Jongens

“Heeft u een geheim?”
(¿Tienes un secreto?)

La adolescencia, es un periodo de grandes cambios, y en el que se hace más intenso el impulso sexual.
Por su parte, el despertar homosexual, aceptado por la psicología moderna, que lo define como la tendencia homosexual que comienza a manifestarse en la pre adolescencia, entre los 10 y los 13 años, siendo una época en que los cambios físicos, psicológicos, y sociales en el niño, inciden especialmente en su desarrollo posterior.
A partir de aquí, el varón homosexual pasará por unas fases, hasta la aceptación y compromiso de su tendencia sexual.
Estas fases pueden ser:
1ª Fase de Sensibilidad, entre 10 y 13 años:
El preadolescente, se siente “diferente” a los demás niños, sin entender la razón de este sentimiento.
En muchos casos, trata de ignorarlo, y no es corriente que produzca sufrimiento o angustia.
2ª Fase de Confusión, entre 14 y 17 años:
El muchacho, es plenamente consciente de su atracción por el mismo sexo; y normalmente utiliza mecanismos para “ignorar”, y también “rechazar” sus impulsos homosexuales.
Es frecuente que éste rechazo se manifieste con síntomas, como:
Temor, ira, sentimiento de culpa, aislamiento, violencia, etc.
El adolescente desea, pero no se atreve a tener relación con otro chico; y suele perfilarse ya el modelo masculino preferido.
Es frecuente la “fijación” por un varón conocido, sea amigo, compañero de colegio, profesor, pariente, etc.
3ª Fase de Identidad Asumida, a partir de los 18 años:
El chico acepta su inclinación, pero manteniendo en secreto su actividad sexual, mostrándose heterosexual, con el objeto de no ser rechazado.
Es una etapa de gran tensión y conflicto íntimo, con gran riesgo de depresiones, y a veces, intentos suicidas.
El entorno social, familiar, escolar o laboral, suele ser fuertemente heterosexual, y muchas manifestaciones cotidianas, son claramente de carácter homofobas.
4ª Fase de Compromiso, en algunos casos:
El individuo revela su identidad homosexual, aceptando los inconvenientes sociales que de ello se derivan; y normalmente se produce, cuando existe un ambiente familiar favorable.
El no superar las distintas fases, conlleva riesgos, que van desde el fracaso escolar hasta el intento de suicidio, pasando por “alternativas” como la promiscuidad, el alcoholismo, la drogodependencias, y hasta la prostitución.
Siendo las 3 primeras etapas, o fases, las más delicadas por los peligros antes enunciados, es muy recomendable para todos los adolescentes con tendencia homosexual, la cercanía o contacto estrecho con un adulto, sea amigo en el que confía, maestro, o médico de familia preferentemente, con el que poder “descargar” su angustia, y pueda ser ayudado en la superación de las fases citadas.
El despertar sexual del adolescente, estará determinado también, por la historia personal de cada chico, es decir, dependiendo de cómo haya ido evolucionando en cada etapa previa.
Y es que el despertar sexual, no deviene de la noche a la mañana, contiene todo un proceso de desarrollo psicosexual, de cómo ese adolescente ha ido viviendo, y conociendo sobre su propia sexualidad, y sobre todo, como la vive su familia.
Finalmente, el despertar sexual en el adolescente, dependerá únicamente de él, de sus propios deseos sexuales, de sus cambios hormonales, de su forma para vincularse con otro, de la relación con su propio cuerpo, de sus afectos, y de su salud, de su historia de vida, y de su desarrollo emocional, para poder asumir ese reto, y mucho más.
“Natuurlijk ben je niet”
(Por supuesto que no eres)
Jongens es un drama holandés, del año 2014, dirigido por Mischa Kamp.
Protagonizado por Gijs Blom, Ko Zandvliet, Jonas Smulders, Ton Kas, Stijn Taverne, Myron Wouts, Ferdi Stofmeel, Lotte Razoux Schultz, Rachelle Verdel, Julia Akkermans, Jeffrey Hamilton, Rifka Lodeizen, Micha Hulshof, Caroline Olde Rikkert, Roosmarijn van der Hoek, entre otros.
El guión es de Jaap-Peter Enderle y Chris Westendorp; que aborda el descubrimiento de la homosexualidad en la adolescencia, con un padre tratando de guiar a sus hijos, mientras hace frente a su propia pérdida; la sorpresa del primer amor, y el miedo devastador que obliga a negarlo.
El título “Jongens”, se traduce como “Muchachos” al español; y en este caso, el título es bastante directo, pero igual funciona de forma sencilla.
La simple mención de la palabra “Muchachos” no nos da mucho en concreto, pero es definitivo que con semejante título se espera una película adolescente; que por una vez, el denominador común es la inocencia.
Jongens habla sobre los vínculos familiares, el fraternal principalmente, la importancia de la amistad, el amor, los sueños, la lealtad, la felicidad, y dejando que cada uno sea lo que quieren ser, y lo que merecen.
Jongens fue producida especialmente para televisión, emitida por primera vez, el 9 de febrero de 2014, por NPO Zapp, un canal holandés para niños y adolescentes; siendo un éxito tal, que el distribuidor de películas ABC Cinemien / ABC Distribution, decidió lanzar Jongens a los cines holandeses.
Esta versión, también fue un éxito, por lo que se vendió a Estados Unidos, Reino Unido, Taiwán, Polonia, Francia, y Alemania.
Jongens fue rodada en El Parque Nacional Utrechtse Heuvelrug en Holanda, lagos y alrededores; y cuenta la historia de Sieger (Gijs Blom) un deportista y tranquilo muchacho de 15 años de edad, que descubre el amor durante las vacaciones de verano.
Sieger, está entrenando en el nuevo equipo de atletismo para los campeonatos nacionales de relevo; y mientras trata de hacer frente a su homosexualidad, Sieger busca encontrar la paz en su familia, tras la reciente muerte de su madre.
Su hermano Eddy (Jonas Smulders), es un rebelde que es difícil para Theo (Ton Kas), su padre, que está tratando de levantar a los chicos de la mejor manera que puede.
Cuando Sieger y su mejor amigo Stef (Stijn Taverne), son seleccionados en el equipo de relevo con otros 2 chicos; conoce a Marc (Ko Zandvliet)
El cruce de miradas y conversaciones, son clave con Marc, con el que ha comenzado una fuerte amistad, que desencadenará en un primer beso, haciendo aflorar su homosexualidad.
Tratar con las emociones de su padre, y la rebeldía de Ed, Sieger no puede entender lo que está pasando con él.
Su inmadurez emocional para comprender y aceptar que no le gustan las chicas, y que de hecho puede ser gay, le crea varios altibajos.
Cuando está con Marc, él es feliz, pero no sabe si es correcto o incorrecto.
En el proceso, terminará rompiendo el corazón de Marc, en más de un par de ocasiones…
El equipo de relevo, finalmente gana la carrera, a pesar de que Sieger había rechazado anteriormente Marc, él no puede aguantar más.
Cuando ve algún apoyo de su amigo Stef en ese aspecto, que Stef ha notado entre ellos, Sieger finalmente acepta lo que es, y decide ser feliz.
Así, el director retrata bellamente la confusión del primer amor, especialmente porque está en contra de las llamadas “normas de la sociedad”:
La presión social, que es uno de los ejes fundamentales de Jongens, surte efecto y más si, como en el caso del protagonista, cuenta con un hermano popular entre las chicas del pueblo.
Lo que sucede en Jongens, es algo que todos podemos relacionado también, con nuestro primer amor, ya sea si somos homosexuales o heterosexuales.
“Marc en je, je maakt een goed team... heel goed”
(Marc y usted, hacen un buen equipo... muy bien)
Holanda se caracteriza, por ser uno de los países más liberales, aunque la historia de Jongens no transcurre en una ciudad principal, sino en las afueras, donde el cambio es más difícil; donde podemos ver que la discriminación hacia la homosexualidad todavía existe en otros lugares, y en todos los países, aunque ha habido avances importantes.
Jongens, no solo plantea el dilema, que puede presentarse a cualquier adolescente que comience a cuestionarse su propia sexualidad, también reflexiona sobre si una vez asumidas las preferencias físicas del mismo género, la persona sería capaz de dejar a un lado “el qué dirán”, para tomar una decisión, sin que intercedan elementos externos.
Esto conllevaría llegar un paso más alto en la escala de la aceptación a uno mismo.
Aunque resulta obvio, no lo es tanto a esas edades, y a través de un amor de verano, Sieger iniciará una revisión de todos los cánones impuestos en su entorno.
Lo que hace interesante a Jongens, es que tiene mucha ternura, que le imprime la inocencia de la adolescencia, el descubrimiento del amor, y el dolor asociado a ello, inevitablemente; pero además, tiene un final feliz.
Todo empieza con unas imágenes algo turbias, como el interior de Sieger, que no está claro; pero que de pronto se llena de claridad, mostrando pureza, ingenuidad, inocencia, como las miradas, los juegos, y los ejercicios entre estos adolescentes.
Cualquiera que haya vivido en el campo, o en un pueblo pequeño, sabe que la vida es así de sencilla, y son los momentos del baño en un estanque, lago, río, o playa, los primeros momentos del despertar sexual, que se suele hacer en compañía de los amigos.
Pero los sentimientos están desatados, más que las hormonas, y se puede fácilmente caer en el amor, en el sentimiento de necesitar estar junto al otro.
Aquí, en la adolescencia, un solo impulso es suficiente para desarrollar el afecto y el sentimiento que no ha aflorado, y que es sentido.
El objeto de ese amor, puede ser una amiga o un amigo.
En este caso, el amigo de Sieger, Stef, inicia estas relaciones de adolescente con una chica, pero a Sieger se le complican las cosas, cuando esa atracción la siente hacia su compañero de equipo Marc.
¿Por qué en el caso de Stef, no habrá problemas con los amigos, y la familia; y si tiene que haberlos con Sieger?
De una forma muy sutil, y tratado con toda la delicadeza, el tema de la igualdad para los derechos de los homosexuales, está muy bien tratado en Jongens.
Aquello que se inicia como una tímida exploración de una posible vida homosexual, termina con una desmitificación absoluta, de aquello que había perseguido hasta entonces, y por lo que siempre había querido agradar a su hermano, y padre.
Sieger comienza a ser él, abandona la idea de ser la sombra de algo, o alguien, y lucha por su identidad.
Se nota por la planificación, que es una película para emitir en pantalla pequeña, para TV, pero eso en todo caso, le da más proximidad y más intimidad al tratamiento.
La interpretación de los muchachos, es muy buena, y como son tan agradables de ver, se produce enseguida, una atracción y afecto hacia ellos.
Aquí no hay morbo, ni hay una utilización de los cuerpos de estos adolescentes, en mostrarlos desnudos, ni el “close-up” de los besos, y eso es un hecho para agradecer.
El trabajo de estos jóvenes actores, me parece muy bueno, y se siente la mano del director; que supieron muy bien como transmitir candidez y sencillez; en esas miradas largas e ingenuas, especialmente las de Sieger, que notaban un torbellino de dudas y temores.
Definitivamente, Jongens puede fácilmente, convertirse en un clásico juvenil; pues emociona y encanta, como la relación evoluciona pausadamente.
Es decir, el personaje de Sieger, tiene un cambio muy mínimo durante todo el metraje, pero es suficiente para complacer su desarrollo.
Siempre he pensado, que uno nace sabiendo que le gusta, y que no le gusta, por lo cual, tu sexualidad se ve manifestada desde siempre.
Sin embargo, la confusión surge de ciertos cánones de comportamiento e identificación, con los cuales somos criados.
Sieger en Jongens, sabe que no siente una atracción muy fuerte hacia las mujeres, pero simplemente no le da mucha cabeza al asunto…
De repente llega Marc, coqueteando tiernamente, y Sieger se da cuenta, que la idea lo llama, así que:
¿Por qué no probar?
Simple, y sin mayor problema con el asunto.
No obstante, admito que esa es una de las cosas que suelen cansarme de esta temática, la interminable “duda” del ser o no ser gay.
Mientras que aquí eso es lo menos relevante, aquí el monstruo que se enfrenta directamente, es “el salir del closet”, lo cual a mi parecer, ayuda a darle realidad a la trama.
Sieger sabe que es gay, y lo acepta con los brazos abiertos, el problema no es aceptarlo, sino encontrar la forma de que los demás lo acepten.
Desde lo técnico, fue hermoso comprobar, que el impulso de apostar por una buena fotografía dentro de la película, diera sus frutos.
No tenemos paisajes exorbitantes, pero aun así, existe un ambiente no solo apacible, sino hermoso, y tranquilo.
El manejo de cámara, es sin duda una de las mejores cosas que tiene, con escenas verdaderamente hermosas, y algunas secuencias de tranquilidad absoluta.
Es una sutileza en mostrar lo que es adecuado ante la cámara, que sin importar lo simple que sea, debe ser reflejado de una forma hermosa y que aquí, definitivamente, ese es el objetivo.
No obstante, tal vez profundizar más en ciertos aspectos, hubiese contribuido a hacerla redonda.
Si bien, la historia es sobre “la salida del closet” de Sieger, muchas escenas van mostrándonos otras cosas que suceden a su alrededor, y que definitivamente deben afectarlo de una manera u otra.
Por ejemplo:
Los problemas constantes de su hermano, y su padre.
Un aspecto que definitivamente pudo haber sido más significativo, y que simplemente es dejado de lado…
Sieger, solo observa sus discusiones, y realmente interviene poco en las mismas.
Tampoco contribuye a que cesen las peleas, y pareciera que ni le interesase.
Es muy poco significativa su intervención en este aspecto, y de igual forma, el asunto pareciera arreglarse mágicamente, lo cual lo vuelve algo casi innecesario de mostrar.
Es que si no se va a desarrollar, de una forma u otra, no entiendo la razón de invertir tantas escenas en la situación del hermano de Sieger y su padre…
Probablemente, sea para mostrar lo difícil que es la ausencia de una madre…
Esto nos lleva a otro aspecto que no me agrado:
Jongens nunca llega a tener un conflicto significativo.
Incluso en los breves momentos, en los cuales la pareja se encuentra en un apuro, la importancia del mismo también es mínima.
No hay un desarrollo de la relación con Marc, durante el problema con la novia de Sieger, no enfrentamiento.
Tampoco existe algún dialogo con la chica, presentando su posición ante el tema de que, su supuesto novio la besaba todo los días, mientras que todas las noches se iba a besar a otro chico…
Simplemente es dejado de lado, evitando el conflicto.
No es que quiera un ataque compulsivo de drama exagerado en la trama, pero presentar el problema, y luego hacerlo a un lado, como si nada pasara, simplemente no es aceptable.
No obstante, compensan las hermosas escenas, por la simpleza, y naturalidad, como el primer beso en el lago, tan inocente como amable, y cariñoso.
La escena del autobús, con ambas cabezas descansándose mutuamente, derrite el corazón, y sólo se desea que los 2 chicos sean el uno para el otro, antes de que el mundo corrompa su inocencia.
El director, es consciente en establecer 3 apuntes con ese maravilloso y natural primer beso:
Todos sabemos que el primer beso es único e inolvidable…
Puede ser tierno, apasionado, atrevido, o tímido, no importa, juntar los labios por primera vez con alguien, siempre es una experiencia digna de atesorar para todas las personas, y para siempre.
Al darlo, es normal sentir preocupación, porque existe el miedo al rechazo, esto nos ocurre a todos.
En Jongens se da de manera súbita, sin preparación para el espectador de lo que va a suceder, el beso; y la manera de rodarlo, en contrapicado, desde arriba, que salvaguarda la intimidad de los chicos.
Cuando los chicos flotan en el agua, con sus miradas dirigidas hacia el cielo, como buscando lo que vendrá después…
Y ver la frustración progresiva en la cara de Sieger, posteriores, con la mirada puesta en Marc cuando juega con su hermana, señala su sensación de que ha caído en el amor.
Por su parte, rompe el corazón, ver a Marc, confrontando la situación al ver a Sieger besarse con su “novia”, de pie junto a él, comunicando su afán para estar junto a él; para luego, notar como Sieger parece preferirla a ella, mirarlo con ojos que empujan su lado más reprimido.
Me gustó la dinámica de los familiares de Marc, que por un momento pensé que no tenía figura paterna, pero al final se despeja la duda.
También, me gustó que, a pesar de que Ed y el padre tenían sus propias diferencias, hubo un amor inherente, y un respeto por los demás, ese final entre Ed y su padre, demuestra aceptación y comprensión, por lo que la revelación de Sieger, intuyo que no será problema, aunque Jongens no lo muestre.
También me gustó el momento en el Stef, el amigo sabe cómo ser un amigo, él intuye todo, y lo acepta, en una lección de madurez para todo espectador; y lo de manera muy tierna, en el diálogo:
“Marc y tú, hacen un buen equipo... Realmente bueno”
Al final, te das cuenta de que el cineasta sabe exactamente lo que estaba haciendo.
Poner fin a Jongens, con una excelente música, a este drama sobre el primer amor, y la confusión de los sentimientos, es algo que se debe ver y analizar.
No muchas historias de amor, te tocan sin ser demasiado dramáticas o melancólicas, y aquí todo está medido.
La banda sonora, así como el diseño de sonido y mezcla, fue realizada por Marco Vermaas, y el poco de música fue producida por Rutger Reinders, que incluye piezas como:
“I Apologize (Dear Simon)” de Moss que sirve de introducción y cierre de la obra; “Love Like This” de Kodaline; “Just a Boy” de Angus & Julia Stone; y “Princes” de Oscar & The Wolf.
Esta magnífica banda sonora, ayuda a la imagen, para transmitir exactamente lo que debe.
Es mayormente relajante, pero te permite meterte más en el desarrollo de la película.
“Het Spijt Me”
(Pido Disculpas)
Esperemos que Jongens se muestre, sobre todo a los jóvenes de todo el mundo, porque la homofobia sigue siendo endémica en muchos países; y este drama sincero, no ofende, incluso la persona más ignorante e intolerante, si están dispuestos a aprender de verdad, se sentirá muy conmovido.
Resulta que La Federación Holandesa de Fútbol, lanzó un llamativo “spot publicitario”, donde incentiva a los futbolistas homosexuales a “salir del closet”
Bajo el lema:
“¿Gay? No hay nada extraño en ello”, se propone un clima de aceptación, y mayor tolerancia.
El anuncio, diseñado por la agencia Delight, anima a los jugadores homosexuales, a “salir del armario”, sin sentir ninguna vergüenza.
En el anuncio, un jugador entrena con su equipo dentro de un armario, teniendo claros problemas para desarrollarse normalmente durante el partido.
Sin embargo, los compañeros le demuestran su apoyo, y decide “salir del closet” para sacarse una foto grupal.
“Hacemos un llamamiento a todos los clubes y jugadores de Holanda.
Todo el mundo debe ser consciente de su responsabilidad.
Homosexuales o heterosexuales:
Realmente no importa”, aseguró Michael van Praag, Presidente de La Federación.
La homosexualidad, es durante años, cuestión tabú en el mundo del deporte, aunque en los últimos meses, se han dado algunos pasos hacia la normalidad, especialmente en Alemania, donde hace unos meses, un jugador se confesó gay, aunque de forma anónima...
Ya eso es algo, ¿no?

“You're gonna be all-right”



Comentarios

  1. Buen post (y muy informativo). Vi Jongens el año pasado y me gustó mucho. Maneja muy bien el tema del despertar sexual en la adolescencia.

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  2. Gracias Arion por tu nota, recién vi la película ayer en la noche, y me encantó la manera en que fue producida:
    Para TV, enfocada a la familia, y narrada de una manera muy amable, inocente, sin morbo, ni tragedias.
    Otra cosa...
    La disfruté mucho:
    Actores, banda sonora, historia, las tomas inusuales para retratar bonitos momentos.
    Totalmente, una sorpresa.
    Me gustó mucho, y me agrada saber que a usted también le gustó, y que lo haya demostrado en esta entrada.
    Muy agradecido.
    Saludos !!!!

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