Gone Girl

“What are you thinking? 
What are you feeling? 
What have we done to each other? 
What will we do?”

¿Qué es el matrimonio? 
El matrimonio, es una institución opresiva y arcaica, que debió haber sido abolida hace muchos siglos.
¿Y qué es el amor?
El amor es como un arma de doble filo, como una ratonera para los que lo padecen, un cáncer terminal, que infecta todo lo que le rodea, y por el que nunca llegas a conocer del todo, a la persona con la que convives.
Una persona perdidamente enamorada de la idea de ti mismo, que sabe perfectamente cómo presionar cada uno de los botones que rigen tu personalidad.
Esa es la persona que mejor te conoce, y es precisamente, la que puede acabar contigo.
“You. 
Fucking. 
Bitch”
Gone Girl es una película de suspense, dirigida en 2014, por David Fincher.
Protagonizada por Ben Affleck, Rosamund Pike, Neil Patrick Harris, Tyler Perry, Kim Dickens, Patrick Fugit, Carrie Coon, Missi Pyle, Kathleen Rose Perkins, Scoot McNairy, Sela Ward, Emily Ratajkowski, Lee Norris, Casey Wilson, Lyn Quinn, Lola Kirke, David Clennon, entre otros.
El guión es de Gillian Flynn, basada en su propia novela homónima, publicada en el 2012; siendo su 3ª novela, y la que destronó del puesto #1 de ventas, a “Fifty Shades Of Grey” (2011), con la historia de una pareja, en una relación de amor y odio.
La historia de “Gone Girl”, la comenzó mientras Flynn estaba embarazada de su hijo, y la concluyó recién, a los 16 meses de éste, utilizando su estudio al que llama “su pozo del infierno” por ser un piso semi-subterráneo. 
Los derechos de “Gone Girl” fueron adquiridos posteriormente por la compañía cinematográfica, 20 Century Fox; un libro que ha vendido más de 2 millones de copias alrededor del mundo; que revela el lado más oscuro del matrimonio, sobre los engaños, las decepciones, la obsesión, y el miedo. 
Una radiografía completamente actual, de los medios de comunicación, y su capacidad para modelar la opinión pública.
Una de los productores de Gone Girl, Leslie Dixon, leyó el manuscrito de la novela en el 2011, y se la recomendó a Reese Witherspoon en diciembre del mismo año.
Witherspoon, vio potencial en la historia, para producirla como película, y ella junto a Dixon, colaboraron con Bruna Papandrea, para desarrollarla. 
Las 3 trabajaron con la agente cinematográfica de Flynn, Shari Smiley, para reunirse con los estudios de cine, a comienzos del 2012.
El rodaje de Gone Girl, se inició en Cape Girardeau, Missouri, finalizando 5 semanas después; mientras otras escenas fueron filmadas en Los Angeles.
Obtuvo una nominación al Premio Oscar como mejor actriz para Rosamund Pike.
Gone Girl examina la deshonestidad, los medios de comunicación, los efectos de la economía sobre el matrimonio, y las apariencias.
El día de su 5º aniversario, Nick Dunne (Ben Affleck) regresa a su casa, y descubre que su esposa Amy Elliott-Dunne (Rosamund Pike), ha desaparecido. 
La escena muestra indicios de violencia, y forcejeo, por lo que Nick contacta a la policía, y la detective Rhonda Boney (Kim Dickens), y el oficial Jim Gilpin (Patrick Fugit), son los primeros en llegar. 
Inicialmente deducen, que la actitud de Nick, es algo inusual. 
Ya en la estación de policía, se acrecientan las sospechas, ya que Nick demuestra saber muy poco de su propia esposa. 
En escenas retrospectivas que corresponden al diario de Amy, ella cuenta cómo conoció a Nick, y cómo su, alguna vez feliz matrimonio, poco a poco empezó a deteriorarse. 
Ambos pierden sus empleos durante la recesión, y debido al cáncer de la madre de Nick, se mudan de New York, a la ciudad natal de este, North Carthage, Missouri. 
Mientras tanto, Nick se vuelve distante, perezoso, y poco comunicativo con Amy. 
La detective Boney descubre, que el matrimonio estaba pasando por problemas financieros, y también por problemas personales, gracias al diario de Amy, que encontró en la casa del padre de Nick, en una estufa, y semiquemado, previamente, Nick había ido allí, lo que accionó la alarma, y Boney apareció poco después. 
También descubre que Amy, trató de comprar un arma, lo que convierte a Nick, en principal sospechoso.
¿Es Nick, el marido, un asesino?
La policía empieza a investigar lo sucedido, mientras los medios de comunicación y los vecinos curiosos, empiezan a instalarse frente a la casa de Nick. 
Y se inicia la investigación policial contra el juicio público. 
La imagen del “matrimonio perfecto” contra la inestable realidad. 
Las apariencias engañan, y queda claro que la sociedad/espectador, es manipulable.
David Fincher, sacude y golpea los votos matrimoniales, sin ninguna compasión, en un escenario donde el matrimonio, queda retratado como la más tentadora de las perdiciones, a la vez como el más duro de los infiernos.  
El hecho de que puedas intuir ciertas cosas, anticipar algunos hechos, y esperar en un aventajado “a-verlas-venir” es evidencia de que Gone Girl ha atrapado tu interés, y captado tu atención, de razonar-debatir sobre ella, amén de una hábil sabiduría de conformismo alto, y calidad exigente de tu persona.
Gone Girl da para qué pensar, desde las preguntas básicas de cualquier matrimonio, con las que inicia:
“¿Qué estás pensando?
¿Cómo te  sientes? 
¿Qué nos hemos hechos, el uno al otro?”
Son tan sencillas, con significados tan enormes, si lo reflexionamos, el tema de fondo, es la falta de comunicación, ya sea en un vínculo de pareja, familiar; durante todo el metraje, vemos como Nick tiene una falta de sinceridad, que lo lleva, poco a poco, a hundirse más.
Gone Girl es intrigante, un thriller diferente a otros que se han estrenado con anterioridad. 
“I'm the cunt you married. 
The only time you liked yourself was when you were trying to be someone this cunt might like. 
I'm not a quitter, I'm that cunt. 
I killed for you; who else can say that? 
You think you'd be happy with a nice Midwestern girl? 
No way, baby! 
I'm it”
David Fincher, vuelve a crear un micro-mundo, estéticamente impecable, y esencialmente sórdido, y allí nos abandona, para jugar con nuestra percepción, con una película sobre el poder de las historias, las mentiras, y el placer de la narración, a modo de “comedia negra” y anti romántica, más cruel, rodada en años; en una mezcla de thriller, y estudio psicopático femenino, con influencias clásicas, desde Alfred Hitchcock y su modelo de rubia, a la “femme fatale” del “cine negro”
Uno de los aspectos más sobresalientes de Gone Girl, se haya en la acertada exposición de los 2 puntos de vista:
El de Amy y el de Nick.
Esto permite una mayor comprensión de las motivaciones de ambos personajes.
Como decía Amy en su diario, tiene que conseguir que ambos personajes, inicialmente caigan bien, que guste su historia.
De ahí que, los comienzos de la relación, hagan que todo parezca tan perfecto y maravilloso. 
La historia de una mujer, que se transforma al antojo de un hombre, porque ya lo dice ella, se convierte en una mujer despreocupada, cariñosa, divertida, etc., y todo para gustarle. 
¿Pero por qué hay de domesticar a un hombre? 
Para Amy, es más complicado. 
Llega un punto en el que Nick, deja de encontrar a Amy tan maravillosa, como al principio, y termina cansándose de ella, y por tanto, desenamorándose. 
Son muchas partes:
De cazador cazado; presa que se vuelve más lista que su predador; víctima agresora, agredido culpable; el juego del laberinto, ratón versus gato, un dominio hábil de la imagen perfilada, mordacidad e ironía de diversión espeluznante, vergüenza poco descarada del manejo televisivo, los peligros de la decepción, el adiestramiento en el engaño, la depravada psicosis escondida, la rabia acumulada, el ingenio de la mentira, la debilidad de la verdad, el manipuleo de la noticia, la falacia de las pruebas, la ridiculez de las evidencias, la impotencia de la resignación, el desdén de la afinidad enferma, la complicidad de la semejanza, el recelo de quedar atrapado por tu propia trampa…
Una bestial genialidad de muchos registros, de la aceptación de su juego y su condena asfixiante, para llegar a un:
¿Quién es quién? 
De 2 únicos miembros, pareja afín-matrimonio ideal por su similitud de alma, deseo de venganza, motivación de obra, y forma de vida, que mueve una voraz, inquieta, y técnica asumible de violencia física, y espíritu brutal, que cumple literalmente la sentencia firme:
“Te quiero tanto, que por ti mataría” 
Y que mueve un relato sin descanso, de eclipse mental, en mayor o menor medida, según tu hábil intuición, que camina por la delgada línea que separa el amor del odio, el paraíso del infierno, que deambula por la senda de desenmascarar el rol maquiavélico de un demonio de careta angelical, que manipula a su antojo, según sus intereses, para quedar unido perpetuamente a su alma escogida por una mezquina atracción del amor perfecto que devora, atrapa, y se pega, como la miel a las moscas.
En un primer momento, Gone Girl se dedica a explicarnos, cómo se conoce una pareja, y los problemas que va afrontando, tanto antes como después de su matrimonio, utilizando por cierto, “flashbacks” que discurren al tiempo que se llevan a cabo las pesquisas. 
Luego se añaden otras cuestiones, caso de la sociopatía, o de la influencia de los medios de comunicación, a la hora de formar a los ciudadanos, en lugar de informarlos. 
Es en esta parte, en la que se introducen ciertos toques de cinismo que, dada su brevedad, no nos distraen con respecto a la seriedad general de la narración y, sobre todo, de su logrado suspense. 
De un amor que se pervierte, a una investigación incapaz de demostrar, absolutamente nada.
Descubrir la verdadera identidad de quien se esconde detrás de la máscara pública, ojear la sincera maldad que habita, cuando ya no hay cámaras, cuando se abandona su encantador papel, y se exhibe el horror de quien queda en el silencio, una dulce inocencia romántica de comienzo, que vira a persecución del marido cruel, para pasar a inquisidora esposa de efecto letal, y acabar en un vivir y dormir con tu amado enemigo, con una encomiable mala malísima Rosamund Pike acompañada por un mejor-como-director, Ben Affleck bueno como malísimo actor, y una dirección sutil, que no llega a la perfección.
Amy, es un personaje amoral, descarnado, asumiendo un juego mental que dejará a Nick, en un estado emocional lamentable.
La Pike está increíble, hace una interpretación que coquetea con la sordidez, la perversión, y el deseo, simplemente brillante, nunca antes vista; por es retorcida, controladora, sociópata. 
Intenta moldear a Nick, para convertirle en un hombre de éxito, en el marido perfecto. 
Por lo que ella se atribuye todo el mérito, y piensa que merece ser reconocida. 
El castigo que recibe Nick, por romper una de las normas del matrimonio, la fidelidad, será brutal, excesivo, y exagerado. 
Las pistas que va dejando Amy, forman parte de un juego macabro, en el que parece que todo vale, y en el que todos los detalles están cuidados al milímetro.
Supuesto plan perfecto, en un personaje memorable; a sangre fría.
Amy diseña su venganza, con la meticulosidad de Hitchcock. 
Es la guionista de su diario, la directora del plan, y la protagonista de su aventura.
Se erige en autora dentro del relato, y se asegura de plagarlo de referencias que lo hagan suyo, que se note su firma y su dominio de todo lo que acontece. 
Sabe lo que quiere el público y, pese a las inconsistencias, se lo entrega, y éste aplaude. 
Ella es tramposa, pero popular, aunque el término más correcto sería, populista en realidad.
El único momento, en el que Amy no tiene un dominio claro de la situación, es aquel en el que Jeff (Boyd Holbrook) y Greta (Lola Kirke), 2 personas nauseabundas, se entrometen en sus planes, y le recuerdan que fuera de su mundo de privilegios, hay una vida real, para la que no está, ni mucho menos, preparada.
La importancia de las máscaras en Gone Girl, son interesantes: 
Toda la sombra que ejerce la imaginaria “Amazing Amy” sobre la verdadera. 
La contraposición entre el enamoramiento hollywoodiense, nube de azúcar mediante, y la desapasionada cotidianidad de una pareja que ya no se soporta. 
La transformación de Amy, en una suerte de monstruo, una vez que ya no tiene esa presión de ser “la chica perfecta”
La fijación de Nick, por aparentar ser un afectado marido, antes que por encontrar a su mujer. 
La cómica conversión de la amoral amante de Nick, en recatada y concienciada hija de vecino, una vez que se presenta a los medios. 
Que la justicia creyese a Amy, incriminando injustamente así, a su exnovio Desi Collings (Neil Patrick Harris)
Y sobre todo, las ganas, tanto de los medios, como de los espectadores, como de los policías, por aferrarse a una versión de “la verdad” según les conviene.
Muy bien plasmada, la escena en la que Amy cuenta su inverosímil relato del secuestro, y su posterior huida, y cómo los agentes están rendidos ante su versión, porque es la que quieren creer. 
Eso, por no hablar de la manera en que Fincher nos cuela “la verdad”, cuando no es más que la enfermiza trampa, que Amy ha trazado para engañar a la policía, nos engaña igual que los medios engañan a la opinión pública, y también nosotros ponemos de nuestra parte. 
Porque siendo sinceros, hasta que se produce ese giro de guión:
¿Quién hubiese creído en la inocencia del cínico Nick?
Con todo, el final no me gustó, pues:
¿Es realmente, el maléfico plan de una mujer, capaz de hacer de todo, con tal de moldear a su marido perfecto, de domesticarle, para vivir su idílica falsa vida?
Se me hace difícil creer, que a Amy le cuele semejante historia, por muy bien atada que esté, con el exceso de enredo de su sicótica mente. 
Creo que es tal el enredo final, que la hace inverosímil, y en parte, se carga toda la trama que te engancha hasta el ecuador.
Pero no todo es Amy, un hombre que acaba de perder a su mujer, que está nervioso, y desesperado:
¿Alguien se puede creer, que un periodista le pida que sonría, ante el cartel de su esposa desparecida, para sacarle una foto? 
¿Y que el cabrón sonría?
O es tal la escena de los locos del “selfie” que se creen dueños de sus fotos, y que las utilicen a su antojo… da terror que no se haga nada al respecto…
La escena en que la loca Amy vuelve a la casa, y se echa en brazos del marido, son tan ridículas, que se me hace incomprensible el aplauso, casi generalizado.
Todas las innumerables pruebas que la acusan a ella, cuando se descubre que es un montaje para incriminar a su marido:
¿Por qué se olvidan? 
Y mira que hay muchas pruebas, como el fantasmal embarazo final:
¿Cuándo se produce?
Yo creo que es del finado Collings, y no de Nick…
Y es que todo iba bien en Gone Girl, hasta que Amy le rebana el cuello al ex-amante, y a partir de ahí, todo se vuelve falso, e incoherente. 
Según la versión de Amy, la sangre derramada en la cocina, la vertió de su cabeza:
¿Cómo se explica que no tuviera una cicatriz, que confirmara esta versión? 
¿Es un insulto a la inteligencia de Amy que, tras urdir un plan perfecto, olvida que no tiene un solo corte, que verifique su testimonio, o un insulto a la inteligencia del espectador…?
A ella se le ve tirando pistas por la autopista, que puede hacer creer que la sigan, se mal disfraza de otra, que bien podía al menos, ponerse un tinte negro, y no un tono claro, y se pega un golpe con un martillo, que no sabemos bien porqué, se hace amiga de la primera persona que conoce, y se va a tomar a su casa... 
Y como es tan inteligentemente bruta, se lleva miles de dólares en la bolsa, para jugar al minigolf con un par de crápulas, que se reconocen desde La Luna.
Así, bien merecido, le roban, y te preguntas:
¿Qué hará?
Hubiere pensado en un desenlace hacia el final, fantástico, si esos crápulas ladrones, la hubieran matado, pues hubiera sido más espectacular la trama después… o que ella los mate, da igual a esas alturas del guión más perdido.
Y la escena de ella, llena de sangre en el interrogatorio en el hospital, después de darle calmantes, no se la cree nadie… 
Pues ni siquiera la asearon, ya que todo está hecho para rodar después, la escena impactante en la ducha… con Affleck también mostrando el Batfleck, no gracias.
Total, hemos estado toda la jodida película, intentando desenmascarar a esta zorra, y ahora que podría, pues paso... y me quedo con ella.
Hay muchas tramas sin resolver:
La amante joven, el asesinato de Collings, las heridas de Amy, los crápulas ladrones, la investigación del caso…
Da la sensación, de haber visto un producto inacabado.
Hubiese aceptado un final cutre, en la que le hiciera confesar, o que la matara, aunque fuera a la cárcel, o que ella se saliera con la suya...
Cualquier cosa menos esto.
Por último, y como era de esperar, Trent Reznor y Atticus Ross, trabajan una vez más con Fincher, como compositores de la banda sonora, siendo Gone Girl, su 3ª colaboración con el director de videos.
“I know what you can do. 
You go home and fuck her brains out. 
Then you take your penis and smack her in the face with it, and you say:
There's some wood, bitch!”
Estamos jodidos:
La televisión escupe basura, mientras nosotros escondemos nuestras miserias debajo de la cama. 
Pero llegará el día, en que hemos acumulado tanta miseria, que se escapa de su escondite, y entonces, de repente, nos convertimos en esa basura que los medios de masas nos inyectan en el cerebro.
Resulta por demás interesante, cómo Gone Girl se permite el espacio necesario para tamizar una crítica muy pertinente de la sociedad moderna, donde el común de los individuos, está dispuesto a difuminar todo limite moral, en virtud de conseguir lo que desea, a como dé lugar, en situaciones que rayan la absoluta psicopatía. 
Otra de las críticas que Fincher pone de manifiesto en Gone Girl, apunta a la voracidad, y la explotación de los medios de comunicación, mediante el modo sensacionalista, tipo “Reality Show” o “Nancy Grace” con el que se retratan a diario, los diversos casos policiales, sin ningún tipo de cataduras, y trasgrediendo cuanto planteamiento moral se ponga en su camino.
Un juego que nos mantiene tensos, y a la defensiva. 
Nos hace dudar y nos sorprende. 
Nos asquea y nos atrae. 
Y al final, nos despoja de nuestros instintos, dejándonos desvalidos ante la decadencia moral, de un relato donde las víctimas, son nuestras conciencias.
Tras el fin del romance, sólo queda hacerse daño.
“You two are the most fucked up people I've ever met and I deal with fucked up people for a living”



Comentarios

  1. Cuando se dió el martillazo tenía planeado quitarse la vida, imagino que quería tener golpes viejos para hacer creer que de verdad su esposo le pegaba. También me extrañó que hiciera amigos en esa posilga pero creo que era arrogante, pensaba que todos era estupidos, necesitaba la TV y en el cuarto de ella no había señal. En el hospital no bañan a las personas, si eres víctima de violación debes quedarte así para que el forense te vea y después bañarte tu mismo...

    Lo del palo si que no tiene sentido.

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  2. Muy interesantes datos...
    Siempre he creído que "Gone Girl" es un gran "puzzle" de eventos, hechos y conclusiones...
    Fincher juega a que nosotros los espectadores, armemos qué sucedió realmente.
    Gracias por leer la nota y compartir sus apreciaciones.
    Un gusto.
    ¡¡¡ Saludos !!!

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