Como Agua para Chocolate

“Tita arribó a este mundo prematuramente, sobre la mesa de la cocina, entre los olores de una sopa de fideos que estaba cocinando, los del tomillo, el laurel, el cilantro, el de la leche hervida, el de los ajos y, por supuesto, el de la cebolla”

El realismo mágico, es el género de historias que incorporan elementos de fantasía, como:
Fantasmas, desapariciones, milagros, talentos extraordinarios, en historias y ambientaciones realistas, en especial, de corte latinoamericano, tema que se hizo popular por la literatura de escritores iberoamericanos.
La tecnología avanzada, y los efectos especiales en el cine, han dado a los directores contemporáneos, mucha libertad en cuanto a la representación de las creaturas irreales, y la escenografía extraordinaria, y esto ha allanado el camino a las películas suntuosas, repletas de elementos del realismo mágico.
El realismo mágico, no es una categoría de película reconocida oficialmente, es un género cinematográfico literario; que se presenta con total naturalidad, y se produce sin ninguna explicación.
Los críticos, han reconocido las características del realismo mágico en muchas películas, mediante la aplicación de las características de realismo mágico.
Muchas películas, tienen mágica narrativa, y acontecimientos que contraste entre los elementos reales y mágicos, o diferentes modos de producción realista.
Así pues, contar una historia, desde un punto de vista infantil, las diferencias históricas, y la perspectiva de los agujeros, y con el color cinematográfico aumentando la presencia, son herramientas mágicas, de realismo en las películas.
“Mamá decía que era porque yo soy igual de sensible a la cebolla que Tita, mi tía abuela”
Como Agua para Chocolate es un drama mexicano, dirigida por Alfonso Arau en el año 1992.
Protagonizado por Marco Leonardi, Lumi Cavazos, Regina Torné, Ada Carrasco, Yareli Arizmendi, Mario Iván Martínez, Claudette Maillé, Pilar Aranda, Rodolfo Arias, Margarita Isabel, Farnersio de Bernal, Joaquín Garrido, Sandra Arau, Arcelia Ramírez, entre otros.
El guión es de Laura Esquivel, entonces esposa del director, y basado en su libro homónimo, publicado en 1989, a la vez, basada en la anécdota, historia real, de la tía abuela de la escritora, y calificada como ejemplo del realismo mágico, que rompió registros de venta, como “el libro más vendido de los últimos 20 años”
En sus novelas, Esquivel emplea el realismo mágico, para combinar lo sobrenatural con lo mundano, especialmente en su primera novela “Como Agua para Chocolate”
En ella, la autora proclama la importancia de la cocina, como la pieza más importante de la casa, elevándola a fuente de conocimiento y comprensión de gusto, y deseo.
Una peculiaridad del libro, es que está formado por recetas, pues cada capítulo, inicia con una, por lo que hay 12 recetas.
Con “Como Agua para Chocolate”, Laura Esquivel se reveló como una estupenda y sutil contadora de historias, tratadas con sensibilidad, y complejas en emociones, habiendo lugar para el romanticismo, el humor, y el drama.
En esta novela, narrada en tercera persona de manera omnisciente, por la sobrina-nieta de Tita, y con cada capítulo introducido, por una receta de cocina, se vincula con talento la sensibilidad de la protagonista, y el proceder culinario.
El título de la novela, que hace referencia al punto de ebullición del agua para derretir el chocolate, va ligando a la pasión amorosa, y a cualquier tipo de paroxismo, y exorcismo emocional.
Es un símil, para intentar expresar el momento cuando una persona puede perder el control.
Como dato curioso, “Como Agua para Chocolate”, ha significado un fenómeno muy interesante, dentro de la cultura mexicana contemporánea, algo muy difícil de lograr, en un país en el que la gente lee muy poco.
Su paso al cine, fue producto de la buena suerte:
Alfonso Arau, actor y director mexicano, muy popular a principios de los 70, se interesó inmediatamente en producir un filme, basado en la novela de Esquivel.
Al fin y al cabo, ella no podía poner muchas objeciones, pues el interesado en filmar la historia de amor entre Tita y Pedro, era su esposo.
En esos últimos años, Arau no era muy popular en México, pues su carrera la había continuado en Hollywood, casualmente, el lugar en donde hacer cine, es algo de lo más común.
De esta manera llegó Como Agua para Chocolate, el filme; realizado con un presupuesto mucho mayor que el común para el cine mexicano, con técnicas cinematográficas hollywoodenses, y con un gran sentido comercial.
El resultado es, un filme fiel a la novela original, excelentemente producido y, sobre todo, inteligentemente comercializado.
Ha sido, además, la 8ª película extranjera, más taquillera de Estados Unidos; lo que la convirtió en un parteaguas para él, para quienes participaron en ella, y también, para el cine nacional mexicano.
La producción, fue filmada en Ciudad Acuna; y Piedras Negras, Coahuila, México; e Eagle Pass, Texas, EEUU.
Como Agua para Chocolate trata de un amor imposible, choques generacionales, con especial incidencia en la relación materno-filial, y temas como la rebeldía, la libertad, o la independencia, perpetrados desde un micro universo doméstico.
Una historia de amor mágico realista, en el México de La Revolución:
Tita (Lumi Cavazos) y Pedro (Marco Leonardi), ven su amor obstaculizado, cuando Mamá Elena (Regina Torne) decide que Tita, siendo su hija menor, siga la tradición de quedarse soltera, para cuidar de su madre hasta la muerte de esta, por ser la menor de sus hijas.
Tita, sufrirá largos años por un amor secreto, que perdurará más allá del tiempo.
Todo ello con la gastronomía mexicana, como nexo de unión, y metáfora de los sentimientos de los personajes.
La mayor parte de la acción, sucede en la cocina, territorio tradicional de las mujeres.
En sentido histórico, la trama se desarrolla con La Revolución Mexicana como fondo, retratada ésta, desde un punto de vista nostálgico, sin llegar a tomar protagonismo, ya que el argumento, gira en torno a la vida cotidiana, en las poblaciones fronterizas con Estados Unidos.
La realidad mexicana de esa época, es la de una sociedad patriarcal y machista, represora, en la que las mujeres adoptan un papel social de sumisión, circunscritas al mundo doméstico, madres responsables de su prole, reproductoras, muy alejadas del estatus de individuo.
Además, la tradición mexicana, establecía un destino trágico para las hijas pequeñas de las familias:
Condenadas a la soledad, se les prohibía casarse, ya que debían cuidar a su madre en la vejez.
Con un argumento, a caballo entre la comedia, el melodrama, y el realismo mágico, la historia presenta algunas ideas sobre la mujer, el amor, y el patriarcado; y examina la sensibilidad humana, los efectos de la represión, y la fuerza del amor.
Las recetas culinarias, son una parte importante, y marcan el paso del tiempo, y acompañan a la protagonista, en su tránsito a una sabrosa eternidad.
Hay momentos que al espectador le parece poder sentir los olores y sabores que rodean a los protagonistas, por que Como Agua para Chocolate es poética, dulce sin ser empalagosa... y tiene de surreal, la dosis justa que tiene el amor cuando se vive en primera persona.
Por ello, Como Agua para Chocolate es una película sobre el amor, la tradición, la pasión, y la comunicación; en donde la cocina se convierte en un espacio de creación y libertad, donde Tita puede mostrar su amor y sus deseos, mediante platos exquisitos.
También presenta la influencia de la magia, y el misticismo, con la alegoría de la comida, mientras trata también de acontecimientos políticos como La Revolución Mexicana, la condición de la mujer, y el machismo.
“Contaba Nacha que Tita fue literalmente empujada a este mundo, por un torrente impresionante de lágrimas, que se desbordaron sobre la mesa, y el piso de la cocina”
Para el cineasta, el éxito de Como Agua para Chocolate, radica en que, por un lado, aborda aspectos muy mexicanos como:
La cocina, las tradiciones familiares, La Revolución, pero también, plantea un tema universal, como lo es la figura de una madre abusiva, y una hija rebelde, es un tema que ha estado presente en todas las culturas.
Aunque desde un principio, Arau tenía claro que Como Agua para Chocolate podría ser el vehículo para abrirse las puertas en el mercado internacional, confesó que fue una historia muy difícil de hacer, y lo más complicado fue, conseguir los $2 millones que costó la producción.
“En aquel tiempo, como ahora, el principal problema a la hora de hacer cine en México, es conseguir financiamiento, Como Agua para Chocolate tuvo un presupuesto de $2 millones, mientras que en aquella época, el promedio para hacer una película era de 300 mil dólares”, recordó Arau.
Indicó que, para todos, era una locura que Como Agua para Chocolate tuviera un presupuesto tan elevado, pero de acuerdo con Arau, esto le permitió tener la calidad, y el nivel de producción que le permitiera competir en el mercado internacional.
Según él cuenta:
“Teníamos la intención de llegar al mercado mundial, aunque nunca nos imaginamos el nivel de éxito que alcanzó Como Agua para Chocolate”
“Hacerla, representó un reto para todos los que participaron en ella”, señaló el director, pero también, fue el trampolín que impulsó la carrera de los actores que intervinieron, tal es el caso de Lumi Cavazos, que fue su primer protagónico en cine, y a partir de ahí, tuvo una prolífica carrera.
“Muchos empezaban, y a partir de Como Agua para Chocolate su carrera despegó, a otros actores que ya estaban olvidados, les dio nuevos bríos, para todos representó un cambio”, consideró Arau.
Confesó que Como Agua para Chocolate fue una película muy complicada de hacer, pues todo el equipo tuvo que aislarse durante 3 meses, en un pueblito de la frontera mexicana.
Recuerda:
“La filmación no fue nada sencilla, estar aislados durante tanto tiempo, inevitablemente afecta la personalidad de cualquiera”
Además, recordó que la escritora Laura Esquivel, autora de la novela en la que está basado el guión para la versión cinematográfica, sufrió un derrame cerebral, justo cuando iniciaba el rodaje:
“Tuvimos que llevarla a un hospital, y ahí pasó casi todo el tiempo de filmación” dijo su entonces esposo.
Sobre los personajes:
Tita representa a la mujer latinoamericana, en proceso de liberación.
Ella cuestiona la estructura social, y las formas culturales que mantienen oprimidas a las mujeres; plantea, porqué es necesario no seguir una serie de roles rígidos, que impiden su capacidad de realizarse, de expresar sus emociones.
La rebeldía y el sentir de la protagonista, van a aparecer mágicamente, a través de los platos que elabora, en los que vierte sus deseos, y sentimientos.
Mamá Elena es un personaje duro, de carácter autoritario, y casi despiadado.
Abraza la tradición social estrictamente, a pesar de que su pasado no está exento de pasiones prohibidas, secretos no confesados, guardados, que se los lleva a la tumba, y que sus hijas descubren más tarde.
Descontenta con su propio destino, reproduce la injusticia que ella misma ha padecido; pues al morir su esposo, ha instaurado un matriarcado en forma de dominio, y despotismo.
La transmisión de la tradición, está representada en ella, una mujer frustrada, quien tampoco ha podido elegir su destino.
Ella es portadora y perpetuadora de una tradición opresora.
A ella también se le había prohibido vivir su amor, junto al hombre amado, un hombre de raza negra, de cuya relación, nació Gertrudis…
Pero los padres la casaron con Juan de La Garza, prohibiendo aquella relación.
Mamá Elena se resignó, calló, y sufrió, tal y como se lo exigían las buenas costumbres.
Ella eligió la hipocresía, en lugar de la ruptura, lo que la convirtió en una mujer autoritaria, que manda y dispone.
Su amor frustrado, desembocó en ella como una adulta amargada, cruel, y castrante, que carece de ternura, o compasión.
Por ello, Tita, se plantea la rebelión, ante esos patrones culturales.
La madre transfiere y perpetúa en la hija, su propia frustración, negando la posibilidad de su realización personal, tal y como le sucedió a ella misma.
Pedro, es el enamorado de Tita, su personalidad conformista, le lleva a casarse con la hermana mayor de Tita, ante la sugerencia de la madre de ambas.
No intenta rebelarse ante la tradición, aceptando la opresión a la que es sometida la mujer amada.
Gertrudis (Claudette Maillé) es ardiente y rebelde, y hermana de Tita.
Decide su destino, sin atender a tradiciones o consejos.
Hija de una aventura extramatrimonial de Mamá Elena, que la concibió con un hombre de color, es el recuerdo vivo de la vergüenza de su madre, causa indirecta de la muerte del padre, y representación de los deseos ilegítimos, y los secretos más escondidos.
Ella es el único personaje que decide libremente por sí misma, con quién y cómo desea vivir su vida.
Gertrudis se arriesga a romper con la tradición impuesta, haciéndose así, dueña de su destino, y de su cuerpo, conquistando el poder, y la independencia.
Mientras tanto, Rosaura y Tita, aceptan las reglas, y se someten a la tradición castrante:
La primera sin cuestionarla, la segunda intentando obtener los mismos derechos que los hombres poseían.
Rosaura (Yareli Arizmendi), es la hermana mayor de Tita, quien acepta casarse con Pedro, aun sabiendo que ambos están enamorados, y vivirá un matrimonio infeliz, y una maternidad problemática.
Ella vive obsesionada por enamorar a un esposo, que nunca la quiso, en constante contradicción entre el cariño por su hermana, los celos que siente por ella, y el sentimiento de culpa, por haber aceptado un matrimonio de conveniencia dañino para todos.
Nacha (Ada Carrasco), es la cocinera de la hacienda, y es una verdadera madre para Tita.
Ella la acunó entre fogones y guisos, le transmitió su conocimiento de la cocina, y los secretos de esa tradición culinaria del México rural.
Chencha (Pilar Aranda), es la criada de la hacienda, ha aprendido las recetas de Nacha, y es quien devuelve a Tita a la realidad, con su “caldito de res”
Sobre el realismo mágico; el relato es altamente simbólico, pleno de recursos metafóricos, y elementos mágicos, en un círculo de acontecimientos felices y dramáticos que se mezclan entre sí; de hecho, todas las celebraciones o momentos felices, como bodas y nacimientos, por ejemplo; concluyen con un fallecimiento.
Como Agua para Chocolate es una película mágica, pues habla del poder del amor, y del peso de las tradiciones, a través de recursos del realismo mágico, incorpora mitos, creencias antiguas, y cuentos de la cultura tradicional.
Las recetas de cocina, elaboradas por la protagonista, aglutinan toda la sabiduría y los rituales de las ancianas, convirtiéndose en un acto de supervivencia, y amor.
Tita, no puede expresar sus sentimientos, pero sí puede transmitirlos, a través de los platos que crea, llegando así a sus comensales.
El realismo mágico, estructura el relato, y ello permite que los pasteles de boda por ejemplo, donde han caído lágrimas, transmitan la tristeza y el dolor de aquélla quien acaba de perder a su amante; o las codornices en pétalos de rosa, en las que se ha mezclado la sangre de Tita, facilitan que en el plato se funda la pasión y el erotismo, permitiendo así a Pedro y Tita, descubrir un nuevo código de comunicación, una peculiar fórmula de relación sexual, de erotismo vicario.
Las recetas, transmiten junto a los ingredientes naturales, otros elementos extraordinarios, como:
Las lágrimas, la sangre, la felicidad, o la tristeza.
El simbolismo de Como Agua para Chocolate es tal, que no parece casual la elección de codornices en aquella receta.
En francés, en lenguaje figurado, “la codorniz” es símbolo del ardor amoroso.
“Être chaud comme une caille”, o “estar caliente como una codorniz” significa estar lleno de ardor amoroso, así por extensión, significa estar “como el agua para el chocolate caliente”
Asimismo, puede ser una metáfora de la reconquista de Pedro, tras su matrimonio con la hermana, ya que ese pájaro, según los chinos, es el símbolo del verano, por sus hábitos migratorios, y por su reaparición con el buen tiempo, siempre ha estado asociado a los juegos amorosos de los torneos de primavera.
La cocina, por su parte, se convierte en un espacio personal, que permite a Tita desarrollar su identidad, al mismo tiempo que es lugar de creación de productos culinarios valiosos, que expresarán su desafío a las convenciones, y tradiciones que la reprimen.
Tita se siente cómoda en el espacio doméstico, pues su cocina es un taller; y su comida es un arte, y todo parte de ella.
Todos los sucesos raros, sucedidos en la trama, están representados como acontecimientos cotidianos.
Hay varios episodios mágicos:
En la primera, las lágrimas de Tita caen en la tarta de boda, que a consecuencia adquiere un efecto mágico.
A todos los invitados que la comen les viene una oleada de pasión, y unos recuerdos de sus amores verdaderos perdidos, por lo que empiezan a sollozar de una manera incontrolable.
En el siguiente episodio, apretando las rosas que Pedro le regaló contra su cuerpo, Tita consigue derramar su propia sangre.
Por casualidad, la sangre gotea en la comida, que debido a eso, empieza a afectar a la gente como afrodisíaco.
Es inolvidable la escena mágico-realista, en la que la hermana de Tita, literalmente arde de pasión en la ducha, antes de abandonar la hacienda.
El realismo mágico aparece también, en los momentos finales de la historia:
Tita decide seguir a Pedro en la muerte, lo que consigue quemándose a sí misma.
Por otra parte, las relaciones de sororidad que se dan entre las mujeres que comparten la cocina, contrastan con la frialdad que existe entre madre e hija, y con la rivalidad entre las hermanas.
La tradición férrea, y los convencionalismos sociales, impiden una relación de cariño entre las que comparten su misma sangre, mientras que aquéllas, que han sido unidas por la magia de la cocina, desarrollan un compromiso, y una solidaridad que trasciende los lazos familiares.
También, se puede encontrar en la historia, un retrato del personaje de “La Cenicienta”
La forma en que Mamá Elena se relaciona con su hija, recuerda la de un ama con una esclava.
Tita no se queja nunca, de la dureza de su vida, trabaja feliz en la cocina, al servicio del resto de personas que viven en la casa.
El relato, también enfatiza los elementos naturales, especialmente el fuego y el agua, éstos nos remiten a las raíces, a lo natural, y a lo milagroso:
El agua, elemento básico de la vida; y el fuego que, en contacto con la materia, la altera.
También, reseñar el mensaje gnóstico de los fósforos, y la vuelta a nuestros orígenes, como se dice en un momento:
“Recordando nuestro origen divino...”
De ahí, la historia de los fósforos que cuenta la anciana india, que habla del fuego interior, de esa energía íntima de cada persona que nutre el alma y que, expuesta al fuego de las caricias, las palabras, y los sonidos, se vierten en el aliento del amado.
Ese fuego, si no se enciende, deja sin cumplir nuestros deseos, pero si se enciende muy rápidamente, puede quemarlo todo.
Por eso, el fuego es capaz de reanimar el alma inerte, pero también, es el que puede hacer arder una pasión desatada.
La historia india, es una metáfora de la vida, el amor, y la muerte, una historia que habla del orgasmo, como una pequeña muerte.
El fuego, también tiene un significado sexual, asociado a la técnica de obtención de fuego, mediante la fricción, connotación que se amplía con la tempestad formada entre relámpagos y truenos, cuando ambos entran en la choza.
En la historia de amor de los protagonistas, el fuego adquiere un tinte espiritual, como símbolo de purificación, e iluminación trascendental.
Los relámpagos, son la metáfora de propagación de la incineración dentro de la cabaña, fuego que se propaga a las velas, y luego a los amantes que, según había anunciado la historia de la abuela india, habían encendido los fósforos todos de una vez, apareciendo entonces, el túnel esplendoroso de luz, que conduce a los amantes, a una eternidad compartida.
Es el símil del desenlace de “Romeo y Julieta”
El final sorprende, porque no es un cierre convencional pero, con toda seguridad, es lo que la autora había propuesto en su texto, quizás, la única solución a ese amor trágico, en un desenlace simbólico, que no hace concesiones al necesario final feliz del cine comercial.
El palomar, es el parte aguas de la historia, pues funciona entonces como manicomio, como el territorio restringido del loco, pero también como crisálida, o útero, que permitirá a Tita experimentar un segundo nacimiento.
Desnuda y en posición fetal, Tita saldrá a la luz, esto es, será asistida por el médico y partero de la familia, Dr. John Brown (Mario Iván Martínez), quien también ejerce de psiquiatra, de padre/madre, y eventualmente de prometido, y aspirante a la subjetividad, y al cuerpo de Tita.
Durante su convalecencia, la nueva Tita observa sus propias manos “como un bebé” y como tal “las reconoce como propias”
Como negativo decir que en Como Agua para Chocolate, varios actores fueron doblados por actores profesionales.
El doblaje de estos actores, fue comisionado por el propio Alfonso Arau:
Marco Leonardi, que interpretó a Pedro, fue doblado, ya que no hablaba español; y se notó en muchas escenas.
Como curiosidad, en el libro se explica que Mamá Elena queda paralítica, luego del ataque de los rebeldes, y por eso es que Tita regresa para cuidar de ella, de hecho, Mamá Elena en su delirio, empieza a sentir que Tita la quiere envenenar, y se niega a comer algo traído por ella, esto, no lo muestran en la película.
Y más realidad mágica, la historia de amor entre los protagonistas, traspaso la ficción, ya que los actores Lumi Cavazos y Marco Leonardi se casaron, pero se divorciaron en 1999.
Muchos críticos, le han achacado a Como Agua para Chocolate, no sin razón, su extremo parecido a la estructura de las telenovelas, sobre todo por las pasiones amorosas obstaculizadas por una madre maligna, esto se da sin ninguna duda, pero habría que matizar que no todas las telenovelas tienen que ser necesariamente malas, como no lo son todos los western, todos los musicales, o todas la películas de acción, sencillamente es un género, que en esta ocasión, abstrayendo la carga dramática hasta esferas más lejanas, gracias a la entrada en acción de fantasmas, leyendas, y efectos mágicos, hace que el componente novelesco, resulte más potable, pues está bien entremezclado en la receta con otros componentes.
¿Qué puede seguir uniendo el sentimiento de 2 almas separadas por el destino, sino la cocina?
“De lo único que estaba convencida, es de que no quería volver al rancho.
No quería vivir cerca de Mamá Elena nunca más”
Resulta pues que, la gastronomía mexicana, es el conjunto de platillos endémicos de México, que forman parte de sus tradiciones culinarias, y que derivan tanto de la cocina mesoamericana como de la europea, entre otras.
El 16 de noviembre de 2010, la gastronomía mexicana, fue reconocida como Patrimonio Inmaterial de La Humanidad por La UNESCO.
Y es que el acto de cocinar en México, es considerado una de las actividades más importantes, y cumple funciones sociales y rituales determinantes, tales como la instalación del altar de muertos, o la fiesta de quince años en México.
La profesionalización del trabajo culinario en México, sigue siendo predominantemente femenino:
Es común ver al frente de las cocinas de restaurantes y fondas, a mujeres que al adquirir el grado de excelencia, son nombradas “mayoras”, denominación que en la época colonial se les daba a “las jefas de las cocinas de las haciendas” y que ahora sería equivalente al “chef europeo”
Es importante mencionar que, la hora de la comida en México, es sumamente valorada como aglutinante familiar, por lo que es común, estar en alguna población mexicana, sobre todo las poblaciones pequeñas, y encontrarla absolutamente desierta, de las 2 a las 4 de la tarde.
De hecho, es común que las reuniones sociales, giren alrededor de la comida, y generalmente, se les designa nombres en diminutivo:
“el desayunito”, “la comidita”, “el cafecito” o “una cenita”
La comida en México, es el factor que une a la sociedad; a través de ella, se entablan amistades, se conocen parejas, se cierran grandes negocios, se afianzan los lazos familiares, o simplemente, se disfruta de un buen momento.
En las zonas urbanas, debido a la integración de las mujeres a la fuerza laboral, así como a la influencia del estilo de vida occidental, principalmente de los Estados Unidos, se ha ido perdiendo la tradición de cocinar en casa.
Sin embargo, se considera que las fondas, una versión mexicana de los “bistró franceses”, como lugares donde comer afuera, a medio día, de forma económica, con un reservo de las recetas tradicionales.
Esto es lo que hace a la gastronomía mexicana, una estrella en el mundo.
Las tradiciones, son lo suficientemente fuertes, para defenderse en el vórtice de un mundo moderno, que busca desesperadamente simplificar todos los procesos.
Y, justo así, con esta defensa a ultranza, los moles, panuchos, corundas, mixiotes, tamales, y otros platillos, observan desde la orilla del camino, esperando que esta velocidad, detenga un poco su dinámica, y se pregunte de dónde viene ese aroma mágico y, atraída al mismo, tome un descanso para sentarse a una mesa servida por más de 3,000 años, lista para sorprender a cualquiera, con la suficiente curiosidad, para entrar a un mundo de sabores, del que nunca querrán salir.

“Algunas veces lloraba de balde, como cuando Nacha picaba cebolla, pero como las 2 sabían la razón de estas lágrimas, no se tomaban en serio.
Inclusive, se convertían en motivo de diversión, a tal grado que, durante la niñez, Tita no diferenciaba bien las lágrimas de la risa, de las del llanto.
Para ella reír, era una manera de llorar”



Comentarios

Entradas populares