo; es más, se puede tildar sin tapujos al “macartismo” como una conducta infame, y vergonzosa.
La paranoia comunista, siempre presente en territorio estadounidense, nunca jamás volvió a alcanzar las dimensiones de aquel tiempo.
Cuando Edward R. Murrow decide plantar cara a los métodos del Senador McCarthy, totalmente ajenos a las prácticas democráticas, con acusaciones no demostradas, y sentencias sin juicio previo; lo realmente importante, es que tras ese primer programa, las llamadas a favor de Murrow, fueron 10 contra 1.
Y sin necesidad de mostrar a un sólo espectador, Clooney es capaz de dejar clara la reacción de un país, ante unas prácticas gubernamentales, contrarias a los principios democráticos, y a las libertades civiles.
Porque, y esto es importante, Murrow no ataca las bases ideológicas de McCarthy; ataca sus métodos anticonstitucionales.
Todo el mundo puede jugar, mientras siga las reglas del juego.
¿Qué creen ustedes que pasaría en Estados Unidos, si el gobierno intentara cerrar un medio de comunicación, fuera cual fuera, su línea editorial?
Quizás en Good Night, and Good Luck. hallen la respuesta...
Porque de lo que realmente habla, es de la necesidad de la convivencia entre distintos pareceres, para que se dé una auténtica democracia.
En el reparto, destaca la actuación de David Strathairn como Murrow, en donde de manera impasible y serena, pero firme, denuncia las actuaciones irregulares del Senador McCarthy, y llama la atención a la sociedad, para que elimine su paranoia, y reduzca el pánico moral extendido.
Otro personaje digno de ser mencionado, es el reportero Don Hollenbeck, encarnado por Ray Wise.
Hollenbeck, fue uno de los tantos desprestigiados por las maniobras sucias de McCarthy; siendo catalogado como un “Pinko”, es decir un “rosado”; alguien que, si bien no es “rojo”, simpatiza con ellos, y con su causa.
Wise nos muestra a un Hollenbeck, que ha sobrevivido a la cacería de los perros de McCarthy, pero a qué precio:
Su mujer lo abandona, cambian su presentación de noticias a la media noche, y poco a poco, se transforma en un personaje aislado, débil, e inseguro; un “punching bag” para los columnistas de los diarios derechistas de ese entonces.
Este periodista “Pinko”, pondrá fin a sus tribulaciones, abriendo todo el gas de su cocina, con las ventanas de su solitario departamento cerradas...
Así pues, McCarthy como el injusto, el cazador; y Murrow y Friendly, como la resistencia, son los que cohesionan a su alrededor, a los perjudicados por los atropellos del senador; y Hollenbeck, quien representa a todos aquellos que fueron las víctimas del atropello.
A esos, que lo perdieron todo, o que vivieron una vida mutilada, como consecuencia de la persecución.
También, Good Night, and Good Luck. subordina su escueta parte de romance, a una reflexión sobre el secreto, en tiempos de paranoia generalizada:
Los esposos Wershba, Robert Downey Jr. y Patricia Clarkson, son colaboradores del programa que detonó el conflicto “See It Now”
Convencidos de que logran ocultar su matrimonio, prohibido por la CBS entre sus empleados, por normativa corporativa.
Y un enorme Frank Langella como William Paley, el director de la cadena CBS; que además de su solemne presencia, Langella muestra claramente, el conflicto interno de su personaje, deseoso de mantener el estándar de libertad editorial, que distinguía a sus noticieros, pero sin poner en peligro la seguridad económica de la empresa, de la cual dependían cientos de empleados.
El desgrasamiento del guión, tiene su punto culminante, en la decisión de no hacer jugar el rol de McCarthy a un actor.
Dado que Murrow orquesta su ataque a partir de películas rodadas en El Comité de Actividades Antiamericanas; “se mostrará la silla vacía de McCarthy”
Dato anecdótico, es que en las “previews”, el público consideró que el propio McCarthy, era un actor un tanto sobreactuado…
Incluyendo al personaje real, es fácil ver, cómo El Senador se ahorcaba a sí mismo, cada vez que abría la boca.
Pero claro, esto es sólo perceptible, por un pueblo formado y alertado sobre sus derechos.
Otra nota anecdótica, podemos comentar que, Good Night, and Good Luck. es la primera película en blanco y negro, en ser nominada a Mejor Película, desde “Schilder’s List” (1993)
Y que George Clooney cobró, la cuantiosa suma de $3; los cuales fueron desglosados de la siguiente forma:
$1 por escribir el guión, $1 por dirigir la película, y $1 por actuar.
Obviamente, como es de imaginar, los votos de pobreza de Clooney desaparecieron, cuando comenzó a recibir ganancias por la venta de Good Night, and Good Luck.; las cuales deben haber sido no abundantes, pero sí beneficiosas.
Después de todo, Good Night, and Good Luck. se realizó con una inversión de sólo $7 millones; una cantidad humilde, para los recursos que suele manejarse en Hollywood.
Respecto a las escenas, es celebre la intervención de Murrow, en la que demuestra la pobreza argumental de las acusaciones de McCarthy, y combate el pánico moral generado por El Senador, de manera directa y contundente.
Además, llama la atención a la población, quien es en últimas, la que permite que el pánico moral se extienda, y afecte a inocentes.
No obstante, el problema esencial de Good Night, and Good Luck. es que la descripción que hace de aquellos sucesos, es superficial; los guionistas, sólo toman aquello que les interesa, meros retazos que conforman un conjunto insatisfactorio, y excesivamente masticado, que obliga al espectador no avezado, a indagar primero sobre los protagonistas, antes de meterse a ver la obra.
Por lo que la profundidad, y el desarrollo de los personajes, brillan por su ausencia, a lo que habría que añadir que, a pesar de su exiguo metraje, de alrededor de 90 minutos, Good Night, and Good Luck. posee no pocos instantes, en los que puede llegar a aburrir, especialmente durante las alborotadas secuencias que transcurren en la redacción.
Pese a su esquematismo de guión, sus pequeños defectos, y sus licencias históricas, es imprescindible, porque aboga por la defensa de la actividad ética, y el valor de los derechos, y de las libertades, ante cualquier estrategia política que atente sobre ellas.
Al final de cuentas, como lo expresó Murrow, “la culpa no es del senador, quien no creo el pánico, sino de la sociedad que permitió que los temores infundados les dominaran”
Lo que sí deja claro Good Night, and Good Luck. es que, dentro de esa desigual lucha entre Murrow y McCarthy, el presentador no fue el que derrocó al Senador, sino que, de nuevo, recurriendo al material de archivo, vemos cómo en el fracaso de su intento de investigar a la CIA, McCarthy se volvió contra el ejército, y contra él mismo.
Por último, la banda sonora es un lujo, y es original de la época, pues corre a cargo en la parte instrumental, del Rosemary Clooney's Band, y en la parte vocal, de Diane Reeves, que interpreta canciones tan emocionantes, como:
“How High the Moon”, “I've Got My Eyes on You”, “Too Close For Comfort”, “Straighten Up and Fly Right” y “One for My Baby”, entre otras.
“I'm with you today Ed, and I'm with you tomorrow”
Good Night, and Good Luck. podría considerarse como la utopía olvidada del periodismo contemporáneo, una lección del ejercicio de informar que, lamentablemente, hoy en día, no imparten en las facultades universitarias, donde priman otros ideales, que no se corresponden exactamente, a la defensa de la democracia, sin priorizar la libertad de expresión.
Aun así, tras esa entelequia profesional, Good Night, and Good Luck. se encarga de hacer ver que, todo no es tan idílico, ya que previamente, las virtudes de la profesión, han sido puestas en duda, en un prodigioso prólogo, donde Murrow expone las miserias del periodismo, aludiendo al deterioro de la televisión “como medio informativo, y del sometimiento a la publicidad, y a la preeminencia del espectáculo, y el entretenimiento”
No hace falta gran imaginación, para encontrar las similitudes entre los eventos que se muestran en Good Night, and Good Luck., y el mundo contemporáneo, donde el supuesto patriotismo, es empleado como justificación de cualquier atrocidad, que decidan cometer los gobiernos.
Para Clooney:
“Tenemos la oportunidad de que 1 de cada 100 muchachos, pueda saber en realidad, quién fue Murrow, y mantener así, alguna discusión al tiempo que cierta comprensión de, cuán peligrosa puede devenir una democracia, si en su seno, se usa el miedo como arma”
El pánico moral, por su parte, puede ser entendido como “una reacción de un grupo de personas, basada en la percepción falsa o exagerada, de algún comportamiento cultural, o de grupo, frecuentemente, de un grupo minoritario, o de una subcultura, como peligrosamente desviado, y que representa una amenaza para la sociedad.
En 1972, Stanley Cohen publicó el libro “Folk Devils and Moral Panics the Creation of the Mods and Rockers” en el que el autor describía, como los medios y la sociedad en general, reaccionaba con excesivo temor, a los comportamientos inusuales de los jóvenes pertenecientes a subculturas como los Teddy Boys, Hell's Angels, Football Hooligans, Skinheads, y Punks.
Si bien es cierto, que pueden presentarse actividades violentas, por parte de estos grupos, la generalización que se hace de ellos, y las medidas represivas por parte de la sociedad, pueden resultar en un efecto escalada, que no soluciona el pánico moral generado.
En la historia estadounidense, este fenómeno se ha presentado en varias oportunidades, pero quizás, los más emblemáticos, han sido Los Juicios de Salem, y la cruzada anticomunista, encabezada por El Senador McCarthy.
El concepto de “justicia moral” y de “dignidad humana” en general, que Murrow y su equipo abrazaban, le convirtieron en uno de los héroes de mayor envergadura imaginables.
Actualmente, podría pensarse que, a partir de las experiencias aprendidas a lo largo de la historia, el pánico moral, es un fenómeno en desuso, y la sociedad no permite el escalamiento de este suceso.
Desafortunadamente, la realidad indica que, constantemente, los medios, incluido Internet, y la opinión pública, generan incidentes de pánico moral, distorsionando la verdad, y afectando a personas inocentes.
La libertad de expresión, la denuncia constructiva, la dignificación del periodismo, la rebelión frente a los poderes fácticos, en suma, el valor de arriesgarse a perderlo todo, por unos ideales, es algo que escasea actualmente.

“Good Night, and Good Luck.”



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