Y Tu Mamá También

“Vivir con miedo es como vivir a medias”

El llamado “Nuevo Cine Mexicano” de los años 90, se había convertido en un género propio, que se dedicó exclusivamente, a retratar muy cuestionablemente, la realidad social de México, pero siempre con miras a Festivales de Cine, y a través de propuestas, a veces muy discutibles de sus cineastas, haciendo así a un lado, cualquier “cine de género” y por ende, el género del terror.
La insistencia de los cineastas mexicanos, muestran que el género no ha muerto por razones que, tal vez apuntan a lo social, y por qué no, a una bien ganada tradición de Cine Mexicano de Terror, labrada por el cine mexicano, a través de más de 70 años.
En época reciente, El Cine mexicano ha recobrado paulatinamente, sino la fuerza, si el prestigio del que gozó en la llamada “Época de Oro”
El trabajo de cineastas contemporáneos como:
Alejandro Gonzalez Iñarritu, Alfonso Cuarón, y Guillermo del Toro, ha logrado traspasar fronteras, y hoy en día, gozan de una gran reputación en los circuitos de cine internacional.
El apoyo que El Cine Mexicano está recibiendo de patrocinadores privados, o del Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE), ha propiciado un nuevo auge de jóvenes directores mexicanos, que poco a poco, han logrado incrementar la producción de cintas mexicanas al año, y sobre todo, hacer frente en la taquilla, a las grandes producciones de cine extranjeras, que habían acaparado las carteleras, desde hace más de 3 décadas.
Las películas de los últimos tiempos, realizadas en México, alcanzan más de $146 millones en ingresos.
Suma muy por debajo de los $9,782, que los Estados Unidos generaron solo en 2012.
Aunque El Cine Mexicano está muy lejos de las grandes potencias cinematográficas, parece ser que comienza a resurgir.
Entre humor, amor, sexo, y terror, las películas mexicanas más taquilleras de los últimos años, son un intento por hacer que el cine de México, retome el esplendor de La Época Dorada.
Sólo en el año 2013, se estrenaron en el país, 316 películas, de las cuales, 65 fueron mexicanas, y de éstas, 28 no tuvieron salida en el cine comercial; la participación de las películas mexicanas fue solo del 4.3%
Si bien, El Cine Mexicano dista mucho de ser una industria igual de rentable, que las potencias cinematográficas, películas como “Nosotros Los Nobles” (2013), “Y Tu Mamá También” (2001) contribuyeron a alcanzar esa meta, y dignifican al cine “Made in México”
“La vida es como la espuma, por eso hay que darse como el mar”
Y Tu Mamá También es una comedia mexicana, con tintes dramáticos, dirigida por Alfonso Cuarón, en el año 2001.
Protagonizada por Maribel Verdú, Gael García Bernal, Diego Luna, Daniel Giménez Cacho, Diana Bracho, Emilio Echevarría, Ana López Mercado, Andrés Almeida, Nathan Grinberg, Verónica Langer, María Aura, Mayra Sérbulo, Silverio Palacios, entre otros.
El guión es de Alfonso Cuarón y Carlos Cuarón.
Y Tu Mamá También obtuvo una nominación al Premio Oscar como mejor guión original; y tuvo un gran éxito comercial, siendo el ícono del Nuevo Cine Mexicano.
Esta “road movie” hace una profunda crítica social, mostrando los problemas de un país, tan hermoso como contradictorio, pero también profundizando en la hipocresía y la represión de los deseos más íntimos, aun a costa de la propia felicidad.
En México, Y Tu Mamá También fue catalogada por su contenido, como “Solo para Adultos”
Por lo que un grupo de jóvenes, protestaron desnudándose en la puerta de un cine que la proyectaba, para que les dejasen verla, finalmente, Y Tu Mamá También fue catalogada con “Clasificación B”
El presupuesto estimado de la realización de Y Tu Mamá También, fue de $2 millones; y la recaudación mundial alcanzó los $33.6 millones, convirtiéndose en la 4ª película mexicana, más taquillera hasta ese momento; tanto que fue mundialmente reconocida, obtuvo premios en todo el mundo, y todo el mundo hablaba bien de ella, tanto público como crítica.
E incluso, cambió la mentalidad de muchos, y abrió puertas en Estados Unidos.
De hecho, los actores y el director, se hicieron famosos a partir de Y Tu Mamá También.
La trama sigue a un par de chichos mexicanos, que aunque pertenecen a clases sociales muy distintas, Julio Zapata (Gael García Bernal) y Tenoch Iturbide (Diego Luna) son grandes amigos.
En una fiesta, conocen a Luisa Cortés (Maribel Verdú), una deprimida chica española, casada con un primo de Tenoch.
Para superar la crisis, Luisa decide acompañar a los 2 chicos, en un viaje sin rumbo fijo.
La aventura pondrá a prueba su amistad, y marcará sus vidas para siempre.
Julio y Tenoch tienen 18 años, y se dedican a hacer cosas de chicos de su edad:
Tienen sexo con sus novias cada vez que pueden, fuman marihuana, salen a divertirse, se masturban a dúo, disfrutan de su posición social privilegiada, más el segundo, que el primero; e intentan salir del aburrimiento, y hacer algo con sus vidas.
Todas estas situaciones, se muestran sin prejuicios, y sirven para describir a los personajes centrales.
Pero es acertado que, Y Tu Mamá También, no se apoye en la transgresión para sostenerse, y que ésta no sea un fin, sino un medio para indagar en la lealtad, la amistad, la inocencia, y el sufrimiento.
En el medio de la trama, Julio y Tenoch irán descubriendo que no todo es como parece, que su amistad no es tan indestructible como creían, y que el deseo, también puede jugarles una mala pasada, o al menos, una que los transformará rotundamente.
El viaje real por las carreteras del interior de México, es un pretexto para el viaje interior de estas 3 personas que, entre polvos, conversaciones íntimas, y confesiones; conocerán el dolor.
Pero también el humor, como única catarsis en un film difícil, provocador, triste quizás, y sorprendente por momentos; pero en el que vale la pena sumergirse sin prejuicios.
Y Tu Mamá También es una película divertida, amena, provocativa, y un viaje sexual, para llegar a conocer la intimidad mexicana, a través del “México Profundo”, pues plantea el conflicto de 2 adolescentes, por encontrar su propia identidad, aunque para lograrlo, arriesguen su amistad de toda la vida.
A través de este viaje por “El México Lindo”, vamos a ir conociendo un punto de vista de la existencia, basado en ponerse el mundo por delante, olvidándose de prejuicios sociales, y un “carpe diem” muy liberador, y tremendamente necesario.
Eso sí, con mucha frescura, alegría por el sexo, algo tan normal cuando se es adolescente, pues el sexo invade “tus cabezas”; y un poso de tristeza, basado en la futilidad del tiempo, que solo en el recuerdo, te das cuenta de lo bonito que fue, y la suerte que tuviste de vivir ese momento en tu vida.
Este “carpe diem” en toda regla, se justifica mostrando la otra cara de la moneda, la fugacidad de la vida, y lo efímero de la amistad, que no hacen sino ratificar la propuesta de “vivir cada momento al máximo”
“¡Pues este pinche nacote va a partir toda tu madre, cabrón!
¡Bájate, cabrón!”
Y Tu Mamá También habla de sexo de manera frontal, divertida, y desenfadada.
Las relaciones sexuales explícitas, los diálogos subidos de tono, y el erotismo candente, son sólo excusas para marcar un punto de quiebre, una transición.
El sexo, o más bien, ciertas situaciones particulares relacionadas con el sexo, será el inicio del camino hacia la madurez de los 2 adolescentes:
Julio y Tenoch.
Así las cosas, Y Tu Mamá También ha despertado controversia, no sólo por su contenido, sino también por sus escenas eróticas, y sexuales; ya que el film de Alfonso Cuarón, cuenta la vida de Tenoch y Julio, cuya aparente preocupación filosófica, es el sexo, apegándose para ello, a un manifiesto que ambos han inventado, para reafirmar su masculinidad, y para entablar una lucha por el poder, vía el elemento fálico.
El “Manifiesto de Los Charolastras” como se acostumbraban llamarse mutuamente consistía en los siguientes términos:
1. No hay honor más grande, que ser un charolastra.
2. Cada quién puede hacer de su culo un papalote.
3. Pop mata poesía.
4. Un “toque” al día… la llave de la alegría.
5. No te tirarás a la vieja de otro charolastra.
6. Puto el que le vaya al América.
7. Que muera la moral, y que viva la chaqueta.
8. Prohibido casarse con una virgen.
9. Puto el que le vaya al América, se repite por que es reputo el que le vaya al América.
10. La “neta” es chida, pero inalcanzable.
Pierde la calidad de “charolastra” aquel que sea tan culero, como para romper con alguno de los puntos anteriores.
Curiosamente, este manifiesto de clase machista, en el camino, se verá revisado por una visión femenina, cambiándolo completamente, hasta hacerlo pasar de unos mandamientos carnales, a otros más profundos, se sentimiento, y madurez.
En esa la playa imaginaria a la que se dirigen, podría representar la madurez, y la experiencia que recogen durante el viaje, siendo esa la enseñanza de la vida misma.
Como adolescentes que son, su camino de aprendizaje se centra en la sexualidad, la cual la disfrutan de forma desinhibida y natural, ayudados por una compañera de viaje, Luisa, que huye de una realidad que ha agotado su paciencia.
Aquí Cuarón presenta una historia juvenil, utilizando el sexo como un discurso para reflejar la problemática social, política, ideológica, filosófica, y económica de la sociedad mexicana contemporánea.
Pero desde un lente observador, sin emitir juicios abiertamente.
Asimismo recurre a un narrador omnisciente, que introduce a los personajes, y da al espectador una versión unívoca de los hechos, y de la realidad.
Impagable la forma como presentan a Luisa, a través de un test, en una clínica.
Y es que Y Tu Mamá También, trata de 2 adolescentes, y un viaje impulsivo con una mujer mayor, en el que se producen descubrimientos sexuales, pero también trata de “Los 2 Méxicos”
Por lo que Cuarón recurre a un narrador cómplice y omnisciente, para presentar un discurso sexual e ideológico, mediante el uso de oposiciones binarias:
La clase social alta contra la clase social media; España-México; el macroespacio y el microespacio; la heterosexualidad y “la homosexualidad”; el espacio urbano y el espacio rural; la vida y la muerte; y la voz masculina y la voz femenina; de un lenguaje coloquial, soez, y real, en el que se aprecia el dialecto del Distrito Federal y el “sociolecto” o de la clase en el poder; de un viaje de placer y diversión, de un manifiesto juvenil, de juegos eróticos, de alegorías, de símbolos, de verdades incompletas, y de silencios escondidos.
El uso del narrador, como parte de la técnica narrativa y cinematográfica, ayuda al espectador a conocer más a fondo, tanto a los personajes, como la problemática social, sexual, y económica, planteada en Y Tu Mamá También como puede ser:
La Masacre de Cerro Verde, la búsqueda de identidad, la situación de Chiapas, las manifestaciones en contra del gobierno; todo visto desde la ventana de un auto en movimiento, por las autopistas y carreteras mexicanas, vemos la realidad de primera mano.
La narración “en off” también deja entrever cierta crítica social que, aunque algo superficial, está relacionada con los protagonistas, y algunos personajes secundarios:
Quiénes son, por qué llegaron hasta allí, por qué terminarán como terminarán…
Este mismo narrador, al final revela un hecho que le da sentido a todo lo visto con anterioridad, cambiando la lectura de la historia.
Sin embargo, esa apuesta hecha por la voz “en off” no queda muy bien técnicamente, pues quedan muy raros esos “mute” absolutos, que ocurren un par de segundos antes de que comience a hablar el narrador...
Ahora bien, el elemento del viaje, funciona como un mecanismo de catarsis para los 3 protagonistas, puesto que desnudan su verdadero yo, entre sí.
Y si bien, en un principio, los 2 varones tratan de impresionar, y de seducir a Luisa, es ella quien los seduce, los impresiona, y los conduce a enfrentar sus deseos eróticos reprimidos, concientizándolos sobre su falta de madurez, y experiencia en la vida, como lo demuestra el hecho que se corran muy rápido…
Es en el viaje también, en el que se descubre que el discurso de la verdad en la vida de los protagonistas masculinos, es incompleta, y hay algunos secretos ocultos.
Ese lugar imaginario, y fuera de campo durante la mayor parte del metraje, se convierte en un sitio mítico, e inalcanzable; un lugar al que se dirigen en busca quién sabe de qué, y que es metáfora de la transformación que ha de llegar cuando lo encuentren.
Si es que lo encuentran...
Para Luisa, el viaje representa una catarsis de purificación, a través del llanto, y su traslación de México a la provincia, que le permite realizar esa búsqueda interna, para aceptar los conceptos de vida y muerte, y asimismo valorar su propia vida, que está a punto de extinguirse, como su matrimonio con Jano.
Nada más simbólico que usar el mar como metáfora de purificación, como medio para encontrar esa paz tan anhelada.
En el caso de Julio y Tenoch, el viaje personifica ese anhelo sexual silenciado y deseado, y la traslación, los lleva a la tensión y a la confrontación de la realidad, y de sus verdades-secretos ocultos.
Ojo que, Y Tu Mamá También no habla de homosexualidad pura y dura, “in the closet” sino más bien hace ver que la sexualidad de los chicos ha sido tan intensa, que han tenido mucho sexo, con sus novias y con las del otro, por tanto lo que hace falta es que tengan sexo entre ellos, pues si se acuestan con tu pareja, es como si se acostaran contigo… vamos, que tan sexuales son que se insinúa que uno de ellos se acostó con la mamá del otro, de ahí el título de la obra, pero todo lo deja a que sea el espectador quien decida qué paso…
Por otra parte, resulta curioso el uso de los apellidos de todos los personajes, pues hacen referencia a importantes figuras de la historia mexicana:
Tenoch Iturbide del militar Agustín Cosme Damián de Iturbide y Arámburu; y Julio Zapata del revolucionario Emiliano Zapata Salazar.
El apellido del único personaje español, el de Luisa Cortes, hace referencia al conquistador que se apodero de muchas tierras mexicanas para España, Hernán Cortés Monroy Pizarro Altamirano.
Por su parte, Tenoch pertenece a la clase alta y hegemónica de la sociedad “defeña”, y su nombre representa un pseudo-nacionalismo contradictorio.
Mientras Julio pertenece a la clase media, y su nombre personifica a la gente común.
El común denominador que los une, es su aparente lazo fraternal y amistoso.
Aunque ambos comparten casi todas sus experiencias y anécdotas, siempre está presente entre ellos, esa competencia por demostrar quién es mejor que el otro.
Tanto Tenoch como Julio, a lo largo del metraje, intentan demostrar su grado de superioridad y/o inferioridad, mediante pequeños detalles, o situaciones, como nadar, o ver quien se riega primero...
En una primera interpretación, el espectador pudiese pensar que se trata solamente de juegos banales juveniles, típicos de la edad, y la inmadurez de los muchachos.
Empero, al profundizar y al reinterpretar sus acciones, se percibe una lucha sexual por reafirmar su filosofía chauvinista.
La resemantización de la identidad masculina, se puede categorizar en 2 niveles:
El primer nivel, lo personifican las relaciones sexuales de los muchachos con sus respectivas novias, y con Luisa como objetivo por alcanzar.
El segundo nivel, lo representa la experiencia homoerótica, que ambos experimentan en Boca del Cielo, la cual es la culmen de todas sus experiencias sexuales.
A pesar de que la culminación de la experiencia homoerótica que los chicos tienen en el espacio utópico de Boca del Cielo, el deseo de pertenecerse sexualmente, ya había hecho acto de presencia en Y Tu Mamá También, de una manera implícita:
El primer ejemplo de ese deseo silenciado, surge en la escena en la que ambos se están bañando:
Le dice Tenoch a Julio:
“Qué pinche verga tan fea tienes...”
Y Julio le replica:
“Confiesa que te gustó”
En esta escena, se refleja la atención que Tenoch le da al pene de Julio, supuestamente para ridiculizarlo, o menospreciar su masculinidad, debido a la forma de su miembro.
El segundo ejemplo, es en la escena en la que Luisa al molestarse con ellos por su actitud pueril, les grita el deseo homoerótico que ambos esconden, y anhelan:
“Pensé que erais distintos... como todos los tíos marcando territorio... cuando lo único que les gustaría sería follar el uno con el otro”
Esta escena permite descifrar, lo que Luisa como parte externa del grupo de chicos, ha podido percibir en el viaje, y en la convivencia con ellos.
Y es Luisa entonces, quien incita, o da la pauta en Boca del Cielo, cuando deciden pasar la noche en San Bernabé.
La veteranía de la mujer, que está muriendo y que desea toda la felicidad del mundo para sí misma, y los demás, hace que los 2 muchachos descubran muchas cosas de ellos mismos, que su bisoñez impedía que vieran, y sí, entre esas cosas se encuentran aspectos sexuales, pero también hay mucho más…
Luisa hace que Julio se acerque más a Tenoch, mientras ella les brinda placer oral, cuando le dice Luisa a Julio:
“Ven, ven”
Finalmente, Tenoch y Julio se besan, y aceptan en silencio, disfrutarse uno al otro sexualmente…
Aunque Y Tu Mamá También no muestre explícitamente hasta donde llegaron esa noche, si hubo mamadas, masturbación mutua, penetración, “ménage à trois” o simplemente fue un beso apasionado entre adolescentes.
Tal vez “haya sido el alcohol”, o las circunstancias…
No es sino hasta la mañana siguiente, cuando ambos se despiertan desnudos, y se dan cuenta que han dormido así, en la misma cama, lo que hace suponer que algo tuvo que pasar, sobre todo por la actitud de Tenoch, al vomitar, recordar que decía lo feo que era el pene de Julio...
¿Será que Julio tiene más experiencia con otros chicos?
¿Será que ese vómito implica el rol que jugaron cada uno de ellos esa noche loca?
Y Tu Mamá También no lo muestra.
Una vez que los muchachos han experimentado el sexo entre ellos, pretenden evadirse uno al otro, y su hermetismo se vuelve más latente, así como su sentimiento de culpabilidad; al ambos inventar excusas para volver a casa.
La experiencia sexual y los secretos revelados en el espacio rural, lamentablemente aleja a los amigos.
Es la representación del elemento homoerótico, que por cierto lo trata con delicadez y finura, ya que, o bien lo silencia del todo, o simplemente denuncia la intolerancia de la sociedad hacia el elemento gay.
La actitud de Tenoch y de Julio al final, es fría, y pareciera que nunca existió tal lazo de fraternidad.
Quizás se refiera a la actitud homofóbica…
Y definitivamente, en ese aspecto, Y Tu Mamá También muestra mucho de lo que es la cultura mexicana, sobre la condena al homosexualismo, tanto que lo que pudo ser, acaba contra ellos.
Así las cosas, cuando termina el viaje, los adolescentes ya son adultos; y la joven desterrada, huérfana, y moribunda, se ha alimentado de la vitalidad de ellos, para encontrar una forma de despedirse de su propia vida.
Como dato curioso, Diego Luna y Gael García Bernal, al igual que en la obra, son amigos desde la infancia, en la vida real.
Se cuenta que el actor Diego Luna, no se olvida del beso con Gael García, y el impacto que causó a sus fans...
Como anécdota, Luna tuvo que besar a otro hombre en la película biográfica “Milk” (2008), en la que él interpreta al hispano homosexual, llamado Jack Lira, junto a Sean Penn, haciendo de Harvey Milk.
Evidentemente, se agradece la presencia de Maribel Verdú, emblema de belleza, de mujer experta e incitante, que terminó siendo la guía de los inexpertos adolescentes.
Lo peor que se le puede achacar a Y Tu Mamá También, es el sabor amargo que queda cuando termina, pues lo que inicia de una manera muy jovial y hormonal, termina realmente triste.
Creo que difícilmente, puede ignorarse aquella escena del final del viaje, la del beso, no tanto por ser una escena homoerótica, y NO homosexual, sino más bien, porque logra captar la inocencia e intensidad del despertar sexual, de 2 seres humanos que por el azar, nacieron ambos, en el género masculino.
“¡Chuy!
¿A poco no son bien ricas la mamadas?”
¿Qué tan profundas son realmente las relaciones de amistad entre 2 inmaduros adolescentes?
¿Realmente son tan sólidas, como éstos intentan hacerse creer?
¿Qué tan heterosexual se puede ser, mientras no se encuentre uno, en “el éxtasis de la borrachera”, con deseos inconscientes que, en ese estado, es incapaz de suprimir?
¿Vale la pena aventurarse en un último viaje, en el que no tenga importancia romper los límites sociales, con la finalidad de encontrarse con uno mismo?
No hay que alarmarse de Y Tu Mamá También por ese final tan polémico que levantó ampollas en la moral primitiva de México, y allá por donde se proyectó, pues es muy bien sabido y estudiado que la masturbación mutua, por ejemplo, se da también entre hombres, que no necesariamente se identifican como homosexuales.
Dicha actividad puede ir desde 2 individuos masturbándose, sin contacto físico, hasta un grupo de gente, que se estimulan los unos a los otros...
No nos vayamos lejos, en La Grecia Antigua, era algo común…
¡Lo que hemos perdido!
También, en algunos casos, la masturbación mutua incluye la práctica de “frot” del francés “frotter” que significa “frotar” y es una práctica sexual, no penetrativa entre varones, en la que ambos se rozan los penes erectos, uno contra otro, y se masturban mutuamente con sus penes en contacto, generalmente, estando abrazados, mientras se acarician y besan frente a frente, aunque pueden adoptarse otras posiciones.
El “frot” resulta placentero, porque estimula simultáneamente el pene de ambos compañeros, especialmente el frenillo, algunos practicantes lo llaman “punto ideal”, porque el frenillo es la parte más sensible del glande.
Es importante destacar que el “frot” mantiene bajas, aunque no nulas, las probabilidades de contraer SIDA.
Otra ventaja es que se puede realizar también, con la ropa puesta… vaya usted a creer…
Así no recurran al sexo anal, también sirve de opción para darse placer, cuando las circunstancias no permitan una interacción sexual más profunda.
La práctica del “frot” normalmente se asocia al fetichismo con la ropa interior, o trajes de baño masculinos.
Así que libérense de las etiquetas, que el sexo es placer, y que mejor que te lo de alguien de tu mismo género, que sabe bien lo que te gusta, en vez de enseñar a una mujer, lo que realmente te gusta; y no hablo de liberación gay, sino de placer en una etapa tan bella de descubrimientos, como lo es la adolescencia, que con buena información al respecto, evitará que se llegue al remordimiento, todo esto en el pleno uso de las facultades, sin mediar algún tipo de estimulantes como el alcohol o la droga, que te haga hacer cosas que no quieres hacer.

“No hay mayor placer que dar placer”



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